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FISIOLOGÍA HUMANA-757

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INTRODUCCIÓN
El intestino delgado es el segmento del tubo digestivo
de mayor longitud; comienza proximalmente a nivel del
píloro, que lo separa del antro gástrico, y termina distal-
mente al nivel de la válvula ileocecal, también denominada
válvula de Bahuin. Su longitud es de 4-7 m, dependiendo
del tono de la pared muscular y del método utilizado para
su medición. La actividad motora a este nivel tiene dos
finalidades: 1) facilitar la digestión y la absorción de los
alimentos favoreciendo la propulsión del quimo, y 2) una
función defensiva, impidiendo la proliferación bacteriana
y reduciendo el tiempo de contacto de algunos componen-
tes agresivos de la dieta. 
Al igual que en el estómago, en el intestino delgado se
producen dos patrones claramente diferenciados: el patrón
digestivo y la actividad motora durante el período en ayunas. 
Durante la fase digestiva, la actividad motora garanti-
za la mezcla, la absorción y la propulsión del alimento y
las secreciones gastrointestinales. La mezcla se realiza
mediante contracciones que parecen dividir al intestino en
segmentos (contracciones segmentarias), durante las cua-
les el contenido intestinal se desplaza a ambos lados de la
contracción, para volver a quedar en el mismo lugar cuando
se produce la relajación. La propulsión se efectúa cuan-
do las contracciones segmentarias se suceden generando
un gradiente aboral o por la acción de contracciones peris-
tálticas de corto alcance.
Esta actividad contráctil puede modificarse en dife-
rentes puntos a lo largo del intestino como consecuencia
de reflejos locales; así, la distensión por el quimo de la luz
intestinal desencadena una contracción proximal y una
relajación distal que facilita el desplazamiento del material
en dirección caudal (Fig. 60.1). La sobredistensión de un
segmento intestinal origina la relajación del músculo liso
del resto del intestino, lo que se conoce como reflejo intes-
tino-intestinal.
Durante la fase interdigestiva, el intestino delgado,
que debe mantener la luz intestinal vacía, no está en repo-
so, sino que mantiene contracciones periódicas que pro-
gresan distalmente, propulsando los residuos y evitando
así el estacionamiento de secreciones y una excesiva pro-
liferación bacteriana. 
CARACTERÍSTICAS DE LA ACTIVIDAD
ELÉCTRICA DEL INTESTINO DELGADO
El músculo del intestino delgado, como ya se ha expli-
cado previamente, muestra dos tipos de potenciales: las
ondas lentas y el potencial de acción. Las ondas lentas, tam-
bién denominadas ritmo eléctrico basal (REB) y potencial de
marcapaso, son cambios pequeños y rítmicos en el potencial
de membrana. Se propagan distalmente a una velocidad de
conducción de 2 cm/s en el intestino delgado proximal. No
tienen relación con la contracción muscular, ocurren conti-
nuamente y se origina en el duodeno descendente. El ritmo
de estas ondas desciende distalmente, de 12 ciclos/min
(cpm) en el duodeno a 8 cpm en el intestino distal, siendo lla-
mado también gradiente de frecuencia de la onda lenta.
Los potenciales en espiga, potenciales de acción o
potenciales rápidos, aparecen siempre en relación con la
onda lenta y no de forma constante. Están relacionados
con la contracción muscular, y la fuerza de estas contrac-
ciones depende del número y amplitud o tamaño de las
espigas (Fig. 60.2).
En términos eléctricos la actividad cíclica intestinal se
denomina complejo mioeléctrico interdigestivo (CMI), y
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Figura 60.1. Secuencia de relajación y contracción que facili-
ta la propulsión en los movimientos peristálticos.
mV
mV
Ritmo eléctrico basal (REB) Tiempo
Tiempo
Tiempo
Potenciales en espiga sobre el REB
Actividad muscular
tono basal
Figura 60.2. Actividad eléctrica y mecánica del músculo liso
que muestra la relación entre las fluctuaciones del potencial de
membrana y la actividad contráctil.

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