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Ansiedad en las Relaciones La mejor guía para entender y superar los celos, la inseguridad, el miedo al abandono, la ansiedad y desarrollar un apego saludable en tus relaciones románticas. While every precaution has been taken in the preparation of this book, the publisher assumes no responsibility for errors or omissions, or for damages resulting from the use of the information contained herein. ANSIEDAD EN LAS RELACIONES: LA MEJOR GUÍA PARA ENTENDER Y SUPERAR LOS CELOS, LA INSEGURIDAD, EL MIEDO AL ABANDONO, LA ANSIEDAD Y DESARROLLAR UN APEGO SALUDABLE EN TUS RELACIONES ROMÁNTICAS. First edition. April 13, 2021. Copyright © 2021 The Cosmovisioners. ISBN: 979-8201108472 Written by The Cosmovisioners. Also by The Cosmovisioners Chakras y Despertar del Kundalini para Principiantes Una guía sobre Chakras y Kundalini para liberar su energía con diferentes técnicas de autocuración: Meditación, Reiki, Cristales, Viaje Astral Ansiedad en las Relaciones: La mejor guía para entender y superar los celos, la inseguridad, el miedo al abandono, la ansiedad y desarrollar un apego saludable en tus relaciones románticas. Anxiety in Relationships: The best guide to understand and overcome jealousy, insecurities, fear of abandonment and anxiety, as well as to develop a healthy attachment in your romantic relationships Chakras and Kundalini Awakening for Beginners: a Complete Introductory Guide on the Chakras and Kundalini to Release your Positive Energy Through Different Self-Healing Techniques Meditaciones Guiadas Para Principiantes: Comenzar a Meditar y Relajarte con Ejercicios Para Aliviar el Estrés, la Ansiedad, la Depresión y Poder Dormir Profundamente Tarot Para Principiantes: La Lectura del Tarot, el Significado de las Cartas y sus Tiradas Simples. Arcanos Mayores y Menores, Cartas Invertidas, Arquetipos del Tarot y Ejercicios Prácticos. Tabla de Contenido Título Copyright Page Also By The Cosmovisioners © Derechos de autor- Todos los derechos reservados Introducción Cómo usar este libro Capítulo 1: Comprendiendo la ansiedad en las relaciones ¿Qué es la ansiedad? ¿Cuándo se vuelve un problema la ansiedad? ¿Cómo comienza la ansiedad en la relación de pareja? ¿Qué pasa si no se trata la ansiedad de una relación? El apego Estilos de apego Apego seguro Apego evitativo Apego preocupado o ansioso Apego desorganizado o temeroso Identificando tu estilo de apego ¿Cómo saber si mi pareja es insegura? Siempre está de acuerdo contigo en todo Protege demasiado su intimidad Siente celos con facilidad Capítulo 2: Comprendiendo los celos en una relación ¿Qué son los celos? ¿De dónde vienen los celos? Las cosas que despiertan nuestros celos Sentir que nuestra pareja tiene preferencia por acompañar a alguien más Ver que le atrae el físico de otras personas Pensar que tiene más en común con otros ¿En qué punto los celos se vuelven perjudiciales? Lidiando y superando los celos perjudiciales Identificación de tus emociones Aumento de tu autoestima Practicar la comunicación Confiar en nuestra pareja Fomentando la confianza en la relación Otros consejos para lidiar con los celos Hechos que debes aceptar de los celos Capítulo 3: La inseguridad en el amor ¿Cuáles son los síntomas de la inseguridad en el lazo y cómo reconocerlos? Culpabilizar Actuar como la víctima Sentir celos Sentir miedo al rechazo Mala recepción a las críticas Crítican mucho Evitar la toma de decisiones Buscar siempre tener la última palabra Sentir que la apertura emocional es una amenaza El miedo al abandono ¿De dónde viene el miedo al abandono? Cosas que despiertan este miedo Lidiando con el miedo al abandono Evitar la dependencia emocional Aceptarlo como algo natural Recordar que el amor más importante es el que tenemos por nosotros Otros consejos para lidiar con este miedo Cómo superar la inseguridad de una relación Desarrollándote a ti mismo para reducir la toxicidad de tu relación Cómo verte de una manera más constructiva y positiva Mantener una visión realista de las cosas No busques la aprobación de los demás Evita las comparaciones Date tiempo para encontrarte Acéptate, y date el perdón por las cosas que hayas hecho Ten en cuenta tus fortalezas Capítulo 4 – Trabajando en tu relación ¿Cuáles son los problemas más comunes en una relación? Esperar demasiado del otro No demostrar nuestros defectos Asumir cosas Evitar los conflictos Buscan demasiados conflictos Demasiada dependencia Se toma la relación como una competencia Se compara la relación con otras ¿Cuál es la dinámica de tu relación? El primer amor Opuestos Casuales Relaciones de emergencia Tóxicos El amor consumado Tomando consciencia de lo patrones comportamentales Comportamiento agresivo Comportamiento pasivo Comportamiento pasivo-agresivo Comportamiento asertivo Consejos para superar los problemas de tus relaciones Disfrútense, gócense Tengan tiempo de calidad juntos Dense espacio Muestren aprecio por el otro Aprende a escuchar Muestra tu apoyo Muestra empatía Déjate escuchar Otras recomendaciones No te enfoques en buscar culpables Practica el perdón Asegúrate de estar en la misma página Creando un sentido de seguridad en la relación Logrando tener consciencia sobre tí mismo La diferencia entre pensamientos y emociones Identificando tus emociones Controlando tus emociones Se consciente de tus pensamientos Emociones y sensaciones Mentalización Ten compasión por ti mismo Sé más amable contigo Sé más humano Práctica la consciencia plena El poder curativo de la compasión hacia ti mismo Capítulo 5 - ¿Es hora de terminar con tu pareja? ¿Cómo saber si tu relación realmente vale la pena? Los elementos de una buena relación romántica El amor El apego La confianza La comunicación Tipos de relaciones Relaciones disfuncionales Relaciones funcionales ¿Entonces, debo terminar con mi pareja o no? Consulta con un profesional Nota final Conclusión Fuentes utilizadas | Libros, artículos, revistas Web Sign up for The Cosmovisioners's Mailing List © Derechos de autor- Todos los derechos reservados NO ES LEGAL REPRODUCIR, duplicar o transmitir cualquier parte de este documento, ya sea por medios electrónicos o impreso. La grabación de esta publicación está estrictamente prohibida y no se permitirá el almacenamiento de este documento al menos para que pueda contar con el permiso por escrito del propio autor. Todos los derechos reservados. 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Además, este libro electrónico proporciona información solo hasta la fecha de publicación. Por lo tanto, este libro electrónico debe utilizarse como guía, no como fuente final. El propósito de este ebook es educar. El autor y el editor no garantizan que la información contenida en este libro electrónico sea completa y no serán responsables por ningún error u omisión. El autor y el editor no asumirán responsabilidad frente a ninguna persona o entidad con respecto a cualquier pérdida o daño causado o supuestamente causado directa o indirectamente por este libro electrónico. Introducción SI TE ENCUENTRAS LEYENDO este libro es porque sientes curiosidad respecto al tema de las problemáticas amorosas. Tal vez te hayas dado cuenta que siempre estás haciendo muchas cosas para mantener tu relación por la persistente sospecha de que está en peligro de terminar. Quizás han surgido dudas en tu interior que cuestionan si realmente tu pareja te ama, o a lo mejor descubriste que sueles estar en un estado de constante angustia por pensar cómo se siente la otra persona. Podemos comprender cómo te sientes, pues nosotros mismos hemos pasado por situaciones similares. Es por eso que tomamos la decisión de ayudarte, así que vamos a utilizar todos los aprendizajes que adquirimos para hablarte de los factores psicológicos más influyentes dentro de las relaciones románticas. Y no te preocupes; no eres la única persona interesada en estos temas de psicología. De hecho, en las últimas décadas hemos podido observar cómo la gente ha adquirido un mayor nivel de apertura a la hora hablar de los problemas que acontecen en su cotidianidad. Ya no es raro ver cómo alguien discute acerca de las alegrías y tristezas que han experimentado a lo largo del día, y de hecho, es posible que te hayan invitado a hablar de las problemáticas que han surgido en tu vida dentro de un entorno de confianza, como suele ocurrir con los grupos de amigos. Gracias a esa apertura pudimos descubrir cuáles son los asuntos psicológicos más frecuentes a los que se enfrentan los demás, como la depresión y la ansiedad. Sin embargo, a pesar de todos esos temas que han salido a la luz para ser solucionados, los problemas de pareja siguen manteniéndose como algo oculto o incluso tabú. Cada vez que alguien decide hablar de los inconvenientes que tiene en su relación lo hace con extrema cautela. Como si alguien estuviera vigilando cada palabra que dicen para informarle lo antes posible a la otra parte de la peor manera: ¿Sabes qué? Ya no te quiere. En otros casos se decide fingir que esos problemas no existen porque se perciben como razones para terminar la unión. Simplemente van y lo ignoran, sin importar qué tan grave haya sido. Lamentablemente luego les toca continuar fingiendo que todo está bien porque los problemas no desaparecen si no les prestamos atención. Van a continuar estando allí y no dejarán de crecer hasta que exploten como una burbuja. Y también están los casos donde uno de los dos decide dar el primer paso y sincerarse con respecto a las cosas que le están molestando en la relación, sólo para darse cuenta de que la otra persona no está dispuesta a mostrar flexibilidad para solventar la problemática. Incluso hay veces en las que esas personas se toman el pedido para hablar como una total ofensa; sienten que están siendo traicionados y criticados por la persona que más quieren en este mundo, cuando la verdad es que esa persona sólo busca hacer que la relación sea más disfrutable para ambos. Lo irónico de esas actitudes que tienen hacia las dificultades en sus relaciones es que terminan siendo más perjudiciales que los problemas en sí, porque esos conflictos que se nos presentan en nuestras uniones los podemos convertir en oportunidades para fortalecer aún más el lazo que tenemos con esa persona. Ya, es cierto que lo psicológico no es lo único que puede afectar una relación porque también está lo social, lo familiar, lo económico y hasta lo político. Pero el mundo interno de ambas personas es lo que se despliega dentro del vínculo, y todas esas cualidades y debilidades que tenemos en nuestra psique van a tender a manifestarse allí. Puedes esforzarte mucho por ocultarlas, pero eventualmente saldrán a flote si quieres tener algo serio con esa persona. Es por eso que nos adentraremos en factores como la ansiedad, sus niveles y su impacto en las relaciones para poder comprender cuándo es normal y cuándo se vuelve un problema. También vamos a estar hablando del apego y sus diferentes maneras de manifestarse para entender cómo influye en tus vínculos, y para ayudarte a identificar cuál estilo de apego es el que tienes. De igual manera encontrarás información acerca de los celos y la inseguridad, y cómo ellos pueden apoderarse de tu unión y tomarla como suya. Estos vendrían a ser los factores individuales que afectan a ambas personas, pero también existen otros que son exclusivos de la relación, como su dinámica, sus componentes o el tipo de amor que sentimos. Igualmente existen muchísimos otros elementos más que pueden influenciar cualquier lazo romántico. La razón por la cual nos vamos a enfocar específicamente en estos es debido a su presencia dentro de las aflicciones sentimentales. Conocemos a varios psicólogos, y nos dicen que es impresionante la cantidad de clientes que han ido a sus consultas por situaciones de pareja sólo para terminar descubriendo que el origen de sus problemas está en su ansiedad, su apego, sus inseguridades o en sus celos. Incluso recordamos el caso de una amiga que era extremadamente celosa. Siempre venía hablando acerca de toda una gigantesca cantidad de contratiempos que la estaban afligiendo; asuntos en la universidad, cuestiones en sus pasatiempos, dificultades con la familia... Hasta llegó a mencionar conflictos con la sociedad y el mundo. Luego de haber ido a terapia con un psicólogo descubrió que su sufrimiento venía de tres cosas: Inseguridad, ansiedad y celos. Al parecer eso último era lo que más destacaba de su situación; podía armarse toda una campaña naval sólo porque su pareja decidió ver una fotografía en una red social. Sin embargo, luego de descubrir eso continuó yendo a terapia para trabajar en aspectos como su estilo de apego y sus inseguridades, con la esperanza de poder alcanzar una mejor calidad de vida. ¿El resultado de ese trabajo? Bueno, actualmente se encuentra muy feliz dentro de su relación y de hecho, está esperando el momento oportuno para contraer matrimonio. También está el caso de otro amigo que decidió atenderse con un psicólogo debido a que sentía depresión. Decía que ya no tenía ganas de hacer las cosas que normalmente le gustaba hacer, además de sentir un cansancio constante y una recurrente melancolía. A través de la evaluación con su psicólogo descubrió que la depresión que sentía nació a raíz de la ausencia de seguridad en su relación de pareja. Casi todos sus familiares y amistades se encontraban distanciados a nivel físico, y los pocos que no lo estaban solían estar muy ocupados como para pasar ratos juntos. Sólo le quedaba su pareja como un punto de apoyo para sobrellevar el día a día. Sin embargo, no sentía que la relación le aportase mucho porque su pareja no le brindaba la compresión que exigía. Esto provocó que hubiera un distanciamiento emocional entre ambas personas al punto donde sólo estaban juntos por costumbre. Resulta que era esto lo que acrecentaba sus síntomas depresivos. Terminaron separándose, lo cual fue lo mejor para ambos ya que pudieron explorar nuevas vivencias sin tener que sentirseatados por la relación. Son cosas que pasan; en ocasiones no podemos salvar una relación por mucho que nos esforcemos, y está bien. A veces simplemente la relación no funciona, y eso es algo que tenemos que aceptar para poder concluirla en buenos términos. Por otro lado, si hubiera tomado la decisión de quedarse allí, probablemente habría terminado desgastandose de una peor manera, así que fue la decisión más idónea para ambos. Cuando lo piensas detenidamente tiene sentido que las cosas se manifiesten así: después de todo, esa unidad sólo existe gracias a esas dos personas. Al tomar la decisión de formalizarla es cuando finalmente se abre el camino para que se despliegue el mundo interno de ambas partes. Todas esas cosas que aún no habíamos trabajado dentro de nosotros hacen su aparición frente a la otra persona, pudiendo surgir de cualquier forma. Y por supuesto, también puede ocurrir lo contrario: Todas esas cosas que van emergiendo dentro de la relación y que no son atendidas oportunamente van a tender a proyectarse en otras áreas de nuestra vida, tal y como ocurrió en los casos que mencionamos antes. Ahora, no creas que todo lo que vamos a hablar aquí son nada más los problemas. Desde luego que no. Este libro también te enseñará cómo puedes lidiar con cada una de esas cosas a través de una serie de recomendaciones, consejos y reflexiones que pondremos a tu disposición. En esos segmentos estaremos hablando de cosas como el aumento de la confianza hacia nuestra pareja, el aumento de nuestra autoestima, cómo lidiar con los celos y cómo superar la inseguridad que ataca nuestra relación. Cada uno de esos elementos te ayudará a solucionar los problemas que pudieran llegar a tener. No obstante, eso sólo va a ocurrir si aplicas lo que has aprendido a lo largo de tu lectura. No tomar ninguna acción cuando te vuelves consciente de que existe un problema sólo va a empeorar la situación para ambas personas. Si dejas que se asiente, sólo va a crear discordia en sus corazones y eso es algo que obviamente queremos evitar. Es por eso que no debes limitarte a sólo leer y retener la información. No. La idea es que puedas comprender la situación que estás viviendo o los obstáculos que estás experimentando para que sepas qué puedes hacer y cómo puedes lograrlo. Debes de poder exteriorizar esa información y darle un uso práctico en la vida real, pues de lo contrario sólo tendrás un aprendizaje vacío y tu relación probablemente termine convirtiéndose en una fuente de sufrimiento. En cambio si estás honestamente en disposición de ejecutar y accionar entonces te garantizamos que cuando termines de leer este libro tendrás todas las herramientas necesarias para desarrollarte como un individuo que será capaz de superar dificultades como los bloqueos y angustias que surgen de la ansiedad o los contratiempos que traen las inseguridades, lo cual te permitirá conseguir un alto nivel de satisfacción dentro de tus nexos sentimentales. Incluso podrás tenderle una mano amiga a quién lo necesite, aunque todo esto sólo ocurrirá si tomas la decisión de utilizar lo aprendido para transformarte. Cómo usar este libro EL PROPÓSITO DE ESTE libro es brindarte las mejores herramientas para superar esos dilemas que tienes en tu relación, por lo que hemos organizado la información de una manera que te permita sacarle el máximo provecho posible. Sin embargo, no es necesario que te encuentres actualmente dentro de una unión para poder aprender todas estas cosas porque igualmente podrán servirte para comprender por qué fallaron tus relaciones anteriores, cómo puedes prepararte para las futuras y qué puedes hacer para que prosperen. Lo ideal es que lo leas de forma lineal para que comprendas los puntos y la conexión que tienen entre sí, además de aprovechar un proceso de aprendizaje más fluido, aunque también puedes saltar directamente a cualquiera de los capítulos que más te llamen la atención ya que de todos modos el contenido está bastante completo y es posible entender casi todos los temas de forma independiente. Por ejemplo, podríamos pasar de una vez al capítulo 3 si lo que más queremos saber es qué podemos hacer para superar la inseguridad que sentimos, o el capítulo 2 si nuestro interés son los celos, aunque la mejor opción siempre va a ser una lectura completa de todo el texto para asegurarnos de que no nos estamos perdiendo nada porque al final serán todas esas herramientas y esa información las que propiciarán un cambio en nosotros y en la manera que se desarrollan nuestros vínculos. Dicho esto, podemos dar inicio al proceso de descubrimiento. Capítulo 1: Comprendiendo la ansiedad en las relaciones SI ALGUNA VEZ HAS LLEGADO a decir “siento que no podré hacerlo”, “esto me da miedo” o te has sentido bloqueado por una súbita sensación de incertidumbre, entonces es muy posible que hayas experimentado ansiedad. A decir verdad, es algo normal. Todos nos hemos sentido ansiosos en algún punto de nuestras vidas, ya sea por un examen, una presentación en el trabajo o incluso un chequeo médico. Hasta podríamos decir que se ha vuelto uno de los tantos temas recurrentes en la actualidad, ya que después de todo ¿quién no ha escuchado a alguien hablando de lo ansioso que se siente? Pero a pesar de que se ha vuelto un tema del momento, no son muchas las personas que pueden venir y dar una definición precisa de qué es la ansiedad como tal, más allá de las sensaciones que nos causan o los estados asociados (como la angustia). Es por eso que, antes de adentrarnos en nuestra charla acerca de la ansiedad en las relaciones sentimentales, tenemos que entender qué es ese fenómeno como tal y cómo nos puede afectar a nivel general. ¿Qué es la ansiedad? ANTES QUE NADA TENEMOS que separar la ansiedad y el miedo, pues no son lo mismo. Claro, están fuertemente vinculados, pero mientras que el miedo es una reacción de alarma ante una situación de peligro que está presente, la ansiedad es una emoción que está dirigida hacia lo que podría pasar en el futuro y la falta de control sobre este posible suceso. En otras palabras, la ansiedad es una emoción que surge por la idea de algo que ocurrirá en el futuro y que será difícil (o imposible) evitar. Asimismo, el origen de esas ideas puede estar influenciada por nuestro mundo psicológico, social y hasta cultural. La relación que tienen esas dos emociones o estados está en su secuencia de aparición: El miedo es lo que sentimos antes de la ansiedad y también es lo que la fortalece, siendo el núcleo de todas sus formas de manifestarse en contextos normales y disfuncionales. También se relacionan en su forma de expresarse a nivel físico, teniendo como signos comunes la tensión muscular, la sudoración, temblores, dolores en el cuerpo, malestar estomacal e incluso diarrea. Ahora, ni el miedo ni la ansiedad son emociones enteramente negativas. Es cierto que nos causan una sensación de displacer, pero son esas manifestaciones las que nos permiten adaptarnos a las situaciones potencialmente peligrosas o perjudiciales. Velo de esta forma: Si no sintiéramos nada por ese examen que vale un gran porcentaje del curso, no veríamos la necesidad de estudiar. O si no sintiéramos algo antes del aniversario con nuestra pareja, no buscaríamos hacerle algo especial. Estas emociones han estado allí desde mucho antes de la existencia del ser humano, y han ayudado a la preservación de todos los seres vivos desde sus primeras apariciones gracias a que nos impulsa a prepararnos ante situaciones inciertas. Si este es el caso, ¿en qué punto se vuelve negativa la ansiedad? ¿De qué manera nos perjudica? ¿Cuándo se vuelve un problema la ansiedad? SI LA ANSIEDAD ES UN fenómeno tan común, ¿cómo podemos saber si representa o no un problema? Bueno, llega al punto de la disfuncionalidad si ésta comienza a provocarte un profundo malestar en tu día a día, impidiéndote vivir con normalidad. Lo ideal es que nos ayude a estar listos para una futura situación, pero la ansiedad negativa nos motiva a evitarla bajocualquier circunstancia. Recordemos el ejemplo del aniversario: Si sintiéramos una ansiedad tan fuerte por crear algo especial para nuestra pareja, no buscaríamos hacerlo en absoluto. O bien, puede que aún estemos dispuestos a realizarle algo, pero nos sentiríamos muy preocupados hasta ver su reacción. También puede convertirse en un problema si comienza a perdurar demasiado o si las expectativas son exageradas: ¿Será que le gustará eso que le voy a dar? ¿Nos casaremos algún día? ¿Conseguirá a alguien más antes o después de nuestra boda? ¿Y si su ex vuelve a hablarle? Oh por Dios, su ex tiene mejor aspecto que yo. Seguramente sí lo hará. O tal vez me vaya a dejar por esa otra persona con la que sale después del trabajo... Dudas que aparecen constantemente y que no hacen sino causar angustia en quien las está pensando. De igual manera se puede identificar la ansiedad negativa viendo qué tan exageradas o irreales son las ideas de las posibles situaciones que podrían ocurrir. Por ejemplo: Sería normal sentir ansiedad cuando nuestra pareja nos dice “Tenemos que hablar” con un tono serio, pues al ser avisados de esta manera que hay un tema que discutir podríamos terminar pensando que algo malo ha pasado. Pero no sería normal sentir ansiedad por saber que nuestra pareja va a visitar a unos amigos que no han demostrado tener algún interés romántico en él o ella. Ese último ejemplo aplica igualmente a otro de los signos que nos indican si la ansiedad se está volviendo problemática: La hipersensibilidad. Una persona con mucha ansiedad va a mostrar tendencia a reaccionar exageradamente ante un estímulo de intensidad baja, tal y como pasaría en el caso de que nos sintamos angustiados por la idea de que nuestra pareja nos abandone por una de sus amistades como producto de una típica salida al cine. Todos esos signos son importantes cuando discutimos la ansiedad como un problema, en particular las creencias irracionales que surgen en nuestra mente. Cada uno de ellos funciona como un punto de origen y de mantenimiento para la ansiedad, haciendo que esté reforzándose constantemente en un ciclo sin fin. Una persona con ansiedad negativa podría sentirse insegura de las relaciones que tiene con otras personas. Podría llegar a pensar cosas como “No quieren estar conmigo” o “Alguien como yo no les interesaría”, dando pie al fortalecimiento de sus inseguridades y empezando un bucle eterno donde la ansiedad se mantiene creciendo. Sólo se puede superar eliminando el sentimiento de inseguridad, para lo cual siempre se recomienda recibir ayuda profesional. No obstante, existen ciertas cosas que puedes hacer por tu propia cuenta como tratar de ser más abierto con tus sentimientos, realizar ejercicios de meditación y relajación si te sientes muy angustiado e intentar practicar una comunicación asertiva. ¿Cómo comienza la ansiedad en la relación de pareja? YA SABEMOS QUE TODA ansiedad nace de la duda de si algo malo va a pasar o no, independientemente de si hay razones o no para creerlo. La ansiedad que llega a unirse a un nexo romántico no es la excepción a esa regla, y cuando llega a ser el sentimiento predominante de la relación sólo hay un resultado: Sufrimiento. Claro, eso ocurrirá sólo si dejamos que esas creencias, inseguridades e ideas hagan su trabajo. Es por eso que debemos ponernos manos a la obra cuando tenemos la sospecha que algo así está ocurriendo en nuestra relación. Eso sí, tampoco debemos obsesionarnos en la identificación de estos signos o caeríamos en lo que precisamente buscábamos evitar. Lo típico es que la ansiedad ya hubiese existido en alguna de las dos personas mucho antes de iniciar la relación. Puede que haya sido producto de malas experiencias con parejas anteriores o incluso amistades. También puede darse el caso de que la persona haya desarrollado inseguridades a lo largo de su crecimiento y no logró atenderlas antes de entrar en esa unidad. Debido a esto, la satisfacción o sufrimiento en una relación dependerá en gran medida de las características individuales de cada miembro. Un ejemplo de esto son las personas con rasgos neuróticos, quienes parecen tener tendencia a terminar en relaciones donde no se sienten completamente seguras y esto, a su vez, aumenta los signos de neuroticismo en la persona debido a la constante sensación de inseguridad. También es importante que las personas logren desarrollar un buen sentido de la identidad para poder establecer relaciones románticas que sean satisfactorias. De hecho, un sentido de la identidad correctamente establecido está vinculado a sentimientos más fuertes de compañía y apoyo social en ese tipo de uniones. Esto significa que un sentido de la identidad mal establecido puede ser una de las causas de una ruptura sentimental. Otro elemento que importa mucho en el desarrollo de una relación sentimental es el equilibrio de tres componentes identificados en un principio por Stenberg hace ya más de cinco décadas: La intimidad, la pasión y el compromiso. En realidad estos componentes no interactúan directamente con la relación sino que la influencian a través de algo que surge de la combinación entre varias de esas partes: El amor. Es por eso que cada uno de esos componentes puede influenciar el estado de cualquier relación interpersonal y también pueden dar pie a los distintos tipos de amor que han sido reconocidos, pero hablar de cada uno de ellos nos llevaría mucho tiempo así que vamos a dejar los detalles para más adelante y sólo nos enfocaremos por el momento en el amor que uno aspira a tener con su pareja (o futura pareja): El consumado. Ese es el tipo de amor más complicado de conseguir puesto que hace falta alcanzar un equilibrio casi perfecto entre los tres componentes de los que hablaba Stenberg, aunque también decía que no era necesario poseer los tres elementos para hacer que una relación pudiera tener éxito. Aun así, es muy probable que una relación tenga problemas si sólo está presente uno de los tres elementos, como en el caso de los matrimonios arreglados donde solo hay compromiso. Otro de estos casos son los amores pasionales o “fatuos”, donde lo que reina es la pasión y dejan de lado a los otros dos elementos, o los amores a primera vista, donde no hay ni intimidad ni compromiso. Es típico que en este tipo de amor haya malestar cuando la pareja no está presente. Por último, pero no por eso menos importante, tenemos un ingrediente más que puede ser decisivo en el desarrollo de una conexión íntima: El apego, pero debemos hablar de otro punto antes de adentrarnos en ese, el cual es... ¿Qué pasa si no se trata la ansiedad de una relación? SI NO SE TRATA O SUPERA la ansiedad pueden haber consecuencias a corto, mediano y largo plazo que afectarán profundamente tu relación. Puede que en un principio las consecuencias apenas se noten, pero a medida que la ansiedad va empeorando, también lo hace tu situación sentimental. No es un estado que se mantenga estático, sino que empeora o mejora. La única diferencia es la velocidad en la que lo hace. Las cosas van cambiando en las relaciones de pareja a medida que la inseguridad de uno de los dos miembros va creciendo. Y por supuesto, la situación es mucho peor cuando son los dos miembros los que se sienten inseguros acerca de su relación. Empiezan a surgir dudas acerca de la fidelidad del otro, acerca de si lo que siente es amor de verdad, de si estarán juntos para siempre o si la relación terminará algún día... Cada una de esas dudas se convierte en una nueva razón para discutir y para alejarse del otro. Otra manera en la que la ansiedad puede arruinar tu relación es evitando que tengas conversaciones importantes con tu pareja. La comunicación es uno de los puntos más importantes dentro de un vínculo sentimental, pues permite que haya un crecimiento en ambas personas. Sin embargo, cuando sentimos ansiedad por discutir algo importante con nuestra pareja estamos perdiendo esa oportunidad de crecimiento. Y debemos recordar que ignorar un problema no hace que desaparezca.Puedes tener tendencia a no comunicarte con tu pareja dependiendo de tu estilo de apego, ya que podrías tener la expectativa de que tu pareja sepa exactamente qué es lo que quieres sin tener que decírselo o bien, podrías sentir innecesario estar comunicándote frecuentemente con ella. Es por eso que ahora sí necesitamos hablar del apego. El apego AHORA QUE SABEMOS QUÉ es lo que llega a hacer la ansiedad en tu relación podemos hablar del apego. Esta es la forma en la que nos vinculamos con los demás, y empieza a instaurarse desde que somos muy pequeños. De hecho, la evolución de nuestro apego inicia cuando apenas tenemos un par de meses de haber nacido. Su definición se da en base a las interacciones y cuidados positivos que recibimos por parte de nuestros cuidadores, independiente de si son nuestros padres o no. No establecimos un apego con aquellos individuos que no fueron capaces de proveernos un sentimiento de seguridad y cercanía, así que desplazamos nuestro apego hacia otra persona que sí fue capaz de brindarnos ese sentimiento. En el caso donde las figuras de apego se mantienen muy distantes, no dan muestras de afecto o cambian constantemente, pueden surgir problemas en el establecimiento de una unión sana, ya que tantos cambios no permiten que haya un sentimiento de seguridad. No podemos explorar el mundo que nos rodea ni intentar conocer a nuevas personas si no nos sentimos protegidos. Aun así, el apego no se convierte en algo inmutable después de nuestros primeros años de crecimiento. No, todo lo contrario: Se encuentra en un constante y dinámico cambio a lo largo de toda nuestra vida, es sólo que nuestros primeros años (y en especial, nuestros primeros meses) son los más cruciales para su establecimiento. Un niño con patrones seguros de apego podría pasar a adquirir patrones inseguros debido a eventos traumáticos, y un niño con patrones inseguros a causa de la negligencia de sus padres podría adquirir un apego sano si logra conseguir a un cuidador que pueda satisfacer sus necesidades de seguridad. Todo ese dinamismo y unicidad presente en las relaciones humanas da origen a los distintos tipos o estilos de apego que existen. Estilos de apego AL PRINCIPIO LOS ESTILOS de apego sólo eran aplicables a los niños, pero más adelante se descubrió que los adultos también poseen formas similares de apego que fueron identificadas como seguro, evitativo, ansioso y desorganizado (también conocido como temeroso). No obstante, las formas en las que se expresa el apego son distintas. Mientras que el apego infantil se evidencia a través de la relación que tiene un niño con su cuidador (o cuidadores) y su forma de explorar su entorno, el apego en los adultos se manifiesta a través de comportamientos como el modo de relacionarse con los iguales, el interés que se muestra en el cuidado de individuos vulnerables como bebés, enfermos o ancianos, y por supuesto, la manera en la que se expresa la atracción romántica y sexual. Es importante que sepas que el estudio del apego en adultos se ha diversificado y diferenciado desde sus inicios, habiendo existido múltiples cambios en el paradigma y su sistema de categorías. Inclusive han existido estudiosos que han sugerido el uso de dimensiones y prototipos en vez de las categorías que veníamos discutiendo, pero esta última perspectiva es la que ha logrado dominar. Por esta razón es posible que encuentres diferentes formas de nombrar los distintos estilos que existen en los adultos, aunque la definición de cada uno se mantiene prácticamente igual en todos los casos. Ahora que sabemos lo que es el apego y cuáles son algunos de sus estilos, nos queda una sola cosa por discutir: ¿Cómo son esos estilos en los adultos? A continuación está la respuesta a esa pregunta: Apego seguro LAS PERSONAS CON ESTE tipo de apego se sienten cómodas y seguras estableciendo relaciones de cualquier tipo con otros, incluyendo relaciones íntimas. Demuestran tener una alta autoestima y una visión positiva con respecto a los vínculos que tienen, siendo capaces de mantener un grado adecuado de independencia sin ningún problema. En ese sentido pueden realizar una correcta valoración de sus uniones, consiguiendo distanciarse de los individuos que les hacen daño y buscando mantenerse cerca de aquellos que les traen bienestar. En adición a eso, las personas con apego seguro muestran tener un mayor nivel de inteligencia emocional, pues pueden identificar con claridad cuando algo les agrada o les disgusta, y buscarán apoyo en los demás si lo sienten necesario. Una pareja donde los miembros tengan este estilo por igual podrá tener un buen desarrollo y generará satisfacción en ambas personas. Lo usual es que los conflictos tengan una resolución positiva en este tipo de pareja, además de que están conscientes de que cada quien tiene su propia vida por separado por lo que no hay oposición a dejar que el otro tenga la libertad de hacer cosas con otras personas. Por otro lado, es muy probable que la relación esté tendiente a fracasar o a causar insatisfacción si uno de los dos miembros posee un estilo inseguro de apego. No siempre es el caso, pero en definitiva es un factor que puede tener una gran influencia. Apego evitativo LOS QUE DESARROLLARON este tipo de apego tienden a buscar un nivel inadecuado de independencia. De hecho, la independencia que desean es tan alta que preferirán no tener nexos íntimos. Hay veces en las que incluso ni siquiera se interesan en establecer o mantener relaciones de amistad, por lo que pueden parecer distantes o fríos. Lo usual es que busquen reprimir los sentimientos hacia otras personas por la posibilidad de que no sean correspondidos o sean rechazados por completo, así que se intenta ser lo más autosuficiente posible. También se obtiene una sensación de seguridad al no expresar sus sentimientos de forma abierta. Aunque la independencia y la autosuficiencia son cosas importantes dentro de una relación sentimental, también es necesario mantener conexiones saludables con otras personas. Después de todo, la conexión con otros está dentro de la naturaleza del ser humano, así que evitar cualquier tipo de intimidad con alguien puede ser perjudicial para la salud mental. Es esperable que haya dificultades en las relaciones donde uno de los miembros posee este tipo de apego, pues se encuentran ausentes dos de los tres elementos necesarios para una relación satisfactoria: La intimidad y la pasión. Inclusive podría estar ausente el compromiso, por que será muy necesario trabajar este aspecto si desean mantenerse juntos o de lo contrario podrían terminar lastimados. Apego preocupado o ansioso LAS PERSONAS CON ESTE estilo de apego tienden a ser muy, muy, muy demandantes cuando se trata de recibir afecto. Lo usual es que sientan angustia ante la ausencia de sus seres queridos, causando que tengan un nivel bajo (o inexistente en algunos casos) de independencia. Siempre buscan aprobación o una estimulación sentimental debido a la gran importancia que le brindan al vínculo, así que son muy complacientes. Demasiado. Eso se vuelve aún más intenso cuando se trata de nexos románticos, pues las personas con este estilo tienen una visión poco positiva sobre sí mismas y sus parejas, pudiendo darse el caso de que tengan dudas frecuentes acerca de su relación. También es frecuente ver que estas personas son impulsivas y expresivas cuando se trata de manifestar sus emociones, así que no hay contención emocional. Debido a eso están constantemente preocupadas con respecto al estatus de su relación y se inclinan a manifestar sin censura lo que sienten: ¿Me vas a dejar? ¿Vas a conseguir a otra persona? ¿Soy suficiente? ¿Por qué le prestas más atención a tu amigo que a mí? Yo soy tu pareja, así que tienes que prestarme atención y a nadie más ¿Me amas, verdad? Si me amas, demuestralo... Un ciclo eterno de dudas, demandas y acusaciones. A su vez, estos comportamientos y dudas promueven un ambiente conflictivo dentro de la unión ya que no existe ni confianzaplena ni comunicación asertiva. Y la situación es aún peor cuando los dos miembros tienen este estilo de apego, pues surge una relación basada en la codependencia. Es posible que hayas escuchado ese término antes, pero si no sabes lo que significa entonces debes saber que la codependencia consiste en una relación de dos personas donde ambas ubican al otro como el/la protagonistas de sus vidas. La autonomía queda prácticamente ausente en esta situación puesto que ambas personas sienten que es imposible estar sin el otro, y un lazo donde no pueda existir un grado de independencia no es para nada saludable. Una de las tantas consecuencias de estar en una relación de este tipo es el mantenimiento y reforzamiento de las inseguridades, pues la necesidad de constante aprobación produce un gran impacto emocional cuando la otra persona no está disponible afectivamente. Esto hace que la unión se vuelva completamente frágil. Otras consecuencias incluyen la baja autoestima, la falta de iniciativa y la manipulación emocional, así que es urgente trabajar en este tipo de apego antes de que las cosas salgan mal. Apego desorganizado o temeroso LAS COSAS SON AGITADAS cuando se tiene este tipo de apego, pues suelen manifestarse muchos comportamientos contradictorios. Se busca la cercanía de alguien, pero si esa persona corresponde el sentimiento entonces la respuesta será el distanciamiento. Ya alejados, volveremos a intentar encontrar la cercanía de la misma persona. El apego temeroso nace del miedo de ser demasiado cercano o distante con los seres queridos, por lo que se busca tomar precauciones a la hora de vincularse con otros para no ser abandonados. Debido a esto la incertidumbre domina en ambas partes de la unión, pues es difícil saber si lo que desea el otro es menos o más intimidad. El resultado es una relación ajetreada donde no se encuentra un lugar cómodo para ambas personas. Este tipo de relaciones está condenada a mantenerse en un constante estado de fragilidad al igual que pasa con el apego ansioso, pero la razón de eso es distinta: La vulnerabilidad surge de la indisposición que existe para encontrar una forma común de relacionarse, dando paso también a problemas como la falta de comunicación asertiva, baja autoestima o malestar. Y del mismo modo que pasa con el apego ansioso y el apego evitativo, es sumamente necesario trabajar este aspecto para poder tener un lazo afectivo satisfactorio. Identificando tu estilo de apego SEGURAMENTE HABRÁS pensado en alguien mientras leías acerca de los distintos estilos de apego. También es posible que te hayas sentido identificado con alguno de los estilos cuando los leíste. Si ese es tu caso y te gustaría saber con más precisión cuál es el tuyo, entonces puedes realizar el siguiente cuestionario: A continuación se te van a presentar una serie de frases, y tendrás que decidir si te identifican o no dentro del contexto de las relaciones (a nivel general, no sólo tu pareja actual). Si resulta que la frase te identifica, suma un punto. De lo contrario, continúa a la otra. Si sientes que puede aplicar en ocasiones, toma en cuenta la frecuencia (Si ocurre en muchas ocasiones, súmale un punto. Si no, continúa). Los enunciados y la suma de los resultados se dividirá en cuatro categorías distintas: Categoría A ● Es sencillo para mí acercarme emocionalmente a otros. ● No me preocupa estar solo/a ni que otros no me acepten. ● Me siento cómodo apoyándome en los demás y también dejando que los demás se apoyen en mí. ● Me agrada pasar momentos afectuosos con mi pareja. ● Puedo contar con mi pareja para hablarle de mis problemas. ● No siento que la relación esté en peligro cuando discuto con mi pareja. ● No me molesta cuando mi pareja sale con sus amigos porque confío en ella. ● Tengo facilidad para expresar mis emociones. ● No me he preocupado en que mi relación vaya a terminar. ● He sentido comodidad en las relaciones que he tenido. Categoría B ● Trato de complacer lo más posible a los demás. ● Me gusta tener una profunda intimidad con los demás. Mientras más profunda sea, mejor. ● A veces siento que mi pareja no se interesa tanto en mí como yo lo hago con ella. ● Detesto cuando mi pareja está lejos de mí. ● Podría dejar todo por mi pareja. ● Me preocupa mucho que mi pareja me pueda abandonar por otra persona. ● En ocasiones siento que no le gusto lo suficiente a mi pareja. ● No me gusta discutir con mi pareja por temor a que la relación se termine. ● Mis parejas me han dicho que soy impulsivo/a. ● A veces me agobia la idea de que mi pareja me deje por otra persona. Categoría C ● Es mejor si estoy sin ningún tipo de relación estrecha. ● La independencia y la autosuficiencia lo son todo para mí. ● La idea de abrirme emocionalmente con otra persona me incomoda. ● Me preocupa que mi pareja me quite mi independencia. ● A veces mi pareja me dice que debería ser más cariñoso/a. ● Prefiero tener relaciones ocasionales que tener una relación fija. ● No me agrada la idea de tener a alguien más dependiendo de mí. ● Mis parejas me han descrito como alguien frío o distante. ● Me distancio si soy rechazado. ● Mientras menos intimidad afectiva tenga con mi pareja, mejor para mí. Categoría D ● Siento que podrían lastimarme si me abro emocionalmente con los demás. ● Me cuesta tener relaciones íntimas porque tengo sentimientos encontrados. ● Cuando trato de tener intimidad con otra persona y esta me corresponde, me siento confundido o incómodo. ● A veces me molesto con mi pareja por acercarse demasiado, pero se me pasa con facilidad. ● Siento que no puedo ser abierto emocionalmente con mi pareja, pero quiero serlo. ● Busco acercarme lo más posible a los demás, pero siempre tomo mis precauciones. ● A veces me da la impresión de que mi pareja no comprende como soy. ● Suelo reprimir mis emociones, pero lo hago para que no me lastimen. ● Me agrada la idea de estar en una relación cercana con alguien, pero me alejo cuando se hace realidad. ● Me cuesta saber qué es lo que está sintiendo mi pareja con respecto a mí. Tu estilo de apego se verá reflejado dependiendo de cuál de las cuatro sumas haya sido la más alta. Si la suma más alta fue la de la categoría A, entonces tu apego es seguro. Si fue la B, entonces es ansioso. Si resulta que fue la C, entonces tu estilo es evitativo. Y si la más alta es la D, tu apego es desorganizado o temeroso. Es muy importante que recuerdes que este cuestionario fue creado con la única finalidad de ayudarte a tener un mejor entendimiento del tema al pasar a un campo más práctico. No debe ser usado con fines diagnósticos. Para eso último se debe contar con la ayuda de un profesional capacitado, el cual aplicará una evaluación personalizada para evitar los posibles errores que aquí pudieran verse reflejados por ser una auto evaluación general. ¿Cómo saber si mi pareja es insegura? ES POSIBLE QUE LEYENDO las frases del cuestionario hayas notado que algunas de ellas podrían aplicarse a tu pareja, y ahora tengas la duda de si se siente segura en su relación. Puedes tratar de ver cuáles frases del cuestionario la definen más para así tener una idea de si es insegura, pero también hay otras formas de saberlo, como por ejemplo: Siempre está de acuerdo contigo en todo ES DE ESPERARSE QUE haya muchas cosas en común dentro de un lazo donde la compatibilidad es muy alta, pero es imposible encontrar a alguien que esté de acuerdo contigo en todo. Siguen siendo personas con características que las hacen únicas, como los gustos, su visión del mundo, las opiniones y hasta las maneras de hacer las cosas. Si tu pareja no difiere contigo por lo menos en una cosa quiere decir que está tratando de fingir para que la agrades más. Esto sería algo que haría alguien con un estilo de apego ansioso. Obligarse a sí mismo a cambiar para agradarte es algo que claramente traerá inconvenientes a largo plazo en la unidad, pues no habrías estado en contacto con su verdaderaesencia. Protege demasiado su intimidad CIERTAMENTE TODOS TIENEN derecho a mantener su privacidad intacta en todo momento. Incluso en las relaciones de pareja no se llega a conocer en su totalidad a la otra persona, ya sea porque no se sienten cómodos hablando de ciertos aspectos de su vida o porque simplemente no veían necesario contarlo. ¿Le contarías cada detalle de tu vida a la otra persona, incluso si te parece aburrido? Probablemente no. La cosa es muy distinta cuando tu pareja se reserva demasiadas cosas. No te habla de sus sentimientos, de sus gustos, de las cosas que les apasiona, ni de nada más que pudiera exponer su mundo interno. Es muy probable que en estos casos tu pareja no se sienta completamente segura en la relación y sienta que al contarte ese tipo de cosas te vas a alejar, como ocurre con las personas que tienen apego evitativo. Siente celos con facilidad ESTARÍAMOS MINTIENDO si decimos que no hemos sentido celos alguna vez en nuestras vidas. Los celos pueden llegar a manifestarse como resultado de los cambios en el vínculo que tenemos con alguien muy querido para nosotros, pero tu pareja está enviando una clara señal de inseguridad si reacciona con una explosión de celos nada más porque estás mensajeando a tus amigos o incluso si cuestiona tus lazos con ellos sin una razón aparente más allá de la amistad. Este es otro tema que trataremos con más profundidad en el siguiente capítulo. Capítulo 2: Comprendiendo los celos en una relación LOS CELOS TAMBIÉN SON un tema común del que seguramente habrás escuchado hablar en algún momento. Sin duda alguna, también debes haberlos experimentado al menos un par de veces en tu vida. ¿Recuerdas aquella vez que sentiste molestia porque tu pareja parecía prestarle más atención a otra persona que a ti? ¿O cuando le enviaste un mensaje y no te respondía por andar con sus amigos? ¿Y qué tal esos momentos cuando parece que tu pareja sólo tiene tiempo para sus hobbies y no para ti? Todas esas molestias son los celos pasando a saludar, aunque déjame decirte algo. Los celos son tan naturales como el amor, pues en realidad son dos caras de la misma moneda. Ahora bien, ¿qué son como tal? ¿Qué son los celos? EL MUNDO QUE COMPARTIMOS con los demás es lo más importante para nosotros debido a que somos seres sociales. Si nos dieran la elección de poder vivir con todos los lujos que nos pudiéramos imaginar con la condición de no volver a ver a alguien más ni siquiera en una fotografía, muy probablemente declinaríamos la oferta. Y sí, existen personas que tal vez piensen que podrían alejarse de la sociedad con sus mascotas, pero nuestros lazos con ellas son otra manifestación más de nuestra naturaleza social. Jamás dejaremos de intentar crear, mantener y proteger nuestras uniones, incluso en la ausencia total de otros individuos. Es por eso que existen los celos. Son un sentimiento que está dirigido al resguardo de nuestras conexiones con otras personas. Siempre han tenido esa función evolutiva ya que nos impulsan a buscar formas de no perder nuestro vínculo con los demás. Ellos han estado presentes en cada etapa de nuestra vida; de pequeños nos sentimos celosos si nuestros padres muestran más interés en nuestros hermanos o en sus amigos que a nosotros, en la adolescencia sentimos celos cuando nuestros amigos prefieren salir con sus otras amistades, y ahora que somos adultos nos sentimos celosos porque nuestra pareja no se fija tanto en nosotros como nos gustaría. Nunca van a desaparecer del todo, pues si hay espacio para el amor también lo habrá para los celos. La cuestión está en su intensidad y frecuencia. Sumado a esto se encuentra su distinción. Los celos y la envidia suelen ser confundidos en muchas ocasiones a pesar que en realidad tienen más diferencias que similitudes. La cosa que más los distingue es la razón de su aparición: Mientras que los celos surgen por la inseguridad y, en algunos casos, por el amor que siente la persona, la envidia surge por la sensación de injusticia. Sentimos que es injusto que otra persona tenga algo que nosotros queremos tener pero no podemos. Ahora, no creas que eso es todo lo que tenemos que decir acerca del origen de los celos, pues aún queda información por descubrir. ¿De dónde vienen los celos? LOS CELOS HAN SIDO un tópico histórico. De esta emoción se ha estado hablando desde los antiguos filósofos, quienes se referían a ella como “zelos” en latín. Incluso existían relatos mitológicos dedicados a hablar de este sentimiento, como ocurre con el caso de la leyenda de Medusa, quién era una de las mujeres más hermosas de todas, pero llegó a convertirse en la criatura que es por culpa de los celos que sentía Afrodita. O el caso de la diosa Juno, quién sentía celos por los engaños amorosos que cometía Júpiter. También se ha discutido acerca de los celos en innumerables ocasiones dentro de la literatura, como en “Otelo”, la obra de Shakespeare donde el protagonista se siente tan abrumado por los celos en su interior que termina matando a Desdémona, su amante y esposa. Es gracias a esta obra que actualmente conocemos a la celopatía como “El Síndrome de Otelo”. Claro que muchas cosas han cambiado en nuestra historia y con ello, también ha cambiado la forma en la que sentimos nuestras emociones. Y es que siempre han estado sujetas a todo nuestro contexto cultural y social, no sólo a nuestra biología ni a nuestro círculo de personas cercanas. Esto lo podemos ver a través de la respuesta emocional que tienen las personas ante situaciones que inducen celos, las cuales varían en gran medida dependiendo de cómo es su cultura y su país. Algunas pueden terminar experimentando otras emociones como la tristeza a causa de sus celos, mientras que otras van a sentir ira o incluso vergüenza. Un buen ejemplo de esto es el pueblo Canela, dos etnias indígenas provenientes de Brasil. En ellas se buscaba minimizar este sentimiento al considerar a aquellas personas que no quisieran ser generosos con sus cuerpos o bienes como individuos asociales y hasta malignos. Es por eso que allí es bien visto consentir el deseo sexual de otra persona. Pese a eso, esa costumbre se perdió cuando el pueblo comenzó a tener más contacto con la sociedad occidental, provocando que los miembros tuvieran sentimientos más fuertes de posesividad de los que habían experimentado jamás. Sin embargo, el elemento más decisivo en la aparición de los celos son todas nuestras configuraciones mentales. Son ellas las que están realmente influenciadas por todos los contextos en los que nos involucramos, y por lo mismo, determinan la manera en la que nos sentimos con respecto a nosotros mismos y a los demás. Entonces, al igual que ocurre con la ansiedad, los celos surgen principalmente de las ideas que concebimos en torno al lazo que tenemos con nuestra pareja. Aunque también tienen otra cosa en común: Ambas surgen del miedo. Ese temor que nos dice que nuestra pareja nos va a dejar porque no somos lo suficiente para ella y podría encontrar a alguien mejor. Dichas ideas provocan la aparición de emociones negativas que nos lastiman y abren paso al despertar de los celos, dando inicio a la rueda del conflicto sentimental. Esos pensamientos no son automáticos sino que aparecen luego de haber interpretado señales que nos alarman de la proximidad que nuestra pareja está teniendo con otras personas, sin importar si esas señales están adecuadas a la realidad o si son exageradas. La manera en la que interpretamos esas señales están sujetas a nuestro mundo interno, donde se encuentran las experiencias que hemos tenido y que le dan forma a las concepciones que tenemos del mundo. Puede que algunas de ellas sean experiencias en torno a relaciones fallidas donde la otra persona no puso de su parte para mantener la unión, te haya engañado con otra persona o no te hacía sentir seguridad en la misma. Todas estas cosas propician la aparición de inseguridades dentro de nosotros. Dichas inseguridades nos hacen dudar de nuestra capacidad para serbuenas parejas, de nuestro atractivo y hasta de nuestro valor como personas. Lo más horrible de ellas es que siguen estando allí, incluso mucho tiempo después de haber cortado ese nexo por completo. Se continúan presentando de forma constante en nuestras otras relaciones interpersonales, incluyendo nuestra nueva relación sentimental o romántica. Pensamos que si no somos tan atractivos como otras personas, nuestra pareja va a dejar de interesarse en nosotros. Es en ese punto cuando nos sentimos celosos, pues se despierta el temor de que nos vaya a dejar por otra persona y por lo mismo, estamos atentos ante cualquier señal que nos parezca sospechosa. A su vez, los celos generan un impacto en nuestra autoestima por todas las interpretaciones que hacemos de las supuestas señales, como sentir sospecha porque nuestra pareja está revisando sus redes sociales o porque recibe una llamada de un amigo en horas inusuales. Incluso cuando ninguna de esas interpretaciones resulte ser cierta no podemos evitar sentir que los celos en nuestro interior siguen creciendo cada vez más, mientras que la estima que tenemos hacia nosotros va disminuyendo. Y la situación no se detiene allí; es más bien un círculo vicioso donde los celos destruyen la imagen que tenemos de nosotros mismos y la confianza que depositamos en nuestra pareja para seguir creciendo cada vez más. Mientras más destruidas estén esas dos cosas, mejor será para los celos. Por último, un dato extra a tener en cuenta acerca del origen de los celos: se suele creer que las mujeres son más celosas que los hombres, pero la verdad es que los celos que comúnmente sienten ambos géneros difieren en su forma de ser: Mientras que las mujeres tienden a sentirse celosas porque no quieren perder la vinculación emocional que tienen con sus parejas, los hombres sienten celos por sentir que la vinculación física con su pareja está siendo invadida. El surgimiento de esta emoción en ambos géneros está determinado por el aspecto que más suelen valorar en una relación. Obviamente esto no aplica para todos los casos ya que tenemos cosas que nos diferencian y nos definen, pero se ha observado que los celos suelen presentarse de esa manera en muchas personas alrededor de todo el mundo. No obstante, aún existen muchas otras cosas más que pueden despertar nuestro lado celoso en cualquier momento, así que de eso es lo que nos toca hablar ahora. Las cosas que despiertan nuestros celos SI TENER CELOS SIGNIFICA que queremos proteger nuestra relación sentimental, entonces cualquier cosa que pudiera hacernos sospechar acerca de la fidelidad y las preferencias de nuestra pareja pueden despertarlos. Si tuviéramos que señalarlas de una forma más específica, serían las siguientes: Sentir que nuestra pareja tiene preferencia por acompañar a alguien más SI SENTIMOS UNA FUERTE sospecha de que nuestra pareja prefiere estar con una persona en particular o con sus amigos, vamos a sentir celos. Queremos compartir tiempo de calidad con nuestro ser querido y no podemos hacerlo porque alguien más nos los está “robando”, pero debemos recordar que cada quien tiene su propia vida y su propio círculo de amigos, y debemos respetar eso. Ver que le atrae el físico de otras personas NO NOS AGRADA LA IDEA de que a nuestra pareja le atraigan físicamente otras personas, pues eso nos hace pensar que hay algo malo con nuestro aspecto. Sentimos que tal vez nuestra sonrisa no es suficiente o que no estamos en tan buena forma física como lo están esas personas que llaman la atención del otro. Y claro, los celos se ponen peor si nuestra pareja hace un comentario al respecto como “Que bien se ve esa persona” o “Tiene buena pinta el día de hoy”, aunque estaríamos mintiendo si decimos que no hemos pensado que otra persona se ve bonita o atractiva. Por el hecho de que nos parezca bien agraciada no significa que vamos a dejar automáticamente a nuestra pareja, y eso es lo que debemos tomar en cuenta con ella. ¿O acaso piensas que sólo le atrae tu físico? Pensar que tiene más en común con otros SE SUPONE QUE NUESTRA pareja debe tener una gran compatibilidad con nosotros, así que por lógica nos deben de gustar las mismas cosas. La verdad es que, si bien es cierto que es agradable que nuestra pareja tenga muchos intereses en común con nosotros, no hacen falta para lograr que una relación sea fluida. Es suficiente con saber que está interesada en lo que nos gusta y viceversa, siempre y cuando sea interés genuino. ¿En qué punto los celos se vuelven perjudiciales? LO IDEAL SERÍA NO SENTIR celos en absoluto, pero sería ingenuo exigirle eso a alguien cuando ha conseguido suficiente evidencia como para sentirlos. Después de todo, están conectados con ese sentimiento que le da pie al interés romántico: El amor. A pesar de esa conexión con el amor y de que es relativamente común sentirlo, no debemos olvidar que sigue tratándose de una emoción negativa que puede terminar lastimando a alguien, ya seamos nosotros, nuestra pareja o incluso a otras personas ajenas a la relación. Si no somos conscientes de que estamos sintiendo celos, o si simplemente queremos ignorarlos y no trabajar en ellos, van a volverse cada vez más fuertes. Puede que al principio sólo sientas una pequeña molestia por sentir que tu pareja prefiere pasar el tiempo con sus amigos, pero muy pronto esa molestia crecerá y hará que sientas incomodidad por la idea de que organice viajes con ellos. Luego seguirá creciendo y te provocará malestar por el pensamiento de que tu pareja podría conocer al verdadero amor de su vida en el trabajo. No se detendrá ante todas aquellas señales que le permitan crecer, y antes de que te des cuenta estarás discutiendo con él o ella por haberle gustado una foto de alguien de Instagram que ni siquiera conoce en persona. Por desgracia esa es una situación que va escalando en gravedad, yendo desde discusiones ocasionales hasta llegar a agresiones verbales y físicas. Incluso puede darse el caso donde haya amenazas de muerte y eso es algo que nunca, bajo ninguna circunstancia, debe soportar ninguna persona. Ya es en ese terreno que están pisando las relaciones abusivas y nadie merece estar sujeto a la merced de nadie. Muchísimo menos quieres ser tú el causante de una relación abusiva. Así que la respuesta a la pregunta que abre este segmento es: el punto exacto donde los celos se vuelven perjudiciales dentro de un lazo romántico es cuando decidimos no hacer algo al respecto para disminuirlos, porque al igual que la ansiedad, no son un sentimiento que se quede pasmado. Logrará aumentar en intensidad con cada oportunidad que tenga para salir a flote. Es por eso que debemos trabajar en ellos apenas los sentimos si es que deseamos tener una relación que sea fluida y satisfactoria para ambas partes. Sólo que ahora eso nos hace preguntarnos otra cosa: ¿Cómo podemos lidiar con ellos? Lidiando y superando los celos perjudiciales TAL VEZ NOS PAREZCA imposible combatirlos luego de haber discutido todo lo anterior. Uno podría decirte qué cosas se pueden hacer para superarlos, pero una cosa es decirlo y otra muy distinta es ejecutarlo. Aun así, es necesario hacer el esfuerzo de superar los celos que estamos sintiendo si queremos lograr tener una relación satisfactoria con nuestra pareja. Es por ello que debemos tener aunque sea una noción básica de qué es lo que hay que hacer para poder superarlos. Los elementos imprescindibles en esa superación son la identificación de tus emociones, el aumento de tu autoestima, la práctica de la comunicación y el fortalecimiento de la confianza que le tienes a tu pareja. Identificación de tus emociones UNA BUENA INTELIGENCIA emocional te ayudará a saber qué emociones estás sintiendo y por qué las sientes, y eso es algo de suma importancia para superar los celos puesto que antes de iniciar el trabajo con ellos, debemos ser conscientes de que están allí. Después de todo, ¿cómo puedes arreglar un problema si en primer lugar no es aceptado como tal? Si no podemospercibir que estamos siendo celosos (o no queremos admitirlo) no vamos a lograr la apertura al cambio. Puede que al principio sea complicado levantarse y decir “Estoy sintiendo celos”, porque sentimos que eso nos haría quedar como alguien defectuoso. Pero ya lo discutimos en este capítulo; todos hemos sentido ese sentimiento en múltiples ocasiones a lo largo de nuestra vida, así que no hay que sentir vergüenza por aceptar que lo estamos experimentando. Más bien es lo contrario: Demostramos madurez cuando admitimos estar teniendo un sentimiento negativo, y damos el primer paso para nuestro progreso hacia el bienestar. Aumento de tu autoestima SI NO NOS VALORAMOS como personas y pensamos que valemos poco, entonces pensaremos que nuestra pareja nos dejará por la primera persona que pase frente a ella. En esa situación nos preocupa saber qué es lo que está haciendo cuando no podemos saber de él o ella, y sentimos el miedo de que encuentre a alguien “mejor” que nosotros. Es por eso que es fundamental poseer una buena autoestima si deseamos disfrutar del lazo que tenemos con esa persona especial (y también la vida en general). Algunas cosas que puedes hacer para aumentarla son evitar compararte con otras personas, no alentar pensamientos pesimistas (Por ejemplo, en vez de decir “No puedo hacerlo”; di “Voy a intentarlo”), y teniendo un pensamiento realista en cuanto a las virtudes y defectos que nos definen. Si tenemos un defecto y podemos cambiarlo, entonces eso es en lo que tenemos que enfocarnos. Si no podemos hacer nada al respecto, ¿por qué preocuparse entonces? Al fin y al cabo sigue siendo algo que define quién eres. Practicar la comunicación ASÍ COMO TÚ NO PUEDES leerle la mente a tu pareja, ella tampoco puede leer la tuya. Por suerte poseemos una manera de dar a conocer lo que nos pasa y de entender qué le ocurre a los demás: El habla. De ahí que la comunicación sea un elemento clave en cualquier relación. Debemos expresar abiertamente las cosas que estamos sintiendo ante nuestra pareja, sin importar si son positivas o negativas, pues eso no sólo ayudará al desarrollo de nuestra relación sino que también nos hará crecer como personas. No obstante, debemos ser nosotros los que tomemos la rienda de la conversación y no nuestras emociones. ¿Suena un poco paradójico, verdad? A lo que nos referimos con esto es que no debes dejar que ellas te impulsen a decir cosas de las que te puedes arrepentir más adelante. Hay que tener en cuenta que esos arrepentimientos pueden tener su origen en cualquier tipo de emoción, no sólo las negativas. Por muy bien que nos haga sentir una emoción positiva, y por muy inocente que nos parezca al principio, puede generar una fractura en la relación. Probablemente te estés preguntando cómo puede ocurrir eso, así que imagina esto: Después de haber pasado una increíble tarde con esa persona especial te sientes con tanta alegría que le dices “Creo que deberíamos casarnos”... Y resulta que llevan juntos menos de un par de meses. Simplemente no es el momento adecuado para pensar en dar el siguiente paso, a pesar de que la felicidad que sientes en ese instante te dice que sí. Esto puede ocasionar una fuerte fractura en la unión, la cual podría convertirse incluso en una razón para separarse. En vez de eso, sólo expresa lo feliz que te sientes por compartir tus momentos con él o ella. Por otro lado, cuando se trata de expresar emociones negativas o problemas que están surgiendo, lo mejor será expresarlos de forma clara y concisa para que la otra persona pueda ser receptiva a lo que estamos diciendo, comprenda nuestra situación y/o nos ayude a superar esos inconvenientes. Eso de comunicarnos de forma pasivo-agresiva con alguien sólo sirve para encender la llama del conflicto, y claramente eso es algo que no queremos hacer. Confiar en nuestra pareja NOSOTROS ESTAMOS COMPROMETIDOS en la relación. ¿Por qué no habría de estarlo la otra persona también? La confianza es uno de los puntos más vitales para la prevención de los celos, pues ambas cosas son completamente incompatibles. Recordemos que los celos surgen de las dudas que se tienen en torno a la persona que está acompañándonos, así que si confiamos plenamente no habrá de qué preocuparse. Por otro lado, si no depositamos la confianza necesaria para continuar con nuestro nexo, entonces vamos a buscar maneras de controlar al otro. Ya lo dijimos anteriormente y lo volvemos a decir aquí: Nadie tiene que estar a merced de nadie en un lazo de este tipo ni en ningún otro. Así como no debes aceptar que tu pareja abuse de ti, tampoco debes abusar de ella mediante el control. Tal vez esté de más decirlo, pero sólo puedes esperar sufrimiento si lo único que quieres hacer es dominar a la otra parte de esa unidad que se supone debería ser especial. Fomentando la confianza en la relación YA SABEMOS QUE LA CONFIANZA es primordial en el mantenimiento de una relación saludable puesto que no da entrada a la aparición de los celos en ninguna de las dos personas. Pero confiar plenamente en tu pareja no sólo beneficia a la relación de esa manera sino de muchos otros modos, más como la fluidez de la misma, la tranquilidad que nos trae y las oportunidades que nos regala para crecer a nivel personal. Sin embargo, aún no hemos hablado de cómo podemos hacer para nutrir la confianza que tenemos hacia él o ella, así que nos toca adentrarnos allí. Debemos tener en cuenta un par de puntos claves antes de proceder a profundizar en este tema. En primer lugar, la confianza se construye con el tiempo. No es algo que aparezca de la nada y ya, sino que va creciendo a través de las acciones que hace cada uno. No basta con decirle a alguien que puede confiar en nosotros. Hay que demostrarles que pueden hacerlo sin miedo. En segundo lugar, la confianza y la desconfianza son actos recíprocos. Cuando le demostramos a alguien que le tenemos confianza, esa persona responderá confiando en nosotros. En cambio, si demostramos tener sospecha o recelo ante esa persona, ella reaccionará de la misma manera hacia nosotros. Y en tercer lugar, la confianza tarda en construirse y desarrollarse, pero basta sólo un par de segundos para destruirla. Si hacemos algo indebido por las sospechas que tenemos de nuestra pareja (como revisar su teléfono a sus espaldas) vamos a destrozar la confianza que tenía hacia nosotros. Hay quienes justifican ese tipo de actitudes diciendo: “Bueno, si no tiene nada que ocultar ¿por qué se molesta?”. La cuestión allí no es si tiene algo que ocultar o no. Es el hecho de haber violado la privacidad que por derecho merece, además de provocar que se sintiera traicionado/a por descubrir que la persona con la que está compartiendo su vida desconfía tanto que siente la necesidad de revisar sus cosas, en vez de expresarle sus inquietudes o preguntarle al respecto. ¿Por qué estaríamos con alguien si no podemos expresarnos abiertamente con esa persona? Esa interrogante nos lleva al centro de este segmento: La comunicación. Sí, ya sabemos. A estas alturas ya debes sentir fastidio por todas las veces que hemos mencionado la comunicación, pero es que hemos descubierto que es un factor que suele pasar desapercibido cuando alguien viene a discutir acerca de sus problemas de pareja. Cuando se estudia a profundidad la raíz del malestar nos encontramos con eso: Ausencia de comunicación. No basta con sólo hablar de las series y las películas que les han gustado últimamente. Tampoco es sólo contar anécdotas del trabajo. Se trata de ser capaces de tener una conversación íntima donde puedan conocerse cada vez mejor al presentarse como realmente son ante el otro. Se trata de hacerle saber que estás allí para él o ella, y que si está sufriendo puede contar contigo. Y también reconocer que puedes confiar en tu pareja si eres tú quien está sufriendo. Aprovechar esas oportunidades para conocerse mejor permitirá que ambos tengan una mejor comprensión del otro y su mundo interno. Por el contrario, no hacer el intento de comprender sólo traedesconfianza porque no entendemos las razones detrás de su modo de actuar. Por ejemplo, imaginemos que a nuestra pareja le gusta tener espacios donde prefiere estar en solitario durante un rato. Si no comprendemos la razón detrás de ese gusto, probablemente terminaremos pensando que le desagrada nuestra presencia. En cambio, si hacemos el esfuerzo de comprender, entonces descubriremos que la razón detrás de esa preferencia es que le gusta tener momentos para reflexionar a solas. Hay algo muy curioso con respecto a eso: Cuando te abres de forma sincera hacia otra persona no sólo le estás dando la oportunidad de conocerte mejor. También te estás dando ese chance de descubrir cosas que no sabías acerca de ti, pues ambos se encuentran explorando constantemente tu ser. Es por eso mismo que debes hablar con total sinceridad acerca de las cosas que te gustan y te disgustan. Tocar este tipo de temas demuestra la confianza que le tienes y como resultado, demostrará tener confianza en ti. Ahora, debes tener en cuenta algo cuando se trata de las cosas que te disgustan: Debes aprender a perdonar los errores que tu pareja haya cometido. Y por supuesto, tú también debes admitir los errores que has cometido para así poder pedir perdón. Puede que no lo parezca a simple vista, pero una relación sólida donde reina la confianza se construye superando asertivamente aquellos momentos negativos y no sólo creando momentos positivos. Ojo, ese último consejo no debe ser utilizado como pretexto para soportar y mantenerse dentro de una relación abusiva. Después de todo, una unión romántica debe ser una fuente de dicha y no de agonía. Otros consejos para lidiar con los celos LO QUE DISCUTIMOS ANTERIORMENTE son los elementos más fundamentales para combatir este sentimiento, aunque también existen otras cosas que puedes hacer al respecto para mandar a volar esos celos que estás sintiendo. Algunas de esas cosas son: ● Mantener siempre en cuenta la independencia de cada uno de ustedes. Es cierto que lo más bonito de una relación es el contacto y la conexión que tenemos con el otro, pero debemos recordar que también somos seres independientes que tienen sus propios intereses, gustos y amistades. Tener eso en cuenta nos ayudará a evitar los celos cuando nuestra pareja quiera hacer actividades con otra persona que no sea nosotros. ● Tener presente que esta es una nueva relación. Todas esas malas experiencias que podrías haber tenido en el mundo romántico no necesariamente van a manifestarse en tu unión actual. Son dos personas distintas, y por lo mismo, tus futuras experiencias serán distintas. ● Deja las comparaciones. Estar constantemente comparándose con otras personas sólo destruye nuestra autoestima y alimenta nuestras inseguridades porque sentimos que los demás son mucho mejor que nosotros. Y si sentimos eso, pronto nos hallaremos pensando que nos van a abandonar. Te digo un secreto con respecto a eso: Nadie es perfecto. Todos tenemos virtudes y defectos, y eso es lo que nos define como personas. A veces hay quienes nos superan en algunas cosas, y en otras ocasiones somos nosotros los que superamos a los demás. ● Ten en cuenta que la atracción es un fenómeno natural. Con esto no queremos decir que no hay que sentir nada cuando nos enteramos que nuestra pareja se siente profundamente atraída por otra persona en todos los aspectos posibles. No. A lo que nos referimos con esto es que es normal que apreciemos las cosas llamativas de los demás; ya sea su físico, su actitud o su intelecto, siempre va a existir algo que nos parecerá atractivo en otras personas. Si tomamos eso en cuenta, podremos apreciar esa belleza que está contemplando nuestra pareja en vez de sentirnos mal por ella. ● Siempre recuerda las cosas positivas de ti. Esto no sólo te ayudará a combatir los celos sino que te impulsará a tener una mejor autoestima e imagen. A muchos nos cuesta decir cosas buenas de nosotros mismos porque sentimos que estamos siendo arrogantes o creídos, cuando no es así. Tal y como admitimos que tenemos cosas negativas, igualmente debemos admitir que poseemos aspectos positivos que nos convierten en seres maravillosos y únicos. ● No romantizar los celos. Muchas personas tienen la creencia de que los celos son un sinónimo de amor. Ya sabemos que las cosas no son así. No es ni un poco romántico querer poseer a tu pareja como si se tratase de un objeto, o controlarla como si fuera un prisionero de alta seguridad. Una persona que decide estar con nosotros es alguien que nos acompañará en el camino de la vida, no alguien que se vuelve propiedad privada. Hechos que debes aceptar de los celos POR ÚLTIMO, UN PAR de cosas que debes aceptar con respecto a los celos: ● Por muy desagradables que sea sentirlos, hay que aceptar que son un sentimiento natural en nosotros, así como lo son la rabia, el miedo o la tristeza. Lo importante es no dejar que los celos nos controlen. ● Han cumplido una función evolutiva a lo largo de nuestro desarrollo. En cierta medida, los celos han servido como un punto de motivación para que cuidemos nuestras relaciones interpersonales. Somos humanos, y por lo mismo, somos seres sociales. ● Así como tú podrías sentir celos por algo que está haciendo o viviendo tu pareja, él o ella también podría sentir celos por algo que estás viviendo o haciendo. En vez de dejar que eso se vuelva una situación incómoda, pueden aprovechar esa oportunidad para nutrir la unión y la confianza que se tienen entre sí. De esta manera podrás convertir en un escalón más lo que inicialmente era una emoción negativa. ● Los celos no siempre nacen de una sospecha racional. Tómate algo de tiempo cuando estés sintiéndolos para pensar por qué te sientes así. ¿Tu pareja te ha dado razones para que te sientas así, o son experiencias del pasado que están atormentándote ahora? ● Sucumbir a la comprobación de las sospechas puede alimentar los celos. Cosas como revisar el celular de nuestra pareja, aún si es bajo su consentimiento, puede reforzar el sentimiento de celos. Imagínalo así: Van a adquirir esa costumbre de revisar periódicamente el celular del otro para eliminar las sospechas que no deberían existir en primer lugar, lo cual significa que va a surgir un conflicto en el momento que no se permita hacer esa revisión. ● Y para finalizar, los celos no son un sinónimo de amor. Son una emoción por sí misma que está vinculada al amor de la misma manera en la que la felicidad se vincula a la tristeza. Por esa razón cuenta con sus propios procesos de aparición al igual que el resto de las emociones, los cuales estarán determinados en gran medida por nuestras estructuras mentales. La forma en la que se configura nuestra mente puede dar paso a cosas muy beneficiosas como la resiliencia, o cosas que nos perjudican como la inseguridad. Capítulo 3: La inseguridad en el amor Y LLEGAMOS POR FIN a la famosa inseguridad. Ese componente que puede ser visto como la madre de los fenómenos psíquicos que estábamos discutiendo anteriormente, y al mismo tiempo, como la hija de ellos (en especial del apego). La hemos mencionado en muchas ocasiones, pero en ninguna de ellas nos ha dado el chance de definirla un poco más. Hasta ahora. La inseguridad consiste en la sensación que experimentamos cuando percibimos que estamos vulnerables ante determinados contextos, siendo posible correr algún peligro o amenaza según el modo en el que estamos interpretando dichos contextos. Esas interpretaciones suelen estar sujetas a experiencias que tuvimos o a cosas que nos enseñaron en el pasado, y pueden tener efectos en distintas etapas de nuestra vida. Uno de esos efectos es el apego inseguro hacia las otras personas, como nuestra pareja. Es posible que veamos a esa persona especial como un rescatador o salvador que viene a alejarnos del sufrimiento que sentimos, y eso nos hace desarrollar una fuerte devoción hacia él o ella. Las cosas no son así en el mundo real. Se sigue tratando de un ser humano exactamente igual a ti, con sus propios
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