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2.3.1.1. Distancias 60 2.3. EVALUACIÓN DE LA DEMANDA EXTERNA 59 2.3.1. VARIABLES E INDICADORES A PARTIR DE LA VELOCIDAD 60 2.2.3.1. Limitaciones de la PSE 58 2.2.3. LA PERCEPCIÓN SUBJETIVA DEL ESFUERZO (PSE) 55 2.2.2.1. Limitaciones del LA 54 2.2.2. LA CONCENTRACIÓN DE LACTATO (LA) 54 2.2.1.1. Variables e indicadores a partir de la FC 50 2.2.1.2. Limitaciones de la FC 53 FRASES CÉLEBRES 23 ANTES DE EMPEZAR 33 l. INTRODUCCIÓN 37 2. EVALUACIÓN FÍSICO-FISIOLÓGICA DE LOS JUEGOS REDUCIDOS: ¿QUÉ DEMANDAN? 45 2.1. INTRODUCCIÓN 45 2.2. EVALUAR LA DEMANDA INTERNA 49 2.2.1. LA FRECUENCIA CARDIACA (FC) 50 PREFACIO 19 , PROLOGO 13 AGRADECIMIENTOS 5 ÍNDICE • www.futbold~lit ro com de ltbro e f 4.3.5.1. Progresión en los JR 157 4.3.5.2. El nivel actual del equipo 158 4.3.5.3. Secuenciación de los JR: bloques de seis semanas. 166 4.3.5.4. Tabla resumen: propuesta de niveles 172 4.1. INTRODUCCIÓN 123 4.2. FUNDAMENTOS DEL MODELO 127 4.3. EL MODELO TRIDIMENSIONAL EN LA PERIODIZACIÓN 136 4.3.1. ¿CUÁNTA DOSIS DE JR? 141 4.3.2. LOS JR EN LA SESIÓN 144 4.3.3. LOS JR EN PRETEMPORADA 146 4.3.4. LOS JR EN EL MICROCICLO COMPETITIVO 153 4.3.5. LOS JR EN LA SUCESIÓN DE MICROCICLOS COMPETITIVOS 156 EL PUZLE 123 4. PERIODIZACIÓN DE LOS JUEGOS REDUCIDOS: 3. INTERVENCIÓN A PARTIR DE JUEGOS REDUCIDOS: LAS PIEZAS 101 3.1. LOS JUEGOS REDUCIDOS (JR) 101 3.2. LA ESPECIFICIDAD DE LOS JR 102 3.3. CÓMO INTERVENIR CON JR 106 3.3.1. MODIFICACIONES EN EL ESPACIO 107 3.3.2. MODIFICACIONES EN LA INTERACCIÓN 109 3.3.3. MODIFICACIONES DE OTRAS VARIABLES 111 3.4. PROBABLES EFECTOS AL INTERVENIR CON JR .. 112 .:t;)en ~·s-=istci¡ano l üct\tid Cas ... ::rn\chand -~·~~-·_.;..--•~»a>s-·.-y-..,o,.-. •-"',.,._,,O ' " "" " -·«"' ·,· ·=•<••,.v~·-~·,~-...-c«• -c-....._,..,w.~,, ........ u~,.._, · v"·'-"'""'••-•X s" >c.~rc, ·~,·--- ·~~-'· ,,_._ ... ~.,.,__......,... """~'"""'•••-.,.,-.,~_.,- ,,~·~>•-•-'·• www.fut ldeli .com 2.3.4. LIMITACIONES DE LAS DEMANDAS FÍSICAS 70 2.3.5. MÁS VARIABLES QUE LAS FÍSICAS 71 2.4. APLICACIÓN DE LOS INDICADORES DE CARGA INTERNA Y EXTERNA 72 2.4.1. JUSTIFICACIÓN 72 2.4.2. RELACIONES ENTRE INDICADORES Y VARIABLES 76 2.4.3. SELECCIÓN DE INDICADORES DE CARGA INTERNA Y EXTERNA 81 2.4.4 CÓMO UTILIZAR LOS INDICADORES DE CARGA EXTERNA E INTERNA 85 2.4.5. INTEGRANDO CARGA INTERNA Y EXTERNA 96 2.3.3.1. Indicadores globales con aceleración 67 2.3.3. VARIABLES E INDICADORES A PARTIR DE LA ACELERACIÓN, GIROS Y SALTOS 66 2.3.1.4. Indicadores globales con velocidad 65 2.3.1.3. Frecuencias 64 2.3.1.2. Intensidades 60 El arte de , f,: d I ¡ 1 e 5.4. DISCUSIÓN 211 5.3.2.2. Formatos de juego post-intervención 209 5.3.2.1. Test condicionales post-intervención 207 5.3.2. VALORACIÓN POSTERIOR 207 5.3.1.2. Distribución de las cargas de entrenamiento ..... 198 5.3.1.1. Distribución de las tareas 193 5.3. RESULTADOS 193 5.3.1. INTERVENCIÓN REAL 193 5.2.3.2. El D-3 en el plan de intervención 188 5.2.3.3. El D-2 en el plan de intervención 189 5.2.3.4. El D-1 en el plan de intervención 192 5.2.3.1. Directrices del club en la planificación semanal .. 187 5.2.3. PLAN DE INTERVENCIÓN 185 5.2.2.2. Formatos de juego pre-intervención 183 5.2.2.1. Test condicionales pre-intervención 181 5.1. ANTECEDENTES 179 5.2. MÉTODO 181 5.2.1. PARTICIPANTES 181 5.2.2. VALORACIONES PREVIAS 181 REFERENCIAS 223 5. EJEMPLO PRÁCTICO DE INTERVENCIÓN CON JUEGOS REDUCIDOS 179 , EPILOGO 221 6. REFLEXIONES FINALES 215 4.3.6. OTRAS OPCIONES PARA MODULAR LOS JR ..... 174 4.3. 7. CUANTIFICACIÓN SUBJETIVA DE LA CARGA DE LOS JR. 175 f i, o L d e I ! i) í"' o ?ltMtt 'l)e,z,a/utaa 'Peuodiata De esta experiencia personal concluyo, entre otras cosas, que el entrenamiento del fútbol ha avanzado mucho respecto de hace una década y no digamos en los últimos treinta años, pero tengo la percepción -la intuición más bien, aunque no puedo demostrarlo- que el fútbol todavía no ha alcanzado el grado de sofisticación en la preparación técnico-táctico- física que poseen otras disciplinas. Es decir, tiene bastante recorrido por avanzar en el camino del perfeccionamiento, lo que es una oportunidad genuina para todos cuantos se proponen difundir e intercambiar conocimiento, como son Julen y David, autores de este libro que aporta un nuevo paso en dicha ruta y en nuestro aprendizaje. ¿Arte o ciencia?, se preguntan los autores en su Prefacio y yo no sé qué responder. Probablemente diría que el entrenamiento del fútbol tiene una mayoritaria porción de ciencia, pero también una no despreciable faceta artística. Pero sí sé que entrenar y dirigir a un equipo de fútbol es difícil, complejo y estresante, una vez experimentada la convivencia con uno de esos equipos -en este caso, de élite europea- durante tres años. Mi desconocimiento acerca de la complejidad del entrenamiento futbolístico me previene siempre que accedo a un libro o publicación que versa sobre esta temática. Temo no comprenderlo. Y, sin embargo, a menudo intento vencer dicho temor y procuro leer para comprender. Procuro aprender, que es la postura que he adoptado frente a este "El arte de planificar en fútbol" y la que intento tener siempre ante cualquier disciplina deportiva. PRÓLOGO www futboldeli ro.com La aportación que nos hacen en la dinámica de cuantificación de carga externa e interna del juego, la visión que nos dan de la estructura y adaptación al Modelo de Juego del Juego Reducido y sobre todo la validez que todo esto otorga a la observación del juego, que tan importante es para poder incidir en la acción de mejora de nuestros jugadores mediante la tarea de entrenamiento, hacen además de por otros aspectos de este libro, una lectura muy agradable y enriquecedora. Compartiendo por lo tanto desde distintos caminos la pasión por el Juego Reducido, quisiera transmitiros compañeros lectores, mi más sincera admiración por el trabajo que han compartido Julen y David con nosotros. Yo que me he dedicado más a la evolución del proceso formativo, no orientado al modelo de juego, sino al concepto táctico del juego, baso más mi camino en los contenidos de trabajo, su secuenciación en el proceso formativo y en la búsqueda de tareas que se adapten en cada momento al nivel formativo de los niños y niñas, y no a la de un modelo de juego. Sin embargo, en ese camino, al igual que Julen y David utilizo los Juegos Reducidos como herramienta destacada de trabajo. Por suerte son muchos los caminos, pero por desgracia no tantas las personas que como David y Julen lo comparten con nosotros. Ellos, han creado una metodología de trabajo mediante tareas de Juego Reducido orientadas al Modelo de Juego, que no solo les sirve para implementar el método, sino que además les posibilita evaluarlo, readecuarlo, replantearlo, etc. en definitiva, controlar mediante ello todo el proceso de optimización del rendimiento. Sea arte o sea ciencia, el entrenamiento, a mi humilde entender, es sin duda la mejor herramienta para hacer mejorar el juego colectivo e individual, y el método, el camino que cada uno de nosotros entendemos más eficaz para conseguirlo. Bien entrados ya en el siglo de la tecnología, la innovación y el Modelo de Juego, mientras algunos siguen pensando que en el futbol esta todo ya inventado y que la táctica no se puede planificar, otros como Julen y David, siguen dedicando su tiempo y esfuerzo diariamente a hacer mejorar nuestro futbol. ldclit1r f S e,z,9ia &¡fteteta Lice'1dada en ~iaa de ea Aawidad 7úica e¡ Vefto-'ttir14 &'1t'tenada,z, nwet 3 de /út~ Espero que con este libro descubras esto y mucho más. Acabo sugiriendo que os dejéis llevar, en algunas cosas estaréis de acuerdo, en otras todo lo contrario. Algunos conceptos necesarios, otros repetidos. Algunas ideas novedosas o adaptadas. Pero ... , ¿sabéis cual es una de las cosas más importantes en mi vida? Sentir. "La gente olvidarálo que dijiste, lo que hiciste, pero nunca olvidará lo que les hiciste sentir" (Maya Angelou). Por todo esto, gracias, muchas gracias por vuestro esfuerzo. Que no se confunda el lector pensando que este libro es hermético, estanco. Todo lo contrario. Este libro esconde bajo su aparente encorsetamiento una flexibilidad brutal. La adaptabilidad en el entrenamiento puede leerse de manera explícita a lo largo del texto y de diferentes maneras entre líneas. Rigurosidad para estudiar el fútbol en su complejidad, flexibilidad para adaptarse al momento de su intervención. Para mí como COACH, que me sirvo en la mayoría de las ocasiones de la intuición, de la emoción, de lo que percibo en el momento de abordar un reto personal, esta segunda me resulta clave para buscar los resquicios que optimicen personas, y también equipos, [cómo no! Es para mi un placer poder dedicarle una palabras de reflexión a este libro sobre entrenamiento. Si definimos disciplina como la capacidad que implica la puesta en práctica de una actuación ordenada y perseverante, en orden a obtener un bien o fin determinado, este libro es un ejemplo. Solo personas metódicas, capaces, ordenadas y, sobretodo, constantes, lo han hecho posible. Enhorabuena a los autores por el espléndido trabajo, por hacernos dudar de nuestros cimientos, que a veces permanecen anclados por comodidad, inseguridad o desconocimiento. Gracias por haber aportado al mundo del entrenamiento en fútbol nuevas ideas, propuestas novedosas que seguro servirán para avanzar en la temática. d l bro.corn .f tJa,i~att¡ 7«ttaanda 1) i,z,ecta,z, 1) efta'ttwa ~ imet S ft,a,z,ta A ti compañero lector, desearte que disfrutes como he hecho yo de esta lectura y a vosotros Julen y David, felicitaros por este maravilloso trabajo y agradeceros el haberlo compartido con todos nosotros. Destacaría sin duda en todo ello, la practicidad y sencillez con la que han conseguido unir dos mundos tan cercanos pero que habitualmente alejamos tanto, como son el de la rama investigadora o científica, con la rama práctica o de campo, algo que sin duda deja evidencia de la gran capacidad que tienen en ambas áreas. fut!,G d l ,,, Si bien entrenar tiene bastante de arte, su estudio y mejora tiene que hacerse al amparo de criterios científicos de sistematización. Sobre entrenamiento hay ya mucha evidencia escrita (en mucha mayor proporción que la leída), pero se necesita avanzar más, ¡cómo no!, sobre todo en aspectos más específicos del ciclo 'proceso de entrenamiento' - planificar, intervenir y evaluar- en el ámbito de los deportes colectivos. La pregunta no es retórica. Ante tal cuestión el lector debe posicionarse. Aunque pueda parecer un asunto banal, es vital conocer desde qué paradigma se aborda la lectura de este libro. Como hemos dicho, según la posición que se adopte, nuestras actuaciones como entrenadores tendrán una base estable y previsible por una parte (ciencia) o, por el contrario, si, como en el arte, todo depende de la voluntad y la pericia de cada uno, queda poco espacio para un saber sistemático sobre el proceso de entrenar (planificar, intervenir y evaluar). Pero, justamente, lo que configura una profesión es que exista un saber sistemático sobre un determinado campo de actuación especializada. Si eres de los que entiendes que entrenar es solo arte y sigue prevaleciendo en ti la idea de que "a entrenar solo se aprende entrenando", este no es el libro que necesitas, de hecho no necesitas formación, solo tener experiencias, como los chamanes. Afirmar la necesidad de un abordaje científico del quehacer de los entrenadores no significa negar su componente artístico. También sucede en el resto de las profesiones. Precisamente es la mentalidad artística la que propicia iniciativas de innovación, de cambio, que rompiendo hábitos abren nuevo caminos más atractivos y eficaces de actuación. ¿Qué es entrenar, arte o ciencia? El proceso de entrenar fútbol, de concebirlo como una actividad artística (que depende de las cualidades del artista y solo depende de su criterio), a considerarlo como actividad científica (lo que significa entenderla sujeta a las evidencias acumuladas) hay un salto de paradigma. A día de hoy, la cuestión sigue en debate, perenne por la complejidad del juego, al amparo por tanto de resquicios todavía no resueltos, por la interpretabilidad del rendimiento y su relación intermitente con el resultado. REFACIO f-.·--· \ ¡. í i ·.á§; ;¡ f Esperamos que sirva de provecho. Esperamos que este libro se sume a otros tantos que intentan acercar mundos habitualmente alejados entre sí, el del científico y el del Conocedores de que las dinámicas que llevan, lenta la del y fugaz la del ámbito del fútbol profesional, hacen difícil relación íntima, deseamos que nuestra pequeña aportación permita ambos universos. Para hacer realidad nuestra propuesta hemos llevar a pie de campo, llegar hasta el último nivel de concreción, entramado de conceptos que hemos procurado describir con sencillez torno a la planificación, intervención y evaluación. En la medida de posible hemos añadido ejemplos reales con datos de equipos en activo para explicar la aplicabilidad de lo expuesto. . C()!H d l f Pero las nuevas tecnologías no solo han permitido una evolución en las respuestas que se van dando para resolver los mismos problemas. Además, la tecnología ha favorecido una Revolución en el proceso de entrenamiento, ya que ha permitido cambiar la formulación de las preguntas e incluso ha hecho emerger nuevos interrogantes, dándonos luz sobre la multitud de matices que debemos atender si queremos entrenar desde una base científica. Ahora tenemos los medios para abordar nuevos planteamientos, desde otros paradigmas. Esto es innovador, cambiar las preguntas que se hacen en torno a la preparación de los futbolistas, para hacerles ser precisamente eso: jugadores de fútbol. Este libro ha sido la excusa perfecta para poner 'negro sobre blanco' algunas de las inquietudes que, en las diferentes etapas como jugador- preparador físico, entrenador, profesor e investigador, han rondado en la cabeza las innumerables horas delante del ordenador, esperas en los hoteles o en los largos viajes en autobús para disputar los partidos de competición. Dichas inquietudes las hemos debatido en multitud de foros de distinto cariz, desde el más científico hasta las tertulias de bar. Inquietudes que hemos ido convirtiendo en problemas de investigación para intentar describir, explicar e incluso predecir el juego. Como resultado de multitud de investigaciones se van dando forma a posibles soluciones, inacabadas por supuesto. Propuestas coherentes que, sin duda, necesitan de tiempo y esfuerzos para ser contrastadas y afinadas. En el fútbol, las respuestas no son únicas ni estáticas. Respuestas que van evolucionando, motivadas en gran parte por los datos que aportan las nuevas tecnologías, convertidas en información gracias a los mayores recursos económicos y humanos disponibles. Información que transformada en conocimiento, hay que ir siendo capaz de ir aplicando a los terrenos de entrenamiento y competición. Pero este avance no será real si sigue prevaleciendo la idea que entrenar es solo arte y, por tanto, nadie tiene nada que decir al respecto, debido a que cada artista desarrolla su actividad como mejor le parece. A veces parece que lo difícil no es tanto concebir nuevas ideas sino saber librarse de las antiguas, y este es el primer paso. • Si después de medir la intervención no valoramos, ¿cómo sabremos los porqués del rendimiento del equipo? • Calidad antes que cantidad en la intervención, entendiendo por calidad la especificidad de acciones con respecto a la competición. • Una de las características que debe considerarse en la planificación en fútbol es la adaptabilidad al día a día. • El cuerpo técnico debe intentar maximizar el rendimiento colectivo, a través de la optimizaciónde los diferentes elementos y sus interacciones. • . futboldelibro.com CAPÍTULO 1: INTRODUCCIÓN FRASES CÉLEBRES célebres Julen Castelíano y David Casamichana p.;...-------,·--·-·-·--··-···,·c,·-··-··---·---·-------·-·-----------· -· www futboldelibro.com • La especificidad del entrenamiento debe ser vista desde un paradigma holístico, es decir, incluyendo todas las dimensiones físicas, fisiológicas, motrices, cognitivas y psico-sociales. • Los juegos 'largos' son tareas que respetan la especificidad de la modalidad, y por tanto imprescindibles en el proceso de entrenamiento. 3: INTERVENCIÓN A PARTIR DE JUEGOS REDUCIDOS: LAS PIEZAS • Integrar indicadores de carga externa e interna nos permite abordar la evaluación de diferentes escenarios: estados de forma, fatiga, comparación entre perfiles de jugadores o demarcaciones. Un aspecto a atender es la distribución de la carga en la propia además del propio valor de carga semanal y su relación con la de las semanas anteriores. La comparación de las demandas del entrenamiento respecto a demanda de cada jugador en competición se presentan como una interesante y fácilmente interpretable. dupliquemos información, escojamos únicamente aquellos n~'"'''"'""''°' necesarios para obtener información válida y aplicable. Julen Castellano David Casarnichana www.futbodelibro.com • • Necesitamos medir para evaluar y después intervenir . • Los comportamientos colectivos en la interacción prevalecen a las demandas físicas en la implicación sobre el rendimiento en deportes colectivos. • Conocer más sobre los movimientos inerciales (aceleración! desaceleración, giros, impactos etc.) abre nuevas perspectivas de valoración de la carga en deportes intermitentes • Relativizar la demanda externa a referencias individuales es una alternativa interesante para abordar la cuantificación de la carga. • La escala de Percepción Subjetiva del Esfuerzo es una herramienta sencilla, sin coste, fiable y útil para conocer la intensidad y carga de partidos, entrenamientos y/ o tareas. • El procedimiento de cuantificación adoptado tiene que ser adaptado al contexto, sostenible y con aplicación práctica. • El propósito de la cuantificación de la carga de entrenamiento es tomar decisiones adaptadas a buscar la maximización del rendimiento del equipo a travésdelaoptimizacióndesus componentes e interacciones. CAPÍTULO 2: EVALUACIÓN FÍSICO FISIOLÓGICADE LOS JUEGOS REDUCIDOS: ¿QUÉ DEMANDAN? en fútbol El arte de • futboldelibro.com • La baja demanda en los jugadores de algunos formatos de JR posibilita su utilización como calentamiento o activación . • La asignación de un único nivel de carga a una tarea 'esconde' información pertinente a contemplar por el cuerpo técnico. Queremos saber su impacto en fuerza, resistencia y velocidad. • Periodos de entrenamiento con cargas muy superiores a la media anual comprometen el rendimiento y la salud del deportista. • El modelo de periodización que se propone incluye alternancia horizontal (en la misma semana) y vertical (en la sucesión de semanas). • No creemos que entrenar en condiciones muy dificultadas (con fatiga, con lastres, o deshidratados) mejore la calidad del juego. Los juegos reducidos permiten incidir sobre las diferentes estructuras del futbolista de forma concurrente, no sólo desarrollándolas de manera aislada, sino también incidiendo en sus interacciones. <Tu1.APÍTULO 4: PERIODIZACIÓN DE LOS l.JEGOS REDUCIDOS: EL PUZLE Juien Castellano y David Casemichana ....,..~...-..-,<•.,..._.~,.,.,..-..........,,.,._.__ ""~~-~·>>.-~-~--~· --..-v-.,--.~~-~-·--·-----~--,.,_, . .,,. ....... ..,..,. ~--~, www.futboldelibro.com • • El futbolista durante la competición rara vez manifiesta su máxima velocidad o fuerza, en cualquiera de sus manifestaciones. • La observación es clave en el desarrollo de la tarea para detectar si los comportamientos que emergen son los deseados. • La individualización del entrenamiento debe ser realizada bajo la premisa de la especificidad y, por tanto, en situaciones de cooperación- oposición. • Podemos utilizar las teóricas limitaciones de los JR en beneficio propio dentro del proceso de entrenamiento para provocar los efectos deseados en nuestros jugadores • A medida que nos alejamos del juego en nuestras propuestas de entrenamiento, reducimos la posible transferencia de aprendizajes y adaptaciones a conseguir. • Cada equipo debe diseñar sus propios JR con los que optimizar los comportamientos colectivos que mejor le permitan desarrollar su modelo de juego. • Debemos intentar que la resolución de las tareas planteadas en el proceso de entrenamiento no provoque que surjan conductas alejadas de lo que se desea que ocurra en competición. • Además del principio de especificidad, debemos intentar atender al principio de sobrecarga y, por tanto cuando sea aconsejable, intensificar alguna de las facetas de la dimensión condicional del futbolista. El arte de en fútbol __ ......,_..._.._.,.._-.,._..,.,.,,.,.,.,--.·".,,.."-·-·-~•M··• ,,.~~· ,v-----~~~cc,~~~~--~~•-"'"",,_ __ • .futboldelibro.com • La alternancia de formatos enriquecerá el bagaje de demandas en todas las dimensiones necesarias, priorizando, cómo no, las que inciden en el modelo de juego que los jugadores deben desplegar para funcionar como equipo. • Creemos que no es suficiente una alternancia horizontal de las cargas, estas, además, deben progresar en el tiempo o a lo largo de la temporada (o temporadas). • En realidad lo que se pretende comparar es en qué medida se reproducen en el entrenamiento las exigencias de carga e intensidad de las variables o indicadores estudiados. • El camino se hace al andar. No hay más que poner en práctica la propuesta de periodización para ver hasta dónde nos lleva y valorar si el camino mereció la pena. .APÍTULO 5: EJEMPLO PRÁCTICO DE TERVENCIÓN CON JUEGOS REDUCIDOS Iulen :~:2~1~~:L-~no y David Cas: ... 3Y;'.c: .a:;¡., ..-,.,o,.·,~---.--.~ - .... - ............ ...,~-·...-~ .. >-~-·--·=~--.,,,,,.,.,.,..~--=-~-~--""'"""'--""'"""....,._~ .... - .... -.--=~- ....... -~-~~ www.fuboldelibro.com • • Una de las decisiones que debe tomar el cuerpo técnico tiene que ver con la prescripción de las tareas, ¿cuánta 'dosis' de cada tarea?, y ¿podemos progresar? • Los JR deben ser también diseñados para provocar una alternancia vertical, en la sucesión de semanas. • La flexibilidad en la configuración de los JR es clave para perfilar la alternancia horizontal dentro de la semana. • Necesidad de valorar las demandas impuestas a cada jugador durante el entrenamiento tomando como referencia "su"perfil de partido. • La variabilidad es inevitable, ¡saquémosle provecho en la medida que se pueda! • Tareas de fútbol de principio a fin, y en pretemporada también, eso sí, respetando la progresión y afinando las demandas. • Un equipo puede dedicar más de 40 horas al calentamiento a lo largo de una temporada. ¿Podríamos aprovechar ese tiempo? • La duración de la tarea puede establecerse sin límite ( decide el entrenador), con puntuación límite, con duración límite o según el 'rendimiento del equipo'. • La prescripción del tiempo de trabajo y recuperación influye en las respuestas del jugador, por lo que debe considerarse para alinearlo con el propósito de la tarea. i:l arte de www.futboldelibro.com • • El cuerpo técnico debe diseñar las situaciones de entrenamiento ad hoc: para el aquí y el ahora, adaptado a su equipo y el momento, debido a que en los libros y/ o artículos científicos vienen descontextualizados • El orden importa. Primero hay que determinar el objetivo de juego y posteriormente se diseña la tarea atendiendo en la medida de lo posible a los requerimientos condicionales • Por tanto, no consideramos acertados los procesos de entrenamiento elaborados sin tener en cuenta el estado (y particularidades) de los protagonistas. Esnecesario recabar información para determinar de forma precisa cual es el punto de partida CAPÍTULO 6: REFLEXIONES FINALES El arte de planificar en fútbol • www.futboldelibro.com La secuenciación propuesta parte, primeramente, por describir las variables o indicadores que podrían utilizarse para cuantificar la demanda energética y neuromuscular de tareas y entrenamientos. En segundo lugar abordaremos cómo se puede intervenir a partir del uso de JR, es decir, conocer las piezas o tareas con las que confeccionar sesiones de entrenamiento basadas en el juego. Finalmente, acabaremos exponiendo un modelo de planificación, es decir, detallando cómo hacer encajar las piezas y completar el puzle en la sesión, el microciclo y en la sucesión de estos últimos. Tal y como quedará reflejado en el libro la Por otro lado, hemos creído oportuno seguir un camino inverso al lógico cuando se llevan a cabo las diferentes fases del proceso de entrenamiento y que habitualmente siguen este orden: planificación, intervención y evaluación. Sin embargo, en lugar de echar a andar desde la planificación (capítulo 4), pasando por la intervención (capítulo 3), hasta llegar a la evaluación (capítulo 2) y volver a empezar, para una mejor comprensión vamos a seguir el camino inverso. En cualquier caso dejamos al lector autonomía para iniciar, continuar y seguir el libro en el orden que considere y que dependerá probablemente de la formación previa que sobre esta temática tenga. En primer lugar, por agilizar la lectura del libro vamos a utilizar el término juego reducido, en adelante JR, para hacer referencia a todas aquellas tareas de entrenamiento que respetan la estructura de duelo colectivo (Parlebas, 2001), es decir, situaciones de colaboración-oposición y de inter-motricidad simultánea. Además los JR son desarrollados en un espacio común y con participación simultánea sobre el balón (Parlebas, 2001). En la literatura pueden encontrarse muchas denominaciones al respecto asignadas a este tipo de contenidos, tales como: tareas jugadas, juegos, juegos con tema, tareas globales, juegos cortos, medios y largos. Incluso, en el entorno anglosajón los podemos encontrar denominados como: small-sided game, medium-sided game, intermediate-sided game, large-sidedgame, conditionedgame, constrainedgame or task constraints, entre otros. En el texto utilizaremos los JR para referirnos a todo el conjunto de denominaciones y formatos enumerados previamente. ANTES DE EMPEZAR Julen Castellano y David Casarnichana p www.futboldelibro.com Finalmente decir que el texto esta 'regado' con multitud de citas haciendo referencia a la misma cantidad de estudios que han sido consultados por los autores de este libro y que nos han permitido completar estos capítulos. Animamos a los lectores que si encuentran alguna idea, sugerencia, falta de explicación o cualquier otra deficiencia en los capítulos que siguen a partir de aquí no duden en hacerse con la referencia original para contrastarla e interpretar los resultados de dichos trabajos, elaborando una composición de lugar propia. Al final del libro se recogen todas las referencias citadas en el texto. temporalidad de estos tres procesos que se presentan de manera lineal responden en realidad a dinámica sincrónica -aflorando la necesidad real de afrontarlo al mismo tiempo-, inter-conexa, circular y repetitiva. ------ .. ··--····· El artr· d!:~ planificar en fútbol • www futboldelibro com La carga de entrenamiento alude al estrés o estímulo al que se somete al deportista y ha sido calculada históricamente como el producto del volumen por la intensidad del ejercicio (Flanagan y Merrick, 2002). Para cuantificar el entrenamiento en fútbol la unidad de volumen más habitualmente utilizada es el tiempo (minuto). Sin embargo, determinar la intensidad, especialmente cuando se utilizan en el entrenamiento situaciones abiertas, como pueden ser los juegos reducidos (JR), resulta más complicado (Flanagan y Merrick, 2002). Expondremos algunas alternativas en el texto. El proceso de entrenamiento deportivo debe atender a aspectos como; la frescura (o wellness), el estado de forma (o training status), la carga de entrenamiento (o training load) y el rendimiento (o performance). En el proceso de entrenar la frescura del deportista es sometida a cargas de trabajo que le provocan 'cierta' fatiga con el objetivo de generar adaptaciones en el organismo, mejorando (con el tiempo) su estado de forma y en consecuencia, su rendimiento. El entrenamiento debe entenderse como un proceso planificado, donde un deportista es intervenido y posteriormente se valora el resultado obtenido como la diferencia del estado previo y el actual. El objetivo principal del cuerpo técnico en un club de fútbol en el ámbito del rendimiento, independientemente de su nivel competitivo, es maximizar el rendimiento colectivo presente y/o futuro. Maximizar el rendimiento colectivo de un equipo de fútbol, supone OPTIMIZAR todos los elementos que componen el sistema y los subsistemas que incluyen, sin obviar sus interacciones. Veinticinco cuerpos diferentes (con pasados particulares e inmodificables, con presentes propios e irrepetibles y con futuros desconocidos y, en cierto modo, impredecibles) abocados a compartir un mismo proyecto: competir al mejor nivel posible. Y para esto hay que entrenar. 1. INTRODUCCIÓN Julen Castellano y David casc1michana ~~~~~~~~~ Introducción • ww4 futboldelibro.com Planteamientos holísticos, no restrictivos, es decir, del ámbito de la no linealidad (Busso, 2003) deben ser un referente también en la planificación. Pero no hay que confundir adaptabilidad con improvisación en lo que a planificar se refiere. Es decir, rigurosos en el trabajo pero flexibles al mismo tiempo (sensibles a la aparición de Planificar es marcar un objetivo alcanzable, organizar los recursos necesarios para lograrlo, previendo lo que pueda ocurrir. Para tal fin se necesita establecer un plan de acción con el que prever de manera sistemática y racional los acontecimientos futuros, teniendo en cuenta el contexto del lugar y el momento, las demandas de la competición y, por supuesto, el perfil de los jugadores con los que se cuenta. La gestión de los diferentes elementos y sus interacciones está implícita en el proceso de entrenamiento en fútbol. Ingredientes que hay que manejar en la elaboración de una planificación única, para el aquí y ahora. ¿Qué entendemos por planificar, intervenir y evaluar como fases del proceso de entrenamiento? Figura 1.1. Modelo del proceso de entrenamiento. Julen Castellano y David Casam,chana Introducción f ,1Hw.futlxldel1t.1n com • El proceso de entrenamiento está regulado por un conjunto de leyes biológicas y pedagógicas interrelacionadas entre sí, conocidas como los principios del entrenamiento deportivo (García-Manso et al., 1996), que se aplican a todos los ámbitos y tareas que se desarrollan en el entrenamiento definiendo el contenido, los métodos y la organización, y que orientan y optimizan la capacidad de acción de los deportistas y entrenadores (Cometti, 1999; Godik y Popov, 1993; Weineck, 1994a y b). En la línea del modelo circular de cinco elementos (acción, análisis, retroalimentación, plan e implementación) que proponen Morgans et al. (2014), de manera simplificada, podemos establecer los tres pilares básicos que sustentan el proceso de entrenamiento: planificar, intervenir y evaluar (Figura 1.1). Ellos conforman los elementos del modelo que permite representar la dinámica de relaciones que se dan en el proceso de entrenamiento, en una secuenciación sin fin. Solo después, tras un periodo de recuperacion adecuado (Bompa y Haff, 2009), donde se incluyen las diferentes fases: la aguda (1-2 h posterior al ejercicio), la de restauración (24-48 h después) y la de super. compensación de los sistemas fisiológicos (a las 36-72 h), el deportista. podrá adaptarse,en principio, a mayores niveles de rendimiento que los iniciales (Coutts, 2001). El deportista deberá ser estimulado nuevamente con cierta asiduidad (repitiendo los estímulos cada 3- 7 días, cuarta fase) para que se optimice el rendimiento de manera estable, atendiendo a que este stress provocado sea específico al deporte en cuestión (García- Manso et al., 1996). d l f Gracias sin embargo a la aparición de tecnología para monitorizar la carga de entrenamiento y/o competición (Borresen y Lambert, 2009), cada vez resulta más sencillo medir la actividad observable de los jugadores (carga externa). Desde hace algunos años se van aplicando los dispositivos GPS en el ámbito deportivo, aportando numerosa información al respecto (Cummins et al., 2013). Con estos dispositivos por ejemplo, se puede registrar la carga de las sesiones (Mara et al., 2015) y acumulando información respecto a variables como la distancia total, la que se recorre a más de 12 km ·h·1, a más de 19 km ·h-1 y aceleración/ desaceleración, complementándolo con valores dados en la respuesta dada en cuestionarios de bienestar o wellness. Actualmente existe información limitada sobre la carga de en el fútbol de rendimiento (Algroy et al., 2011; Scott et 2013b), no siendo los datos habitualmente públicos (Drust, y Green, 2013), como es de suponer. Si además se puede contrastar el estímulo recibido por los jugadores los resultados obtenidos en pruebas físicas de velocidad, resistencia estamos en condiciones de hacer una valoración más sobre cómo ha evolucionado el rendimiento físico de los jugadores largo de la temporada. En este sentido tratamos de establecer una relación entre el estímulo (lo que hemos realizado) y el efecto adaptaciones, positivas o negativas, conseguidas). Se trata de ir conocimiento para ir siendo cada vez más efectivos en la los jugadores, que ponen luz a un planteamiento bloqueado del Esto, sobretodo, hay que potenciarlo y aprovecharlo. Los jugadores dueños del juego, el entrenador no puede jugar por ellos. el tercer vértice del triángulo esta evaluar, el constante feedback. del entrenamiento requiere, sobre todo, conocer lo que ha realizado (Borresen y Lambert, 2009), proporcionando necesaria y contextualizada (Coutts et al., 2009), en qué medida se van cumpliendo los objetivos marcados para y su relación con la condición física. d l f La premisa que guía el proceso de intervención en el fútbol deben ser primar la calidad sobre la cantidad. En el fútbol, como en la vida, más no siempre es mejor y a veces puede resultar más efectivo no seguir un camino lineal en el proceso de entrenamiento. Calidad en el sentido de situar en la medida de lo posible al jugador en un contexto similar a donde luego debe intervenir, donde información y acción simultaneen el lugar y el momento en el que el sujeto debe dar respuesta a los problemas motrices del juego. Pero intervenir no es solo marcar una tarea y dejar hacer a los protagonistas. El cuerpo técnico tiene un rol clave en el quehacer diario, para tomar decisiones que propongan y/o reorienten efectos no deseados que emergen inesperadamente. Tareas que no dan de sí lo deseado por el entrenador (no atienden al modelo de juego que se plantea para el equipo), jugadores que no disponen de la competencia requerida para desarrollar con solvencia las demandas planteadas u otros muchos condicionantes externos (ajenos a la tarea, al entrenador o al jugador) como la climatología, resultados previos, dificultad de próximos enfrentamientos, que interfieren en la respuesta esperada en la práctica prescrita, obligan al cuerpo técnico a un estado de guardia permanente. Pero también puede ocurrir todo lo contrario. Comportamientos emergentes propuesto por los protagonistas de la Intervenir es actuar sobre los jugadores y equipo. Puede ser entendido desde dos perspectivas bien distintas, denominadas estilo y estrategia de intervención (Martínez de Santos, 2003). El primer tipo de intervención, la del estilo, es importante pero no será abordada en este libro, ya que su objeto de estudio versa sobre la forma en que el entrenador se relaciona con sus jugadores ahondando en las relaciones afectivas, emocionales, verbales, informacionales, etc. La segunda, la estratégica, tiene que ver con las tareas o contenidos que el cuerpo técnico plantea a sus jugadores y el tiempo que le dedica a la práctica efectiva. Esta, la segunda, es la que abordaremos en este libro, focalizando la atención en los efectos condicionales esperados por el formato de JR que pueda prescribirse en el entrenamiento. situaciones/comportamientos emergentes) para desarrollar el proceso de entrenamiento (García-Manso, 1999) que permita alcanzar la meta deseada: mejorar el rendimiento. d l f d l f Cuando los recursos humanos y tecnológicos no lo permiten, el simple registro de la duración de la práctica efectiva (tiempo en el que el jugador ha estado realizando algún tipo de actividad) parece Con relación a la medición de la repercusión que dicha actividad tiene en el organismo del deportista (carga interna) destacan los dispositivos que registran el ritmo cardiaco o pulsómetros, los analizadores de ácido láctico en sangre o en menor medida los analizadores de gases portátiles (Borresen y Lambert, 2009). Por su sencillez y bajo coste la utilización de la escala de Percepción Subjetiva del Esfuerzo (PSE) ha proliferado en el ámbito deportivo en los últimos años, en la cuantificación de tareas (Casamichana y Castellano, 2015) o sesiones completas de entrenamiento (Casamichana et al., 2012b). Mostraremos algunos ejemplos en el segundo de los capítulos. Nuevamente animamos al lector a que utilice este texto como libro consulta, no teniendo por qué seguir el ordenamiento que hemos El libro da pie para que uno pueda empezar a leer por donde le interese ya que en la propia dinámica del texto las tres fases del (planificación, intervención y evaluación) están ínter-conexas. big picture del proceso de entrenamiento en cíclico (Figura 1.1), lo que uno podría empezar por donde quisiera o ir saltando de un a otro cuando quiera revisar algún concepto en particular. Las tres del proceso, adornadas con ejemplos prácticos, serán desarrolladas los siguientes capítulos del libro. Esperemos que satisfaga vuestras sumamente eficiente como para poder establecer correlaciones, altas en algunos casos, con cambios o no cambios en la condición (Los Arcos, Martínez de Santos, Y anci, Mendiguchia, y Méndez- 2015), como para detectar estados de fatiga o posible sobre- y el consiguiente riesgo de lesión (Gabbett et al., 2011). este motivo, coincidimos con Los Arcos (2014) cuando menciona conocer una variable tan sencilla de medir como son los minutos de efectiva parece "innegociable" como establecer relaciones entre de entrenamiento y la condición física de los jugadores. En esta línea, tesis doctorales recientes (Akenhead, 2014 Malone, 2014), y otras que veremos en los próximos años, son · prácticos de lo que se entrena en la actualidad, reflejando alternativas particulares. Sin embargo, estudios de lo que hacen otros equipos no deben ser en ningún caso la guía a replicar. Cada equipo debe buscar su forma de hacer. El equipo es único y necesita su propia planificación e intervención. Conocer lo ajeno podría ayudar a situar nuestra intervención, a tener una referencia de lo que puede ser poco o mucho, pero en ningún caso repetir, aunque pudiera aproximarse, porque al fin y al cabo estamos entrenando y jugando al mismo FÚTBOL. Este tipo de estudios descriptivos dan la oportunidad de tener una referencia con la que comparar nuestra intervención y alertarnos sobre algunos aspectos que podrían ser de gran utilidad en el proceso de entrenamiento, como por ejemplo: a) si en la planificación semanal los contenidos que componen las sesiones en función del día de la semana son diferentes entre sí, porque pudiera no ocurrircuando se relativizan los valores a minuto de práctica (Malone, 2014) o b) si estamos estimulando de manera específica a los jugadores que ocupan diferentes demarcaciones, porque pudiera no ocurrir (Akenhead, 2014). Estas inquietudes darán lugar a otras cuestiones que pululan en torno al proceso de entrenamiento, como por ejemplo, cuánto JR prescribir, cómo secuenciar los JR, cómo comparar la carga de entrenamiento respecto a la referencia de la competición, y un largo etc. Algunas de ellas abordadas en el presente libro. La carga externa corresponde al estímulo realizado por el futbolista, lo observable del comportamiento, la demanda física, mientras que la interna representa la respuesta fisiológica (alteración homeostática) que dicho estímulo genera en el individuo y que tendrá probablemente efectos anatómicos, fisiológicos, biomecánicos, funcionales y psico- sociales en los deportistas (Figura 2.1). La carga externa es el factor principal que determina la carga interna (Impellizzeri et al., 2005), aunque otros factores como la condición genética o nivel del deportista ww1e1. futboldel i br o . corn • Cuando prescribimos JR al jugador la demanda solicitada es interpretada por el organismo como un estrés fisiológico (Borresen y Lambert, 2008), un conjunto de estímulos que forman la carga de entrenamiento (González-Badillo y Ribas-Serna, 2002). Así, para que un organismo incremente su rendimiento necesita una exposición sistemática a nuevos estímulos (cargas de entrenamiento) que provoquen adaptaciones específicas de los diferentes sistemas fisiológicos (Borresen y Lambert, 2008; González-Badillo y Ribas-Serna, 2002). Surge aquí la necesidad de empezar por diferenciar la carga externa de la interna (Impellizzeri et al., 2005). En esta sección hablaremos de lo que es la carga externa e interna, sobre la necesidad de cuantificar dicha carga y de los diferentes métodos para hacerlo. Se debe, además, integrar el estado del jugador o training status, ya que no queda justificada una cuantificación de la carga si no es para tomar decisiones y así reorientar las dinámicas de entrenamiento. De aquí surge la necesidad de que este proceso sea sostenible y no se quede únicamente en la fase descriptiva de lo que los jugadores van realizando. Con la información que se recoge ¿podemos tomar decisiones sobre lo que se tendrá que hacer la próxima sesión o semana? 2.1. INTRODUCCIÓN 2. EVALUACIÓN FÍSICOFISIOLÓGICA DE LOS JUEGOS REDUCIDOS: ¿QUÉ DEMANDAN? Julen Castellano y David Casamichana Evaluación fisico-faio!ogica de los Juegos (educidos > • 6 wv11,1 f'ut bo l de l tbr o c com Pero esto va más allá de la inherente variabilidad inter-individual. Un mismo jugador no es el mismo jugador en dos momentos diferentes. La variabilidad intra-individual (menos acusada que la 'inter'), o dicho de otra manera, la inevitable evolución de las personas sitúa al cuerpo técnico en la necesidad de reinterpretar o adaptar el proceso de entrenamiento 'a medida', para cada jugador y en cada periodo considerado. Figura 2.2. Porcentaje del tiempo en diferentes rangos de intensidad (%FC ) de 17 jugadores en max una misma sesión de entrenamiento de un equipo profesional de la Liga Adelante (datos sin publicar). • %T <60Fcmax • %T60-70Fcmax %T70-80Fcmax • %T80-90Fcmax • %T>90Fcmax 9,5 7,9 12 100 90 80 70 60 25,6 50 40 30 20 10 o O por defecto) y, aunque las implicaciones puedan ser triviales para un solo impacto (tarea, sesión de entrenamiento o incluso microciclo), reproducidas sistemáticamente podrían provocar sobre-entrenamiento O falta de estímulo, alejándonos del estado óptimo de rendimiento e incrementando las probabilidades de lesión en ambos casos. Esto es un hándicap respecto a las adaptaciones esperadas por el entrenamiento (Coutts et al., 2007) cuando se trata de diseñar una intervención en un deporte colectivo. Bajo esta perspectiva resulta evidente pensar que el proceso de entrenamiento se complica, ya que no deberíamos entrenar a todos los jugadores de un equipo de la misma manera. Esto resulta cada vez menos viable a medida que nos alejamos del ámbito del alto rendimiento. Tal y como representa la Figura 2.2, la variabilidad del entreno es una realidad del día a día, que no debe asustarnos. Julen Caste1lanv y o~v1d Casam cr=na tvaluación físi::_ - > www.futboldelibro.com • La misma carga externa sometida a dos cuerpos diferentes puede provocar carga internas diferentes y, por tanto, adaptaciones individuales (Castagna et al., 2011; Impellizzeri et al., 2004; Manzi et al., 2013). Parece lógico pensarlo en dos sujetos diferentes (en talla, peso, edad ... ), pero incluso jugadores con similares capacidades condicionales (Abt y Lovell, 2009) asimilan de diferente manera una misma carga externa, pudiendo no ser la óptima requerida para cada uno (por exceso Figura 2.1. El proceso de entrenamiento (tomado de lmpellizzeri et al., 2005). ( 1 l PROCESO DE ENTRENAMIENTO J Características - CARGA EXTERNA .... individuales "- Calidad y cantidad ) 1 Organización l CARGA INTERNA +-- ..__ Valoración fisiológica Resultado del i+- entrenamiento pueden influir (Bouchard y Rankinen, 2001). Esto es precisamente lo que más quebraderos de cabeza provoca a los 'preparadores' ya que las correlaciones propuestas por el modelo respecto a la relación estímulo- respuesta adquieren tantos matices como jugadores se tiene (y momentos se planteen). De ahí las acertadas críticas a los modelos 'únicos' de rendimiento (Impellizzeri et al., 2005), que aunque pueden respetar un andamiaje similar se vuelven particulares cuando se entrena a personas y equipos. E1 a te t. ol 'I ncar e , r- tbol • www futboldelibro.com Existe una gran variedad de métodos para evaluar la carga interna (Bangsbo, 1994) soportada por los jugadores en los entrenamientos (Dellal et al., 2012a); desde indicadores basados en lactato, los que utilizan la medición del V02 (consumos de oxígeno) a partir de analizadores de gases portátiles, la monitorización de la frecuencia cardiaca, hasta cuestionarios sobre la percepción subjetiva del esfuerzo (PSE). Técnicas que han sido recogidas y comparadas en la literatura (Borrensen y Lambert, 2008), y por extensión también utilizadas en deportes colectivos. La inclusión de nuevas técnicas de medición relacionadas con las hormonas o variables hematológicas, temperatura corporal o residuos producidos por el organismo estarían dentro de este apartado. Hagamos un rápido repaso . 2.2. EVALUAR LA DEMANDA INTERNA Desafortunadamente, no existe un parámetro universal que pueda ser utilizado para medir el amplio rango de respuestas internas provocadas por los estímulos de entrenamiento (Petibois et al., 2003). Por esta razón debemos buscar de entre las opciones que tengamos a mano las de mayor validez para conocer las demandas de la actividad deportiva en cuestión. Seleccionar la red de variables (Halson, 2014), complementarias ellas, para cuantificar las cargas externa e interna obtenidas de manera objetiva y subjetiva, es la mejor alternativa sin duda, pero la más costosa también. Hay que ser prácticos y que este arduo proceso de registro sea sostenible, es decir, hay que atender a los recursos, temporales, materiales, humanos y tecnológicos disponibles. Es preferible registrar menos variables y/o indicadores y estudiarlos en mayor profundidad. Tener un despliegue elevado (por ejemplo, 30 variables por 25 jugadores por 300 sesiones son 225.000 datos), que solo permita describir lo realizado no resulta efectivo. Si no se aplica la información recogida en estrategias de intervención aplicables a la próxima sesión, microciclo o periodo considerado para corregir deficiencias o reorientar contenidos, resultará un esfuerzo baldío. Se trata de ir un poco más allá de la simple descripción, es decir, registrar para evaluar y posteriormente intervenir. fvaluadón fisico-fis1!Jgl 2 -'= los i' ,ego-3 ,·e·· ucid'"'s _ _ __L_ilen Castellano y David Casamichana www.futboldelibro.com • Cuantificar sí, las siguientes cuestiones que se plantean son qué y cómo. Debido al calado de entrenamientos más tradicionales (atléticos, analíticos o basados en carreras de distancias y tiempo conocidas) se comenzaron a utilizar diversos métodos para cuantificar la carga interna como por ejemplo: cuestionarios, diarios, observación directa o mediciones fisiológicas como la frecuencia cardiaca (FC), la concentración de lactato (LA) o el consumo de oxígeno (V02), entre otros (Borresen y Lambert, 2008). Sin embargo, el protagonismo en los últimos años de los métodos basados en JR (Ford et al., 2010) ha provocado la necesidad de objetivar el desconocimiento acerca de la carga externa de los jugadores durante dichas tareas (Flanagan y Merrik, 2002), surgiendo la necesidad de monitorizarla y cuantificarla (Bekraoui et al., 2010). La incorporación de la tecnología ha dado lugar a la implementación de diferentes técnicas y herramientas para la monitorización de la competición (Buchheit et al., 2014; Castellano y Casamichana, 2014a; Carling et al., 2008) y por extensión transferidas a la monitorización de tareas de entrenamiento (Casamichana et al., 2012b). Técnicas como la fotogrametría tridimensional (Mallo y Navarro, 2008), análisis de video (Gabbett y Mulvey, 2008), seguimiento individual con cámara (Jones y Drust, 2007) y, por supuesto, más recientemente a través de dispositivos de seguimiento global o GPS (Castellano y Casamichana, 2014b) y local o LPM (Buchheit et al., 2014) han abierto la posibilidad de conocer con mayor fiabilidad, precisión y validez aquellas variables externas que demandan a los jugadores cuando resuelven los JR donde se sitúan. Veamos todas estas opciones. Otra idea que propone el modelo es que la calidad y cantidad de la carga externa tiene particulares efectos si los mismos contenidos se ordenan de diferente manera. No es lo mismo comenzar la parte principal del entrenamiento con un juego grande (10:10 por ejemplo) durante 3. repeticiones de 13 min para acabar con 12 repeticiones de 1 min jugando un 2:2, o hacerlo al revés. Aunque la prescripción del entrenamiento sea la misma, tanto la carga externa como la interna desplegada por los jugadores diferirá. Una razón más por la que se argumenta que el proceso de entrenamiento está entre la Ciencia y el Arte. El arte de plaruficar en futbol • www.futboldelibro.com En algunos casos se escogen zonas de transición 'claves' como pueden ser los umbrales aeróbico y anaeróbico (Eniseler, 2005), los cuales son vinculados con indicadores fisiológicos compatibles con la práctica sobre el terreno de juego, como la FC o la concentración de lactato (Fernández- Castanys et al., 2002). Con respecto a esta cuestión, Eniseler (2005) relacionó la concentración de lactato (LA) con la carga de trabajo, al tiempo que con la FC para evaluar los requerimientos energéticos durante partidos y entrenamientos, como indicadores de la carga fisiológica de jugadores de fútbol durante diferentes tipos de entrenamiento: partido amistoso (PA), juego modificado, entrenamiento táctico y entrenamiento técnico. Para ello, determinó los umbrales de LA (a 2 y 4 mM) durante un test de campo incremental. Después, la FC fue estimada en los valores de 2 y 4 mM. Los resultados muestran que el porcentaje de tiempo en el que los jugadores obtenían FC por encima de 4 mM en P A y juegos modificados fue de 49,6 ±27,1 % y 23,9 ±24,5 %, respectivamente. Sin embargo, el entrenamiento técnico y táctico requirió la mayor parte del tiempo por debajo del umbral de 4 mM. Según el autor, utilizando los umbrales de LA, los técnicos deportivos pueden estructurar las zonas de FC, lo que a su vez puede ayudar a determinar la intensidad del ejercicio de forma individualizada para los jugadores, así como estimar la intensidad durante el entrenamiento. En la misma línea la FCmedia viene a ser una variable que representa cuál ha sido el valor medio que el jugador ha mantenido a lo largo de na actividad. Nuevamente, cuando se pretende poder aprovechar u ., d los valores para comparar entre jugadores y/o tareas, la opcion e relativizarlo al máximo individual parece lo recomendado (%FCmediJ En este caso también será necesario conocer si la decisión tomada incluye en la fórmula la FC de reposo o no, aunque en principio parece que lo recomendado es incluirla (Dellal et al., 2012a). Como complemento a %FC . y %FC a· y con el objetivo de graduar pico me ia diferentes niveles de exigencia del entrenamiento, algunos autores han sugerido el establecimiento de rangos o zonas de intensidad cardiaca, proponiendo para ello diferentes criterios. Julen Castellano y David Casamichana .. valuación físico-fisiológica de los juegos reducidos www futboldelibro.com • %FC = (FC . -FC )/(FC , . -FC )*100 reserva media reposo maxima reposo Existen dos formas de calcular los valores relativos de la FC , o max bien a partir del valor absoluto de FC, con una simple regla de tres, o bien considerando la FC de reserva (Karvonen, Kentala y Mustala, 1957, tomado de Dellal et al., 2012a) con la siguiente fórmula, donde además de los valores más altos del jugador se tiene en cuenta los de reposo y, por consiguiente, el rango de pulsaciones disponibles para cada jugador: La FC . es una variable que representa cuál ha sido el valor más pico alto que el jugador ha alcanzado a lo largo de una actividad. El valor absoluto solo es aprovechable para comparar al mismo jugador en una sucesión de tareas pero pierde su representatividad cuando lo que queremos es comparar entre jugadores. El valor relativo, es decir, el porcentaje respecto al máximo del jugador (%FCma), convertiría dicha información en operativa para comparar varios jugadores y/o tareas, aunque deja partes 'oscuras'. 2.2.1.1. VARIABLES E INDICADORES A PARTIR DE LA FC Algunos autores han determinado que la monitorización de la FC es. un indicador adecuado de la intensidad del ejercicio debido a la estrecha relación que mantiene con el V02 (Impellizzeri et al., 2004). Igualmente, este parámetro ha sido comúnmente utilizado como medida de intensidad en deportes de equipo (Coutts et al., 2009; Espósito et al., 2004; Gamble, 2004), debido en parte a los precisos sistemas telemétricos de recogida de datos que permiten obtener la FC de todos los componentes del equipo simultáneamente (incluso en tiempo real), para posteriormente o durante la monitorización del evento deportivo transferir los datos al ordenador y llevar a cabo su tratamiento a través de un software específico (Ali y Farrally, 1991). Para ampliar conocimiento sobre el interés, límites y aplicaciones de la monitorización de la FC se recomienda la lectura de Dellal et al. (2012a). 2.2.1. LA FRECUENCIA CARDIACA (FC) El arte de planificar en fútbol en en El fútbol, como deporte de equipo, presenta la particularidad de que los jugadores para resolver la situación motriz combinan, sin orden preestablecido, carreras a diferentes intensidades, duraciones, distancias, intercaladas con acciones de carácter no lineal tales como saltar, cargar, driblar o lanzarse al suelo (Espósito et al., 2004). Esta estructura, acíclica, no lineal, intermitente del juego, unido a situaciones de estrés térmico o emocional que pueden ocurrir durante la competición, podrían alterar la relación lineal entre FC-V02 (Dellal et al., 2012a). Además la FC podría no ser fiel reflejo de las demandas de las actividades realizadas a altas velocidades (Anderson et al., 2010) o en acciones de aceleración-desaceleración de muy escasa duración (2-3 segundos). Es por ello que la FC tomada de manera aislada como único indicador de carga podría estar ocultando otras demandas que son de interés en este www futboldel i or o . com • 2.2.1.2. LIMITACIONES DE LA FC Para conocer más sobre las variantes que se proponenpara la estimación de los impulsos de entrenamiento de manera individualizada se puede consultar Manzi et al. (2013). Para más información se puede consultar http://www.trainingimpulse.com/. Finalmente comentar que la FC también ha comenzado a utilizarse como medidor objetivo del estado de fatiga del deportista (Buchheit, 2014), también en equipos profesionales (Thorpe et al., 2015), donde la medición de la variabilidad de la FC monitorizada en situación de reposo podría dar información sobre la actividad parasimpática cardiaca. Sin embargo, las mediciones de la frecuencia cardíaca no pueden informar sobre todos los aspectos del estado de salud, fatiga o rendimiento, por lo que parece oportuno combinarlo con los anteriormente citados cuestionarios e incluso pruebas de rendimiento, eficaces y no invasivas, como el salto con contra-movimiento (Gathercole et al., 2015; Thorpe et al., 2015) para medir fatiga neuromuscular. (min (min Stagno's TRIMP= (min en 93-100%FC *5,16) + max 86-92%FC *3,61) + (min en 79-85%FC *2,54) + max max 72-78%FC *1,71) +(minen 65-71%FC *1,25). max m ax - Juien Casteliano y Dav,d Casarrichana Evaluación fís1co-;"¡s1olog1ca de los Juegos eduocos > www.futboldelibro.com • Edwards= (minen 90-100%FC * 5) + (minen 80-90%FC * 4) + (minen max max 70-80%FC * 3) +(minen 60-70%FC *2) +(minen 50-60%FC *1). max max max Lucias's TRIMP= (minen FC/1)+ (minen FC/2)+ (minen FC/3), (FCl se refiere a la frecuencia por debajo del umbral aeróbico, FC2 entre el umbral aeróbio y anaeróbico y FC3 por encima del umbral anaeróbico). B · t ' TRIMP= T *FC *O 64*e1-92*FCmedia (para calcular anis er s - efectivo(min) media ' ' la FC d. se utiliza la FC ). me ia reserva Otra alternativa muy práctica, que no pretende otra cosa que simplificar la cuant{ficación de la carga interna es la implementación de fórmulas matemáticas utilizando diferentes variables que son ponderadas, siendo el resultado indicadores globales obtenidos a partir de la FC como Banister's, Lucias's, Eduiards's y Stagno's TRIMP que ya han sido utilizados en diversos estudios para cuantificar tareas de entrenamiento en fútbol (Alexiou y Coutts, 2008; Campos-Vazquez et al., 2014; Coutts, et al., 2009; Impellizzeri et al., 2004). El procedimiento para calcular el valor de estos indicadores (Banister, 1991; Edwards, 1993; Lucia et al., 2003; Stagno et al., 2007) sigue un patrón similar, que consiste en multiplicar el tiempo efectivo de permanencia en algún rango de FC por un valor ponderado establecido: <50%FC 50-60%FC 60-70%FC , 70-80% FC , 80-90%FC max' max' max max max Y >90%FC (Casamichana et al., 2013b). Estos rangos, aunque max arbitrarios, atienden más o menos a los diferentes umbrales (aeróbico y anaeróbico) con los que describir cuál de los procesos de producción de energía se está solicitando en mayor o menor medida. <75%FC 75-84%FC 84-90%FC , and >90%FC (Castellano et max' max? max max al., 2013a). En otros casos se toman criterios arbitrarios, es decir, se establecen los rangos a partir de %FCmax (incluyendo la FC de reserva en los cálculos) para todos los jugadores por igual. Dos de las opciones de establecimiento de rangos son: ----- • www.futboldelibro.com Con el método PSE o RPE, la carga del entrenamiento puede ser calculada fácilmente, multiplicando el volumen de la sesión (en minutos) por la declaración del esfuerzo percibido utilizando alguna de A diferencia del resto de los indicadores de carga interna, la percepción subjetiva del esfuerzo (PSE) o respuesta a la percepción del esfuerzo (RPE), es (como indica su denominación) un indicador subjetivo que permite monitorizar la carga declarada por los jugadores sobre lo percibido en las tareas de entrenamiento, sesiones completas o partidos de competición, que está suscitando un alto interés (Casamichana y Castellano, 2013). A partir de una escala, se le pregunta al jugador, en el intervalo de los 30 min inmediatos al final del entreno (Los Arcos, 2014; Singh et al., 2007; Uchida et al., 2014) por cómo de intensa ha sido la actividad, aportando una valoración numérica asociada a un descriptor habitualmente. La multitud de escalas de PSE (Scott et al., 2013a), que se han ido sucediendo a lo largo de más de medio siglo desde que se propusieran, se basan en la idea de que los deportistas pueden expresar el esfuerzo percibido con un número (Los Arcos, 2014). Esto proporciona una alternativa válida a los costosos y tradicionales métodos utilizados para la monitorización del ejercicio, siempre y cuando se administre de manera adecuada (Borg, 1998). 2.2.3. LA PERCEPCIÓN SUBJETIVA DEL ESFUERZO (PSE) (St0len et al., 2005). Se ha constatado que, cuando se ha analizado la reproducibilidad de diferentes formatos de JR (2:2 y 4:4) y diferente régimen de entrenamiento (continuo e intermitente), la repetibilidad de este parámetro intra e ínter sesión es pobre, probablemente debido a que sus valores son altamente dependientes de la intensidad del ejercicio previo a la extracción de la muestra (Hill-Haas et al., 2008). Además, cabe destacarse que esta variable está bastante influenciada por la cantidad de carbohidratos disponibles en los depósitos del sujeto, y que alteraciones en sus reservas, ya sea por su degradación previa o por alteraciones en la dieta, podría provocar valores engañosos. Julen Castellano y David Casamichana Evaluación físico-fis1ológica de los juegos reducidos > www.futboldelibro.com • Primeramente cabe señalar, que este método invasivo genera molestias en los jugadores, puede distorsionar el entrenamiento, lo que dificulta su sostenibilidad en la práctica diaria. Además, acerca del conocimiento de los valores de LA, no podemos afirmar que proporcione una información exacta e inmediata sobre el impacto de la carga de trabajo (Fernández-Castanys et al., 2002), debido a las cinéticas de aclarado (McLellan, 1985) que dificultan su aplicabilidad (Fernández- Castanys et al., 2002). Es por tanto, limitada su utilización como indicador de la carga interna de entrenamiento durante los JR (lmpellizzeri et al., 2005) ya que podría no ser representativo de las intensidades del ejercicio realizado (Hill-Haas et al., 2011), o durante partidos de fútbol (Krustrup et al., 2006), ya que los valores obtenidos están estrechamente ligados a la actividad realizada en los 5 min previos a la extracción 2.2.2.1. LIMITACIONES DEL LA El LA sanguíneo puede ser también utilizado como indicador de la intensidad del ejercicio (Bosco, 1991). Medido a través de analizadores portátiles ha hecho posible la evaluación de este parámetro en campo (Swart y Jennings, 2004). En fútbol, la concentración de LA en sangre como producto final de la glucólisis anaeróbica (Hill-Haas et al., 2011), ha sido utilizada como indicador de la intensidad del ejercicio durante partidos de competición o amistosos (Bangsbo et al., 1991; Brewer y Davis, 1994; Capranica et al., 2001; Ekblom, 1986), sugiriéndose que es un valor que representa globalmente la acumulación de LA en sangre venosa producido durante ejercicios específicos de fútbol (Krustrup et al., 2006), aunque con limitaciones. 2.2.2. LA CONCENTRACIÓN DE LACTATO (LA) tipo de actividades. Más adelante, en la Tabla 2.1, se podrá apreciar las bajas correlaciones que se dan entre la variable de frecuencia cardiaca (%HR ) y las asociadas a la intensidad (frecuencias y distancias mean recorridas a >18.0 km .h'). El arte de planificar en fútbol f noldelibro.com Dentro de este apartado de valoraciones subjetivas, otra opción que eractúa con el rendimiento, con el objeto de valorar la fatiga/frescura 1 jugador, es la de preguntar al deportista por su estado antes de menzar el entrenamiento. La pretensión de estos cuestionarios pasados los jugadores es la de disponer de información respecto a la calidad del §tieño, estrés, dolor muscular y fatiga, entre otros. El índice de Hooper (Qhamari et al., 2012), escalas dela calidad en la recuperación (Kentta y(Hassmén, 1998) o el cuestionario POMS (Morgan, 1980) pueden ser :ilgunos ejemplos. Muy brevemente: a) el índice Hooper mide el estado físico/mental del jugador antes de cada sesión de entrenamiento, permitiendo no sólo una mejor detección de las señales individuales de pre-fatiga cuando se interpreta junto con las cargas de entrenamiento de los jugadores, sino que además permite la adaptación de las cargas de entrenamiento programadas en función de la situación de los jugadores (con mejores o peores valores). b) La escala de recuperación denominada TQR (Total Quality Recovery), permite registrar el estado del deportista de forma inmediata y complementaria con la intensidad del trabajo realizado utilizando una escala similar a PSE (Kentta y Hassmén, 1998); y, e) La medición del estado de ánimo a través de la puntuación global del cuestionario POMS así como de la puntuación directa de cada sub-escala ("vigor", "fatiga", "agresividad", "tensión", "depresión" y "confusión") se ha utilizado en la evaluación del estado de ánimo (Andrade et al., 2008). ríguez-Marroyo, et al., 2014). Hay que ser conscientes de que en undo del fútbol, en ocasiones, se entrena sin estar en plenitud de diciones físicas (reservándose en procesos de recuperación, pequeñas estias, jugadores parcialmente liberados ... ), y/o emocionales (no se nta con el jugador, problemas familiares, económicos, de relación con compañeros, u ocasionados por la información ofrecida por la prensa, r ejemplo). Además, a pesar de estar en el ámbito profesional, a veces, xisten intereses individuales y colectivos, que no siempre coinciden. fec:; __ ·:;do::: J:ulen c::.:::Stf;:ilano v i)¿~vid Cas:;;;i"cdc k-±: :,-: · ··.· •-~,~~;.-·.· ·,ycc,~'"'''""·,· • ••-""·'-"ªú"•" ¿·~,~.,.,~w,,.c ,~~,.-.-~• ·--·••»e•'-"-'~~ -·~= ·x -.~·~.. "'-'-'-'-'"' .,,._ .• ,,_.,,._,,._....._._e %•,e<_., .. Quizás pudiera ser interesante añadir una nueva variable a lo que la tarea, la sesión o el partido han demandado al jugador, conocer su implicación. Para ello podría valer con responder a la pregunta de ¿cómo clasificaría la entrega realizada en la sesión? Referido a su entrega, podría contextualizar lo declarado por el jugador (Rebelo et al., 2012). Otra alternativa es la de comparar lo declarado por los jugadores con la impresión del cuerpo técnico sobre la sesión, que no siempre coincide f deli0ro.com § Recientemente se está explorando la posibilidad de preguntar al jugador por diferentes 'matices' de la carga soportada, para conocer si la actividad incide más en el factor cardiovascular o en el neuromuscular (Los Arcos et al., 2014), lo que ayudaría al cuerpo técnico a disponer de una información más ajustada o precisa respecto a los efectos provocados por las tareas a nivel interno. Sin embargo debemos ser cautelosos en varios aspectos. Primeramente, porque esta técnica puede no ser tan sensible como para detectar pequeños cambios en la intensidad del ejercicio (Scott et al., 2013b) y por otro, parece que cuando la actividad realizada presenta un alto porcentaje de tiempo en zonas bajas de FC, la carga obtenida a través del método sesión-PSE parece sobrestimar la carga de entrenamiento, mientras que cuando el entrenamiento presenta gran componente de alta intensidad sucede lo contrario, se subestima (Borre sen y Lambert, 2008). las variantes de la escalas de Borg, por ejemplo la CR-10 (Foster et al., 2001). De esta manera el indicador que se consigue es el sesión-RPE, que es medido en unidades arbitrarias o UA. Otras alternativas proponen el uso del indicador RPE como valor absoluto (Los Arcos, 2014), es decir, sin multiplicarlo por la duración de la sesión, argumentando que en el valor dado por el deportista está incluido también la duración de la sesión. En este contexto, en el ámbito de la aplicación, se han utilizado las escalas de PSE para determinar la intensidad del ejercicio durante diferentes JR en los que se han manipulado variables como el régimen de entrenamiento (Hill-Haas et al., 2009c), número de jugadores y cambio , de reglas (Hill-Haas et al. 2010), espacio de interacción individual ~, (Casamichana y Castellano, 2010), nivel competitivo de los jugadores (Dellal et al., 2011b), el número de toques permitidos al balón (Dellal et al., 201 lc y 201 Ld), entre otras, concluyendo los investigadores que es una 'I herramienta válida para la cuantificación de la carga del entrenamiento. www futboldelibro.com Existe una variedad de sistemas para el registro del movimiento de lbs deportistas (Castellano y Casamichana, 2014a), pero nos centraremos Ünicamente en los dispositivos GPS, por ser los más extendidos en el entrenamiento (Casamichana, 2011). Son ligeros, pequeños, no excesivamente caros, y permiten el registro incluso en tiempo real (Aughey y Fallan, 2010), aunque con margen de mejora. La información que proporcionan (Castellano y Casamichana, 2014b) tiene que ver con el movimiento de los jugadores (frecuencias, duraciones y distancias de desplazamiento, impactos, velocidades, giros y aceleraciones positivas y negativas), disponiéndose de la información con una gran inmediatez (Hill-Haas et al., 2009b). El análisis del movimiento (carga externa), incluye la cuantificación los desplazamientos efectuados por los deportistas proporcionando formación referente a las acciones, velocidades, duraciones y distancias rante el entrenamiento o la competición (Casamichana, 2011; Dobson Keogh, 2007). La evaluación de los patrones de movimiento posibilita conocer las demandas físicas a las que son sometidos los jugadores (~arbero-Álvarez et al., 2005; Hughes y Franks, 1997), lo cual proporciona 8nocimiento a los técnicos deportivos para poder intervenir de forma specífica en el entrenamiento y evaluar el rendimiento en competición (Barros et al., 2007). DEMANDA LA DE 3. EVALUACIÓN TERNA ión dEdosjuegosn:~ducidos Julen Castellano v David Casamichana ..,,.,._.......,-..n.~--.-ú.,_.,~-•-~,, ----~,,...,_..._,,,.,.. •. ,.._,,.,,,,u >""""--~-""........._.,_,,.,.,_.,, . .,._.,,_,,V,'< - ·.--c~•"••~.W"."·,v,"''-.,~._........, .... _.,c<.·<~- ,.,_ ... , ~'"""e·,,.,.,._,.,....,,.....,,...,._.,,,.._.,, ~~e,,~ www.futboldelibro.com De entre los inconvenientes que plantea el uso de cuestionarios de PSE, el primero a considerar tiene que ver con su administración, ya que debe atender adecuadamente a los interrogantes de dónde, cuándo y cómo (Borg, 1998). Se debe ser extremadamente cauteloso en su utilizacióna debido a que variables como edad, género, habilidades cognitivas, _,,- factores psicológicos, tipo de ejercicio o condiciones ambientales afectar a su fiabilidad y validez (Borg, 1982). Parece que los resultados de monitorizar con PSE podrían ser cuestionados cuando cuantificamoss, actividades intermitentes de alta intensidad (Desgorces et al., 2007). Además, debemos hacer un seguimiento minucioso de los jugadores que entrenamos ya que podrían existir jugadores 'sobrestimadores' y jugadores 'subestimadores' de la carga de entrenamiento realizada (Comyns y Flanagan, 2013). Por este motivo, debemos evitar realizar comparaciones ínter-jugadores, ya que si un jugador particular reporta valores más elevados que otro jugador, esto no significa que haya acumulado mayor carga, sino que quizás se deba a que se trata de un 'alto calificador'. Sin embargo, el bajo coste y su sencillez hacen recomendable •· su uso si no se dispone de ninguna otra herramienta para monitorizar la carga de entrenamiento. Finalmente decir que es recomendable hacer seguimiento de la fiabilidad de los datos obtenidos de nuestro equipo, por lo que se recomienda hacer con cierta asiduidad comprobaciones en este sentido. Además, podría ser interesante triangular los valores de PSE con otras variables (de la carga externa e interna) para atender a varios objetivos, por ejemplo: a) comprobar si los jugadores 'atinan' en su percepción cuandose comparan con otras variables registradas (PSE versus % del tiempo por encima del 90% de la FC o metros recorridos por minuto ... ), atendiendo al tipo de perfil físico del equipo o de ciertas demarcaciones; b) valorar en qué medida afecta la acumulación de sesiones en el mismo día o en la semana por un valor mayor o menor en la correlación entre variables; o, c) prever la posible existencia de falta de estímulo o sobre- entrenamiento en ciertos jugadores que responden de manera diferente ante aparentemente mismos estímulos externos. 2.2.3.1. LIMITACIONES DE LA PSE El ar-te de pianíficar <-::n fútbol www.futboldelibro com 1 1 Hay que ser conscientes que el rendimiento en fútbol tiene que ver con cuestiones absolutas más que relativas, ya que es necesario llegar al balón antes que el rival, independientemente de cuanto porcentaje del máximo individual este utilizando el jugador. Sin embargo, en el fútbol, a veces uno llega antes porque sale antes. [Insistimosl, en el fútbol 'más no es siempre mejor'. precisión que se tiene cuando las velocidades superan los 21 Km ·h·1 á.stellano et al., 2011), y que deben considerarse cuando se pretenda Ei.lizar la cuantificación de este tipo de intensidades. Los rangos más n11bitualmente utilizados para clasificar los ritmos de trabajo son (Barros ·. al., 2007; Di Salvo y col., 2007; Di Salvo et al., 2009; Rampinini et al., 07): parado-andando (0-6.9 km +r-), carrera suave (7.0-12.9 km -h-1), rrera moderada (13.0-17.9 km -h-1), carrera rápida (18.0-20.9 km -h-1) sprint (>21 km -h-1), aunque existen alternativas similares y, otras, más radicales. Estas últimas tienen que ver con valores relativos a los máximos individuales (Castellano, Puente, Casamichana y Etxeazarra, 015; Castellano, Puente, Etxeazarra, Usabiaga, Casamichana, 2016). -En estos trabajos los valores personales aplicados en la etapa formativa fútbol permiten conocer realmente lo que se exige a cada jugador o que se ha esforzado (Figura 2.3). En estas figuras se muestra cómo la interpretación sobre las demandas varía en función de considerar absolutos o relativos: si bien en los jugadores mayores (U13) demandas desplegadas son mayores, cuando dichas exigencias se valoran en términos relativos, las demandas son inferiores respecto a jugadores más jóvenes (U12). www.futboldelibro.com La velocidad máxima o pico, la velocidad media o el tiempo de permanencia en cierto rango de velocidad podrían incorporarse en este apartado. Especial atención se le dedica a los rangos altos de velocidad, por ser determinantes en los deportes colectivos. Debemos ser cautelosos con la utilización de los dispositivos GPS sabiendo el error 2.3.1.2. INTENSIDADES Tal y como hemos comentado previamente, nos centraremos en el uso de dispositivos GPS y en las variables que registran, cada vez con un mayor uso en el proceso de entrenamiento. Sin embargo, somos conscientes que existen otros interesantes sistemas para monitorizar variables que caractericen la demanda externa impuesta a los deportistas como vídeos, sistemas fotogramétricos, o sistemas de posicionamiento local o LPM, entre otros (para más información al respecto se pueden consultar Castellano y Casamichana 2014a y b). De entre las variables aportadas por los dispositivos GPS las distancias recorridas, total o en diferentes rangos de velocidad, se utilizan habitualmente en la literatura para describir la competición (Casamichana, 2011; Casamichana y Castellano, 2011; Casamichana et al., 2013c) o el entrenamiento (Castellano et al., 2013b). Debe aclararse que no todas las variables físicas que se obtienen de los dispositivos de posicionamiento global son igualmente robustas (Jennings et al., 2010) disminuyendo su fiabilidad a medida que las velocidades o aceleraciones son mayores (Akenhead et al., 2014; Castellano et al., 2011). La distancia total (DT), la recorrida por encima de 15 Km -h-1 o la alta velocidad de carrera expresada de manera relativa como porcentaje de la DT parecen ser robustas (Jennings et al., 2010) pero esto dependerá de las características del modelo y versión del dispositivo que se utilice (Castellano y Casamichana, 2014b). 2.3.1.1. DISTANCIAS 2.3.1. VARIABLES E INDICADORES A PARTIR DE VELOCIDAD www futboldelibro.com • www.fu.boldelibro coru od,nba Jod saJope6nf ep oJawr:iN ¿ 6 c.> o o m 11'1 "C r., <> c5· .., ft) t\) i. o < o o "C o .., e· u:t r., Q. o .., ...,, o o od!nba Jod saJope6nf ap oJawr:iN ¿ 6 c.> o o m 11'1 "C r., () s .., ft) t\) i o <" o o "C o .., e· u:t r., Q. o .., ...,, o o - t·.J ~ 8 ~ 8 o o o o Creemos necesario subrayar la importancia de relativizar las demandas, sobre todo, cuando de cuantificación de la carga de entrenamiento hablamos. Es decir, debemos atender a la particularidad del individuo (Jastrzbski y Radzimiski, 2015). Para que eso se pueda realizar, necesitamos definir de forma individual los rangos de intensidad en función de uno o varios criterios. En este sentido, existen acercamientos en la literatura que abogan por la utilización de variables físicas, como la velocidad máxima, el uso de variables fisiológicas, como los umbrales ventilatorios (Lovell y Abt, 2013) o velocidad aeróbica máxima, o la resultante de la combinación de ambos criterios para establecer diferentes categorías de intensidad en los desplazamientos de los jugadores (Buchheit y Laursen, 2013). Jastrzbski y Radzimiski (2015) proponen la velocidad a umbral anaeróbico y al 80 % de la velocidad máxima alcanzada en test para determinar los rangos de intensidad de los desplazamientos individuales para cada deportista. Así en esta propuesta, se atiende tanto a una variable mecánica o física como la velocidad máxima alcanzada en test por el deportista, como una variable fisiológica (umbral anaeróbico). En su propuesta, se establecen 5 zonas de intensidad, siendo las dos primeras (parado-andando y andando- carrera, 7,2 Km -h-1) generales e independientes de las características del deportista, y que en la Figura 2.4 se han agrupado en color verde. Como puede a preciarse las fuentes energéticas solicitadas a los jugadores cuando se consideran los valores absolutos podrían confundir la carga soportada por el jugador. Por el contrario, cuando se consideran los valores relativos a los máximos y umbrales de los jugadores, las demandas solicitas darán respuesta sobre los procesos energéticos demandados. A pesar de que no es la única aproximación realizada en este sentido, se trata de la primera aplicación a la monitorización de tareas de entrenamiento en fútbol bajo esta perspectiva. U'1 o U'I ~ o o o o o o o o o '"' o o o o "' o o o • 1 1 El arte de planificar en fútbol Julen Castellano y David Casamichana Evaluación fsíco-ñ.aológica de los Juegos reducidos p • H , futbold2lib1-o.co111 ww~ f El work:rest ratio es un indicador que relaciona en qué medida el trabajo y el descanso han sido repartidos a lo largo de la tarea, entrenamiento o competición (Casamichana y Castellano, 2010). Este indicador es el cociente de la distancia recorrida por el jugador en las categorías de velocidad >4 km ·h·1 (periodo de actividad o trabajo) entre la distancia cubierta en el rango de velocidad inferior (0-3.9 km .h') como periodo de recuperación o descanso, variable que aporta información relativa a la naturaleza de la actividad (Barbero-Álvarez et al., 2007). En algunos casos también se pueden establecer otras velocidades de corte para calcular el ratio, como por ejemplo 6,9 km ·h·1 (Casamichana y Castellano, 2010). Dentro de los indicadores globales de intensidad, habituales para describir las demandas físicas de la competición o de las tareas de entrenamiento (específicamente los JR), es la distancia recorrida en metros por minuto (m *min·1) una de las más empleadas en la literatura (Boullosa, et al., 2013). Atiende al ritmo (velocidad media de desplazamiento), y reúne la
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