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Principios generales sobre la regulación endocrina del metabolismo • lulas diana por tres tipos de rutas: directamente al espacio intercelular (p. ej., acetilcolina) , a través de especializa- ciones de las membranas o directamente a la sangre (p. ej., hormona antidiurética o vasopresina [ADH]). 2. Se secretan directamente a la sangre o al líquido inters- ticial, con concentraciones en sangre muy bajas, del orden de 1 o-6 mol/L a 1 o-12 mol/L. Este hecho es de gran trascen- dencia, pues implica que su efecto no guarda una estrecha relación con su concentración. 3. Alteran la actividad de los tejidos y los órganos denomi- nados diana o blanco. Las hormonas intervienen en la ho- meostasis, el crecimiento, el desarrollo, la maduración, la reproducción y la senescencia de los tejidos y órganos. Las hormonas son verdaderos reguladores del metabolismo, al actuar sobre las enzimas reguladoras de flujo. 4. Están sometidas a mecanismos de retroalimentación. El cambio de actividad de la célula blanco se ve influido por la variación en la concentración de hormona. A su vez, la concentración de hormona depende de la función . Este me- canismo de retroalimentación es muy variable, ya que de- pende de muchos factores: vida media, tipo de interacción hormona-receptor, etcétera. • Las hormonas como neurotransmisores químicos El hecho de considerar a una hormona como un medio de comunicación entre las células impide establecer claramente el límite entre hormona y neurotransmisor. Por ejemplo, las moléculas liberadas por el hipotálamo pueden considerarse ranto hormonas en el sentido tradicional como neurotrans- misores. A pesar de la diversidad de las hormonas que ejercen su función como neurotransmisores, éstas poseen algunas ca- racterísticas comunes: l. Todas tienen estructura peptídica, cuyo número de aminoácidos es muy variable. Los neuropéptidos liberados por diferentes estructuras del hipotálamo poseen un núme- ro de aminoácidos que oscila entre tres, como la hormona liberadora de la tirotropina, y 44, como la hormona estimu- ladora de la hormona del crecimiento. En los neuropéptidos opiáceos se distinguen dos familias de moléculas, con efectos similares a los de la morfina: encefalinas y endorfinas. El nú- mero de aminoácidos que forman estos neuropéptidos oscila entre cinco, como en las encefalinas, y 15-17, como en las endorfinas. 2. Aunque se han aislado en muchos tejidos periféricos, la mayor concentración de neurotransmisores se encuentra en estructuras del sistema nervioso central, por lo que son liberados mediante procesos de despolarización. 3. En tercer lugar, actúan sobre receptores situados en la membrana plasmática de las neuronas, afectando la activi- dad de las neuronas diana. Las características señaladas indican la posibilidad de que los neuropéptidos desempeñen un papel integrador en el or- ganismo. Hormonas esteroideas 60-120 m in Hormonas sexuales Gónadas y de la reproducción Hormonas corticosuprarrenales Corteza suprarrenal Vitamina D Piel Hormonas polipeptídicas 5-60 min Hormonas pancreáticas Páncreas Hormonas hipofisarias Hipófisis Parathormona Paratiroides Aminoácidos Hormonas tiroideas 2-9 días Tiroides Catecolaminas 1-3 min Médula suprarrenal • Clasificación de las hormonas en función de su estructura química La tabla 16-1 muestra una clasificación de las hormonas en función de su estructura química y su vida media. Hay principalmente tres clases de hormonas: esteroideas, proteí- nas y polipéptidos, y derivadas de aminoácidos. Las esteroideas comprenden un grupo de moléculas de- rivadas de la estructura ciclopentanoperhidrofenantreno, cuyo precursor es el colesterol. Las hormonas esteroideas son sintetizadas y secretadas por la corteza suprarrenal, el testículo y el ovario y circulan en sangre unidas a proteínas transportadoras, ya que son hidrófobas y solubles en lípi- dos. Las hormonas polipeptídicas son sintetizadas por una gran diversidad de órganos endocrinos, como la hipófisis y el páncreas. Son solubles en agua, por lo que no requieren de un mecanismo transportador específico. Estas hormo- nas son liberadas a la sangre por un mecanismo de exoci- tosis y son sintetizadas normalmente bajo formas inactivas, denominadas prohormonas. Las hormonas derivadas del aminoácido tirosina son las catecolaminas (adrenalina y no- radrenalina) y las tiroideas (triyodotironina o T 3 y tetrayo- dotironina o T 4). Difieren en su mecanismo de transporte por la sangre. Las catecolaminas circulan de forma libre o conjugada y las tiroideas lo hacen unidas a proteínas trans- portadoras, como las globulinas. La clasificación de las hormonas en tres grupos deter- mina que su síntesis obedezca a mecanismos diferentes. Las hormonas con estructura proteica se sintetizan como cual- quier otra proteína, mientras que las hormonas con estruc- tura esteroidea y derivadas de aminoácidos se sintetizan por otros mecanismos diferentes al de la expresión genética. El transporte de la mayor parte de las hormonas no se realiza libremente sino de forma combinada con proteínas, y esta unión depende de la ley de acción de masas. Sin embar- go, los efectos biológicos de las hormonas sólo se producen cuando la hormona se encuentra en su forma libre, es decir, activa. Teniendo en cuenta que la vida media de una hormo- na oscila considerablemente, se comprende que debe existir una estrecha interrelación entre síntesis y degradación. Esta relación está en función de: a) el nivel sanguíneo de una determinada hormona, lo que evitaría variaciones bruscas y efectos prolongados innecesarios; b) la forma de transporte por la sangre, y e) su metabolismo.
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