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vasoactivos de acción local. La activación del SNS produce una contracción del músculo liso arteriolar, mediante la liberación en las terminales nerviosas del neurotransmisor de este sistema, la noradrenalina. Por el contrario, el SNP, cuyo neurotransmisor es la acetilcolina, produce relajación del músculo liso arteriolar y vasodilatación. Sin embargo, la participación de este sistema en la regulación nerviosa del tono arteriolar es escasa, ya que sólo una pequeña parte de los vasos de resistencia reciben inervación por fibras parasimpáticas. La regulación humoral y hormonal engloba a un número elevado de agentes circulantes y locales, de efecto vasoconstric- tor y vasodilatador. Entre los primeros cabe destacar la adrena- lina y la angiotensina II. De manera secundaria la endotelina-1 y el tromboxano-A 2 , ambos factores derivados del endotelio vascular y de acción fundamentalmente paracrina y autocrina. Entre los vasodilatadores predominan los factores de acción local derivados del endotelio, el más importante es el óxido nítrico, seguido en algunos territorios vasculares específicos por el factor hiperpolarizante y la prostaciclina. En realidad la regulación del tono del músculo liso arteriolar y por tanto de la resistencia periférica total depende del equilibrio resultante entre los efectos vasodilatadores y vasoconstrictores de los factores anteriormente mencionados. Los sistemas extrínsecos de regulación del tono vasomotor arteriolar afectan fundamen- talmente a la resistencia periférica total y a la regulación de la presión arterial sistémica. 3.9. FLUJO CORONARIO El f lujo arterial coronario asegura el aporte de nutrientes y oxígeno que necesita el corazón para su funcionamiento, es por tanto un aspecto de especial interés y con características propias y diferentes respecto a otros territorios vasculares. El corazón es un órgano aeróbico, que utiliza como sustratos ácidos grasos (70%), glucosa y ácido láctico (25-30%) y, en menor proporción, cuerpos cetónicos y aminoácidos para generar la energía nece- saria para mantener la contracción cardíaca. Debido a la gran actividad metabólica, su consumo de oxígeno es unas veinte ve- ces superior al de la media del organismo, y su f lujo sanguíneo, elevado en relación con su peso, es de 240 a 300 mL/min, lo cual representa el 5% del gasto cardíaco. Ante un aumento del gasto cardíaco, se requiere un mayor aporte de nutrientes y oxígeno, que se logra mediante un aumento del f lujo coronario. Por ello tiene que existir un equilibrio entre la demanda de oxígeno y nutrientes, y el aporte de sangre, es decir, entre los determi- nantes de la demanda de oxígeno y los factores que regulan el f lujo coronario. Los factores que afectan al f lujo coronario son mecánicos, metabólicos y nerviosos. Los factores que determinan el consumo de oxígeno son la frecuencia y la contractilidad cardíacas, así como la tensión de la pared ventricular durante el período de eyección (Fig. 5.30). La tensión parietal depende en última instancia de la precarga y la poscarga. Un aumento de cualquiera de estos tres factores incrementa las necesidades de oxígeno. El ejercicio físico y el aumento de la actividad simpática aumentan la frecuencia, la contractilidad y la demanda de oxígeno. Los factores que regulan el f lujo coronario son también tres (Fig. 5.30) la presión de perfusión coronaria, la duración de la diástole y las resistencias coronarias. La presión de perfusión depende de la presión arterial sistémica, de manera que una reducción marcada de ésta se acompaña de una reducción del f lujo coronario, pudiendo dar lugar a un episodio de isquemia (déficit de aporte sanguíneo). En un rango de presión de perfu- sión entre 50 y 150 mmHg, el f lujo no se modifica de manera importante debido al proceso de autorregulación. Durante la sístole, la contracción de la pared del ventrículo comprime los vasos coronarios y disminuye el f lujo de sangre en ellos. En la diástole se produce el aporte de sangre más elevado al miocardio. Las resistencias coronarias, están reguladas por factores nervio- sos, endoteliales, hormonales y metabólicos. La adenosina es el principal vasodilatador coronario y se considera el nexo entre trabajo cardíaco (aumento de la demanda de oxígeno) y aumento de la necesidad de f lujo coronario. Al aumentar el trabajo car- díaco se consume una mayor cantidad de energía y por lo tanto aumenta la cantidad de ATP que se degrada; como consecuencia se produce una aumento de la adenosina (derivada de dicha de- gradación) la cual tiene un efecto vasodilatador de las arteriolas de resistencia en el corazón. Ello asegura un aumento del f lujo sanguíneo proporcional a las necesidades de oxígeno y nutrientes como consecuencia del aumento del trabajo cardíaco. 3.10. PRESIÓN ARTERIAL. REGULACIÓN La presión arterial se define como la fuerza que ejerce la sangre sobre la superficie de la pared arterial y se mide en milímetros de mercurio (mmHg). La máxima presión en el árbol arterial se alcanza durante la eyección ventricular y constituye el valor de la presión sistólica; el valor mínimo se produce antes de la eyección ventricular y constituye el valor de la presión diastólica. 135Capítulo 5 Aparato cardiovascular Aporte coronario de sangre Desequilibrio ISQUEMIA Demandas de O2 • Presión de perfusión coronaria • Duración de la diástole • Resistencias vasculares coronarias - mecanismos nerviosos - mecanismos metabólicos - mecanismos miógenos Frecuencia cardíaca • Contractilidad • Tensión de la pared ventricular - Precarga - Poscarga Figura 5.30. Factores que determinan el aporte coronario de sangre y las demandas miocárdicas de O2. El desequilibrio entre estos factores produce una cardiopatía isquémica. https://booksmedicos.org booksmedicos.org Push Button0:
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