Descarga la aplicación para disfrutar aún más
Vista previa del material en texto
CAPÍTULO 17 Sistema endocrino 647 Células foliculares Coloide de tiroglobulina Células C (parafoliculares) Folículo Cartílago tiroideo Tráquea Glándula tiroidea Vena tiroidea inferior b) Istmo Arteria y vena tiroideas superiores a) La glándula tiroidea también contiene nidos de células C (claras) o células parafoliculares, en la periferia de los folícu- los. Responden al elevar las concentraciones del calcio sanguí- neo mediante la secreción de la hormona calcitonina. Ésta antagoniza con la hormona paratiroidea (que se analiza más adelante) y estimula la actividad de los osteoblastos, con lo que promueve el depósito de calcio y la formación ósea. Esto es importante sobre todo en niños, y tiene poco efecto en los adultos (consúltese la p. 223). Glándulas paratiroideas Las glándulas paratiroideas tienen forma ovoide y miden de 3 a 8 mm de largo y de 2 a 5 mm de ancho. Por lo general, hay cuatro de ellas, incrustadas de manera parcial en la superfi cie posterior de la glándula tiroidea; una cápsula fi brosa delgada las separa de los folículos tiroideos (fi gura 17.10). Sin embargo, a menudo se presentan en otras ubicaciones, desde el hioides, en la parte más superior, hasta el arco aórtico, en la parte más inferior, y casi 5% de las personas tienen más de cuatro glán- dulas paratiroideas. Secretan paratirina u hormona paratiroi- dea (PTH) como respuesta a la hipocalcemia. La paratirina eleva las concentraciones de calcio en la sangre mediante los mecanismos detallados en el capítulo 7 (p. 223). Glándulas suprarrenales Las glándulas suprarrenales se asientan como una gorra sobre el polo superior de cada riñón (fi gura 17.11). Como los riñones, son retroperitoneales, y se localizan fuera de la cavidad perito- neal, entre el peritoneo y la pared posterior del cuerpo. La glándula suprarrenal del adulto mide casi 5 cm, en sentido ver- tical, 3 cm de ancho y 1 cm de anterior a posterior. Pesa entre 8 y 10 g en el recién nacido, pero pierde la mitad de su peso a los dos años de edad, sobre todo debido a la involución de su capa externa, la corteza suprarrenal. Se mantiene entre 4 y 5 g en los adultos. Al igual que la hipófi sis, la glándula suprarrenal se forma por la fusión de dos glándulas fetales con diferentes orígenes y funciones. Su núcleo interno, la médula suprarrenal, es 10 a 20% de la glándula. Dependiendo de su fl ujo de sangre, su color va de gris a rojo oscuro. La rodea una corteza suprarre- nal, mucho más gruesa, que constituye 80 a 90% de la glándula y tiene un color amarillento debido a su elevada concentración de colesterol y otros lípidos. Médula suprarrenal La médula suprarrenal tiene una naturaleza dual; actúa como una glándula endocrina y como un ganglio del sistema nervio- so simpático (consúltese la p. 568). Las fi bras nerviosas pregan- glionares penetran a través de la corteza para alcanzar las células cromafi nes en la médula. Estas células, que reciben ese nombre por su tendencia a teñirse de café con ciertas tinturas, son, en esencia, neuronas posganglionares simpáticas, pero carecen de dendritas o axones y liberan sus productos en la circulación sanguínea como cualquier otra glándula endocri- na. Por tanto, se les considera células neuroendocrinas. Tras la estimulación recibida de fi bras nerviosas (por lo general en una situación de miedo, dolor o tensión) las células cromafi nes liberan una mezcla de catecolaminas, cuya función como neurotransmisores ya se estudió (véase la fi gura 12-21, p. 462); esta mezcla consta de casi tres cuartas partes de adrena- lina, una cuarta parte de noradrenalina y cantidades mínimas de dopamina. Ahora, las catecolaminas actúan como hormo- nas. Aumentan el estado de alerta y preparan al cuerpo de FIGURA 17.9 Anatomía de la glándula tiroidea. a) Anatomía macroscópica, vista anterior. b) Histología, que muestra los folículos saculares tiroideos (fuente de la hormona tiroidea) y un nido de células C (fuente de la calcitonina).
Compartir