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Ansiedad en las Relaciones - Los Cosmovisionarios

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Ansiedad	en	las	Relaciones
La	mejor	guía	para	entender	y	superar	los	celos,	la	inseguridad,	el	miedo	al
abandono,	la	ansiedad	y	desarrollar	un	apego	saludable	en	tus	relaciones
románticas.
While	every	precaution	has	been	taken	in	the	preparation	of	this	book,	the
publisher	assumes	no	responsibility	for	errors	or	omissions,	or	for	damages
resulting	from	the	use	of	the	information	contained	herein.
ANSIEDAD	EN	LAS	RELACIONES:	LA	MEJOR	GUÍA	PARA	ENTENDER
Y	SUPERAR	LOS	CELOS,	LA	INSEGURIDAD,	EL	MIEDO	AL
ABANDONO,	LA	ANSIEDAD	Y	DESARROLLAR	UN	APEGO
SALUDABLE	EN	TUS	RELACIONES	ROMÁNTICAS.
First	edition.	April	13,	2021.
Copyright	©	2021	The	Cosmovisioners.
ISBN:	979-8201108472
Written	by	The	Cosmovisioners.
Also	by	The	Cosmovisioners
Chakras	y	Despertar	del	Kundalini	para	Principiantes	Una	guía	sobre	Chakras	y
Kundalini	para	liberar	su	energía	con	diferentes	técnicas	de	autocuración:
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Ansiedad	en	las	Relaciones:	La	mejor	guía	para	entender	y	superar	los	celos,	la
inseguridad,	el	miedo	al	abandono,	la	ansiedad	y	desarrollar	un	apego	saludable
en	tus	relaciones	románticas.
Anxiety	in	Relationships:	The	best	guide	to	understand	and	overcome	jealousy,
insecurities,	fear	of	abandonment	and	anxiety,	as	well	as	to	develop	a	healthy
attachment	in	your	romantic	relationships
Chakras	and	Kundalini	Awakening	for	Beginners:	a	Complete	Introductory
Guide	on	the	Chakras	and	Kundalini	to	Release	your	Positive	Energy	Through
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Meditaciones	Guiadas	Para	Principiantes:	Comenzar	a	Meditar	y	Relajarte	con
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Profundamente
Tarot	Para	Principiantes:	La	Lectura	del	Tarot,	el	Significado	de	las	Cartas	y	sus
Tiradas	Simples.	Arcanos	Mayores	y	Menores,	Cartas	Invertidas,	Arquetipos	del
Tarot	y	Ejercicios	Prácticos.
Tabla	de	Contenido
Título
Copyright	Page
Also	By	The	Cosmovisioners
©	Derechos	de	autor-	Todos	los	derechos	reservados
Introducción
Cómo	usar	este	libro
Capítulo	1:	Comprendiendo	la	ansiedad	en	las	relaciones
¿Qué	es	la	ansiedad?
¿Cuándo	se	vuelve	un	problema	la	ansiedad?
¿Cómo	comienza	la	ansiedad	en	la	relación	de	pareja?
¿Qué	pasa	si	no	se	trata	la	ansiedad	de	una	relación?
El	apego
Estilos	de	apego
Apego	seguro
Apego	evitativo
Apego	preocupado	o	ansioso
Apego	desorganizado	o	temeroso
Identificando	tu	estilo	de	apego
¿Cómo	saber	si	mi	pareja	es	insegura?
Siempre	está	de	acuerdo	contigo	en	todo
Protege	demasiado	su	intimidad
Siente	celos	con	facilidad
Capítulo	2:	Comprendiendo	los	celos	en	una	relación
¿Qué	son	los	celos?
¿De	dónde	vienen	los	celos?
Las	cosas	que	despiertan	nuestros	celos
Sentir	que	nuestra	pareja	tiene	preferencia	por	acompañar	a	alguien	más
Ver	que	le	atrae	el	físico	de	otras	personas
Pensar	que	tiene	más	en	común	con	otros
¿En	qué	punto	los	celos	se	vuelven	perjudiciales?
Lidiando	y	superando	los	celos	perjudiciales
Identificación	de	tus	emociones
Aumento	de	tu	autoestima
Practicar	la	comunicación
Confiar	en	nuestra	pareja
Fomentando	la	confianza	en	la	relación
Otros	consejos	para	lidiar	con	los	celos
Hechos	que	debes	aceptar	de	los	celos
Capítulo	3:	La	inseguridad	en	el	amor
¿Cuáles	son	los	síntomas	de	la	inseguridad	en	el	lazo	y	cómo	reconocerlos?
Culpabilizar
Actuar	como	la	víctima
Sentir	celos
Sentir	miedo	al	rechazo
Mala	recepción	a	las	críticas
Crítican	mucho
Evitar	la	toma	de	decisiones
Buscar	siempre	tener	la	última	palabra
Sentir	que	la	apertura	emocional	es	una	amenaza
El	miedo	al	abandono
¿De	dónde	viene	el	miedo	al	abandono?
Cosas	que	despiertan	este	miedo
Lidiando	con	el	miedo	al	abandono
Evitar	la	dependencia	emocional
Aceptarlo	como	algo	natural
Recordar	que	el	amor	más	importante	es	el	que	tenemos	por	nosotros
Otros	consejos	para	lidiar	con	este	miedo
Cómo	superar	la	inseguridad	de	una	relación
Desarrollándote	a	ti	mismo	para	reducir	la	toxicidad	de	tu	relación
Cómo	verte	de	una	manera	más	constructiva	y	positiva
Mantener	una	visión	realista	de	las	cosas
No	busques	la	aprobación	de	los	demás
Evita	las	comparaciones
Date	tiempo	para	encontrarte
Acéptate,	y	date	el	perdón	por	las	cosas	que	hayas	hecho
Ten	en	cuenta	tus	fortalezas
Capítulo	4	–	Trabajando	en	tu	relación
¿Cuáles	son	los	problemas	más	comunes	en	una	relación?
Esperar	demasiado	del	otro
No	demostrar	nuestros	defectos
Asumir	cosas
Evitar	los	conflictos
Buscan	demasiados	conflictos
Demasiada	dependencia
Se	toma	la	relación	como	una	competencia
Se	compara	la	relación	con	otras
¿Cuál	es	la	dinámica	de	tu	relación?
El	primer	amor
Opuestos
Casuales
Relaciones	de	emergencia
Tóxicos
El	amor	consumado
Tomando	consciencia	de	lo	patrones	comportamentales
Comportamiento	agresivo
Comportamiento	pasivo
Comportamiento	pasivo-agresivo
Comportamiento	asertivo
Consejos	para	superar	los	problemas	de	tus	relaciones
Disfrútense,	gócense
Tengan	tiempo	de	calidad	juntos
Dense	espacio
Muestren	aprecio	por	el	otro
Aprende	a	escuchar
Muestra	tu	apoyo
Muestra	empatía
Déjate	escuchar
Otras	recomendaciones
No	te	enfoques	en	buscar	culpables
Practica	el	perdón
Asegúrate	de	estar	en	la	misma	página
Creando	un	sentido	de	seguridad	en	la	relación
Logrando	tener	consciencia	sobre	tí	mismo
La	diferencia	entre	pensamientos	y	emociones
Identificando	tus	emociones
Controlando	tus	emociones
Se	consciente	de	tus	pensamientos
Emociones	y	sensaciones
Mentalización
Ten	compasión	por	ti	mismo
Sé	más	amable	contigo
Sé	más	humano
Práctica	la	consciencia	plena
El	poder	curativo	de	la	compasión	hacia	ti	mismo
Capítulo	5	-	¿Es	hora	de	terminar	con	tu	pareja?
¿Cómo	saber	si	tu	relación	realmente	vale	la	pena?
Los	elementos	de	una	buena	relación	romántica
El	amor
El	apego
La	confianza
La	comunicación
Tipos	de	relaciones
Relaciones	disfuncionales
Relaciones	funcionales
¿Entonces,	debo	terminar	con	mi	pareja	o	no?
Consulta	con	un	profesional
Nota	final
Conclusión
Fuentes	utilizadas	|	Libros,	artículos,	revistas
Web
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Introducción
SI	TE	ENCUENTRAS	LEYENDO	este	libro	es	porque	sientes	curiosidad
respecto	al	tema	de	las	problemáticas	amorosas.	Tal	vez	te	hayas	dado	cuenta
que	siempre	estás	haciendo	muchas	cosas	para	mantener	tu	relación	por	la
persistente	sospecha	de	que	está	en	peligro	de	terminar.	Quizás	han	surgido
dudas	en	tu	interior	que	cuestionan	si	realmente	tu	pareja	te	ama,	o	a	lo	mejor
descubriste	que	sueles	estar	en	un	estado	de	constante	angustia	por	pensar	cómo
se	siente	la	otra	persona.	Podemos	comprender	cómo	te	sientes,	pues	nosotros
mismos	hemos	pasado	por	situaciones	similares.
Es	por	eso	que	tomamos	la	decisión	de	ayudarte,	así	que	vamos	a	utilizar	todos
los	aprendizajes	que	adquirimos	para	hablarte	de	los	factores	psicológicos	más
influyentes	dentro	de	las	relaciones	románticas.	Y	no	te	preocupes;	no	eres	la
única	persona	interesada	en	estos	temas	de	psicología.	
De	hecho,	en	las	últimas	décadas	hemos	podido	observar	cómo	la	gente	ha
adquirido	un	mayor	nivel	de	apertura	a	la	hora	hablar	de	los	problemas	que
acontecen	en	su	cotidianidad.	Ya	no	es	raro	ver	cómo	alguien	discute	acerca	de
las	alegrías	y	tristezas	que	han	experimentado	a	lo	largo	del	día,	y	de	hecho,	es
posible	que	te	hayan	invitado	a	hablar	de	las	problemáticas	que	han	surgido	en	tu
vida	dentro	de	un	entorno	de	confianza,	como	suele	ocurrir	con	los	grupos	de
amigos.	Gracias	a	esa	apertura	pudimos	descubrir	cuáles	son	los	asuntos
psicológicos	más	frecuentes	a	los	que	se	enfrentan	los	demás,	como	la	depresión
y	la	ansiedad.
Sin	embargo,	a	pesar	de	todos	esos	temas	que	han	salido	a	la	luz	para	ser
solucionados,	los	problemas	de	pareja	siguen	manteniéndose	como	algo	oculto	o
incluso	tabú.	Cada	vez	que	alguien	decide	hablar	de	los	inconvenientes	que	tiene
en	su	relación	lo	hace	con	extrema	cautela.	Como	si	alguien	estuviera	vigilando
cada	palabra	que	dicen	para	informarle	lo	antes	posible	a	la	otra	parte	de	la	peor
manera:	¿Sabes	qué?	Ya	no	te	quiere.
En	otros	casos	se	decide	fingir	que	esos	problemas	no	existen	porque	se	perciben
como	razones	para	terminar	la	unión.	Simplemente	van	y	lo	ignoran,	sin
importar	qué	tan	grave	haya	sido.	Lamentablemente	luego	les	toca	continuar
fingiendo	que	todo	está	bien	porque	los	problemas	no	desaparecen	si	no	les
prestamos	atención.	Van	a	continuar	estando	allí	y	no		dejarán	de	crecer	hasta
que	exploten	como	una	burbuja.
Y	también	están	los	casos	donde	uno	de	los	dos	decide	dar	el	primer	paso	y
sincerarse	con	respecto	a	las	cosas	que	le	están	molestando	en	la	relación,	sólo
para	darse	cuenta	de	que	la	otra	persona	no	está	dispuesta	a	mostrar	flexibilidad
para	solventar	la	problemática.	Incluso	hay	veces	en	las	que	esas	personas	se
toman	el	pedido	para	hablar	como	una	total	ofensa;	sienten	que	están	siendo
traicionados	y	criticados	por	la	persona	que	más	quieren	en	este	mundo,	cuando
la	verdad	es	que	esa	persona	sólo	busca	hacer	que	la	relación	sea	más	disfrutable
para	ambos.
Lo	irónico	de	esas	actitudes	que	tienen	hacia	las	dificultades	en	sus	relaciones	es
que	terminan	siendo	más	perjudiciales	que	los	problemas	en	sí,	porque	esos
conflictos	que	se	nos	presentan	en	nuestras	uniones	los	podemos	convertir	en
oportunidades	para	fortalecer	aún	más	el	lazo	que	tenemos	con	esa	persona.
Ya,	es	cierto	que	lo	psicológico	no	es	lo	único	que	puede	afectar	una	relación
porque	también	está	lo	social,	lo	familiar,	lo	económico	y	hasta	lo	político.	Pero
el	mundo	interno	de	ambas	personas	es	lo	que	se	despliega	dentro	del	vínculo,	y
todas	esas	cualidades	y	debilidades	que	tenemos	en	nuestra	psique	van	a	tender	a
manifestarse	allí.	Puedes	esforzarte	mucho	por	ocultarlas,	pero	eventualmente
saldrán	a	flote	si	quieres	tener	algo	serio	con	esa	persona.
Es	por	eso	que	nos	adentraremos	en	factores	como	la	ansiedad,	sus	niveles	y	su
impacto	en	las	relaciones	para	poder	comprender	cuándo	es	normal	y	cuándo	se
vuelve	un	problema.	También	vamos	a	estar	hablando	del	apego	y	sus	diferentes
maneras	de	manifestarse	para	entender	cómo	influye	en	tus	vínculos,	y	para
ayudarte	a	identificar	cuál	estilo	de	apego	es	el	que	tienes.	De	igual	manera
encontrarás	información	acerca	de	los	celos	y	la	inseguridad,	y	cómo	ellos
pueden	apoderarse	de	tu	unión	y	tomarla	como	suya.
Estos	vendrían	a	ser	los	factores	individuales	que	afectan	a	ambas	personas,	pero
también	existen	otros	que	son	exclusivos	de	la	relación,	como	su	dinámica,	sus
componentes	o	el	tipo	de	amor	que	sentimos.
Igualmente	existen	muchísimos	otros	elementos	más	que	pueden	influenciar
cualquier	lazo	romántico.	La	razón	por	la	cual	nos	vamos	a	enfocar
específicamente	en	estos	es	debido	a	su	presencia	dentro	de	las	aflicciones
sentimentales.	Conocemos	a	varios	psicólogos,	y	nos	dicen	que	es	impresionante
la	cantidad	de	clientes	que	han	ido	a	sus	consultas	por	situaciones	de	pareja	sólo
para	terminar	descubriendo	que	el	origen	de	sus	problemas	está	en	su	ansiedad,
su	apego,	sus	inseguridades	o	en	sus	celos.
Incluso	recordamos	el	caso	de	una	amiga	que	era	extremadamente	celosa.
Siempre	venía	hablando	acerca	de	toda	una	gigantesca	cantidad	de
contratiempos	que	la	estaban	afligiendo;	asuntos	en	la	universidad,	cuestiones	en
sus	pasatiempos,	dificultades	con	la	familia...	Hasta	llegó	a	mencionar	conflictos
con	la	sociedad	y	el	mundo.	Luego	de	haber	ido	a	terapia	con	un	psicólogo
descubrió	que	su	sufrimiento	venía	de	tres	cosas:	Inseguridad,	ansiedad	y	celos.
Al	parecer	eso	último	era	lo	que	más	destacaba	de	su	situación;	podía	armarse
toda	una	campaña	naval	sólo	porque	su	pareja	decidió	ver	una	fotografía	en	una
red	social.
Sin	embargo,	luego	de	descubrir	eso	continuó	yendo	a	terapia	para	trabajar	en
aspectos	como	su	estilo	de	apego	y	sus	inseguridades,	con	la	esperanza	de	poder
alcanzar	una	mejor	calidad	de	vida.	¿El	resultado	de	ese	trabajo?	Bueno,
actualmente	se	encuentra	muy	feliz	dentro	de	su	relación	y	de	hecho,	está
esperando	el	momento	oportuno	para	contraer	matrimonio.	
También	está	el	caso	de	otro	amigo	que	decidió	atenderse	con	un	psicólogo
debido	a	que	sentía	depresión.	Decía	que	ya	no	tenía	ganas	de	hacer	las	cosas
que	normalmente	le	gustaba	hacer,	además	de	sentir	un	cansancio	constante	y
una	recurrente	melancolía.	A	través	de	la	evaluación	con	su	psicólogo	descubrió
que	la	depresión	que	sentía	nació	a	raíz	de	la	ausencia	de	seguridad	en	su
relación	de	pareja.	Casi	todos	sus	familiares	y	amistades	se	encontraban
distanciados	a	nivel	físico,	y	los	pocos	que	no	lo	estaban	solían	estar	muy
ocupados	como	para	pasar	ratos	juntos.	Sólo	le	quedaba	su	pareja	como	un	punto
de	apoyo	para	sobrellevar	el	día	a	día.
Sin	embargo,	no	sentía	que	la	relación	le	aportase	mucho	porque	su	pareja	no	le
brindaba	la	compresión	que	exigía.	Esto	provocó	que	hubiera	un	distanciamiento
emocional	entre	ambas	personas	al	punto	donde	sólo	estaban	juntos	por
costumbre.	Resulta	que	era	esto	lo	que	acrecentaba	sus	síntomas	depresivos.
Terminaron	separándose,	lo	cual	fue	lo	mejor	para	ambos	ya	que	pudieron
explorar	nuevas	vivencias	sin	tener	que	sentirseatados	por	la	relación.	Son	cosas
que	pasan;	en	ocasiones	no	podemos	salvar	una	relación	por	mucho	que	nos
esforcemos,	y	está	bien.	A	veces	simplemente	la	relación	no	funciona,	y	eso	es
algo	que	tenemos	que	aceptar	para	poder	concluirla	en	buenos	términos.	Por	otro
lado,	si	hubiera	tomado	la	decisión	de	quedarse	allí,	probablemente	habría
terminado	desgastandose	de	una	peor	manera,	así	que	fue	la	decisión	más	idónea
para	ambos.
Cuando	lo	piensas	detenidamente	tiene	sentido	que	las	cosas	se	manifiesten	así:
después	de	todo,	esa	unidad	sólo	existe	gracias	a	esas	dos	personas.	Al	tomar	la
decisión	de	formalizarla	es	cuando	finalmente	se	abre	el	camino	para	que	se
despliegue	el	mundo	interno	de	ambas	partes.	Todas	esas	cosas	que	aún	no
habíamos	trabajado	dentro	de	nosotros	hacen	su	aparición	frente	a	la	otra
persona,	pudiendo	surgir	de	cualquier	forma.
Y	por	supuesto,	también	puede	ocurrir	lo	contrario:	Todas	esas	cosas	que	van
emergiendo	dentro	de	la	relación	y	que	no	son	atendidas	oportunamente	van	a
tender	a	proyectarse	en	otras	áreas	de	nuestra	vida,	tal	y	como	ocurrió	en	los
casos	que	mencionamos	antes.
Ahora,	no	creas	que	todo	lo	que	vamos	a	hablar	aquí	son	nada	más	los
problemas.	Desde	luego	que	no.	Este	libro	también	te	enseñará	cómo	puedes
lidiar	con	cada	una	de	esas	cosas	a	través	de	una	serie	de	recomendaciones,
consejos	y	reflexiones	que	pondremos	a	tu	disposición.
En	esos	segmentos	estaremos	hablando	de	cosas	como	el	aumento	de	la
confianza	hacia	nuestra	pareja,	el	aumento	de	nuestra	autoestima,	cómo	lidiar
con	los	celos	y	cómo	superar	la	inseguridad	que	ataca	nuestra	relación.	Cada	uno
de	esos	elementos	te	ayudará	a	solucionar	los	problemas	que	pudieran	llegar	a
tener.
No	obstante,	eso	sólo	va	a	ocurrir	si	aplicas	lo	que	has	aprendido	a	lo	largo	de	tu
lectura.	No	tomar	ninguna	acción	cuando	te	vuelves	consciente	de	que	existe	un
problema	sólo	va	a	empeorar	la	situación	para	ambas	personas.	Si	dejas	que	se
asiente,	sólo	va	a	crear	discordia	en	sus	corazones	y	eso	es	algo	que	obviamente
queremos	evitar.
Es	por	eso	que	no	debes	limitarte	a	sólo	leer	y	retener	la	información.	No.	La
idea	es	que	puedas	comprender	la	situación	que	estás	viviendo	o	los	obstáculos
que	estás	experimentando	para	que	sepas	qué	puedes	hacer	y	cómo	puedes
lograrlo.	Debes	de	poder	exteriorizar	esa	información	y	darle	un	uso	práctico	en
la	vida	real,	pues	de	lo	contrario	sólo	tendrás	un	aprendizaje	vacío	y	tu	relación
probablemente	termine	convirtiéndose	en	una	fuente	de	sufrimiento.
En	cambio	si	estás	honestamente	en	disposición	de	ejecutar	y	accionar	entonces
te	garantizamos	que	cuando	termines	de	leer	este	libro	tendrás	todas	las
herramientas	necesarias	para	desarrollarte	como	un	individuo	que	será	capaz	de
superar	dificultades	como	los	bloqueos	y	angustias	que	surgen	de	la	ansiedad	o
los	contratiempos	que	traen	las	inseguridades,	lo	cual	te	permitirá	conseguir	un
alto	nivel	de	satisfacción	dentro	de	tus	nexos	sentimentales.	Incluso	podrás
tenderle	una	mano	amiga	a	quién	lo	necesite,	aunque	todo	esto	sólo	ocurrirá	si
tomas	la	decisión	de	utilizar	lo	aprendido	para	transformarte.
Cómo	usar	este	libro
EL	PROPÓSITO	DE	ESTE	libro	es	brindarte	las	mejores	herramientas	para
superar	esos	dilemas	que	tienes	en	tu	relación,	por	lo	que	hemos	organizado	la
información	de	una	manera	que	te	permita	sacarle	el	máximo	provecho	posible.
Sin	embargo,	no	es	necesario	que	te	encuentres	actualmente	dentro	de	una	unión
para	poder	aprender	todas	estas	cosas	porque	igualmente	podrán	servirte	para
comprender	por	qué	fallaron	tus	relaciones	anteriores,	cómo	puedes	prepararte
para	las	futuras	y	qué	puedes	hacer	para	que	prosperen.
Lo	ideal	es	que	lo	leas	de	forma	lineal	para	que	comprendas	los	puntos	y	la
conexión	que	tienen	entre	sí,	además	de	aprovechar	un	proceso	de	aprendizaje
más	fluido,	aunque	también	puedes	saltar	directamente	a	cualquiera	de	los
capítulos	que	más	te	llamen	la	atención	ya	que	de	todos	modos	el	contenido	está
bastante	completo	y	es	posible	entender	casi	todos	los	temas	de	forma
independiente.
Por	ejemplo,	podríamos	pasar	de	una	vez	al	capítulo	3	si	lo	que	más	queremos
saber	es	qué	podemos	hacer	para	superar	la	inseguridad	que	sentimos,	o	el
capítulo	2	si	nuestro	interés	son	los	celos,	aunque	la	mejor	opción	siempre	va	a
ser	una	lectura	completa	de	todo	el	texto	para	asegurarnos	de	que	no	nos	estamos
perdiendo	nada	porque	al	final	serán	todas	esas	herramientas	y	esa	información
las	que	propiciarán	un	cambio	en	nosotros	y	en	la	manera	que	se	desarrollan
nuestros	vínculos.
Dicho	esto,	podemos	dar	inicio	al	proceso	de	descubrimiento.
Capítulo	1:	Comprendiendo	la	ansiedad	en	las
relaciones
SI	ALGUNA	VEZ	HAS	LLEGADO	a	decir	“siento	que	no	podré	hacerlo”,	
“esto	me	da	miedo”	o	te	has	sentido	bloqueado	por	una	súbita	sensación	de
incertidumbre,		entonces	es	muy	posible	que	hayas	experimentado	ansiedad.	A
decir	verdad,	es	algo	normal.	Todos	nos	hemos	sentido	ansiosos	en	algún	punto
de	nuestras	vidas,	ya	sea	por	un	examen,	una	presentación	en	el	trabajo	o	incluso
un	chequeo	médico.		Hasta	podríamos	decir	que	se	ha	vuelto	uno	de	los	tantos
temas	recurrentes	en	la	actualidad,	ya	que	después	de	todo	¿quién	no	ha
escuchado	a	alguien	hablando	de	lo	ansioso	que	se	siente?
Pero	a	pesar	de	que	se	ha	vuelto	un	tema	del	momento,	no	son	muchas	las
personas	que	pueden	venir	y	dar	una	definición	precisa	de	qué	es	la	ansiedad
como	tal,	más	allá	de	las	sensaciones	que	nos	causan	o	los	estados	asociados
(como	la	angustia).	Es	por	eso	que,	antes	de	adentrarnos	en	nuestra	charla	acerca
de	la	ansiedad	en	las	relaciones	sentimentales,	tenemos	que	entender	qué	es	ese
fenómeno	como	tal	y	cómo	nos	puede	afectar	a	nivel	general.
¿Qué	es	la	ansiedad?
ANTES	QUE	NADA	TENEMOS	que	separar	la	ansiedad	y	el	miedo,	pues	no
son	lo	mismo.	Claro,	están	fuertemente	vinculados,	pero	mientras	que	el	miedo
es	una	reacción	de	alarma	ante	una	situación	de	peligro	que	está	presente,	la
ansiedad	es	una	emoción	que	está	dirigida	hacia	lo	que	podría	pasar	en	el	futuro
y	la	falta	de	control	sobre	este	posible	suceso.	En	otras	palabras,	la	ansiedad	es
una	emoción	que	surge	por	la	idea	de	algo	que	ocurrirá	en	el	futuro	y	que	será
difícil	(o	imposible)	evitar.	Asimismo,	el	origen	de	esas	ideas	puede	estar
influenciada	por	nuestro	mundo	psicológico,	social	y	hasta	cultural.	
La	relación	que	tienen	esas	dos	emociones	o	estados	está	en	su	secuencia	de
aparición:	El	miedo	es	lo	que	sentimos	antes	de	la	ansiedad	y	también	es	lo	que
la	fortalece,	siendo	el	núcleo	de	todas	sus	formas	de	manifestarse	en	contextos
normales	y	disfuncionales.	También	se	relacionan	en	su	forma	de	expresarse	a
nivel	físico,	teniendo	como	signos	comunes	la	tensión	muscular,	la	sudoración,
temblores,	dolores	en	el	cuerpo,	malestar	estomacal	e	incluso	diarrea.
Ahora,	ni	el	miedo	ni	la	ansiedad	son	emociones	enteramente	negativas.	Es
cierto	que	nos	causan	una	sensación	de	displacer,	pero	son	esas	manifestaciones
las	que	nos	permiten	adaptarnos	a	las	situaciones	potencialmente	peligrosas	o
perjudiciales.		Velo	de	esta	forma:	Si	no	sintiéramos	nada	por	ese	examen	que
vale	un	gran	porcentaje	del	curso,	no	veríamos	la	necesidad	de	estudiar.	O	si	no
sintiéramos	algo	antes	del	aniversario	con	nuestra	pareja,	no	buscaríamos	hacerle
algo	especial.
Estas	emociones	han	estado	allí	desde	mucho	antes	de	la	existencia	del	ser
humano,	y	han	ayudado	a	la	preservación	de	todos	los	seres	vivos	desde	sus
primeras	apariciones	gracias	a	que	nos	impulsa	a	prepararnos	ante	situaciones
inciertas.	Si	este	es	el	caso,	¿en	qué	punto	se	vuelve	negativa	la	ansiedad?	¿De
qué	manera	nos	perjudica?
¿Cuándo	se	vuelve	un	problema	la	ansiedad?
SI	LA	ANSIEDAD	ES	UN	fenómeno	tan	común,	¿cómo	podemos	saber	si
representa	o	no	un	problema?	Bueno,	llega	al	punto	de	la	disfuncionalidad	si	ésta
comienza	a	provocarte	un	profundo	malestar	en	tu	día	a	día,	impidiéndote	vivir
con	normalidad.
Lo	ideal	es	que	nos	ayude	a	estar	listos	para	una	futura	situación,	pero	la
ansiedad	negativa	nos	motiva	a	evitarla	bajocualquier	circunstancia.
Recordemos	el	ejemplo	del	aniversario:	Si	sintiéramos	una	ansiedad	tan	fuerte
por	crear	algo	especial	para	nuestra	pareja,	no	buscaríamos	hacerlo	en	absoluto.
O	bien,	puede	que	aún	estemos	dispuestos	a	realizarle	algo,	pero	nos	sentiríamos
muy	preocupados	hasta	ver	su	reacción.
También	puede	convertirse	en	un	problema	si	comienza	a	perdurar	demasiado	o
si	las	expectativas	son	exageradas:	¿Será	que	le	gustará	eso	que	le	voy	a	dar?
¿Nos	casaremos	algún	día?	¿Conseguirá	a	alguien	más	antes	o	después	de
nuestra	boda?	¿Y	si	su	ex	vuelve	a	hablarle?	Oh	por	Dios,	su	ex	tiene	mejor
aspecto	que	yo.	Seguramente	sí	lo	hará.	O	tal	vez	me	vaya	a	dejar	por	esa	otra
persona	con	la	que	sale	después	del	trabajo...	Dudas	que	aparecen
constantemente	y	que	no	hacen	sino	causar	angustia	en	quien	las	está	pensando.
De	igual	manera	se	puede	identificar	la	ansiedad	negativa	viendo	qué	tan
exageradas	o	irreales	son	las	ideas	de	las	posibles	situaciones	que	podrían
ocurrir.	Por	ejemplo:	Sería	normal	sentir	ansiedad	cuando	nuestra	pareja	nos	dice
“Tenemos	que	hablar”	con	un	tono	serio,	pues	al	ser	avisados	de	esta	manera	que
hay	un	tema	que	discutir	podríamos	terminar	pensando	que	algo	malo	ha	pasado.
Pero	no	sería	normal	sentir	ansiedad	por	saber	que	nuestra	pareja	va	a	visitar	a
unos	amigos	que	no	han	demostrado	tener	algún	interés	romántico	en	él	o	ella.
Ese	último	ejemplo	aplica	igualmente	a	otro	de	los	signos	que	nos	indican	si	la
ansiedad	se	está	volviendo	problemática:	La	hipersensibilidad.	Una	persona	con
mucha	ansiedad	va	a	mostrar	tendencia	a	reaccionar	exageradamente	ante	un
estímulo	de	intensidad	baja,	tal	y	como	pasaría	en	el	caso	de	que	nos	sintamos
angustiados	por	la	idea	de	que	nuestra	pareja	nos	abandone	por	una	de	sus
amistades	como	producto	de	una	típica	salida	al	cine.
Todos	esos	signos	son	importantes	cuando	discutimos	la	ansiedad	como	un
problema,	en	particular	las	creencias	irracionales	que	surgen	en	nuestra	mente.
Cada	uno	de	ellos	funciona	como	un	punto	de	origen	y	de	mantenimiento	para	la
ansiedad,	haciendo	que	esté	reforzándose	constantemente	en	un	ciclo	sin	fin.
Una	persona	con	ansiedad	negativa	podría	sentirse	insegura	de	las	relaciones	que
tiene	con	otras	personas.	Podría	llegar	a	pensar	cosas	como		“No	quieren	estar
conmigo”	o	“Alguien	como	yo	no	les	interesaría”,	dando	pie	al	fortalecimiento
de	sus	inseguridades	y	empezando	un	bucle	eterno	donde	la	ansiedad	se
mantiene	creciendo.
Sólo	se	puede	superar	eliminando	el	sentimiento	de	inseguridad,	para	lo	cual
siempre	se	recomienda	recibir	ayuda	profesional.	No	obstante,	existen	ciertas
cosas	que	puedes	hacer	por	tu	propia	cuenta	como	tratar	de	ser	más	abierto	con
tus	sentimientos,	realizar	ejercicios	de	meditación	y	relajación	si	te	sientes	muy
angustiado	e	intentar	practicar	una	comunicación	asertiva.
¿Cómo	comienza	la	ansiedad	en	la	relación	de	pareja?
YA	SABEMOS	QUE	TODA	ansiedad	nace	de	la	duda	de	si	algo	malo	va	a	pasar
o	no,	independientemente	de	si	hay	razones	o	no	para	creerlo.	La	ansiedad	que
llega	a	unirse	a	un	nexo	romántico	no	es	la	excepción	a	esa	regla,	y	cuando	llega
a	ser	el	sentimiento	predominante	de	la	relación	sólo	hay	un	resultado:
Sufrimiento.
Claro,	eso	ocurrirá	sólo	si	dejamos	que	esas	creencias,	inseguridades	e	ideas
hagan	su	trabajo.	Es	por	eso	que	debemos	ponernos	manos	a	la	obra	cuando
tenemos	la	sospecha	que	algo	así	está	ocurriendo	en	nuestra	relación.	Eso	sí,
tampoco	debemos	obsesionarnos	en	la	identificación	de	estos	signos	o	caeríamos
en	lo	que	precisamente	buscábamos	evitar.
Lo	típico	es	que	la	ansiedad	ya	hubiese	existido	en	alguna	de	las	dos	personas
mucho	antes	de	iniciar	la	relación.	Puede	que	haya	sido	producto	de	malas
experiencias	con	parejas	anteriores	o	incluso	amistades.	También	puede	darse	el
caso	de	que	la	persona	haya	desarrollado	inseguridades	a	lo	largo	de	su
crecimiento	y	no	logró	atenderlas	antes	de	entrar	en	esa	unidad.	Debido	a	esto,	la
satisfacción	o	sufrimiento	en	una	relación	dependerá	en	gran	medida	de	las
características	individuales	de	cada	miembro.
Un	ejemplo	de	esto	son	las	personas	con	rasgos	neuróticos,	quienes	parecen
tener	tendencia	a	terminar	en	relaciones	donde	no	se	sienten	completamente
seguras	y	esto,	a	su	vez,	aumenta	los	signos	de	neuroticismo	en	la	persona
debido	a	la	constante	sensación	de	inseguridad.
También	es	importante	que	las	personas	logren	desarrollar	un	buen	sentido	de	la
identidad	para	poder	establecer	relaciones	románticas	que	sean	satisfactorias.	De
hecho,	un	sentido	de	la	identidad	correctamente	establecido	está	vinculado	a
sentimientos	más	fuertes	de	compañía	y	apoyo	social	en	ese	tipo	de	uniones.
Esto	significa	que	un	sentido	de	la	identidad	mal	establecido	puede	ser	una	de	las
causas	de	una	ruptura	sentimental.
Otro	elemento	que	importa	mucho	en	el	desarrollo	de	una	relación	sentimental	es
el	equilibrio	de	tres	componentes	identificados	en	un	principio	por	Stenberg	hace
ya	más	de	cinco	décadas:	La	intimidad,	la	pasión	y	el	compromiso.
En	realidad	estos	componentes	no	interactúan	directamente	con	la	relación	sino
que	la	influencian	a	través	de	algo	que	surge	de	la	combinación	entre	varias	de
esas	partes:	El	amor.	Es	por	eso	que	cada	uno	de	esos	componentes	puede
influenciar	el	estado	de	cualquier	relación	interpersonal	y	también	pueden	dar
pie	a	los	distintos	tipos	de	amor	que	han	sido	reconocidos,	pero	hablar	de	cada
uno	de	ellos	nos	llevaría	mucho	tiempo	así	que	vamos	a	dejar	los	detalles	para
más	adelante	y	sólo	nos	enfocaremos		por	el	momento	en	el	amor	que	uno	aspira
a	tener	con	su	pareja	(o	futura	pareja):	El	consumado.
Ese	es	el	tipo	de	amor	más	complicado	de	conseguir	puesto	que	hace	falta
alcanzar	un	equilibrio	casi	perfecto	entre	los	tres	componentes	de	los	que
hablaba	Stenberg,	aunque	también	decía	que	no	era	necesario	poseer	los	tres
elementos	para	hacer	que	una	relación	pudiera	tener	éxito.	Aun	así,	es	muy
probable	que	una	relación	tenga	problemas	si	sólo	está	presente	uno	de	los	tres
elementos,	como	en	el	caso	de	los	matrimonios	arreglados	donde	solo	hay
compromiso.
Otro	de	estos	casos	son	los	amores	pasionales	o	“fatuos”,	donde	lo	que	reina	es
la	pasión	y	dejan	de	lado	a	los	otros	dos	elementos,	o	los	amores	a	primera	vista,
donde	no	hay	ni	intimidad	ni	compromiso.	Es	típico	que	en	este	tipo	de	amor
haya	malestar	cuando	la	pareja	no	está	presente.
Por	último,	pero	no	por	eso	menos	importante,	tenemos	un	ingrediente	más	que
puede	ser	decisivo	en	el	desarrollo	de	una	conexión	íntima:	El	apego,	pero
debemos	hablar	de	otro	punto	antes	de	adentrarnos	en	ese,	el	cual	es...
¿Qué	pasa	si	no	se	trata	la	ansiedad	de	una	relación?
SI	NO	SE	TRATA	O	SUPERA	la	ansiedad	pueden	haber	consecuencias	a	corto,
mediano	y	largo	plazo	que	afectarán	profundamente	tu	relación.	Puede	que	en	un
principio	las	consecuencias	apenas	se	noten,	pero	a	medida	que	la	ansiedad	va
empeorando,	también	lo	hace	tu	situación	sentimental.	No	es	un	estado	que	se
mantenga	estático,	sino	que	empeora	o	mejora.	La	única	diferencia	es	la
velocidad	en	la	que	lo	hace.
Las	cosas	van	cambiando	en	las	relaciones	de	pareja	a	medida	que	la	inseguridad
de	uno	de	los	dos	miembros	va	creciendo.	Y	por	supuesto,	la	situación	es	mucho
peor	cuando	son	los	dos	miembros	los	que	se	sienten	inseguros	acerca	de	su
relación.	Empiezan	a	surgir	dudas	acerca	de	la	fidelidad	del	otro,	acerca	de	si	lo
que	siente	es	amor	de	verdad,	de	si	estarán	juntos	para	siempre	o	si	la	relación
terminará	algún	día...	Cada	una	de	esas	dudas	se	convierte	en	una	nueva	razón
para	discutir	y	para	alejarse	del	otro.
Otra	manera	en	la	que	la	ansiedad	puede	arruinar	tu	relación	es	evitando	que
tengas	conversaciones	importantes	con	tu	pareja.	La	comunicación	es	uno	de	los
puntos	más	importantes	dentro	de	un	vínculo	sentimental,	pues	permite	que	haya
un	crecimiento	en	ambas	personas.	Sin	embargo,	cuando	sentimos	ansiedad	por
discutir	algo	importante	con	nuestra	pareja	estamos	perdiendo	esa	oportunidad
de	crecimiento.	Y	debemos	recordar	que	ignorar	un	problema	no	hace	que
desaparezca.Puedes	tener	tendencia	a	no	comunicarte	con	tu	pareja	dependiendo	de	tu	estilo
de	apego,	ya	que	podrías	tener	la	expectativa	de	que	tu	pareja	sepa	exactamente
qué	es	lo	que	quieres	sin	tener	que	decírselo	o	bien,	podrías	sentir	innecesario
estar	comunicándote	frecuentemente	con	ella.	Es	por	eso	que	ahora	sí
necesitamos	hablar	del	apego.
El	apego
AHORA	QUE	SABEMOS	QUÉ	es	lo	que	llega	a	hacer	la	ansiedad	en	tu
relación		podemos	hablar	del	apego.	Esta	es	la	forma	en	la	que	nos	vinculamos
con	los	demás,	y	empieza	a	instaurarse	desde	que	somos	muy	pequeños.	De
hecho,	la	evolución	de	nuestro	apego	inicia	cuando	apenas	tenemos	un	par	de
meses	de	haber	nacido.
Su	definición	se	da	en	base	a	las	interacciones	y	cuidados	positivos	que
recibimos	por	parte	de	nuestros	cuidadores,	independiente	de	si	son	nuestros
padres	o	no.	No	establecimos	un	apego	con	aquellos	individuos	que	no	fueron
capaces	de	proveernos	un	sentimiento	de	seguridad	y	cercanía,	así	que
desplazamos	nuestro	apego	hacia	otra	persona	que	sí	fue	capaz	de	brindarnos	ese
sentimiento.
En	el	caso	donde	las	figuras	de	apego	se	mantienen	muy	distantes,	no	dan
muestras	de	afecto	o	cambian	constantemente,	pueden	surgir	problemas	en	el
establecimiento	de	una	unión	sana,	ya	que	tantos	cambios	no	permiten	que	haya
un	sentimiento	de	seguridad.	No	podemos	explorar	el	mundo	que	nos	rodea	ni
intentar	conocer	a	nuevas	personas	si	no	nos	sentimos	protegidos.
Aun	así,	el	apego	no	se	convierte	en	algo	inmutable	después	de	nuestros
primeros	años	de	crecimiento.	No,	todo	lo	contrario:	Se	encuentra	en	un
constante	y	dinámico	cambio	a	lo	largo	de	toda	nuestra	vida,	es	sólo	que	nuestros
primeros	años	(y	en	especial,	nuestros	primeros	meses)	son	los	más	cruciales
para	su	establecimiento.	Un	niño	con	patrones	seguros	de	apego	podría	pasar	a
adquirir	patrones	inseguros	debido	a	eventos	traumáticos,	y	un	niño	con	patrones
inseguros	a	causa	de	la	negligencia	de	sus	padres	podría	adquirir	un	apego	sano
si	logra	conseguir	a	un	cuidador	que	pueda	satisfacer	sus	necesidades	de
seguridad.	Todo	ese	dinamismo	y	unicidad	presente	en	las	relaciones	humanas
da	origen	a	los	distintos	tipos	o	estilos	de	apego	que	existen.
Estilos	de	apego
AL	PRINCIPIO	LOS	ESTILOS	de	apego	sólo	eran	aplicables	a	los	niños,	pero
más	adelante	se	descubrió	que	los	adultos	también	poseen	formas	similares	de
apego	que	fueron	identificadas	como	seguro,	evitativo,	ansioso	y	desorganizado
(también	conocido	como	temeroso).		No	obstante,	las	formas	en	las	que	se
expresa	el	apego	son	distintas.
Mientras	que	el	apego	infantil	se	evidencia	a	través	de	la	relación	que	tiene	un
niño	con	su	cuidador	(o	cuidadores)	y	su	forma	de	explorar	su	entorno,	el	apego
en	los	adultos	se	manifiesta	a	través	de	comportamientos	como	el	modo	de
relacionarse	con	los	iguales,	el	interés	que	se	muestra	en	el	cuidado	de
individuos	vulnerables	como	bebés,	enfermos	o	ancianos,	y	por	supuesto,	la
manera	en	la	que	se	expresa	la	atracción	romántica	y	sexual.
Es	importante	que	sepas	que	el	estudio	del	apego	en	adultos	se	ha	diversificado	y
diferenciado	desde	sus	inicios,	habiendo	existido	múltiples	cambios	en	el
paradigma	y	su	sistema	de	categorías.	Inclusive	han	existido	estudiosos	que	han
sugerido	el	uso	de	dimensiones	y	prototipos	en	vez	de	las	categorías	que
veníamos	discutiendo,	pero	esta	última	perspectiva	es	la	que	ha	logrado	dominar.
Por	esta	razón	es	posible	que	encuentres	diferentes	formas	de	nombrar	los
distintos	estilos	que	existen	en	los	adultos,	aunque	la	definición	de	cada	uno	se
mantiene	prácticamente	igual	en	todos	los	casos.
Ahora	que	sabemos	lo	que	es	el	apego	y	cuáles	son	algunos	de	sus	estilos,	nos
queda	una	sola	cosa	por	discutir:	¿Cómo	son	esos	estilos	en	los	adultos?	A
continuación	está	la	respuesta	a	esa	pregunta:
Apego	seguro
LAS	PERSONAS	CON	ESTE	tipo	de	apego	se	sienten	cómodas	y	seguras
estableciendo	relaciones	de	cualquier	tipo	con	otros,	incluyendo	relaciones
íntimas.	Demuestran	tener	una	alta	autoestima	y	una	visión	positiva	con	respecto
a	los	vínculos	que	tienen,	siendo	capaces	de	mantener	un	grado	adecuado	de
independencia	sin	ningún	problema.		En	ese	sentido	pueden	realizar	una	correcta
valoración	de	sus	uniones,	consiguiendo	distanciarse	de	los	individuos	que	les
hacen	daño	y	buscando	mantenerse	cerca	de	aquellos	que	les	traen	bienestar.
En	adición	a	eso,	las	personas	con	apego	seguro	muestran	tener	un	mayor	nivel
de	inteligencia	emocional,	pues	pueden	identificar	con	claridad	cuando	algo	les
agrada	o	les	disgusta,	y	buscarán	apoyo	en	los	demás	si	lo	sienten	necesario.
Una	pareja	donde	los	miembros	tengan	este	estilo	por	igual	podrá	tener	un	buen
desarrollo	y	generará	satisfacción	en	ambas	personas.	Lo	usual	es	que	los
conflictos	tengan	una	resolución	positiva	en	este	tipo	de	pareja,	además	de	que
están	conscientes	de	que	cada	quien	tiene	su	propia	vida	por	separado	por	lo	que
no	hay	oposición	a	dejar	que	el	otro	tenga	la	libertad	de	hacer	cosas	con	otras
personas.
Por	otro	lado,	es	muy	probable	que	la	relación	esté	tendiente	a	fracasar	o	a
causar	insatisfacción	si	uno	de	los	dos	miembros	posee	un	estilo	inseguro	de
apego.	No	siempre	es	el	caso,	pero	en	definitiva	es	un	factor	que	puede	tener	una
gran	influencia.
Apego	evitativo
LOS	QUE	DESARROLLARON	este	tipo	de	apego	tienden	a	buscar	un	nivel
inadecuado	de	independencia.	De	hecho,	la	independencia	que	desean	es	tan	alta
que	preferirán	no	tener	nexos	íntimos.	Hay	veces	en	las	que	incluso	ni	siquiera
se	interesan	en	establecer	o	mantener	relaciones	de	amistad,	por	lo	que	pueden
parecer	distantes	o	fríos.
Lo	usual	es	que	busquen	reprimir	los	sentimientos	hacia	otras	personas	por	la
posibilidad	de	que	no	sean	correspondidos	o	sean	rechazados	por	completo,	así
que	se	intenta	ser	lo	más	autosuficiente	posible.	También	se	obtiene	una
sensación	de	seguridad	al	no	expresar	sus	sentimientos	de	forma	abierta.
Aunque	la	independencia	y	la	autosuficiencia	son	cosas	importantes	dentro	de
una	relación	sentimental,	también	es	necesario	mantener	conexiones	saludables
con	otras	personas.	Después	de	todo,	la	conexión	con	otros	está	dentro	de	la
naturaleza	del	ser	humano,	así	que	evitar	cualquier	tipo	de	intimidad	con	alguien
puede	ser	perjudicial	para	la	salud	mental.
Es	esperable	que	haya	dificultades	en	las	relaciones	donde	uno	de	los	miembros
posee	este	tipo	de	apego,	pues	se	encuentran	ausentes	dos	de	los	tres	elementos
necesarios	para	una	relación	satisfactoria:	La	intimidad	y	la	pasión.	Inclusive
podría	estar	ausente	el	compromiso,	por	que	será	muy	necesario	trabajar	este
aspecto	si	desean	mantenerse	juntos	o	de	lo	contrario	podrían	terminar
lastimados.
Apego	preocupado	o	ansioso
LAS	PERSONAS	CON	ESTE	estilo	de	apego	tienden	a	ser	muy,	muy,	muy
demandantes	cuando	se	trata	de	recibir	afecto.	Lo	usual	es	que	sientan	angustia
ante	la	ausencia	de	sus	seres	queridos,	causando	que	tengan	un	nivel	bajo	(o
inexistente	en	algunos	casos)	de	independencia.	Siempre	buscan	aprobación	o
una	estimulación	sentimental	debido	a	la	gran	importancia	que	le	brindan	al
vínculo,	así	que	son	muy	complacientes.	Demasiado.
Eso	se	vuelve	aún	más	intenso	cuando	se	trata	de	nexos	románticos,	pues	las
personas	con	este	estilo	tienen	una	visión	poco	positiva	sobre	sí	mismas	y	sus
parejas,	pudiendo	darse	el	caso	de	que	tengan	dudas	frecuentes	acerca	de	su
relación.	También	es	frecuente	ver	que	estas	personas	son	impulsivas	y
expresivas	cuando	se	trata	de	manifestar	sus	emociones,	así	que	no	hay
contención	emocional.
Debido	a	eso	están	constantemente	preocupadas	con	respecto	al	estatus	de	su
relación	y	se	inclinan	a	manifestar	sin	censura	lo	que	sienten:	¿Me	vas	a	dejar?
¿Vas	a	conseguir	a	otra	persona?	¿Soy	suficiente?	¿Por	qué	le	prestas	más
atención	a	tu	amigo	que	a	mí?	Yo	soy	tu	pareja,	así	que	tienes	que	prestarme
atención	y	a	nadie	más	¿Me	amas,	verdad?	Si	me	amas,	demuestralo...	Un	ciclo
eterno	de	dudas,	demandas	y	acusaciones.	
A	su	vez,	estos	comportamientos	y	dudas	promueven	un	ambiente	conflictivo
dentro	de	la	unión	ya	que	no	existe	ni	confianzaplena	ni	comunicación	asertiva.
Y	la	situación	es	aún	peor	cuando	los	dos	miembros	tienen	este	estilo	de	apego,
pues	surge	una	relación	basada	en	la	codependencia.
Es	posible	que	hayas	escuchado	ese	término	antes,	pero	si	no	sabes	lo	que
significa	entonces	debes	saber	que	la	codependencia	consiste	en	una	relación	de
dos	personas	donde	ambas	ubican	al	otro	como	el/la	protagonistas	de	sus	vidas.
La	autonomía	queda	prácticamente	ausente	en	esta	situación	puesto	que	ambas
personas	sienten	que	es	imposible	estar	sin	el	otro,	y	un	lazo	donde	no	pueda
existir	un	grado	de	independencia	no	es	para	nada	saludable.
Una	de	las	tantas	consecuencias	de	estar	en	una	relación	de	este	tipo	es	el
mantenimiento	y	reforzamiento	de	las	inseguridades,	pues	la	necesidad	de
constante	aprobación	produce	un	gran	impacto	emocional	cuando	la	otra	persona
no	está	disponible	afectivamente.		Esto	hace	que	la	unión	se	vuelva
completamente	frágil.	Otras	consecuencias	incluyen	la	baja	autoestima,	la	falta
de	iniciativa	y	la	manipulación	emocional,	así	que	es	urgente	trabajar	en	este	tipo
de	apego	antes	de	que	las	cosas	salgan	mal.
Apego	desorganizado	o	temeroso
LAS	COSAS	SON	AGITADAS	cuando	se	tiene	este	tipo	de	apego,	pues	suelen
manifestarse	muchos	comportamientos	contradictorios.		Se	busca	la	cercanía	de
alguien,	pero	si	esa	persona	corresponde	el	sentimiento	entonces	la	respuesta
será	el	distanciamiento.	Ya	alejados,	volveremos	a	intentar	encontrar	la	cercanía
de	la	misma	persona.
El	apego	temeroso	nace	del	miedo	de	ser	demasiado	cercano	o	distante	con	los
seres	queridos,	por	lo	que	se	busca	tomar	precauciones	a	la	hora	de	vincularse
con	otros	para	no	ser	abandonados.	Debido	a	esto	la	incertidumbre	domina	en
ambas	partes	de	la	unión,	pues		es	difícil	saber	si	lo	que	desea	el	otro	es	menos	o
más	intimidad.	El	resultado	es	una	relación	ajetreada	donde	no	se	encuentra	un
lugar	cómodo	para	ambas	personas.
Este	tipo	de	relaciones	está	condenada	a	mantenerse	en	un	constante	estado	de
fragilidad	al	igual	que	pasa	con	el	apego	ansioso,	pero	la	razón	de	eso	es	distinta:
La	vulnerabilidad	surge	de	la	indisposición	que	existe	para	encontrar	una	forma
común	de	relacionarse,	dando	paso	también	a	problemas	como	la	falta	de
comunicación	asertiva,	baja	autoestima	o	malestar.	Y	del	mismo	modo	que	pasa
con	el	apego	ansioso	y	el	apego	evitativo,	es	sumamente	necesario	trabajar	este
aspecto	para	poder	tener	un	lazo	afectivo	satisfactorio.
Identificando	tu	estilo	de	apego
SEGURAMENTE	HABRÁS	pensado	en	alguien	mientras	leías	acerca	de	los
distintos	estilos	de	apego.	También	es	posible	que	te	hayas	sentido	identificado
con	alguno	de	los	estilos	cuando	los	leíste.	Si	ese	es	tu	caso	y		te	gustaría	saber
con	más	precisión	cuál	es	el	tuyo,	entonces	puedes	realizar	el	siguiente
cuestionario:
A	continuación	se	te	van	a	presentar	una	serie	de	frases,	y	tendrás	que	decidir	si
te	identifican	o	no	dentro	del	contexto	de	las	relaciones	(a	nivel	general,	no	sólo
tu	pareja	actual).	Si	resulta	que	la	frase	te	identifica,	suma	un	punto.	De	lo
contrario,	continúa	a	la	otra.	Si	sientes	que	puede	aplicar	en	ocasiones,	toma	en
cuenta	la	frecuencia	(Si	ocurre	en	muchas	ocasiones,	súmale	un	punto.	Si	no,
continúa).	Los	enunciados	y	la	suma	de	los	resultados	se	dividirá	en	cuatro
categorías	distintas:
Categoría	A
●		Es	sencillo	para	mí	acercarme	emocionalmente	a	otros.
●		No	me	preocupa	estar	solo/a	ni	que	otros	no	me	acepten.
●		Me	siento	cómodo	apoyándome	en	los	demás	y	también	dejando	que	los
demás	se	apoyen	en	mí.
●		Me	agrada	pasar	momentos	afectuosos	con	mi	pareja.
●		Puedo	contar	con	mi	pareja	para	hablarle	de	mis	problemas.
●		No	siento	que	la	relación	esté	en	peligro	cuando	discuto	con	mi	pareja.
●		No	me	molesta	cuando	mi	pareja	sale	con	sus	amigos	porque	confío	en	ella.
●		Tengo	facilidad	para	expresar	mis	emociones.
●		No	me	he	preocupado	en	que	mi	relación	vaya	a	terminar.
●		He	sentido	comodidad	en	las	relaciones	que	he	tenido.
Categoría	B
●		Trato	de	complacer	lo	más	posible	a	los	demás.
●		Me	gusta	tener	una	profunda	intimidad	con	los	demás.	Mientras	más	profunda
sea,	mejor.
●		A	veces	siento	que	mi	pareja	no	se	interesa	tanto	en	mí	como	yo	lo	hago	con
ella.
●		Detesto	cuando	mi	pareja	está	lejos	de	mí.
●		Podría	dejar	todo	por	mi	pareja.
●		Me	preocupa	mucho	que	mi	pareja	me	pueda	abandonar	por	otra	persona.
●		En	ocasiones	siento	que	no	le	gusto	lo	suficiente	a	mi	pareja.
●		No	me	gusta	discutir	con	mi	pareja	por	temor	a	que	la	relación	se	termine.
●		Mis	parejas	me	han	dicho	que	soy	impulsivo/a.
●		A	veces	me	agobia	la	idea	de	que	mi	pareja	me	deje	por	otra	persona.
Categoría	C
●		Es	mejor	si	estoy	sin	ningún	tipo	de	relación	estrecha.
●		La	independencia	y	la	autosuficiencia	lo	son	todo	para	mí.
●		La	idea	de	abrirme	emocionalmente	con	otra	persona	me	incomoda.
●		Me	preocupa	que	mi	pareja	me	quite	mi	independencia.
●		A	veces	mi	pareja	me	dice	que	debería	ser	más	cariñoso/a.
●		Prefiero	tener	relaciones	ocasionales	que	tener	una	relación	fija.
●		No	me	agrada	la	idea	de	tener	a	alguien	más	dependiendo	de	mí.
●		Mis	parejas	me	han	descrito	como	alguien	frío	o	distante.
●		Me	distancio	si	soy	rechazado.
●		Mientras	menos	intimidad	afectiva	tenga	con	mi	pareja,	mejor	para	mí.
Categoría	D
●		Siento	que	podrían	lastimarme	si	me	abro	emocionalmente	con	los	demás.
●		Me	cuesta	tener	relaciones	íntimas	porque	tengo	sentimientos	encontrados.
●		Cuando	trato	de	tener	intimidad	con	otra	persona	y	esta	me	corresponde,	me
siento	confundido	o	incómodo.
●		A	veces	me	molesto	con	mi	pareja	por	acercarse	demasiado,	pero	se	me	pasa
con	facilidad.
●		Siento	que	no	puedo	ser	abierto	emocionalmente	con	mi	pareja,	pero	quiero
serlo.
●		Busco	acercarme	lo	más	posible	a	los	demás,	pero	siempre	tomo	mis
precauciones.
●		A	veces	me	da	la	impresión	de	que	mi	pareja	no	comprende	como	soy.
●		Suelo	reprimir	mis	emociones,	pero	lo	hago	para	que	no	me	lastimen.
●		Me	agrada	la	idea	de	estar	en	una	relación	cercana	con	alguien,	pero	me	alejo
cuando	se	hace	realidad.
●		Me	cuesta	saber	qué	es	lo	que	está	sintiendo	mi	pareja	con	respecto	a	mí.
Tu	estilo	de	apego	se	verá	reflejado	dependiendo	de	cuál	de	las	cuatro	sumas
haya	sido	la	más	alta.	Si	la	suma	más	alta	fue	la	de	la	categoría	A,	entonces	tu
apego	es	seguro.	Si	fue	la	B,	entonces	es	ansioso.	Si	resulta	que	fue	la	C,
entonces	tu	estilo	es	evitativo.	Y	si	la	más	alta	es	la	D,	tu	apego	es	desorganizado
o	temeroso.
Es	muy	importante	que	recuerdes	que	este	cuestionario	fue	creado	con	la	única
finalidad	de	ayudarte	a	tener	un	mejor	entendimiento	del	tema	al	pasar	a	un
campo	más	práctico.	No	debe	ser	usado	con	fines	diagnósticos.	Para	eso	último
se	debe	contar	con	la	ayuda	de	un	profesional	capacitado,	el	cual	aplicará	una
evaluación	personalizada	para	evitar	los	posibles	errores	que	aquí	pudieran	verse
reflejados	por	ser	una	auto	evaluación	general.
¿Cómo	saber	si	mi	pareja	es	insegura?
ES	POSIBLE	QUE	LEYENDO	las	frases	del	cuestionario	hayas	notado	que
algunas	de	ellas	podrían	aplicarse	a	tu	pareja,	y	ahora	tengas	la	duda	de	si	se
siente	segura	en	su	relación.		Puedes	tratar	de	ver	cuáles	frases	del	cuestionario
la	definen	más	para	así	tener	una	idea	de	si	es	insegura,	pero	también	hay	otras
formas	de	saberlo,	como	por	ejemplo:
Siempre	está	de	acuerdo	contigo	en	todo
ES	DE	ESPERARSE	QUE	haya	muchas	cosas	en	común	dentro	de	un	lazo
donde	la	compatibilidad	es	muy	alta,	pero	es	imposible	encontrar	a	alguien	que
esté	de	acuerdo	contigo	en	todo.	Siguen	siendo	personas	con	características	que
las	hacen	únicas,	como	los	gustos,	su	visión	del	mundo,	las	opiniones	y	hasta	las
maneras	de	hacer	las	cosas.	Si	tu	pareja	no	difiere	contigo	por	lo	menos	en	una
cosa	quiere	decir	que	está	tratando	de	fingir	para	que	la	agrades	más.	Esto	sería
algo	que	haría	alguien	con	un	estilo	de	apego	ansioso.
Obligarse	a	sí	mismo	a	cambiar	para	agradarte	es	algo	que	claramente	traerá
inconvenientes	a	largo	plazo	en	la	unidad,	pues	no	habrías	estado	en	contacto
con	su	verdaderaesencia.
Protege	demasiado	su	intimidad
CIERTAMENTE	TODOS	TIENEN	derecho	a	mantener	su	privacidad	intacta	en
todo	momento.	Incluso	en	las	relaciones	de	pareja	no	se	llega	a	conocer	en	su
totalidad	a	la	otra	persona,	ya	sea	porque	no	se	sienten	cómodos	hablando	de
ciertos	aspectos	de	su	vida	o	porque	simplemente	no	veían	necesario	contarlo.
¿Le	contarías	cada	detalle	de	tu	vida	a	la	otra	persona,	incluso	si	te	parece
aburrido?	Probablemente	no.
La	cosa	es	muy	distinta	cuando	tu	pareja	se	reserva	demasiadas	cosas.	No	te
habla	de	sus	sentimientos,	de	sus	gustos,	de	las	cosas	que	les	apasiona,	ni	de
nada	más	que	pudiera	exponer	su	mundo	interno.	Es	muy	probable	que	en	estos
casos	tu	pareja	no	se	sienta	completamente	segura	en	la	relación	y	sienta	que	al
contarte	ese	tipo	de	cosas	te	vas	a	alejar,	como	ocurre	con	las	personas	que
tienen	apego	evitativo.
Siente	celos	con	facilidad
ESTARÍAMOS	MINTIENDO	si	decimos	que	no	hemos	sentido	celos	alguna
vez	en	nuestras	vidas.	Los	celos	pueden	llegar	a	manifestarse	como	resultado	de
los	cambios	en	el	vínculo	que	tenemos	con	alguien	muy	querido	para	nosotros,
pero	tu	pareja	está	enviando	una	clara	señal	de	inseguridad	si	reacciona	con	una
explosión	de	celos	nada	más	porque	estás	mensajeando	a	tus	amigos	o	incluso	si
cuestiona	tus	lazos	con	ellos	sin	una	razón	aparente	más	allá	de	la	amistad.	Este
es	otro	tema	que	trataremos	con	más	profundidad	en	el	siguiente	capítulo.
Capítulo	2:	Comprendiendo	los	celos	en	una	relación
LOS	CELOS	TAMBIÉN	SON	un	tema	común	del	que	seguramente	habrás
escuchado	hablar	en	algún	momento.	Sin	duda	alguna,	también	debes	haberlos
experimentado	al	menos	un	par	de	veces	en	tu	vida.
¿Recuerdas	aquella	vez	que	sentiste	molestia	porque	tu	pareja	parecía	prestarle
más	atención	a	otra	persona	que	a	ti?	¿O	cuando	le	enviaste	un	mensaje	y	no	te
respondía	por	andar	con	sus	amigos?	¿Y	qué	tal	esos	momentos	cuando	parece
que	tu	pareja	sólo	tiene	tiempo	para	sus	hobbies	y	no	para	ti?	Todas	esas
molestias	son	los	celos	pasando	a	saludar,	aunque	déjame	decirte	algo.	Los	celos
son	tan	naturales	como	el	amor,	pues	en	realidad	son	dos	caras	de	la	misma
moneda.	Ahora	bien,	¿qué	son	como	tal?
¿Qué	son	los	celos?
EL	MUNDO	QUE	COMPARTIMOS	con	los	demás	es	lo	más	importante	para
nosotros	debido	a	que	somos	seres	sociales.	Si	nos	dieran	la	elección	de	poder
vivir	con	todos	los	lujos	que	nos	pudiéramos	imaginar	con	la	condición	de	no
volver	a	ver	a	alguien	más	ni	siquiera	en	una	fotografía,	muy	probablemente
declinaríamos	la	oferta.	Y	sí,	existen	personas	que	tal	vez	piensen	que	podrían
alejarse	de	la	sociedad	con	sus	mascotas,	pero	nuestros	lazos	con	ellas	son	otra
manifestación	más	de	nuestra	naturaleza	social.	Jamás	dejaremos	de	intentar
crear,	mantener	y	proteger	nuestras	uniones,	incluso	en	la	ausencia	total	de	otros
individuos.
Es	por	eso	que	existen	los	celos.	Son	un	sentimiento	que	está	dirigido	al
resguardo	de	nuestras	conexiones	con	otras	personas.	Siempre	han	tenido	esa
función	evolutiva	ya	que	nos	impulsan	a	buscar	formas	de	no	perder	nuestro
vínculo	con	los	demás.
Ellos	han	estado	presentes	en	cada	etapa	de	nuestra	vida;	de	pequeños	nos
sentimos	celosos	si	nuestros	padres	muestran	más	interés	en	nuestros	hermanos	o
en	sus	amigos	que	a	nosotros,	en	la	adolescencia	sentimos	celos	cuando	nuestros
amigos	prefieren	salir	con	sus	otras	amistades,	y	ahora	que	somos	adultos	nos
sentimos	celosos	porque	nuestra	pareja	no	se	fija	tanto	en	nosotros	como	nos
gustaría.	Nunca	van	a	desaparecer	del	todo,	pues	si	hay	espacio	para	el	amor
también	lo	habrá	para	los	celos.	La	cuestión	está	en	su	intensidad	y	frecuencia.
Sumado	a	esto	se	encuentra	su	distinción.	Los	celos	y	la	envidia	suelen	ser
confundidos	en	muchas	ocasiones	a	pesar	que	en	realidad	tienen	más	diferencias
que	similitudes.	La	cosa	que	más	los	distingue	es	la	razón	de	su	aparición:
Mientras	que	los	celos	surgen	por	la	inseguridad	y,	en	algunos	casos,	por	el	amor
que	siente	la	persona,	la	envidia	surge	por	la	sensación	de	injusticia.	Sentimos
que	es	injusto	que	otra	persona	tenga	algo	que	nosotros	queremos	tener	pero	no
podemos.
Ahora,	no	creas	que	eso	es	todo	lo	que	tenemos	que	decir	acerca	del	origen	de
los	celos,	pues	aún	queda	información	por	descubrir.
¿De	dónde	vienen	los	celos?
LOS	CELOS	HAN	SIDO	un	tópico	histórico.	De	esta	emoción	se	ha	estado
hablando	desde	los	antiguos	filósofos,	quienes	se	referían	a	ella	como		“zelos”	en
latín.	Incluso	existían	relatos	mitológicos	dedicados	a	hablar	de	este	sentimiento,
como	ocurre	con	el	caso	de	la	leyenda	de	Medusa,	quién	era	una	de	las	mujeres
más	hermosas	de	todas,	pero	llegó	a	convertirse	en	la	criatura	que	es	por	culpa
de	los	celos	que	sentía	Afrodita.	O	el	caso	de	la	diosa	Juno,	quién	sentía	celos
por	los	engaños	amorosos	que	cometía	Júpiter.
También	se	ha	discutido	acerca	de	los	celos	en	innumerables	ocasiones	dentro	de
la	literatura,	como	en	“Otelo”,		la	obra	de	Shakespeare	donde	el	protagonista	se
siente	tan	abrumado	por	los	celos	en	su	interior	que	termina	matando	a	
Desdémona,	su	amante	y	esposa.		Es	gracias	a	esta	obra	que	actualmente
conocemos	a	la	celopatía	como	“El	Síndrome	de	Otelo”.
Claro	que	muchas	cosas	han	cambiado	en	nuestra	historia	y	con	ello,	también	ha
cambiado	la	forma	en	la	que	sentimos	nuestras	emociones.	Y	es	que	siempre	han
estado	sujetas	a	todo	nuestro	contexto	cultural	y	social,	no	sólo	a	nuestra
biología	ni	a	nuestro	círculo	de	personas	cercanas.	Esto	lo	podemos	ver	a	través
de	la	respuesta	emocional	que	tienen	las	personas	ante	situaciones	que	inducen
celos,	las	cuales	varían	en	gran	medida	dependiendo	de	cómo	es	su	cultura	y	su
país.	Algunas	pueden	terminar	experimentando	otras	emociones	como	la	tristeza
a	causa	de	sus	celos,	mientras	que	otras	van	a	sentir	ira	o	incluso	vergüenza.
Un	buen	ejemplo	de	esto	es	el	pueblo	Canela,	dos	etnias	indígenas	provenientes
de	Brasil.	En	ellas	se	buscaba	minimizar	este	sentimiento	al	considerar	a
aquellas	personas	que	no	quisieran	ser	generosos	con	sus	cuerpos	o	bienes	como
individuos	asociales	y	hasta	malignos.		Es	por	eso	que	allí	es	bien	visto	consentir
el	deseo	sexual	de	otra	persona.	Pese	a	eso,	esa	costumbre	se	perdió	cuando	el
pueblo	comenzó	a	tener	más	contacto	con	la	sociedad	occidental,	provocando
que	los	miembros	tuvieran	sentimientos	más	fuertes	de	posesividad	de	los	que
habían	experimentado	jamás.
Sin	embargo,	el	elemento	más	decisivo	en	la	aparición	de	los	celos	son	todas
nuestras	configuraciones	mentales.	Son	ellas	las	que	están	realmente
influenciadas	por	todos	los	contextos	en	los	que	nos	involucramos,	y	por	lo
mismo,	determinan	la	manera	en	la	que	nos	sentimos	con	respecto	a	nosotros
mismos	y	a	los	demás.	Entonces,	al	igual	que	ocurre	con	la	ansiedad,	los	celos
surgen	principalmente	de	las	ideas	que	concebimos	en	torno	al	lazo	que	tenemos
con	nuestra	pareja.
Aunque	también	tienen	otra	cosa	en	común:	Ambas	surgen	del	miedo.	Ese	temor
que	nos	dice	que	nuestra	pareja	nos	va	a	dejar	porque	no	somos	lo	suficiente
para	ella	y	podría	encontrar	a	alguien	mejor.		Dichas	ideas	provocan	la	aparición
de	emociones	negativas	que	nos	lastiman	y	abren	paso	al	despertar	de	los	celos,
dando	inicio	a	la	rueda	del	conflicto	sentimental.
Esos	pensamientos	no	son	automáticos	sino	que	aparecen	luego	de	haber
interpretado	señales	que	nos	alarman	de	la	proximidad	que	nuestra	pareja	está
teniendo	con	otras	personas,	sin	importar	si	esas	señales	están	adecuadas	a	la
realidad	o	si	son	exageradas.	La	manera	en	la	que	interpretamos	esas	señales
están	sujetas	a	nuestro	mundo	interno,	donde	se	encuentran	las	experiencias	que
hemos	tenido	y	que	le	dan	forma	a	las	concepciones	que	tenemos	del	mundo.
Puede	que	algunas	de	ellas	sean	experiencias	en	torno	a	relaciones	fallidas	donde
la	otra	persona	no	puso	de	su	parte	para	mantener	la	unión,	te	haya	engañado	con
otra	persona	o	no	te	hacía	sentir	seguridad	en	la	misma.	Todas	estas	cosas
propician	la	aparición	de	inseguridades	dentro	de	nosotros.
Dichas	inseguridades	nos	hacen	dudar	de	nuestra	capacidad	para	serbuenas
parejas,	de	nuestro	atractivo	y	hasta	de	nuestro	valor	como	personas.	Lo	más
horrible	de	ellas	es	que	siguen	estando	allí,	incluso	mucho	tiempo	después	de
haber	cortado	ese	nexo	por	completo.	Se	continúan	presentando	de	forma
constante	en	nuestras	otras	relaciones	interpersonales,	incluyendo	nuestra	nueva
relación	sentimental	o	romántica.	
Pensamos	que	si	no	somos	tan	atractivos	como	otras	personas,	nuestra	pareja	va
a	dejar	de	interesarse	en	nosotros.	Es	en	ese	punto	cuando	nos	sentimos	celosos,
pues	se	despierta	el	temor	de	que	nos	vaya	a	dejar	por	otra	persona	y	por	lo
mismo,	estamos	atentos	ante	cualquier	señal	que	nos	parezca	sospechosa.
A	su	vez,	los	celos	generan	un	impacto	en	nuestra	autoestima	por	todas	las
interpretaciones	que	hacemos	de	las	supuestas	señales,	como	sentir	sospecha
porque	nuestra	pareja	está	revisando	sus	redes	sociales	o	porque	recibe	una
llamada	de	un	amigo	en	horas	inusuales.	Incluso	cuando	ninguna	de	esas
interpretaciones	resulte	ser	cierta	no	podemos	evitar	sentir	que	los	celos	en
nuestro	interior	siguen	creciendo	cada	vez	más,	mientras	que	la	estima	que
tenemos	hacia	nosotros	va	disminuyendo.
Y	la	situación	no	se	detiene	allí;	es	más	bien	un	círculo	vicioso	donde	los	celos
destruyen	la	imagen	que	tenemos	de	nosotros	mismos	y	la	confianza	que
depositamos	en	nuestra	pareja	para	seguir	creciendo	cada	vez	más.	Mientras	más
destruidas	estén	esas	dos	cosas,	mejor	será	para	los	celos.
Por	último,	un	dato	extra	a	tener	en	cuenta	acerca	del	origen	de	los	celos:	se
suele	creer	que	las	mujeres	son	más	celosas	que	los	hombres,	pero	la	verdad	es
que	los	celos	que	comúnmente	sienten	ambos	géneros	difieren	en	su	forma	de
ser:	Mientras	que	las	mujeres	tienden	a	sentirse	celosas	porque	no	quieren	perder
la	vinculación	emocional		que	tienen	con	sus	parejas,	los	hombres	sienten	celos
por	sentir	que	la	vinculación	física	con	su	pareja	está	siendo	invadida.	El
surgimiento	de	esta	emoción	en	ambos	géneros	está	determinado	por	el	aspecto
que	más	suelen	valorar	en	una	relación.
Obviamente	esto	no	aplica	para	todos	los	casos	ya	que	tenemos	cosas	que	nos
diferencian	y	nos	definen,	pero	se	ha	observado	que	los	celos	suelen	presentarse
de	esa	manera	en	muchas	personas	alrededor	de	todo	el	mundo.	No	obstante,	aún
existen	muchas	otras	cosas	más	que	pueden	despertar	nuestro	lado	celoso	en
cualquier	momento,	así	que	de	eso	es	lo	que	nos	toca	hablar	ahora.
Las	cosas	que	despiertan	nuestros	celos
SI	TENER	CELOS	SIGNIFICA	que	queremos	proteger	nuestra	relación
sentimental,	entonces	cualquier	cosa	que	pudiera	hacernos	sospechar	acerca	de
la	fidelidad	y	las	preferencias	de	nuestra	pareja	pueden	despertarlos.	Si
tuviéramos	que	señalarlas	de	una	forma	más	específica,	serían	las	siguientes:
Sentir	que	nuestra	pareja	tiene	preferencia	por
acompañar	a	alguien	más
SI	SENTIMOS	UNA	FUERTE	sospecha	de	que	nuestra	pareja	prefiere	estar	con
una	persona	en	particular	o	con	sus	amigos,	vamos	a	sentir	celos.	Queremos
compartir	tiempo	de	calidad	con	nuestro	ser	querido	y	no	podemos	hacerlo
porque	alguien	más	nos	los	está	“robando”,	pero	debemos	recordar	que	cada
quien	tiene	su	propia	vida	y	su	propio	círculo	de	amigos,	y	debemos	respetar	eso.
Ver	que	le	atrae	el	físico	de	otras	personas
NO	NOS	AGRADA	LA	IDEA	de	que	a	nuestra	pareja	le	atraigan	físicamente
otras	personas,	pues	eso	nos	hace	pensar	que	hay	algo	malo	con	nuestro	aspecto.
Sentimos	que	tal	vez	nuestra	sonrisa	no	es	suficiente	o	que	no	estamos	en	tan
buena	forma	física	como	lo	están	esas	personas	que	llaman	la	atención	del	otro.
Y	claro,	los	celos	se	ponen	peor	si	nuestra	pareja	hace	un	comentario	al	respecto
como	“Que	bien	se	ve	esa	persona”	o	“Tiene	buena	pinta	el	día	de	hoy”,	aunque
estaríamos	mintiendo	si	decimos	que	no	hemos	pensado	que	otra	persona	se	ve
bonita	o	atractiva.	Por	el	hecho	de	que	nos	parezca	bien	agraciada	no	significa
que	vamos	a	dejar	automáticamente	a	nuestra	pareja,	y	eso	es	lo	que	debemos
tomar	en	cuenta	con	ella.	¿O	acaso	piensas	que	sólo	le	atrae	tu	físico?
Pensar	que	tiene	más	en	común	con	otros
SE	SUPONE	QUE	NUESTRA	pareja	debe	tener	una	gran	compatibilidad	con
nosotros,	así	que	por	lógica	nos	deben	de	gustar	las	mismas	cosas.	La	verdad	es
que,	si	bien	es	cierto	que	es	agradable	que	nuestra	pareja	tenga	muchos	intereses
en	común	con	nosotros,	no	hacen	falta	para	lograr	que	una	relación	sea	fluida.	Es
suficiente	con	saber	que	está	interesada	en	lo	que	nos	gusta	y	viceversa,	siempre
y	cuando	sea	interés	genuino.
¿En	qué	punto	los	celos	se	vuelven	perjudiciales?
LO	IDEAL	SERÍA	NO	SENTIR	celos	en	absoluto,	pero	sería	ingenuo	exigirle
eso	a	alguien	cuando	ha	conseguido	suficiente	evidencia	como	para	sentirlos.
Después	de	todo,	están	conectados	con	ese	sentimiento	que	le	da	pie	al	interés
romántico:	El	amor.	A	pesar	de	esa	conexión	con	el	amor	y	de	que	es
relativamente	común	sentirlo,	no	debemos	olvidar	que	sigue	tratándose	de	una
emoción	negativa	que	puede	terminar	lastimando	a	alguien,	ya	seamos	nosotros,
nuestra	pareja	o	incluso	a	otras	personas	ajenas	a	la	relación.
Si	no	somos	conscientes	de	que	estamos	sintiendo	celos,	o	si	simplemente
queremos	ignorarlos	y	no	trabajar	en	ellos,	van	a	volverse	cada	vez	más	fuertes.
Puede	que	al	principio	sólo	sientas	una	pequeña	molestia	por	sentir	que	tu	pareja
prefiere	pasar	el	tiempo	con	sus	amigos,	pero	muy	pronto	esa	molestia	crecerá	y
hará	que	sientas	incomodidad	por	la	idea	de	que	organice	viajes	con	ellos.
Luego	seguirá	creciendo	y	te	provocará	malestar	por	el	pensamiento	de	que	tu
pareja	podría	conocer	al	verdadero	amor	de	su	vida	en	el	trabajo.	No	se	detendrá
ante	todas	aquellas	señales	que	le	permitan	crecer,	y	antes	de	que	te	des	cuenta
estarás	discutiendo	con	él	o	ella	por	haberle	gustado	una	foto	de	alguien	de
Instagram	que	ni	siquiera	conoce	en	persona.
Por	desgracia	esa	es	una	situación	que	va	escalando	en	gravedad,	yendo	desde
discusiones	ocasionales	hasta	llegar	a	agresiones	verbales	y	físicas.	Incluso
puede	darse	el	caso	donde	haya	amenazas	de	muerte	y	eso	es	algo	que	nunca,
bajo	ninguna	circunstancia,	debe	soportar	ninguna	persona.	Ya	es	en	ese	terreno
que	están	pisando	las	relaciones	abusivas	y	nadie	merece	estar	sujeto	a	la	merced
de	nadie.	Muchísimo	menos	quieres	ser	tú	el	causante	de	una	relación	abusiva.
Así	que	la	respuesta	a	la	pregunta	que	abre	este	segmento	es:	el	punto	exacto
donde	los	celos	se	vuelven	perjudiciales	dentro	de	un	lazo	romántico	es	cuando
decidimos	no	hacer	algo	al	respecto	para	disminuirlos,	porque	al	igual	que	la
ansiedad,	no	son	un	sentimiento	que	se	quede	pasmado.	Logrará	aumentar	en
intensidad	con	cada	oportunidad	que	tenga	para	salir	a	flote.
Es	por	eso	que	debemos	trabajar	en	ellos	apenas	los	sentimos	si	es	que	deseamos
tener	una	relación	que	sea	fluida	y	satisfactoria	para	ambas	partes.	Sólo	que
ahora	eso	nos	hace	preguntarnos	otra	cosa:	¿Cómo	podemos	lidiar	con	ellos?
Lidiando	y	superando	los	celos	perjudiciales
TAL	VEZ	NOS	PAREZCA	imposible	combatirlos	luego	de	haber	discutido	todo
lo	anterior.	Uno	podría	decirte	qué	cosas	se	pueden	hacer	para	superarlos,	pero
una	cosa	es	decirlo	y	otra	muy	distinta	es	ejecutarlo.	Aun	así,	es	necesario	hacer
el	esfuerzo	de	superar	los	celos	que	estamos	sintiendo	si	queremos	lograr	tener
una	relación	satisfactoria	con	nuestra	pareja.	Es	por	ello	que	debemos	tener
aunque	sea	una	noción	básica	de	qué	es	lo	que	hay	que	hacer	para	poder
superarlos.
Los	elementos	imprescindibles	en	esa	superación	son	la	identificación	de	tus
emociones,	el	aumento	de	tu	autoestima,	la	práctica	de	la	comunicación	y	el
fortalecimiento	de	la	confianza	que	le	tienes	a	tu	pareja.
Identificación	de	tus	emociones
UNA	BUENA	INTELIGENCIA	emocional	te	ayudará	a	saber	qué	emociones
estás	sintiendo	y	por	qué	las	sientes,	y	eso	es	algo	de	suma	importancia	para
superar	los	celos	puesto	que	antes	de	iniciar	el	trabajo	con	ellos,	debemos	ser
conscientes	de	que	están	allí.	Después	de	todo,	¿cómo	puedes	arreglar	un
problema	si	en	primer	lugar	no	es	aceptado	como	tal?	Si	no	podemospercibir
que	estamos	siendo	celosos	(o	no	queremos	admitirlo)	no	vamos	a	lograr	la
apertura	al	cambio.
Puede	que	al	principio	sea	complicado	levantarse	y	decir	“Estoy	sintiendo
celos”,	porque	sentimos	que	eso	nos	haría	quedar	como	alguien	defectuoso.	Pero
ya	lo	discutimos	en	este	capítulo;	todos	hemos	sentido	ese	sentimiento	en
múltiples	ocasiones	a	lo	largo	de	nuestra	vida,	así	que	no	hay	que	sentir
vergüenza	por	aceptar	que	lo	estamos	experimentando.	Más	bien	es	lo	contrario:
Demostramos	madurez	cuando	admitimos	estar	teniendo	un	sentimiento
negativo,	y	damos	el	primer	paso	para	nuestro	progreso	hacia	el	bienestar.
Aumento	de	tu	autoestima
SI	NO	NOS	VALORAMOS	como	personas	y	pensamos	que	valemos	poco,
entonces	pensaremos	que	nuestra	pareja	nos	dejará	por	la	primera	persona	que
pase	frente	a	ella.	En	esa	situación	nos	preocupa	saber	qué	es	lo	que	está
haciendo	cuando	no	podemos	saber	de	él	o	ella,	y	sentimos	el	miedo	de	que
encuentre	a	alguien	“mejor”	que	nosotros.	Es	por	eso	que	es	fundamental	poseer
una	buena	autoestima	si	deseamos	disfrutar	del	lazo	que	tenemos	con	esa
persona	especial	(y	también	la	vida	en	general).
Algunas	cosas	que	puedes	hacer	para	aumentarla	son	evitar	compararte	con	otras
personas,	no	alentar	pensamientos	pesimistas	(Por	ejemplo,	en	vez	de	decir	“No
puedo	hacerlo”;	di	“Voy	a	intentarlo”),	y	teniendo	un	pensamiento	realista	en
cuanto	a	las	virtudes	y	defectos	que	nos	definen.	Si	tenemos	un	defecto	y
podemos	cambiarlo,	entonces	eso	es	en	lo	que	tenemos	que	enfocarnos.	Si	no
podemos	hacer	nada	al	respecto,	¿por	qué	preocuparse	entonces?	Al	fin	y	al	cabo
sigue	siendo	algo	que	define	quién	eres.
Practicar	la	comunicación
ASÍ	COMO	TÚ	NO	PUEDES	leerle	la	mente	a	tu	pareja,	ella	tampoco	puede
leer	la	tuya.	Por	suerte	poseemos	una	manera	de	dar	a	conocer	lo	que	nos	pasa	y
de	entender	qué	le	ocurre	a	los	demás:	El	habla.	De	ahí	que	la	comunicación	sea
un	elemento	clave	en	cualquier	relación.	Debemos	expresar	abiertamente	las
cosas	que	estamos	sintiendo	ante	nuestra	pareja,	sin	importar	si	son	positivas	o
negativas,	pues	eso	no	sólo	ayudará	al	desarrollo	de	nuestra	relación	sino	que
también	nos	hará	crecer	como	personas.
No	obstante,	debemos	ser	nosotros	los	que	tomemos	la	rienda	de	la	conversación
y	no	nuestras	emociones.	¿Suena	un	poco	paradójico,	verdad?	A	lo	que	nos
referimos	con	esto	es	que	no	debes	dejar	que	ellas	te	impulsen	a	decir	cosas	de
las	que	te	puedes	arrepentir	más	adelante.
Hay	que	tener	en	cuenta	que	esos	arrepentimientos	pueden	tener	su	origen	en
cualquier	tipo	de	emoción,	no	sólo	las	negativas.	Por	muy	bien	que	nos	haga
sentir	una	emoción	positiva,	y	por	muy	inocente	que	nos	parezca	al	principio,
puede	generar	una	fractura	en	la	relación.	Probablemente	te	estés	preguntando
cómo	puede	ocurrir	eso,	así	que	imagina	esto:
Después	de	haber	pasado	una	increíble	tarde	con	esa	persona	especial	te	sientes
con	tanta	alegría	que	le	dices	“Creo	que	deberíamos	casarnos”...	Y	resulta	que
llevan	juntos	menos	de	un	par	de	meses.	Simplemente	no	es	el	momento
adecuado	para	pensar	en	dar	el	siguiente	paso,	a	pesar	de	que	la	felicidad	que
sientes	en	ese	instante	te	dice	que	sí.	Esto	puede	ocasionar	una	fuerte	fractura	en
la	unión,	la	cual	podría	convertirse	incluso	en	una	razón	para	separarse.	En	vez
de	eso,	sólo	expresa	lo	feliz	que	te	sientes	por	compartir	tus	momentos	con	él	o
ella.
Por	otro	lado,	cuando	se	trata	de	expresar	emociones	negativas	o	problemas	que
están	surgiendo,	lo	mejor	será	expresarlos	de	forma	clara	y	concisa	para	que	la
otra	persona	pueda	ser	receptiva	a	lo	que	estamos	diciendo,	comprenda	nuestra
situación	y/o	nos	ayude	a	superar	esos	inconvenientes.	Eso	de	comunicarnos	de
forma	pasivo-agresiva	con	alguien	sólo	sirve	para	encender	la	llama	del
conflicto,	y	claramente	eso	es	algo	que	no	queremos	hacer.
Confiar	en	nuestra	pareja
NOSOTROS	ESTAMOS	COMPROMETIDOS	en	la	relación.	¿Por	qué	no
habría	de	estarlo	la	otra	persona	también?	La	confianza	es	uno	de	los	puntos	más
vitales	para	la	prevención	de	los	celos,	pues	ambas	cosas	son	completamente
incompatibles.	Recordemos	que	los	celos	surgen	de	las	dudas	que	se	tienen	en
torno	a	la	persona	que	está	acompañándonos,	así	que	si	confiamos	plenamente
no	habrá	de	qué	preocuparse.
Por	otro	lado,	si	no	depositamos	la	confianza	necesaria	para	continuar	con
nuestro	nexo,	entonces	vamos	a	buscar	maneras	de	controlar	al	otro.	Ya	lo
dijimos	anteriormente	y	lo	volvemos	a	decir	aquí:	Nadie	tiene	que	estar	a	merced
de	nadie	en	un	lazo	de	este	tipo	ni	en	ningún	otro.	Así	como	no	debes	aceptar
que	tu	pareja	abuse	de	ti,	tampoco	debes	abusar	de	ella	mediante	el	control.	Tal
vez	esté	de	más	decirlo,	pero	sólo	puedes	esperar	sufrimiento	si	lo	único	que
quieres	hacer	es	dominar	a	la	otra	parte	de	esa	unidad	que	se	supone	debería	ser
especial.
Fomentando	la	confianza	en	la	relación
YA	SABEMOS	QUE	LA	CONFIANZA	es	primordial	en	el	mantenimiento	de
una	relación	saludable	puesto	que	no	da	entrada	a	la	aparición	de	los	celos	en
ninguna	de	las	dos	personas.	Pero	confiar	plenamente	en	tu	pareja	no	sólo
beneficia	a	la	relación	de	esa	manera	sino	de	muchos	otros	modos,	más	como	la
fluidez	de	la	misma,	la	tranquilidad	que	nos	trae	y	las	oportunidades	que	nos
regala	para	crecer	a	nivel	personal.	Sin	embargo,	aún	no	hemos	hablado	de	cómo
podemos	hacer	para		nutrir	la	confianza	que	tenemos	hacia	él	o	ella,	así	que	nos
toca	adentrarnos	allí.
Debemos	tener	en	cuenta	un	par	de	puntos	claves	antes	de	proceder	a
profundizar	en	este	tema.	En	primer	lugar,	la	confianza	se	construye	con	el
tiempo.	No	es	algo	que	aparezca	de	la	nada	y	ya,	sino	que	va	creciendo	a	través
de	las	acciones	que	hace	cada	uno.	No	basta	con	decirle	a	alguien	que	puede
confiar	en	nosotros.	Hay	que	demostrarles	que	pueden	hacerlo	sin	miedo.
En	segundo	lugar,	la	confianza	y	la	desconfianza	son	actos	recíprocos.	Cuando	le
demostramos	a	alguien	que	le	tenemos	confianza,	esa	persona	responderá
confiando	en	nosotros.	En	cambio,	si	demostramos	tener	sospecha	o	recelo	ante
esa	persona,	ella	reaccionará	de	la	misma	manera	hacia	nosotros.
Y	en	tercer	lugar,	la	confianza	tarda	en	construirse	y	desarrollarse,	pero	basta
sólo	un	par	de	segundos	para	destruirla.	Si	hacemos	algo	indebido	por	las
sospechas	que	tenemos	de	nuestra	pareja	(como	revisar	su	teléfono	a	sus
espaldas)	vamos	a	destrozar	la	confianza	que	tenía	hacia	nosotros.
Hay	quienes	justifican	ese	tipo	de	actitudes	diciendo:	“Bueno,	si	no	tiene	nada
que	ocultar	¿por	qué	se	molesta?”.	La	cuestión	allí	no	es	si	tiene	algo	que	ocultar
o	no.	Es	el	hecho	de	haber	violado	la	privacidad	que	por	derecho	merece,
además	de	provocar	que	se	sintiera	traicionado/a	por	descubrir	que	la	persona
con	la	que	está	compartiendo	su	vida	desconfía	tanto	que	siente	la	necesidad	de
revisar	sus	cosas,	en	vez	de	expresarle	sus	inquietudes	o	preguntarle	al	respecto.
¿Por	qué	estaríamos	con	alguien	si	no	podemos	expresarnos	abiertamente	con
esa	persona?	Esa	interrogante	nos	lleva	al	centro	de	este	segmento:	La
comunicación.
Sí,	ya	sabemos.	A	estas	alturas	ya	debes	sentir	fastidio	por	todas	las	veces	que
hemos	mencionado	la	comunicación,	pero	es	que	hemos	descubierto	que	es	un
factor	que	suele	pasar	desapercibido	cuando	alguien	viene	a	discutir	acerca	de
sus	problemas	de	pareja.	Cuando	se	estudia	a	profundidad	la	raíz	del	malestar
nos	encontramos	con	eso:	Ausencia	de	comunicación.
No	basta	con	sólo	hablar	de	las	series	y	las	películas	que	les	han	gustado
últimamente.	Tampoco	es	sólo	contar	anécdotas	del	trabajo.	Se	trata	de	ser
capaces	de	tener	una	conversación	íntima	donde	puedan	conocerse	cada	vez
mejor	al	presentarse	como	realmente	son	ante	el	otro.	Se	trata	de	hacerle	saber
que	estás	allí	para	él	o	ella,	y	que	si	está	sufriendo	puede	contar	contigo.	Y
también	reconocer	que	puedes	confiar	en	tu	pareja	si	eres	tú	quien	está	sufriendo.
Aprovechar	esas	oportunidades	para	conocerse	mejor	permitirá	que	ambos
tengan	una	mejor	comprensión	del	otro	y	su	mundo	interno.	Por	el	contrario,	no
hacer	el	intento	de	comprender	sólo	traedesconfianza	porque	no	entendemos	las
razones	detrás	de	su	modo	de	actuar.	Por	ejemplo,	imaginemos	que	a	nuestra
pareja	le	gusta	tener	espacios	donde	prefiere	estar	en	solitario	durante	un	rato.	Si
no	comprendemos	la	razón	detrás	de	ese	gusto,	probablemente	terminaremos
pensando	que	le	desagrada	nuestra	presencia.	En	cambio,	si	hacemos	el	esfuerzo
de	comprender,	entonces	descubriremos	que	la	razón	detrás	de	esa	preferencia	es
que	le	gusta	tener	momentos	para	reflexionar	a	solas.
Hay	algo	muy	curioso	con	respecto	a	eso:	Cuando	te	abres	de	forma	sincera
hacia	otra	persona	no	sólo	le	estás	dando	la	oportunidad	de	conocerte	mejor.
También	te	estás	dando	ese	chance	de	descubrir	cosas	que	no	sabías	acerca	de	ti,
pues	ambos	se	encuentran	explorando	constantemente	tu	ser.
Es	por	eso	mismo	que	debes	hablar	con	total	sinceridad	acerca	de	las	cosas	que
te	gustan	y	te	disgustan.	Tocar	este	tipo	de	temas	demuestra	la	confianza	que	le
tienes	y	como	resultado,	demostrará	tener	confianza	en	ti.
Ahora,	debes	tener	en	cuenta	algo	cuando	se	trata	de	las	cosas	que	te	disgustan:
Debes	aprender	a	perdonar	los	errores	que	tu	pareja	haya	cometido.	Y	por
supuesto,	tú	también	debes	admitir	los	errores	que	has	cometido	para	así	poder
pedir	perdón.	Puede	que	no	lo	parezca	a	simple	vista,	pero	una	relación	sólida
donde	reina	la	confianza	se	construye	superando	asertivamente	aquellos
momentos	negativos	y	no	sólo	creando	momentos	positivos.
Ojo,	ese	último	consejo	no	debe	ser	utilizado	como	pretexto	para	soportar	y
mantenerse	dentro	de	una	relación	abusiva.	Después	de	todo,	una	unión
romántica	debe	ser	una	fuente	de	dicha	y	no	de	agonía.
Otros	consejos	para	lidiar	con	los	celos
LO	QUE	DISCUTIMOS	ANTERIORMENTE	son	los	elementos	más
fundamentales	para	combatir	este	sentimiento,	aunque	también	existen	otras
cosas	que	puedes	hacer	al	respecto	para	mandar	a	volar	esos	celos	que	estás
sintiendo.	Algunas	de	esas	cosas	son:
●		Mantener	siempre	en	cuenta	la	independencia	de	cada	uno	de	ustedes.	Es
cierto	que	lo	más	bonito	de	una	relación	es	el	contacto	y	la	conexión	que
tenemos	con	el	otro,	pero	debemos	recordar	que	también	somos	seres
independientes	que	tienen	sus	propios	intereses,	gustos	y	amistades.	Tener	eso	en
cuenta	nos	ayudará	a	evitar	los	celos	cuando	nuestra	pareja	quiera	hacer
actividades	con	otra	persona	que	no	sea	nosotros.
●		Tener	presente	que	esta	es	una	nueva	relación.	Todas	esas	malas	experiencias
que	podrías	haber	tenido	en	el	mundo	romántico	no	necesariamente	van	a
manifestarse	en	tu		unión	actual.	Son	dos	personas	distintas,	y	por	lo	mismo,	tus
futuras	experiencias	serán	distintas.
●		Deja	las	comparaciones.	Estar	constantemente	comparándose	con	otras
personas	sólo	destruye	nuestra	autoestima	y	alimenta	nuestras	inseguridades
porque	sentimos	que	los	demás	son	mucho	mejor	que	nosotros.	Y	si	sentimos
eso,	pronto	nos	hallaremos	pensando	que	nos	van	a	abandonar.	Te	digo	un
secreto	con	respecto	a	eso:	Nadie	es	perfecto.	Todos	tenemos	virtudes	y	defectos,
y	eso	es	lo	que	nos	define	como	personas.	A	veces	hay	quienes	nos	superan	en
algunas	cosas,	y	en	otras	ocasiones	somos	nosotros	los	que	superamos	a	los
demás.
●		Ten	en	cuenta	que	la	atracción	es	un	fenómeno	natural.	Con	esto	no	queremos
decir	que	no	hay	que	sentir	nada	cuando	nos	enteramos	que	nuestra	pareja	se
siente	profundamente	atraída	por	otra	persona	en	todos	los	aspectos	posibles.
No.	A	lo	que	nos	referimos	con	esto	es	que	es	normal	que	apreciemos	las	cosas
llamativas	de	los	demás;	ya	sea	su	físico,	su	actitud	o	su	intelecto,	siempre	va	a
existir	algo	que	nos	parecerá	atractivo	en	otras	personas.	Si	tomamos	eso	en
cuenta,	podremos	apreciar	esa	belleza	que	está	contemplando	nuestra	pareja	en
vez	de	sentirnos	mal	por	ella.
●		Siempre	recuerda	las	cosas	positivas	de	ti.	Esto	no	sólo	te	ayudará	a	combatir
los	celos	sino	que	te	impulsará	a	tener	una	mejor	autoestima	e	imagen.	A	muchos
nos	cuesta	decir	cosas	buenas	de	nosotros	mismos	porque	sentimos	que	estamos
siendo	arrogantes	o	creídos,	cuando	no	es	así.	Tal	y	como	admitimos	que
tenemos	cosas	negativas,	igualmente	debemos	admitir	que	poseemos	aspectos
positivos	que	nos	convierten	en	seres	maravillosos	y	únicos.
●		No	romantizar	los	celos.	Muchas	personas	tienen	la	creencia	de	que	los	celos
son	un	sinónimo	de	amor.	Ya	sabemos	que	las	cosas	no	son	así.	No	es	ni	un	poco
romántico	querer	poseer	a	tu	pareja	como	si	se	tratase	de	un	objeto,	o	controlarla
como	si	fuera	un	prisionero	de	alta	seguridad.	Una	persona	que	decide	estar	con
nosotros	es	alguien	que	nos	acompañará	en	el	camino	de	la	vida,	no	alguien	que
se	vuelve	propiedad	privada.
Hechos	que	debes	aceptar	de	los	celos
POR	ÚLTIMO,	UN	PAR	de	cosas	que	debes	aceptar	con	respecto	a	los	celos:
●		Por	muy	desagradables	que	sea	sentirlos,	hay	que	aceptar	que	son	un
sentimiento	natural	en	nosotros,	así	como	lo	son	la	rabia,	el	miedo	o	la	tristeza.
Lo	importante	es	no	dejar	que	los	celos	nos	controlen.
●		Han	cumplido	una	función	evolutiva	a	lo	largo	de	nuestro	desarrollo.	En	cierta
medida,	los	celos	han	servido	como	un	punto	de	motivación	para	que	cuidemos
nuestras	relaciones	interpersonales.	Somos	humanos,	y	por	lo	mismo,	somos
seres	sociales.
●		Así	como	tú	podrías	sentir	celos	por	algo	que	está	haciendo	o	viviendo	tu
pareja,	él	o	ella	también	podría	sentir	celos	por	algo	que	estás	viviendo	o
haciendo.	En	vez	de	dejar	que	eso	se	vuelva	una	situación	incómoda,	pueden
aprovechar	esa	oportunidad	para	nutrir	la	unión	y	la	confianza	que	se	tienen
entre	sí.	De	esta	manera	podrás	convertir	en	un	escalón	más	lo	que	inicialmente
era	una	emoción	negativa.
●		Los	celos	no	siempre	nacen	de	una	sospecha	racional.	Tómate	algo	de	tiempo
cuando	estés	sintiéndolos	para	pensar	por	qué	te	sientes	así.	¿Tu	pareja	te	ha
dado	razones	para	que	te	sientas	así,	o	son	experiencias	del	pasado	que	están
atormentándote	ahora?
●		Sucumbir	a	la	comprobación	de	las	sospechas	puede	alimentar	los	celos.
Cosas	como	revisar	el	celular	de	nuestra	pareja,	aún	si	es	bajo	su	consentimiento,
puede	reforzar	el	sentimiento	de	celos.	Imagínalo	así:	Van	a	adquirir	esa
costumbre	de	revisar	periódicamente	el	celular	del	otro	para	eliminar	las
sospechas	que	no	deberían	existir	en	primer	lugar,	lo	cual	significa	que	va	a
surgir	un	conflicto	en	el	momento	que	no	se	permita	hacer	esa	revisión.
●		Y	para	finalizar,	los	celos	no	son	un	sinónimo	de	amor.	Son	una	emoción	por
sí	misma	que	está	vinculada	al	amor	de	la	misma	manera	en	la	que	la	felicidad	se
vincula	a	la	tristeza.	Por	esa	razón	cuenta	con	sus	propios	procesos	de	aparición
al	igual	que	el	resto	de	las	emociones,	los	cuales	estarán	determinados	en	gran
medida	por	nuestras	estructuras	mentales.	La	forma	en	la	que	se	configura
nuestra	mente	puede	dar	paso	a	cosas	muy	beneficiosas	como	la	resiliencia,	o
cosas	que	nos	perjudican	como	la	inseguridad.
Capítulo	3:	La	inseguridad	en	el	amor
Y	LLEGAMOS	POR	FIN	a	la	famosa	inseguridad.	Ese	componente	que	puede
ser	visto	como	la	madre	de	los	fenómenos	psíquicos	que	estábamos	discutiendo
anteriormente,	y	al	mismo	tiempo,	como	la	hija	de	ellos	(en	especial	del	apego).
La	hemos	mencionado	en	muchas	ocasiones,	pero	en	ninguna	de	ellas	nos	ha
dado	el	chance	de	definirla	un	poco	más.	Hasta	ahora.
La	inseguridad	consiste	en	la	sensación	que	experimentamos	cuando	percibimos
que	estamos	vulnerables	ante	determinados	contextos,	siendo	posible	correr
algún	peligro	o	amenaza	según	el	modo	en	el	que	estamos	interpretando	dichos
contextos.	Esas	interpretaciones	suelen	estar	sujetas	a	experiencias	que	tuvimos
o	a	cosas	que	nos	enseñaron	en	el	pasado,	y	pueden	tener	efectos	en	distintas
etapas	de	nuestra	vida.	Uno	de	esos	efectos	es	el	apego	inseguro	hacia	las	otras
personas,	como	nuestra	pareja.	Es	posible	que	veamos	a	esa	persona	especial
como	un	rescatador	o	salvador	que	viene	a	alejarnos	del	sufrimiento	que
sentimos,	y	eso	nos	hace	desarrollar	una	fuerte	devoción	hacia	él	o	ella.
Las	cosas	no	son	así	en	el	mundo	real.	Se	sigue	tratando	de	un	ser	humano
exactamente	igual	a	ti,	con	sus	propios

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