14 - Canción de Apareamiento book

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La música siempre había calmado a Deja y lo había ayudado en 
tiempos difíciles. Así que, cuando conoce a su compañero, 
Shadow, y ve cómo su proximidad lo está lastimando, Deja acepta 
un trabajo que solo había soñado que podría ser posible. 
Shadow debería estar encantado de que su compañero se haya 
ido a vivir a Maddox, pero anhela reclamar lo que el destino le ha 
traído a su vida. Sin embargo, al vivir tanto como lo ha hecho, 
viendo y experimentando todo lo que la fea vida tiene para ofrecer, 
sabe que él no es bueno para el sexy hombre. Cuando es la noche 
de inauguración y Deja es atacado, las cosas cambian. 
¿Puede Shadow mantener a su compañero al alcance de la 
mano, sin reclamar, y a salvo de aquellos que podrían herirlo? 
 
 
 
 
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OOOrrrdddeeennn dddeee LLLeeeccctttuuurrraaa 
 
Las series Llama Eterna (LE: C), 
Llama Eterna: MADDOX (LE: M), 
Kaliss y Savage Island (SI) 
NAKAKA (NA) 
van entrelazadas 
 
Este es el orden para leer 
 
01 Deseo Ardiente - (LE: C) 
02 Renaciendo de las Cenizas - (LE: C) 
03 Cortejando al Fénix - (LE: C) 
04 Cómo Reclamar a tu Dragón - ((LE: C) 
05 Una Llamada Superior - (LE: C) 
06 Miedo al Descubrimiento - (LE: C) 
01 Añadiendo combustible a las Llamas - (LE: M) 
02 Un Mordisco para Recordar - (LE: M) 
07 El Resurgir del Fénix - (LE: C) 
03 Atado al Enemigo - (LE: M) 
08 El Poder del Amor - (LE: C) 
04 Pequeño Tesoro - (LE: M) 
09 Cómplices en el Crimen - (LE: C) 
05 Sembrando las Semillas del Amor - (LE: M) 
10 Bajo Asedio - (LE: C) 
06 La Era del Mañana - (LE – M) 
07 Intervención Divina - (LE – M) 
Regalo de Navidad 
01 Nuevos Comienzos - (Kaliss) 
 
 
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11 Aprendiendo a Vivir - (LE: C) 
08 Segundas Oportunidades - (LE – M) 
12 El Amor Duele - (LE: C) 
02 Convirtiéndose en Uno - (Kaliss) 
13 El Elegido - (LE: C) 
14 Canción de Apareamiento - (LE: C) 
01 Savage Heart Savage (SI) 
01 On a Wing and a Prayer - (NA) 
 
 
 
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LLLlllaaammmaaa EEEttteeerrrnnnaaa 
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CCCaaannnccciiióóónnn dddeee 
AAApppaaarrreeeaaammmiiieeennntttooo 
 
 
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Dedicatoria 
 
Con nuestros corazones llenos de gratitud y nuestros ojos llenos 
de lágrimas, nos gustaría dar las gracias a todos los valientes 
hombres y mujeres, pasados, presentes y futuros, que han servido 
en las Fuerzas Armadas de los Estados Unidos y que se han 
sacrificado tanto para que podamos vivir libres. Gracias por servir 
a nuestro país y proteger nuestras libertades. 
Muchos no llegan a casa, y muchos de los que lo hacen sufren 
los efectos de lo que han experimentado. El trastorno de estrés 
postraumático es algo que afecta a entre el 12 y el 20% de 
nuestros valientes guerreros. Su lucha es real y, como 
estadounidenses, depende de nosotros la retribución por todo lo 
que nos han dado. Así que, si usted, o alguien que conoce, sufre 
trastorno de estrés postraumático por cualquier motivo, no dude 
en pedir ayuda. No hay vergüenza en necesitar una mano amiga. 
 
 
 
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Agradecimientos: 
 
A Maggie y Cree les encantaría dar las gracias a todos los 
artistas talentosos cuya música las inspira todos los días, y por 
sus hermosas palabras que no solo inspiraron algunas de las 
escenas de este libro, sino que también ayudaron a darles vida. 
En orden de aparición: 
“Hurt” de Christina Aguilera. 
“Up Town Funk”, 
“Just The Way You Are”, 
y “Grenade” de Bruno Mars. 
“Under the Boardwalk” de Bette Midler, (Artista Original: The 
Drifters). 
“Come Back to Me” de David Cook. 
“This is Me” de The Greatest Showman. 
“Human” de Rag'n' Bone Man. 
“Try” de Pink. 
“We Are Young” de Fun 
“I Surrender” de Celine Dion. 
“Wake Me Up” de Evanescence. 
“Zombie” de Bad Wolves (Artista original: The Cranberries) 
“Girls Like You” de Maroon 5. 
“Strong Enough” de Apocalyptica. 
 
 
 
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Prólogo 
 
Deja estaba sentado velando en la habitación del hospital junto 
a la cama de su hermano, Vano, negándose a irse hasta que se 
despertara. Habían pasado algunos días desde la operación para 
salvar la vida de Vano, después de que su obstinado trasero se 
negara a recibir ayuda médica. Deja, Vano y sus otros dos 
hermanos, Casius y Lon, que eran mellizos y shifters dragón, 
habían estado jugando mientras caminaban alrededor de su 
nueva ciudad, Crystal, Colorado, cuando Vano había molestado a 
Deja por su cabello, como siempre hacía. Deja no se había sentido 
insultado por sus palabras, pero sí empujó el hombro de Vano 
mientras su hermano se reía, haciendo que tropezara. Cuando 
Vano se tropezó, recuperó el equilibrio antes de caer 
completamente al suelo, pero había pisado una tabla que tenía 
unos cuantos clavos viejos y oxidados. Uno de esos clavos 
atravesó el zapato de Vano y se clavó en su pie. 
Todos se habían detenido para ayudarlo a quitar el clavo, y 
después de eso Vano había dicho que estaba bien, pero unos días 
después todavía estaba cojeando y la herida comenzó a oler. No es 
que él, un simple humano, hubiera sentido el olor, Vano era 
bueno en mantener la herida vendada, pero Casius y Lon, como 
shifters, tenían un mayor sentido del olfato y fueron capaces de 
detectarlo. 
El principal problema fue que eran de una familia gitana y 
habían pasado toda su vida viajando y arreglándose con lo poco 
que tenían, además de ser expulsados de muchas ciudades por la 
gente del pueblo, quienes pensaban que no eran trigo limpio y sí 
 
 
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ladrones y putas, lo que los hizo un poco cautelosos cuando se 
trataba de gente nueva. También significaba que el dinero siempre 
era escaso. Por eso, Vano no quiso ir al médico creyendo que era 
un desperdicio usar lo poco que tenían, pero Deja dijo que era 
una tontería. 
Hace unos días, mientras estaban todos en el restaurante 
Twixie’s, el líder dragón, Illan, había venido a hablar con ellos y 
había llamado a un médico para revisar a Vano de forma gratuita, 
pero este se había negado. Deja entendió exactamente por qué lo 
había hecho, y él y sus hermanos lo habían dejado pasar, pero no 
deberían haberlo hecho. Debieron haber obligado a Vano a ir al 
hospital. 
Así que ahora estaban aquí sentados, esperando que Vano se 
despertara. La infección se había vuelto tan grave que el médico, 
Rob, que resultó ser uno de los compañeros de Casius, tuvo que 
operarlo y administrarle algunos medicamentos bastante potentes 
para combatir la infección. Si tan solo no hubiera empujado a 
Vano enviándolo sobre ese clavo, entonces nada de esto hubiera 
pasado. Era culpa suya que pudieran perder a Vano, y Deja 
nunca podría perdonarse a sí mismo. 
 
 
 
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Capítulo 1 
 
—Deja, esto no es culpa tuya, maldita sea, —siseó Lon en voz 
baja. 
—Lo es, y lo sabes. Si no hubiera empujado a Vano, no habría 
pisado esa tabla con los clavos y su pie no se hubiera infectado y 
envenenado su sangre, —Deja insistió limpiándose las lágrimas. 
Casius fue hacia su hermano pequeño, diciendo suavemente: 
—Deja, estábamos jugando. Todos nosotros. Si Vano hubiera 
permitido que Robert lo mirara antes, todo esto podría haberse 
evitado. 
Sacudiendo la cabeza, Deja se sentó tan cerca de Vano como 
pudo, pasándole los dedos suavemente por el pelo. 
—Vano, por favor, despierta para que pueda decirte cuánto lo 
siento. Por favor. Te amo, Vano. Regresa a nosotros. 
Robert se acercó a Deja y dijo suavemente: 
—Dicen que, incluso en el sueño más profundo, te escuchan. 
—Haz lo tuyo con Vano como lo haces con Casius y conmigo, —
dijo Lon. 
Sacudiendo la cabeza, Deja susurró: 
—Realmente no estoy de humor, Lon. 
Asbuth puso una mano en el hombro de Deja. 
—Podría ayudaros a los dos a sanar. 
Deja lo pensó por un momento y supo la canción perfecta. 
Mientras continuaba pasando suavemente los dedos por el cabello 
de Vano, Dejapreguntó: 
—¿Qué opinas, Vano? Hurt (Herido), de Christina Aguilera sería 
perfecto, ¿no? 
 
 
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Deja cerró los ojos por un momento y respiró hondo, 
centrándose en sí mismo mientras recordaba la canción en su 
cabeza, rememorando las palabras y los sentimientos. Sí, era la 
canción perfecta para la ocasión. 
Respiró hondo y luego lo soltó lentamente. Abriendo los ojos, se 
centró en el rostro de Vano mientras pasaba los dedos por el 
cabello de Vano y abría la boca. 
—Seems like it was yesterday when I saw your face… (Parece 
que fue ayer cuando vi tu cara) —Deja comenzó a cantar 
mientras las lágrimas se acumulaban en sus ojos. 
El suave, delicado y angelical sonido de la voz de Deja atrajo a 
los espectadores más cerca de la puerta de Vano y el pasillo 
comenzó a llenarse, todos atrapados por él. Nadie prestó atención 
a la figura oscura que estaba justo fuera de la habitación más 
cercana a ellos, frente a la multitud creciente. Todos se enfocaron 
en el sonido de la voz de Deja. 
—I would hold you in my arms. I would take the pain away. 
Thank you for… (Te sostendría en mis brazos. Me llevaría el 
dolor lejos. Gracias por…) 
Nadie dijo una palabra cuando la voz de Deja se hizo más fuerte 
y se llenó de desesperación. El profundo dolor que Deja sentía por 
su hermano tocó a todos los que estaban de pie escuchando al 
joven cantando para su hermano. Las lágrimas rodaron 
libremente por el rostro de Deja y su labio inferior tembló, pero 
siguió cantando, derramando el dolor que tenía dentro. 
Su cuerpo comenzó a temblar mientras continuaba. 
—There’s nothing I wouldn’t do to have just one more chance to 
look into your eyes and see you looking back (No hay nada que no 
haría para tener una oportunidad más de mirarte a los ojos y 
verte mirándome), —Deja cantó con tanta desesperación que las 
lágrimas no se detuvieron y empaparon sus mejillas. 
A medida que el ritmo de la canción aumentaba, también lo 
hacía la voz de Deja. Cerró los ojos y cantó desde su alma 
mientras pronunciaba las palabras, sin importarle lo fuerte que 
 
 
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era o si alguien estaba escuchando. La vista hizo llorar a todos. 
Deja se quedó de pie mientras un sollozo escapaba de sus labios, 
luego su voz se suavizó a medida que el ritmo se desaceleraba, y 
terminó la canción en un susurro cercano que dejó de lado su 
pena. Deja se inclinó y besó suavemente los labios de Vano, y 
luego susurró: 
—Por favor, despierta. 
Al escuchar algunos sorbidos de nariz detrás de él, Deja se 
enderezó, luego se dio la vuelta y se sorprendió al ver a tanta 
gente detrás de él. Sin embargo, fue la enorme y musculosa pieza 
de chocolate sexy, que lo miraba desde la puerta con curiosidad y 
anhelo, lo que atrajo la atención de Deja y sintió que sus pies se 
acercaban más y más hasta que casi se tocaron. 
—Hola. 
El hombre levantó la mano, deslizó suavemente los dedos por la 
mejilla de Deja, limpiando las lágrimas, y Deja se frotó contra el 
suave toque. Lentamente, el hombre bajó la mano, se dio la vuelta 
y se perdió en la multitud de personas en el pasillo. 
—Quién era ese? —Preguntó Lon detrás de él, pero Deja estaba 
congelada en su sitio, mirando fijamente al magnífico desconocido 
que acababa de llevarse el corazón de Deja con él. 
¿De dónde diablos había venido ese pensamiento? Pensó Deja. 
No tenía ni idea, pero sabía que era verdad. Quienquiera que 
hubiera sido ese hombre, se suponía que era alguien importante 
para Deja y él no iba a quedarse simplemente allí y dejarlo 
marchar. 
De repente, fue como una marea construyéndose dentro de él y 
los pies de Deja salieron disparados sin que él les diera una 
orden. Su cuerpo corría por instinto y no lucharía contra él. 
¿Cuántas veces sus padres, así como sus hermanos, le dijeron 
que siempre escuchara sus corazonadas? Y su intuición le estaba 
diciendo que buscara al hombre. 
Empujando a través de la multitud que se había reunido, Deja 
los apartó y miró a la izquierda para no encontrar nada. Girando 
 
 
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la cabeza hacia la derecha, vio ese increíble cuerpo grande al final 
del pasillo, junto a los ascensores. Despegó a toda velocidad, su 
mirada nunca abandonó la espalda del hombre. Las puertas del 
ascensor se abrieron, y el hombre entró, luego giró. Sus miradas 
se encontraron, y Deja vio algo... animal en esos preciosos ojos 
azules glaciales. 
Las puertas comenzaron a cerrarse justo cuando llegó al 
ascensor y el desconocido se acercó, bloqueando la puerta, 
deteniéndola. Deja se detuvo justo fuera del ascensor mientras se 
miraban, nadie dijo una palabra. Al cabo de un momento, el 
ascensor emitió un sonido de timbre y les notificó que las puertas 
querían cerrarse. 
El sonido lo sacó de su aturdimiento y Deja dijo: 
—¿Quién eres? 
—Sólo soy una sombra, —dijo el desconocido con una voz sexy 
y profunda, que hizo que un escalofrío recorriera el cuerpo de 
Deja. El desconocido dejó caer la mano y las puertas del ascensor 
se cerraron. 
Deja se quedó mirando su reflejo en las puertas plateadas, 
aturdido y sin saber qué hacer. Una parte de él quería apretar el 
botón del ascensor y llamar a la cosa de vuelta para poder 
perseguir al hombre, pero otra parte de él quería correr en la otra 
dirección, pero no por miedo. Quería encontrar a alguien que 
supiera quién era esa misteriosa “sombra”. 
Las puertas se abrieron de nuevo y Deja jadeó mientras saltaba 
de nuevo, pero había una pareja dentro, y no sombras. Se dio la 
vuelta y se dirigió hacia la habitación de Vano, su progreso fue 
más lento esta vez, mientras intentaba procesar todos los 
pensamientos y sentimientos que se arremolinaban dentro de él 
como una tormenta. 
Cuando llegó a la habitación de Vano, Deja se alegró de ver que 
la multitud que había estado allí antes se había ido. Cuando entró 
en la habitación de Vano, el sonido de la voz de su hermano lo 
sacó de sus pensamientos. Deja levantó la vista y sonrió mientras 
 
 
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las lágrimas llenaban sus ojos. Vano estaba despierto. Corrió 
hacia su cama y se lanzó sobre Vano mientras lo abrazaba. 
—Maldición, hermano, tómatelo con calma. Por lo que me han 
dicho, estaba en un maldito coma, —dijo Vano y Deja pudo 
escuchar la sonrisa en la voz de su hermano, diciéndole que Vano 
estaba bromeando. Eso y el hecho de que mientras Vano hablaba, 
rodeó con sus brazos a Deja, devolviéndole el abrazo. 
 
* * * * 
 
—Entonces, ¿qué pasa con el alto, oscuro y de chocolate? —
Preguntó Vano, bromeando cuando Deja se sentó en la silla en la 
que había estado sentado antes. 
—¿Quién? 
Vano le sonrió. 
—No me pongas esa mirada inocente. El tipo tras el que has 
salido corriendo de aquí. He abierto los ojos y lo primero que veo 
es que sales corriendo por la puerta detrás de un tipo sexy. Es 
bueno saber que estabas preocupado por mí. 
Las cejas de Deja bajaron mientras fruncía el ceño, la ira lo 
llenó. Extendió la mano y pellizcó el brazo de Vano. 
—¡Ay! Oye, ¿por qué demonios ha sido eso? —Preguntó Vano 
mientras se frotaba la zona. 
—Estuve aquí sentado durante días preocupándome y orando 
por tu trasero, —contestó Deja enojado mientras cruzaba los 
brazos sobre su pecho y resoplaba. 
Los ojos de Vano se suavizaron y le dio a Deja una pequeña 
sonrisa. 
—Lo sé. Te oí. Bueno, escuché tu hermosa voz cantándome. Es 
lo que me ha traído de vuelta. 
Deja dejó caer los brazos mientras suspiraba. ¿Cómo podía 
estar enfadado con su hermano después de decir tales cosas? 
—¿Pero quiero saber lo que pasaba con el tipo grande? —
Preguntó Vano. 
 
 
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Deja se encogió de hombros mientras respondía: 
—No lo sé. Nunca lo había visto antes de hoy, pero había... algo 
sobre él. Algo que... olvídalo. 
—No, ¿qué ha sido eso, Deja? —Preguntó Lon desde su asiento 
al otro lado de la cama de Vano. 
—No sé cómo describirlo. Cuando lo he visto me he sentido... 
conectado con él de alguna manera. Lo sé, suena a locura así que 
solo olvídalo.—No, creo que tenemos que explorar esto. Casi suena como... —
Casius dejó de hablar mientras se acercaba. 
Todos lo miraron. Casius estaba al pie de la cama con sus tres 
compañeros, Asbuth, la gárgola, Benji, el pequeño y lindo 
demonio, y el médico, Robert, que era un shifter fénix. 
—Estoy de acuerdo, compañero, —dijo Asbuth mientras 
colocaba una mano en la espalda de Casius. 
—¿Estás de acuerdo en qué? —Preguntó Vano. 
Casius y sus compañeros se miraron, algo pasando entre ellos, 
Deja pudo verlo en sus ojos. 
—No importa. Sea lo que sea, se ha ido. Ni siquiera me ha dicho 
su nombre, solo ha dicho que era una sombra, —Deja resopló 
mientras cruzaba los brazos sobre su pecho de nuevo y se 
recostaba en su asiento. 
Asbuth se rio entre dientes. 
—¿Lo ha hecho? Bueno, tengo un fragmento de información 
para compartir contigo, cuñado. Ese es su nombre. Bueno, es 
como todos lo llaman, ni siquiera sé su nombre real. 
Deja miró a su nuevo cuñado como si estuviera loco. ¿Era su 
nombre? ¿Qué? 
Asbuth debió haber visto la pregunta en sus ojos porque sonrió 
al responder a la pregunta tácita de Deja. 
—Shadow. Su nombre es Shadow, y trabaja para el 
Departamento de Policía de Crystal. Es uno de los hombres de 
Wade. Sus hermanos de armas de los Navy SEAL y su equipo 
Black Ops. Todos se mudaron recientemente a Crystal y algunos 
 
 
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de ellos, como Shadow, comenzaron a trabajar para Nash en la 
estación de policía. Algunos se han mudado al complejo de las 
gárgolas… aquellos que no han encontrado a sus compañeros, 
claro. 
—Shadow, —susurró Deja, probando la palabra en su lengua. 
Parecía que encajaba con el hombre. Estaba allí un minuto y 
desaparecido al siguiente, y había toda una vibra misteriosa sobre 
él. Ahora que tenía un nombre y sabía dónde encontrar al 
hombre, Deja iba a averiguar qué significaba esa conexión que 
sentía. Ese tirón. 
De repente, un pensamiento lo golpeó, y Deja se enderezó en su 
asiento mientras sus ojos se abrían de par en par. Miró a Asbuth 
y dijo: 
—¿Compañero? 
Asbuth le dio una sonrisa de complicidad. 
—¿Se siente como que estás siendo guiado por tu polla y está 
dura, palpitante y necesitada? ¿Pensar en él te hace imaginar 
correr hacia él y nunca dejar su lado? ¿Sientes una conexión 
extraña, o tirón, de estar con él? 
—¡Mierda! —Jadeó. —Así es exactamente como me siento. 
Vano se rio entre dientes. 
—¿Sientes que tu polla es una vara divina? 
Deja puso los ojos en blanco ante su hermano, luego le sacó la 
lengua. 
—Ja ja, gilipollas. Pero, en realidad, sí, así es como se siente 
desde el momento en que lo vi. 
—Es extraño que un humano tenga tal reacción al tirón de 
apareamiento. Por lo general, sienten algo, pero no tan fuerte. Los 
humanos generalmente no saben qué es y lo ignoran, —dijo 
Robert. 
—Sí, pero nuestro Deja es diferente, —contestó Lon. —Siempre 
ha estado más en sintonía con la gente que nadie que hayamos 
conocido. Como un sexto sentido. 
 
 
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Entró una enfermera, con los ojos muy abiertos y pareciendo 
que estaba a punto de entrar en pánico. 
—Doctor, eres necesario en la sala de urgencias, 
inmediatamente. 
Robert rápidamente besó a cada uno de sus compañeros, luego 
salió corriendo de la habitación. 
Deja miró a Casius, luego a Asbuth. 
—Es mi compañero, ¿verdad? 
Casius se acercó y cogió la mano de Deja. 
—No lo sé con seguridad, hermano, pero por todo lo que has 
dicho, parece que sí. 
La tristeza lo llenó mientras aceptaba la verdad de sus palabras 
y las de ellos. 
—¿Es un shifter? —Preguntó Deja en un susurro. 
—Sí, es una pantera negra, —respondió Asbuth. 
—Entonces él sabría que somos compañeros solo por la vista o 
el olfato o lo que sea, ¿verdad? 
Asbuth suspiró pesadamente, su cara también se puso triste. 
Deja supo que Asbuth estaba pensando lo mismo que él. 
—Sí. 
Deja asintió distraídamente, luego se puso de pie y se rodeó con 
los brazos la cintura, se apartó de ellos y susurró: 
—Lo que significa que lo sabe y ha huido. Lo que también 
significa que no me quiere. —Deja se fue de la habitación 
sintiéndose abatido. 
 
 
 
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Capítulo 2 
 
—¡Te acercas de nuevo a mi lado, joder, y te juro por todas las 
cosas buenas de esta vida que te castraré! —Gritó Angelo a su 
compañero, Morgan, cuando el hombre intentó ayudarlo a 
meterse en la cama del hospital. 
—Ángel, sé que duele, pero solo estoy tratando de ayudarte, —
Morgan insistió mientras alcanzaba el brazo de Angelo de nuevo. 
Angelo apartó la mano y gruñó a Morgan mientras se subía a la 
cama. 
—¡Tú me hiciste esto! No, espera, fueron esas dos arpías, los 
dragones mariposa, Helio y Briar. Todos vosotros sois 
responsables de esto. Dame a esos dos para que pueda arrancar 
sus malditas alas una por una, luego pueden tener una idea del 
dolor que tengo. 
—Sé que no quieres decir eso, Ángel. Sé lo mucho que adoras a 
Helio y Briar y lo agradecidos que estamos los dos por este 
increíble regalo que nos han dado. Por favor, mi amor, solo 
déjame tratar de ayudar a aliviar algo de tu dolor, —dijo Morgan 
con amor mientras cogía la mano de Angelo en la suya. 
—Veo que las cosas van según lo planeado entonces, —dijo Rob 
mientras entraba en la habitación. 
—¿Según lo planeado para qué? ¿Una puta lobotomía? ¡Porque 
eso es exactamente lo que voy a hacer por tomarte tanto tiempo 
en bajar aquí! —Angelo amenazó. 
Rob se echó a reír. 
—Sí, según lo planeado. Las amenazas, los gritos. Luego viene 
el... 
 
 
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Pero antes de que Rob pudiera terminar, Angelo se echó a llorar. 
—Morgan, por favor haz que esto pare. He cambiado de opinión, 
ya no quiero hacer esto. Todavía podemos adoptar, y no tendría 
que pasar por esto. 
—Luego viene negociar y las lágrimas, —Rob terminó mientras 
caminaba alrededor de Angelo, revisando sus signos vitales. 
—Oh, métete eso por el culo, —siseó Angelo. 
—Y vuelta a la terrorífica persona embarazada. Vale, entonces, 
tus signos vitales se ven muy bien. Por lo que me contaron sobre 
los nacimientos de Rhys y Twix, tenían una bolsa que se formó a 
lo largo de su abdomen inferior que se abrió y permitió que 
salieran los bebés, o los huevos. Así que, levantemos tu bata y 
echemos un vistazo a la barriga, —dijo Rob mientras levantaba un 
taburete con ruedas y lo colocaba a los pies de la cama de Angelo, 
luego se sentó. 
—Necesito que pongas los pies en los estribos, Ang, luego 
desliza el trasero hasta el borde de la mesa. 
—No soy una mujer y el bebé no va a salir disparado de una 
vagina, Doc, así que creo que estás en el lugar equivocado, —
Angelo resopló. 
Rob lo miró sorprendido y horrorizado, con la boca abierta 
mientras jadeaba: 
—¿No eres una mujer? Oh Dios mío, hay un hombre 
embarazado en mi hospital. Que alguien llame al National 
Inquirer1, estamos a punto de ser inmensamente ricos. 
Angelo entrecerró los ojos a Rob y sus labios se adelgazaron. 
—Sabes, Rob, siempre fuiste un dolor en el culo, pero desde que 
te apareaste eres un dolor sarcástico en el culo. Normalmente me 
encantaría eso, pero no lo estoy apreciando en este momento. 
Espero que te quedes embarazado para que puedas sentir lo que 
es esta mierda, entonces quizás tengas más compasión. Morgan 
dale al Doc un dólar, para que pueda comprar un mejor trato con 
los pacientes. Ahora haz algo. ¡Ooooowwwww! —Gritó Angelo 
 
1 Periódico sensacionalista. 
 
 
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mientras su espalda se arqueaba fuera de la mesa y se agarraba 
el estómago. 
 
* * * * 
 
No, él no iba a meterse en ese lío. Shadow pensó para sí mismo 
mientras se alejaba de la puerta de Angelo y regresaba desde la 
sala de emergencias hacia la salida. Solo esperaba que el bebé 
viniera pronto, para que Angelo y Morgan pudieran volver a ser la 
pareja maravillosa y amorosa que eran. 
Shadow bajó del bordillo y se dirigió a su coche patrulla, luego 
se deslizó dentro. Después de girarel encendido, abrió el 
micrófono y envió un mensaje por radio. 
—Delta siete cuatro. 
Voz del operador: 
—Delta siete cuatro. 
—Delta siete cuatro, Angelo está en el hospital y está siendo 
atendido. Delta siete cuatro, código doce, —respondió Shadow. 
—Delta siete cuatro, código doce, recibido. Le notificaré al jefe 
sobre Ang, —la voz del operador respondió. —Continúa en la ruta 
designada en Mountain Pass, ¿recibido? 
—Delta siete cuatro, recibido. —Shadow devolvió el micrófono a 
su soporte y puso el coche en marcha. Salió del aparcamiento y se 
dirigió a la carretera principal en dirección a Crystal. Dios, este 
trabajo era aburrido. Claro que le gustaba tener algo que hacer y 
unirse a la policía de Crystal había sido un hecho en ese 
momento, ya que no tenía nada mejor que hacer cuando se mudó 
aquí, pero maldita sea, Shadow perdió la batalla. 
Al igual que Savage, Shadow había pasado muchos años en un 
ejército u otro desde la Guerra Civil Americana, cuando se unió a 
la Milicia. Ser paranormal le había brindado esa oportunidad y 
Shadow había aprovechado cada oportunidad que tuvo. Le 
encantaba ser soldado, le daba un propósito en la vida. 
 
 
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A pesar de que su último periodo de servicio con Wade y los 
muchachos, lo hizo sentir como si hubiera cumplido con su 
tiempo, que ya era suficiente y que quería comenzar a vivir de 
verdad, Shadow estuvo feliz cuando fueron abordados para el 
equipo de Black Ops. Su pensamiento fue que él tendría lo mejor 
de ambos mundos. Pero desde la última misión en Sudamérica, 
cuando todo había ido FUBAR2, y descubrieron que alguien 
estaba detrás de su equipo, Shadow supo que era hora de alejarse 
de esa vida para siempre y tratar de encontrar algo más. 
Al principio, pensó que unirse al departamento de policía sería 
una gran opción para darle el subidón por el que vivía. Esa 
sensación de que estaba haciendo algo bueno en el mundo, algo 
correcto y retribuyendo, pero una vez que llegó al trabajo, 
rápidamente se dio cuenta de que había cometido un grave error. 
No es que ser un oficial de policía no fuera una profesión buena 
y honorable, porque Shadow no tenía nada más que respeto por 
los hombres y mujeres de azul, pero no era para él. Claro que era 
un tipo rudo y entrenado mejor de lo que cualquier entrenamiento 
policial podría enseñarle, pero en un pueblo pequeño como 
Crystal, donde los paranormales eran los mejores de la cadena 
alimenticia y los líderes del consejo paranormal vivían, no había 
mucha acción en el día a día. 
Ahora, ir a sentarse en el costado de la carretera principal entre 
Crystal y Maddox, fue como caer en el abismo. Muy pocos coches 
usaban el paso y los que lo hacían normalmente se mantenían en 
el límite de velocidad debido a los giros y vueltas. Así que era muy 
raro que en realidad tuviera que detener a alguien y ponerle una 
multa. 
Pero, esta era la vida que eligió por ahora. Hizo una promesa y 
la honraría. Al menos hasta que hablara con Nash y Wade acerca 
de no hacerlo más, y Nash pudiera encontrar un reemplazo. Lo 
que haría después de eso, Shadow no tenía ni idea, pero estaba 
 
2 Fucked Up Beyond All Recognition, Severamente dañado, hecho mierda 
Fuente:wiktionary. 
 
 
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seguro de que podría averiguar algo. ¿Tal vez necesitaba llamar a 
su mejor amigo Snake y salir a tomar unas cervezas? Snake era el 
mejor amigo que Shadow había encontrado en su larga vida y el 
hombre nunca lo decepcionó. Snake lo ayudaría a aclarar su 
cabeza. 
Sintiéndose un poco mejor ahora que tenía un plan para hablar 
con su amigo sobre todo, Shadow giró a la derecha y se dirigió por 
el largo y desierto camino. A medida que pasaban los kilómetros, 
los pensamientos de Shadow se volvieron hacia una voz 
increíblemente hermosa que lo había atraído como la miel a una 
abeja. 
Cuando escuchó esa voz por primera vez, algo dentro de él lo 
hizo buscarla. Shadow no tenía ni idea de lo que estaba 
sucediendo, todo lo que supo en ese momento era que tenía que 
llegar hasta quienquiera que estuviera cantando. Sus pies se 
habían movido por su cuenta, en contra de su voluntad, pero 
¿había sido realmente su voluntad? 
La voz era cautivadora, fascinante y casi etérea. Lo había 
cautivado, como si estuviera embrujado, y la atracción por 
encontrar la fuente fue demasiado grande. Cuando Shadow se 
acercó a la puerta y vio a su amigo Asbuth junto con sus nuevos 
compañeros allí, de repente se dio cuenta de en qué habitación 
estaba de pie. El pequeño humano que era hermano, o como un 
hermano, del compañero dragón de Asbuth. Pero luego estaba el 
ave cantora, sentada junto a la cama, derramando su corazón con 
las palabras que cantaba. 
Shadow pudo escuchar toda la angustia y el dolor, con un toque 
de remordimiento, como el deslizamiento de una mujer; como 
pensó primero, le cantaba al hombre inconsciente en la cama. De 
repente, la mujer se puso de pie de un salto y su voz se hizo más 
fuerte y más triste, y Shadow sintió la necesidad de acercarse a 
ella y rodearla con sus brazos. Para quitarle el sufrimiento. 
Pero cuando bajó la voz al final, lo oyó, los agudos tonos de la 
voz de un hombre se mezclaban y Shadow lo supo. La notable voz 
 
 
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pertenecía a un hombre, no a una mujer, y Shadow miró la forma 
con más interés. 
No es que no le gustaran las mujeres, porque pensaba que 
estaban bien, agradables, pero solo se sentía atraído por los 
hombres. Esa fue una de las razones por las que se sintió tan 
aliviado al ser colocado en el equipo de Wade. Una fuerza de élite 
de Navy SEAL compuesta solo de homosexuales. Nunca antes se 
había oído hablar de ellos, y aún tenían que vigilar quién se 
enteraba, pero les hacía la vida más fácil. La confianza, el vínculo 
que forjaron fue inquebrantable. 
La canción se detuvo, y Shadow de repente se dio cuenta de que 
no había sido el único atraído por la voz. Al menos de veinte a 
treinta personas estaban a su alrededor, todas cautivadas por la 
voz del pequeño humano. 
Cuando el hombre se volvió, Shadow pensó que se tragaría su 
propia lengua. Nunca en toda su larga vida había visto a ningún 
hombre, ni a nadie, tan asombroso como el humano que ahora lo 
estaba mirando. 
A medida que la extraordinaria criatura se acercaba, Shadow 
notó sus increíbles ojos plateados, sus labios gruesos, suaves y 
rosados, sus pómulos altos y su largo cabello rubio platino con 
una única franja de color rosa a un lado. La belleza era por lo 
menos treinta centímetros más bajo que su propio metro noventa 
y uno, y tenía que pesar más de cuarenta y cinco kilos menos que 
sus ciento nueve kilos. 
Cuando el hombre se acercó, Shadow no pudo evitar tocar. 
Levantó la mano y la ahuecó en la mejilla del hombre, y un rayo 
de luz recorrió su cuerpo. Al instante supo ante quién estaba de 
pie. Quién era al que estaba tocando. Su compañero. 
En ese momento de conocimiento, Shadow supo que tenía que 
escapar. No había manera de que pudiera tomar un compañero. 
No ahora, y tal vez nunca. Así que hizo lo único en lo que sabía 
que era bueno, se volvió y desapareció, pero el pequeño atrevido lo 
había encontrado. Nadie lo había encontrado si Shadow no había 
 
 
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querido que lo hicieran, pero este increíble hombre lo había 
hecho. 
Sinceramente, no era como si se hubiera ido como un guerrero 
furtivo, pero con la multitud que rodeaba la puerta, Shadow 
confió en que llegaría al ascensor y se iría rápidamente antes de 
que alguien lo viera. Y a pesar de que Shadow había estado 
impresionado de que su compañero lo hubiera encontrado, supo 
que no podían estar juntos. Shadow se había alejado y así era 
como pretendía que se quedara. 
 
 
 
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Capítulo 3 
 
—¡Oh, mis putos dioses, sácalo! —Gritó Angelo mientras 
apretaba con más fuerza la mano de Morgan. 
—Estás bien, Ángel, solo respira, —Morgan lo alentó mientras 
sosteníaa Angelo en posición sentada y le frotaba la parte baja de 
la espalda. 
—¡Joder, respira tú! ¿No deberías estar abriéndome ahora, Rob? 
¿Qué demonios? —Siseó Angelo con los dientes apretados. 
—Considerando que, como ya me has informado muchas veces 
en la última hora, en realidad no eres una mujer, no vas a 
empujar, por lo que lo estoy vigilando y esperando algún tipo de 
señal, como una bolsa o una hendidura o algo formándose, —Rob 
respondió. 
—¿Estás... esperando? ¡Estás esperando! Lo mataré, —gritó 
Angelo mientras intentaba agarrar a Rob, pero Morgan rodeó con 
sus brazos el pecho de Angelo y lo abrazó con fuerza. —Deja de 
sujetarme, Morgan. ¡Necesito empujar sus dientes a través de la 
parte posterior de su cabeza! 
Angelo hizo todo lo posible por respirar a través de la siguiente 
contracción, pero se estaban volviendo tan seguidas que apenas 
podía pensar y mucho menos respirar. Sabía que Morgan se 
estaba tomando su trabajo en serio y se sentía horrible por las 
cosas que estaba diciendo. De repente, las lágrimas comenzaron a 
caer mientras lloriqueaba: 
—Lo siento, Morgan. Te quiero. Lo siento mucho por decir cosas 
tan odiosas. 
—Lo sé, cariño. Está bien. Sé que esto no es fácil para ti, —dijo 
Morgan mientras besaba suavemente la frente sudorosa de 
Angelo. 
 
 
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Justo entonces otro dolor golpeó a Angelo y gritó: 
—¿Cómo coño lo sabes? ¡Te quedas de pie ahí y eres todo 
consuelo y esa mierda, mientras nuestro hijo está tratando de 
arrancar mis entrañas! 
Morgan miró a Doc Rob. 
—Seguramente tiene que haber algo que puedas hacer ¿no? 
—Yo me he puesto en contacto con Ezra y él iba a ver si Helio y 
Briar podrían ayudar con el parto de Angelo, —declaró Doc Rob. 
El grito de agonía de Angelo casi evitó que los tres hombres 
escucharan a los dos hombres justo afuera de la puerta. 
—No quiero, —dijo la suave voz de Helio desde el pasillo. 
—Pero tenemos que hacerlo, Helio, o ese bebé no saldrá, —
argumentó Briar. 
—Bevis y Butthead, traed vuestros pequeños culos aquí y haced 
algo. ¡Ahora! —Ordenó Angelo. 
Helio tropezó por la puerta primero, siendo empujado por Briar 
quien lo seguía de cerca. Los dos dragones mariposa estaban 
pálidos y parecían muertos de miedo. Angelo no quería que 
tuvieran miedo, pero quería que la bestia dentro de él, que se 
sentía como si estuviera arañando su estómago, saliera. 
—Helio, Briar, decidme que sabéis cómo sacar a este bebé, —les 
pidió Angelo mientras jadeaba, el sudor rodaba por su cara y le 
picaba los ojos. 
—Um... nosotros... um, —dijo Helio. 
—¿Qué pasa, caballero? —Preguntó Rob. 
—Bueno, ya ves, cuando concedimos tu deseo, realmente no... 
um... —dijo Briar. 
Los ojos de Angelo se abrieron de par en par cuando lo que 
sabía que estaban tratando de decir se le ocurrió. 
—No lo sabéis. Simplemente pusisteis a este bebé dentro de mí 
y no tenéis ni idea de cómo va a salir. ¡Oh, mis putos dioses, voy a 
morir así! 
Briar puso los ojos en blanco, diciendo: 
 
 
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—Técnicamente no pusimos al niño dentro de ti. Solo te dimos 
la posibilidad de tener hijos y... 
—¡Cállate y haz algo! —Gritó Angelo cuando otro dolor lo golpeó, 
jadeó y rodó de lado a lado. 
—Cálmate, Ángel, no vas a morir así, —dijo Morgan, tratando de 
calmarlo suavemente. 
Angelo gruñó: 
—¿Me acabas de decir que me calme? Sé que no me has dicho 
que me calmara, Morgan. Tengo una idea. ¿Qué tal si te agarro 
por la polla, tiro de ella para que pueda envolverla alrededor de tu 
garganta y te pongo duro hasta que te ahogues, y luego yo te digo 
a ti que te calmes, eh? ¿Eso te suena bien? 
Morgan se estremeció, luego se volvió hacia los gemelos 
mariposa. 
—Vale, entonces esto está sucediendo. Este bebé está listo para 
salir, así que tenemos que hacer algo. Viendo que vosotros dos 
fuisteis tan generosos al darnos este maravilloso regalo, ¿hay algo 
que podáis hacer para ayudar a que nazca nuestro bebé? 
—Um... —Helio arrugó la cara como si estuviera pensando 
realmente duro, luego de repente sonrió cuando se encontró con 
la mirada de Angelo. —Puedo quitar el dolor, —anunció 
alegremente. 
Angelo gruñó mientras enseñaba los dientes. 
—Y simplemente me lo dices ahora… a…a…ay, ay, ay, ¡hijo de 
puta! —Gritó mientras se doblaba, apretándose el estómago. 
Helio se movió rápidamente al lado de Angelo y colocó las 
manos sobre su estómago y de repente la sensación desapareció. 
No había dolor, ni calambres, nada. Angelo se incorporó y suspiró 
aliviado. 
—Gracias. 
—De nada, —respondió Helio con una sonrisa y se alejó. 
—¿Y ahora qué? —Preguntó Rob. 
—Ahora, creo que dejamos que la madre naturaleza siga su 
curso, —respondió Briar y señaló el estómago de Angelo. 
 
 
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Angelo miró hacia donde Briar estaba señalando y vio que una 
pequeña luz blanca aparecía en su abdomen, luego comenzó a 
expandirse. A medida que crecía, la luz se volvió más brillante y 
de repente se los tragó tanto a él como a Morgan. Angelo todavía 
podía ver débilmente a los otros que estaban de pie alrededor de 
su cama, observando atentamente, sus ojos clavados mientras 
sus miradas se mantenían enfocadas en la luz. 
Un suave zumbido llegó y Angelo volvió a mirar su vientre. Hubo 
una extraña vibración que comenzó a latir a través de él y Angelo 
agarró la mano de Morgan con fuerza. 
—¿Qué es eso, Morgan? —Preguntó Angelo. Se sentía extraño 
no tener preocupaciones sobre lo que estaba sucediendo. Una ola 
de paz y tranquilidad se apoderó de él y, de repente, Angelo se 
llenó de amor. Podía sentir cada fibra de su ser consumido por 
ello. 
—No lo sé, mi amor, pero puedo sentirlo. No sé cómo, pero 
puedo sentir todo lo que está sucediendo dentro de ti, —respondió 
Morgan mientras apartaba un mechón de cabello de Angelo de su 
frente y luego le daba un suave beso allí. 
Cuando Morgan se retiró, Angelo pudo ver las lágrimas de 
alegría en los ojos de su compañero y supo que todo el dolor que 
había sufrido había valido la pena por sentir lo que estaba 
experimentando ahora, y por ver esa mirada en los hermosos ojos 
de Morgan. Le daría a su compañero mil bebés solo por ver esa 
mirada otra vez, por sentir todo el amor derramándose de Morgan 
hacia él. 
La luz pulsó y ambos volvieron a mirar hacia su vientre justo a 
tiempo para ver lo que parecía una pequeña llama aparecer 
mágicamente a través de su carne, pero no había ninguna herida. 
La llama bailaba en brillantes colores verde mar y púrpura 
mientras se arremolinaban juntos, levantándose de su cuerpo. 
Morgan deslizó más su brazo alrededor de los hombros de 
Angelo y lo sostuvo con fuerza mientras ambos miraban con 
asombro. 
 
 
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La llama creció, girando y parpadeando, pero Angelo no podía 
sentir el calor o el frío que venía de ella. Cuando los colores se 
envolvieron alrededor de ambos, el púrpura se volvió un color 
profundo y rico que recordó a Angelo el dragón de Morgan. El 
verde mar se arremolinó alrededor del exterior de la llama, luego 
giró y se estrelló en el centro del púrpura, causando una chispa, 
como una pequeña explosión. La luz que emitía la llama era casi 
cegadora y Angelo cerró los ojos ligeramente y volvió la cara, pero 
no quería perderse nada. 
Cuando la luz verde mar y púrpura se desvaneció, Angelo notó 
que su estómago había vuelto a su tamaño normal, ya no parecía 
como si se hubiera tragado una pelota de baloncesto, y un 
pequeño fénix de color verde mar con alas de color púrpura 
oscuro y púas de color púrpura que descendían desde la corona 
de su cabeza, a lo largo de su espina dorsal hasta la punta de su 
cola, todo consumido en llamas, yacía sobre su estómago, 
acurrucado en una bola, durmiendo pacíficamente. 
Angelo y Morgan se acercaron al mismo tiempo y juntos tocaron 
suavemente a su cría. Una vez que ambos hicieron contacto, la 
llama volvió a brillar en un destello, cegándolos, luego en un abrir 
y cerrar de ojos desapareció, y el bebé humano más perfecto y 
hermoso que Angelo habíavisto jamás se acurrucó sobre él. 
—Oh mis dioses, Morgan, —susurró Angelo mientras las 
lágrimas corrían por sus mejillas. 
Morgan sacó el brazo de alrededor de Angelo y se acercó al bebé, 
luego deslizó las manos debajo del niño dormido y lo levantó en 
sus brazos, sosteniéndolo cerca de su pecho mientras miraba a su 
hijo con asombro. 
Angelo sintió de inmediato la pérdida de la conexión que había 
sentido al instante con su hijo y quiso gritarle a Morgan para que 
devolviera al bebé, pero Angelo sabía que su compañero también 
necesitaba sentir esa conexión con su bebé. 
Angelo se quedó paralizado por el par mientras su mirada 
vagaba sobre su bebé. Su hijo tenía una cabeza de un hermoso 
 
 
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cabello castaño oscuro y una hermosa piel impecable color café 
con leche. Era más claro que el impresionante Moka de Morgan y 
más oscuro que su propia piel aceitunada. Era la combinación 
perfecta de ambos. Más lágrimas se acumularon en sus ojos 
mientras los observaba juntos, notando el amor puro que venía de 
los ojos de Morgan mientras miraba a su hijo. 
Morgan se inclinó y dio un suave beso en la parte superior de la 
cabeza del bebé, luego se volvió hacia él y se acercó. Cuando sus 
miradas se encontraron, Angelo sonrió a través de sus lágrimas al 
ver todo el amor, la devoción y la felicidad en los ojos de su 
compañero. Morgan apartó suavemente al bebé de su cuerpo y lo 
puso sobre el pecho de Angelo. Este inmediatamente rodeó con los 
brazos a su hijo y cerró los ojos, tomando el momento y 
grabándolo en su memoria para siempre. 
—Un hijo, Ángel. Nos has dado un hijo, —declaró Morgan en un 
susurro, su voz ahogada por la emoción. 
Los ojos de Angelo se abrieron de golpe y se encontraron con la 
mirada acuosa de Morgan. 
—¿Un hijo? 
Morgan besó su frente, manteniendo sus labios allí mientras 
susurraba: 
—Sí, mi amor, un hijo. Te amo mucho, Angelo, te amo. 
—Yo también te amo, Morgan. Gracias por darnos un hijo, —
dijo Angelo mientras lloraba, luego miró a su bebé y se quedó sin 
aliento. 
Los ojos de su hijo estaban abiertos, y él estaba mirando 
directamente a Angelo con ojos familiares. Su hijo tenía los 
hermosos ojos púrpuras de Morgan. 
—¿Cómo deberíamos llamar al bebé más perfecto que jamás 
haya nacido, Ángel? —Preguntó Morgan mientras se sentaba en la 
cama a su lado, rodeando con un brazo sus hombros, mientras 
extendía la mano para acariciar suavemente la espalda de su hijo. 
 
 
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—Buena pregunta, papá, —dijo Manny, y Angelo levantó la vista 
para ver a Manny y Frankie que estaban cerca con Helio, Briar y 
Rob a su lado. 
—No estoy seguro. Manny, ven a conocer a tu hermanito, —dijo 
Angelo mientras le sonreía a su otro hijo. 
Manny se acercó y le dio a Morgan un abrazo y un beso antes 
de hacer lo mismo con él, luego se inclinó y dio un suave beso en 
la cabeza del bebé. 
—Es tan bonito. Hola, pequeño cacahuete, todos nos hemos 
estado muriendo por conocerte, —susurró Manny. 
—Creo que Peanut3 es un gran nombre, —contestó Helio y todos 
se volvieron a mirarlo, sus expresiones mostraban su confusión. 
Angelo se rio mientras miraba al hermoso dragón mariposa. 
—No estoy seguro de si Peanut es un nombre apropiado, pero 
realmente me gusta como apodo. Gracias, Helio, Briar, por darnos 
este regalo. No sé cómo pagaros alguna vez. 
Briar sonrió y lo desestimó. 
—No hay nada que pagar, sois familia y Helio y yo estuvimos 
encantados de ayudarte a obtener lo que más querías. 
—Sólo sed padres maravillosos para mi pequeño Peanut y eso 
será un agradecimiento suficiente, —dijo Helio mientras se 
sentaba al otro lado de Angelo y comenzaba a arrullar al bebé. 
—Oh y recuerda que puedes tener otro hijo cada dos años. Sin 
embargo, si no deseas reproducirte en ese momento, debes 
agregar un toque de jengibre a tu dieta todos los días, —Briar 
declaró. 
Manny soltó una risita. 
—Supongo que ya sé qué regalarte para Navidad. 
—¿Qué? —Preguntó Angelo con confusión. 
—Una casita de jengibre y pan de jengibre y jengibre... 
 
 
3 Peanut, cacahuete, maní, cacahuate… 
 
 
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Capítulo 4 
 
Deja agarró su reproductor de MP3 para prepararse para lo que 
necesitaba hacer. Esto siempre hacía que el tiempo de limpieza 
fuera menos mundano y realmente divertido, y esta casa 
necesitaba limpieza. Suneth había insistido en que él y sus 
hermanos se mudaran a su casa para ayudar a cuidar a Vano. 
Lon y Deja habían discutido al principio, pero Vano prácticamente 
les rogó que aceptaran a la oferta de Suneth. No le gustaba estar 
en el hospital y, como Cas se había unido a Asbuth, Benji y 
Robert, eso permitiría que Vano saliera del hospital más rápido ya 
que Rob era su médico. 
—Deja, ¿qué estás haciendo? —Preguntó Vano mientras Qavex 
lo ayudaba a bajar las escaleras. 
—¿Qué parece que estoy haciendo? Suneth se niega a aceptar 
dinero por quedarnos aquí, así que lo menos que puedo hacer es 
limpiar el lugar, —insistió Deja, colocándose los auriculares en los 
oídos y agarrando el plumero. 
—¿Realmente crees que es una buena idea, Deja? —Preguntó 
Vano. 
Deja suspiró. Ninguno de sus hermanos entendió nunca la 
necesidad de Deja de cantar y bailar en la casa. No era algo que él 
eligiera hacer tanto como que necesitaba hacerlo. 
Deja había descubierto años atrás, que cuando estaba molesto, 
herido o melancólico, todo lo que tenía que hacer era elegir una 
canción y poner todo lo que sentía en ella. Como una persona en 
diálisis... una vez que terminaba, era como si su mente y todo su 
cuerpo estuvieran limpios. 
 
 
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—Podríamos hablar de lo que sea... 
Sacudiendo la cabeza, Deja respondió: 
—Necesito esto, Vano. Solo relájate y disfruta. 
Qavex ayudó a Vano a sentarse en una silla, diciendo: 
—Siento que me estoy perdiendo algo. Deja, no es necesario que 
hagas esto. Tu hermano está emparejado con el mío, y eso te 
convierte en familia. 
—Gracias, Q, pero no tengo problemas para ayudar. Además, 
estoy a punto de menearme con eso, así que no te preocupes, —
dijo Deja con una sonrisa brillante presionando el botón de 
reproducción. 
—¿Menearte qué con... eh? —Preguntó Qavex confundido. 
Vano se rio. 
—Sólo siéntate y mira. Demonios, solía hacer un lío solo para 
verlo limpiar. 
Deja los ignoró tan pronto como "Up town Funk" de Bruno Mars 
se puso en marcha y comenzó a moverse. 
—¡Santa mierda! —Jadeó Qavex cuando Deja comenzó a mover 
el culo, cantando y moviéndose al ritmo, con el plumero en la 
mano. 
—Don’t believe me just watch… (No me creas solo mira…) —
Deja cantó mientras se contoneaba y sacudía. 
Estaba bailando y cantando mientras limpiaba, nunca escuchó 
a nadie más entrar. Hizo un barrido, dio un paso con una pierna, 
luego la otra, después dio un suave golpe en el pecho: 
—¡Hey, hey wow! —cantó, haciendo un spagat para volver a 
deslizarse rápidamente y dar un paso a la izquierda y luego a la 
derecha, limpiando cada superficie que pudiera ver. Luego, 
rápidamente recogió el aspirador, mientras continuaba con 
Bruno: Just the Way You Are (Tal como eres). 
No había nada como limpiar con Bruno Mars. Sus canciones 
siempre eran tan optimistas. Sin embargo, esta canción hizo que 
Deja pensara en Shadow. 
 
 
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Asbuth le había contado a Deja todo lo que sabía sobre el 
hombre, y Deja estuvo muy emocionado de que Shadow realmente 
viviera en casa de Suneth con sus amigos desde que llegó a 
Crystal. Pensó que les daría una gran oportunidad para conocerse 
mejor. Sin embargo, Shadow se negaba a permanecer en una 
habitación con Deja durante más de dos minutos. 
Parecía que su hombre sexy solía estar en el ejército y fue un 
soldado de Black Ops con Wade y sus otros amigos. Deja sabía 
que el hombre debía haber visto muchas cosas dolorosas y 
horribles en la vida, y nada quería más que ayudarlo a superar su 
angustia, pero Shadow no le daba a Deja ni la hora. 
Habían llegadohace aproximadamente un mes y Shadow aún 
tenía que decirle una palabra. Apestaba, pero Deja sabía que las 
cosas se resolverían al final. Tenían que hacerlo. Era el 
compañero de Shadow... o al menos realmente creía que lo era. La 
cosa era que el rechazo del hombre dolía. Por eso necesitaba esta 
limpieza. 
Deja siempre había sido una persona positiva, pero 
últimamente había empezado a dudar de que alguna vez fuera 
capaz de capturar la atención de Shadow... y eso no funcionaría. 
Tenía que ser optimista tanto por él como por su pareja. 
Girando el aspirador, empezó “Grenade” y Deja no se perdió un 
compás mientras se movía hacia el profundo retumbar del bajo 
con el aspirador como su compañero de baile, fingiendo que eran 
él y Shadow en la pista de baile. Como de costumbre, el ritmo se 
apoderó de Deja y pronto se movió y disfrutó la canción, 
ignorando el mundo a su alrededor mientras pensaba en Shadow. 
Permitió que el dolor por el rechazo de su compañero lo abarcara 
e hizo lo que siempre hacía... dejar que su dolor y su devastación 
fueran liberados a través de la canción. 
—…I would go through all this pain, take a bullet straight through 
the brain… (Pasaría por todo este dolor, recibiría una bala 
atravesando el cerebro…) 
 
 
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La paz comenzó a fluir de nuevo hacia Deja mientras 
continuaba: 
—Yes I would die for you baby, but you won’t do the same... (Sí, 
moriría por ti, bebé, pero tú no harás lo mismo…) —Deja cantó 
y giró para agarrar el aspirador una vez más. —¡Oh! Eh... hola. 
Deja pudo sentir su cara calentándose mientras miraba la 
habitación que ahora estaba llena. Suneth y todos sus hombres, 
así como Wade y todos los suyos, estaban de pie mirándolo. 
Avergonzado por tener a tanta gente de pie mirándolo, Deja se 
decidió por el más pequeño del grupo para centrarse. Él estaba 
aplaudiendo y sonriendo. 
—Yorkie, canta más hermoso que un ruiseñor. ¿Podemos 
quedárnoslo? 
—Pepita, este es Deja, el hermano de Casius, no uno de tus 
bebés, —replicó York, con una pequeña sonrisa. 
—Debo decir que si así es como limpias una casa, siéntete libre 
de detenerte en mi habitación en cualquier momento, —dijo Six. 
Wade golpeó al chico en la parte posterior de la cabeza. 
—Cállate, Six. 
—Mierda, estoy con Six. Él puede limpiar mi habitación 
cualquier día de la semana. Él es... Ay, maldición, Wade, esa 
mierda duele. 
—No tanto como lo harán tus bolas si Spike te oye decir esa 
mierda, Flyer, —insistió Wade. 
Suspirando, Sylux dijo: 
—Podría tener creciendo la mierda solo para ver eso otra vez. 
Un fuerte gruñido en la parte de atrás llamó la atención de 
Deja. Mirando hacia la dirección de la que provenía el sonido, 
notó por primera vez que Shadow estaba en la habitación. Al 
darse cuenta de que el hombre magnífico había estado allí 
viéndolo, Deja sintió una sensación de hormigueo, hasta que vio 
la ira en los ojos del hombre. 
—¿Qué demonios, Shadow? Grúñeme otra vez y vamos a tener 
un problema muy rápido, —espetó Sylux. 
 
 
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Mirando a otro lado Deja susurró: 
—Lamento haber interrumpido lo que sea que estuvierais 
haciendo. En realidad debería irme y prepararme para el trabajo. 
Agarrando el aspirador, Deja rápidamente salió de la 
habitación. No quería ver a nadie en ese momento, así que tomó 
las escaleras de la cocina, subió a su habitación y luego cerró la 
puerta rápidamente. 
Después de una ducha rápida, Deja terminó de prepararse para 
el trabajo y se fue, agradecido de que nadie lo viera. Mientras 
caminaba por el largo camino, una camioneta se detuvo a su lado. 
—¿Necesitas que te lleve al trabajo? 
Volviéndose hacia la voz familiar, Deja se sorprendió al ver a 
Timmy sosteniendo la puerta de la camioneta abierta. Sacudiendo 
la cabeza, Deja respondió: 
—No quiero ser ningún problema. 
—Ningún problema. Mi Yorkie me llevaba a Twixie’s para una 
hamburguesa. Vamos, puedes venir con nosotros, —insistió 
Timmy. 
Había algo en el pequeño hombre que hizo que Deja se sintiera 
mal por rechazar la amable oferta. 
—Gracias. 
Subiéndose a la camioneta, Deja miró por la ventanilla del 
pasajero, contemplando la belleza de la tierra. Los caballos 
corrían al lado de la camioneta y pudo ver lo que parecía un 
campo de aviación más lejos. Los campos tenían cultivos 
creciendo, pero Deja no tenía ni idea de qué tipo. No importaba, 
todo era tan hermoso. 
—Me gusta la forma en que cantas, —dijo Timmy. 
Volviéndose a mirar a Timmy, Deja pudo ver sus mejillas 
sonrojarse y Deja no pudo evitar sonreír. 
—Gracias. 
—También me gusta tu forma de bailar. ¿Crees que podrías 
enseñarme a bailar? —Timmy preguntó, luego añadió 
rápidamente: —Yorkie a veces me lleva a lo de Jagger en Maddox, 
 
 
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pero no sé cómo bailar y no quiero avergonzar a Yorkie. Así que 
me siento y observo a todos los demás. 
—Pepita, nunca me podrías avergonzar. Te lo he dicho muchas 
veces, —replicó York. 
Deja vio la mirada de amor y devoción que los dos hombres se 
tenían el uno por el otro y un pequeño dolor se formó en su 
pecho. Él quería eso. Quería que alguien lo mirara como si el sol 
saliera y se pusiera sobre sus hombros, pero a la velocidad a la 
que las cosas iban con Shadow, Deja dudó que fuera algo que le 
pasara pronto en algún momento. 
—Me encantaría enseñarte a bailar, Timmy, —contestó Deja. 
Timmy saltó arriba y abajo en su asiento, sonriendo 
ampliamente a York. 
—¿Has oído eso, Yorkie? Deja ha dicho que me enseñaría a 
bailar. 
Sonriendo una vez más, York respondió: 
—Estoy sentado aquí, Pepita y eso es muy amable, Deja. 
—¿Puedes enseñarme a cantar también? Jagger está hablando 
de tener una noche de karaoke en su club y quiero cantar una 
canción para Yorkie, pero... bueno, tampoco soy muy bueno en 
eso. 
Deja odió ver la cara triste de Timmy. No encajaba bien con la 
personalidad del hombre y, para ser franco, le dolía el corazón. 
—Timmy, cualquiera puede cantar una canción. No estoy 
diciendo que alguien pueda mantener una melodía, pero lo 
importante es cómo lo cantas. 
—No lo entiendo, —dijo Timmy confundido. 
—Una canción viene del corazón, Timmy. Una canción está 
destinada a hacerte no solo a ti, sino a quienes la escuchan, 
sentir. Cada canción debería significar algo para ti, de lo contrario 
es solo una canción. No sé si lo que digo tiene algún sentido, 
pero... bueno para mí... cuando estoy de bajón y canto una 
canción, pongo todo mi dolor y angustia en las palabras. Para 
cuando termino, he compartido mi dolor con muchos y ya no me 
 
 
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siento como si estuviera soportando esa carga solo. Quita la 
oscuridad e introduce la luz... ¿Eso tiene sentido? 
Asintiendo, Timmy dijo: 
—Entonces, ¿cualquier canción que cante para Yorkie tiene que 
ser una de mi corazón? 
—Sí. Si eso es lo que quieres, pero puede ser una canción tonta 
porque quieres hacerlo reír, o una canción feliz, para que sonría 
seguro. Todo depende de lo que quieras decirle, —contestó Deja. 
Deja se sorprendió cuando se detuvieron, y se dio cuenta de que 
ya estaban en Twixie’s. York ni siquiera había terminado de 
aparcar la camioneta cuando agarró a Timmy susurrando: 
—Me encantará cualquier canción que cantes porque tú eres el 
que la canta. —Luego, acercó sus labios a los de Timmy diciendo 
con voz ronca. —Te amo, Pepita. 
—Yo también te amo, Yorkie, —dijo Timmy suavemente, 
sorbiéndose la nariz. 
Deja salió dándoles las gracias, pero dudaba de que los dos 
hombres lo escucharan mientras se besaban, y Timmy 
prácticamente se arrastrara por el enorme cuerpo de York. 
Sacudiendo la cabeza, Deja entró en el restaurante y, como de 
costumbre, estaba lleno. Se sorprendió al ver a tanta gente un 
lunes por la noche. Sí, el lugar estaba normalmente concurrido, 
pero mierda, no había una mesa vacía. 
—Está lleno en serio aquí. 
—Dímelo a mí. Me han acribillado desde que entré por la 
puerta. Demonios, he tenido que llamar a Nash y decirle que no 
podía cenar con él esta noche.No hay manera de que pueda 
tomarme el tiempo, —dijo Toby mientras se apresuraba para 
terminar de hacer un plato y golpeaba la campana para que se 
sirviera. 
Twix entró en la parte de atrás, sonriendo. 
—Hola, Deja, me alegro de verte aquí un poco temprano. ¿Te 
importa simplemente entrar y comenzar? Sé que tienes quince 
minutos más, pero... 
 
 
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—No, estoy bien, —contestó rápidamente Deja mientras fichaba, 
luego corrió a las mesas para recoger los platos sucios para 
lavarlos, sonriendo de par en par cuando escuchó la radio en el 
techo y una de sus canciones favoritas de Bette Midler comenzó a 
sonar. Incapaz de controlarse, Deja comenzó su canto: 
—Oh, the sun beats down… (Oh, el sol golpea…) 
Deja se movió con el ritmo de una mesa a otra a medida que la 
canción se hacía más poderosa. 
—Under the boardwalk, down by the sea… (Bajo el malecón, 
abajo junto al mar…) 
Como siempre ocurría cuando cantaba, Deja se olvidó del 
mundo que lo rodeaba mientras seguía cantando y se encaminaba 
hacia la parte de atrás. Sonriendo mientras aparecía una imagen 
de él y Shadow en una playa haciendo el amor bajo las estrellas 
mientras el agua rodaba lentamente... maldita sea, ahora estaba 
tan duro como el infierno. 
—Deja, ¿puedo verte en mi oficina un minuto? —Preguntó 
Twixie. 
Jadeando, Deja se volvió para preguntar si había algo mal, pero 
el hombre ya estaba entrando en su oficina. Mierda, ¿había hecho 
algo mal? ¿Perdería su trabajo? Por supuesto, ser ayudante de 
camarero y lavaplatos no era su trabajo soñado, pero al menos 
era un trabajo. Solo había estado aquí un par de semanas, pero 
no creía que hubiera hecho nada para que lo despidieran... al 
menos no lo creía. 
—Deja, —Twix gritó una vez más. 
Volviéndose hacia Toby, el hombre se encogió de hombros. 
—No tengo ni idea. 
Poniendo rápidamente el temporizador en el lavaplatos, Deja se 
limpió las manos y lentamente se dirigió a la oficina de Twix. Se 
sorprendió al ver a otros dos hombres en la habitación con Twix. 
El primer tipo era casi tan grande como Illan. Su cabello era 
marrón oscuro con puntas plateadas y la sombra de las cinco le 
daba un aspecto feroz y peligroso. El otro hombre era 
 
 
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aproximadamente quince centímetros más pequeño, con cabello 
negro oscuro y los ojos azul profundo más sorprendentes que 
parecían mirar directamente al alma de Deja. 
—Deja, entra y cierra la puerta, por favor, —ordenó Twix 
ligeramente. 
Lentamente, Deja entró en la oficina, luego cerró la puerta 
cuando Twix lo solicitó, pero no se adentró más en la habitación. 
—¿Hi... hice… algo malo? 
Las facciones de Twix se suavizaron cuando dijo: 
—No, Deja. Lo siento si te he dado esa impresión. Por favor, ven 
y siéntate, me gustaría presentarte a Nick y Jagger. Nick no solo 
es jefe de bomberos en Maddox, sino que también es miembro de 
nuestro Consejo. Jagger es su compañero y dirige “The Cage” en 
Maddox. 
—¿The Cage? —Preguntó Deja con curiosidad. 
Jagger dio un paso adelante, sonriendo. 
—Es un club y la razón por la que estoy aquí, Deja. 
—Oh, ese debe ser el club del que Timmy habló hoy. Dijo que 
ibas a comenzar una noche de karaoke y quería que le enseñara a 
cantar para que pudiera... bueno, no importa. Lo siento, Sr. 
Jagger, pero nunca he estado en su club, así que no entiendo qué 
puedo hacer por usted. 
Jagger se sentó y esperó hasta que Deja hizo lo mismo. 
—Hace unas noches, Rhys acudió a mí y me dijo que tenía que 
venir aquí y revisar al nuevo lavaplatos. 
—Vale, —dijo Deja con confusión. 
—Me dijo que había estado aquí con su hijo y su hija junto con 
sus compañeros. Amelia puede ser un trasto y aparentemente 
estaba teniendo una pequeña rabieta hasta que un maravilloso 
ayudante de camarero entró y comenzó a cantarle, y no solo 
detuvo su rabieta, sino que cambió toda su actitud, —explicó 
Jagger. 
Deja recordó ese día. Había visto a los padres luchando con la 
niña y los demás clientes empezaron a parecer molestos, así que 
 
 
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hizo lo que hacía a menudo cuando estaba con su tribu gitana y 
los niños estaban inquietos por todo el viaje. Iba y se sentaba con 
ellos, cantando hasta que todos eran felices una vez más. 
Se había acercado a los hombres, sonrió mientras acercaba una 
silla, le habló suavemente a la niña y le preguntó si tenía una 
película favorita. Ella había dicho “La bella y la bestia”. Él 
comenzó a cantar la canción del título y ella había aplaudido 
pidiendo otra, así que decidió cantar una canción divertida y Be 
our Guest parecía perfecta. Ella se había reído, aplaudido y 
cantado con él. Para cuando terminó la canción, la pequeña había 
olvidado por completo que estaba enfadada con sus papás, para 
empezar. Deja había estrechado su manita y le había besado los 
nudillos, diciendo que no podía esperar a volver a verla pronto, y 
luego se dio la vuelta y volvió al trabajo. 
—Estaba teniendo un mal día y necesitaba un poco de ánimo. 
Sonriendo, Jagger respondió: 
—No estoy aquí por Amelia. Estoy aquí por ti, Deja. 
Deja miró a Twix completamente confundido. Twix suspiró y se 
sentó hacia delante. 
—Jagger está aquí para ofrecerte un trabajo. 
—Pero ya tengo trabajo aquí. ¿Por qué iría hasta Maddox para 
lavar los platos cuando hago eso aquí? —Respondió Deja. 
Jagger se rio. 
—No estoy aquí para ofrecerte un trabajo de lavaplatos o de 
ayudante de camarero, Deja. Estoy aquí para preguntarte si 
podrías considerar venir a mi club como artista. 
—¿Un artista? —Preguntó Deja todavía completamente 
confundido. 
Asintiendo Jagger dijo: 
—Acabamos de terminar algunas renovaciones en el lugar y 
estamos planeando algunas más. He estado buscando 
entretenimiento en vivo para el club y creo que eres lo que he 
estado buscando. 
—Oh, señor Jagger, yo... 
 
 
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—Jagger, Deja. Mi nombre es Jagger No... Holt. —Jagger se rio 
suavemente. —Perdóname. Recientemente he tomado el apellido 
de mi compañero y todavía me estoy acostumbrando. Sin 
embargo, me gustaría que me llamaras Jagger. 
Asintiendo lentamente, Deja respondió: 
—Jagger. Aprecio lo que estás ofreciendo, pero no sé 
absolutamente nada sobre ser un artista. Me encanta cantar y 
bailar... diablos, necesito cantar y bailar, pero no tengo ni idea de 
cómo montar un espectáculo para que otros lo vean. 
—Bueno, mira, ahí es donde entro yo. Puedo ayudarte con todo 
eso. Deja, juntos podemos montar una banda para que trabajes, e 
incluso bailarines. Tú estarías a cargo de todas las canciones que 
te gustaría interpretar. Sería una vez por semana para eso y 
también me gustaría que estuvieras en primera fila de la noche de 
Karaoke que he planeado. Tú y tus cantantes de respaldo 
ayudaríais con los clientes en el escenario, y cuando haya una 
pausa, podrías completar una canción o dos. El sueldo podemos 
trabajarlo y... 
Deja levantó la mano e impidió que Jagger continuara. 
—Jagger, lo que me estás pidiendo es un sueño que he tenido 
desde que puedo recordar. Sin embargo, no tengo forma de ir y 
venir de Crystal a Maddox y viceversa. 
—Oh, eso no sería un problema, Deja. Nick y yo nos acabamos 
de mudar a la nueva casa que habíamos construido, y nuestro loft 
sobre el club está disponible. Podrías vivir allí, y el transporte ya 
no sería un problema, —insistió Jagger. 
—Oh, no puedo hacer eso. No tengo dinero para pagar... 
—Deja, sería parte de tu contrato. Mientras estés cantando en 
mi club, puedes vivir en el loft, sin pagar alquiler. 
Deja suspiró y se puso de pie. 
—Es extremadamente tentador, Jagger, pero lo siento. No 
podría ir a vivir a Maddox en este momento. Mi hermano acaba de 
salir del hospital y está sanando. No puedo simplemente irme... 
Los ojos de Jagger se entristecieron. 
 
 
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—Sí, Twix nos explicó acerca de Vano. Lamento que no esté 
bien, y entiendo que necesites estar con él... pero también sigo 
mis instintos y ahora mismo están gritando que debo tenerte en 
mi club. 
—Te conseguiremosun coche para volver aquí para visitar a tu 
hermano cuando quieras, —dijo Nick, sin moverse de donde 
estaba. 
El cerebro de Deja debió haberse salido de su boca cuando su 
mandíbula cayó. ¿Eran estos dos hombres serios? Querían que él 
fuera y cantara en su club y estaban dispuestos a pagarle. 
Proporcionar un hogar ¿y un vehículo? ¡De ninguna manera! 
—No sé conducir, señor, pero gracias de todos modos. 
Jagger miró rápidamente a Twix, diciendo: 
—¿Crees que tu padre nos ayudaría con el transporte de Deja? 
Twix frunció los labios. 
—Lo más probable, pero tampoco quiero perder a uno de mis 
mejores empleados. Desde que Deja llegó a mi restaurante, el 
negocio casi se ha duplicado y, a la velocidad en que está 
creciendo, tengo la sensación de que para fin de mes se habrá 
triplicado. 
—Oh, por favor, tu negocio ya era casi más de lo que podías 
manejar. El talento de este hombre necesita ser compartido. 
Sabes que está destinado a cosas más importantes que limpiar 
tus mesas y lavar tus malditos platos, Twix. Puedo darle lo que ha 
estado buscando desde que nació. Demonios, el hombre incluso 
ha dicho que lo que le estaba ofreciendo era como un sueño hecho 
realidad, —dijo Jagger con tal convicción, que Deja pudo jurar 
que era sincero. 
Twix asintió. 
—Lo entiendo, Jagger, pero también te das cuenta de que su 
compañero está aquí en Crystal. 
Deja jadeó, ¿cómo diablos sabe Twix acerca de Shadow? No se lo 
he dicho. 
 
 
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Twix debió haber visto su sorpresa, porque le dirigió a Deja una 
sonrisa triste. 
—Mi compañero es buen amigo de Wade. Le habló de Shadow 
y... 
No queriendo que todos en el universo supieran que su 
compañero lo había rechazado, Deja se puso de pie. 
—Sí, bueno, sea como sea, Shadow ha dado a conocer sus 
sentimientos y no tiene nada que decir sobre lo que hago. —
Volviéndose hacia Jagger, dijo, —Tengo que pensar en tu oferta. 
No sé qué piensas que el padre de Twix puede hacer por mí con 
mis problemas de transporte, pero todavía necesitaría algo de 
tiempo para pensar en lo que estás ofreciendo. 
Jagger se levantó y sacó su billetera, extrajo una tarjeta de 
visita y se la tendió a Deja. 
—Entiendo. Este es mi número y espero saber de ti pronto, 
Deja. Tienes talento y es una pena no compartirlo con tanta gente 
como puedas. Sin embargo, necesito una respuesta dentro de la 
próxima semana. De lo contrario, tendré que intentar buscar a 
alguien más. 
Cogiendo la tarjeta ofrecida, Deja respondió: 
—Dame unos días para pensarlo y te prometo que te lo haré 
saber. 
Deja se fue y volvió a trabajar. Tenía muchas cosas que 
considerar. Lo que Jagger le estaba ofreciendo era algo con lo que 
Deja había soñado en secreto durante todo el tiempo que podía 
recordar. Sin embargo, no le gustaba el hecho de que eso 
significara que tendría que dejar a su familia. Deja nunca había 
estado sin sus hermanos. Puede que no hayan sido hermanos de 
sangre, pero seguían siendo hermanos del corazón, y Vano lo 
necesitaba, al igual que Lon y Casius. Por otro lado, estaba 
Shadow. Por mucho que Deja insistiera que el hombre no tenía 
nada que decir sobre lo que hacía con su vida, Deja todavía no 
podía dejar de preguntarse qué pensaría Shadow si se fuera. 
¿Estaría molesto? ¿Feliz? Mierda, tenía mucho que considerar. 
 
 
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También tenía que hacer algo que sabía que no iba a ser fácil. 
Tenía que hablar con Shadow. 
 
 
 
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Capítulo 5 
 
Shadow entró a la casa, rogando no encontrarse con Deja. Su 
compañero había estado viviendo bajo el mismo techo que él 
durante más de un mes y estaba volviendo loco a Shadow de 
necesidad. Luchar contra su pantera día tras día se estaba 
volviendo más difícil y, honestamente, no sabía si podría 
continuar su lucha para no reclamar a su compañero. 
Deja parecía estar en todas partes, y la constante erección de 
Shadow era testimonio de ello. Joder, se había corrido con 
imágenes del hombre desde el día que escuchó a Deja cantar a su 
hermano en el hospital. Sin embargo, no era nada comparado con 
el otro día, cuando estaba en una reunión con Suneth, Wade y los 
otros muchachos. Pensando en ello, Shadow no pudo recordar 
haber escuchado al hombre cantar desde entonces. 
Joder, habían estado sentados y planeando qué hacer con el 
senador cuando la dulce voz de Deja los había sorprendido a 
todos. Todos se habían levantado y salieron de la sala de 
conferencias solo para ver a su pequeño compañero en su propio 
mundo, quitando el polvo, cantando y bailando. En el momento 
en que Deja hizo el spagat, Shadow pensó que explotaría en sus 
pantalones justo en ese instante. Las imágenes de la flexibilidad 
de su compañero, y de cuántas maneras podría posicionar a la 
hermosa criatura mientras lo follaba en el colchón, lo habían 
asaltado todo al mismo tiempo. 
Sin querer llamar la atención de su compañero sobre que 
estaba en casa, silenciosamente se dirigió escaleras arriba. 
Shadow era conocido por sus formas de sigilo. Al ser un soldado 
 
 
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la mayor parte de su existencia, Shadow había aprendido a 
esconderse, incluso a simple vista. Si Shadow no quería ser 
visto... no lo era. Funcionó bien para él y su equipo cuando fue 
reclutado para el grupo Black Ops de Wade. Sin embargo, parecía 
que sus habilidades apestaban cuando se trataba de Deja. El 
hombre siempre parecía verlo cuando nadie más lo veía. Justo 
como ahora. Girándose, Shadow solo pudo mirar a su compañero 
mientras Deja estaba parado en la puerta de su habitación 
mirándolo, sabiendo que, una vez más, Shadow había estado 
tratando de evitarlo. 
—No tienes que esconderte de mí en tu propia casa, Shadow. Sé 
que no quieres tener nada que ver conmigo en este momento y he 
respetado tus deseos, —dijo suavemente Deja. 
Shadow inclinó la cabeza hacia un lado. 
—Sí, todavía te aseguras de que te vea dondequiera que mire. 
—¿Qué quieres que haga, Shadow? Vivo aquí. ¿Se supone que 
debo encerrarme en mi habitación hasta que sepa que no estás a 
la vista? 
¡Sí! ¡Maldita sea! Shadow sabía que sus pensamientos eran 
ridículos, pero ver a su compañero, olerlo por toda su casa y los 
terrenos circundantes, le mantenía la polla tan dura que lo más 
probable era que estuviera listo para romper el récord Guinness 
por episodios de masturbación en un día. 
—Lo siento, Shadow. Estoy dispuesto a hacer muchas cosas por 
ti, pero encerrarme no es una de ellas, —contestó Deja 
suavemente. 
—Haz lo que quieras. No me importa, —Shadow espetó, 
dirigiéndose hacia su habitación. 
Shadow vio los círculos oscuros bajo los hermosos ojos 
plateados de su compañero. Si Shadow no se equivocaba, el 
hombre había perdido algo de peso y ya estaba demasiado 
delgado. Esto era culpa suya y, honestamente, no tenía ni idea de 
cómo solucionarlo. No podía tener un compañero. Su alma era 
 
 
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demasiado negra... demasiado empañada... demasiado repulsiva 
para tan siquiera pensar en manchar la pureza de su compañero. 
Shadow había visto demasiado en todas las guerras que luchó. 
Había perdido demasiado de su hogar original, su familia y mucho 
más. Sabía que si aceptaba el regalo que Kali le había otorgado, 
no haría más que destruir al hombre dulce que tenía delante. 
Tenía demasiada sangre en sus manos. Permitir que Deja 
continuara con su vida sin alguien como él, era la mejor manera 
de que él, como compañero de Deja, le proporcionara felicidad, 
salud y cuidado al hombre. Era lo que los compañeros hacían 
unos por otros. Proporcionaban esas cosas todos los días de sus 
vidas y esta era la forma en que Shadow cuidaba de su pareja... 
incluso si nadie más entendía lo que estaba haciendo. 
Shadow estaba muy absorto en sus pensamientos... esa fue la 
única razón en la que pudo pensar para que no fuera consciente 
de que alguien se apresuraba por detrás. Un segundo estaba 
caminando hacia su habitación y al siguiente, alguien estaba 
golpeando su espalda, quejándose ensu culo gritando y 
maldiciendo. 
—¡Lon! ¡Suéltalo! ¡Lon! ¡Basta, maldita sea! —Gritó Deja. 
Shadow tiró al hombre de su espalda, levantando la mano para 
sacudirle la mierda cuando alguien quitó a Shadow de Lon y le 
golpeó con el puño en la cara. 
—No toques a mi hermano, joder, hijo de puta, o te mataré. 
Casius fue a por él otra vez, pero Shadow tenía demasiado 
entrenamiento para permitir otro golpe a traición. Lanzó su 
cuerpo hacia el shifter dragón, hundiendo su puño en la cara del 
hombre y oyendo un crujido satisfactorio. Entonces Lon saltó 
sobre su espalda gritando: 
—¡Jodido pedazo de mierda! ¡Debería matarte por lo que le estás 
haciendo a mi hermano! 
Segundos después, Six y Flyer estaban a su lado, haciendo todo 
lo posible por detener el ataque del dragón, y luego Suneth salió 
de la nada, gritando: 
 
 
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—¡Basta! 
Toda la lucha se detuvo mientras todos se volvían hacia una 
gárgola muy cabreada. Dándose la vuelta, Shadow pensó con 
seguridad que vería los ojos angustiados de su compañero, en 
lugar de eso, no vio más que ardor. Bueno, Shadow había querido 
que su compañero se fuera. Por la mirada en los ojos del hombre, 
estaba tan enojado con Shadow que el hombre supo que, por fin, 
iba a conseguir su deseo. Sin embargo, Deja lo sorprendió 
muchísimo cuando en lugar de atacarlo, fue a por Casius y Lon, 
empujándolos a ambos. 
—¿Cuál coño es vuestro problema? 
Lon gruñó: 
—¿Qué demonios, Deja? ¿Ese cabrón te niega y esperas que nos 
sentemos y lo aceptemos? ¡Gilipolleces! Ser gitano no es razón 
para negar lo que el destino le ha traído a alguien y ¡él lo sabe 
muy bien! 
Casius gruñó y miró a Shadow con disgusto. 
—Cuando Asbuth nos convenció de quedarnos en su casa en 
lugar de la que teníamos en casa de Donny, o en la de uno de mis 
otros compañeros, dijo que a nadie le importaba quiénes éramos. 
—No hay prejuicios en mi quimera, —afirmó Suneth 
firmemente. 
Vano resopló mientras lentamente se acercaba a sus hermanos 
usando su andador. 
—Tal vez no contra dragones o fénix, pero me parece que al 
menos uno de tus hombres detesta a los gitanos. 
Shadow gruñó: 
—¡No tengo nada en contra de los gitanos o de cualquier otro 
ser, ya sean humanos o paranormales! 
—Si es así, entonces ¿por qué te niegas a reclamar a Deja? Él es 
tu compañero y, sin embargo, corres tan rápido y lejos que vas a 
golpear un árbol y te harás daño, —se quejó Vano. 
 
 
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—¡Quédate fuera de mis asuntos! ¡No sabes nada! —Gruñó 
Shadow. Sintió que su pantera comenzaba a salir a la superficie y 
estaba haciendo todo lo posible para empujarla hacia atrás. 
—Vano, ya te lo he explicado a ti y a tus hermanos, no puedes 
interferir en un apareamiento, —declaró Suneth con calma. 
—No estoy interfiriendo, Suneth. ¡Le estoy diciendo a ese cabrón 
que es un idiota! Deja es el hombre más dulce y cariñoso que 
conozco y no lo digo solo porque es mi hermano. Lo estoy 
diciendo, porque no merece ser hecho sentir como si fuera lo 
suficientemente bueno o no, —explicó Vano, todavía mirando a 
Shadow con maldad. 
Shadow espetó: 
—¿No crees que no sé qué tipo de hombre es tu hermano? Pues 
tú y tus hermanos estáis equivocados. Sé que es puro de corazón 
y es por eso que no reclamo lo que es legítimamente mío. Me niego 
a manchar su alma de ningún modo, forma o manera. ¡Así que 
vete a la mierda! 
Casius asintió. 
—No está durmiendo. 
—O comiendo, —gruñó Lon. 
—¡Eres un gilipollas prejuicioso! He conocido a hombres como 
tú. ¡Piensas que porque seamos gitanos te da el derecho a 
tratarnos como a una mierda! Puedes golpearnos, tratarnos como 
si no fuéramos nada más que perros atados. ¡Bueno, que te jodan! 
—Vano gruñó con tal ira y odio que Shadow casi se perdió el 
pequeño parpadeo de un doloroso recuerdo y reconoció esa 
mirada. La veía cada vez que se miraba en el espejo. 
—¡Cerrad la puta boca, todos! —Gritó Deja. 
Shadow miró a su pareja con sorpresa y, aunque había notado 
que su compañero parecía cansado, fue la primera vez que se dio 
cuenta de cuánto peso había perdido su pareja. Cada parte de él 
quería ir hacia el hombrecito y obligarlo a comer, dormir... a 
cuidarse mejor. Su pantera caminaba dentro de él muy infeliz por 
 
 
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las declaraciones de los hermanos de Deja. Sin embargo, Shadow 
sabía que no podía hacer nada por su compañero. 
Deja respiró unas cuantas veces y luego miró a sus hermanos. 
—Os amo a todos y aprecio que intentéis ayudar, pero tenéis 
que escuchar a Suneth. Manteneos al margen de esto. Puede que 
Shadow sea mi compañero, pero eso es solo un término. Ahora 
bien, puede que no entienda todas sus razones, pero respeto su 
decisión. Tenéis que dejar de intentar forzar algo que no tiene 
nada que ver con vosotros. Simplemente dejadlo en paz. 
—Deja, solo queremos que seas feliz. Joder, apenas has cantado 
una canción en semanas. Sabes que no puedes hacer eso, —
espetó Vano. 
—He estado cantando en el trabajo y canté el otro día mientras 
limpiaba. Tú estabas allí, Vano. Estoy bien, —murmuró Deja. 
—¡No estás bien, maldita sea, y es culpa de este maldito! —
Casius espetó señalando a Shadow. 
Shadow no entendió qué demonios quería decir Vano sobre lo 
de cantar, pero se estaba cansando de la actitud que seguía 
recibiendo de los hermanos de Deja. 
—¿Crees que esto ha sido fácil para mí? ¡Daría cualquier cosa 
por no ver a Deja en cada puto lugar al que miro! 
Al darse cuenta de lo que acababa de decir, Shadow cerró la 
boca de golpe, pero no antes de escuchar la fuerte respiración de 
Deja. 
Shadow odió la mirada de horror y dolor en la cara del humano. 
Corrió alrededor de todos y salió por la puerta. Necesitaba escapar 
no solo de su pareja, sino también de él mismo. Sin tan siquiera 
tomarse el tiempo para quitarse la ropa, Shadow cambió a su 
pantera negra y se fue al bosque. 
 
* * * * 
 
Deja entró a su habitación, descolgó el teléfono y marcó el 
número de la tarjeta que sostenía. 
 
 
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—Jagger al habla. 
Tragando su miedo, Deja abrió la boca, y nada salió. 
—¿Hola? —Preguntó Jagger, sonando un poco molesto. 
¿Estaba haciendo lo correcto? Deja nunca había estado sin sus 
hermanos. Girándose hacia la ventana, Deja se sorprendió al ver 
una pantera negra acostada en una rama de uno de los grandes 
árboles cerca de la casa de Timmy y York. Miraba hacia la 
ventana de Deja y le sorprendió que pudiera ver el dolor en el 
animal de Shadow tan claramente como podía cuando estaba en 
forma humana. 
—Mira, puedo oírte respirar. O hablas o voy a colgar, —expuso 
Jagger enfadado. 
Sintiendo las lágrimas llenar sus ojos, Deja dijo con suavidad: 
—¿Esa oferta de trabajo sigue abierta? 
—¿Deja? 
—Sí. Yo... yo... no puedo... yo... Si la oferta aún está abierta, 
yo... 
—Ey, está bien. Sí, la oferta sigue abierta. ¿Estás bien? —
Preguntó Jagger preocupado. 
Deja no pudo hablar por un momento mientras observaba a la 
pantera, deseando poder tocarla y descubrir si el pelaje del animal 
era tan suave como parecía. Ojalá algún día sucediera, pero hoy 
no era ese día. 
Suneth le había dicho que era raro que un shifter pudiera negar 
a su compañero por mucho tiempo y que, con el tiempo, Shadow 
cambiaría de opinión. Deja captó esa poca información y tomó su 
decisión. Aceptaría la oferta de Jagger. Le daría a Shadow el 
tiempo que necesitara sin sentirse presionado, y si eso significaba 
que Deja tenía que irse, que así sea. 
—Sinceramente, no, pero lo estaré. Entonces, ¿cuándo puedo 
empezar? 
—¿Cómo de pronto puedes llegar aquí? —Preguntó Jagger. 
—¿Una hora? ¿O es eso demasiado pronto? —Preguntó Deja. 
Con una risa ligera, Jagger respondió: 
 
 
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—No, es perfecto. Solo ven a The Cage y te veré allí. 
—Muy bien y... y gracias, Jagger. 
Colgando el teléfono, Deja fue a su armario, sacó una bolsa y 
comenzó a llenarla. Casi había terminado cuando Lon entró con 
Casius, Asbuth y Benji. 
—¿Qué estás haciendo? —Preguntó Lon bruscamente.