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Fisiologia Humana Aplicacion a la actividad fisica Calderon-36

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f9n 2-19. Imagen ecocardiográfica en una dimensión (A) y en dos di-
.atsiones (B). Las mediciones se realizan en modo monodimensional, co-
se ilust ra en la figura 2-18. 
o monodimensional, que es donde se realizan las me-
·ones. De la observación de la imagen de la derecha se 
ede comprender fácilmente que la delimitación precisa 
~ los bordes no es fácil. Además, las medidas pueden verse 
uidas por el corte ecocardiográfico realizado. 
Electrocardiograma del corazón de atleta 
Lógicamente, lo que más preocupa del ECG de un de-
ponista es conocer si las características del trazado electro-
crrdiográfico son consecuencia de la adaptación al ejercicio 
_ por lo tanto, se pueden considerar como variantes de la 
ormalidad, o pueden sugerir algún tipo de trastorno. La 
d ectrocardiografía ha sido la técnica que más dudas ha apor-
etdo al conocimiento de la traducción funcional del proceso 
e adaptación. Los hallazgos que con mayor frecuencia se 
encuentran en un ECG de atleta son los siguientes: 
Bradicardia. Como consecuencia del entrenamiento, se pro-
duce una bradicardia que condiciona una prolongación de las 
_./ fases del ciclo. La mayor duración del ciclo del corazón entre-
nado permite una mejor respuesta al ejercicio submáximo, al 
presentar una mayor reserva de FC, pues la máxima FC está 
determinada por la edad, con independencia de la ecuación 
de regresión empleada. En reposo, la FC es resultado de una 
preponderancia del sistema parasimpático sobre el simpático. 
La relación causa-efecto entre bradicardia y dilatación es un 
hecho todavía no resuelto. ¿Cómo se justifica la bradicardia 
de reposo del corazón entrenado? Aunque la contestación no 
es ni mucho menos simple, realizando un análisis inicial sen-
cillo existen dos posibilidades no excluyentes: a) adaptación 
de los miocitos marcapasos y b) adaptación de la inervación 
vegetativa, de manera que se potenciaría el efecto parasimpá-
tico y descendería el tono simpático. 
Prolongación del intervalo PR en la población deportiva. 
En algunos estudios se ha demostrado que el intervalo PR es 
más largo en la población deportiva, sobre todo aquella que 
realiza esfuerzos de resistencia. Se ha sugerido que la mayor 
Fisiología cardíaca • 
actividad vagal consecutiva al entrenamiento, indicada como 
uno de los mecanismos de la bradicardia, podría contribuir al 
mayor retraso de la conducción a través del nódulo AV 
Repolarización ventricular. Es relativamente frecuente en-
contrar variantes de la normalidad en el intervalo ST y en la 
onda T. Las alteraciones de la repolarización son los hallazgos 
que más controversia han despertado, debido a la similitud 
con las manifestaciones del ECG en determinados trastor-
nos (v. recuadro Ejercicio físico como medida coadyuvan-
te al enfermo de corazón, antes). Obviamente, este hecho 
condiciona considerablemente la conducta que debe seguir 
un médico cuando se encuentra con dichas alteraciones. Al-
gunos autores incluso han pretendido determinar el estado 
de entrenamiento/ desentrenamiento en función de una cla-
sificación de las alteraciones del intervalo ST y de la onda 
T. Diversos autores opinan que la repolarización ventricular 
del corazón entrenado no es homogénea, debido al descen-
so de la actividad simpática y al incremento parasimpático. 
Sin embargo, también se piensa que las alteraciones de la 
repolarización pueden estar originadas por cambios de las 
condiciones intracelulares (pH, concentración de potasio, 
alteraciones enzimáticas, etc.) consecutivas a esfuerzos de 
elevada intensidad y duración. 
Voltaje del complejo QRS. Como estas ondas representan, 
en cierta medida, la cantidad de miocitos que se despolari-
zan, parece lógico pensar que el ECG del corazón entrenado 
presente unas ondas de mayor voltaje que el correspondiente 
a un corazón sedentario. Sin embargo, los voltajes del com-
plejo QRS como criterio de adaptación ventricular son poco 
precisos. Existe una amplia cantidad de estudios electrocar-
diográficos que han valorado la hipertrofia ventricular me-
diante este procedimiento. En sí misma, la electrocardiogra-
fía no es un procedimiento muy sensible para la valoración 
de la hipertrofia consecutiva a una alteración patológica. 
Menos aún cuando se trata de valorar la hipertrofia fisioló-
gica, a pesar de los numerosos índices propuestos para cata-
logarla. La diversidad de resultados respecto a la valoración 
del crecimiento ventricular se debe a dos hechos: a) criterios 
empleados y b) selección de los atletas. En relación con el 
primero de estos hechos, los criterios que dan pocos falsos 
negativos (es decir, los que son muy sensibles a la detección 
de la hipertrofia) también dan una gran cantidad de falsos 
positivos; por lo tanto, son poco específicos. Respecto al se-
gundo de los aspectos señalados, es relativamente frecuente 
la mala selección de los atletas respecto a las características 
del entrenamiento (intensidad, duración y tiempo de entre-
namiento). Por último, es necesario señalar que la sensibili-
dad del ECG, que es baja o incluso nula para el diagnóstico 
de la hipertrofia ventricular izquierda, es aún menos fiable 
para el de la hipertrofia del ventrículo derecho. 
Función ventricular del corazón entrenado 
La normalidad de la función diastólica del corazón en-
trenado permite caracterizar a esta hipertrofia como fisio-
lógica, en contraposición a la consecutiva a una alteración

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