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Qué es la Moralidad

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Moral
¿Qué es la moral?
La moral es el conjunto de creencias, costumbres, normas y valores que rigen las acciones de un individuo o de un colectivo mayor (grupo de individuos).
En su acepción cotidiana, el término “moral” designa un comportamiento individual o colectivo orientado en relación a un valor. Hablar de una moral positiva es referirse a una determinada orientación de los actos de un grupo, valorada y apreciada por sus integrantes. Por esta definición se puede decir que, en general, coexisten distintas morales positivas atravesadas por creencias y tradiciones religiosas, culturales, socioeconómicas y políticas.
En los casos en que se apela a “la moral y las buenas costumbres”, debe entenderse a la moral en un sentido más estricto y en referencia a una conducta acorde con la autoridad de una tradición determinada.
Un tercer sentido de moral apunta a las acciones cuya moralidad se apoya en razones más generales que las de una costumbre, como por ejemplo una ley o un conjunto de leyes e imperativos.
Etimología y origen del término “moral”
La palabra “moral” tiene su origen en el latín mor (o moris), que significa “costumbre” o “carácter”. De mor se desprende moralis, que equivale al griego ethikós (“ética”) y es una de las razones por las que se suele confundir ambos términos. Mientras que la ética debe entenderse como una disciplina filosófica, la moral es el conjunto de valores, normas y principios que rigen las acciones de las personas sin apelar a argumentos racionales.
La moral forma parte de la vida concreta, tiene una práctica real que se expresa por costumbres, hábitos y valores. Su sentido se remonta al mundo griego, para quienes la “morada” era el conjunto de relaciones entre el medio físico y las personas. A esta morada la llamaban ethos, con una “e” larga en griego, y es lo que se conoce por ética: la organización del espacio físico y el espacio humano según criterios, valores y principios.
Sin embargo, en esta morada, además de una organización determinada, surgían también distintas costumbres, modos de relacionarse y maneras de organizarse. Esto es lo que se conoció como ethos pero con una “e” corta: moral. La moral como un conjunto de costumbres forma el carácter (ética) de las personas.
En el mundo medieval, la distinción entre moral y ética dejó de funcionar. La palabra mor se utilizaba tanto para las costumbres como para el carácter. En todo caso, la diferencia se daba entre la moral teórica, que estudia los principios, y la moral práctica, que analizaba los actos de la experiencia.
Hoy se piensa a la moral como lo que se hace por costumbre en una comunidad y época determinadas. La moral cambia a través del tiempo a medida que las personas mismas cambian, pero siempre se ve atravesada por un tipo de ética particular.
Tipos de moral
A menudo se habla de un conjunto de normas morales como una moralidad objetiva, esto es, una moralidad puesta en práctica socialmente, y que nada tiene que ver con que el individuo las acate o no. En este sentido, se puede distinguir entre:
· Moral objetiva. Es la que dicta la tradición y que no depende del individuo.
· Moral subjetiva. Es la que tiene que ver con las decisiones propias e internas de un individuo.
Existen, además, otros criterios para clasificar la moral. Entre ellos:
· Moral fundamental. Es aquella que tiene que ver con una idea general, amplia y universal de lo aceptable y lo inaceptable de una acción cualquiera.
· Moral individual. Es aquella que atañe a las elecciones personales de un individuo, aceptando que forma parte de una tendencia moral colectiva que lo regula.
· Moral social. Es aquella que no es individual sino colectiva, impuesta por algunas instituciones o tradiciones, y defendida como norma colectiva.
· Moral socioeconómica. Es aquella que evalúa las decisiones de un individuo comprendidas como manifestación de una condición social y económica determinada dentro de una misma sociedad.
Diferencia entre moral y ética
A pesar de ser conceptos semejantes, la moral y la ética tienen algunas diferencias. Mientras que la palabra “ética” viene del griego éthikós, que significa “carácter”, moral viene del latín mor o moralis, que se traduce como “costumbre” o “carácter”.
La ética puede entenderse de distintas maneras, pero a grandes rasgos debe ser comprendida como la disciplina filosófica que estudia los carácteres y las reglas que regulan el comportamiento de una determinada sociedad. La moral, por su parte, es el conjunto de costumbres y creencias por las que se mueve esa sociedad.
Si bien toda moral implica una ética determinada, no es cierto que toda ética lleve consigo una moral. Puede existir un conjunto de reglas y procedimientos éticos que no se apliquen o no tengan una moral particular que los acompañe.
Vida moral, moral normativa y moralidad
Por sus distintos sentidos, la moral puede entenderse según distintos puntos de vista. Más allá de las distintas “morales” que pueda haber en juego, se puede hacer una distinción entre tres esferas de significación de la moral:
· Vida moral. La vida moral abarca todos los aspectos que influyeron de manera decisiva en la formación de los ideales de la conducta humana en desarrollo. En ella entran en juego los choques y entrecruzamientos de las distintas corrientes religiosas, políticas, filosóficas y culturales de la modernidad y el mundo contemporáneo.
· Moral normativa. La moral normativa apela al carácter imperativo de las recomendaciones de un determinado fenómeno moral cualquiera, ya sea la autoridad de una tradición o el libre ejercicio de las creencias personales. Se rige por la pregunta moral por excelencia: “¿Qué debo hacer?”.
· Moralidad. La moralidad de una acción se da acorde al carácter de prohibición u obligatoriedad que acompaña a cada una de las acciones posibles. Restringe la moralidad al deber entendido como el conjunto de acciones obligatorias de un fenómeno moral cualquiera. Según Kant, la moralidad de una acción es el sentido crítico y reflexivo de cualquier moral.
Códigos morales
Un código moral es un conjunto formal o informal de normas a las que nos plegamos para ordenar nuestra sociedad, de acuerdo a los valores de nuestra tradición y al consenso social y cultural.
Estos códigos pueden estar recogidos en un texto formal o ser códigos no escritos, pero conocidos y aceptados por la población de modo implícito.
Importancia de la moral
La moral es necesaria para la convivencia en las comunidades humanas. Cierto margen de prohibición, de disciplina conductual y de valores ha demostrado ser una ventaja frente a modelos sociales anárquicos.
Sin embargo, las sociedades más moralistas no son necesariamente más prósperas, ni el progreso es exclusivamente conservador. De hecho, a medida que las sociedades prosperan, sus códigos morales cambian y se adaptan a las nuevas condiciones de vida que han alcanzado.
Inmoralidad y amoralidad
Las acciones que contradicen un código moral formal o informal son consideradas inmorales, es decir, contrarias a la moral. Se puede hablar así de acciones inmorales, personas inmorales o sociedades inmorales. Sin embargo, muchas veces lo que es inmoral para unos simplemente se rige por otros códigos morales ajenos.
A diferencia de la inmoralidad, la amoralidad no constituye un juicio respecto a lo moral sino que lo amoral es aquello que carece de moral.
· Por ejemplo: la ciencia y el saber tecnológico son amorales ya que pueden usarse tanto para el bien como para el mal, sin ser necesariamente una u otra cosa. En cambio, un determinado adelanto tecnológico o práctica científica puede ser ética (cuando va en beneficio de la vida) o antiética (cuando va en detrimento de la vida).

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