Descarga la aplicación para disfrutar aún más
Vista previa del material en texto
observa en adultos una debilidad general, aspecto edema- toso, palidez de la piel, pérdida de pelo, bradicardia, into- lerancia al frío, somnolencia, lentitud en los procesos mentales, etc., y en caso de deficiencia extrema coma mixedematoso seguido de muerte. Cuando la deficiencia se presenta durante el desarrollo fetal y neonatal por falta congénita de función tiroidea (hipotiroidismo congénito) o por deficiencia de yodo (cretinismo endémico), los cam- bios más llamativos son la deficiencia mental profunda y las alteraciones neurológicas irreversibles, así como el enanismo y la falta de maduración ósea. En los hipertiroi- deos predominan los cambios relacionados con un marca- do aumento del consumo de oxígeno, metabolismo basal y termogénesis, pérdida de peso a pesar de hiperfagia, taqui- cardia, intolerancia al calor, insomnio, etc. Se puede decir en líneas generales que las hormonas tiroideas ejercen cla- ros efectos morfogenéticos y un papel muy importante en los procesos de crecimiento, diferenciación y desarrollo; regulan a lo largo de la vida numerosos procesos metabó- licos, como el consumo de oxígeno, la termogénesis, el balance mineral y la síntesis y degradación de proteínas, carbohidratos y lípidos. Los cambios que se observan cuando faltan, o sobran, las hormonas tiroideas no reflejan necesariamente efectos directos de dichas hormonas sobre el fenómeno biológico que se está estudiando. Cuando se tiroidectomiza una rata joven, deja de crecer al cabo de cierto tiempo y se inte- rrumpe el proceso de maduración ósea. Ambos procesos se normalizan con hormona tiroidea. Los efectos de las hor- monas tiroideas sobre el crecimiento longitudinal no se ejercen directamente sobre el hueso, sino que se deben, indirectamente, a un efecto en las células somatotropas de la adenohipófisis, en las que la T3 activa de forma directa al gen de la GH, que contiene un elemento de respuesta a hormonas tiroideas. Como consecuencia, aumenta la secreción de GH, que a su vez estimula la de IGF 1. En cambio, los efectos sobre la maduración del hueso sí son directos, y pueden demostrarse en cultivos in vitro, por lo que el efecto final de las hormonas tiroideas, un creci- miento normal, es el resultado de acciones directas e indi- rectas. Lo mismo ocurre con los efectos de las hormonas tiroideas sobre las gónadas, parcialmente indirectos a tra- vés de sus efectos en la adenohipófisis y gonadotropinas, y en parte directos sobre el ovario y las células de Sertoli. Algunos de los efectos indirectos los ejercen regulan- do no sólo la síntesis y/o secreción de otras hormonas y factores de crecimiento (p. ej., GH, insulina, gonadotropi- nas, factor de crecimiento nervioso, etc.), sino también el número de receptores para otras hormonas. Así, por ejemplo, la interrupción del crecimiento de la rata tiroidectomizada no sólo se debe a la falta de síntesis de GH, sino también a una disminución de la secreción de insulina y del número de receptores hepáticos para la pro- lactina, hormonas ambas que en la rata también estimulan la producción de somatomedina. El efecto observado puede ser la resultante final de varias acciones que se coordinan para una determinada función. Un ejemplo de esto es el efecto de las hormonas tiroideas en la termogénesis. En la estimulación de la ter- mogénesis por hormona tiroidea interviene, al menos en parte, la bomba de sodio que opera a través de la ATPasa de membrana dependiente de Na+/ K+. La energía para esta bomba procede de la hidrólisis de ATP a ADP, proceso en el que se desprende calor. La hor- mona tiroidea aumenta el nivel de la enzima de esta bomba, pero al mismo tiempo aumenta la actividad de la �-glicero- fosfato deshidrogenasa, enzima que cataliza el intercambio de equivalentes reductores entre el citosol y el sistema mito- condrial de transporte de electrones. El resultado de esta doble estimulación es un aumento de termogénesis sin des- acoplamiento de la fosforilación oxidativa. La ATPasa de membrana dependiente de Na+/K+ también interviene en la acción termogénica de las catecolaminas, lo que ayudaría a comprender el sinergismo entre catecolaminas y hormonas 906 F I S I O L O G Í A D E L S I S T E M A E N D O C R I N O Tabla 72.3. Algunas características que diferencian a las tres desyodasas de yodotironinas identificadas en la rata 5’D-I 5’D-II 5-D (DI) (DII) (DIII) Desyodación en el: anillo fenólico ( ) anillo fenólico ( ) anillo tirosílico (�) y tirosílico (�) Preferencia por sustrato rT3>>T4>>T3 T4 >T3 T3 >T4 Km para T4 1 �M 1 nM 20 nM (1-5 mM DTT)# (20 mM DTT) (20 mM DTT) Inhibidores: ácido iopanoico ↓ ↓ ↓ propilitiouracilo ↓ = = Localización tisular hígado, riñón, tiroides, SNC, adenohipófisis, SNC, placenta, piel, retina pulmón, etc. tejido graso pardo Hipotiroidismo ↓ en hígado y riñón ↑ en SNC ↓ en SNC ↑ en tiroides Hipertiroidismo ↑ en hígado y riñón ↓ en SNC ↑ en SNC Ayuno ↓ en hígado y riñón = en SNC = en SNC # DDT: ditiotreitol, cofactor usado in vitro.
Compartir