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El se vi er . F ot oc op ia r sin au to riz ac ió n es un de lit o. Capítulo 11 Sangre 257 de eosinófilos existentes. ¿Por qué? Porque esta célula está especializada en la defensa frente a los parásitos (v. tabla 11-1). El término leucopenia se refiere a una cifra de leucocitos anormalmente baja (menos de 5.000/mm3 de sangre). Una serie de trastornos patológicos pueden afectar al sistema inmunitario y disminuir la cantidad de leucocitos circulantes. El síndrome de inmunodeficiencia adquirida o sida, que se estudiará en el capítulo 13, es un ejemplo de enfermedad carac terizada por leucopenia intensa. El término leucocito sis se refiere a una cifra de leucocitos anormalmente alta (por encima de 10.000/mm3 de sangre). Es una anomalía mucho más común que la leucopenia y casi siempre acompaña a infecciones. Tipos de leucocitos y sus funciones Granulocitos. Los neutrófilos son los más numero sos dentro de los leucocitos activos que se llaman fagocitos y que protegen al organismo frente a la infección por gérmenes invasores, introduciéndolos en sus propios cuerpos celulares y digiriéndolos durante el proceso de fagocitosis (v. fig. 11-5). Los eosinófilos también se comportan como fago citos débiles. Quizá una de las funciones más impor tantes de estas células sea, como se ha descrito antes, la protección frente a la infección por determinados helmintos. Los basófilos secretan en la sangre periférica la sustancia química llamada histamina, que se libera durante las reacciones inflamatorias. También produ cen el potente anticoagulante heparina, que contri buye a evitar la coagulación de la sangre mientras fluye a través de los vasos sanguíneos del cuerpo. Agranulocitos. Los monocitos son los leucocitos más grandes. Igual que los neutrófilos, se comportan como fagocitos agresivos. Dado su tamaño, son capaces de engullir organismos bacterianos de mayor dimensión y células tumorales malignas. Los macró- fagos (que significa «comedores grandes») son monocitos especializados que han crecido hasta alcanzar varias veces su tamaño original tras salir del torrente circulatorio. Se comentan en detalle en el capítulo 13. Los linfocitos ayudan a protegernos contra las infecciones, pero lo hacen mediante un proceso dife rente a la fagocitosis. Los linfocitos intervienen en la respuesta inmune, una serie compleja de procesos que nos proporcionan inmunidad frente a las enfer medades infecciosas. Las células llamadas linfocitos B producen de modo activo unas proteínas especializa- © das, denominadas anticuerpos, que destruyen de forma Fagocitosis. Representación esquemática de la fagocitosis por un neutrófilo (observe el núcleo multilobu- lado). Las prolongaciones del citoplasma rodean a las bacte rias, que son atrapadas hacia el citoplasma a través de la mem brana celular. específica determinadas bacterias, virus o toxinas químicas. Los linfocitos T no secretan anticuerpos, pero nos defienden al atacar directamente a las células víricas o tumorales malignas. Los detalles del sistema inmunitario se analizan en el capítulo 13. Trastornos de los leucocitos El término leucemia se emplea para describir una serie de cánceres de la sangre que afectan a los leuco citos. En casi todas las formas de leucemia se produce un aumento enorme del número de leucocitos o leu cocitosis. Es frecuente encontrar recuentos de leuco citos superiores a 100.000/mm3 en sangre periférica. Los distintos tipos de leucemia se clasifican como aguda o crónica, en función de la rapidez de aparición Leucocito Bacteria http://booksmedicos.org booksmedicos.org Botón40:
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