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CAPÍTULO 13 Aparato genital femenino 307 * FIGURA 13-48 Adenomiosis, resonancia magnética En esta RM en T2 de la pelvis en plano sagital, el útero pone de manifiesto una intensidad de señal anormalmente baja, con obliteración de la zona de la unión compatible con adenomiosis (�). El útero está aumentado de tamaño en este proceso. La vejiga, de localización anterior (■ ), está llena de contraste brillante, mientras el sigmoide (� ) y el recto, de localización posterior, son oscuros. Obsérvese el aspecto normal del sacro (+). Esta paciente obesa tiene abundante tejido adiposo subcutáneo (*). FIGURA 13-49 Adenomiosis, vista macroscópica La pared miometrial de este útero seccionado se halla engrosada y tiene un aspecto esponjoso característico de la adenomiosis, proceso en que hay glándulas endometriales, con (o sin) estroma, dentro del miometrio. Hasta el 20% de los úteros examinados por el patólogo tras la histerectomía tienen un cierto grado de adenomiosis, en general no tan florida como en este caso. El útero puede estar aumentado de tamaño, habitualmente de forma simétrica, y puede haber menorragia, dispareunia o dolor pélvico. (Aquí también se muestra un pequeño leiomioma redondeado y blanquecino, que es un hallazgo incidental.) FIGURA 13-50 Adenomiosis, vista microscópica La penetración del endometrio en el miometrio a más de 2 mm del estrato basal puede ser la causa de la adenomiosis. En este corte del miometrio puede verse un agregado de tejido endometrial con glándulas y estroma, lo que es característico de la adenomiosis. Puesto que los focos se derivan de la capa basal del endometrio, en general no se produce sangrado significativo en ellos. Este proceso puede producir aumento del tamaño del útero y menorragia, dismenorrea y dolor pélvicos.