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Capítulo 7 Sistema respiratorio 175 Cada segmento broncopulmonar se subdivide en lobulillos. Un bronquiolo entra en un lobulillo y da origen a muchos bron- quiolos terminales. En cada lóbulo pulmonar hay entre 50 y 80 bronquiolos terminales, y son el extremo final funcional de las vías respiratorias de conducción del aparato respiratorio. Cada bronquiolo terminal da lugar a su vez a muchos bronquiolos respiratorios. La zona del pulmón ventilada por un bronquiolo respiratorio se llama lobulillo pulmonar funcional (Fig. 7.8). Un lobulillo pulmonar funcional consta de un bronquiolo respiratorio que se ramifica en conductos alveolares, que ter- minan en sacos alveolares o alveolos. A partir del bronquiolo respiratorio, la membrana que forma estos conductos es capaz de intercambiar gases con los capilares pulmonares, por lo que se le suele llamar membrana respiratoria. 2.7. LOS ALVEOLOS Se ha calculado que hay aproximadamente 14 millones de con- ductos alveolares y 300 millones de alveolos en los pulmones. Esta enorme ramificación hace que la superficie respiratoria total sea muy grande, aproximadamente entre 50 y 100 m2. La pared alveolar está formada por una capa de células epite- liales que se llaman neumocitos. Hay dos tipos de neumocitos: — Neumocitos I: son muy aplanados para facilitar el inter- cambio. Son los más numerosos. — Neumocitos II: mucho más escasos, son células cúbicas que secretan una mezcla de fosfolípidos que recibe el nombre de agente tensoactivo o surfactante pulmonar. Este surfactante pulmonar forma una fina película en la superficie interna del alveolo, lo que disminuye mucho la tensión superficial en esta zona. Esto es esencial para evi- tar el colapso de los alveolos. También secretan elastina y colágeno. Además existen otro tipo de células libres en la luz alveolar que son los macrófagos alveolares, unas células fagocitarias que tienen la misión de mantener los alveolos libres de partículas ex- trañas. Las paredes de los sacos alveolares están rodeadas muy estre- chamente por los capilares pulmonares, formando la membrana alveolocapilar. El aire del alveolo sólo está separado de la sangre capilar por una distancia muy pequeña, por lo que el intercambio de gases respiratorios se produce de forma sumamente rápida. RECUERDA El árbol bronquial se divide en bronquios primarios, uno para cada pulmón, secundarios, uno para cada uno de los lóbulos que tienen los pulmones, y terciarios, y uno para cada seg- mento pulmonar. Los bronquiolos son los bronquios más finos; las últimas ramificaciones se llaman bronquiolos terminales y en esta re- gión empieza el intercambio de gases. En los alveolos tiene lugar el intercambio gaseoso. La pa- red alveolar está formada por neumocitos I, neumocitos II y macrófagos alveolares. 2.8. LA CIRCULACIÓN PULMONAR El pulmón es el único órgano del cuerpo al cual llega la totalidad de la sangre que sale del corazón, a diferencia de los demás ór- ganos y tejidos, los cuales sólo reciben una parte de ella (véase el Capítulo 5). La arteria pulmonar lleva toda la sangre procedente del ven- trículo derecho y se bifurca en dos ramas, derecha e izquierda, cada una de las cuales penetra en uno de los pulmones. Dentro de ellos se divide muchas veces, siguiendo las ramificaciones del ár- bol bronquial, hasta dar lugar a finísimos capilares, que rodean los alveolos pulmonares. Estos capilares, después de haber intercam- biado los gases con los alveolos, se van uniendo y dan lugar a vasos venosos de tamaño creciente, hasta formar dos venas pulmonares en cada pulmón. Las venas pulmonares salen por el hilio y van a desembocar en la aurícula izquierda. La misión principal de la circulación pulmonar es poner en contacto a toda la sangre que sale del corazón con el gas alveolar en los capilares pulmonares. De esta manera se logra el intercam- bio de gases. Cuando la sangre llega a los capilares pulmonares tiene un contenido bajo en O 2 y alto en CO 2 (Fig. 7.9). Al ponerse en contacto con el aire alveolar, la sangre de los capilares se satura de O 2 y pierde CO 2 . La sangre de las venas pulmonares es, por tanto, rica en O 2 y pobre en CO 2 . Esta sangre llega a la aurícula izquierda, pasa al ventrículo izquierdo y sale de él por la aorta para distribuirse por todo el sistema arterial de la circulación perifé- rica. Al llegar a los capilares de los tejidos, la sangre cede el O 2 y capta CO 2 que se ha producido como consecuencia del meta- bolismo celular. La sangre vuelve de nuevo, a través del sistema Rama de la arteria pulmonar Bronquiolo terminal Bronquiolo respiratorio Conducto alveolar Rama de la vena pulmonar Alveolos Figura 7.8. Lobulillos pulmonares funcionales https://booksmedicos.org booksmedicos.org Push Button0:
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