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FISIOLOGÍA HUMANA-755

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por el duodeno del complejo motor migratorio (fase II), y
parecen estar mediadas por la motilina. La finalidad de
estas contracciones parciales sería la de evitar el reposo y
la sedimentación biliar y, por ello, tendrían un efecto pre-
ventivo de la formación de cálculos biliares. Durante estas
fases interdigestivas, la bilis retenida en la vesícula pierde
hasta el 90% de su volumen en cuatro horas y se concen-
tra. La concentración del Na+, que en la bilis hepática es
de 150 mEq/L, alcanza en la vesícula los 300 mEq/L, en
tanto que los ácidos biliares pasan de 30 a más de 300
mEq/L. Por el contrario, las concentraciones del Cl–, K+ y
CO3H
– descienden a 5-10 mEq/L. En estos cambios que
sufre la bilis durante su permanencia en la vesícula juegan
un papel importante los transportadores iónicos existentes
en las células epiteliales de la mucosa vesicular. En la
membrana apical de estas células se han identificado: 1)
un cotransportador Na+/Cl– que reabsorbe estos iones de la
bilis; 2) un intercambiador Na+/H+; y 3) un intercambiador
Cl–/CO3H
–. Los gradientes osmolares creados por estos
movimientos iónicos son los que determinan la absorción
de agua y la concentración de la bilis. No está claro si el
agua se transporta siguiendo a esos iones a través de las
células o lo hace por vía paracelular a través de la uniones
estrechas. Lo más probable es que intervengan estas dos
vías. Al menos, el 30% de agua que se reabsorbe en la
vesícula lo hace por vía paracelular (Fig. 59-13).
El esfínter de Oddi juega un papel decisivo en la
determinación del flujo biliar. Este esfínter mantiene una
presión de reposo elevada, entre 4 y 15 mm Hg por enci-
ma de la existente en el duodeno. Sobre esa presión basal
se producen elevaciones intermitentes, fásicas, de 100 a
150 mm Hg de amplitud, y una frecuencia de 3 a 7 por
minuto. Estas contracciones están también asociadas al
paso del complejo motor migratorio por el duodeno. Su
relajación lo está con la fase I de ese complejo.
Durante el período digestivo se produce la relajación
del esfínter de forma coordinada con la contracción de la
vesícula. Ambas respuestas están mediadas por la CCK.
Otros factores hormonales y neurológicos pueden contro-
lar la presión de este esfínter. Por ejemplo, el óxido nítri-
co disminuye su presión, en tanto que la motilina, la
morfina y la petidina la aumentan. 
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