Descarga la aplicación para disfrutar aún más
Vista previa del material en texto
Algunas alteraciones clínicas del dolor y de otras sensibilidades somáticas (p. 590) . La hiperalgesia es la acentuación de la sensibilidad a los estímulos dolorosos. El umbral para la activación de los re- ceptores del dolor y la generación subsiguiente de las señales dolorosas disminuye cuando ocurre un daño tisular local o se liberan localmente determinadas sustancias químicas. . La interrupción de la perfusión sanguínea o el daño del tálamo ventrobasal (región somatosensitiva) genera el síndrome de dolor talámico, caracterizado al principio por la abolición de toda la sensibilidad en el lado contra- lateral. La sensibilidad puede recuperarse pasadas unas semanas o meses, pero los estímulos se localizan mal y resultan casi siempre dolorosos. Al final, se alcanza un estado en el que la estimulación de la piel, incluso mínima, causa un dolor insoportable, fenómeno conocido como hiperpatía. . La infección por virus de un ganglio raquídeo o de un gan- glio sensitivo de un nervio craneal puede producir dolor segmentario y un exantema cutáneo intenso en la zona inervada por dicho ganglio, lo que se conoce como herpes zóster (culebrilla). . El dolor lancinante e intenso aparece a veces en el territorio cutáneo de distribución de uno de los tres principales ramos del nervio trigémino (o del nervio glosofaríngeo), lo que se conoce como tic doloroso o neuralgia del trigémino (o neu- ralgia del glosofaríngeo). A veces se debe a la compresión de un vaso sanguíneo, que se transmite a la superficie del nervio trigémino en la cavidad craneal; con frecuencia, se puede corregir en el quirófano. . El síndrome de Brown-Séquard está causado por una lesión extensa de la mitad derecha o izquierda de la médula espinal, como ocurre en la hemisección. Seguidamente, se observa un conjunto característico de déficits somato- sensitivos. La sección transversal del sistema anterolateral determina una pérdida contralateral de la sensibilidad para el dolor y la temperatura, que comienza, de forma característica, uno o dos segmentos por debajo del nivel de lesión. En el lado ipsolateral a la lesión, se produce una pérdida de la sensibilidad vehiculada por las columnas dorsales, que comienza en el nivel de la lesión y se extiende por todos los niveles inferiores a ella. Si la lesión afecta a varios segmentos medulares, puede ocurrir una de- saparición ipsolateral de toda la sensibilidad en los der- matomas correspondientes al lugar de la lesión medular. Por supuesto, estos pacientes también presentan déficits motores. 370 UNIDAD IX El sistema nervioso: A. Principios generales y fisiología de la sensibilidad 370.pdf
Compartir