Logo Studenta

FISIOLOGÍA HUMANA-951

¡Estudia con miles de materiales!

Vista previa del material en texto

rece entre los 3 y 8 años de vida y, una vez establecido,
persiste incluso en situaciones como la estancia prolonga-
da en la cama, el ayuno y la privación de sueño durante 2
ó 3 días. En los individuos que cambian totalmente el
horario de sueño-vigilia, o en los que se trasladan a zonas
geográficas con distinto horario, se produce una adapta-
ción del ritmo suprarrenal al nuevo horario, que tarda entre
5 y 15 días en restablecerse totalmente. Se ha encontrado
un ritmo circadiano en la sensibilidad del eje suprarrenal
al efecto inhibidor de los glucocorticoides. Esta sensibili-
dad es máxima cuando se administran los glucocorticoides
entre las 4 y las 8 horas, antes del pico de máxima secre-
ción circadiana. La intensidad de la respuesta a un estímu-
lo estresante también varía a lo largo del día, siendo mayor
cuando los niveles de cortisol son mínimos.
Además del ritmo circadiano existe una secreción epi-
sódica, de modo que la secreción de cortisol no es continua,
sino intermitente, durante períodos de tiempo de apenas
unos minutos. Entre estos períodos secretores la corteza
puede no segregar cortisol durante minutos o incluso
durante horas. La secreción episódica y circadiana de
ACTH no se debe a descensos del cortisol plasmático, sino
que es intrínseco al hipotálamo e independiente del control
por retroalimentación negativa de los glucocorticoides.
La corteza suprarrenal segrega glucocorticoides en res-
puesta a una gran variedad de estímulos estresantes (véase
el Capítulo 85). Al igual que ocurre con el ritmo circadia-
no, la respuesta al estrés se produce por la activación de la
secreción hipotalámica de CRH, ADH y otras hormonas
hipotalámicas que estimulan la secreción hipofisaria de
ACTH. Durante el estrés, el ritmo circadiano del cortisol y
de la ACTH desaparece, y la retroalimentación negativa
ejercida por los glucocorticoides puede no ser eficaz.
El cortisol inhibe la síntesis y la liberación de ACTH,
de CRH y de otras hormonas liberadoras de ACTH, como
la ADH y la angiotensina. Se puede observar el efecto
inhibidor de los glucocorticoides a los pocos minutos de su
administración, durante el período en el cual están aumen-
tando los niveles plasmáticos de glucocorticoides. 
Acciones fisiológicas de los glucocorticoides
El mecanismo de acción del cortisol es muy similar al
de otras hormonas esteroideas. En las células diana, los
receptores para el cortisol, denominados receptores para
glucocorticoides (GR), están saturados en un rango com-
prendido entre el 10 y el 70%; esto hace que los aumentos
o las disminuciones del cortisol plasmático libre modifi-
quen el número de receptores ocupados y se produzca una
respuesta fisiológica. A diferencia de lo que ocurre con
otras hormonas esteroideas, casi todas las células del orga-
nismo poseen receptores para glucocorticoides, por lo que
éstos van a tener acciones sobre la gran mayoría de los teji-
dos del organismo. Según el tejido diana, el cortisol puede
actuar sobre distintas zonas del genoma, produciendo res-
puestas diferentes, ya que activa o inhibe diferentes genes
(Fig. 73.9).
Metabolismo. Como su propio nombre indica, los
glucocorticoides actúan sobre el metabolismo hidrocarbo-
nado, y son necesarios para la supervivencia en situaciones
de emergencia. Su ausencia produce hipoglucemia y pér-
dida del glucógeno hepático y muscular; estos problemas
metabólicos se agravan todavía más porque disminuye la
capacidad de utilizar sustratos energéticos alternativos
como los ácidos grasos o las proteínas.
A nivel hepático los glucocorticoides inducen la sínte-
sis de las enzimas de la gluconeogénesis y de la glucógeno
sintetasa, por lo que estimulan la formación de glucóge-
no y glucosa. Los glucocorticoides también promueven la
gluconeogénesis mediante la inhibición de la síntesis pro-
teica y la activación de la proteólisis en el músculo esque-
lético y en el tejido linfoide. Ambas acciones aumentan la
liberación de aminoácidos a la circulación, y estos servirán
de sustrato para la síntesis de glucógeno. En el tejido adi-
poso el cortisol favorece la acción lipolítica de la adrenali-
na y la GH. Los ácidos grasos libres y el glicerol, liberados
mediante la lipólisis, se utilizarán también como sustratos
para la formación de glucosa (Fig. 73.10). Los glucocorti-
coides defienden también contra la hipoglucemia inhibien-
do la entrada de glucosa a las células, exceptuando las del
corazón y el cerebro. De este modo, la glucosa puede ser
utilizada por dichos órganos vitales. 
El cortisol, junto con la adrenalina y el glucagón,
actúa a distintos niveles para proteger al organismo contra
un exceso de la acción hipoglucemiante de la insulina. La
adrenalina y el glucagón tienen acciones rápidas, mientras
922 F I S I O L O G Í A D E L S I S T E M A E N D O C R I N O
Ritmo cardíaco
Día Noche Día
ACTH
Cortisol
Estrés
Hipotálamo
CRH,ADH
POMC
ACTH
Adenohipófisis
Corteza suprerrenal Cortisol
Figura 73.8. Regulación del eje hipotálamo-hipófiso-supra-
rrenal.

Continuar navegando

Materiales relacionados

13 pag.
FISIOLOGIA 2 TRABAJO 3

IFMT

User badge image

Ronaldo Santos Pereira

23 pag.
Clase 9, Endocrino I

SIN SIGLA

User badge image

pajaro_fu