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FISIOLOGÍA HUMANA-607

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El control del FSCt, especialmente a través de las
anastomosis arteriovenosas, está regulado por el centro
termorregulador del hipotálamo anterior. La aplicación
directa de frío en esta región produce vasoconstricción
cutánea, mientras que el aumento de la temperatura pro-
duce vasodilatación y aumento de la sudoración. Los ter-
morreceptores cutáneos también pueden modificar el
FSCt, bien a través de reflejos espinales o del centro ter-
morregulador. Éste además coordina el FSCt durante el
ejercicio físico. En reposo, el tono vascular cutáneo es alto
y el FSCt es bajo. Al comienzo de un ejercicio físico, la
actividad simpática aumenta y reduce aún más el FSCt, lo
que permite desplazar la sangre hacia los músculos que
trabajan, pero a medida que el ejercicio físico va incre-
mentando la temperatura corporal se produce una vasodi-
latación progresivamente mayor de los vasos cutáneos que
facilita la pérdida de calor corporal, a pesar del aumento
del tono simpático existente. El centro hipotalámico y los
centros vasomotores simpáticos localizados en el bulbo
raquídeo del tronco encefálico también controlan el tono
de los vasos cutáneos de la cabeza, el cuello y los hom-
bros, lo que permite explicar cómo las emociones modifi-
can el FSCt. Así, la vasodilatación cutánea y el sonrojo
producidos en situaciones de ira o de vergüenza, y la pali-
dez y el sudor frío producidos en situaciones de miedo o
ansiedad, parecen asociarse, respectivamente, a la inhibi-
ción o estimulación de las fibras nerviosas simpáticas de
estas zonas corporales.
La activación de los barorreceptores aórticos y carotí-
deos producida por un aumento de la presión arterial redu-
ce el tono simpático y aumenta el FSCt, mientras que
cuando disminuye la presión arterial, o tras una hemorra-
gia o al realizar cambios posturales (ponerse en pie) dis-
minuye la actividad de dichos receptores, aumentando el
tono simpático vasoconstrictor cutáneo como parte de una
respuesta vasoconstrictora general.
En algunas personas se puede observar un marcado
aumento del tono simpático vasoconstrictor local, al
exponer las extremidades a bajas temperaturas. En estas
circunstancias, el frío puede producir un intenso vasoes-
pasmo que reduce el FSCt por debajo de las necesidades
mínimas metabólicas. Ello produce palidez, cianosis y
dolor isquémico agudo, que va seguido, al cabo de unos
minutos, de una hiperemia reactiva que produce un enro-
jecimiento intenso de las extremidades. Este cuadro,
denominado enfermedad de Raynaud, puede llegar a
producir de forma crónica lesiones tróficas e incluso gan-
grena de los dedos. El aumento excesivo del tono simpá-
tico vasoconstrictor puede tratarse administrando
fármacos vasodilatadores (p. ej., dihidropiridinas antago-
nistas del calcio).
Regulación metabólica. Cuando se ocluye durante
un corto período de tiempo una arteria cutánea, y luego se
desocluye, aparece la típica hiperemia reactiva, que
aumenta el FSCt por encima de sus valores habituales.
Ello indica que durante la isquemia se acumula alguna sus-
tancia que sería responsable de la vasodilatación de los
vasos de resistencia.
Respuestas vasculares de la piel
Cuando se presiona ligeramente la piel con un objeto
romo aparece al cabo de 15-20 s una zona de palidez que
marca el camino por el que pasó dicho objeto. Esta reac-
ción es debida a la vasoconstricción arteriolar, ya que per-
siste tras la compresión de los vasos de mayor calibre. 
Cuando se aplica un estímulo presor de mayor inten-
sidad en la piel, se produce una triple respuesta: a) en el
lugar de contacto aparece de forma inmediata (5-15 s) una
línea roja, que desaparece gradualmente y que es debida a
una vasodilatación directa venular y capilar en respuesta a
la presión; b) al cabo de unos 15-30 s aparece una zona de
enrojecimiento que se extiende a una distancia variable (1-
10 cm), que es debida a un reflejo axónico local, que pro-
duce vasodilatación arteriolar y venular y que requiere que
los nervios sensitivos estén intactos; c) finalmente, al cabo
de 1-3 min aparece un edema local, de 1-2 mm de altura,
que es debido a un incremento de la permeabilidad capilar
secundario a la liberación de histamina por las células
cebadas. En individuos susceptibles, la estimulación de la
piel con una uña o un lápiz, produce un edema que sigue
la dirección del trazado; a este fenómeno se le denomina
dermografismo positivo.
CIRCULACIÓN ESPLÁCNICA
Un 25-30% del volumen minuto cardíaco (850
mL/min) irriga, a través de las arterias celíacas y mesen-
téricas, el estómago, el intestino, el páncreas y el bazo. La
sangre venosa de estos órganos drena en el sistema veno-
so portal y, a su través, en el hígado; la sangre venosa
hepática, a su vez, drena a través de las venas hepáticas en
la vena cava inferior. Puesto que todos estos vasos reciben
una inervación común a través de los nervios simpáticos
esplácnicos, se habla de circulación esplácnica. La circu-
lación esplácnica no sólo transporta los nutrientes que han
sido absorbidos en el tracto digestivo, sino que desempe-
ña un importante papel como reservorio sanguíneo, que
ayuda a mantener el retorno venoso y el volumen minuto
cardíaco.
Circulación gastrointestinal 
Se realiza a través de las arterias celíacas y mesenté-
ricas, que establecen numerosas anastomosis entre sí, lo
que reduce las consecuencias de la isquemia intestinal tras
oclusión de una o más ramas. El flujo gastrointestinal está
controlado por factores metabólicos y nerviosos.
Control metabólico. El flujo gastrointestinal está
regulado por la PaO2, que al disminuir reduce las resisten-
cias vasculares y restaura el aporte de O2, y por la activi-
dad metabólica, incrementándose hasta 2 veces durante las
3 horas que siguen a una comida, momento en que el flu-
jo puede llegar hasta 200 mL/min/100 g (2.2-2.5 L/min).
El flujo de la mucosa es superior al del resto de la pared
578 F I S I O L O G Í A D E L S I S T E M A C A R D I O VA S C U L A R

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