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Ficha Cog Social Moyano

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Ficha de cátedra: Evaluación de la cognición social 
Lic Paula Moyano Página 1 de 6 
Cognición Social 
 
Se entiende como cognición social a la capacidad de interpretar las señales sociales del medio para 
adecuar la conducta en consecuencia. Dentro de lo que se conoce como cognición social se puede 
señalar dos corrientes: una la de Baron Cohen y colaboradores, que nace de la investigación de los 
Trastornos del espectro autista, y es llamada Teoría de la mente (TdM); y otra la hipótesis del 
Marcador somático de Antonio Damasio y colaboradores, que surge de la investigación en el terreno 
de las lesiones frontotemporales. 
 
La teoría de la mente es la capacidad de atribuir sentimientos e intenciones a los otros, actuando en 
consecuencia, lo que equivale a suponer que el otro tiene una mente distinta a la propia y que puede 
albergar ideas, sentimientos, etc. distintos a los propios, lo cual permite predecir el comportamiento de 
los otros leyendo las señales que emiten: 
 
Un mono macho se aproxima a otro que está en una fuente de comida. El mono a quien se aproxima 
hace movimientos con su cabeza hacia adelante, alza su entrecejo, y abre su boca en un despliegue de 
amenaza. El otro mono se retira de la fuente de comida, mientras señala su sumisión chasqueando 
sus labios. 
Un estudiante de grado está en la sociedad de neurociencias para una conferencia, está hablando 
con un relativamente bien conocido investigador sobre un póster, cuando el presidente de la sociedad 
se acerca. El presidente saluda al investigador. El estudiante de grado se excusa, baja su cabeza y 
discretamente se retira. 
En ambos casos, un subordinado se retira con respeto cuando se produce el acercamiento de los 
animales dominantes. El macaco subordinado, sin embargo, simplemente responde al acercamiento 
del macaco dominante, sin representarse el estado mental del animal dominante explícitamente. Él 
reconoce que el otro individuo está interactuando recíprocamente con él, recuerda que este varón es 
dominante para él, reconoce el gesto facial, y tiene una respuesta fisiológica y emocional que lo lleva 
retirarse y a mostrar sumisión. 
La respuesta del estudiante de grado indudablemente también incluye este tipo de componente 
emocional y fisiológico, pero él también puede representar los estados mentales del investigador y el 
presidente, para procesar la respuesta apropiada: “Él quiere hablar conmigo” o “Él probablemente 
prefiera hablar con el presidente”, que guiará la conducta. (Valerie E. Stone, 2000 ) 
 
Como señala V. Stone y cols. (1998) la teoría de la mente muestra evidencia de modularidad. 
(1) La teoría de la mente puede dañarse selectivamente en los desórdenes del desarrollo como el 
autismo, mientras otros aspectos de la cognición son conservados (Baron-Cohen, Leslie, & Frith, 
1985; Baron-Cohen, 1989b; Baron-Cohen, 1995). 
(2) La teoría de la mente puede conservarse selectivamente mientras se dañan otras funciones 
cognitivas, como en el síndrome de Down y el síndrome de Williams (Karmiloff-Smith, Klima, 
Bellugi, Grant, & Baron-Cohen, 1995). 
(3) el uso de la Teoría de la mente es algo rápido, 
(4) automático, no requiriendo esfuerzo de atención (Heider & Simmel, 1944), y 
(5) universal, hasta donde sabemos (Avis & Harris, 1991). 
(6) Finalmente, la teoría de la mente tiene un particular estereotipo en su secuencia de desarrollo. 
 
Valeri Stone (1998) describe las siguientes fases de desarrollo de la TdM. 
1- Atención conjunta y el señalamiento protodeclarativo (Barón-Cohen, 1989a, 1995) 
aproximadamente 18 meses. En la atención conjunta, el niño no sólo es capaz de entender lo 
que otro individuo está mirando sino que el niño y la otra persona están mirando el mismo 
objeto. En el señalamiento protodeclarativo, el niño usa el señalamiento para llamar la 
atención de los adultos sobre los objetos que el niño quiere que ellos atiendan. 
2- El juego simulado, en el que los niños son capaces de construir una realidad simulada. Entre 
los 18 y 24 meses, los niños empiezan a entender los estados mentales de “lo simulado” 
(Leslie, 1987). 
3- Así mismo, a los 2 años, parecen tener asimilado firmemente los estados mentales de deseo, 
por ejemplo, “John quiere una hamburguesa” (Wellman & Woolley, 1990). Que los niños 
entiendan el deseo es anterior a entender las creencias. 
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4- Entre los 3 y 4 años desarrollan la habilidad para entender la falsa creencia (Gopnik & 
Astington, 1988; Johnson & Wellman, 1980; Wellman, 1990; Wimmer & Perner, 1983). 
Antes de esa edad un niño no puede entender que otros puedan sostener creencias que difieran 
de las suyas y asumen que las otras personas saben las mismas cosas que ellos saben. . 
5- Entre los 6 y 7 años, los niños comienzan a entender que las otras personas también pueden 
representarse los estados mentales. Y a esta edad los niños comienzan a ser capaces de 
entender la falsa creencia de segundo orden, “creencia acerca de la creencia” (Perner & 
Wimmer, 1985). 
6- Entre 9 y 11 años, los niños desarrollan la habilidad de entender y reconocer una “metida de 
pata” Esto es cuando alguien dice algo que no debería de haber dicho porque ofende o hiere 
los sentimientos de otra persona, o sea que no sólo pueden entender que la otra persona tiene 
ideas y deseos propios, sino que pueden intuir qué sentimientos despertarán en los otros un 
hecho determinado. Baron-Cohen, O’Riordan, Stone, Jones, and Plaisted (1997 
 
Los circuitos en los que se apoya la cognición social involucran: amígdala, corteza prefrontal 
ventromedial, ínsula y corteza somatosensorial derecha. (Butman J. 2001), esta afirmación encuentra 
sustento en los estudios con animales (monos) y en la observación de pacientes con lesiones frontales. 
La lesión en el adulto de una o varias de estas áreas o sus conexiones pueden ocasionar déficit en 
algún aspecto de la cognición social, según sea el dominio o competencia del área afectada. 
 
 
Según Valeri Stone cada una de las sub-regiones de los lóbulos frontales tiene su propia contribución 
en la TdM. 
 
La corteza orbitofrontal y ventromedial 
Parecen las más implicadas en TdM pues un daño en esas áreas conlleva mayores alteraciones en la 
conducta social, como ser: 
 Inapropiado uso del lenguaje: con comentarios de índole sexual, bromas inadecuadas, 
dificultades en la conversación pragmática, con pobre uso de la relevancia. 
 Suelen comportarse de modo ingenuo, no percibiendo dobles intenciones, siendo vulnerables a 
manipulaciones externas. 
 Tendencia a la ruptura de las reglas sociales. 
 Suelen ser más lentos en la realización de tareas de TdM. 
 
Corteza medial 
Las principales alteraciones que manifiestan los pacientes con daño en la corteza ventromedial son: 
Akinesia, dificultad para iniciar la acción, pueden manifestar déficit en función ejecutiva, pero los 
déficit en el comportamiento social no son los más significativos. Aunque se han relevado casos de 
pacientes con lesiones frontomediales derecha o izquierdas que realizan comentarios inadecuados o 
con un uso impropio del humor. En casos de lesiones izquierdas se han manifestado dificultades para 
comprender el lenguaje no literal. 
Las lesiones fronto mediales y la TdM es un campo donde aún falta completar la investigación pues si 
bien hay alteraciones en tareas de TdM como ser falsa creencia de segundo orden, no está claramente 
delimitado cuánto de esta falla se debe a una alteración de las funciones ejecutivas y cuánto se debe a 
una alteración pura de TdM. 
 
Corteza Dorsolateral. 
No se han encontrado hasta ahoraindicios de que los pacientes con daño dorsolateral unilateral tengan 
alteraciones en teoría de la mente per se, sino como consecuencia de una alteración en la memoria de 
trabajo y de una falla del control inhibitorio por ejemplo en tareas como Falsa creencia requiere inhibir 
la información correcta para contestar sobre la creencia. Pero ésta es un área que se debe seguir 
investigando pues no esta claro aun su influencia, pues se han reportado alteraciones en TdM en 
pacientes con lesiones bilaterales. 
 
 
 Stone Valeri “The role of the frontal lobes and the amygdala in theory of mind.” en Baron Cohen and cols.: 
Understanding other minds. Segunda Edición 2000 Oxford University Press. 
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Amígdala. 
La amígdala cumple múltiples funciones en lo referente a la emoción y a la cognición social, al tener 
conexiones con la corteza, con el hipotálamo (quien inicia respuestas autonómicas) y con áreas ventro 
estriadas que constituyen una ruta para las respuestas motoras. 
Al procesar respuestas emocionales e información sobre recompensas y castigos, está altamente 
implicada en respuestas “adaptativas” al medio; y también estaría implicada en la habilidad de dirigir 
la mirada y decidir sobre la dirección de la mirada de los otros. Como la decisión sobre la mirada es un 
elemento central en la TdM se puede decir que la amígdala es un elemento crucial para la TdM, se 
han observado alteraciones en la prueba Lectura de la Mente en los Ojos en sujetos con amigdalotomía 
bilateral, además de activación de ellas en sujetos normales mientras desarrollaban la tarea Lectura de 
la Mente en los Ojos. Por lo que la amígdala parece estas involucrada en la visualización de los 
estados emocionales, lo que es relevante para la implementación de conductas adaptativas. 
 
 
Pruebas de Teoría de la Mente 
 
Falsa creencia de primer orden Wimmer & Perner 1983: 
Esta prueba clásica de ToM consiste en una lámina con dos muñecas Sally (A) y Ann (B) 
A toma un objeto y lo coloca en una canasta (A’), mientras B está presente 
A sale del cuadro 
B toma el objeto de A’ y lo coloca en una nueva localización B’ 
A regresa al cuadro. 
Administración: Se le cuenta al sujeto la historia con el apoyo visual de la lámina, con la lámina sobre 
la mesa se le efectúan tres preguntas al sujeto: 
1- ¿Dónde buscara Sally la pelota? 
2- ¿Dónde puso Sally la pelota? 
3- ¿Dónde está la pelota ahora? 
Para resolver con éxito esta tarea es necesario representarse que el personaje A tiene una creencia 
propia sobre la localización del objeto y que esta creencia es errónea y distinta a la que tiene el sujeto 
entrevistado, por lo tanto para responder se tiene que inhibir la respuesta sobre la localización real del 
objeto y responder sobre la creencia del personaje. 
 
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Falsa Creencia de segundo orden Perner and Wimmer, 1985; Baron-Cohen, 1989 
Se trata de la creencia acerca de la creencia. La tarea es similar a la anterior sólo que el personaje A 
está espiando cuando B cambia de lugar el objeto. Se le pregunta al entrevistado ¿Dónde piensa B que 
A buscará el objeto cuando regrese? esto es lo que B cree que piensa A, pues B no sabe que A estuvo 
espiando. La respuesta correcta sería donde A lo dejó, en la canasta. 
Para resolver esta tarea es necesario representarse lo que piensan ambos personajes y que B tiene una 
creencia sobre la creencia A, esto es decir que no sólo los otros pueden tener creencias propias sobre 
los hechos físicos, sino que también pueden tener creencias sobre las creencias de los demás, lo que se 
podría llamar una interacción recíproca de mentes. 
 
Faux Pas (Stone et al 1998; Baron-Cohen et al., 1999) 
Esta tarea consiste en 20 historias, que narran interacciones humanas: 
 
“Julia se había mudado a un departamento nuevo. Ella (Julia) fue al shopping y compró unas 
cortinas nuevas para su dormitorio. Cuando ella había terminado de decorar el departamento, su 
mejor amiga, Luisa, fue de visita. Julia le enseñó el departamento y le preguntó, "¿Y, te gusta mi 
dormitorio?” "Esas cortinas son horribles", dijo Luisa. "¡Espero que vayas a comprar unas nuevas 
pronto!” 
 
 10 de estas historias contienen un faux pas (metida de pata): alguien diciendo algo inapropiado u 
ofensivo para el otro. 
 las restantes 10 son historias de control. 
 
Se le leen al sujeto las historias mientras tiene una copia de ella delante para que pueda seguirla y 
retornar a ella si lo necesita y luego de cada historia se efectúa una serie de preguntas. 
Pregunta por el faux pas: Alguien dijo algo inapropiado, si la respuesta es afirmativa se pregunta quién 
lo dijo, por qué lo dijo y la pregunta de control. Si la respuesta es negativa se pasa directamente a la 
pregunta de control. 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
Para resolver esta tarea es necesario representarse los estados mentales de los personajes, tanto las 
creencias de los personajes (que no saben que no deben decir algo) como también las emociones 
desencadenadas por lo dicho, efectuando la representación empática de cómo se sentirán los otros. 
 
Lectura de la mente en los ojos S. Baron-Cohen, S. Wheelwright, J. Hill, Y. Raste and I. Plumb (2001) 
En una tarea de elección forzada, donde el sujeto debe elegir entre cuatro opciones cuál es el estado 
mental de una persona basado en una fotografía de la región de los ojos. La tarea consta de 36 
fotografías con cuatro opciones cada una. Para evitar los fallos por desconocimiento del significado de 
las palabras entre las que debe decidir, la prueba incluye un glosario. 
Para resolver esta tarea: El sujeto debe mapear los términos a fragmentos de expresiones faciales de 
estados mentales. Los sujetos deben equiparar los ojos en cada imagen con ejemplos de expresiones de 
la región de los ojos almacenadas en la memoria y vistas en el contexto de estados mentales 
particulares. Para arribar a un juicio sobre cuál palabra es la correcta se debe hacer una atribución 
identificadora del estado mental relevante. 
Pregunta por Faux pas 
Quién 
Por qué 
Sí No 
Control 
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Dibujo 2 
Envidioso Aterrado 
 
 
 
Arrogante Odioso 
 
Marcador somático 
A. Damasio y cols. postulan que la base de la toma de decisiones no depende de la pura racionalidad, 
sino que las decisiones estarían altamente condicionadas por estados emocionales no concientes para 
el sujeto que decide. 
Consideremos que las decisiones humanas suelen ser complejas, la solución de un problema X puede 
requerir múltiples opciones de acción y cada una de ella tener sus consecuencias, la valoración 
puramente racional de cada posible respuesta y sus consecuencias de modo analítico deductivo 
seguramente excede la capacidad de nuestra memoria de trabajo, y si lo hiciéramos con el soporte de 
lápiz y papel nos llevaría varias hojas y seguramente más tiempo del que disponemos habitualmente 
para tomar una decisión cotidiana, por ejemplo que cocinar para la cena. Para simplificar la multitud 
de opciones posibles, según Damasio, disponemos de un marcador somáticoque eliminaría y/o 
privilegiaría algunas de las opciones, este marcador somático actúa de modo no conciente y consiste 
en que previamente determinada situación se asoció con algún premio o castigo, lo que produjo que 
nuestro organismo experimentara malestar o obtuviera algún beneficio, este estado somático quedó 
representado en el sistema nervioso. Este particular estado somático que interviene en la toma de 
decisiones ha sido corroborado midiendo la conductancia de la piel (se colocan dos electrodos 
detectores entre los que se pasa una corriente eléctrica de muy bajo voltaje) cuando se presentan 
situaciones de decisión arriesgadas la sudoración de la piel aumenta de modo imperceptible a simple 
vista, pero sí lo suficiente para alterar el paso de la corriente eléctrica, quedando registrada la respuesta 
como una onda. 
 
 La hipótesis del marcador somático, puede ser evaluado con el Iowa Gambling Task Bechara and 
cols. 
Esta tarea simula la toma de decisiones en la vida real. Consta de cuatro mazos de cartas A B C y D. 
Se le dice al sujeto que tiene que acumular la mayor cantidad de dinero posible y tratar de perder lo 
menos posible, al voltear cada carta el sujeto siempre gana una cantidad de dinero, pero con algunas 
cartas también pierde, el monto de las ganancias y las pérdidas depende del mazo con el que se está 
jugando, los mazos A y B tienen altas ganancias a corto plazo pero las prendas son también elevadas, 
con los mazos C y D las ganancias son menores al igual que las prendas, por lo que al poco tiempo de 
estar jugando los sujetos comienzan a intuir esto antes de poder verbalizarlo y se inclinan por los 
mazos conservadores y en las ocasiones que juegan con los mazos riesgosos generan ansiedad 
anticipatorio (que se puede medir a través de la conductancia de la piel). Esto implicaría que en el 
proceso de toma de decisiones intervendría el marcador somático conjuntamente con el razonamiento, 
prediciendo cuáles son los posibles estados emocionales que desencadenarían nuestros actos. 
Estados somáticos que los pacientes con lesiones frontales no son capaces de identificar, por lo que a 
pesar de hacer un análisis aceptable de una situación no son capaces de decidir con eficacia “racional” 
en su propio beneficio. 
 
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Bibliografía 
 Baron-Cohen Simon: Understanding other minds. Oxford University press. 2000 
 Baron-Cohen, S.; Wheelwright, S.; Hill, J.; Raste, Y; and Plumb, I. The ‘Reading the Mind in 
the Eyes’ Test Revised Version. Journal of Child Psychiatry and Psychiatry, (2001), 42, 241-
252. 
 Bechara, A.; Damasio H.; Tranel D.; Damasio A.: Deciding Advantageously Before Knowing 
the Advantageous Strategy. Science vol. 275: 1293-1295. 
 Bechara A, Damasio AR, Damasio H, Anderson SW (1994) Insensitivity to future consequences 
following damage to human prefrontal cortex. Cognition 50:7–15. 
 Butman J. La cognición social y la corteza cerebral. Revista Neurológica Argentina 2001; 26: 
117-122 
 Damasio A. El Error de Descartes. Primera edición. Santiago, Chile. Editorial Andrés Bello. 
1994. 
 Gregory, C. , Lough, S., Stone, V.E., Erzinclioglu, S., Martin, L., Baron-Cohen, S. & Hodges, J. 
(2002). Theory of mind in frontotemporal dementia and Alzheimer's disease: Theoretical and 
practical implications. Brain, 125, 752-64. 
 Stone, V.E., Baron-Cohen, S. & Knight, R.T. (1998). Frontal lobe contributions to theory of 
mind. Journal of Cognitive Neuroscience, 10, 640-656.

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