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Regulación metabólica Cualquier célula posee mecanismos internos de regu- lación que le permiten controlar el flujo metabólico, es decir, la cantidad de sustrato utilizado en la unidad de tiempo. Aunque los mecanismos de control interno de las rutas metabólicas son importantes, son mecanismos “cie- gos”, ya que carecen de la visión de conjunto necesaria para la coordinación entre los diferentes tejidos y órganos. La acción del sistema neurovegetativo desempeña un papel determinante. Dado que los esfuerzos aeróbicos se asemejan al estado de ayuno, su mecanismo de regulación es similar y se deben considerar dos aspectos: 1) el control de la movilización y el transporte de sustratos (glucosa y ácidos grasos) y 2) el control interno del consumo de sus- tratos. Estos aspectos deben tomarse de forma conjunta, de manera que el hígado y el tejido adiposo deben liberar los sustratos a la misma velocidad que el tejido muscular los consume. Por consiguiente, la regulación metabólica de cada uno de los órganos y tejidos que intervienen duran- te el ejercicio físico de intensidad submáxima y duración prolongada se debe a mecanismos internos y externos. Los mecanismos internos se refieren al control de las enzimas clave, generadoras de flujo metabólico, por sustra- tos y productos finales. Los mecanismos de regulación externa se refieren a las hormonas que actuando habitual- mente sobre los mecanismos de regulación interna permiten la coordinación entre tejidos y órganos. Tanto la descripción profunda de los mecanismos de regulación interna como el control neurohormonal escapa a los objetivos de este capí- tulo, por lo que se describirán de forma conjunta. Regulación o control de la movilización y el transporte de sustratos Como queda ilustrado en la Figura 84.6, a medida que aumenta la duración del ejercicio se produce un aumento en la utilización de los ácidos grasos libres y el manteni- miento de la glucosa en sangre. Por consiguiente, se requiere un control de la actividad hepática y del tejido adiposo. 1) Mantenimiento de la glucemia. La liberación de glucosa por el hígado está condicionada por la activación de la fosforilasa (paso de la forma inactiva a activa), que es estimulada por el incremento de las concentraciones de catecolaminas y glucagón, y es inhibida por el descenso en la concentración de insulina. Además, el descenso de la glucemia da lugar a la activación de la regulación recípro- ca entre la glucógeno fosforilasa y la glucógeno sintasa a nivel hepático. Cuando se activa la liberación de glucosa hepática procedente de precursores no glucogénicos, entonces se produce una regulación compleja de la gluconeogénesis en 1088 I N T E G R A C I Ó N Y A D A P TA C I Ó N D E L O R G A N I S M O Tabla 84.2 Diferencias en la utilización del glucógeno durante el esfuerzo prolongado entre dos personas, entrenada y desentrenada (Newsholme, 1986) Tiempo Concentración de Concentración de (min) glucógeno en glucógeno en una persona una persona entrenada desentrenada 0 100 94 20 55 39 40 39 22 60 14 11 80 11 0.6 (agotamiento) 90 0.16 (agotamiento) – % del gasto energético 80 100 60 40 20 0 0 1 2 3 4 Duración del ejercicio (horas) 62% 30% 8% 37% 27% 36% Glucógeno muscular Glucosa sanguínea Grasas Figura 84.6. Contribución, expresada en porcentaje, de las grasas, la glucosa sanguínea y el glucógeno muscular a un ejercicio de lar- ga duración. Gráfica basada en los datos de la Tabla 84.1.
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