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puede irradiar hacia el brazo izquierdo, el cuello y la espal- da, y es debido a isquemia miocárdica transitoria. Existen 3 tipos de angina de pecho: a) Angina de esfuerzo. Es aquélla producida por el ejercicio u otras situaciones que aumentan las MVO2. Se asocia a la presencia de placas de ateroma (lesiones fijas) en las arterias epicárdicas, que ocluyen en mayor o menor grado la luz vascular y reducen la reserva vascular corona- ria. El lecho vascular coronario tiene la capacidad de redu- cir su resistencia periférica hasta en un 20% de su nivel basal durante el ejercicio máximo, lo que permite aumen- tar el FSC total unas 4-6 veces. Ello explica por qué en reposo una obstrucción de hasta un 80% de la luz de una arteria coronaria epicárdica permite mantener un FSC sufi- ciente para que no aparezcan los signos de isquemia (Fig. 43.7). Sin embargo, al realizar un ejercicio físico las MVO2 aumentan, pero el FSC no puede aumentar de for- ma paralela, ya que la luz vascular se encuentra obstruida por la placa de ateroma. Como consecuencia, se produce un desequilibrio entre demandas y aporte coronario de O2 que se traduce en una angina de esfuerzo. A medida que aumenta el grado de estenosis se produce una reducción progresiva de la reserva coronaria, observándose que este- nosis mayores del 90% producen signos de cardiopatía isquémica incluso en condiciones de reposo. El objetivo del tratamiento de la angina de reposo es reducir la isquemia cardíaca aumentando el FSC y/o dis- minuyendo las MVO2 administrando nitratos y calcioanta- gonistas (verapamilo, diltiazem, dihidropiridinas). Los antagonistas -adrenérgicos previenen las acciones cardí- acas de las catecolaminas y reducen las MVO2. b) Angina de reposo. Aparece de forma espontánea y se asocia a un aumento brusco y transitorio del tono vas- cular coronario (vasoespasmo coronario) que, en ocasio- nes, podría estar asociado a la liberación de sustancias vasoactivas (ET-1, tromboxano A2, serotonina). El objeti- vo del tratamiento en este caso es suprimir los cuadros de vasoespasmo utilizando nitratos y calcioantagonistas. c) Angina inestable. Implica una reducción brusca del flujo coronario producida por la rotura o ulceración de una placa de ateroma que estimula la agregación plaquetaria y la formación de un trombo que ocluye, en mayor o menor grado, la luz vascular y sobre el que puede producirse un vasoespasmo coronario. Este cuadro puede evolucionar hacia la lisis espontánea del trombo o hacia el infarto de miocardio y la muerte súbita del paciente. En ocasiones, existe un trombo que ocluye por completo la luz coronaria y produce una necrosis que abarca todo el espesor de la pared (infarto transmural). Otras veces, el trombo no lle- ga a ocluir la luz del vaso y produce un infarto que se limi- ta a la región subendocárdica (infarto no transmural). Sin embargo, el infarto de miocardio puede ser la primera manifestación de la cardiopatía isquémica en casi la mitad de los pacientes coronarios. El tratamiento farmacológico de la angina inestable tie- ne como objetivo controlar la crisis anginosa, prevenir el infarto de miocardio y evitar la muerte, utilizando fármacos que inhiben la agregación plaquetaria (aspirina) y la trombo- sis (heparinas) e inducen la lisis del trombo (fibrinolíticos). Dado que en la mayoría de los pacientes las zonas de oclusión coronaria suelen estar muy localizadas, es posible recurrir a la cirugía de revascularización coronaria, que consistente en realizar un injerto venoso (vena safena) o arterial (arteria mamaria) entre la aorta y la porción distal a la zona de oclusión, lo que permite normalizar el FSC a este nivel. Otra alternativa son las intervenciones de revas- cularización coronaria percutáneas (ICP). Una de ellas es la angioplastia coronaria transluminal percutánea, que consiste en introducir a través de una arteria periférica, generalmente la femoral, un catéter con un balón dilatador en su extremo, que se coloca bajo control radiológico en el segmento coronario estenosado. Posteriormente se hincha el balón a una presión conocida, lo que permite comprimir la placa ateroesclerótica que produce la estenosis contra la pared de la arteria, aumentando así la luz vascular. Otra opción cada vez más utilizada consiste en colocar un tubo de malla de acero autoexpandible (stent) dentro de la arte- ria coronaria obstruida para aumentar su diámetro y el FSC a su través. BIBLIOGRAFÍA Balaban RS, Arai A. Function, metabolic and flow hetero- geneity of the heart. The view is getting better. Circ Res 2001; 88:265-267. Berne RM. Regulation of coronary blood flow. Physiol Rev 1964; 44:1-29. Feigl EO. 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