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do aumenta la presión arterial media por encima de 160 mm Hg se produce un marcado aumento del tono simpáti- co y una respuesta vasoconstrictora de los vasos cerebra- les, que protege la pared de éstos y previene la aparición de accidentes cerebrovasculares. La reducción de la pre- sión de perfusión cerebral por debajo de 6.7 kPa (50 mm Hg) produce un marcado aumento de la presión arterial, mediado a través de una descarga simpática generalizada; éste es un reflejo primitivo que tiende a mantener el flujo y la actividad cerebral del individuo. CIRCULACIÓN FETAL La circulación fetal está diseñada para cubrir las nece- sidades de un organismo de crecimiento rápido en un esta- do de hipoxia relativa. El desarrollo fetal depende del intercambio de gases, nutrientes y productos de desecho a nivel de las porciones materna y fetal de la placenta. La placenta fetal está irrigada por las arterias umbilicales, ramas de las arterias ilíacas internas, y es drenada por la vena umbilical. Al final de la gestación, el flujo materno hacia el espacio intervelloso es de 0.6-1 L/min, lo que equivale a un 15-25% del volumen minuto cardíaco en reposo, mientras que la placenta fetal tiene un flujo de 0.6 L/min (casi el 60% del volumen minuto fetal). La placenta actúa como “pulmón, riñón y aparato gas- trointestinal fetal”. En la porción materna es como un gran seno sanguíneo (sinusoides maternos), en el que se pro- yectan las vellosidades coriónicas que contienen las venas y arterias umbilicales fetales. A este nivel, se produce el intercambio de O2, que pasa de la circulación fetal a la materna, y de CO2, que pasa de ésta a la materna, de for- ma similar, aunque menos eficaz, a como se realiza en la circulación pulmonar del adulto. La placenta es, además, la vía por la que el feto recibe los principios nutritivos de la sangre materna y descarga a ésta los detritus. Sin embar- go, no existe intercambio de sangre fetal y materna, por lo que todos los intercambios se realizan a través de los teji- dos de la placenta fetal, ya sea por difusión simple (gases, sustancias liposolubles), intercambio pasivo (glucosa) o transporte activo (aminoácidos, hierro). También atravie- san la placenta muchos fármacos y drogas ilegales que ingiere la madre. La PO2 de la sangre arterial materna es de 80-100 mm Hg y la de la sangre de la arteria umbilical de 20-25 mm Hg. Esta diferencia en la PO2 facilita el transporte de O2, de tal forma que la PO2 en la vena umbilical es de 30-35 mm Hg. Dos características de la sangre fetal son que contiene un 20% más de hemoglobina por volumen que la del adulto y que la hemoglobina fetal presenta una mayor afinidad por el O2 que la del adulto, por lo que para una misma PO2, la sangre fetal transporta más O2 que la materna. Ambas características aseguran que el feto disponga de suficiente O2 para su metabolismo incluso en presencia de PO2 muy bajas. Un 60% del volumen minuto fetal atraviesa la placen- ta, observándose que la sangre que retorna por las venas umbilicales presenta una saturación de O2 cercana al 80% (98% en la sangre arterial materna). La sangre procedente de la placenta pasa, en parte, directamente a la vena cava inferior a través del conducto venoso, y, en parte, se mez- cla con la que llega por la rama izquierda de la vena porta procedente de las extremidades y del hígado, que presenta una saturación de O2 del 25%. Como consecuencia, la saturación de la sangre en la vena cava inferior es de tan sólo un 67%. A diferencia del adulto, en el que las cámaras del cora- zón trabajan en serie, en el feto las mitades izquierda y derecha del corazón están conectadas en paralelo, bombe- ando la sangre en los circuitos sistémico y placentario (Fig. 44.4). La sangre que llega procedente de las venas cava superior e inferior no se mezcla completamente en la aurí- cula derecha. La sangre rica en O2 procedente de la cava inferior pasa a la aurícula izquierda a través del agujero oval, mientras que la que llega por la vena cava superior pasa al ventrículo derecho y es expulsada a la arteria pul- monar. Sin embargo, los pulmones fetales están colapsados (la baja PO2 contrae los vasos pulmonares fetales) y las altas resistencias pulmonares (la presión de la arteria pulmonar es un 0.7 kPa superior a la de la aorta) facilitan que hasta un 70% de la sangre de la arteria pulmonar pase a través del conducto arterioso a la aorta descendente, en un punto dis- tal a la salida de las ramas arteriales que se dirigen a la cabeza y miembros superiores. Por ello, la cantidad de san- gre bombeada por el ventrículo derecho es el doble que la bombeada por el izquierdo y el grosor de la pared del ven- trículo derecho es mayor que el del izquierdo. La sangre que llega a la aurícula izquierda a través del agujero oval se une a la procedente de los pulmones, lo 582 F I S I O L O G Í A D E L S I S T E M A C A R D I O VA S C U L A R Normotenso Hipertenso Presión arterial media (mm Hg) Fl uj o sa ng uí ne o ce re br al (m L/ 10 0 g/ m in ) 70 150 170 60 40 Figura 44.3. Autorregulación del flujo cerebral en individuos normotensos e hipertensos.
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