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Benjamin, W El interior La Huella

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[EL INTERIOR, LA HUELLA] 
-En 1830, el romontici~ triuntooo en 10 literature. Invodi6 10 orquitecturo y empotr6 en los fochodas 
de lo~ casas un g6tico de fontor.io, chopodo demo$iodo a menudo en corlOn piedra. Se impuso 0 10 
eboni ~erio. "De repente, dice el reporlero de 10 exposid6n de 1834, nos he iovodido IHl enlusiosmo 
pelf los mobiliorios de !ormos mOOos: se los soc6 de los viejos casfillo~ de 105 onfiguos gUOfdomue-
bles y de los dep6~os de Iroperio, con el ~n de eogoIonor con eIos los solones. modernos en todo 
10 demos .. : los iobficonles se inspirobon en eIos y pi'odigobon en sus moebIes "len ojMJs y 1m mofo. 
cones": se veion comas y ormor ios erizodos de olmenos, como forlolezos del9cJo .... E. l~, 
{HISloire des dozes owrieres et de I'inckslrie en Fronce de 17896 1870 [Historio de los doses obre-
ros y de 10 industria en Fronda de 17890 1870],11, Paris, 1904}, pp. 2Q6.20Z Ii I, 11 
Una buena observaci6n de Behne sobre un armaria de estilo caballeresco: 
·EI mueble se ha desarrollado con toda c1aridad a partir del inmueble·, Mas 
adelante se compara el anna rio can una ·fortaleza medieval. 19ual que esl3. 
presenta murallas, muros y fosos en anillos concenlricos que se expanden 
formando un exterior inmenso para abrigar una pequena eSlancia donde 
vivir, ta mbien aqui los cajones y estantes se hallan abrumados bajo un pode-
roso exterior-, Adolf Behne, Neues Wohnen, neues Bauen [La nueva 
viviencla, fa nueva arqllitectllral , Leipzig, 1927, pp. 59,61-62. U 1, 21 
La importancia del mueble comparado con el inmueble. Nuestro tarea es aqui 
un poco mas f:kil. Mas fadl irrumpir en el coraz6n de las casas desechadas 
para descifrar como jeroglifico el perfil de 10 banal, hacer salir d entre las 
frondosas enlranas un oculto ·Guillenno Tell-, 0 poder responder a la pre-
gu n!a "id6nde esta la navia?-. Hace tiempo que el psicoonalisis descubri6 los 
jeroglificos como esquematismos de la labor onirica. Sin embargo, con esta 
certeza seguimos nosotros, mas que la huena del alma, la de las casas. Bus-
camas el a~1 tote~ico de los objetas en la espesura de la prehistoria, l.a 
-(- suprema y ultima cancatura de este arbol totemico es el kitsch. n 1, 31 
232 
, 
Ubm (I\.' Ins P:IS:ljl'.~, APUll lt'S }' l11:ttni:il l's 
L:.I d iscw;i{m sohrt:: I;..J rnohiliario en Poe. Luella por dcsp t:: rTal" del sueno 
colecl ivo. /I I , 41 
Como 1;.'1 inlerio r S(' prolcgio de I;i luz tit· gas: .Cosi todos 105 cosas nuevas tie. 
nen gas hoy en dio; aIde en los potio:; interferes y en 10 escalera, perc no liene dele-
cho de ciudodonio en los oporlomenlos; es odmilido en 10 onlesolo. a veces incluso 
en el comedor, pero no es recibido en el sol6n. i Par que? Porque a ia los colgodu-
lOS. Es el unico molivo que se me ho podido ofrecer, y no tiene ningun valor •. Do 
Comp, Paris (Poris]. V, p. 309, (I I. S) 
Hessel h:lhla d e.:' · Ia e poci soriadora del Ill;!] gusto-. En efel'lo, eSI:1 epoca 
estab:! completamenle orienlad:l a 10 oni rico, e . .,la ha amuehlacla onirica-
mente. EI camhia de eSlilos: gotico, persa, renacenti sta , etc., s igniri caha 
qu e el inte rior del comedo r burgues disimulaba u n salon Cesa r Bo rgia, el 
10GIdo r del :lOla de casa se erig ia en cap illa gO lica, e l desp:lcho del 
seno r de la cas:1 in sinuaba el aposento de un jeq ue pe rsa , EI fotomo n-
laje , que nos ha tr:lnsmitido esas im:'igenes, respo nde a la fo rma de int u i-
cio n m:! s p rim iti v:l de esas gcne raciones . Las im:'igenes bajo la s que 
vivla s610 g:lnaron inde pe nde ncia con mucha lentitud, para acabar fij:'in-
dose como figura s puh lici l:lrias e n an llncio(s) , etiqlle ta s y ca rt e les. 
II 1.61 
. 
Una serie de Iilogr.lfi;Js de 18 ( ... ) muestra, entre los cortina jes de un 10<::ldor 
sumergido en la penuOlbm, a mujeres lu mhadas sensualme mc en Olomanas , 
bajo el titulo : ·A 10 orilla del Ta jo_, cA 10 orillo del Nevo ., .A 10 o rilla del Seno., 
etc . Aparecen :tqui el Guadalqui vir, e l Rodano. e l Rhin , e J Aa re. e l Tamesis. 
No hay que pensa r que alg(m ti po de (ra je nado nal d iferend a a estas figu-
ras femeninas enlre Sl. u. ·Ieyend;t. q ue acompanaba a eslas image nes de 
mujeres tenia que evoca r la imagen fanlastica de un pa isa je sobre e l espac io 
inte rior representado. II I . 71 
Da r la imagen de esos salones de amplios guardapuertas y henchidos coji-
nes donde 13 vista quedaba alrapada , en cuyos espejos de cuerpc entero se 
abrian pOrticos de iglesia a las mi radas de los invitados, y gondo las en sus 
canapes, donde la ]uz de gas de una bola de c rista I brilJaba como la Lu na . 
1I1 , HI 
.Hemo~ visto 10 que nunco ontes se hobio presentodo: matrimonias de estila que nunco se hobria 
pensodo que pudieron casar; sombreros primer Imperia 0 Reslauraci6n can chaques louis '!:V; 
vestidos Direclorio con botines de tac6n 0110; y meiar min, levitm de toile bajo puestas sobre ves-
~dos de toile olro .• John Grand·Carteret, Les elegances de 10 Tailelte [Los elegancios de 10 Toi-
leneJ, Poris, p. '!:VI. (I I a, IJ 
Nombres de disl:intos lipes de vagones en la prirncra epoca del ferrocarri l: beninos Icerrodo 0 
obienoL d~igencios, vogones 9\.101necidos. vogones 00 guornecidos . • Conslrucci6n t..on hierro • 
II l a, 21 
• 
_., 
, 
, 
, 
, 
, 
233 
El interior. h. hud la 
,T,lnlhi(:n la prima ver,l lieg6 esc ann mas pronto y mas belill que nunca, hasta d punlO de 
que en realidad c,lsi no po(]i,unos recordar ~ i lIqui hllbia invierno en absoluto y si las chi· 
rneneas estah,ln pl.ra algo mas que pam poner encima hermosos relojes de mcS<! y can. 
ddabros. que aqui, como es so.bido. no pucdcn fllilar en ninguna habilaci6n, pues el auten-
lico p,.risinn prefierc privMS\:" de una comidl al di,. con ,al de tener su "juego de 
ehimeneo·.· / .. dx'IIt/e Bilder a ils dem 1IIQ(/Crll(·" Paris IEslampas vitYlS tiel moderno Parisi . 4 
vols ... II , Coloni,l, 18(13-1866, p. 3<'19 (·Un cuadro de familia imperial.). " I a. 31 
Magia de l umbra!. A la entrdda del fe rroca rril. de la cerveceria , de la pista de 
ten is. de los Illg:lres luristicos: penales. La gallina que pone huevas dorados 
de pral ine . la m,"tquina que estampa nuestro nombre , aparalos de juegos de 
nar, ad ivi nos y pesos autom:"tl icos: el umbrdl guarda el delfico rvw8t u~alJ­
TOr} contempodneo. Curiosamente, no prosperan en la ciudad: forman parte 
de los lugares tll risticos , de los mt!renderos dt! los arrabales, EI viaje de \05 
do mingos pa r la tarde no es solo al campo, sino ta mbien a los misteri050s 
umh rales. Sin dllda eSI;:1 tnisma magia imperd tambien, :l. unque mas oculta , en 
e l interior de Ja casa burguesa. Las sillas a las fOlos que flanque{an) el umbra l 
de una puerta son (lioses domesticos venidos a menos, y aun hoy, cuando 
suena e1 timbre, nos lIega al coraz6n la violencia que tienen que apaciguar. 
No hay mas que intentar oponefse a ella: estando solos en un piso, no aten-
der a un timbre insistente. Se ver:i que es ta n dificil como un exorcismo. 
Como tocla sustancia magica, tambien esta volvi6 a sumirse en algUn 
momenta en eJ sexo, bajo la fo rma de pornografia .. En torno a 1830 Paris dis-
frutaba de litognlfias picanles con puertas y ventanas m6viles . Eran las cim6-
genes 1I0medes "de puertas y de venlone s". de Numa Bassajel. lila. 41 
Acerca dd inleliof onirico, a poder ser oriental: ·Todos suerlan lqui con un golpe de for· 
luna. aspir..ndo .. tcncr de pronto a (I ~lello por 10 que en liempo de paz )' trJ.bajo pusieron 
lodl la ~ncrg ia de su vida .. L1 S fkdoncs de los poelas eslin llenas de IL"lnsformadories 
subitl s de exiSlcncias domestil,:;ls. todo habl,. de marquesas, princesas y millgros de las mil 
y una naches. Es un,l embriagucz opiacea que h .. hecho pres:! en lodo eI pueblo. La indus-
tria ha conlribuioo a corromper las C05as mas que la peesia .. La industria ha creado la estafa 
de las acciones,. 1:1 cxplol:aci6n de (odas las cosas posibles, haciendolas pasar por necesi· 
dades artificilics,y los .... dividendru;·. Gu{zkaw, Briefe arts Paris \Cartas de Parisi , I, (leip-
zig. 1842), p .. 93. [] 1 a, 51 
.Mientras que el arle busco el inlimismo ... 10 indu~trio marcha por delanle .• Octave Mirbeou, '190(0, 
18891Encyciopedie d'orchileclure [Enciclapedio de orquilecruraj, 1889, p. 92). II 1 a, 6J 
Sobre la exposici6n de 1867. ·Estas alias y kilomctricas galerias poseian una indudable grnn-
dew. Retumbaban con eJ estruendo de las maquinas. No c1e1x olvidarse que, en medio de 
Ils cekbrnciones por las quI." est;r exposici6n fue especialmente famosa, aun se circulaba en 
caches de acho caballos. Como en las habitaciones con(empornneas, se' inlenl6 empeque-
necer estas galerils de 25 metros de ahurn mediante construcciones en forma de muebles, 
atenulndo asi su rigor construclivo. Tenian miedo de so propia grandeza ... Sigfried Giedion, 
Balle,. it/ Frtmkreicb lLa artJ"ilf.'Ct"m en Fm'lcial . (LeipziglBerlin: 1928), p. 43. Ii 1 a, 7) 
, 
234 
Libro de los Pasajes. Aplintes y maleria les 
Los muebles y las ciudades retienen con la burguesia el eanlcter de 10 forti-
fica do: .la eiudad /orti/ieodo era hasto este mom~nto el obst6eulo que poroliz6 
siempre el urbonismo_.le Corbusier, Urbonisme [Urbonismo], Paris, (1925), p. 249. 
111a,81 
La antiquisima correspondencia entre la casa y el armaria experimenta una 
nueva variante con la introducci6n de vidrios emplomados en las puertas de 
armarios. iDesde Cllli ndo? iSe dio tam bien en Francia? 111 3, 91 
El pacha burgues en la fantas ia de los contempor:1neos: Eugene Sue. Tenia 
un castill o en Sologne. Se dice que habia am un haren con mujeres de 
color. Al morir, surgiola leyenda de que los jesu itas Ie hahian envenenado. 
II 2, II 
Gutzkow cuenta que en los sa lones de l<ls exposiciones abund:lban esccnas orientales para 
despertar el entusiasmo por Argelia . [J 2, 21 
Sobre el ideal del·apartamiento •. -Todo tiende a la voluta , al rihete, al retor-
cimiento complieado. Pero 10 que el lector quiza no aprecie a primera vista, 
\ es que el apartamiento tambien se impone en e\ modo de situar y disponer 
las cosas, 10 que nos vu«lve a llevar al caba llero. / La alfombra de l primer 
terminG se extiende oblicua , en d iagonal. Las sillas de deJante se extienden 
oblicuas, en diagonal. Es verdad que podria ser easualidad. Pero si encon-
tramos a cada paso esta tendencia a eolocar los objetos obJieuamente y en 
diagonal en las viviendas de todos los niveJes y c1ases sociales -10 cual 
hemos comprobado--, entonees no puede ser casualidad ... En primer lugar: 
la disposicion oblicua y en diagonal produce un efecto de apartamiento . 
Tambien aqui en sentido literal. Colocando el objeto en diagonal, como par 
ejemplo una alfombra, esta se separa del resto ... Pero, tam bien aqui, la causa 
mas profunda de todo ello radica en la constante actitud combativa y defen-
siva que mantiene el subconsciente. / Para defender un terren~ , me coloeo 
adrede en diagonal, porque entonces tengo la vista despejada en las dos 
direcciones. Por eso los bastiones de una fortaleza se construyen en un 
angulo que sobresale ... iAcaso la alfombra , colocada como se ha dieho, no 
recuerda a un bastion? .. / Del mismo modo que el caballero se apartaba al 
sospechar uf! ataque, colodndose en posicion de arremeter tanto por la 
derecha como par la izquierda , siglos mas tarde el inofensivo burgues 
ordena sus objetos artisticos de modo que cada uno , aunque tenga que ser 
extrayendolo del conjunto, este rodeado de una muralla y un foso. Es , par 
tanto, un genu ina burgues encastillado.- Adolf Behne, Neues Wohnen, Neues 
Bauen [La nueva lJivienda, Ja fllJetJa arqlliteclura), Leipzig, 1927, pp. 45-48. 
Como aciamcion, pero no sin ironia, anade el autor: -Los senores que se podian 
permitir una quinla en eJ campo, querian remarcar su allo nivel. iQue podia 
set mas natuml que adoptar formas feudales , formas caballerescas?-. Behne, 
Ioc. cit., p. 42. Lukacs es aqui mas universal cuando observa que, desde un 
punto de viSla historico-filosofico , 10 que caracteriza a la burguesia es que 
-
l 
I 235 
EI interior. la huella 
su nuevo rival , e l prolelariado, ha aparecido en el campo de balalla antes de 
q ue el antiguo, el feudaJismo, haya sido dominado. Y nunca acabanl can eJ. 
II 2, 31 
Maurice Batres dijo de Proust: ' un poete persa en uno conserjerio-. iAcaso 
podia ser de Olra manera el ptimero que se adentro en eJ enigma del interior 
decimononico? (La cila Figura en Jacques-Emile Blanche, Mes modeies [Mis 
mode/os], Paris, 1929 (?). {I 2, 41 
Anuncio publicodo en los peri6dicos: .A,..iso. _ EI ser'tor W ieflz M! a/rece por~ hocer gratuito-
mente cuadras para los oficionados 0 10 pintura que, poseyendo un Rubens 0 un Rafael -..-er· 
doderas- . q uisieron poner uno obfO s!JYO hacienda porejo con uno u atro de esos grandes 
moestros> A. J. W ierlz. Quvres I, 'rerotres tOb,as I,'eroflosj. POlis. 1870, p. 335. [J 2, 51 
Inte rior del siglo XIX. EI espacio se disfraza , adoplando, como un ser voluble, 
el disfraz de los estados de animo. El hastiado pequenohurgues debe expe-
timenmr e n ciena medida la sensacion de que en el cuarto de allado podria 
haber ten ida lugar la coronacion imperial de Carlos V, el asesinato de Enri-
que IV, la firma del ttatado de Verdun 0 las bodas de O UO y Theophano. AI 
final , las casas son solo maniqu ies, e indusa los grandes momentos de la 
h isto ria del mundo son sOlo disfraces bajo los que elias intercambian mira-
liaS de conformidad can la nada , Jo infimo y 10 banal. Este nihilismo consti-
tLlye la entrana de l bienestar burgues; un eSlado de animo que en la embria-
guez del hachis alcanza su satisfaccion saranica, su saber saranico, su 
descanso satanico, pe ro haciendo ver daramente can ello como los mismos. 
intetiares de este tiempo son un estimulante para Ja embriaguez y para los 
suenos. Por 10 demas, este estado de animo encierra una repulsi6n hacia el 
espacio abierto, libre y por decirlo asi uranico, que arroja nueva luz sabre 
los desbocados cort inajes de aquellos espacios interiores. Vivir en ellos era 
haberse enredado, haberse enmaranado en una espesa tela de amna de la 
que colgaba dispersa la historia mundial, como caparazones de insectos 
devorados. De este infiemo no quieren separarse. (1 2, 61 
De mi segundo experimento con el hachis. Una escaiera en el taller de Char~ 
lo ne Joel. Digo: -Una estructura habitable salamente pot figuras de cera. 
Comienzo asi a realizar todo tipo de actividades plasticas; Piscatot no tiene 
oada que hacer. Tengo Ja posibilidad de cambiar tada la iluminaci6n con 
t1nas minusculas palanquitas. Puedo hacer de la casa de Goethe la 6pera de 
Lo ndres. Puedo leer ahi toda la historia del mundo. Se me aparece en el 
cuarto la razon por la que colecciono estampas en los pues[os callejeros. 
Puedo ver todo en la habitaci6n; los hijos de Carlos UI y 10 que usted quiera •. 
[12:1, 11 
·Los cuellos con puntas, los hombros ahuec"oIdos ... , qu~ err6neament~ se crrian tipic05 de 
13s antigu:ls damas de los caballeros.< Jacob Falke, Ge5cbkbte des mOc( I IXU Gescbllt C ± 
lHlsloria dei8'lSlo modeN/oi , leipzig, 1866, p. 347. II 2:1, 2l 
• 
236 
Libro de los Pasai e.~. Apuntt'.~ }' rllatcria l t;'.~ 
.DeSdl' que los (.'~p l cndido.~ p;LS:ljes irTll1l1picron en his r;llics. d I'a lais HOY:l l h;1 I'cnido ~ 
menos. i\l~un()s diccn que <[('stiL' que h;l ~' mils I'irtud. Los l~q lll'nf)S gobineTes p OTticulores, 
de t:m m:lla f:un:l l·nton~·l·.~. :>.1n ho)' 1a.~ saht.~ de fIL1l1 adon's d .. : las Glfc ll·rbs. Tod:l cafe te_ 
ria liene un:1 :<:11:. til' futll adorcs. quo: lIa lllan d iv;\ n.· GUlzktlw, lJn"I:fi' mu P(lri.( ICm1as de 
Pami. I. ldp;d~. ItI.:i2 , p. 226 . • P:IS:ljc S . II 2 :1, 31 
. I.;J ~mn feria de OlUe SIr:lS ell' Berlin o:st:i repll'la de pe s:lUos s:llnncs rcn:I('l'ntisl:1S, dondl' 
hast:1 d ceniccro sc !:Is da de :lIlliguo ; los poneTOS han de eSl:1r so!'>lcnidos por :Ib h:u{b s. 
v d ' -idria cmplorn:ld(l rein:! en los :lrm:lrios r n'nlan:ls.· 70)(1/)'" d<'lflsdx' MOl/" [ 70 t ll;rJS 
de moda (11('111(11/(11. 1925. p. 72. 11 2 l . 41 
Una observad6n de 1837. -Era entoll('CS la epoca en que predo minah:1 la 
Anliguedad. como hoy el Rococo. Con un golpe <.It;" su v;lra m:igica.t:1 mod:!. .. . 
metamorfose6 el salon en alrio , I:!. bulac:!. en silla CUn.11, los vesti<.l os de cola 
en tun icas. los vasos en copas. los zapatos en coturnos, )' las gui tarr;!s en 
Ji ras.-Sophie Gay, Der Salol1 der Freilllei" Conlel lEI saloll de la seliorif{{ COl/-
tell (Europa . C/)rol/ik de,. gebildell>11 lFel1 [CrOllica elll'open del III/mdo illls-
lradOJ , i, LeipziwSuUlga rt, Augusl Lewal d ed .. 1837, p. 3580.) De modo que 
aq uel chiste que d ice: "(Cua l es el colmo del ridiclI lo?·. ·L1eva r un arp:l :I lIna 
fiesta y que nadie Ie picla toearla(.) bien puede proceder dt:! la epoea del 
imperio -un ehiste que tambien arroja luz sobre el interior - . (] 2 :1, "1 
. En ClJOnto 01 mobiliorio boudeloireiono que sin dudo era el de su tiempo. que sirva poro 
dar uno Iecci6n 0 los domos elegontes de nueSlras uhimos veinte onos. los cuoles no odm~ 
ijon en • su hotel ' 10 menOl' /olto de gusto. Que ante 10 p'etendido pureza de estilo. que 
lonto les ha cOSlodo olconzor, suenen que se ho podido ser el mas gra nde y el mos orlisto 
de los escrilores pinlOndo $Clomente comos con ' corlinm" cOfredizos"., veslibulos seme-
jantes 0 illVernoderos ... , comos lIenos de tenues o/ores, divones profundos como tumbos. 
esIontes con Rores, lamporos que no OIdion mucho liempo ... , aunque no se eSiuviero ilumi-
node sino per un fuego de corOOn .• Morcel Prous!, Chroniques [CronrcosJ, Paris. ( IQ27), 
pp. 224225. ( Los pasajes suprimidos son sOlo eilas.) Estas obselV:tciones son 
imponames, porque penniten extender tambien al interior la antinomia plameada 
en tomo a la cuesti6n de los museos y delurb:mismo: confront<.IT el nuevo estilo 
con la potencia expresiva mistico-nihilist(a) de 10 here<bdo, de 10 ·anticuado-. Por 
otra parte, no sOlo este teXlo, sino tada su obm (efr . • nmjen1l(;.) revela hacia que 
lada de esta altemativa se hubiera decidido Proust II 2 a. 61 
Es sumamente deseable la dedued6n de la pintura de genero . iQUt! funci6n 
desempenaba en las habitadones que la demandaban? Ella fue la ultima fase : 
anundaba que pronto las habitadones no pod rian aeager ya ninguna i mtl~ 
gen. cPinluro de genero ... EI orle. asi entendido. no padro deior de recurrir a los 
especiolidodes, ton fovorobles 01 comercio: codo ortisto quiere tener 10 suyo. desde 
el postiche medievol 0 10 pinluro microsc6pico, desde los costumbfes del vivoc hasto 
los modos parisinas, desde los caballos hasto los perros. EI gusto publico no hace 
ninguno diferencio ... el mismo cuodro puede volverse 0 copior veinte veces, sin /oli-
gor 10 venIa. y, con 10 ayuda de 10 modo, codo sol6n bie n considerodo quiere 
a ", -
237 
EI interior, 1:1 huella 
poseer uno de esos mueb/es de modo .• A. 1. Wiertz, Obros Iilerorros, (Paris, 1870), 
pp. 527·528. " 2 , . 71 
Frcnte 3 la estnlCtur.l de hierro y crist.'l l, la ta piceria se defiende con sus tejidos. 
[J 3. 11 
Bastaria con analizar deta lladamente la fi sono mia q ue presenlan las vivien-
das de los gra ndes coleccionistas. Se lend ria entonces la clave de los interic> 
res del siglo XIX. Igual que en e lias las cosas loman lentarne nte posesio n de 
\:t viviend:l. asi en estos se quiere coleccionar un mobilia rio que reuna hue-
li as del eSl iio de lodos los siglos . • Mundo de las cosas • (1 3, 21 
;.»or que 1:1 mi rada que se di rige a ventanas ajenas da siempre con una fami-
lia comiendo, 0 co n un hombre solilario frente a una mesa, ocupado en 
e niglll3ticas nimiedades baio la lampara del techo? Una mirada asi es el 
nucleo o riginario de la obra de Kafka . \I 3, 31 
EI juego de m:tscaras de los estilos, que atraviesa el siglo XIX, es consecuen-
cia de 1<1 opacidad a que lIegan las reladones de dominio. Frecuenlemenre, 
los gohernantes burgueses ya no ejercen el poder en ellugar donde viven 
(rentislas) , y tampoco en fo rmas directas, sin mediacion, EI estilo de sus 
viviendas es su fals.t inmediatez. Coartada economica en el espado, Coar-
I:lda de los intefiores en el tiempo. II 3. 41 
.EI arte , sin e mbargo, seria como lener nostalgia del hogar aun estando en 
casa. P:lra e110 haee fa lta enlender de i1usiones. · Kierkegaard, Gesamm~lte 
U7erke lObms compleJasi (Teele: Siimlfiche We, .be iObms reunjdn~, tv, (Sladfen 
aUf dem LeiJemweg IElapas en el camillO de Ia vidal, jena , 1914), p. 12. Esa 
es la f6 rmula del interior. 11 3,51 
.La intcrioridld es la prisi6n hisI6rica del hombre prehislorico .• Theodor W.esengrund 
Adorno, Kierileg{l(Irtl. Tubing:!. . 1933, p. 68. \13, 61 
Segundo Imperia . • De eYO epoco dolo 10 especiolizoci6n l6gico par especie y par genero que todo-
via duro en 10 moyotio de nuestros casas y que reser.oo eI rable y eI nogal mocim poro eI comedor 
y el despocho. 10 morque1erio y el plaque poro eI dormilorio .• Louis Sonolet to \>ie porisienne sous Ie 
second emplfe ILo VIda porisino bolO el Segundo Imperiol. Poris, IQ2Q, p. 251. 11 3,71 
_La q...e dominobo de no oem ru.,.1Ie en esK:r concepdoj"j del mob&orio. hosIa eI p.ri) de teSl.mirIo pot 
compIelo, ero su guslO par bs lep:bs dCipE' "h , bs anpIios r:clgocIt..rm y eI ate de artoizubs en IS(] 
visi6n de conjonIo.~ louis Sondet. La vida paisirkJ 00;0 eI Segt.ndo Imperio, f\:ris, 1929. p. 253. D 3. 81 
.Se vela ... en 105 solones del Segundo Imperio un mueble recientemenle ~Iodo y hoy des-
oporeddo complelomente: 10 fumodoro, soble 10 que lH10 se senlObo 0 hotcojodos opoy6ndo.se 
en un respoldo ocododo mu"ido para saboteor un Iondres. ~ Louis SonoIeI. to vida porisino bo;o 
el Segundo Imperio, Porls, 1929. p. 253. 11 3, 91 
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Ubro de l o.~ 1';l s;lj ('.~. Apuilies y malt'ria l e.~ 
Sobn: I:Is .(jIip.r.mas de kls chim • .: nca.~· como espcji.~rnos del ;nte.ior: -Quien ... mire :1 I" ;Li to de 
10l' ertOnu(''-; t('~I(kl1' ,l!.rises mronaoo$ IXlr l·erj;ls ... ( k.' t;l$ 111:m7~m;I S de los hulev;lfl·s. (·flOC ... 
haber :Ipn.'ndldn tOd:l 1:1 ina),.'ot;lllil idad irn.liviuu:11 del concepto dl" "chimel"ll.'a '." S( ~ lrc l,l{b ;1\)Cr. 
nlm dd z6l."J1o COtllun. ;11t0 }" :UllUr.ll l:ldo, ~ :11l..:tn los nlnos dl" . .,.llilb cn 1U( l;is h~ :mchUr:l~ 
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Jon~inlck.'s. altur.ls), di:imetros; deSdl' elm:ls senciUo. de h;lrro .. . :I Illenudo "e l'll-idl. por Ia <xbd 
o nwdio 10(0. p;1s:mdo por ddt.' plOtno eun rt."Ill;Ue Ib no 0 pimlllidal. .. hasu d lenninatio mti-
fid05;I111.:tlle l'OIIIO Ia "l'ICrJ de un ydmo. que gir:l y L""St:'1 :Igujere:loo en looas 1:ls dill.'crioll(:S, 
a bien abkflo s.->lo l"fl un ... con e)(lmvag;mtes kimin:!s de chap.'1 L>Jl negrecidas por d hollin ... Es 
Ia ..• tiema ironi;1 ck' I:1 fonlla individu:ll.. . m •. :d iank la 4ue I':uis ... h:1 S<lbido prcscrv:lr d ('1"\(,11110 
de la int imidad ... E .. ('OIl1O si... sc hubicrJ n.'1omado un;! vez m;i:< 1;1 den.~:1 (l IlWivl"nci:1 urh:lna . 
[an GIr.ICI<:'ristiC"J de t:SI;1 dud.d. a I:J alturJ de los lejados-. In;u:him von Hclinl·I"S<.'n. -1';lris\:r 
Kolmine-I.t..1s ('himenc;ls de l':lris.]. l{lTIllkfUr1et) Z(dIUIIW. 10 de fchn:m (.k 1933. II 3, 101 
Wiesengmnd ci[a y comenta un p~saje dt'! Diario de 1111 seductor como ("[:lve de 'IOU:! III eseri -
lum' de Kierkegaard: 'EI cntomo. el marco del cuadro. tienc des<.le luego gnlO importanci:! . 
Es algo que 51." gr.lba IIj i] y profundamenie en la memori;l. {} m<."jor. en el aim;] [()da, Y ('lOr 
eso jam:is se olvid:l. I'or mayor que me hag;l. nunci podr': imagin;\rnll' ;1 Cordelil l dl" otro 
modo que en esa pt."qu\dm h:\bil:Ki6n. Cuando I'O}':I I' isililria , me abrc b siIVien[;! y !ll<." 1"'1';1 
al recibidor. En el inst;!n[e en que 3bro ]a puena del sal6n, en[!";1 Ilunbicn e lla. (JUl' v i en~ de 
su cuarm. y nueS[f"JS miradas se eneuentr:1O cuando ('stamos aun en 1:1 puena. EI sa lon es 
pequeno pe:ro muy aeoge<lur. en realidad es s610 un g;lbinc[c. Me encanla contemp];lr cI 
cuanodesde el sora. donde Ian3 menudo me sienlo junto a el);! . Frente:11 ~f:l hay un; \ mesa 
redonda de te con un linda mantel que cae formando mu('ho.~ plicgue5. Sohre b n1l:s:\ hay 
una iamp;1T3 con fonna de nor en plena credmiento: por end lll;) de ella cuelg:! un c:nc.:a je 
de p.apel finamenle recortado, Ian ligero que eSla siempre en movimicnto. La fonna I:In sin-
gular de la \amp:n-a me recuerda al Orienle, )' d incLosante movimiento del papcl. las S\l:IV('S 
brisas que alii soplan. EI suelo eSla cubieno por una .. lfombra tejida de una espl"'(.·ie rnuy r.1f"J 
de junco que causa una impresi6n Ian eXIr.uia como la lampara. En[onct:s me im;lgino con 
ella, 5entado en la tierra. bajo eSla !lor maraviUosa; 0 estoy en un bilreo. en el cama rol<: del 
capitan, en plena n:l\"egaci6n JXlf el vasto ClCi:'Jno. Como las \'en[anas I;"SI:ln basl.1n[e ahas, 
COfltemp/amos directamente Ia vasted:td inrmita del cicIo ... Cordel; ..... no encaja c:n ninglLn 
primer plano, ella .0;610 encaja e n la iNtnila osa-dia del horizonte-. Este pasa je es de la .~ Ohms 
complelas (rectI.': OhmS) de Kierkega:l. rd , I, (El1Iwl.'der/Oder [0 t'$lO, 0 10 0I1~. primera parte, 
Jena, 191 1), pp. 348 (55.). Sobre eSle pasa je comenta Wiesengrund. r:nlre Ol ms co.~as: -Del 
mismo modo que la hiSloria eXlerna.-.e "reneja ' en la interna. en c1 in terior d espacio cs ap!J-
rieneill. Kkrkega:l.rd, al no reconocer la aparkneia en looa realidad subjl;"liv<i inlerna mer;!-
mente reflejada 0 renectora. tampoco imuy6 la aparieneia de 10 e5paci:l l en la imagen del 
intetiot. I'ero aqui las CU5as Ie lIevan en vilo ... To(ias las configuraciones esp<Jciales del in terior 
son mera decoraci6n; aienas 3 I .. finalidJ.d que represenlan, vacias de tuclo valor de U.<;(J, pr<r 
ducidas unicamente a partir de la vivienda aisladJ. ... Las mercancias .sorprendcn :Ll yo en su 
propio lerreno y en 5U propia esencia historica. EI car.1cter aparen[e de las mercancias est;l 
producido hist6rieo-econ6micolmente por el extr.u'lamienlo entre la cosa y eI \lalor de usa. 
Pero, en el inleriof, las cosa5 se afernl.O a 10 no extrano ... La extrJ.r'leza [ransforma precisa-
mente las co.sas eXlrai\as en expresi6n suya. las casas rnudas hablan como 'simbolos" . La 
colocaci6n de las co.sas en 13 vivienda se llama instalaci6n. Con ella, ob;Clo.~ hist6ricamenle 
aparenles se in..<;talan alii como apariencia de naturaleza inalterable. Acceden al inlerior imii· 
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EI in teriol, ]a huella 
genl;"s :lre:l i ca~: la de 1;1 nor comn ima,l!.en de la vida organica; la del Oriente como la de la 
conocida pa[ri:! tic b nO~ ltll(i 'l; la del mar como la de la misma elernidad. Pues la aparien-
ci:\ ;1 la (lUI;" conden:1 las C().~;IS .~ll momento hiSl.6ri<:o, e~ etema-. Theodor Wiesengrund-
Adorno. KferkcR(/ard. Tubinf(;I, 1933, pp. 46-48. II 3 al 
EI burg ues q ue ascendi6 con Luis Felipe insiste en hacer de la naturaleza un 
interior. En 1839 se cele b ra un bai le en 13 e mhajada ing lesa . Se encargan dos-
cientos rosales. ' EI ja rd in -cuenta un lesligo p resencial- estaba cub ierto por 
una ca rpa y parecia un sal6n de conversaci6n. jPero q ue sa l6 n! Los olorosos 
a rriales, repletos de nores, se hailia n transformado e n e no nnes jardineras, la 
arena de los paseos habia desa parecido bajo esplendidas alfombras. e n lugar 
de los bancos de hierro se enconlrahan canapes tapizados en damasco y 
seda ; una mesa redo nda of red a libros y albumes. EI sonido de la o rquesta 
invadi"3 desde lejos este inmenso boudoir.. [J 4,11 
Las rcvi.~la s de mod;l de la CPOC:I inciuian consejos para conservar ramilleles de nares. 
[J 4, 21 
-Como odalisca cn diva n de reluciente bronee, asi yaee esta orgu llosa ciudad entre los c~ li ­
dos viiicdos del s inuoso \la lle del Sena.· Friedrich Engels . • Von Paris nach Bern· [·De Paris 
a Bern;I-I. Die Nf!1I1! Zeit xvn. 1 (1899), Stuttgart, p. 10. [J 4. 31 
La mayor dificultad al considerar el hecho de habitar es que, por una parte, se 
ha de reconocer en el 10 anliquisimo -quiza 10 elemo-: la reproducci6n de Ja 
estancia del hombre en el seno materno; por otra parte , at margen de" <:Ste 
motivo prehisto rico, hay q ue comprenderlo en su forma mas extrema como 
eSl.ado existencial del siglo diecinueve. La fonna prot:Oli"pica de todo habitar no 
es estar en una casa, s ino en una funda . Esta exhibe las huellas de su inquilino. 
En ultimo extremo, la vivienda se convierte en funda. EI siglo diecinueve estaba 
mas a nsioso de habitar q ue ningUn o lro. Concib i6 la vivienda como un esruche 
para el hombre, insertando a este, junto con todos sus complementos. tan pro-
fu ndamente en ella, que se podria pensar e n el interior de la caja de un com-
pas, do nde el instrumento yace encajado junto con todos sus accesorios en pro-
fundos nichos de terciopelo, casi siempre de color vio l eta. Para que cantidad de 
casas no invent6 fundas el siglo diecinueve: para relojes de bolsillo, zapatil1as. 
hueveras, tenn6metrOs, naipe.c;; y, a fa lta de fu ndas, tapetes, alfombras, cubier-
tas y sobrecllbiertas. Con su porosidad , su transparencia, su esencia despejada 
y de aire libre, e l siglo veinte acab6 con el habitar en el antiguo sentido. Frente 
a la casa de muilecas en la vivie nda de El arquitecto SolnefS, surgen los .hoga-
res para personas •. EIJugendstl1 conmovi6 en 10 mas profundo Ja menlalidad de 
la fll nda. Hoy ya no existe, y todo habitar se ha reducido: el de los vivos, por 
las habitacio nes de hotel; el de los muertos, por los crematorios. [l 4, 41 
Habitar como transitivo - asi, p . ej., e n el concepto de ·habitar la vida- cia 
una idea de la rabiosa actualidad que esconde esta conducta. Consiste en 
fa bric<u nos una funda . II ". 5J 
240 
Libro de los Pasajes. Apun[I!.~ y materiales 
·Rcludan baio ( ()(io:> los ;tr])ustos Y f';lmaS dc tora l. 1>;1;0 C;IU.[ nws;t y I,: ada Sill;I, dcsdc los 
cajonL'S de los :lnlicmldos anmtrios y co mo(bs que hab i;t L'n esc CXIr:1I10 d uh. c n suma : :l lli 
donde hubiera d m,ls pcquo:oo L'SCondilc p:U::1 d mfis pL"(lucon PL'\:L'Cillo, rt:'s ull;1 q ue vivi:. 
u no, )' se asomaha ;t b luz eI .. '1 dil .- Frkdrich Gcr~:k·kcr. f)f(' tJCI'SIlIII..'(!lIe 51(/(11 r I..{I cilldad 
.~lImcrgjdnl . Bcrlin. 1N,,'\lrdd lind "!cnius, 192 11. p . 46. JI >( a , 11 
En una rcccn.~i6n dt: El,udlo erronte de Eugcnl' Sues , qu .. - .~c rcpruch:1 por IlHldws mzoncs, 
emo: Olras por c3 lumni:l f a los jcsu i I3.~ y por Ia inah<l rcable ca ntidad de person:ljes que 
apareccn y dCS:lp;lrecen: . Una nallele no es uno plaza que uno o trQviese, es un lugar que uno 
hobito. , Poulin limoyroc, . Ou roman ocluel el de nos romonder5' [.Oe 10 novela acluol y de nues.. 
lias l"IOYefis/os.l[Revue des deux mondes XI. 3 (1845). Paris, p. 951). II 4 :I, 21 
Al1:,C:I de la literatul'3 en b epoc-J Imperio. Nepomuci:nc lo:ml!rcier haec ap:.m:.'o.:r. b..1jo 00[11-
bres aleg6ricamente di'iimulados. a la monarquia. la Iglesia, fa dL"ma~i:!, el lmperio, 1;1 poIi. 
cia, fa IilerJNr:J. Y 13 ro:ll ici6n dl." bs pcMencias europeas. Su !'eUlrw artistico: .10 lonlaslico emble-
m6licomenTe oplicodo. . Su m:ixima: .los olu5iones son mis ormos, 10 oIegoria mi broquel •. 
Nepomucfme Lemercier, con~nuoci6n de 10 Ponhypocrisiode otJ Ie spec/Qcle in fernal du dix-neuvPeme 
sieck [PanhWOCrisiode a el espec/6culo infernal delsiglo XIx!, Poris. 1832, pp. IX y VII. [I 4 :I, 31 
De la .Exposici6n prelimir.or~ para Lompe~e y Doguerre de Lemen:il:r. .Es necesolio que un breve pre6rr. 
bJk:, twoduzco dorcrnenle a mis oyenIes en eI artificio de 10 cornpo9ci6n del poema cuyo lema es el efo. 
tjtJ del descubrmenlo del celebre crisk:I, M. Doguerre; esle de:ICubrimienlo inIer~ igdmenle 0 10 Aco-
demio de Ioscieldos yolo kodetrio de beIos 0115 pues aledo a 10 -ez a los esIudio5 del dibujo y de 
10 ksicu.. He querido que, con ocosi6n del homenoje que oqui se Ie linde, :Ie opIicose eI usa de t.rIO nlJe'o(l 
iM:nci6n poCico a e5Ie de.., to imic;:'\10 en-0ClfdJ-,000. SdJe,"fIOS que 10 on~gvo milologia ... expIicobo los 
fen6meros I1CITt.ItJles medion!e $efessimb6lic05, repre5eflladones ocIivI» de coda prir.c:ipo de las C05OS ... 
Los imilociones modemos no hen IOmOdo hesla oqui m6s que los formes de 10 poesia or'oigucl: yo me he 
esforzodo por apropiorme de SIJ principioyde SIJ Iondo. La indinoci6n de los versi/icodores de nuestro siglo 
he coosistido en rebojor el orte de los muses a los lealidodes pn)cicas y.-;vdes, f6d lmente comprensibles 
pcro eI vuIgo. EsIa no es I.KI proglesa; es IJ('(l decodencia. EI entusiosmo origrol de los anngoos lendkl, 
por eI coNrorio, a reolza- 10 inldgerda humono inic:i6ndo1c en los :leCrelo5 de 10 nokJrolezo, revebdos 
rnedioNe InhJos elegailemenle ideoIe~* No me foIto 6rWno ° 10 ho.-o de e)(fXlileries el fuodomenlo de 
mi leO!io. q.Je 'yO ' . 4ique_. ° 10 Yosolio neo>blioro, en mi AdonIiodo. EI expeOO ge6mem Lagrange se 
dign6 dorme 10 opoboci6n pelf heber inIenIodo aeor poro los musas de nue9l0 era 10 mc:ro.&J de uno 
1eosoIio_ corL,le 0 nue:ao~ COf1OCirienIos odqtiridov. Nepomuceoe 1emeldel, Sur 10 decouverIe de 
I'~ peinIre du dioromo [Acerco del clesrubnmienlo del ingenioso pirlfO( dei dioromo]; sesi6n ~icO 
onvol de los cnco ocodemios del jueYes 2 de I"I'O)Q de 1839, Poris, 1839, pp. 21-23. II 4 a, 41 
Sabre 101 pintura ilusionisla del termino medio: . EI piflior debe .. , ser un buen dromolurgo, un 
buen figurinislo, y un h6bil escen6grofo ... El publico se intere50 mucho mes por el lema que PO( 
el ospec!o pl6s1ico . • ~No es 10 mezclo de los colares 10 mes dificil que hoy~ - No, respondia un 
enlendido, eoo es 10 escomo del pescodo. Tal ero 10 ideo que se hocia n de 10 estelico los p'O-
le$Ol'es, los obogodos, los medicos; pol lados portes se odmiro el miloglo del l[omponlojo. 10 
mel\Q( imilocioo legrade tenia p-e$ligio: •. Gi!oelo freund, la phologrophie du poinl de vue socio-
logique Ilo (o/ogforia desde el p!Jnto de visla socioJ6gico] !M(orlU)scl(ito), p. 1021. Cita de 
Jules Breton, Nos petnlm du steele [Nueslros pinlores del sI8/~, p. 41, II 5, 11 
·._ .. 
• 
241 
EI inlelior. 101 hue lla 
Felpa: mate rial en el que es mlly fadl marcar huellas. " 5, 21 
Los pro~rcsos ~o la melalurgia, que sc iniciao en d lmperio. favoreceo la moda de las figu-
rill .. s de porcclaoa . • En eslo epoco opo[edelon po! p-imela vez grupos de AmOfes y de Bacon-
les ... AClvolmente el aile liene liendo. y e~pone los moroviUos de sus producdones soble eslon-
lerios de 0[0 y de crislol; mienlros que los obr05 moes/ras de 10 e~lalvoria, leduddos con 
e~oc l ilud. se venden con [ebaio. - las Tres Grocios de Conova se colocon en el locodor, mien-
IIOS que 10 Boconle y el Fovna de Prodie[ lienen el honor de 10 c6moro nuptia l. . tdauord Fou-
coud, Poris invenleur. Ph),siologie de !'mdustfle fran~alse [PariS inventor. [,sio/ogia de /0 mdus/ria 
/roncesoj, Pori$. 1844, pp. 196-197 (! 5, 31 
. lo cieocio del corlel... he Iegodo 0 ese roro grodo de perfecoon en que 10 hob"l":lod se COOYierte en 
Dlie. Y no me esloy refit-ieodo en obsolulo a esos exlroordinorios corteleL doncIe pro/esOfes de cot~ 
grolio ... consiguen lept"esenlor a Nopole6n a cobolo mediante tI"IO ingeniOso c.ombinoci6n de Iineos 
donde se encuenlro dibujodo y conloda 01 mi$ffi() fiempo su hsIorio. No, quiefO Iimitofme a los cooeles 
corrienles. IHasla oonde no ho lIegodo eI impulso de 10 elacuencio fipogelico, los .seducciooes de 10 
IliI\eTO. los foscil'lOciones del color, usofldo los rinlas mas voriodos y m6s brillontes polO preslar un per· 
fido opoyo a las osiUcios de 10 redocci6nl. Viclor Fournel. Ce qu'on VOII dans les rues de Poris [Lo que 
se ve en /os cal/es de Paris], Paris. 1858, pp. 29).2Q4 [. Lelferos y COr1ele~I , n 5, 41 
EI inlerior de la viviencla de Alphonse Karr: . No se a loia como cualquielo: leside hoy en un 
60 0 70 piso de 10 colle Vivienne; flo colle Vivienne poro un o,ijslol Su habiiOCi6n estO lopizada 
de neg'o; liene venlonos de vidrio viole lOs 0 bloncos deslustrados. No Ilene ni mesas ni siUos fo 
uno 5[110 a 10 sumo PO'O los vi5ilanles demosiado extroOfdinOlios) y se OCueSIO sobre un dMln, 
compjelomenle veslido. me oseguron. Vive a 10 IUICO, sobre cojines, y escribe 50bre el porque. __ 
Sus poredes es!an odOlnodos con onliguallas ... ; iorrones chinos. caloveros. ADleles. pipes odor· 
non !odos los rincones. De crioda iiene 0 un mulOIO 01 que visle de escorloTO de arriba obaio" 
Jules lecomle, Les Jellres de Van Enge/gom {Las carlos de Von Engelgomj, ed. Paris. Almeras. 
1925. pp. 63.64. II 5. 51 
Del CroqW socodo 01 sa/6n de Oaum~r. Un amatellrcx;asionai. senalando un cuadro que tepre-
senta des alamos escualiOOs en un p:lisaje llano: .Que.saciedod erM!ecido y corrompido 10 nues-
Iro ... lode esa genie sOlo ~IO cmos que lepre$elllon e:ICenos m6s 0 menos monsInJoso$, ningooo se 
detiene Ollie un liel'lZD que [epreseole 10 mogen de 10 bela y puro noIuroIezo..... (l 5 a, II 
Con ocasi6n de un asesinato en l and res. en el que se descubri6 un saco con panes del cad3-
ver tUnlO con reS IOS de vestido; a partir de eSIO, la policia criminal 1leg6 a cienas conclusio-
nes. ' ICuenlas casas en un mifluel. dedo I,In boilarin celebre.ICu6nla ~ cO$OS en un gob6nl cuanda 
los circunstoncios y los hombres Ie hocen heblo[. Me dire us!ed que $E!lia un poco duro 51, cado 
vez que uno $E! provee de uno levilo, luviero que imaginar que tal vez e516 des~nodo 0 servirle de 
merloia. Convengo en que mis suposiciones no son de cob- de 10sa. PeIO, 10 he dicho ... , 10 semono 
es IlisIe.' H. de Pene, Pons inlime [Pori.s inlimol. Polis, 1859, p. 236. II 5 a, 21 
Muebles de 101 epoca de la Reslaul'3ci6n: .Conopes, divones, olamonos, conlidenles, rumbc> 
nos, $E!S\eIOS' . Jocques Robiquel. rorl elle gOOf SOUS 10 res/ourolion lEI or~ y e/ gus/o 00;0 /0 
res/auraciOn], Poris, 1926. p. 202. lISa, 31 
242 
I...ibro de 100 Pasajcs. ApullIt's )' 11I;lteria les El ln!erior, la huella 
.Hcmru dicho ... quc eI hornbn: n:lorna ~ la <:U\;,V;\ como v;vicnda , cle., pem CSI::I se prc~nla 
b.1;o una figura extr.ul :1 Y I~il. EI s.1Ivaje ... sc sienle ... \.'n su h(~;l r Uc:nlm de: 1:1 cueva ... 
Pcro el s6fa no del pobn: es un:! "ivicnd:1 host il que SC" :llza como un puder :ljeno. y sOlo Sot! 
Ie enln:ga en l:Jnto Ie entreglle su sudor y su s;mgrc. vi"icncb que no puede considcror su 
patna, es decir, lug.'1r donde al fi n podria decir que e!i(:. en ("'.15;1 , sino que m;is hien sc 
sic-Ole ... ~ 053 de algulen que Ie aeecha di;l riamcntc par.I arrolarie de d l:"! en l'tlanlO no 
P:Jgue el alquiler. Del mismo mooo, sab" que su v;viend;! sc opnne cua lit;llivamcntc a 1:1 
vivienda hum:ln:1 del otTO lado, sil ~m(b cn et cicio til, 1:1 ritlueza .· Karl Marx. De,. bisiorlsclX! 
MalerialismllS [EI malerialkmlO hisloded" I, Leipzig. I.;mdshl1l y Mayer eds .. (1932). p. 325 
(NatfOflal6kollomie !/luI Phifosopbie I&OIlOl1Ii"o lwciotwl yfliusofillll. (I 5 :I, 41 
Vatl!ry sabre Poe. Desraca su incomp;lrnbk- inruicion acerc;1 de l:as condiciones y repercu· 
siones de Ia obrn lirernri;l. en gencr:J.I: .Lo propio de 10 que e~ Yeldaderomenle generol es 5er 
fecundo ... No es POf Ion!o sorprendenle que Poe, en posasi6n de un mrHodo ton polente y Ion 
~eguro, sa hoyo convertido en irrventor de vor io~ gel18fo~. hoyo dodo los primeloL ejemplos del 
cuenlo cientr1ico, del poerno cO!.mog6nico modelOO, de 10 novalo de 10 in~luccion criminal, de 
10 Intloducci6n en 10 liteloluro de lo~ estodo~ psicol6gicos m6rbidos •. VoleryO Jnlrod(ucci6n) :I 
(Boudeloile, Le5) Fleun du mol (los lIores del mo~, (Poris, 1926), p. XX. II 5 :I, 51 
En 13 siguiente descripci6n que h41ce Gautier de un salon parisino se expresa 
draslicamente romo -el hombre forma pane del interior: . EI ojo encontodo se 
dirige 0 los grupos de mujeres que, ogilondo el obonico, escuchon 0 los hoblontes 
media indinados; los ojos centelleon como los diomontes, los hom bros resp)onde-
cen como el soten, los lobios se obren como los flores,. (iQue presentaci6n tan 
anificial!) Poris et Jes Porisiens au XIX" siecle [Pods Y 105 porissnos en el siglo x/xl. 
Paris, 18561Theophile Goutiel, Inlroducci6nj, p. IV. II 6, 11EI interior de Les jardies, 141 casa inacabada de Balzac: «Esto coso ... fue uno de 
los novelos en los que M. de Balzoc mas traboja en su vida, pero sin poder aco· 
borla nunca ... ·Se lefan sobre estos pocienles muros, como dice M. Gozlan, ins--
cripciones dibujadas 01 corboncillo concebidos como sigue: oqui un revestimiento 
de m6rmol de POIOS; oqui un esli16balo en modero de Ced,O; oqui un techo pintado 
per Eugene Delocroix; aqu; una chimenea en m6rmol cipolino: •. A)fred Netlemenl, 
Hisloire de 10 liHerolure Iro~olse sous Ie gouvernemenf de ;uil/el [His/aria de 10 lile· 
raturo fronceso boia elgabierna de ;uliol. II, POlis, 1859, pp. 266-267. II 6, 21 
, 
Desen1ace del capitulo sobre el interior: aparici6n del atrezo en el cine, II 6, 31 
E, R. Cunius cita el siguiente pasaje de Los pequeilos burgueses de Balzac: ·La 
especulaci6n desaforada y a contracorriente que a"o tras ano disminuye 141 
altura de los pisos, que convierte en una vivienda entera el espacio que 
antes ocupaba un sal6n, que ha dec1arado una guerra sin cu41 rt.el a los jardi-
nes, e}ercera inevitablememe su influjo sabre las costumbres parisinas. 
Pronto sera precise vivir mas bien fuera de las casas que dentro de elias.. 
Ernst Robert Cunius, Balzac, Bonn, 1923, p. 28. Creciente imponancia de la 
calle, por muchos motivos. [J 6, 41 
, 
, 
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Quitii haya un vinculo entre la reducCi6n del espacio habitable y la crecieme 
conf"iguraci6n del interior. Sobre 10 primero, Balzac tiene importantes obser-
vaciones. °iSOlo imeresan cu41dros pequenos, porque los grandes ya no se 
pueden colgar! Pro nto sera un problema considerable tener una biblioteca ... 
INo hay quien encuentre espacio para ningun tipo de provisiones! Pa r eso 
se compran mercandas que no esten calculadas para durar. "los comisos y los 
libros no duror6n, eso es todo. Lo solidez de los productos se vo de todos partes: .• 
Ernst Robert Curtius, Balzac, Bonn , 1923, pp. 28-29. It 6, 51 
. los soles poniente ~, que tan ricomel"\le cololeon el comedor 0 10 5010, esl6n IOmizodos por 
be llo~ teiidos 0 (>Of ohm \'enlonos 10bfOdos que el plorno divide en numel050S comporlimenfo!>.. 
Los muebles son vastos, cUlio50S, loros, orrnodos de eefloduros y de seaetos como los olmos 
refinodos. los espeiO!.. los me10les, los tejidos, 10 orlebrelK:l y 10 Iozo interprelOfl poro los ojos 
uno sinlonio mudo y mi~erioso .• Charles Baudelaire. Le spleen de Poris (EI spll!en de ParisI. POlis, 
led. R. Simon), p. 27. j. lo invitocion 01 vioje. ). II 6 a. 11 
Etimologla de .conlort •. • Sigl"lificabo en 0110 ~empo, en ingles. coosolofion (Con/Offar as eI eprlelo 
del Esprritu Son!o, Consolodor); despues eI.sentido m6s bien.se COflYirti6 en ~ octuclmente, en 
todos loslenguos del mundo, 10 polobro ~o de~ 10 c:omodidod rodonol .• W10dimit Weid\e, las 
obeilles d'Arislee [los obeios de ArnIeoI. Paris. (IQ36), p. 17SI.to ogonio del alle.l. II 6 a, 21 
. los a rlislos-modi:llillos... yo no viYen en hobiloc:ior1es, sino en eSludios jpor 10 dem6s, 58 Noma 
codo vez mas · eslooio' 0 cuolquler pieza de hobilOCi6n, como si coda ~z m6s los hornblesl\e-
goron 0 5er orli~os a estudion!e!>... HeNi Polles, . l'orl du commerce.I.EI alte del come«:io. j !Ven-
dredl, (12) de febrero de 1937). U 6 a, 31 
Incre me nto de las huellas debido al moderno aparato administrativo; Balzac 
llama la atencion sobre e llo: .Procurod, pues, seguir siendo desconocidos, pobres 
mujeres de Francia, e hilod )0 m6s minimo novelo de omor en medio de uno civi)~ 
zoci6n que onota en )os plozos pub/icos 10 horo de partida y de lIegodo de los 
caches de punto, que cuenlo los cortas, que las sella doblemente, en el precise 
momenta en que se echon 0 los buzones y cuondo se distlibuyen. que numero los 
casas ... , que va a poseer pronto todo su territorio representado en sus ultimos per-
celos •... sabre los vas/os hoios del cotostro, oh,O de gigante, ordenodo por un 
gigonte •. Bolzoc, Modes/e Mignon, cit. en RegiS Messoc, Le .Delective Novel. (el 
/'influence de 10 pensee scienlilique) (EI.De/ective Nov%, y /0 inRuendo del pen-
samienlo cien frlico, Paris, 1929, p. 461 . [I 6 a, 41 
~Victor Hugo trabojo de pie y, como no encuel"lltO un mueble ontigue que Ie sitva conveniente-
mente de pupllre, 8scribe sobfe uno superposici6n de taburetes y de infoli~, recubietk» con un 
lopete. EI peelo re ocodo y despUega !II popel sabre 10 Siblio y sobte 10 CrOtiico de NlJfefno 
berg .• louis Ulboch, Les cOIlIemporoins (Los conJemp0r6neosl. Paris, 1883 lcit en Raymond 
E5Chalier, VIC/or Hugo tocon/e por ceUlL" qui I'onl vu (V"IC/o( Hugo conlOdo pot los que 10 han 
vis/oJ. Poris, IQ31 , p. 3521. [17, 11 
EI eSliio Luis Felipe: «La ponzo 10 invodlo lodo, induso los pendulas_. 07, 21 I 
I 
Z44 , , 
ubro de los P:lsajes. Apuntes y materi:lles 
Hay un inlerior apocaliplico a medi~ldo.s de siglo , un comp lemcnlO. por 
decirlo asi. del interior burgues. Se encuenlra e n Victor Hugo. Escrihe sobre 
las revelaciones espiritislas: ~He quedodo por un momento controriodo en mi 
miserable ornor plopio humano por 10 actuol reveloci6n, que he venido a orro jor en 
lorno 0 mi pequeno i6mparo de minero uno luz de royo y de meteora_, En las Con-
temp/ocjones se dice: 
.Espiomos ruidas en lunebres VOd05; 
Escuchomos el olienlo, enoodo en 10 linieblo, 
Cuyo oscuridod Ii /ito ; 
Y, por momentos, perdidos en naches insondobles, 
Vemos iluminorse con fulgor formidable 
La ventono de 10 eternidod •. 
{Cil. en Cloudius Grilier, Vic/or Hugo spirile (VIctor Hugo espiri'isloj, 
1929), p. 52, p. 221. 
(lyon/Paris, 
11 7.31 
Una vivienda en 1860: .EI piso ... eslobo siluodo en 10 calle d 'Anjou. Estobo odOlnodo ... con 
ollombros, cortino de puerto, lombrequines de flecos, dobles cortin05 que hocian penser que a 
10 edod de los covernos Ie hobio sucedido 10 de 1m colgaduros •. louise Weis, Souvenirs d'une 
en/once replJb/icolne [Recuerdos de uno inFoncio republicono]. Paris, (1937), p. 212. [J 7, 41 
La re laci6n entre e l iQle rior jugelldstil y el que Ie p recede consisle en que la 
burguesia encubre su caal1ada - Ia histaria- can una coanad a atm mas 
remora: la historia natural (especial mente el reino vegetal). (J 7. 51 
Los estuches, las sobrecubie rtas y las fundas con las que se cubrian los ense-
res domesticos burgueses del siglo anterior, eran procedimientos para reca-
ger y custodiar las huellas. 11 7.61 
Para la histo ria del inle rior: las primeras fabri cas poseian, a pesar de teda su 
inadecuaci6n y extraneza, un cierta caracter hoga reno de vivienda, y uno 
podia imagi narse en e lias al propietario, por decirlo asi, como una figurita 
decorativa que suena juntO a sus maquinas no s610 en su futura grandeza, 
sino en la de las maquinas mismas, Can la separaci6n del empresario de su 
lugar de trabajo, desaparece este caracter de sus fabricas. EI capital tambien 
10 aliena de sus medias de produccion , cuya furura grandeza consliruye un 
suelio ya agotado. Can la aparicion de la casa particular, conduye este pro-
ceso de alienacion. U 7 a, II 
·EI mobiliaria de las viviendas. 105 objelos de usa y adorno que nos rodean. eran :IlJ n en 
las primeras decadas del siglo XIX, desde las capas sod ales mas humildes a las mas eleva-
das, reJativamenie simples y duraderos. Asi surgi6 esa "fu si6 n" de 13 persona lidad con los 
objetos de su entorno ... La diferendaci6n de los objelos en Ires dimensiones dislinlas ... 
inlerrumpi6 ese estada. En primer lugar. la mera mult iplicidad de objelos farmados muy 
especificamenle .. , dificulta una relaci6n estrecha con cI individuo ... ESlo encuenlra su 
expresi6n en la que;a de las amas de casa de que eI cu idado de los enseres domesticos 
exige un culto fetichista en Iado! regia ... Idenlico eXilO a esta diferenciaci6n de 10 contiguo 
-
, 
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EI interior, la huella 
en d esp:lCio experiment:! la difcrenciaci6n de 10 conliguo en el licmpo. EI cambia de b 
mod.r inlcrrumpe cl ... proccso por d quc arr:li~an sujelo y objcto .. . En tercer lugar esd: .. . 
b rmrh ipl icid:KI deeslil0.~ con que nos salen uiariamenlc al cncucntro los objelos que per· 
cihimo.~ .• Georg Simmc l, Philosophie des Ge/des IFilosofia del dinero). Leipzig, 1900. 
pp . 491-494. [J 7 a, 21 
Sabre I" tea ria de la hue lla : ·Pa ra e l. (el ocapitan del puerto ... una especie de 
vicenepluno ... de los ma res circundanleso, pp. 44-45) (o)con su fi ngida supe· 
rioridad de chupatintas frente a quienes ten ian qu e lucha r can la realidad, 
fllera de los sagrados muros del edificio administrativo, yo era , como la 
de m:1s gente de ma r que permanecia en ese puerto, un simple objeto de 
g<lrrapareos burocr:1ticos y de formularios para rellenar. iLe debiamos de pare-
cer fantasmas! Simples numeros que existlan unicamente para ser inscri tos 
en e normes li bros y registros, sin cerebra , musculos ni preocupaciones en la 
vida, algo sin utilidad a penas, y desde luego de infimo va lor·, Joseph Can· 
rad , Die Schatlenlillie {La linea de sombral . Berlin , (1926), p. 51. (Comp{arar) 
con 1<1 cita de Roussea u.) II 7 a, 31 
Sobre la tf'orla de la hllella. Las maquinas expulsan del proceso de produc-
cion la experienc ia que da la praclica . En el proceso administrativo, la com· 
p le ja organ izaci6n tie ne un efecto ami logo, EI canocimienlO de los hombres 
q ue podia adquirir ('on la pr.ictica un funcionario experimentado, hace 
mllcho que ha dejado de ser decisivo. Esto salta a la vista si se comparan las 
observaciones de Conrad en La linea de sombra can un pasaje de los conf~ 
siones de Rousseau . 118. 1) 
Sobre la tearla de la hue lla : la Administraci6n en el s ig le XVIII. Como secre-
ta rio de la de1egaci6 n francesa en Venecia, Rousseau aOOli6 10s derechos de 
visado pard. los franceses. ~Desde que $E! supo 10 reformo que yo hobio heche en 
10 loso de los posaporles, solo se present6, para obtenerlo, una multilud de supues-
los franceses, que, en obominables jerigonzas, uno se dedo provenza!, olro de 
Pico rdio, otro borgori6n. Como lengo e l ordo bostonle fino , openos fui engor'iodo, 
y dudo de que un solo iloliano me hayo birlodo mi cequi y de que un solo frances 
10 hayo pagoda .• Jean·Jocques Rousseau, Les ConFessions [Los confesiOfles], lomo 
II, Paris, ed. Hihum. ( 1931), p. 137. II 8, 21 
Baudelai re en la Inlroducci6n que ai'ladi6 n ]a Filo50Fio del mueble, aparecida en eI Magasin 
desfamillesen ocluhre de 1852: .~Quh~n de enlre nosotros. en loslorgos halOS de ocio, no ho 
encontrodo un delicioso placer en conslwirse un piso modelo, un domicil io ideo!. l'n rboir?. 
Ch(orles} B(oudeloire}, aeuvres completes [Obros complelos). ed. Crepel. His/aires grolesqlJeS 
el serieuses por Poe [HislOlios grolescos y $Crios por Poe), Polis, 1937. p. 304. II 8, 31 
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