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FISIOLOGÍA HUMANA-618

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aunque se distinguen los bronquiolos respiratorios, los
conductos alveolares y los sacos alveolares. Los bronquio-
los respiratorios constituyen una región transicional, pues
en su pared se combinan elementos bronquiales (superficie
mucosa y músculo) y epitelio alveolar. Los conductos
alveolares pueden considerarse como bronquiolos con
paredes totalmente alveolarizadas, y se distinguen de los
sacos alveolares en que en estos últimos ya no existen más
divisiones.
El diámetro de las vías aéreas disminuye de forma sis-
temática hasta, aproximadamente, la 16ª generación. A
partir de la 17ª generación, los diámetros varían muy poco
con cada división. Por el contrario, la sección total de la
vía aérea aumenta con cada generación, pasando de un
área de unos 2.5 cm2 en la tráquea, a un área superior a 1
m2 en la 23ª generación (Fig. 45.3). Este diseño favorece
el movimiento del aire, dado que al aumentar progresiva-
mente la sección total en las porciones distales de la vía
aérea, la resistencia al flujo aéreo es mínima.
En la vía aérea de conducción el avance del aire es
debido al movimiento convectivo de sus moléculas, en el
que éstas se desplazan de forma ordenada y rápida,
siguiendo el eje de los bronquios por los que discurren. En
las regiones periféricas, el aire inspirado avanza merced a
un mecanismo de difusión molecular. En esta zona, la lon-
gitud a recorrer es tan reducida, inferior a los 5 mm, que el
aire inspirado alcanza las paredes de los sacos alveolares
con gran celeridad.
Al igual que ocurre con la sección total, el volumen de
la vía aérea se dispone principalmente en las regiones ter-
minales. Así, la vía de conducción tiene un volumen total
aproximado de unos 150 mL, mientras que el volumen de
la zona respiratoria supera los 3 L.
Estructura de la pared de la vía aérea
La vía aérea superior está tapizada por dos tipos de
epitelio. La fosa nasal anterior, la orofaringe, la laringofa-
ringe y la región superior de la laringe se encuentran tapi-
zadas por epitelio escamoso estratificado no ciliado. La vía
nasal principal, la nasofaringe y la región inferior de la
laringe se encuentran tapizadas por epitelio columnar
pseudoestratificado ciliado.
En el árbol traqueobronquial la estructura de la pared
está compuesta de tres capas principales: mucosa, múscu-
lo liso y tejido conectivo. Los elementos que constituyen
la pared de la vía aérea van cambiando a lo largo de ésta,
transformándose progresivamente desde la tráquea al epi-
telio alveolar.
La mucosa está formada por una lámina epitelial y
otra de tejido conectivo. La lámina epitelial se compone de
células columnares pseudoestratificadas ciliadas y células
glandulares, productoras de moco. A lo largo del árbol
bronquial la lámina epitelial disminuye de grosor. También
varían el número y la disposición de las células glandula-
res. En la tráquea y los grandes bronquios, las células glan-
dulares se agrupan en acinos, formando las glándulas
bronquiales, que se sitúan en el tejido conectivo o lámina
propia y se comunican con la superficie bronquial a través
de conductos. En los bronquiolos, el moco es secretado
por las células caliciformes, que se entremezclan con las
células epiteliales. Las glándulas bronquiales son numero-
sas en los bronquios de mediano tamaño y desaparecen en
los bronquiolos terminales, mientras que las células calici-
formes se extienden hasta éstos. Las glándulas bronquiales
producen la mayor parte del moco que cubre la superficie
epitelial (unos 10 mL al día) y se encuentran inervadas por
fibras nerviosas parasimpáticas, dependientes del nervio
vago. La viscosidad de la capa mucosa aumenta progresi-
vamente, condicionando la existencia de dos fases distin-
tas: 1) la fase sol, fluida y adyacente a la superficie
epitelial y 2) la fase gel, más viscosa y adyacente a la
superficie interna de la luz bronquial. En condiciones nor-
males los cilios se mueven de una forma ondulante en el
interior de la fase sol, a una frecuencia de unas 1500 veces
por minuto. Este movimiento propele la fase gel a una
velocidad de unos 2 cm por minuto, favoreciendo la expul-
sión al exterior de las partículas que se encuentran en la
superficie epitelial.
La capa muscular está formada por haces de músculo
liso, que se extienden desde los grandes bronquios hasta
los bronquiolos respiratorios. Los haces musculares tienen
un curso oblicuo y forman entrecruzamientos alrededor de
la capa epitelial, por lo que su contracción origina el estre-
chamiento de la luz bronquial. En la zona respiratoria de la
E S T R U C T U R A Y F U N C I Ó N D E L A PA R AT O R E S P I R AT O R I O 589
10
102
103
104
cm2
20 4 6 8 10 12 14 16 18 20
Generaciones
23
Figura 45.3. Sección total de la vía aérea (cm2) en cada una de
las generaciones. Obsérvese que la sección total aumenta de
forma notable a partir de la 14.a generación. (Tomado de E. R.
Weibel, Morphometry of the human lung.)

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