Descarga la aplicación para disfrutar aún más
Vista previa del material en texto
INTRODUCCIÓN El hígado tiene una especial importancia, no sólo por- que supone la perfecta conjunción de dos estructuras embrionarias diferentes (mesodermo y endodermo), sino porque está situado estratégicamente en el sistema circula- torio venoso, haciendo un auténtico puente entre el siste- ma portal, colector del drenado intestinal y hormonal pancreático (insulina y glucagón) y la vena cava inferior. Desde esta posición no es sorprendente que tenga una gran trascendencia metabólica en relación con los productos procedentes de la absorción intestinal. Además de su intervención en el manejo de glúcidos, proteínas y grasas, interviene también en muy diversos aspectos del metabolismo. Como se puede ver en la Tabla 63.1, participa activamente en el metabolismo hormonal, en los procesos de desintoxicación y aclaramiento de pro- ductos endógenos y exógenos nocivos, en la síntesis de colesterol y ácidos biliares, en la síntesis de elementos de coagulación, en mecanismos inmunitarios, etc. La produc- ción de ácidos biliares y el metabolismo de la bilirrubina es su función más característica, pero no la única. HÍGADO Y HOMEOSTASIS CALÓRICA La forma característica de la alimentación humana hace que existan cada día y todos los días de nuestra vida, ciclos alternantes de gran riqueza y de gran pobreza de nutrientes. Estos ciclos de comida-ayuno serían catastrófi- cos para nuestra salud, si no existiera un proceso de ajuste entre ambos. El hígado, principalmente, en colaboración e integración con otros tejidos (el músculo y la grasa funda- mentalmente), es el encargado de suministrar la energía necesaria a tejidos incapaces de producirla en el ayuno (cerebro, hematíes), y es capaz de almacenar el remanente de energía de la ingestión. De esta manera el hígado se sitúa como un mediador vital en los ciclos de ingestión- ayuno, colaborando con otros tejidos. Por lo tanto, ocupa una estratégica posición anatómica y fisiológica en la homeostasis energética: puede almacenar, fabricar, inter- cambiar y exportar unidades energéticas (ATP). El hígado en la fase de ingestión Tras la ingestión de una dieta variada, compuesta de glúcidos, grasas y proteínas, el hígado recibe, a través de la vena porta, la glucosa procedente de los glúcidos y los ami- noácidos procedentes de las proteínas, que han drenado directamente desde el enterocito al hepatocito. La grasa, en forma de quilomicrones, realiza un trayecto más tortuoso: desde el enterocito a la linfa y, a través del conducto torá- cico, a la vena subclavia, pasando de un flujo lento (linfáti- co) a uno rápido (sangre), que impide su condensación en gotitas de grasa. Por lo tanto, la grasa accede al hepatocito a través de la sangre, pero no directamente. No olvidemos que, además de glucosa y aminoácidos, en la sangre portal se han inyectado cantidades importantes de insulina desde el páncreas. Por lo tanto, los hepatocitos son el primer tejido que tiene la oportunidad de utilizar la glucosa. Si imaginamos que la cantidad de glucosa que llega al hígado es de 100 g, 60 g van a ser convertidos por el hepatocito en glucógeno (glucogenogénesis) (Fig. 63.1), una forma de depósito o almacenamiento de glucosa y una forma de manifestación de la exuberancia en que vive el hígado en esta fase. Una F I S I O L O G Í A H E P Á T I C A 751 Tejidos sensibles a insulina 15 g Adipocito-triglicéridos Músculo-glucógeno Proteínas Lactato Energía 40 g de glucosa Tejidos insensibles a insulina 25 g SNC-energía Glóbulos rojos 100 g de glucosa 60 g retenidos-energía glucógeno triglicéridos aminoácidos Figura 63.1. Destino de 100 g de glucosa desde la vena porta. Tabla 63.1 Principales funciones metabólicas hepáticas 1. Homeostasis calórica: a) Metabolismo de glúcidos. b) Metabolismo de lípidos. c) Metabolismo de aminoácidos. 2. Síntesis de proteínas. 3. Catabolismo hormonal: insulina, glucagón, somatomedinas, esteroides sexuales, glucocorticoides, hormona tiroidea, prolactina y hormona de crecimiento (probable). 4. Catabolismo y almacenamiento de vitaminas: vitamina D3, vitamina A, vitamina K, ácido fólico y vitamina B6 (posibles). 5. Metabolismo de colesterol y lipoproteínas. 6. Metabolismo de bilirrubina y ácidos biliares. 7. Función de aclaramiento de fármacos y tóxicos. 8. Función de almacenamiento de metales (ferritina, cobre). 9. Función inmunológica (sistema mononuclear fagocítico).
Compartir