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Manual de Liquidos y Electrolitos CIB

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La Corporación para Investigaciones Biológicas 
agradece a los Editores de esta obra por haber donado 
a nuestro Fondo Editorial las regalías que les corresponden 
por las ventas de este libro.
MANUAL DE
LÍQUIDOS Y ELECTROLITOS
FUNDAMENTOS
DE MEDICINA
Hernán Vélez A.
William Rojas M.
Jaime Borrero R.
Jorge Restrepo M. †
MANUAL DE 
LÍQUIDOS Y ELECTROLITOS
Jaime Borrero Ramírez
Alfredo Constaín Franco
Jaime Restrepo Cuartas
Corporación para Investigaciones Biológicas
Medellín, Colombia. 2006
http://booksmedicos.org
©2006 por la Corporación para Investigaciones Biológicas, CIB. Reservados todos 
los derechos. Ni todo el libro ni parte de él puede ser reproducido, archivado o 
transmitido en forma alguna o mediante algún sistema electrónico, mecánico 
o de fotorreproducción, memoria o cualquier otro, sin permiso por escrito del 
editor. Todos los conceptos aquí expuestos son responsabilidad de los autores.
ISBN: 958-9400-90-6
Diseño y diagramación: Fondo Editorial CIB
Preprensa: Especial Prepress
Impresión y terminación: Quebecor World Bogotá S.A.
Carátula: El nacimiento de Venus (1486), por Alessandro di Mariano Filipepi. 
 Venus nació del Mediterráneo y llegó primero a las playas de Chipre, 
flotando en una concha de ostra. La vida proviene del mar: sus elementos 
minerales existen en proporciones casi exactas en los fluidos biológicos 
del cuerpo humano.
 
Hecho en Colombia/Manufactured in Colombia
ADVERTENCIA
Se debe valorar la pertinencia de los conocimientos científicos 
publicados en cualquier libro de medicina antes de aplicarlos en 
la práctica clínica. Quien use esta obra, debe consultar diferentes 
fuentes de información para tener la seguridad de que sus decisiones 
contengan actualizaciones sobre cambios en procedimientos, 
contraindicaciones y supresiones o nuevas emisiones de fármacos, 
además de garantizar las dosificaciones correctas. Por tanto, es 
el lector (no el autor ni el editor) el responsable del uso de la 
información aquí publicada y de los resultados que obtenga con ella.
Corporación para Investigaciones Biológicas
Teléfono: +57 (4) 441 08 55. Fax +57 (4) 441 55 14
Internet: http://www.cib.org.co
Correo-e: cib@cib.org.co
Medellín, Colombia
DEDICATORIA
A los estudiantes de Medicina de todas las edades.
A mi esposa Dora por su constancia y tenacidad.
Jaime Borrero Ramírez
A mi familia, de donde vengo y con la que voy,
por su apoyo permanente.
Alfredo Constaín Franco
A los estudiantes de Medicina.
Jaime Restrepo Cuartas
AGRADECIMIENTOS
A CORPAÚL, 
por el apoyo que brindó para la financiación
del programa para asistentes digitales
 que acompaña este libro.
ACERCA DE LA CIB
Cuando usted compra un libro del Fondo Editorial de la Corporación para Investiga-
ciones Biológicas (CIB), contribuye con la investigación científica en América Latina 
en las áreas médica y biotecnológica. La CIB es una institución privada, sin ánimo 
de lucro dedicada a:
Investigación. La CIB trabaja en la búsqueda de mejores métodos de diagnóstico y 
tratamiento para enfermedades producidas por hongos, bacterias, virus y parásitos 
en humanos y en el sector agropecuario. También, adelanta investigaciones en en-
fermedades autoinmunes y en hipertensión, haciendo uso de técnicas de biología 
molecular. 
Formación de investigadores. En forma permanente, la CIB entrena un número 
importante de estudiantes de todas las universidades del país que quieren ser in-
vestigadores, especialmente en el campo de las maestrías y los doctorados, y tiene 
acuerdos de sociedad con universidades como la Pontificia Bolivariana, la de Pam-
plona y la Nacional de Colombia. Con La Universidad Pontificia Bolivariana y con el 
Instituto de Ciencias de la Salud (CES) se tiene un programa de doctorado en Cien-
cias Médicas. Además, a nivel de pregrado, presta capacitación a médicos, biólogos, 
bacteriólogos y auxiliares de laboratorio.
Difusión del conocimiento. Las investigaciones de la CIB producen artículos cientí-
ficos para revistas nacionales e internacionales indexadas, ayudando al progreso de 
la ciencia mundial desde el ámbito latinoamericano.
Los investigadores de la CIB participan como autores y editores en varios de los 
libros del Fondo Editorial que hoy cuenta con más de 40 títulos.
Servicios de diagnóstico. La CIB sirve de soporte a médicos y laboratorios en la 
ejecución y elaboración de exámenes para diagnósticos especializados, en el campo 
de las enfermedades infecciosas y autoinmunes. Además, se presta apoyo en el área 
de diagnóstico y control en el sector agropecuario. 
Desarrollo en biotecnología. Igualmente, la Corporación trabaja en la evaluación 
de bacterias y hongos que sirven para la producción de bioinsecticidas y en el desa-
rrollo de plantas transgénicas resistentes a plagas y enfermedades.
PRÓLOGO
La Corporación presenta hoy, por primera vez, un libro que se acompaña 
de un programa informático para utilizar en el diagnóstico y el trata-
miento de las enfermedades que en él se estudian.
Tres hechos nos enorgullecen en esta ocasión. Primero, la CIB completa 
una larga tradición en la literatura médica colombiana y latinoamerica-
na. Hace exactamente 35 años, en enero de 1971, se daba inicio a nues-
tra colección principal, Fundamentos de Medicina, editada en su primera 
edición por la Universidad de Antioquia. Los editores de entonces fueron 
los Drs. Hernán Vélez Atehortúa, Jorge Restrepo Molina y el Dr. Jaime 
Borrero Ramírez, quien de manera especial nos acompaña ahora como 
editor y coautor de este texto.
A Fundamentos de Medicina se han ido sumando Fundamentos de Cirugía, 
Fundamentos de Pediatría, Fundamentos de Salud Pública y Fundamen-
tos de Odontología. Así mismo, de manera simultánea con este libro, 
estamos lanzando una serie de textos dirigidos a los estudiantes y pro-
fesionales del área de Medicina Veterinaria, Fundamentos de Medicina 
Veterinaria, de la cual Terapéutica Veterinaria es el primer título con 
el que la CIB incursiona en tan importante área del conocimiento. Esto 
constituye un motivo más de satisfacción.
Tercero, el software que hoy presentamos, es el primero en español 
del que tengamos noticia para el manejo de los líquidos y electrolitos, 
y de los pocos que existen en el momento en este idioma, para ser 
usado en dispositivos móviles en el área de la salud. Esperamos, que 
en el lecho del enfermo, el médico pueda hacer uso de esta magnífica 
herramienta.
Creemos que es tiempo de migrar a la información y las herramientas 
digitales. Esta obra es el primer paso. La Internet y las nuevas tecno-
logías, como la computación móvil, ya hacen parte de nuestras vidas y 
empiezan a ser indispensables para proporcionar un correcto cuidado 
médico a nuestros pacientes, con la última evidencia de que se disponga 
y con la mínima incertidumbre posible. La CIB hace aquí su aporte para 
construir ese ideal.
Alexander Ramos R.
Director Fondo Editorial CIB
PREFACIO
A lo largo de mi experiencia académica como Nefrólogo y de mis múltiples 
contactos con estudiantes, internos, residentes y colegas, encontré como 
una necesidad sentida, la de un manual sobre líquidos, electrolitos y 
equilibrio acidobásico que fuera claro, coherente y de fácil manejo.
Acudí a la Corporación para Investigaciones Biológicas, donde fui 
gratamente sorprendido, pues los doctores Jaime Restrepo Cuartas y 
Alfredo Constaín Franco venían impulsando la misma idea.
En enero de 2005 seleccionamos los autores de capítulos e iniciamos 
labores, centralizadas en el Fondo Editorial de la Corporación para 
Investigaciones Biológicas y coordinadas por el doctor Alexander Ramos, 
hasta culminar la obra, organizada en 5 secciones, con 20 capítulos y 
unos anexos.
En los seis capítulos iniciales se analizan los conceptos generales 
del equilibrio hidroelectrolítico y acidobásico, la fisiología renal y la 
homeostasis de los iones: sodio, potasio, calcio, fósforo y magnesio.
Los capítulos siete a diez se dedican al análisis de las alteracionespatológicas de los iones y su tratamiento.
En la tercera sección, capítulos 11 a 16, se presentan y discuten las 
alteraciones del equilibrio acidobásico y su tratamiento, con un enfoque 
práctico basado en las teorías de Peter-Stewart. Es una sección para leer 
con calma, reflexionar y luego aplicar.
Los capítulos 17 a 19 se dedican a los síndromes hiperosmolares, el manejo 
de líquidos y electrolitos en el paciente quirúrgico y las alteraciones del 
equilibrio acidobásico en el paciente crítico.
La quinta sección se dedica al paciente pediátrico. 
Difícil de congeniar lo que corresponde netamente al niño, con lo que 
le es común con el adulto. Sin embargo, los doctores Liliana María Rubio 
Elorza y José Martínez Salas supieron balancear sus conocimientos con 
las limitaciones del manual y el capítulo es altamente informativo.
Lo novedoso y útil para los médicos hospitalarios, es la inclusión, sin costo 
adicional, de un programa para asistente digital, destinado a convertirse 
en su auxiliar indispensable.
Los editores del Manual queremos colaborar con su publicación, en forma 
positiva, al bienestar de nuestros colegas profesionales y estudiantes.
Jaime Borrero Ramírez
xiii
ÍNDICE DE AUTORES
Luis Ernesto Barragán Ramírez Internista nefrólogo Universidad Surcolom-
biana, Neiva, Huila.
Jaime Borrero Ramírez Ex decano de la Facultad de Medicina de la 
Universidad de Antioquia y fundador de la 
Unidad Renal y del Grupo de Trasplantes del 
Hospital Universitario San Vicente de Paúl, 
Medellín.
Alfredo Constaín Franco Médico cirujano y cirujano general de la Uni-
versidad Nacional de Colombia. Especialista 
en Medicina Crítica y Cuidados Intensivos de 
la Universidad Pontificia Bolivariana. Profe-
sor asistente Departamento de Cirugía de 
la Universidad de Antioquia y Hospital Uni-
versitario San Vicente de Paúl. Intensivista 
clínicas Soma y Bolivariana, Medellín.
José Martínez Salas Médico pediatra. Nefrólogo pediatra. Profe-
sor titular Facultad de Medicina de la Uni-
versidad de Antioquia. Ex jefe de la Unidad 
Renal Pediátrica Hospital Universitario San 
Vicente de Paúl, Medellín.
Jaime Iván Pantoja Agreda Internista nefrólogo Hospital Universitario 
Hernando Moncaleano Perdomo, Neiva, 
Huila.
Jaime Restrepo Cuartas Médico cirujano de la Universidad de An-
tioquia. Profesor titular de cirugía general, 
cofundador y miembro del Grupo de Tras-
plantes de la Universidad de Antioquia. Ex 
rector de la misma universidad de 1995 al 
2002. Actualmente Director General de la 
Corporación para Investigaciones Biológicas, 
CIB, Medellín.
Liliana María Rubio Elorza Pediatra nefróloga. Jefe de la Unidad Renal 
Pediátrica Hospital Universitario San Vicente 
de Paúl, Medellín.
Desarrollador del programa informático
José Fdo. Flórez Arango Médico cirujano de la Universidad de An-
tioquia. Magíster en Ciencias Básicas Bio-
médicas, U. de Antioquia. Profesor, U. de 
Antioquia. Estudiante de doctorado, Univer-
sity of Texas Health Science Center - School 
of Health Information Sciences. Houston, 
Texas.
xv
TABLA DE CONTENIDO
Capítulo 1 Líquidos, electrolitos y equilibrio acidobásico ................. 1
 Jaime Borrero Ramírez
 Jaime Restrepo Cuartas
Capítulo 2 Conceptos básicos de fisiología renal ..........................16
 Jaime Borrero Ramírez
Capítulo 3 Homeostasis del equilibrio acidobásico ........................40 
 Alfredo Constaín Franco
 Jaime Borrero Ramírez
Capítulo 4 Sodio y el concepto de volumen circulante efectivo .......54
 Jaime Borrero Ramírez
Capítulo 5 Homeostasis del potasio ..........................................59
 Jaime Iván Pantoja Agreda
Capítulo 6 Homeostasis del calcio, el fósforo y el magnesio ............67
 Alfredo Constaín Franco
 Jaime Borrero Ramírez
Capítulo 7 Hipernatremias y síndromes hiperosmolares .................74
 Jaime Borrero Ramírez
Capítulo 8 Hiponatremias y síndromes hipoosmolares ...................81
 Jaime Borrero Ramírez
Capítulo 9 Trastornos del potasio .............................................94
 Jaime Borrero Ramírez
 Jaime Iván Pantoja Agreda
Capítulo 10 Alteraciones del calcio, fósforo y magnesio ................ 111
 Alfredo Constaín Franco
 Jaime Borrero Ramírez
Capítulo 11 Alteraciones del equilibrio acidobásico ...................... 124
 Alfredo Constaín Franco
Capítulo 12 Acidosis metabólica .............................................. 138
 Alfredo Constaín Franco
Capítulo 13 Alcalosis metabólica ............................................. 149
 Alfredo Constaín Franco
Capítulo 14 Acidosis respiratoria ............................................. 156
 Alfredo Constaín Franco
Capítulo 15 Alcalosis respiratoria ............................................. 162
 Alfredo Constaín Franco
Capítulo 16 Alteraciones acidobásicas y alteraciones mixtas:
 enfoque práctico .................................................. 168
 Alfredo Constaín Franco
xvi
Capítulo 17 Cetoacidosis diabética y estado hiperglucémico 
 hiperosmolar ...................................................... 179
 Luis Ernesto Barragán Ramírez
Capítulo 18 Manejo de líquidos y electrolitos en el paciente quirúrgico ..194
 Jaime Restrepo Cuartas
Capítulo 19 Alteraciones acidobásicas en el paciente crítico .......... 216
 Alfredo Constaín Franco
Capítulo 20 Líquidos y electrolitos en el paciente pediátrico .......... 236
 José Martínez Salas
 Liliana María Rubio Elorza
Capítulo 21 Anexos .............................................................. 302 
 Jaime Borrero Ramírez
 Alfredo Constaín Franco
xvii
ÍNDICE DE SIGLAS Y ABREVIATURAS
µg microgramo
ATOT ácidos débiles totales
BIF brecha de iones fuertes
 (en inglés SIG por strong ion gap)
DAD dextrosa en agua destilada
DIF diferencia de iones fuertes 
 (en inglés, SID, por strong ion difference)
g gramo
GI gastrointestinal
h hora
HCO3
— ión bicarbonato
HTA hipertensión arterial
IAM infarto agudo del miocardio
IM intramuscular
IV intravenoso
kg kilogramo
L litro
m metro
mEq miliequivalente
min minuto
mg miligramo
mL mililitro
mmol milimol
mOsm miliosmol
s segundo 
UCI unidad de cuidados intensivos 
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Líquidos, electrolitos y 
equilibrio acidobásico 1
Dr. Jaime Borrero Ramírez
Dr. Jaime Restrepo Cuartas
Conceptos generales 
En este capítulo se presentan las bases fisiológicas generales que permi-
ten comprender la regulación de los líquidos, los electrolitos y los siste-
mas acidobásicos en el organismo humano; también, las que establecen 
cuáles son los cambios que se presentan en situaciones anormales, y 
cómo se le puede facilitar al organismo la activación de los mecanismos 
compensatorios.
El agua del organismo
El agua es el principal componente de los seres vivos y sus propiedades 
dependen de la estructura molecular, la cual tiene una disposición mor-
fológica en forma de V, con 2 átomos de hidrógeno con una carga positiva 
débil y uno de oxígeno cargado negativamente (figura 1-1). Por su configu-
ración tetraédrica adopta la forma de un campo eléctrico y por su atrac-
ción electrostática mantiene una forma rígida cuando está en estado de 
cristalización, conservando esta misma disposición por períodos más cor-
tos si se encuentra en estado líquido (figura 1-2). Estas particularidades 
hacen del agua un excelente solvente para los electrolitos, ya que la in-
terposición de las moléculas de agua reduce la atracción entre los iones.
105º
H
(+)
(+)H
(—)
(—)
Fuente: Hays R. Dynamics of body water and electrolytes. En: Maxwell M, Kleeman C. Clini-
cal disorders of fluid and electrolyte metabolism. New York: McGraw-Hill; 1980.
Figura 1-1. Estructura molecular del agua. Se aprecian las órbitas del par de elec-
trones en el átomo de oxígeno y la carga positiva de los átomos de hidrógeno.
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Figura 1-2. Estructura del hielo. La figura de las esferas grandes representan el 
oxígeno y las pequeñas, el hidrógeno. Se ilustra la unión de las moléculas de agua, 
mediante los atómos de hidrógeno —línea discontinua—. Las múltiples uniones 
son responsables de la estructura cristalina del hielo.
Las múltiples uniones entre las moléculas de agua determinan que 
ésta tenga un alto calor específico, lo cual es importante como conduc-
tor térmico, lo que le permite estabilizar la temperatura corporal de los 
humanos. La pérdida de calor con la evaporación resulta de la ruptura de 
las uniones entre los iones de hidrógeno durante la perspiración; así, el 
hombre puede controlar el exceso de temperatura. Igualmente, el agua 
es un excelente estabilizador de membranas y a la vez desempeña un 
importante papel en los fenómenos de permeabilidad celular.
En resumen las características fundamentales del agua son:
• Ser un excelente solvente
• Es termorregulador y conductor eléctrico
• Estabiliza las membranas celulares
• Permite la permeabilidad celular
• Se disocia para producir iones hidrógeno
Distribución de los líquidos en el organismo
Las mediciones con óxido de deuterio, tritio o antipirina han permiti-
do establecer que en adultos normales el porcentaje de agua corporal 
fluctúa entre el 45 y el 60% del peso total. Las variaciones dependen de 
la edad, la cantidad de grasa y el sexo; el porcentaje de agua corporal 
tiene una relación inversa con la edad y con el porcentaje de grasa del 
organismo, esto último se debe a que la concentración de agua en las 
Fuente: Hays R. Dynamics of body water and electrolytes. En: Maxwell M, Kleeman C. Clini-
cal disorders of fluid and electrolyte metabolism. New York: McGraw-Hill; 1980.
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Figura 1-3. Distribución del agua corporal —en litros y en porcentaje del peso cor-
poral— e intercambio de líquido entre los diferentes compartimientos en un varón 
normal de setenta kilogramos.
grasas es apenas del 10%. Por lo anterior, el agua corporal total es menor 
en los ancianos, las mujeres —quienes tienen mayor proporción de grasa 
que el hombre— y los obesos.
El agua del organismo en el recién nacido representa un 75% del peso 
corporal, en el hombre adulto el 60% y en la mujer el 50%, por su mayor 
porcentaje de grasa. En mayores de 60 años: hombres 50% y mujeres 45%.
Del total de agua del organismo un 60% es intracelular y un 40% ex-
tracelular. 
En un adulto de 70 kg de peso: 
Agua total 0,6 x peso = 42 L 100%
Líquido intracelular 0,4 x peso = 28 L 66%
Líquido extracelular 0,2 x peso = 14 L 33%
Líquido intersticial: ¾ del LEC 10,5 L 0,75%
Plasma: ¼ del LEC 3,5 L 0,25%
Los líquidos intersticiales y el plasma están separados por la pared capi-
lar. El líquido de los huesos no es intercambiable y el del tejido conectivo 
y de los cartílagos se moviliza con mucha lentitud. Existen también mo-
deradas cantidades de líquido en las cavidades pericárdica, peritoneal y 
pleural. El líquido transcelular posee una composición iónica variable y 
se forma por trasporte activo celular; a este compartimiento pertenecen 
las secreciones salival, biliar, pancreática, gonadal, bronquial, ocular, 
sudorípara, gastrointestinal, cerebroespinal y renal (figura 1-3).
Balance hídrico
El balance hídrico es el estado de equilibrio entre el ingreso y la salida 
de líquidos del organismo; en éste, la variación diaria es muy pequeña 
Plasma
3,0 L (4,5%)
Agua del 
tejido conectivo
3,0 L (4,5%)
Agua del 
los huesos
 3,0 L (4,5%)
Líquido
intersticial
8,5 L (12,0%)
Líquido intracelular
23,0 L (33,0%)
Líquido transcelular
1,0 L 
(1,5%
)
Fuente: Hays R. Dynamics of body water and electrolytes. En: Maxwell M, Kleeman C. Clini-
cal disorders of fluid and electrolyte metabolism. New York: McGraw-Hill; 1980.
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y sólo representa un 0,2% del peso. Cuando se presenta un balance ne-
gativo, por un exceso en las pérdidas o una disminución en los ingresos, 
sobreviene la deshidratación y cuando ocurre el fenómeno contrario se 
presenta la sobrehidratación. En ambas circunstancias el organismo hace 
uso de sus mecanismos de compensación, bien sea para retener el faltan-
te o para eliminar el excedente.
El agua se obtiene en el organismo mediante el consumo de líquidos, 
por liberación a partir de los alimentos o por el fenómeno de oxidación 
endógena. En un adulto normal, los requerimientos de agua oscilan en-
tre 2.000 y 3.000 mL diarios, pero estos valores dependen del clima, el 
ejercicio físico y las costumbres. El control de los ingresos está mediado 
por la sed —sensación de sequedad de las mucosas que se presenta du-
rante los estados de deshidratación—, cuyos mecanismos homeostáticos 
se activan al estimularse el eje hipotálamo-hipófisis y la producción de 
hormonas reguladoras, lo cual ocurre a partir de una disminución supe-
rior al 1% del peso en agua. Para calcular las necesidades diarias se han 
empleado varias fórmulas: 1.800 mL por metro cuadrado de superficie 
corporal —más empleada en los niños— y 0,35 mL por kilogramo de peso 
para el adulto joven. Este valor disminuye en los viejos y aumenta en 
los niños.
El agua sale del organismo a través de la piel, el tracto respiratorio, 
la vía urinaria y el tracto gastrointestinal. 
Las salidas por la piel —transpiración— dependen de la concentración 
atmosférica de vapor de agua, el ejercicio físico y los cambios de tempe-
ratura; esta eliminación corresponde a un proceso activo para dispersar 
calor. La eliminación diaria suele ser de 400 a 800 mL; durante la fiebre 
se pierden 0,2 mL/kg/hora/grado centígrado. En general, por cada grado 
centígrado de más, se pueden perder 100 mL en 24 horas. 
La eliminación pulmonar depende de las diferencias de tensión entre 
el vapor de aire inspirado y el espirado y se aumenta con el incremento 
de la frecuencia respiratoria. En condiciones normales se eliminan unos 
400 mL por día en un adulto normal.
En la vía urinaria, la eliminación oscila entre 1.200 y 1.500 mL al día, 
variación que depende de la ingesta y de las necesidades del organismo 
para eliminar solutos como el sodio, la úrea, la creatinina y otras sustan-
cias. El organismo tolera descensos del volumen urinario hasta 500 mL al 
día, pero este límite es necesario para eliminar los 35 gramos de solutos 
diarios que salen en la orina. En el proceso intervienen factores hormo-
nales como los de la hormona antidiurética, la hormona natriurética y la 
aldosterona, el uso de medicamentos que aumenten la presión arterial o 
el flujo plasmático renal y las alteraciones en el funcionamiento de los 
órganos. El estrés puede producir oliguria con retención de sodio y de 
cloro y eliminación de potasio.
La evacuación con las materias fecales es normalmente menor de 
200 mL al día y tiene relación con la dieta. Por supuesto, en estados 
patológicos como la diarrea, el vómito, la obstrucción intestinal o las 
fístulas, el tracto gastrointestinal es un importante sitio de pérdidas. En 
el tracto digestivo existeun amplio intercambio de líquidos entre la luz 
y el compartimiento extracelular. 
La composición iónica de las distintas secreciones digestivas puede 
apreciarse en la tabla 1-1.
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En general, las secreciones salival y gástrica son hipotónicas y las 
intestinales, la bilis y las pancreáticas son isotónicas, por lo cual los 
reemplazos deben hacerse teniendo en cuenta estas consideraciones. Así 
mismo, debe recordarse que las pérdidas gástricas tienen la tendencia a 
producir alcalosis hipoclorémica y las pérdidas pancreaticobiliares, aci-
dosis metabólica.
La eliminación urinaria es el recurso más especializado que establece 
el organismo para la regulación hidroelectrolítica, por tanto, su volumen 
representa la diferencia entre la ingesta y la salida de los líquidos. En 
condiciones normales se eliminan unos 50 mL por hora en un adulto, lo 
cual representa un volumen entre 1.000 y 1.500 mL diarios. Esta canti-
dad depende, sin embargo, de la ingesta y de los estados patológicos, 
por lo que se deben tener en cuenta problemas como la diabetes me-
llitus, la diabetes insípida, la intoxicación alcohólica y las alteraciones 
renales, por ejemplo.
Regulación del balance de agua
Ingresos en mL/día Egresos en mL/día
Líquidos 1.200 Insensibles 700
Por alimentos 1.000 Sudor 100
Agua metabólica 300 Heces 200
0 Orina 1.500
Total 2.500 2.500
Secreción
Volumen en 
24 horas 
(mL)
Sodio
(mEq/L)
Potasio
(mEq/L)
Cloro
(mEq/L) 
Bicarbonato
(mEq/L)
Saliva 1.500 40 15 15 50
Gástrica 2.500 60 10 90 1
Duodenoye-
yunal 
2.000 100 5 100 20
Del íleon 1.000 120 5 100 20
Jugo biliar 1.000 120 5 100 70
Pancreática 1.000 140 5 80 100
Fuente: Restrepo J, Aristizábal H, Velásquez O, Cano F. Equilibrio hidroelectrolítico en el adulto. 
En: Olarte F, Aristizábal H, Botero M, Restrepo J. Cirugía. Tomo I. Medellín: Universidad de 
Antioquia; 1982: 37.
Tabla 1-1. Volumen y composición hidroelectrolítica de las secreciones digestivas 
normales.
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Efecto del ejercicio, la temperatura ambiente y la fiebre sobre el equi-
librio hídrico
Pérdida de agua Climas cálidos Ejercicio fuerte Fiebre
(en mL/día)
Pulmones 350 700 Por cada grado
Sudor 1.300 - 1.500 4.000- 5.000 de aumento,
Orina 800 – 1.100 500 100 mL
Pérdidas totales 2.100 – 2.950 5.200 – 6.200
Las pérdidas totales se deben reemplazar para mantener el balance hí-
drico. En caso de diarrea o vómito las pérdidas pueden ser considerables. 
En la persona normal el balance hidroelectrolítico se mantiene estable 
dentro de límites relativamente estrechos.
Unidades corporales de medida
El agua ocupa en un adulto normal, de un 55 a un 60% del peso corporal 
total y en ella se disuelven los distintos componentes orgánicos e inor-
gánicos, denominados solutos; las unidades corporales de medida esta-
blecen las relaciones entre dichos solutos y el solvente. Con base en las 
relaciones mencionadas se puede calcular por ejemplo la cantidad total 
de cada uno de los solutos y su concentración plasmática; para hallar 
estos y otros valores es necesario tener en cuenta algunos conceptos 
bioquímicos básicos que se enuncian a continuación:
Peso atómico. Es un número arbitrario que se obtiene al comparar el 
peso de un átomo de oxígeno, estipulado en 16, con el de los otros ele-
mentos de la tabla periódica (véase tabla 1-2).
Peso molecular. Es la suma de los pesos atómicos de los elementos que 
componen una molécula de una sustancia; esta suma expresada en gra-
mos se denomina mol (molécula gramo) (véase tabla 1-3). En la práctica 
médica se utiliza como unidad el milimol (mmol). Para el caso de los 
gases, bajo patrones constantes de temperatura y presión, el volumen 
ocupado por un mol es de 22,4 litros.
Equivalencia electroquímica. Es la capacidad que tiene un ión de com-
binarse con otro, propiedad que depende de la valencia. Los iones mul-
tivalentes tienen mayor poder de combinación, de tal modo que un ión 
divalente se combina con dos monovalentes. El patrón de referencia 
es el hidrógeno; así, un equivalente de un ión es la cantidad de éste 
que puede combinarse con un gramo de hidrógeno, o expresado de otro 
modo, un equivalente de una sustancia es su peso atómico dividido por 
la valencia.
Concepto de equivalencia. Las partículas de carga positiva se denomi-
nan cationes y las de carga negativa aniones. Al combinarse los cationes 
y los aniones, lo hacen de acuerdo con su carga o valencia y no con su 
peso molecular. De este modo, un equivalente se define como el peso en 
gramos de un elemento que se combina o reemplaza. Un gramo del ión H+ 
es igual a un mol de H+ y contiene 6,02 x 10 a la 23 partículas.
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1 mol de H+ + 1 mol de Cl— = 1 mol HCl
 (1 g) (35,5 g) = (36,5 g)
Similarmente, un mol de un catión univalente, carga +1, es igual a un 
equivalente porque puede reemplazar el H+ y puede combinarse con un 
equivalente de un anión.
1 mol de Na+ + 1 mol de Cl— = 1 mol de NaCl
 (23 g) (35,5 g) (58,5 g)
Pero un mol de un catión divalente como el Ca++ se combinará con 2 mo-
les de Cl— y es igual a 2 equivalentes
Elemento Símbolo Peso atómico
Aluminio Al 26,98
Azufre S 32,07
Bromo Br 79,92
Calcio Ca 40,08
Carbono C 12,01
Cloro CI 35,46
Cromo Cr 52,01
Cobre Cu 63,54
Fósforo P 30,98
Hidrógeno H 1,01
Hierro Fe 55,85
Magnesio Mg 24,32
Manganeso Mn 54,94
Mercurio Hg 200,61
Nitrógeno N 14,01
Oxígeno O 16,00
Plata Ag 107,88
Potasio K 39,10
Sodio Na 22,99
Tungsteno W 183,86
Yodo Y 126,91
Zinc Zn 65,38
Tabla 1-2. Peso atómico de los elementos biológicamente importantes.
Fuente: Hays R. Dynamics of body water and electrolytes. En: Maxwell M. Kleeman C. Clinical 
disorders of fluid and electrolyte metabolism. New York: McGraw-Hill; 1980.
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1 mol Ca++ + 2 mol Cl— = 1 mol CaCl2
 (40 g) (71 g) (111 g)
En los líquidos orgánicos diluidos, las concentraciones de los iones se dan 
en milésimas de equivalente y para convertir milimoles a miliequivalen-
tes se usan las siguientes fórmulas:
mEq/L = mmol/L x valencia.
 mEq/L
O utilizando la primera ecuación: mEq/L = x valencia
 Peso mol
Concepto de molaridad. Es importante porque según la ley de Avogadro, 
1 mol de una sustancia no disociable contiene el mismo número de par-
tículas (6,02 x 1023).
Molaridad es la cantidad de una sustancia relativa a su peso atómico o 
molecular: un mol se define como el peso molecular de una sustancia en 
gramos: siendo el peso atómico del sodio 23 gramos, 23 mg son un mili-
mol y disueltos en un litro de agua representan 1 milimol por litro
Entonces 1 milimol de Na+ contiene el mismo número de átomos que 
un milimol deCl— aunque éste pese 35,5 mg y aquel 23 mg.
Conceptos de osmolaridad y de osmolalidad. La osmolaridad se refiere 
al número de partículas de soluto por litro de agua y la osmolalidad al 
número de partículas por kilogramo de peso: la osmolaridad es tempe-
ratura dependiente porque el volumen aumenta al aumentar aquella. La 
Sustancia Fórmula Peso molecular
Peso de
un mol
(g)
Peso de
un milimol
(mg)
Glucosa C6H1206 6(12) + 12(1) + 6(16) = 180 180 180
Cloruro 
de potasio KCI 39 + 35,5 = 74,5 74,5 74,5
Bicarbonato 
de sodio NaHCO3
— 23 + 1 + 12 + 3(16) = 84 84 84
Cloruro 
de calcio CaCI2 40 + 2(35,5) = 111 111 111
Cloruro 
de amonio NH4CI 14 + 4(1) + 35,5 = 53,5 53,5 53,5
Bicarbonato HCO3
— 1 + 12 + 3(16) = 61 61 61
Sulfato SO2
— 32 + 4(16) = 96 96 96
Ion sodioa Na+ 23 23
Ion calcioa Ca2+ 40 40
Tabla 1-3. Peso molecular y peso en moles y milimoles de sustancias ionizadas y 
no ionizadas.
a El peso de un mol de un elemento es igual a su peso atómico expresado en gramos.
Fuente: Hays R. Dynamics of body water and electrolytes. En: Maxwell M, Kleeman C. Clinical 
disorders of fluid and electrolyte metabolism. New York: McGraw-Hill; 1980.
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osmolalidad depende de la masa y es independiente de la temperatura; 
sin embargo en clínica se las usa indiferentemente.
El solvente biológico es el agua y por ser las concentraciones de los 
solutos corporales muy bajas, su concentración se expresa en milimoles 
por kilogramo de agua.
Fórmula para convertir mg/dL a mmol/kg. Tomando como ejemplo la 
concentración normal de la glucosa en el plasma y su peso molecular, su 
osmolaridad sería:
 mg/dL (100 mg x 10)
mmol/kg= ___________________ < = 0,0056 = 5,6 mmol/L o kg
 Peso mol (180)
Se deben tener en cuenta los siguientes cuatro principios:
1) La osmolalidad depende del número total de partículas disueltas por 
kg de peso y no depende de las cargas eléctricas de las mismas.
2) Los iones se combinan miliequivalente por miliequivalente y no mili-
mol por milimol o miligramo por miligramo.
3) Para mantener la electroneutralidad debe existir un número igual de 
cationes y de aniones en los líquidos orgánicos.
4) La presión osmótica la determina exclusivamente el número total de 
partículas en solución y es independiente de factores tales como el 
tamaño de las partículas, su masa o su valencia.
La osmolaridad y la tonicidad son sinónimos, aunque en el caso de so-
luciones la tonicidad se relaciona con su efecto en el volumen de una 
célula: la solución isotónica no altera el volumen celular; la hipertónica 
la deshidrata y la hipotónica aumenta su volumen.
Tonicidad. Se refiere a la presión osmótica efectiva y depende de la 
concentración de solutos osmóticamente activos en un fluido. La úrea, 
por ejemplo, que es permeable y atraviesa con facilidad las membranas 
celulares, no produce movimiento de agua, pues su concentración se 
difunde en ambos espacios, intra y extracelular; no tiene pues efectos 
tónicos. Pero el manitol, que es un soluto impermeable y no pasa del 
compartimiento extracelular al intracelular, sí origina salida de agua de 
la célula, por el efecto hipertónico que desencadena; de ahí su utilidad 
en el edema cerebral. Como la osmolalidad está determinada por el nú-
mero de partículas y no por su clase, una solución al 5% de glucosa o una 
al 0,9% de solución salina, son isotónicas con relación al plasma, pero 
en el caso de la solución glucosada, el azúcar se consume y el volumen 
neto de agua aumenta, lo que se puede comportar finalmente como una 
solución hipotónica. A su vez, una solución al 5% de cloruro de sodio será 
hipertónica y una al 0,45% será hipotónica. Por esta razón, en el control 
rápido de las pérdidas agudas de líquidos, las soluciones hipertónicas 
pueden reestablecer rápidamente el volumen extracelular.
Distribución de los electrólitos en el organismo
El agua y los electrólitos se difunden libremente a través del endotelio 
de los capilares; su paso es restringido por las proteínas y los solutos que 
no atraviesan fácilmente las membranas. El líquido intersticial es enton-
ces un ultrafiltrado del plasma, relativamente libre de proteínas; los ele-
mentos que lo constituyen dependen del equilibrio de Gibbs-Donnan, el 
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cual se obtiene cuando los iones difusibles —de acuerdo con los gradien-
tes de concentración— establecen el equilibrio entre los compartimien-
tos. La presencia de proteínas en el suero hace que la concentración de 
otros aniones sea baja y la de los cationes sea alta, en comparación con 
el líquido intersticial.
La concentración de cada ión en el líquido intracelular difiere sustan-
cialmente de la del líquido extracelular, predominando en el intracelular 
como cationes el potasio y el magnesio y como aniones las proteínas, 
los fosfatos y los sulfatos; además, la suma total de cationes y aniones 
intracelulares es mayor que en el líquido intersticial o en el suero. Sin 
embargo, existe un equilibrio osmótico entre la célula y el líquido inters-
ticial lo cual parece depender de que hasta un 30% de los iones intra-
celulares sean inactivos, posiblemente por estar unidos a lipoproteínas, 
nucleoproteínas, ácido ribonucleico y fosfato de adenosina libre. El sodio 
es el principal catión extracelular, y existe un 24% no intercambiable, 
que está localizado principalmente en los huesos. El potasio, por su par-
te, es fundamentalmente intracelular y es en un 90% intercambiable. 
Fuerzas responsables del movimiento del agua y de los iones
Presión hidrostática. Es la presión originada por la contracción cardiaca 
y trasmitida a lo largo del sistema arterial. En el lecho vascular microcir-
culatorio es de 35 mmHg, lo que equivale a 0,04 atmósferas. La diferen-
cia entre esta presión y la presión coloidosmótica dada por las proteínas 
del suero, establece una presión de difusión o coeficiente de filtración 
hacia los tejidos, lo que permite la salida de agua y solutos del lecho 
vascular al intersticio; este proceso se revierte en el extremo venoso por 
la disminución de la presión hidrostática (figura 1-4).
Presión osmótica. Las moléculas no difusibles a través de las mem-
branas semipermeables producen un flujo de agua hacia el sitio donde 
Tejidos
Presión hidrostática
PO: presión oncótica PH: presión hidrostática
Ex
tre
m
o 
ar
te
ria
l Presión hidrostática35 mmHg
Presión
oncótica
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Capilar
25
pH
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PO
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-10+10
Presión oncótica
Ex
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no
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Figura 1-4. Presentación de un capilar y de las fuerzas que participan en el equilibrio 
de Starling. En el extremo arterial del capilar, la presión hidrostática es mayor que la 
oncótica, por tanto hay salida de líquido; mientras que en el extremo venoso la relación 
entre dichas presiones se invierte con la consiguiente reabsorción neta de líquido.
Fuente: Hays R. Dynamics of body water and electrolytes. En: Maxwell M, Kleeman C. Clinical 
disorders of fluid and electrolyte metabolismo New York: McGraw-Hill; 1980: 21.
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ellas se encuentran, denominado ósmosis, lo cual establece una presión 
que se opone a la hidrostática. Esta presión osmótica es proporcional a 
la concentración de los solutos no difusibles y depende de la tempera-
tura absoluta. La permeabilidad depende del tipo de membrana y del 
tamaño de las partículas; en las membranas biológicas, partículas como 
la úrea y el glicerol pasan relativamente fácil y no son componentes 
osmóticos.
La actividad fisiológica y química de los electrólitos depende del nú-
mero de partículas por unidad de volumen, mmol/L; del número de car-
gas eléctricas por unidad de volumen, mEq/L, y del número de partículas 
osmóticamente activas, mOsm/L. La presión osmótica efectiva depende-
rá de las sustancias que no atraviesen las membranas semipermeables, 
como las proteínas.
Presión oncótica. Es la presión osmótica ejercida por moléculas de gran 
tamaño, especialmente las proteínas que se encuentran en solución en 
el plasma. Este efecto se debe primordialmente a la albúmina y puede 
lograrse con otras sustancias como el dextrán o las poligelatinas. Su valor 
promedio de de 27 mmHg y es primordial como determinante del movi-
miento líquido a través de los capilares.
Permeabilidad capilar. Los capilares tienen una gran permeabilidad, lo 
que permite el flujo de agua y partículas hacia el intersticio en el lado 
arterial y su regreso en el lado venoso. La superficie de filtración capilar 
es enorme y puede estimarse en 6.300 metros cuadrados. En las células, 
los movimientos de agua se hacen a través de los poros celulares y el 
flujo a través de estos orificios depende de la ley de Poiseuille1.
Trasporte de los solutos en las membranas biológicas. Las membranas 
biológicas poseen un doble estrato lipídico en el cual se encuentran las 
proteínas globulares, que parecen ser las responsables de la formación 
de los canales para el agua y otras moléculas.
Los solutos pueden atravesar las membranas por difusión o por un 
proceso de transporte activo. Existe un coeficiente de permeabilidad 
que depende del área de la membrana, de las diferencias de concentra-
ción del soluto a ambos lados de la membrana y del tiempo del proceso. 
Como la célula tiene en su interior aniones impermeables, como las pro-
teínas y los ácidos nucleicos, existe una presión osmótica que favorece 
el ingreso de iones difusibles lo cual podría producir edema de la célula 
y ruptura de las membranas; este efecto se controla por un mecanis-
mo activo de bombas iónicas que extraen el sodio, lo que genera una 
diferencia de potencial a través de la membrana, siendo positiva en el 
exterior y negativa en el interior. El potencial de membrana del múscu-
lo estriado se calcula en -90 milivoltios; para mantener este potencial 
negativo debe ingresar potasio a la célula y salir sodio, con lo cual se 
mantiene el volumen. El enfriamiento celular, por ejemplo a 0°, reduce 
la salida de sodio, disminuye la diferencia de potencial y permite que el 
sodio y el cloro entren a la célula; así mismo, el potasio sale y se produce 
edema celular (véase figura 1-5).
El descubrimiento en 1957 de una enzima, la Na-K-ATPasa permitió 
establecer la importancia del trasporte activo no sólo para el sodio y el 
potasio sino también para el bicarbonato, el magnesio y el calcio.
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Sustancias de importancia fisiológica y su equivalencia
Sustancia Peso molecular Miliequivalentes Miliosmoles
Sodio + 23,0 1 1
Potasio + 39,1 1 1
Calcio ++ 40,1 2 1
NH4 + 18,0 1 1
HCO3
— 61,0 1 1
Cloro 35,5 1 1
Fósforo inorg. 95,0 3 1
Cloruro de sodio 58,5 2 2
Cloruro de calcio 111 4 3
 
Composición iónica de los compartimientos líquidos en el organismo
Espacio extracelular Espacio intracelular
Cationes mEq/L Aniones mEq/L Cationes mEq/L Aniones mEq/L 
Na+ 140 Cl— 105 Na+ 10 Cl— 5
K+ 4 HCO3
— 25 K+ 150 HCO3
— 12
Ca++ 5 Proteínas 16 Ca++ 0,001 Pinorg 100 
Mg++ 2
H+ 0,000040 H+ 0,000079
pH 7,4 pH 7,1
Figura 1-5. Regulación del volumen celular. Se observan una célula con metabolismo 
normal —izquierda— y otra con inhibición metabólica reversible —derecha—. En la 
célula normal el sodio difunde hacia su interior y el potasio sale —línea interrumpi-
da—, sin embargo, el transporte activo de iones extrae el sodio y capta el potasio para 
mantener estable el potencial de membrana, lo que impide la entrada de cloro. La 
célula de la derecha tiene bloqueada la bomba iónica, por lo tanto el sodio que entra 
no es extraído activamente y el potasio perdido no es remplazado; el potencial de 
membrana disminuye y el cloro ingresa a la célula, ocasionando una mayor entrada 
de sodio para preservar la neutralidad eléctrica. Este movimiento de solutos hacia la 
célula implica también la entrada de agua, con el consecuente edema.
Fuente: Hays R. Dynamics of body water and electrolytes. En: Maxwell M, Kleeman C. Clinical 
disorders of fluid and electrolyte metabolismo New York: McGraw-Hill; 1980: 26
An-: aniones intracelulares polivalentes no difusibles
Metabolismo normal Metabolismo alterado
+ +++— — — —
Na+
Cl—
K+
K+
Na+
An-
Na
K+
K+
Na+
Cl—
An-
K+
+
Cl—
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Los valores iónicos intracelulares son de células musculares esqueléticas, 
ya que los valores varían de célula a célula.
Como puede observarse:
1. Los procesos metabólicos celulares se realizan dentro de un pH noto-
riamente ácido. Sin embargo, lo vital para el organismo es mantener 
el pH extracelular dentro de un límite estrecho: 7,35 a 7,45.
2. Los valores del Mg intracelular varían en las diferentes células por lo 
que no se representan en el cuadro.
3. Para que se cumpla el postulado de la electroneutralidad y el pH sea 
de 7,4, se requiere que la suma total de los cationes sea igual a la de 
los aniones, siendo la concentración del ión hidrógeno muy baja, 40 
nanoequivalentes o millonésimas de miliequivalente.
4. El principal catión extracelular es el Na+ y el intracelular el K+.La 
diferencia en concentraciones de estos dos iones, la mantienen las 
bombas activas de Na+/K+/ATPasa localizadas en la membrana baso 
lateral de las células, que extraen el sodio que constantemente, por 
su gradiente de concentración, penetra en ellas.
5. Por su abundancia el Na+ y sus aniones acompañantes Cl— y HCO3
— son 
los principales determinantes de la osmolalidad del plasma y del LEC, 
por lo que para facilitar el cálculo se puede calcular la osmolalidad 
efectiva doblando la concentración del Na+.
Suponiendo que la concentración del Na+ determinada en el laboratorio 
fuera de 140 mOsmol, entonces la osmolalidad efectiva del plasma sería 
= Na (140) x 2 = 280 miliosmoles.
Un cálculo más exacto se obtiene incluyendo la concentración de 
glucosa y de nitrógeno ureico, cuya importancia es clara en los enfermos 
diabéticos y en los pacientes con insuficiencia renal.
 
 Glucosa mg/dL x 10 N. ureico mg/dL
Osmol plasma = (Na+ x 2) + + 
 180 (peso mol) 28 (peso mol)
 100 25
De donde se deduce que: 2 x 140 + + = 294,4 mOsmol/L
 18 2,8
Por estar el agua en equilibrio osmótico a través del endotelio capilar y 
las membranas celulares, la osmolalidad del plasma es también la de los 
espacios intra y extracelulares y sólo la presión osmótica rige el movi-
miento delíquidos entre los dos espacios.
Según la ley de Starling, el movimiento líquido a través de las paredes 
capilares, depende de la suma algebráica de las presiones hidrostática y 
oncótica; por ser los coeficientes de filtración del capilar y de reflexión 
de las proteínas del plasma constantes, no se incluyen en el cálculo.
PFC = PHC – PO
PFC = Presión de filtración capilar
PHC = Presión hidrostática del capilar
PO = Presión oncótica
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Al comienzo del capilar la presión hidrostática es de 35 mmHg y la oncó-
tica de 28. Al final son de 15 y 8, siendo la presión efectiva de filtración 
de 7 mmHg. La presión hidrostática intersticial tiene un valor (negativo) 
de –3 mmHg, lo que favorece la filtración. El líquido filtrado al intersticio 
regresa por los linfáticos y por el conducto torácico al sistema vascular. 
La circulación por el conducto torácico varía entre 1 a 4 litros diarios.
Efectos de soluciones iso, hipo e hiper osmolares sobre 
los volúmenes corporales y su osmolalidad
Hombre de 70 kg de peso:
Agua total (42 litros) – líquido intracelular (28 litros) – líquido extracelu-
lar (14 litros) – osmolalidad 290 mOsmol/kg
 
Cambio en contenido y osmolalidad
H2O
total 
LIC LEC LIC y LEC
mOsm/kg/H20 
+ 1 L NaCl isot (0,9%) 43 L 0 15 290
- 1 L NaCl isot 41 L 0 13 290
+ 1 L NaCl hipot (0,45%) 43 L +0,32 +068 287
- 1 L NaCl hipot 41 L -0,33 -0,67 293
+ 1 L NaCl hipert (3%) 43 L -1,6 +2,6 307
Asumiendo en el hombre de 70 kg de peso una osmolalidad de 290 
mOsmol/kg de peso debida a 145 mOsmol de Na+ en el LEC y 145 mOsmol 
de K+ en el LIC, un agua corporal total de 42 litros, de los cuales 28 son 
agua intracelular y 14 líquido extracelular.
Los solutos totales serían: 290 x 42 = 12.180 
Solutos extracelulares: 290 x 14 = 4.060
Si se agregaran 400 mOsm de NaCl al espacio extracelular, los solutos 
totales serían: 12.180 + 400 = 12.580 mOsmol
Nueva osmolalidad del agua total: 12.580/42 = 299,5 mOsmol/kg
Nuevos solutos extracelulares: 4.060 + 400 = 4.460 mOsmol/kg
Nuevo volumen extracelular: 4.460/299,5 = 14,9 L/agua 
Nuevo volumen intracelular: 42 – 14,9 = 27,1 L/agua 
Nuevo Na+ extracelular: 299,5/2 = 149,74 mOsmol/kg 
El agregar aquel soluto al espacio extracelular provocó la salida de 900 
mL de agua de las células al espacio extracelular, expandiéndolo y el 
afecto neto es un aumento en la osmolalidad de ambos compartimien-
tos.
Conclusión 1. Al calcular el volumen de distribución que ocasionan los 
cambios en la osmolalidad del plasma, se debe tomar en cuenta el agua 
total del cuerpo humano.
Al ingerir por ej 1.500 mL de H2O que se distribuyen en el espacio 
extracelular, se crearía un gradiente osmótico que favorece la entrada 
de agua a las células.
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Solutos corporales totales iniciales: 12.180 mOsmol
Solutos extracelulares: 4.060 mOsmol
Solutos intracelulares: 12.180 – 4.060 = 8.120 mOsmol
Nueva agua total: 42 litros + 1,5 litros = 43,5 kg o litros
Nueva osmolalidad del agua total: 12.180/43,5 = 280 mOsmol/kg
Nuevo volumen extracelular: 4.060 mOsmol/280 mOsmol = 14,5 L
Nuevo volumen intracelular: 8.120 mOsmol/280 mOsmol = 29 L
Relación del nuevo volumen intracelular al nuevo volumen acuoso total: 
66,6%
Nueva concentración del Na+ extracelular: 280 mOsmol/2 = 140 mEq/
mOsmo/kg
Conclusión 2. Al ingresar agua al espacio extracelular se provoca una 
expansión con dilución proporcional de los líquidos intra y extracelular.
Si se suministran 1.500 mL de una solución isotónica de NaCl, la osmo-
lalidad no cambia y no se produce movimiento de agua a través de las 
membranas.
Conclusión 3. La infusión de NaCl isotónico produce exclusivamente ex-
pansión del espacio extracelular, sin modificaciones osmolares.
Conclusión 4. La determinación de Na en plasma es una medida de con-
centración y no de volumen, pues sólo refleja la relación de las cantida-
des de Na+ y de H2O presentes pero no sus valores absolutos. Por tanto, no 
hay correlación entre la concentración de Na+ en el plasma y el volumen 
de líquido extracelular; estos parámetros cambian en dirección paralela 
cuando se administra sodio, pero en opuesta dirección cuando se retiene 
agua: aumenta el volumen del líquido extracelular y baja el sodio.
Tampoco hay correlación entre la concentración de Na+ en el plasma 
y su excreción urinaria: al retenerse agua, baja la concentración de so-
dio en el plasma, pero aumenta su excreción en la orina por expansión 
del volumen extracelular.
Conclusión 5. El volumen intracelular sí varía con la concentración de 
Na+ en el plasma, disminuyendo con la hipernatremia y aumentando con 
la hiponatremia, lo que produce cambios importantes a nivel de la célula 
cerebral con alteraciones neurológicas.
LECTURAS RECOMENDADAS
Briggs JP. Introduction to body fluids. En: Jacobson HR, Striker GE, Klahr 
S. St Louis, Missouri: Mosby, Year Book Inc; 1995, p. 864.
Burton DR and Post TW. Clinical Physiology of Acid Base and Electrolyte
 Disorders. 5th Ed. New York: The McGraw-Hill Companies Inc.; 2002. 
p. 241-298.
Hays R. Dynamics of body water and electrolytes. En: Maxwell M, Klee-
man C. Clinical disorders of fluid and electrolyte metabolism. New 
York: McGraw-Hill; 1980. p. 21-26.
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Conceptos básicos 
de fisiología renal 2
Dr. Jaime Borrero Ramírez 
Anatomía renal
El Nefrón. Unidad funcional básica 
Cada riñón contiene aproximadamente un millón doscientos mil nefro-
nes, cada uno trabajando individualmente, pero todos funcionan al uní-
sono. Son sus componentes: las arteriolas aferente y eferente, el apara-
to yuxtaglomerular, y los túbulos contorneado proximal, asa de Henle, 
distal y colectores (figura 2-1). 
A pesar de representar el riñón sólo un 0,45% del peso corporal total 
en el adulto, su importancia se deriva: 
1. De que un 25% del débito cardíaco (1,2 litros), circula por ellos cada 
minuto.
2. La arteriola aferente conforma los capilares glomerulares, que en vez 
de continuarse con un territorio venular, se juntan para conformar 
la arteriola eferente, que conduce a una segunda red arterial, las 
arterias en horquilla y los capilares peritubulares, que suplen la cir-
culación del resto del riñón; la circulación venosa en los túbulos corre 
paralela a la arterial.
3. La presión parcial de oxígeno medida en la corteza renal es de 50 
mmHg; en la médula superficial de 20 mmHg y de sólo 10 mmHg en 
la médula profunda, lo cual implica que los procesos medulares de 
reabsorción y secreción, concentración y dilución, se realizan en un 
medio hipoxémico, lo que explica el por qué la necrosis tubular aguda 
es tan frecuente, así como es de rara la cortical
4. Las arterias arcuatas delimitan la corteza de la médula renal, siendo 
diferente la circulación en estas dos regiones.
5. La microcirculación renal es sui generis, pues está conformada por 
dos redes capilares en serie: la primera, de alta presión, los capilares 
glomerulares entre las arterias aferente y eferente, representan un 
80% de la circulación renal total e irrigan la corteza, e influencian no 
sólo el flujosanguíneo renal sino la presión de filtración glomerular. 
La segunda, que representa el 20% restante, perfunde la médula, 
y representa un flujo sanguíneo de 0,4 a 0,7 mL/min por gramo de 
tejido. La circulación por la arteriola eferente conduce a la segunda 
red capilar de baja presión que rodea los túbulos e irriga sus células, 
permitiendo los procesos de reabsorción y secreción tubular.
6. Los nefrones son de dos tipos, con redes capilares peritubulares dife-
rentes: los corticales, con asas de Henle cortas y circulación capilar 
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Figura 2-1. El nefrón.
1. Glomérulo
2. Túbulo contorneado proximal
3. Rama inicial descendente del asa de Henle
4. Rama descendente delgada del asa de Henle
5. Rama ascendente delgada del asa de Henle
6. Rama ascendente gruesa del asa de Henle
7. Mácula densa
8. Túbulo contorneado distal inicial
9. Túbulo distal final: porción recta
10. Túbulo colector
similar a cualquier otro tejido y los yuxtamedulares con largas asas 
de Henle, a cada una de las cuales se adosa un capilar único de larga 
longitud (40 mm), los vasos rectos o en horquilla, que constituyen la 
única fuente de irrigación a la médula. Al aumentar el flujo sanguíneo 
a la médula, disminuye la osmolalidad en el intersticio, para aumen-
tar cuando aquél se hace lento y contribuir así a los mecanismos de 
concentración y dilución de la orina.
7. El consumo renal de oxígeno es de 18 mL/min y en razón de la mag-
nitud del flujo sanguíneo renal, la diferencia arteriovenosa es pe-
queña (14 mL/L de sangre). El consumo de oxígeno de la corteza es 
veinte veces mayor que el de la médula interna con un metabolismo 
energético oxidativo que utitiza los ácidos grasos como sustrato. En 
la médula es anaeróbico, con baja utilización de oxígeno, siendo el 
sustrato principal la glucosa.
Corteza
Médula
externa
Médula
interna
Nefrón
Yuxta
Medular
Nefrón
Cortical
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3
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Arquitectura glomerular normal
En el polo renal (figura 2-2), punto de entrada de la arteriola aferente y 
de salida de la eferente, se encuentra el aparato yuxtaglomerular con-
formado por un conglomerado de células musculares lisas modificadas 
que rodean la arteriola aferente. Allí es donde se produce la renina, en 
las células mesangiales extraglomerulares. El túbulo contorneado distal, 
continuación del asa de Henle, vuelve al polo renal y se adosa al aparato 
yuxtaglomerular mediante una porción engrosada, la mácula densa, que 
secreta renina, conformándose de ese modo el sistema renina-angioten-
sina-aldosterona, un componente del mecanismo de retroalimentación 
glomérulo-tubular, importante en la regulación del flujo sanguíneo renal 
y de la filtración glomerular.
El glomérulo está conformado por un ramillete de capilares suplidos 
por la arteriola aferente, y drenados por la eferente. Durante el desarro-
llo embrionario los capilares glomerulares presionan dentro del extremo 
Figura 2-2. Arquitectura glomerular normal.
AA Arteriola aferente
AE Arteriola eferente
CE Célula endotelial
CEP Célula epitelial
CM Célula mesangial
CMY Célula mesangial yuxtaglomerular
CPT Célula tubular principal
M Mesangio
MB Membrana basal
MD Mácula densa
CE
CEp
CTP
Mesangio
AE
CEP
AA
MD
MB
CMY
CM
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cerrado del túbulo proximal y conforman la cápsula de Bowman que re-
cibe el ultrafiltrado glomerular.
Estructura del capilar glomerular (figura 2-2)
Está conformado por la capa visceral de la cápsula de Bowman que tiene 
el endotelio y las células endoteliales, la membrana basal y los podo-
citos o células epiteliales, y el mesangio que tiene la célula muscular 
lisa mesangial que secreta la matriz mesangial, es fagocítica, secreta 
prostaglandinas y citoquinas y contribuye a mantener la presión hidros-
tática que debe soportar el capilar glomerular. En conjunto constituyen 
la barrera de filtración.
Arquitectura glomerular normal. El capilar glomerular es una estructura 
funcional y la membrana basal representa el elemento estructural más 
fuerte de la pared capilar, por ser una membrana elástica de considera-
ble resistencia interna, que define su estructura cilíndrica; sin embargo, 
la basal no rodea totalmente la pared capilar, sino que su continuidad se 
interrumpe completamente al llegar a la célula mesangial, para reflejar-
se y continuar formando el próximo capilar.
Mecánicamente se complementan la membrana basal y la célula 
mesangial mediante prolongaciones contráctiles de la célula mesangial 
que llenan los espacios. El sistema membrana basal-célula mesangial es 
capaz de adaptarse a las fuerzas de distensión generadas por la presión 
hidrostática del capilar.
El podocito actúa como una segunda estructura estabilizadora por 
dos mecanismos: llenando los ángulos de reflexión de la membrana basal 
entre los capilares vecinos con prolongaciones citoesqueléticas, y ado-
sándose a la pared externa de la basal por los pericitos, que tienen un 
sistema contráctil muy desarrollado.
Esta sofisticada estructura es necesaria por estar los capilares glo-
merulares expuestos a gradientes de presión transglomerular del orden de 
40 mmHg, generados por la sangre que entra, originando fuerzas de ex-
pansión que deben ser contrarrestadas para lograr estabilidad mecánica.
A la cápsula de Bowman ingresa el ultrafiltrado glomerular isoosmo-
lar con el plasma, para seguir al túbulo proximal donde se reabsorben 
agua e iones en proporciones isoosmolares.
La porción de plasma filtrada se denomina fracción de filtración y 
corresponde al 20% del flujo plasmático total; el 80% restante pasa a la 
arteriola eferente, a los túbulos por las arterias en horquilla y regresa 
por la vena renal a la circulación general.
Funciones del riñón
1. Regulación del equilibrio hidroelectrolítico y ácidobásico
2. Remoción de productos de desecho
3. Remoción de productos químicos extraños
4. Gluconeogénesis.
5. Secreción de hormonas: renina, eritropoyetina y vitamina D3.
Concepto de depuración
Incorpora las dimensiones de volumen y tiempo y representa el volumen 
de plasma del cual se extrae una sustancia que se excreta en la orina en 
la unidad de tiempo
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Es importante, porque permite determinar la perfusión renal, la fil-
tración glomerular, y si una sustancia se reabsorbe o se secreta a su 
paso por el nefrón. Si tenemos en cuenta lo anterior, el rango de valores 
puede variar desde cero para sustancias que no son excretadas en la 
orina, como es el caso de la glucosa, que se filtra en el glomérulo y se 
reabsorbe completamente en el túbulo proximal
Al subir las concentraciones de la sustancia hasta valores iguales a 
los del plasma, si la sustancia depurada se elimina completamente en la 
unidad de tiempo, se alcanza el flujo plasmático renal, caso del para-
aminohipurato.
Fórmula general de depuración
 Ox x V
 Dx = 
 Px
Dx = Depuración deuna sustancia cualquiera.
Ox = Concentración urinaria de la sustancia en mg/dL.
Px = Concentración de la misma sustancia en el plasma en mg/dL.
V = Volumen de orina en la unidad de tiempo (mL/min).
Cuantificación del flujo plasmático renal
Se basa en el principio de balance de masas de Fick, por el cual el ritmo 
de remoción de una sustancia del plasma (cantidad/tiempo), es igual a 
la cantidad que ingresa por el plasma arterial, menos la cantidad que 
sale por el plasma venoso. El principio es aplicable a cualquier órgano 
si se emplea la sustancia apropiada, que en el caso del riñón es el para-
aminohipurato de sodio (PAH), el cual inyectado a bajas concentraciones 
lo depura el órgano en un solo paso, 20% por filtración glomerular y 80% 
por depuración tubular.
De la cantidad de PAH en el plasma en la unidad de tiempo, el 10% 
regresa por la circulación venosa al torrente sanguíneo, por lo que el 
flujo plasmático renal se calcula:
O.PAH x VO
 FPR = 
P.PAH x 0,9
O.PAH = concentración de PAH en la orina en mg/100 mL
V.O = volumen de orina en la unidad de tiempo (1 min)
P.PAH = concentración de PAH en el plasma, mg/100 mL
El flujo plasmático renal normal es de 660 mL/min y el flujo sanguíneo 
renal total = 
 FPR 
 FSR = _______________
 (1 – hematocrito)
En razón a su depuración, cuando el PAH se inyecta a concentraciones 
progresivamente mayores, satura la capacidad de secreción tubular y 
permite calcular el TM de secreción
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Tasa de filtración glomerular
Depuración de inulina. La inulina es un polímero de la fructosa de bajo 
peso molecular (5.000 daltons). No se produce ni se metaboliza en el 
organismo, ni es tóxica. Se filtra libremente en el glomérulo y no se ab-
sorbe ni secreta por los túbulos renales, por lo que la cantidad filtrada 
en un minuto es igual a la cantidad excretada en ese mismo minuto, por 
ello, la depuración de inulina por el riñón, mide la tasa de filtración 
glomerular.
Sin embargo, la inulina requiere ser inyectada por vía intravenosa 
y es difícil de determinar, por lo que en la práctica clínica se utiliza la 
depuración de creatinina.
La creatinina es el producto final del metabolismo de la creatina 
muscular, tiene una concentración estable en el plasma y se filtra 
libremente en el glomérulo; sin embargo un 10 a 15% se depura por 
secreción tubular; por fortuna este factor de error se compensa por 
contener el plasma cromógenos como la acetona y el ácido ascórbico 
medidos por el picrato alcalino utilizado en la determinación colori-
métrica que cancelan el posible error. La tasa de filtración glomerular 
es igual:
 Co (mg/dL) x V (mL/min)
 TFG = 
 Cp (mg/dL)
Co= concentración de creatinina en orina
V = volumen de orina
Cp = concentración de creatinina en plasma
En la práctica el paciente colecta orina de 24 horas. El volumen total 
eliminado se divide por los minutos en 24 horas; los mg/dL en el numera-
dor y el denominador se cancelan y el resultado se expresa en mL/min. 
La depuración de creatinina expresa la cantidad de plasma que circuló 
por el riñón en la unidad de tiempo, para que el órgano extrajera toda la 
creatinina y la eliminara en la orina.
En forma aproximada la depuración de creatinina se puede calcular 
por la fórmula de Cockroft:
 140 - edad x peso (kg)
 Depuración de creatinina = 
 72 x creatinina paciente
En mujeres se multiplica el cálculo anterior por 0,85, por su mayor con-
tenido de grasa.
Se puede calcular también el recíproco de la creatinina tomando 
la unidad (1,0) como valor normal de la ceatinina sérica, sobre el valor 
de la creatinina del paciente y así determinar el porcentaje de función 
renal residual.
 1,0
 = % de función glomerular residual
 Creatinina del paciente
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Filtración y reabsorción de agua y sustancias en 24 horas
Sustancia Carga filtrada 
Cantidad % 
excretada Reabsorbido
Agua 180 1,5 L 99,5
Sodio (mEq) 25.2OO 100 mEq 99,6 
Potasio (mEq) 700 50 mEq 89,0
Calcio (mEq) 500 10 mEq 90,0
Bicarbonato (mEq) 4.300 2 mEq 99,9
Cloro (mEq) 18.000 150 mEq 99,2 
Urea (g) 56 28 g 50,0
Glucosa (g) 180 0 100,0
Reabsorción-secreción tubular
Los mecanismos de reabsorción o secreción tubular se pueden medir in-
directamente respecto a la filtración glomerular: si la cantidad excreta-
da de una sustancia es mayor que la TFG; dicha sustancia ha sido filtrada 
y además secretada. Si la cantidad eliminada es menor que la TFG, dicha 
sustancia se ha reabsorbido.
Lo anterior se puede cuantificar como excreción fraccional (EF) que 
es la fracción de la cantidad filtrada que se reabsorbe o se secreta.
Excreción fraccional Conc. orina en mg de X x Vol. orina 24 horas
de sustacia X (EF) = 
 
 Depuración creat. de X x Conc de X en suero (TFG)
Ejemplo: una EF de 0,30 significa que el 70% de la sustancia filtrada se 
reabsorbió y una EF de 1,5 indica que un 50% más de la cantidad filtrada 
ha sido secretada.
Transporte máximo (TM) de reabsorción o de secreción tubular
Se lo define como la máxima capacidad tubular de transporte de una 
sustancia por unidad de tiempo.
Para cuantificar el TM de reabsorción se utiliza la glucosa por reab-
sorberse en un 100% (tabla 2-1).
Para su medición se utiliza la glucosa por infusión, a concentraciones 
progresivamente mayores, para incrementar la concentración plasmática 
y con ella la carga filtrada por unidad de tiempo; la presencia de glucosa 
en la orina se empieza a observar y aumenta con la saturación tubular 
progresiva; el transporte máximo de reabsorción se alcanza cuando la 
cantidad eliminada en la orina no aumenta más. En el ejemplo, el TM de 
reabsorción de la glucosa es de 375 mg/min.
La presencia de glucosa en la orina antes de alcanzar el verdadero 
TM, se debe a la diferente configuración anatómica de los nefrones; los 
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corticales superficiales, de asas de Henle cortas, se saturan con mayor 
rapidez y los yuxtamedulares de asas mas largas, más tardíamente.
Para medir el TM de secreción se utilizan infusiones de PAH a concen-
traciones crecientes, hasta saturar la capacidad máxima de secreción, 
en cuyo momento la cantidad excretada en la orina no aumentará más.
Transporte de solutos a nivel tubular
La filtración de proteínas a nivel glomerular es muy baja (40 mg/L), pero 
teniendo en cuenta que la filtración glomerular es de 180 L/día, en total 
se pueden filtrar 7.200 mg en las 24 horas. Estas proteínas son degra-
dadas enzimáticamente por las células tubulares proximales, entran por 
endocitosis a la célula para ser convertidas en aminoácidos, que salen 
de la célula a través de la membrana basolateral y regresan a la sangre.
El papel del riñón en la homeostasis de agua y solutos
Segmento del nefrón Función
 
Glomérulo Formar un ultrafiltrado isoosmolar del plasma
Túbulo proximal Reabsorber isoosmolarmente el 65% del NaCl y 
del agua filtrados
 Reabsorber el HC03
— mediante secreción deH+
 Principal sitio en el nefrón para producción de 
NH4
 Reabsorber K+, Ca++, Mg++, fosfato, urea y ácido 
úrico. Secretar aniones orgánicos y cationes, 
incluyendo fármacos ligados a proteínas.
Asa de Henle Reabsorber 15 a 25% del NaCl filtrado.
 Multiplicador de contracorriente
 Principal sitio de regulación activa de la excre-
ción de Mg++
Tiempo 
infusión 
min 
Tasa filtrac. 
glomer. 
mL/min 
Glucosa 
plasmática
mg/mL 
Glucosa 
filtrada
Tasa filtrac. 
glom. x glu-
cosa plasm. 
glomer.
mg/min
Glubosa excr.
Glucosa orina 
x vol
min/mg
Glucosa reabs.
glucosa filtrada 
- glucosa 
excretada
mg/min 
0 100 1,0 100 0 100
20-40 100 2,0 200 0 200
60-80 100 2,8 280 15 265
80-100 100 3,5 350 40 310
100-110 100 4,0 400 60 340
110-130 100 4,5 450 80 370
130-140 100 5,0 500 125 375
140-170 100 5,5 550 175 375
Tabla 2-1. Cálculo del TM de reabsorción de la glucosa.
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Túbulo distal Reabsorber una pequeña fracción del NaCl fil-
trado
 Principal sitio con el segmento de conexión, 
de regulación activa de la excreción de Ca++
Segmento de conexión Las células principales: reabsorben Na y Cl y 
las del túbulo colector cortical, secretan K+ 
bajo el control parcial de la aldosterona
 Las células intercaladas secretan H+, K+ y en la 
alcalosis metabólica secretan HCO3
_
 Reabsorber agua en presencia de hormona an-
tidiurética (HAD)
Túbulo medular y Lugar de la modificación final de la orina
colector Reabsorber NaCl con capacidad de reducir su 
concentración urinaria a menos de 1 mEq/L
 Reabsorber agua y urea en respuesta a la HAD
 Permitir la eliminación de orina concentrada o 
diluida
 Secretar H+ y NH3 para disminuir el pH urina-
rio, hasta 4,5
 Contribuir al balance de potasio mediante re-
absorción o secreción 
Los riñones controlan la excreción de agua independientemente de la de 
los otros solutos importantes, sin desequilibrar sus funciones homeostá-
ticas.
Para cumplir su función los riñones deben depurar o eliminar en 24 
horas, la carga osmolar, en promedio 10 mosmoles por kg de peso y la 
carga de aniones fijos resultante del metabolismo de las proteínas anió-
nicas, en promedio 1 mEq por kg de peso.
Autorregulación renal
El riñón normal mantiene estables el flujo sanguíneo y la filtración glo-
merular con presiones arteriales entre 80 y 180 mmHg, mediante meca-
nismos miogénicos y por la retroalimentación túbuloglomerular
En el mecanismo miogénico, al aumentar la presión arterial, la ar-
teriola aferente tiende a distenderse y el músculo liso se contrae: el 
aumento en la resistencia arteriolar anula el efecto hipertensivo, con-
servándose constantes el flujo sanguíneo y la filtración glomerular.
Alteraciones desiguales e independientes en la resistencia de las 
arteriolas aferente y eferente pueden cambiar la tasa de filtración 
glomerular sin alterar el flujo sanguíneo renal, pues la resistencia vas-
cular renal es influenciada por los nervios simpáticos y por sustancias 
vasoconstrictoras circulantes como la angiotensina II, la endotelina y la 
adenosina, o bien vasodilatadoras del tipo prostaglandinas, dopamina, 
bradiquininas y óxido nítrico.
La autorregulación depende en esencia de cambios en el tono de la 
arteriola aferente por mecanismos no esclarecidos, aunque los bloquea-
dores del calcio impiden la respuesta.
La retroalimentación glomérulo-tubular adecúa la reabsorción tubu-
lar proximal de agua y sodio a la tasa de filtración glomerular. Depende 
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parcialmente de factores físicos peritubulares y adicionalmente de la 
cantidad de líquido tubular que llega a las células altamente especia-
lizadas de la mácula densa, localizadas al final de la rama ascendente 
gruesa del asa de Henle en su porción cortical. Estas células perciben la 
llegada y absorción de los iones, proceso mediado por el cotransportador 
Na-K-2Cl en la membrana tubular de la célula. 
Al reducirse el flujo sanguíneo renal y disminuir la tasa de filtración 
glomerular, inicialmente baja también la cantidad de Cl— que llega a la 
mácula densa, y se inicia por mecanismos desconocidos una respuesta 
local conducente a dilatación de la arteriola aferente con aumento en 
la presión intraglomerular y de la tasa de filtración hacia lo normal, con 
normalización del flujo a la mácula densa. A la inversa, un aumento del 
flujo sanguíneo renal y de la presión de perfusión con aumento de la tasa 
de filtración glomerular, producirá constricción de la arteriola aferente.
De aquí se deduce que una función importante de la retroalimen-
tación, a más de mantener constante la tasa de filtración glomerular, 
es mantener el flujo distal constante, ya que la mayoría del filtrado se 
reabsorbe en los túbulos proximales y en el asa de Henle, mientras los 
cambios cuantitativos finales se hacen en los túbulos colectores, cuya 
capacidad de reabsorción es limitada y sin la retroalimentación su capa-
cidad se coparía, conduciendo a pérdidas letales de agua y sodio.
Los efectos intrarrenales de la autorregulación glomérulo-tubular, 
mantienen el equilibrio hemodinámico renal y ayudan a prevenir el au-
mento en la tasa de filtración glomerular en la hipertensión arterial o su 
disminución en la estenosis arterial renal unilateral.
Papel de las arteriolas aferente y eferente en la circulación renal
La contracción de la arteriola aferente disminuye la presión hidrostática 
del capilar glomerular, la tasa de filtración y el flujo sanguíneo renal. 
La contracción de la arteriola eferente aumenta la presión hidrostá-
tica del capilar y disminuye la filtración glomerular y el flujo sanguíneo 
renal.
La dilatación de la arteriola eferente aumenta el flujo sanguíneo re-
nal pero disminuye la presión hidrostática y la filtración glomerular.
Finalmente la dilatación de la arteriola aferente aumenta los tres 
factores.
Nervios adrenérgicos
Inervan las arteriolas aferentes y eferentes y actúan sólo cuando dismi-
nuye el volumen arterial circulante efectivo. La norepinefrina liberada 
por los nervios adrenérgicos, y la adrenalina circulante secretada por 
la médula adrenal, causan vasoconstricción al ligarse a los receptores 
adrenérgicos alfa, situados preferentemente en las arteriolas aferentes. 
Al reducirse el volumen circulante efectivo o por estímulos emocionales 
violentos, se activan, reduciendo el flujo sanguíneo renal y la filtración 
glomerular.
Sistema de control renina-angiotensina-aldosterona (RAA)
La renina es una enzima proteolítica que actúa sobre el sustrato angio-
tensinógeno producido en el hígado y el riñón, para convertirse en angio-
tensina 1. Sobre éste decapéptido inactivo actúa la enzima de conver-
sión de la angiotensina para formar el octapéptido activo angiotensina 2, 
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que actúa como hormona circulante o como agente paracrino generado 
localmente.
Un 20% de la angiotensina 1 circulante se convierte en angiotensina 
2 vasoactiva; ambas se forman también en las células yuxtaglomerulares 
y se liberan junto con renina, para actuar sobre las arteriolas glomerula-
res. La angiotensina 2 también se produce en el líquido intersticial a par-
tir de la angiotensina 1 de los capilares peritubulares. La angiotensina 2 
derivada

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