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El arte como ejercicio cerebral 117 ron expuestas en otro cuerpo a otras situacio- nes completamente diferentes. Por lo tanto, las experiencias que hemos tenido a lo largo de nuestra vida nos hacen interactuar de una manera muy particular y generalmente con- sistente con los demás. Ahora bien, aunque se habla de al- macenaje de información como metáfora del funcionamiento del cerebro con el de un procesador, no hay, de hecho, un sitio espe- cífico de almacenamiento, pues si bien se ha descrito que la amígdala y el hipocampo son estructuras que permiten almacenar las expe- riencias vividas, la recuperación de dicha in- formación no sólo implica estas estructuras. Siguiendo por esta reflexión, otros planteamientos se han puesto en el cine, como la posibilidad de borrar partes de la experiencia de nuestras vidas a través de una “reprogramación” del cerebro que elimine fragmentos de experiencias que por algún motivo negativo ya no se quieren recordar. Este hecho tampoco es técnicamente posible y mucho menos útil, porque no existe, como ya lo mencionamos antes, un sitio exclusivo de almacenaje de la información. Por ejemplo,