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Por la ampliación del Aeroparque Cambiarán la fisonomía de la Costanera Norte Habrá una estación de tren y dos túneles para el tránsito Es uno de los proyectos más ambiciosos de los últimos tiempos en la ciudad de Buenos Aires. El aeroparque Jorge Newbery y su entorno urbanístico serán, en los próximos tres años, los protagonistas de un extraordinario cambio. Un plan de reestructuración vial que implicará un gran desafío de ingeniería y una inversión de 520 millones de pesos. La avenida Costanera con otro trazado, dos túneles para conectarla con las avenidas Sarmiento y La Pampa, la conexión de la autopista Illia con la avenida Cantilo, la reubicación de las vías del ferrocarril Belgrano, la ampliación del aeropuerto y, debajo de éste, una nueva estación ferroviaria son algunas de las obras de una iniciativa que, en realidad, lleva varios años de atraso. Como parte de la remodelación del sector urbanístico, en enero próximo será cortado el tránsito en la avenida Sarmiento para comenzar la construcción del túnel que sorteará las vías del Belgrano. Se prevé finalizarla en octubre. Pero la pieza central de este rompecabezas –motivo principal de todas las obras– es la extensión de la pista del Aeroparque (éste ocupará un predio de 140 hectáreas, 50 más que ahora), lo que le permitirá alcanzar mayores estándares de seguridad y recibir más vuelos internacionales. El primer paso es la extensión en 180 metros de la cabecera Sur de la pista, una obra que debió ser paralizada la semana última. Se trata del primer eslabón de un plan integral de reformas; un proyecto que, cuando esté finalizado, llevará los límites de la aeroestación hasta los actuales terrenos de Punta Carrasco, lo que supondrá una transformación completa de la zona. La Costanera tendrá una nueva traza sobre terrenos ganados al río -las obras de relleno ya comenzaron- y la avenida Sarmiento se moverá varios metros hacia el Sur. "La nueva Costanera dejará de ser una avenida de tránsito pesado, por donde hoy circulan 70.000 vehículos por día (lo harán por la vía rápida Illia-Cantilo), para convertirse en un paseo recreativo. Su recorrido pasará por detrás de Punta Carrasco y por delante del Club de Pescadores", contó a LA NACION el ministro porteño de Infraestructura y Obras Públicas, Juan Pablo Schiavi. Aunque en algún momento se preveía lo contrario, "el Golf no está involucrado, con el Club de Pescadores ya firmamos un convenio, y con el único lugar que aún estamos en tratativas es con Punta Carrasco, que tiene concesión vigente", afirmó el funcionario. Extensión de la pista "A pesar de las demoras ocasionadas por la imposibilidad de que Aerolíneas Argentinas y Austral comenzaran a operar algunos de sus vuelos desde Ezeiza, las tareas deberán concluir el 15 de diciembre, antes de que empiece la temporada de verano -aseguró Marcelo Minoliti, director de Infraestructura de Aeropuertos Argentina 2000, que también forma parte de la ejecución del plan de reformas-. Además, la futura conexión de la autopista Illia con la avenida Cantilo depende de esta obra, ya que para que nosotros podamos cederle a la ciudad un sector de la parte norte del aeropuerto primero debemos movilizar todo el sistema operativo 180 metros hacia el Sur." Mientras tanto, la zona sufrirá otras modificaciones. Está previsto el corrimiento de las vías del ferrocarril Belgrano hacia Lugones, en un tramo de cuatro kilómetros desde Sarmiento hasta La Pampa, lo que posibilitará la construcción de una obra clave: el viaducto de la avenida Sarmiento, que demandará 30 millones de pesos y contará con cinco carriles en total para ambas manos y una senda peatonal. Es que, hoy, "la configuración de la intersección entre la avenida Sarmiento, el paso a nivel del ferrocarril Belgrano y la avenida Lugones provoca importantes demoras de tránsito durante todo el día, y el cruce ferroviario tiene gran responsabilidad en esto", explicó Felipe Nougués, presidente de Autopistas Urbanas SA (AUSA), firma a cargo de las obras. Desde Ferrovías señalaron que las tareas de medición para el desplazamiento de las vías ya comenzaron. Si los plazos se respetan, la construcción del nuevo paso bajo nivel de la avenida Sarmiento comenzará en la primera quincena de enero y, según Nougués, el viaducto estará finalizado en octubre. "El 6 de enero se cortará Sarmiento para comenzar las obras en la calzada -precisó Schiavi-. Pero AUSA ya está construyendo los desvíos provisorios para ordenar el tránsito." Además, se prolongará 300 metros la autopista Illia, es decir que pasará sobre la actual Sarmiento, para finalmente desembocar en una nueva vía rápida hacia Cantilo, que quedará entre la vía del ferrocarril y el alambrado del Aeroparque. Para que esa vía pueda ser construida habrá que correr tanto las vías hacia el Oeste como el límite del aeropuerto hacia el Este. Está previsto que la autopista Illia se conecte también con la futura autopista ribereña, que unirá Retiro con la autopista Buenos Aires-La Plata. Por otra parte, varios cientos de metros más al norte también habrá grandes modificaciones, que podrían implicar la desaparición de algunos centros gastronómicos y de recreación de la zona. Según Minoliti, en 2007 iniciarán la prolongación de la cabecera Norte y también ensancharán la pista de 40 a 45 metros. "El restaurante Cló-Cló no quedará afectado, ya que todo se realizará dentro del predio existente del aeropuerto", advirtió. Sin embargo, por cuestiones de seguridad, los expertos explican que el emplazamiento allí del restaurante no es recomendable. "Todas las propiedades cercanas a la cabecera Norte están sujetas a esta obra. Sobre eso no hay discusión", agregó Schiavi. Ante las reiteradas llamadas de LA NACION, en Cló-Cló prefirieron no hacer declaraciones. En tanto, si bien aún no está definido, se construirá un viaducto, o un puente, para conectar La Pampa con el sector norte de la Costanera. Estación Aeroparque Cuando surgió todo el proyecto, la posibilidad de construir una estación de tren denominada Aeroparque causó grandes expectativas. "Estaría a la altura de la avenida Dorrego, y mediante un túnel subterráneo y un pequeño tren eléctrico transportaría a todos los pasajeros hasta las instalaciones del aeropuerto", comentó Minoliti. Pero con respecto a este tema voceros de la empresa Ferrovías señalaron que, por el momento, "es muy apresurado pensar en la electrificación de este ramal, que llega hasta la localidad de Pilar". Hace más de una década se debate sobre las reformas de ampliación del aeroparque Jorge Newbery, incluso en algún momento también se discutió sobre su traslado fuera de la Capital. Pero, ahora, el mismo proyecto Aeroparque 2007 que fue presentado en su momento por el presidente Néstor Kirchner y Aníbal Ibarra está nuevamente en la agenda de ambos gobiernos. ¿Cuándo culminará este ambicioso proyecto? Todos son optimistas y aseguran que, si no falta ninguna pieza del gigantesco rompecabezas, estará listo en 36 meses. "Se retrasó muchísimo, es cierto, pero desde que nosotros asumimos hemos puesto un gran empeño en avanzar con todas las obras -dijo Schiavi-. Lo que sucede es que esto es como un gran rompecabezas, y para continuar con los trabajos necesitábamos que Aeroparque y Ferrovías comenzaran con sus obras, y por suerte ya lo han hecho." Por Soledad Vallejos De la Redacción de LA NACION Vuelos a Ushuaia * Unos 19 vuelos que Aerolíneas Argentinas tenía previstos para hoy y mañana a Ushuaia fueron cancelados luego de que la Fuerza Aérea informó que la terminal de esa ciudad "no contará con el sistema de radioayuda", necesario para el aterrizaje de las aeronaves. La compañía aérea no informó cuándo podrán reanudarse los vuelos con la capital de la provincia de Tierra del Fuego. Link corto: http://www.lanacion.com.ar/851678 http://www.lanacion.com.ar/851678 Rellenos costeros / Un crecimiento sostenido BuenosAires se expande hacia el río En una primera etapa se anexarán casi 10 km en Costanera Norte; se proyecta sumar otros 20 km en una península, en el área sur Noticias de Información general: anterior | siguiente Miércoles 17 de diciembre de 2008 | Publicado en edición impresa Cuadrillas del gobierno porteño trabajan en el relleno de la Costanera Norte, que tendrá casi 8 hectáreas Foto: Hernán Zenteno Laura Rocha LA NACION En los últimos diez años se anexaron a la ciudad de Buenos Aires 72,5 hectáreas de rellenos costeros. Se trata de la misma superficie que ocupan, en promedio, 72 canchas de fútbol o, por ejemplo, la superficie de dos ciudades como el Vaticano. Si se toma como punto de partida el año 1900, en la Capital se agregaron, en promedio, 26 hectáreas de terreno anuales por los rellenos que se fueron realizando en la costa del Río de la Plata. Desde entonces se sumaron unas 2900 ha. La ciudad tiene hoy 22.000 hectáreas. Actualmente se está ejecutando un nuevo relleno en la Costanera Norte, más precisamente en la zona del Club de Pescadores, donde se correrá la avenida Rafael Obligado para permitir la ampliación del Aeroparque. La obra, que demandará una inversión de más de 500 millones de pesos, incluye el viaducto en la avenida Sarmiento, la conexión de la autopista Illia con la avenida Cantilo, la reubicación de las vías del ferrocarril Belgrano y la ampliación del aeropuerto. Y, por cierto, lleva años de retraso. Ahora, de cumplirse lo fijado por el gobierno que encabeza Mauricio Macri, la Costanera tendrá una nueva traza sobre terrenos ganados al río y la avenida Rafael Obligado se moverá varios metros. http://www.lanacion.com.ar/informacion-general/index.asp javascript:void(0) "La nueva Costanera Norte dejará de ser una avenida de tránsito pesado, por donde hoy circulan 70.000 vehículos diariamente, para convertirse en un paseo recreativo. El nuevo recorrido obligará a prolongar el muelle del Club de Pescadores unos 100 metros", explicó a LA NACION Pablo Bereciarta, director de Infraestructura porteño. Esta primera etapa de la obra, que implica un relleno costero de 3,1 ha, demandará diez meses más. En ella se invertirán 22.950.000 pesos. La segunda parte, unas 4,5 ha ganadas al río, servirá para transportar los seis carriles de la avenida Rafael Obligado a la altura de la cabecera norte del Aeroparque. Ese tramo demandará nueve meses de obra y $ 33.513.595 de inversión. A esto se suma la extensión de la autopista Illia, trabajo que comenzará el mes próximo. Actualmente una comisión evaluadora analiza las ofertas económicas. Estas obras permitirán la prolongación de la cabecera norte y el ensanchamiento de la pista del Aeroparque de 40 a 45 metros. "El restaurante Cló-Cló quedará afectado, ya que, por cuestiones de seguridad, el emplazamiento allí del emprendimiento no es recomendable. Todas las propiedades cercanas a la cabecera norte están sujetas a esta obra. Sobre eso no hay discusión", dijo Bereciarta. También deberá mudarse la estación de servicio Petrobras situada junto al complejo Costa Salguero. Aunque, en general, esta obra no provoca controversias, sí lo hacen otros rellenos costeros proyectados por el gobierno local. Tal como anticipó LA NACION en julio pasado, el gobierno estudia crear una península de unas 20 hectáreas al lado de la Reserva Ecológica de la Costanera Sur, que sería destinada a la disposición final de residuos. "Rechazamos este relleno costero, absolutamente opuesto a la sustentabilidad ambiental. El río no es lugar para la solución del problema de los residuos de la ciudad ni la variable de ajuste de una preocupante falta de políticas ambientales y de espacio público", opinó Andreína de Caraballo, presidenta de la Fundación Ciudad. En el mismo sentido, los diputados Pablo Failde (Frente para la Victoria) y Eduardo Epszteyn (Diálogo por Buenos Aires) hicieron un pedido de informes para conocer, entre otras cosas, el origen de los escombros y de la arena que se utiliza en los rellenos. "Queremos saber si se realizaron los estudios de impacto ambiental correspondientes y de qué se trata el proyecto denominado península ecológica", dijo Epszteyn. Según el jefe de gobierno, Mauricio Macri, ese relleno, de unas 20 ha en principio, alojará un centro de reciclado y tecnología de disposición final de residuos que se ajuste a los requerimientos de la ley denominada de basura cero. El relleno costero se realizará inicialmente con la tierra y escombros provenientes de la obra del arroyo Maldonado, que se inició a la altura de Punta Carrasco y que debería comenzar en marzo, una vez que la máquina excavadora llegue al país. Según los cálculos del Ministerio de Desarrollo Urbano, los 16 kilómetros de obras para ensanchar el río subterráneo generarán unos 550.000 metros cúbicos de tierra. También se usarán restos de las obras de subtes y de construcciones de infraestructura hidráulica. Inspección judicial por una denuncia La justicia porteña inspeccionó ayer varios sectores de la Costanera Norte como consecuencia de que la titular del juzgado en lo Contencioso Administrativo y Tributario de la ciudad, Patricia López Vergara, había hecho lugar a un amparo presentado por el ex ministro de Ambiente porteño Marcelo Vensentini. El ex funcionario denunció la existencia de un basural en ese lugar por depósito de escombros. "En realidad se verificó la zona y el gobierno porteño se comprometió a hacer un estudio de impacto ambiental antes de continuar con los trabajos previstos. Y con eso me di por satisfecho", dijo Vensentini, que desistió de su petición ante la Justicia. Principales problemas ambientales en el Gran Buenos Aires, Argentina 1. INTRODUCCIÓN Argentina et al. (2003), definen al Gran Buenos Aires (GBA), como el conjunto urbano integrado por la Ciudad Autónoma de Buenos Aires y 24 Partidos de la provincia de Buenos Aires (Fig. 1). Fig. 1. Conglomerado urbano integrante del GBA. Fuente: Argentina et al., 2003. El área comprende una superficie de 3.833 km2 y alberga una población de más de 12 millones de habitantes. El crecimiento experimentado durante el último siglo, ha tenido lugar sin el establecimiento de pautas de ordenamiento territorial que tuvieran en cuenta las caracteriísticas ambientales del sitio. Este proceso acelerado y desordenado, ha derivado en la existencia de grandes problemas ambientales. El objetivo de este trabajo, es examinar algunos de los principales problemas ambientales presentes en el GBA. 2. CARACTERIZACIÓN AMBIENTAL DEL GRAN BUENOS AIRES 2.1 CLIMA La región presenta un clima sub-húmedo-húmedo. La temperatura media anual es de 17 ºC y la precipitación media anual de 1000 mm. Los meses con mayor precipitación corresponden a febrero, marzo, abril, octubre, noviembre y diciembre. La dinámica de las lluvias está regida por los choques entre las masas de aire frío y seco provenientes del Anticiclón del Pacífico Sur con masas de aire cálido y húmedo provenientes del Anticiclón del Atlántico Sur. La humedad relativa media del ambiente es del 72%. Es importante destacar la acción de dos vientos: Sudestada (frío y húmedo) y Pampero (frío y seco), que actúan como barredores de los contaminantes atmosféricos. 2.2 GEOMORFOLOGÍA Según Pereyra (2003 y 2004), los factores que han controlado la evolución geomorfológica de la región en el Pleistoceno-Holoceno son los sigueintes: 1) las oscilaciones del nivel del mar, 2) la depositación de potentes acumulaciones de loess y 3) la formación de suelos. La interacción de estos factores, dio origen a cuatro tipos principales de Unidades Geomorfológicas, que se diferencian por el proceso dominante que les ha dado origen. La Tabla 1, resume las características principales de cada una de ellas. Tabla 1. Características de las principales unidades geomorfológicas del GBA. Fuente: Pereyra (2004).2.3 SUELOS La región se caracteriza por presentar importantes períodos de pedogénesis dominante y morfogénesis subordinada, lo que ha resultado en la formación de suelos con un alto grado de desarrollo (Pereyra, 2004). Predominan los Argiudoles típicos. Se trata de suelos profunddos, de texturas franco- limosas y altos contenidos de materia orgánica. En algunos sectores, se presentan Argiudoles vérticos, de textura más fina y caracterizados por la presencia de arcillas expansibles. En los laterales de los valles, los Argiudoles presentan un horizonte C algo carbonatado y, en algunos casos, presencia de un horizonte E. También se encuentran Hapludoles típicos. En los valles fluviales, predominan los Endocacuoles. Son suelos de menor desarrollo pedogenético y mayor relevancia de rasgos hidromórficos. Presentan texturas limosas y franco-limosas y buen contenido de materia orgánica. En las proximidades de los cursos fluviales, se encuentran Fluventes y Acuentes de muy escaso desarrollo pedogenético. Pereyra (2004), señala la existencia de seis Unidades Cartográficas (UC). La UC Nº 1, se encuentra ubicada en la planicie loessica y está integrada por Ariugoles típios a vértidos y Hapludoles típicos. La UC Nº 2, se encuentra ubicada en las planicies aluviales y terrazas aluviales y está integrada por Endocuoles típicos, Hapludoles énticos, Udifluventes típicos y Natracuoles típicos. La UC Nº 3, se encuentra ubicada en el antiguo ambiente marino-estuárico y está integrada por Endoacuoles típicos y Fluvacuentes típicos. También aparecen Natracuoles típicos, Natracualfes típicos y Hapludertes típicos. La UC Nº 4, se encuentra ubicada en los cordones litorales y está integrada por Haprendoles típicos, Hapludoles énticos y Udipsamentes típicos. La UC Nº 5, se encuentra ubicada en lagunas y bajos anegadizos de las antiguas cubetas de deflación de la planicie loessica y está integrada por Endoacuoles, Natracuoles, Argiudoles y Hapludoles ácuicos, Argiacuoles típicos y Natracualfes típicos. La UC Nº 6, se encuentra ubicada en los laterales de los valles y está integrada por suelos similares a los de la UC Nº 1, pero con meyor desarrollo pedogenético y fases más someras y erosionadas. 2.4 HIDROGRAFÍA La red de drenaje del GBA, se estructura a partir de una cuenca principal, constituida por el río Matanza-Riachuelo y una serie de cuencas menores que desaguan directamente en el río de La Plata. La cuenca Matanza-Riachuelo cubre una superficie de 2240 Km2. El curso principal posee una longitud de 61 Km y un caudal medio de 7, 02 m3/s. En su recorrido, recibe el aporte de 232 afluentes, entre los que se destacan los arroyos Rodríguez, Morales y Cañuelas. Originalmente, la Ciudad Autónoma de Buenos Aires era surcada por numerosos cursos fluviales de pequeñas dimenciones que desaguaban en el río de La Plata (Pierre, 1998; Pereyra, 2004). A medida que la ciudad se fue expandiendo, algunos de estos cursos fueron desapareciendo y otros sufrieron intensas modificaciones. Se destacan el arroyo Maldonado, Manso, Medrano, Vega, White. En la actualidad, estos arroyos se encuentran entubados en casi todo su recorrido, aunque frecuentemente desbordan afectando sus antiguas planicies de inundación. 2.5 FLORA Y FAUNA De acuerdo a la clasificación establecida por Cabrera (1976), la región pertenecería a la Provincia Pampana, dentro del Dominio Chaqueño. La Provincia, se caracteriza por la ausencia de árboles y la predominancia de gramíneas, especialmente stípaceas, festúceas y eragrósteas. En menor medida, se encuentran Clorídeas, Paníceas y Andropogoneas. Los géneros más frecuentes son Stipa, Piptochaetium, Arístida, Melica, Briza, Bromus, Eragrostis y Poa. También existen comunidades hidrófilas, como pajonales y juncales. Según Pierre (1998), ejemplares del bosque ribereño del plata tales como laureles, ceibos y ombúes, fueron desplazados por la ocupación humana. Algunos trabajos (Ringuelet, 1975; Pierre, 1998), señalan que la pérdida de hábitat a causa de la ocupación poblacional y la contaminación han provocado la extinción de numerosas especies que conformaban la fauna nativa de la región. 3. PRINCIPALES PROBLEMAS AMBIENTALES EN EL GRAN BUENOS AIRES 3.1 CONTAMINACIÓN ATMOSFÉRICA El dióxido de carbono (CO2) y los óxidos de azufre (NOx), se producen durante los procesos de combustión. Las principales emisiones de estos gases provienen del tránsito vehicular, que en el caso del AMBA se encuentra sobredimencionado. Los estándares de concentración de contaminantes atmosféricos en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, son fijados por la Ley Nº 1356. Exposiciones mayores a las aconsejadas, incrementan el riesgo de enfermedades cardiovasculares y respiratorias, dolor de cabeza y pérdida de la agudeza visual. En el caso del CO2, la Ley Nº 1356, fija un valor máximo de 9 ppm para una exposición promedio de 8 hs. Algunas mediciones llevadas a cabo por la empresa XILIX S.A. en colaboración con el Instituto de Seguridad y Educación Vial (citadas por Pierre, 1998), registraron 62 ppm en la intersección de las avenidas Pueyrredón y Figueroa Alcorta y 33 ppm en Tucumán y General San Martín. Con respecto al NO2, la Ley Nº 1356 fija un valor medio anual de 0,080 mg/m3 que equivalen a 0,03 ppm. La Tabla 2, muestra las concentraciones medias mensuales de NO2 para el año 2005. Como es posible observar, el promedio anual de 0,217 mg/m3 supera ampliamente al nivel fijado por el estándar. Tabla 2. Concentraciónde NO2 en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires para el año 2005. Fuente: Argentina y Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires (2008). Es conveniente destacar que la Ciudad Autónoma se encuentra en una zona abierta que permite la circulación de los vientos y la dispersión de contaminantes atmosféricos. Además de la emisión de partículas, otro componente de la contaminación atmosférica es la producción de ruidos y vibraciones. En la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, los estándares de ruido son fijados por la Ley Nº 1540. Exposiciones mayores a las aconsejadas, pueden producir disminución de la capacidad auditiva, sordera, fatiga, cefalea, insomnio y aumento de la presión arterial. Para un área ruidosa del ambiente exterior, la Ley determinó un valor máximo de 75 Db. La Tabla 3, presenta algunas mediciones realizadas en el año 1998. Como es posible observar, y si bien en todos los casos los valores medidos superan al fijado por el estándar, el ruido es mayor en las avenidas principales y disminuye hacia las calles periféricas. Tabla 3. Nivel de ruido en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires. Fuente: Pierre (1998). 3.2 GENERACIÓN DE RESIDUOS Y EFLUENTES La generación de residuos y efluentes, constituye la principal causa de contaminación del agua superficial y subterránea en el GBA. Los residuos generados provienen diversas fuentes: agrícola, industrial, minera y urbana. Asimismo, su disposición final se realiza por mecanismos variados que incluyen la incineración, los rellenos saniterios y los basureros a cielo abierto. Desde 1978, la disposición final de los residuos es realizada por la Coordinación Ecológica Area Metropolitana Sociedad del Estado (CEAMSE). Actualmente, CEAMSE administra, supervisa y controla la operación de tres rellenos sanitarios: Norte, González Catán y Ensenada. Estos sitios, reciben diariamente más de 13.000 TN de residuos sólidos. Según la CEAMSE, la generación de residuos en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires se ha incrementado en un 55% en los últimos 10 años, aumentando significativamente la tasa de apertura y colmatación de sitios. Los rellenos sanitarios deben ser diseñados para confirnar residuos de manera segura, es decir, evitando que puedan ocacionar perjuicios a los asentamientos humanos localizados en sus alrededores. Por lo tanto, la selección del sitio de emplazamiento adquiere especial relevancia. Sin embargo,los criterios dominantes en la selección de los terrenos destinados a la localización de estos asentamientos han sido de índole económica, como el valor del la tierra y el costo del transporte. Como es posible observar en la Tabla 4, los tres rellenos sanitarios se han asentado sobre terrazas aluviales de los ríos Matanza, Reconquista y de La Plata, sometidas a frecuentes inundaciones. Estos ambientes poseen una capa freática somera que estacionalmente aflora. Esta situación, sumada a la proximidad a cursos de agua hace que los lixiviados se incorporen rápidamente el agua superficial y subterránea. Por otro lado, la altura de los rellenos sanitarios es demaciado grande en todos los casos, lo que implica que sus laterales sean afectados por la erosión hídrica. En algunos sitios, los rellenos se asientan sobre materiales con alta proporción de arcillas expansibles. Cuando las grietas están sectas, implican un aumento exponencial de la permeabilidad, permitiendo el transporte de sustancias contaminantes hacia el nivel freático. La aptitud ambiental de los sitios seleccionados para la localización de los rellenos sanitarios, es especialmente menos favorable en Villa Domínico. Durante las frecuentes sudestadas, el río de La Plata alcanza alturas de hasta 4,4 m sobre su nivel habitual, provocando las mayores inundaciones de la región (Pereyra, 2004). Tabla 4. Características ambientales de los sitios de disposición final del GBA. Fuente: Pereyra (2004). Por su parte, las aguas residuales son conducidas por las redes cloacales y alcantarillados hacia el río de La Plata, que es el cuerpo receptor natural. 3.3 ESCASEZ DE ESPACIOS VERDES La cobertura vegetal original en el GBA ha desaparecido bajo el asfalto urbano. Los espacios verdes de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires representan apenas el 4% de su superficie. Los parques de grandes dimenciones corresponden a: Parque Carlos Thays, Parque Tres de Febrero, Parque Chacabuco, Parque Avellaneda, Parque Sarmiento, Reserva Ecológica Costanera Norte y Ecológica Reserva Costanera Sur. La Organización Mundial de la Salud (OMS), ha recomendado un espacio verde por habitante entre 10 y 15 m2. Sin embargo, en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, este valor ronda entre 2 y 3.5 m2 (Pierre, 1998). Sumada la escasez, otra característica es la heterogeneidad en su distribución. Mientras que en Balvanera los especios verdes ocupan el 0,08% y en Flores 0,27%, en Palermo y Belgrano estas cifras ascienden al 5,53% 8,82%, respectivamente (Pierre, 1998). Finalmente, el sobreuso al que están sometidos sumado a la falta de mantenimiento, hace que muchos parques y plazas de la ciudad se encuentren en un estado de abandono. 3.4 INUNDACIONES Las inundaciones constituyen fenómenos complejos que responden a tanto a causas naturales como antrópicas (Pereyra, 2004). El primer grupo incluye aspectos climáticos, geológicos y geomorfológicos, como la existencia de precipitaciones de gran intensidad, el ascenso del río de La Plata debido al fenómeno de Sudestada, la presencia de suelos poco permeables, la red de drenaje poco integrada debido al bajo gradiente regional, la existencia de grandes planicies aluviales y la presencia de nivel freático alto. La combinación de grandes precipitaciones y sudestadas, ocaciona el ascenso del río de La Plata, produciendo el anegamiento de su planifice aluvial. Dentro de las causas antrópicas se encuentran la impermeabilización del terreno por la urbanización, la remosión de la cobertura vegetal, la rectificación, entubamiento y obstrucción de los cursos de agua, la ocupación de zonas anegables, la modificación de la línea de costa del río de La Plata (que además de modificar la dinámica en el sector de la desembocadura, ha significado el aumento en la longitud de los cursos y la disminución de la escasa pendiente) y la compactación del suelo. Las inundaciones causan pérdidas económicas que ascienden a millones de dólares, al afectar las vías de comunicación, los servicios públicos y las viviendas (Di Pace et al., 1992). La inudación ocurrida el 24/01/2001, ocasionó un corte masivo de electricidad que afectó durante varios días a más de 260.000 personas, inutilizó los teléfonos de más de 14.600 usuarios y la suspención del servicio de subtes por varios días. Además de los perjuicios económicos, las inundaciones causan pérdidas de vidas humanas. Por ejemplo, la inundación ocurrida el 31/05/1985 ocacionó 15 muertos en la región (Pereyra, 2004). 3.5 ASENSO DEL NIVEL FREÁTICO Análogamente a las inundaciones, el ascenso del nivel freático obedece a causas tanto naturales como antrópicas. La causa principal de origen natural es el incremento de la recarga regional debido al ingreso en un ciclo climático húmedo a partir de la década de 1980. Entre las causas de origen antrópico, se encuentran la reducción de la captación de agua del acuífero Puelche, el aporte extra de agua que ingresa al sistema a través del vertido de los excedentes de distribución y el efecto barrera que ocacionan los rellenos sanitarios ubicados en el sentido del flujo de la escorrentía superficial y subsuperficial. El fenómeno es especialmente evidente en los Partidos de Lomas de Zamora y Tres de Febrero. 3.6 EXPLOTACIÓN DE CANTERAS La extracción minera de tosca, limo y arcilla, son actividades ampliamente difundidas en el GBA. La tosca y el limo son utilizadas para rellenos y cimentación de caminos, mientras que la arcilla es usada para la fabricación de ladrillos. La explotación de canteras implica remosión de la cubierta vegetal y la degradación de suelos altamente productivos. Por otro lado, los hoyos a menudo son ocupados por basurales clandestinos, cuyos lixiviados terminan contaminando los cursos de agua superficiales y subterráneos. 4. CONSIDERACIONES FINALES Es esperable que la problemática ambiental del GBA discutida a lo largo de este documento, tenga consecuencias directas sobre la salud de la población. Sin alcanzar niveles críticos, la contaminación atmosférica supera los estándares establecidos por la normativa local. Es necesario, por tanto, llevar a cabo monitoreos sistemáticos de la concentración de los principales contaminantes e implementar programas de control. Con respecto a la gestión de los residuos, aún no se ha encontrado una solución definitiva. Si bien existen empresas que realizan la recolección, la disposición final de residuos se realiza en zonas de escasa aptitud. En virtud de ello, surge la necesidad de contemplar las características ambientales como criterio principal en la selección de los futuros sitios de emplazamiento. Por otro lado, el relleno sanitario posee la desventaja de desperdicial material. En este sentido, la reutilización y el reciclado surgen como alternativas necesarias a considerar. El stress constituye el malestar más común del habitante urbano, por lo que surge la necesidad de incrementar los espacios verdes, débilmente representados. Las actividades encaradas para el control de inundaciones, han sido de tipo estructural y limitadas a canalizaciones y entubamientos, que en la mayoría de los casos no han constituido soluciones al problema de fondo. La gestión de los recursos hídricos debe contemplar el manejo del agua desde la cabecera, retardando los picos de crecidas y aumentando la infiltración. Revista de la Asociación Geológica Argentina Rev. Asoc. Geol. Argent. v.59 n.3 Buenos Aires jul./sept. 2004 Análisis de los riesgos ambientales por antropogénesis y su valoración frente a los futuros cambios climáticos en el área metropolitana de la ciudad de Buenos Aires López, R.A. y Marcomini, S.C. Departamento de Geología, Facultad de Ciencias Exactas y Naturales, Universidad de Buenos Aires. Ciudad Universitaria. Pab II. CP.1428. Buenos Aires. E-mail: rlopez@tango.gl.fcen.uba.ar y scm@tango.gl.fcen.uba.ar RESUMENEl propósito de este trabajo es comparar los posibles efectos del cambio climático, en especial el de las precipitaciónes y las variaciones del nivel del mar, con los cambios antropogénicos ocurridos a lo largo de la costa de la ciudad de Buenos Aires. Se detectó un incremento en la precipitación acumulada de 4,1 mm por año desde 1960 y una tropicalización climática. El nivel del mar sufrió un ascenso del orden de 1,6 mm por año durante 90 años. El ascenso del nivel del estuario asociado a las sudestadas es similar a la tasa media de la variación del nivel del mar. Las actividades humanas han modificado la morfología costera desde 1836. Los principales cambios introducidos fueron: relleno artificial de la costa, variación en la configuración costera, ascenso de la freática, impermeabilización, desintegración de los diseños de la red de drenaje, entubamiento y canalización de arroyos, modificaciones en los perfiles longitudinales de los arroyos, alteraciones del paisaje y de la topografía. El aumento de las precipitaciones asociado al cambio climático provocaron un incremento en la extensión y frecuencia de las inundaciones, así como también en el nivel freático. El incremento en la descarga de sedimentos del río Paraná debido al aumento de la precipitaciones podría provocar una mayor tasa de progradación del delta. En general los cambios antropogénicos han representado un mayor impacto en la costa que los cambios climáticos. Los futuros planes de manejo costero para la ciudad de Buenos Aires deberán contemplar las acciones humanas y las tendencias futuras de los cambios globales. Palabras clave: Cambio climático. Antropogénesis. Manejo costero. Ciudad de Buenos Aires. Introducción La actual ribera de la ciudad de Buenos Aires es el resultado de numerosos cambios en la línea de costa, producto de los trabajos de relleno que se vienen realizando desde el año 1836 hasta nuestros días. mailto:rlopez@tango.gl.fcen.uba.ar mailto:scm@tango.gl.fcen.uba.ar Los riesgos geológicos más frecuentes que afectan a la ciudad de Buenos Aires son las inundaciones y los problemas asociados con la colmatación en su área costera, que involucra gastos económicos muy importantes para mantenimiento de infraestructuras tales como puertos, puertos deportivos, muelles y canales de circulación. Si bien estos problemas ambientales son naturales, el hombre, al alterar las condiciones, ha incrementado la magnitud de los mismos en especial en lo referente a las inundaciones. En el presente trabajo se analizan los posibles impactos que ocasionaría el cambio climático (variaciones en las precipitaciones y del nivel del mar) y la acción antrópica sobre el área metropolitana de la ciudad de Buenos Aires. Características del área costera La ciudad de Buenos Aires se localiza en la costa sur del estuario del río de La Plata, a unos 50 km del frente correspondiente al delta del Paraná. El mismo constituye un delta altamente constructivo, dominado por la acción fluvial (ríos Paraná y Uruguay) y por el régimen del estuario. El frente deltaico se caracteriza por una progradación muy activa, con rangos de avance del orden de los 50 a 70 m por año (Soldano 1947, Codignotto y Marcomini 1993). La descarga media del río Paraná fue estimada en 16.000 m3/seg y presenta picos que pueden alcanzar los 60.000 m3/seg (Soldano 1947), con una descarga anual de 150 millones de toneladas (Soldano 1947). Los sedimentos aportados son en general limo arcillo arenosos y se incorporan al sistema como transporte en suspensión y en menor medida por saltación. La hirodinámica de la costa del estuario es dominada por la presencia de una bidireccionalidad en las corrientes litorales, dependiente de las condiciones climáticas que afectan el estuario. Se reconoció la existencia de una corriente principal hacia el sudeste, altamente influenciada por la progradación del delta del Paraná y otra corriente con sentido opuesto (corriente de deriva litoral) que se hace presente durante las tormentas (sudestadas). En la primera predomina el transporte por suspensión, mientras que en la segunda el transporte de sedimentos es por tracción-saltación encontrándose la suspensión subordinada. Las consecuencias de estos pulsos hidrodinámicos se ven reflejadas en la evolución de las geoformas costeras naturales y en las acciones antropogénicas que alteran su hidrodinámica. Las obras de relleno que modificaron la morfología original desde la época de Rosas y los cambios antrópicos en la configuración de la línea de costa, han producido importantes variaciones en los desagües naturales de arroyos que drenaban hacia el estuario, al cambiar las pendientes de drenaje naturales y la capacidad de transporte de sedimentos (Pereyra et al. 2001). Las obras de relleno han contribuido a incrementar la superficie de la terraza baja que ocupaba en sectores la costa de Buenos Aires, creando una nueva configuración en línea de costa, la cual afectó en forma directa y local la hidrodinámica litoral. La hidrodinámica natural del río ha generado nuevos ecosistemas adaptados a la configuración costera creada por los distintos sistemas de relleno, entre los que se destacan el sector de costanera sur y ciudad universitaria (Marcomini y López 2004). Cambios climáticos El calentamiento global de las capas inferior de la atmósfera y superior de los océanos y su relación con las actividades humanas es un hecho científicamente comprobado. El Panel Intergubernamental sobre el Cambio Climático (IPCC), ha venido realizando una labor de síntesis sobre la base de numerosas investigaciones y conclusiones elaboradas por la comunidad científica internacional. Se ha estimado que la elevación del nivel del mar debido a la expansión térmica en equilibrio es de 0,5 a 2 m para un aumento del dióxido de carbono desde el nivel preindustrial de 280 a 560 ppm y de 1 a 4 m para un aumento del dióxido de carbono de 280 a 1120 ppm. El aumento observado en el siglo XX fue de 0,1 a 0,2 metros. La elevación proyectada podría ser aún mayor si se tuviera en cuenta la concentración de otros gases que también producen efecto invernadero. Si las concentraciones de los gases que producen efecto invernadero se estabilizaran (incluso en sus valores actuales) el nivel del mar seguiría de todos modos aumentando durante cientos de años. Al cabo de 500 años, la elevación del nivel del mar como consecuencia de la expansión térmica podría haber llegado solamente a la mitad de su nivel definitivo, que según los modelos podría ser entre 0,5 y 2 m o de entre 1 y 4 m, si los niveles de dióxido de carbono fueran 2 o 4 veces mayores que los de la era preindustrial respectivamente (IPCC 2001a). El IPCC pronosticó que el calentamiento del planeta va a ser aún más severo que el previsto por el panel en 1995: entre 1990 y 2100, las temperaturas subirán entre 1,4 y 5,8°C , con una media de 3,5°C, por encima de las estimaciones de entre 1 y 3,5°C hechas en 1995. En todos los escenarios del IE-EE se proyecta un aumento del nivel del mar entre 0,09 y 0,88 m entre 1990 y 2100, fundamentalmente a causa de la expansión térmica y de la pérdida de masa de los glaciares y de los casquetes de hielo (IPCC 2001b). En armonía con las conclusiones de numerosos estudios científicos, se ha observado en toda la región húmeda argentina un incremento de la precipitación acumulada, tanto en términos climáticos como en el caso de tormentas extremas. Este incremento es debido en gran parte al aumento del contenido de vapor de agua, que a su vez se ha reflejado en un aumento en el espesor medio de las nubes y en la nubosidad en la región en los últimos 35 años (Chernykh et al. 2001). La precipitación en la Argentina presenta una marcada variabilidad anual que es diferente en distintas zonas del país. La Argentina subtropical presenta menor precipitación en invierno que en verano (Prohaska 1976, González y Barros 1996). González e Ibarra (2001) utilizaron datosde precipitaciones en la estación Observatorio Central de la red del Servicio Meteorológico Nacional correspondiente al período 1960- 1991. Los resultados obtenidos por dichos autores sugieren que el valor de la precipitacion acumulada cada año aumentó progresivamente a un ritmo aproximado de 4,1 mm/año desde 1960 hasta la actualidad. (Fig. 1). Los resultados de las variaciones estacionales indican que existe una tendencia de aumento en las precipitaciones de 1 mm/año en verano mientras que en invierno el valor alcanza 1,6 mm/año, lo cual da indicios para sospechar que probablemente las precipitaciones convectivas del verano tienden a producirse con mayor frecuencia y/o magnitud. Cabe recordar que las lluvias convectivas son las más propensas a causar inundaciones debido a la alta intensidad que suelen alcanzar. http://www.scielo.org.ar/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S0004-48222004000300006#FIG1 Figura 1: Tendencia de las precipitaciones acumuladas desde 1960-1991, según González e Ibarra (2001). Las precipitaciones que mayores perjuicios originan en los centros urbanos son lógicamente aquellas de gran intensidad. Es por ello que González e Ibarra (2001) analizan los casos donde la precipitación acumulada durante el evento supera los 50 mm, encontrando una mayor variabilidad de la serie a medida que avanza el tiempo. Esto sugiere que las lluvias superiores a 50 mm que caen durante un día, tienden a tener una mayor variabilidad en los tiempos más recientes, lo que indica una evolución hacia la alternancia de días con valores extremos más marcados (cuando llueve las precipitaciones son más abundantes). Por otro lado se ha encontrado que las precipitaciones intensas, presentan en la actualidad una variabilidad significativamente más grande que en tiempos pasados. Este resultado indica que son de esperar eventos con intensidad de precipitación inusualmente alta, con lo cual se verá incrementado el problema de anegamiento en distintas zonas de las localidades en estudio. Asimismo los autores detectaron una mayor alternancia de años secos y húmedos con valores extremos más marcados. En lo referente a las variaciones del nivel del mar Komar et al. (1991), efectuaron algunas estimaciones relacionadas con las variaciones del nivel del mar producidas por el efecto invernadero para el año 2085, calculando que serían de 2 a 4 veces mayores que los 1 a 2 mm por año estimados a nivel mundial en los últimos 100 años. Desde el punto de vista de los impactos potenciales futuros, las costas bajas como la de la provincia de Buenos Aires serían las más afectadas. Dennis et al. (1995), estimaron que un ascenso de 1 m en el nivel del mar podría afectar 3400 km2 de territorio, principalmente en los alrededores de la Ciudad de Buenos Aires con una pérdida económica valorada en 5100 a 5500 millones de dólares USA (aproximadamente el 8% del PBI de la Argentina en 1991). Los registros disponibles sobre la variación del nivel del mar en la República Argentina fueron descriptos por Lanfredi et al. (1998). Estos autores estimaron un ascenso del nivel del mar a partir de medias anuales de registros tomados cada hora para Buenos Aires desde 1913 a 1984. Un análisis por regresión lineal puso de manifiesto una tendencia de ascenso de 1,6 ± 0,1 mm por año para la ciudad de Buenos Aires (Fig. 2) y una tendencia de la misma magnitud (1,6 ± 0,2 mm por año) desde 1926 a 1973 para Puerto Quequén (Lanfredi et al. 1988). En la ciudad de Mar del Plata, con un registro temporal menor (1962 -1984) la tendencia obtenida fue de 1,4 ± 0,5 milímetros. Figura 2: Regresión lineal calculada a partir de datos filtrados de los niveles medios anuales para Buenos Aires (extraído de Lanfredi et al. 1998). El mayor impacto en el área metropolitana es el producido por fuertes precipitaciones asociadas a tormentas provenientes del sudeste, que inducen un ascenso asociado del nivel del mar (surgestorms). En la figura 3 se presenta la tendencia que han tenido estos efectos en relación con las variaciones del nivel del río asociadas, sobre la base de datos del Servicio de Hidrografía Naval. Se observa que la tendencia de ascenso registrada durante estos eventos extremos es igual a las variaciones encontradas con el nivel medio y por consiguiente podrían relacionarse con estos ascensos. Figura 3: Registros máximos anuales durante las sudestadas para el río de La Plata, datos obtenidos del Servicio de Hidrografía Naval. http://www.scielo.org.ar/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S0004-48222004000300006#FIG2 http://www.scielo.org.ar/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S0004-48222004000300006#FIG3 Antropogénesis La acción del hombre en la costa del estuario, frente a la ciudad de Buenos Aires ha alterado por completo las formas naturales. Los cambios principales son los debido a: 1) Rellenos artificiales: La tendencia histórica de rellenar terrenos correspondientes a la planicie costera estuárica se inicia en 1836 durante el gobierno de Rosas. El área rellenada en el sector costero del estuario del río de La Plata desde 1836 hasta la actualidad es de aproximadamente 2000 hectáreas, obteniéndose una tasa de relleno para el período considerado de 12,66 hectáreas por año. 2) Cambio en la configuración de la línea de costa: En el presente estudio se analizaron las variaciones en la hidrodinámica litoral producida por el cambio en la configuración en la línea de costa del sector comprendido entre el club de pescadores y la avenida Pampa, lo que comúnmente se denomina Costanera Norte (Fig. 4). Si nos remontamos al año 1930 (época de construcción de los paredones) observamos que la costa estaba conformada por una saliente con características disipativas (Fig. 5a). En esta saliente el oleaje de las sudestadas presentaba una disminución en la distancia entre ortogonales con el consecuente incremento energético, de manera tal que dominaban las condiciones erosivas (Espigón Dorrego - Parque Norte). Figura 4: Mapa de la ciudad de Buenos Aires donde se distingue la antigua red hidrográfica y las extensiones de los mismos hacia la actual línea de costa del estuario del río de La Plata. http://www.scielo.org.ar/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S0004-48222004000300006#FIG4 http://www.scielo.org.ar/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S0004-48222004000300006#FIG5 Figura 5: Modificaciones en la configuración costera de la Costanera Norte y sus consecuentes cambios en las condiciones hidrodinámicas entre los años a) 1964 y b) 1998. En el mapa relevado en 1998 se distingue que los avances de los frentes de relleno de Ciudad Universitaria al norte y los correspondientes a Costa Salguero y Punta Carrasco al sur, han transformado el sector descripto en una zona entrante, con características de una bahía, en donde las condiciones dinámicas pasan a ser acumulativas (Fig. 5b). En líneas generales se detectó que el cambio de la configuración por acción antropogénica, alteró las condiciones de depositación - erosión a lo largo de la costa. Este cambio indujo sectores con una tendencia hacia la acumulación, con formación de http://www.scielo.org.ar/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S0004-48222004000300006#FIG5 http://www.scielo.org.ar/img/revistas/raga/v59n3/3a06f5.jpg playas limo-arenosas que quedan expuestas durante las bajamares con vientos del norte y nordeste, entre las que se destacan Punta Carrasco-Muelle de Pescadores (Figs. 5 y 6), espigón Dorrego y Puerto Norte, así como áreas donde se incrementaron las condiciones erosivas tales como Punta Carrasco-Costa Salguero. Figura 6: Vista aérea del sector Costanera Norte, se distinguen depósitos en las inmediaciones del muelle de Pescadores, la extensión de la desembocadura del arroyo Manso por relleno artificial y las líneas de costa aproximadas de los años 1836 y 1964. 3) Variaciones de las condiciones hidrodinámicas en la desembocadura de los arroyos: Los cambios en la configuración costeraalteraron asimismo la hidrodinámica de la desembocadura de los arroyos principales. Si en este escenario se analiza la desembocadura del arroyo Maldonado se interpreta que el mismo pasó de tener condiciones de desagüe favorables, por la tendencia de la dinámica costera a arrastrar los sedimentos de los sectores salientes (Fig. 5a) a condiciones de obstrucción en su boca, por la tendencia de la dinámica costera a depositar los sedimentos en los sectores entrantes (Fig. 5b). A esto le podemos sumar el aumento de colmatación en los sectores cercanos al muelle de Pescadores (Fig. 6) y Puerto Norte, que alteran las actividades desarrolladas en estos centros. Por otro lado, el arroyo Manso (Fig. 6) pasó de tener condiciones acumulativas a erosivas en su desembocadura. 4) Alteraciones del nivel freático: La ciudad de Buenos Aires y el área metropolitana ha sufrido un importante ascenso del nivel freático. En ciertos sectores se han detectado ascensos de hasta 6 m, como en Wilde-Avellaneda, en los últimos 50 años. Este ascenso es debido en su mayor parte a factores antropogénicos, dentro de los que pueden diferenciarse cuatro causas principales. a) Interrupción de la explotación de agua de pozos. b) Incorporación de un nuevo factor en la recarga del acuífero, por ingreso de agua al sistema a partir de la distribución domiciliaria mediante tomas en el río de La Plata c) Recargas localizadas por interrupción del escurrimiento debido al obstáculo que representan las autopistas, vías férreas, rellenos, etc. d) Barreras de impermeabilización en los sectores costeros por rellenos sanitarios. http://www.scielo.org.ar/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S0004-48222004000300006#FIG5 http://www.scielo.org.ar/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S0004-48222004000300006#FIG6 http://www.scielo.org.ar/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S0004-48222004000300006#FIG5 http://www.scielo.org.ar/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S0004-48222004000300006#FIG5 http://www.scielo.org.ar/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S0004-48222004000300006#FIG6 http://www.scielo.org.ar/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S0004-48222004000300006#FIG6 5) Impermeabilización superficial: La urbanización ha producido un incremento de la impermeabilización superficial, y por consiguiente un aumento en la escorrentía, la cual ha contribuido a intensificar las inundaciones durante fuertes lluvias, ya que el agua no puede ser evacuada con rapidez. Por ello es importante respetar los espacios verdes en futuras urbanizaciones, disminuyendo el valor del FOT de los espacios a construir. 6) Desintegración de la red fluvial: El territorio que ocupa la ciudad de Buenos Aires estaba surcado por numerosos cursos fluviales, ríos y arroyos de pequeñas dimensiones que desembocaban en el río de La Plata (Fig. 4). En la actualidad estos cursos han perdido sus rasgos naturales, se encuentran entubados por debajo de la ciudad, canalizados o han desaparecido. Esto provocó una desintegración de la red de drenaje natural incrementando las zonas anegadizas. 7) Rectificación y eliminación de planicies aluviales en ríos y arroyos: Gran parte de los ríos y arroyos que discurrían por la ciudad presentaban hábitos sinuosos y planicies aluviales. El hombre al canalizarlos no respetó sus hábitos originales y cambió sus cursos, rectificándolos y eliminando sus planicies aluviales. Esto alteró la hidrodinámica fluvial, disminuyendo la capacidad de evacuación de agua durante las tormentas y favoreciendo el anegamiento. 8) Cambio en el perfil longitudinal de los arroyos: Los arroyos que atravesaban la ciudad de Buenos Aires desembocaban directamente en la antigua costa del río de la Plata. Las sucesivas tareas de relleno llevadas a cabo produjeron una migración de la desembocadura de estos arroyos hacia el estuario (Fig. 4). Eso provocó un cambio en el gradiente longitudinal de los ríos. Los tramos correspondientes al relleno, presentan una pendiente menor que el gradiente natural del río, al mismo tiempo que se emplazan a cotas muy bajas. La modificación del gradiente en las desembocaduras, así como la baja cota a la que se encuentran los tramos distales de estos arroyos hacen que se obturen durante las sudestadas, potenciando el riesgo de inundación. Se han registrado desplazamientos de la desembocadura por relleno de 1 a 2 km, lo que indujo a los ríos una disminución en el gradiente entre un 10 y un 40 %. 9) Cambios morfológicos y topográficos: Las variaciones en las morfologías naturales, tales como planicies de inundación, interfluvios, terrazas marinas, etc., por relleno cambiaron los drenajes superficiales, incrementando por lo general el anegamiento, en especial si se realizaron en los sectores correspondientes a la antigua terraza baja o a lo largo de arroyos obturando el drenaje. Discusión En el cuadro 1 se describen las variaciones provocados por la acción antropogénica en comparación con las producidas por los cambios globales en la costa de la ciudad de Buenos Aires. Cuadro 1: Comparación de los cambios generados por la acción antrópica con los producidos por el cambio global. http://www.scielo.org.ar/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S0004-48222004000300006#FIG4 http://www.scielo.org.ar/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S0004-48222004000300006#FIG4 http://www.scielo.org.ar/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S0004-48222004000300006#CUADRO%201 Se considera que el efecto del incremento del nivel del río de La Plata de 1,6 mm por año (cambio de nivel de base), es despreciable frente a las variaciones en las pendientes de los cursos producidas por la acción del hombre. El incremento de las precipitaciones en las últimas décadas y la disminución de la extracción de agua del acuífero, sumado a la incorporación del agua del río de la Plata por distribución domiciliaria produjo un ascenso del acuífero freático, favoreciendo la inundación de los sectores bajos. Estos efectos son de una magnitud mucho mayor que el ascenso freático que podría conducir a un incremento en el nivel del río por cambio global. El aumento en los niveles freáticos de los acuíferos libres por acción antrópica estaría potenciado por el incremento de la tropicalización climática, así como también por las variaciones en el nivel del río provocadas por el cambio climático. Las variaciones en el nivel del mar registradas y los eventos extremos asociados muestran un ascenso del nivel del río del orden de 1,6 mm por año durante los últimos 100 años. Esto indica que serían necesarios aproximadamente 625 años para alcanzar un ascenso de 1m, escenario supuesto por Dennis et al. (1995) como crítico. Sin embargo, en los últimos 50 años se observó una progradación de la costa de más de 1 km, debido a rellenos artificiales. Si se compara para este período el ascenso estimado por el cambio climático (8 cm en el nivel del río de La Plata) con los rangos de progradación y relleno vertical efectuados por el hombre, se distingue que el impacto producido por el cambio climático en la costa resulta despreciable frente al factor antrópico. Esto indica que en la costa de la ciudad de Buenos Aires los cambios más significativos son los relacionados a los efectos humanos. El ascenso estimado por el cambio climático tendría mayor influencia en el incremento de los fenómenos erosivos localizados en los sectores de costa con configuraciones salientes, orientados al sudeste, por la acción directa del oleaje durante las sudestadas (Fig. 7). Figura 7: Zonas afectadas por fenómenos erosivos en la Reserva Ecológica: A) escarpa de erosión. http://www.scielo.org.ar/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S0004-48222004000300006#FIG7 http://www.scielo.org.ar/img/revistas/raga/v59n3/3a06t1.jpg El aumento en la extensión y frecuencia de los anegamientos se debe principalmente a cambios antrópicos, tales como cambios de pendientes, desintegración de la red de drenaje, profundización y rectificación de cursos, entubamientos, impermeabilizaciónde las cuencas, etc., y su efecto sería agravado aún más por el incremento en las precipitaciones relacionado con el cambio climático. Asimismo, un futuro incremento en las precipitaciones en la cuenca del río Paraná traería aparejado un aumento en la carga de sedimentos aportados al estuario y por consiguiente un mayor avance del frente deltaico. Esto produciría un impacto directo sobre la costa de la ciudad de Buenos Aires, ya que se incrementaría la carga de sedimentos transportados por la corriente de desagüe, aumentando los problemas de embancamiento y obturación de canales navegables y otras estructuras. Conclusiones La acción humana ha cambiado la morfología costera alterando en forma directa la hidrodinámica. En todos los aspectos analizados los cambios producidos en el área costera por el hombre superan en gran medida a los relacionados con cambios climáticos. El problema de las inundaciones es un riesgo geológico natural por las características morfológicas que presenta la ciudad de Buenos Aires. No obstante, la acción antropogénica ha incrementado aún más el problema. El aumento en la precipitación acumulada y en la tropicalización potenciará el riesgo y recurrencia de los anegamientos en la ciudad de Buenos Aires, ya que su efecto se suma al producido por el impacto antrópico. Al mismo tiempo se incrementará el aporte de sedimentos del río Paraná, aumentando los problemas de colmatación en puertos, escolleras y canales, especialmente en las cercanías del frente deltaico, en la zona norte de la ciudad. Las variaciones en el nivel del río producto del cambio global favorecerán las condiciones erosivas durante las sudestadas, especialmente en aquellos sectores donde la costa fue rellenada con configuraciones salientes o cabos. El impacto que producirá el ascenso del nivel del río por el cambio climático es muy pequeño frente a la progradación generada por los rellenos en el área costera, y se manifestará sobre todo durante las sudestadas, aumentando la obturación de los desagües pluviales y en las áreas bajas y anegadizas. Buenos Aires se expande hacia el río En una primera etapa se anexarán casi 10 km en Costanera Norte; se proyecta sumar otros 20 km en una península, en el área sur Revista de la Asociación Geológica Argentina Rev. Asoc. Geol. Argent. v.59 n.3 Buenos Aires jul./sept. 2004