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Neurocirugía, aspectos clínicos y quirúrgicos - Basso-186

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Fracturas de cráneo 185
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al 57%. 1 Posiblemente la mayor tendencia a cuadros 
clínicos comiciales la constituya una combinación de 
fractura conminuta con esquirlas óseas, duramadre 
abierta y hematoma intracerebral.
En los niños la fractura expuesta con hundimiento 
cursa con crisis epilépticas en el 14,3% de pacientes; 
puede ocurrir inclusive estado de mal epiléptico. 31
Para el uso profiláctico de anticonvulsivantes se 
debe tener presente la existencia de contusión cere-
bral, de hematoma traumático o alguna complicación 
infecciosa intracraneana. En general se prescriben 
por una semana.
En el tejido encefálico quedan a veces cavidades 
porencefálicas; en su mayoría ocurren en fracturas 
crecientes de la bóveda, en niños, con el denominado 
quiste leptomeníngeo.
Este tejido es en realidad gliótico y necrótico sin 
aracnoides ni piamadre 42, 69, a pesar de su denomi-
nación usual.
La misma contusión cerebral, lesión primaria en un 
TEC, puede deberse al impacto con fractura ósea; dicha 
contusión por fractura tendría así etiología distinta a 
la contusión por golpe, contragolpe, o a la contusión 
que se puede producir por hernia cerebral. 26
De la misma manera, el daño cerebral en una frac-
tura con hundimiento por lesión punzo penetrante 
podría deberse a ambos factores, laceración y con-
tusión, dejando un déficit neurológico 95, que puede 
ser permanente.
Finalmente es posible que permanezca una atrofia 
cerebral postraumática vinculada a TEC grave, en el 
que coexistan fracturas complejas o fracturas con es-
tallido. Dicha atrofia es ipsilateral, focalizada y podría 
inclusive comprometer un hemisferio. Esto último, 
sobre todo en fracturas con estallido que tienen lugar 
en la infancia. 19
También existen las secuelas imagenológicas; por 
ejemplo en TEC grave, algunos con fracturas, es dable 
observar señales hiperintensas en el parénquima, sobre 
todo de los niños y adolescentes, con RMN realizadas 
hasta 6 meses después del traumatismo. 46
Es posible que las imágenes mencionadas se deban 
a la lesión cortical cerebral, ya que la corteza puede 
quedar atrapada entre los bordes de una fractura abierta 
20, como se ha explicado.
En otro orden de complicaciones, como verdadera 
rareza clínica, se encuentra la fractura de la silla turca 
que lleva a hipopituitarismo. 21
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