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CAPÍTULO 5: CONVERSIÓN ENERGÉTICA 201 los pliegues basales (véase Fig. 2.26.A), a través de los cuales se produce la regulación osmótica de la orina. En muchas células, esta polaridad es menos evidente. En diversos tipos celulares se ha observado mediante in- munomarcaje que las mitocondrias muestran una dis- tribución similar a la de los microtúbulos, por lo que ambos orgánulos podrían estar relacionados. Las dimensiones de la mitocondria guardan relación con su abundancia. Su anchura varía de 0.5 µm a 1 µm de anchura, y su longitud, de 1 µm a 7 µm, aunque en el mio- cardio pueden observarse mitocondrias de hasta 10 µm de largo. Las mitocondrias son a veces más grandes e irregulares de lo que parecen en los cortes observados con el microscopio electrónico, pues haciendo cortes se- riados o con el microscopio electrónico de alta acelera- ción se demuestra que lo que parecían varias mitocon- drias son, en realidad, partes de una misma mitocondria. Las mitocondrias presentan una doble membrana (externa e interna), cada una de unos 7 nm de espesor (Figs. 5.2-5.4). Si se fijan las células con glutaraldehído, a gran resolución la estructura de ambas membranas mi- tocondriales parece globular, no trilaminar. Si la fijación se hace con glutaraldehído-paraformaldehído, la estruc- tura aparece trilaminar, como en las demás membranas citoplásmicas. Entre ambas membranas hay un espacio de unos 8 nm (espacio perimitocondrial). La membrana interna presenta invaginaciones hacia el interior, que constituyen tabiques denominados crestas (Fig. 5.2.A). Las crestas no llegan de un lado a otro de la mitocon- dria, por lo que la compartimentación que establecen es abierta. Tridimensionalmente, la forma de la mitocon- dria podría compararse a la de un cacahuete (Fig. 5.4). El número de crestas es muy variable y, normalmen- te, está relacionado directamente con las necesidades de producción de energía de la célula; así, las crestas son muy numerosas en el músculo (Fig. 5.2.C) y escasas en el hígado (Fig. 5.2.A). Las crestas se orientan preferente- mente en sentido perpendicular al eje longitudinal de la mitocondria, pero en algunas células la orientación es di- ferente (Fig. 5.5); así, en algunas neuronas las crestas son paralelas al eje longitudinal, y en el miocardio y en los adipocitos no son rectas, sino curvas (Fig. 5.2.C). Las crestas no siempre son tabiques. En protozoarios, algas, glándulas suprarrenales y células de Leydig del testículo, son tubulares, lo que en los cortes se traduce en estruc- turas a modo de ojales (Fig. 5.2.D). Figura 5.3. A-B: Mitocondrias (asterisco) unidas por barras densas (flechas) o cisternas de retículo endoplasmático rugoso (R) en espermatogonias humanas. A X12 000. B X30 000. A B 05 PANIAGUA BIOLOGIA 3 05 29/11/06 13:31 Página 201
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