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El sistema nervioso parasimpático constriñe los bronquíolos. Algunas fibras nerviosas parasimpáticas prove- nientes del nervio vago penetran en el parénquima pulmonar. Estos nervios secretan acetilcolina, que causa una constricción leve o moderada de los bronquíolos. Cuando ya ha habido cierta constricción por una enfermedad como el asma, la estimulación nerviosa parasimpática suele empeorar la situación. En este caso, la administración de fármacos que bloquean los efectos de la acetilcolina, como la atropina, se aplica a veces para relajar las vías respiratorias lo suficiente como para que se alivie la obstrucción. Moco que recubre las vías respiratorias y acción de los cilios en la limpieza de las vías aéreas (p. 473) Todas las vías respiratorias están humedecidas por una capa de moco. En parte, el moco es secretado por células caliciformes aisladas del epitelio de la vía y, en parte, por pequeñas glándulas submucosas. Además de mantener húmedas las superficies, el moco atrapa pequeñas partículas del aire inspirado y, a su vez, es eliminado de las vías respira- torias por las acciones de las células epiteliales ciliadas. Toda la superficie de la vía respiratoria está tapizada por un epitelio ciliado. Dentro de las vías respiratorias se inclu- yen la nariz y las vías bajas que van asta los bronquíolos terminales. Los cilios baten en todo momento y el sentido de su «impulso» es la faringe (es decir, los cilios de los pulmo- nes baten hacia arriba y los de la nariz hacia abajo). Este batido continuado hace que la capa de moco fluya hacia la faringe. El moco y las partículas atrapadas son posteriormente deglutidas o expectoradas. 297Ventilación pulmonar © EL SE V IE R .F ot oc op ia r si n au to ri za ci ón es un de lit o. 297.pdf
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