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Parasitosis 671 Neurocisticercosis Es una enfermedad endémica en muchas áreas (Suda- mérica, África, Asia, Europa de Este). El SNC es afectado en el 60 a 90% de los pacientes con cisticercosis. Existe una amplia variedad de síndromes neurológicos indu- cidos por esta parasitosis, provocada por la larva de la Taenia solium. 33 Las lesiones típicas poseen 10 mm o menos de diámetro, son múltiples y se localizan en los hemisferios, ganglios basales espacio subaracnoideo, surcos corticales, cisternas basales, o intraventriculares. Escobar estableció cuatro etapas imagenológicas bien diferenciables. 20 1. Etapa vesicular: la larva se evidencia marginal en un nódulo pequeño con contenido de líquido claro. No hay refuerzo con el contraste. 2. Etapa vesicular coloide: la larva comienza a de- generar como resultado de la respuesta inmune del huésped. Los escólex muestran signos de degeneración hialina y disminución del tamaño. El líquido se pone turbio y la cápsula más gruesa. Se observa edema perilesional, refuerzo con el contraste y contenidos hiperdensos. 3. Etapa granular: la cápsula se engrosa aún más, los escólex se mineralizan y el edema desaparece. 4. Etapa de calcificación nodular: la lesión se en- cuentra mineralizada por completo. (Figura 63.1) La neurocisticercosis puede confundirse con un quiste neuroepitelial o un quiste coloide, principal- mente debido a su localización supratentorial. 33 Las indicaciones del tratamiento son complejas, y las opciones terapéuticas incluyen medicación, ci- rugía, o conducta meramente expectante. La remo- ción quirúrgica de las lesiones ha sido preconizada por muchos como el tratamiento de elección, pero es riesgosa y complicada. 14 El tratamiento de las lesio- nes intraventriculares o subaracnoideas es aún más complicado. Un estudio reciente sugiere que dosis altas de albendazol (30 mg/ kg/día) aumenta la efec- tividad del tratamiento, en comparación con las dosis habituales (15 mg/kg/día). 25 Un metanálisis reciente sostiene que el tratamiento farmacológico posee altas posibilidades de éxito. 14 Toxoplasmosis cerebral La infección es provocada por un parásito unicelular llamado Toxoplasma gondii. Comúnmente se contagia a través del contacto con gatos y sus deposiciones, pero también al ingerir alimentos crudos o insufi- cientemente cocinados. 11 La toxoplasmosis congé- nita se presenta como una afección intrauterina que causa coriorretinitis, encéfalomielitis, hidrocefalia y microcefalia. Es clásico que la toxoplasmosis cerebral ocurra en pacientes con SIDA con un conteo de linfocitos CD4 < 100, que no han sido medicados profilácticamente contra la enfermedad23 (el tema es desarrollado tam- bién en el capítulo “El compromiso del SNC en la enfermedad HIV/SIDA”, en esta misma sección). Las lesiones asientan en la unión corticomedular y los ganglios basales. TAC y RNM son útiles en el diag- nóstico y seguimiento, ya que las lesiones presentan el aspecto típico de un absceso, cuyo desarrollo y refuerzo capsular dependen directamente de la res- puesta inmune del huésped. (Figura 63.2) Las masas hiperintensas en T2 representan áreas de encefalitis necrotizante en los estadios tempra- nos, y las lesiones isointensas, luego de instituido el tratamiento, representan abscesos organizados. La respuesta rápida al tratamiento (12 a 15 días) confirma el diagnóstico de toxoplasmosis cerebral, y la falta de respuesta sugiere la valoración de otros agentes Figura 63.5: TAC de cerebro que muestra las calcificaciones periquísticas alrededor de un quiste multiloculado Figura 63.6: Imagen preoperatoria de un quiste hidatídico cerebral durante su resección sin ruptura. El reflejo de la luz de quirófano se observa en el ectoquiste.
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