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• SISTEMA RESPIRATORIO • En el eritrocito (90%), como bicarbonato, disuelto y uni- do a la hemoglobina. Aunque el transporte del C02 por la hemoglobina sea cuantitativamente pequeño, es funda- mental durante el ejercicio físico (efecto Haldane). INTERCAMBIO Y TRANSPORTE DE LOS GASES DURANTE EL EJERCICIO Durante el ejercicio de intensidad creciente se produce un aumento progresivo de la ventilación total (V E) y de la ventilación alveolar (V A), como se expuso en los capítulos 5 (v. Ventilación) y 6 (v. Mecánica respiratoria durante el ejercicio). Es decir, de forma elemental, durante el ejercicio hay más alvéolos funcionantes y, por consiguiente, una ma- yor cantidad de aire disponible para el intercambio. Por lo tanto, parece coherente que durante el ejercicio se produzca un aumento del intercambio gaseoso, al haber más alvéo- los funcionantes. Al mismo tiempo que aumenta la V A' se produce un incremento proporcional del gasto cardíaco (v. Respuesta del corazón al ejercicio, cap. 2). El incremento de la función cardíaca determina dos hechos fundamenta- les: a) al incrementar V A y Q en la misma proporción, no se produce un desajuste de la relación V A/Q y b) el incremento del flujo permite que circule mayor cantidad de eritrocitos en la unidad de tiempo, lo que determina un aumento del transporte de los gases. El interés de los investigadores con respecto al inter- cambio de gases ha ido dirigido principalmente a conocer si alguno de los procesos respiratorios (ventilación, difu- sión o relación V A/Q) podría explicar la limitación del apa- rato respiratorio durante el ejercicio físico intenso. Mucho se ha discutido respecto a si el aparato respiratorio puede constituir un factor limitante para la realización de ejer- cicio físico. Algunos investigadores opinan que el aparato respiratorio no constituye un factor limitante y que es el sistema cardiovascular el que realmente limita la capacidad para realizar ejercicio intenso. Una base intuitiva de esta hipótesis estriba en el hecho de que el aparato respiratorio posee <<reserva» para movilizar más aire. En efecto, cuando se realiza una prueba de esfuerzo (cap. 24), se comprueba que el valor máximo de la ventilación total es más elevado (aproximadamente un 25% mayor) que el medido cuando se realiza la maniobra de máxima ventilación voluntaria (v. Volúmenes y capacidades del pulmón: espirometría, cap. 6). De este hecho puede deducirse que el aparato respirato- rio tiene una << reserva>> que no es utilizada. Por el contrario, otros investigadores sostienen que el aparato respiratorio sí limita la capacidad para realizar ejercicio intenso. Ya se ha expuesto (v. Mecánica respiratoria durante el ejercicio, cap. 6) cómo la actividad metabólica de los músculos respirato- rios podía limitar el aporte de oxígeno a los músculos de la locomoción. El interés de los investigadores por el transporte de los gases ha ido principalmente dirigido a comprender cómo el aumento de eritrocitos permite mejorar el transporte de oxígeno desde el aparato respiratorio a los tejidos. Menor ha sido el interés por conocer cómo puede aumentar también el transporte de C02• Parece coherente pensar que la demanda de energía durante el ejercicio dinámico una mayor intensidad de transporte gaseoso en las dos recciones, es decir, desde el pulmón a los tejidos y de hacia la atmósfera. Para que el lector comprenda en su dimensión los fenómenos de adaptación del ua.u~ 1Jv• gaseoso, debe conocer el control de la eritropoyesis, que expone en el capítulo 10 (v. Descripción funcional del células sanguíneas). A continuación se abordan, de forma simple, el cambio y el transporte de los gases durante un ejercicio intensidad creciente. Para ello , aunque de forma irreal, va a utilizar el modelo monoalveolar mostrado en la 5-6. Nótese cómo el alvéolo aumenta su volumen desde reposo hasta un ejercicio de intensidad máxima. De la ma forma, a medida que aumenta el volumen también produce un incremento de la superficie de intercambio. aumento del flujo sanguíneo (incremento de la perfusió hacia el alvéolo condicioná un aumento del número de eri- trocitos. En primer término, se tratarán en forma conjun11 la difusión y la relación V A/Q durante el ejercicio de intensi- dad creciente (v. Difusión y relación ventilación/perfusión. a continuación). En segundo término, se abordará cómo se produce un incremento de la capacidad de transporte de los gases (v. Transporte de los gases respiratorios durante el ejer- cicio, antes). En ambos casos, se analizará la respuesta antr el ejercicio, no el proceso de adaptación consecutivo al en- trenamiento. Ello se debe a que las variaciones de la difusión y/o de la relación V A/Q debidas al entrenamiento son de difícil comprobación experimental. • Difusión y relación ventilación/perfusión Como se ha señalado antes (v. Intercambio y transporte de los gases durante el ejercicio), la difusión aumenta en proporción directa a la intensidad del ejercicio. No obstan- te, algunos investigadores han sugerido que a determinada intensidad del ejercicio se podría producir una falta de oxi- genación de la sangre arterial (hipoxemia). Los investigadores sostienen que la hipoxemia podría ser debida a alteraciones de: a) la ventilación; b) la difusión; e) la perfusión, o d) la relación V A/Q. A continuación se agrupan las causas de la hipoxemia en dos grupos: a) hipoventilación relativa y b) al- teraciones de la relación V A/Q. Alteraciones de la ventilación (hipoventilación relativa) El descenso de la ventilación debido a una alteración de las vías aéreas es una causa obvia de hipoxemia. Sin embargo, ¿cómo justificar la hipoxemia de esfuerzo por una hipoventi- lación? Los investigadores que sostienen una hipoventilación relativa como causa de hipoxemia señalan que, aunque en efecto la ventilación se ajusta a la intensidad, dicho incre- mento es insuficiente para las necesidades metabólicas de oxígeno, instaurándose una hipoxemia. Otra hipótesis ha sido que durante el ejercicio se podría producir una alteración de la permeabilidad de las vías aé- reas, que conduciría a una broncoconstricción transitoria.
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