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738 La glándula suprarrenal En los adultos, las glándulas suprarrenales se origi-nan como estructuras endocrinas bastante com-plejas que producen dos clases distintas de hor- monas desde un punto de vista estructural: esteroides y catecolaminas. La hormona adrenalina, del grupo de las catecolaminas, actúa como una respuesta rápida ante situaciones de estrés, como la hipoglucemia y el ejercicio, regulando múltiples parámetros fisiológicos, incluido el metabolismo energético y el gasto cardíaco. El estrés es un secretagogo fundamental de la hormona esteroidea de acción prolongada cortisol, que regula la utilización de la glucosa, la homeostasia inflamatoria e inmunitaria y otros muchos procesos. Además, las glán- dulas suprarrenales regulan la homeostasia de la sal y el volumen, gracias a la hormona esteroidea aldostero- na. Por último, la glándula suprarrenal secreta grandes cantidades del precursor de andrógenos deshidro- epiandrosterona (DHEAS), que desempeña un papel fundamental en la síntesis de estrógenos fetoplacenta- rios, y es un sustrato para la síntesis de andrógenos pe- riféricos en la mujer. ANATOMÍA Las glándulas adrenales son estructuras bilaterales lo- calizadas inmediatamente por encima de los riñones (ad, cerca de; renal, riñones) (fig. 42-1). En los seres hu- manos se denominan también glándulas suprarrenales porque se encuentran situadas sobre el polo superior de cada riñón. Las glándulas suprarrenales se parecen a la hipófisis, porque están constituidas por tejido neu- ronal y epitelial (o seudoepitelial). La porción externa de la glándula suprarrenal, denominada corteza supra- rrenal (fig. 42-2), se desarrolla a partir de células meso- dérmicas localizadas en la vecindad del polo superior del riñón en desarrollo. Estas células forman cordo- nes de células endocrinas epiteliales. Las células de la corteza se convierten en las células esteroidogénicas (v. capítulo 37). En los adultos, la corteza suprarrenal tiene tres zonas: la zona glomerular, la zona fascicular y la zona reticular, que producen mineralocorticoides, glucocorticoides y andrógenos suprarrenales, respecti- vamente (fig. 42-2, B). Poco después de la formación de la corteza, unas cé- lulas derivadas de la cresta neural y asociadas a los gan- glios simpáticos, conocidas como células cromafines, emigran a la corteza y quedan encapsuladas por las célu- las corticales. Por tanto, las células cromafines forman la parte interna de la glándula suprarrenal, que se deno- mina médula suprarrenal (v. fig. 42-2). Las células cro- mafines de la médula suprarrenal tienen capacidad de convertirse en neuronas simpáticas posganglionares. Se inervan por neuronas simpáticas preganglionares coli- nérgicas, y pueden sintetizar el neurotransmisor nora- drenalina, del grupo de las catecolaminas, a partir de la tirosina. La enzima feniletanolamina N-metiltransferasa añade un grupo metilo a la noradrenalina para generar la hormona catecolamina denominda adrenalina, que es el principal producto hormonal de la médula suprarrenal (fig. 42-2, B). MÉDULA SUPRARRENAL En lugar de segregarse cerca de un órgano diana y comportarse como neurotransmisores, las catecola- minas medulares suprarrenales se segregan a la san- gre y se comportan como hormonas (fig. 42-3). El 80% de las células de la médula suprarrenal segregan adre- nalina, y el 20% restante, noradrenalina. Aunque la adrenalina circulante procede exclusivamente de la médula suprarrenal, sólo el 30% de la noradrenalina circulante tiene este origen. El 70% restante se libera en las terminaciones nerviosas posganglionares sim- páticas y se difunde hacia el sistema vascular. Como la médula suprarrenal no es la única fuente de pro- ducción de catecolaminas, este tejido no resulta esen- cial para la vida. Síntesis de adrenalina La figura 42-4 resume los pasos enzimáticos implicados en la síntesis de la adrenalina. La síntesis se inicia con el transporte del aminoácido tirosina hacia el citoplas- ma de la célula cromafín, y la consiguiente hidroxila- ción de la tirosina por la enzima limitante de la veloci- dad de la reacción tirosina hidroxilasa, para dar lugar a dihidroxifenilalanina (DOPA). La DOPA se convierte en dopamina por una enzima citoplasmática, la descar- boxilasa de los aminoácidos aromáticos, y después se transporta a las vesículas secretoras (denominadas también gránulos cromafines). Dentro de los gránulos, la dopamina se convierte por completo en noradrenali- na por la enzima dopamina-β-hidroxilasa. En la mayoría de las células medulares suprarrenales, toda la nora- drenalina sale de los gránulos cromafines mediante difusión facilitada, y se metila mediante la enzima citoplasmática feniletanolamina-N-metiltransferasa para formar adrenalina. La adrenalina se transporta luego de nuevo al interior de los gránulos. La secreción de adrenalina y noradrenalina desde la médula suprarrenal está regulada principalmente por se- ñales simpáticas descendentes como respuesta a diver- sas formas de estrés, como el ejercicio, la hipoglucemia y la hipovolemia por hemorragia (fig. 42-5). Los centros autónomos primarios que inician las respuestas simpáti- cas se localizan en el hipotálamo y el tronco del encéfalo, y reciben impulsos aferentes de la corteza cerebral, el 42-738-757kpen.indd 738 24/2/09 10:55:44 http://booksmedicos.org Capítulo 42 La glándula suprarrenal 739 © E LS E V IE R . Fo to co p ia r si n au to riz ac ió n es u n d el ito . 42 A NIVEL CELULAR La elevada concentración local de cortisol en la médula suprarrenal se mantiene gracias a la configuración vascu- lar dentro de la glándula suprarrenal. La cápsula externa de tejido conjuntivo de la glándula suprarrenal es atrave- sada por una rica irrigación arterial procedente de tres ramas arteriales principales (es decir, las arterias suprarre- nales superior, media e inferior; v. fig. 42-1). Estas arterias originan dos tipos de vasos sanguíneos que llevan la san- gre desde la corteza a la médula (v. fig. 42-3): a) unas pocas arteriolas medulares, que aportan sangre rica en oxígeno y cargada de nutrientes de forma directa a las células cromafines medulares, y b) unos sinusoides corti- cales relativamente numerosos, hacia los cuales las células corticales segregan las hormonas esteroideas (incluido el cortisol). Ambos tipos de vasos se fusionan para dar lugar a un plexo medular de vasos que, en último término, dre- nan en una vena suprarrenal única. por tanto, las secre- ciones de la corteza suprarrenal se filtran por las células cromafines y las bañan en altas concentraciones de corti- sol antes de salir de la glándula y entrar en la vena cava inferior. El cortisol inhibe la diferenciación neuronal de las células medulares, de forma que no llegan a elaborar den- dritas ni axones. Además, el cortisol induce la expresión de la enzima feniletanolamina-N-metiltransferasa (PNMT), que convierte la noradrenalina en adrenalina (v. fig. 42-4). Los ratones con deficiencia para el receptor de glucocorticoides (v. más adelante) tienen una corteza hipertrofiada, pero el tamaño medular está disminuido y la actividad de pNMT es indetectable. Vena suprarrenal derecha Aorta abdominal Riñón derecho Riñón izquierdo Vena cava inferior Arteria frénica inferior Glándula suprarrenal izquierda Arterias suprarrenales superiores Arteria suprarrenal media Arteria suprarrenal inferior Glándula suprarrenal derecha Vena suprarrenal izquierda ● Figura 42-1. Las glándulas suprarrenales se localizan en los polos superiores de los riño- nes, y reciben una rica irrigación arterial proce- dente de las arterias su- prarrenales superior, media e inferior. Las su- prarrenales se drenan por una vena suprarre- nal única. (Modificado de Drake RL et al: Gray’s Anatomy for Students, Filadelfia, Churchill Li- vingstone, 2005.) sistema límbico y otras regiones del hipotálamo y el tronco del encéfalo. La señal química para la secreciónde catecolaminas en la médula suprarrenal es la acetilcolina (ACh), que se segrega en las neuronas simpáticas pregangliona- res y se liga a los receptores nicotínicos de las células cromafines (v. fig. 42-5). La ACh aumenta la actividad de la enzima limitadora de la velocidad tirosina hidroxila- sa en las células cromafines (v. fig. 42-4), y también aumenta la actividad de la dopamina-β-hidroxilasa y estimula la exocitosis de los gránulos cromafines. La síntesis de adrenalina y noradrenalina se acopla de for- ma estrecha a la secreción, de forma que las concentra- ciones intracelulares de catecolaminas no cambian de forma significativa, aunque se produzcan cambios en la actividad simpática. Mecanismo de acción de las catecolaminas Los receptores adrenérgicos suelen clasificarse como receptores adrenérgicos α y β, y los de tipo α se subdi- viden en α1 y α2, mientras que los de tipo β lo hacen en β1, β2 y β3 (tabla 42-1). Estos receptores se categorizan según: a) la potencia relativa de los agonistas y antago- nistas farmacológicos y endógenos. La adrenalina y la noradrenalina son agonistas potentes para los recepto- res α y para los β1 y β3, mientras que la adrenalina es más potente agonista que la noradrenalina para los re- ceptores β2. Actualmente existe una gran cantidad de agonistas y antagonistas adrenérgicos selectivos y no selectivos sintéticos; b) vías de transmisión de señales distales. La tabla 42-1 resume las principales vías de transmisión de señales acopladas a los distintos recep- tores adrenérgicos. Este esquema está demasiado sim- plificado, dado que las diferencias en las vías de trans- misión de señales para un receptor determinado se han relacionado con la duración de la exposición al agonis- ta y el tipo de célula y, c) localización y densidad relati- va de los receptores. Es importante destacar que los distintos tipos de receptores predominan en los distin- tos tejidos. Por ejemplo, aunque las células β de los is- lotes pancreáticos expresan receptores de tipo α y β, la respuesta predominante ante la estimulación simpática viene mediada por receptores de tipo α2. 42-738-757kpen.indd 739 24/2/09 10:55:48 http://booksmedicos.org 740 Berne y Levy. Fisiología V C M C A F M R G Corteza (80–90%) Médula (10–20%) Zona glomerulosa Zona fascicular Zona reticular Médula (células cromafines) Adrenalina Noradrenalina Catecolaminas Hormonas esteroideas Aldosterona Cortisol DHEAS B ● Figura 42-2. Histología de la glándula suprarrenal. A, Imagen a pequeño aumento que muestra la corteza externa (C) y la médula interna (M); obsérvese la vena central (V). B. Imagen a mayor aumento que muestra claramente la zonificación de la corteza. Se distinguen las distintas funciones endocrinas en las diferentes zonas de la corteza y la médula. (De Young B et al: Wheater’s Functional Histology, 5.ª ed., Filadelfia, Churchill Li- vingstone, 2006.) ● Tabla 42-1. Receptores adrenérgicos Tipo de receptor Mecanismo principal de acción Ejemplos de distribución tisular Ejemplos de acción α1 ↑ IP3 y Ca++, DAG Terminaciones nerviosas postsinápticas simpáticas Aumenta la contracción del músculo liso vascular α2 ↓ AMPc Terminaciones nerviosas presinápticas simpáticas, células β de los islotes pancreáticos Inhibe la liberación de noradrenalina; inhibe la liberación de insulina β1 ↑ AMPc Corazón Aumenta el gasto cardíaco β2 ↑ AMPc Hígado, músculo liso vascular, bronquiolar y uterino Aumenta la producción hepática de glucosa, reduce la contracción de los vasos, bronquiolos y útero β3 ↑ AMPc Hígado, tejido adiposo Aumenta la producción hepática de glucosa; aumenta la lipólisis DAG: diacilglicerol. 42-738-757kpen.indd 740 24/2/09 10:55:54 http://booksmedicos.org Capítulo 42 La glándula suprarrenal 741 © E LS E V IE R . Fo to co p ia r si n au to riz ac ió n es u n d el ito . Vasos sinusoidales Plexo subcapsular Arteriola cortical Zona glomerular Zona fascicular Zona reticular Médula Vena medular Plexo profundo Plexo medular Arteriola medular Arteria capsular Cápsula ● Tabla 42-2. Algunas acciones de las hormonas catecolaminas β: Adrenalina > Noradrenalina α: Noradrenalina > Adrenalina ↑ Glucogenólisis ↑ Gluconeogénesis (α1) ↑ Gluconeogénesis (β2) ↑ Glucogenólisis (α1) ↑ Lipólisis (β3) (β2) ↑ Calorigénesis (β1) ↓ Utilización de la glucosa ↑ Secreción de insulina (β2) ↓ Secreción de insulina (α2) ↑ Secreción de glucagón (β2) ↑ Captación de potasio muscular (β2) ↑ Contractilidad cardíaca (α1) ↑ Contractilidad cardíaca (β1) ↑ Frecuencia cardíaca (β1) ↑ Velocidad de conducción (β1) ↑ Dilatación arteriolar;PA (β2) (músculo) ↑ Vasoconstricción arteriolar; ↑ PA (α1) (esplácnica, renal, cutánea, genital) ↑ Relajación muscular (β2) ↑ Contracción de los esfínteres (α1) Digestiva Digestivos Urinaria Urinarios Bronquial ↑ Agregación plaquetaria (α2) ↑ Sudoración («adrenérgica») ↑ Dilatación pupilar (α1) pA: presión arterial. ● Figura 42-3. Flujo de san- gre a través de la glándula su- prarrenal. Las arterias capsulares originan vasos sinusoidales que transportan la sangre en dirección centrípeta a través de la corteza hacia la médula. (Modificado de Young B et al: Wheater’s Functio- nal Histology, 5.ª ed., Filadelfia, Churchill Livingstone, 2006.) Acciones fisiológicas de las catecolaminas de la médula suprarrenal Como la médula suprarrenal se inerva directamente por el sistema nervioso autónomo, las respuestas adrenome- dulares son muy rápidas. Además, como participan va- rios centros del SNC, entre los que destaca la corteza cerebral, las respuestas de la médula suprarrenal pue- den anteceder al desarrollo del estrés real (es decir, se pueden anticipar) (fig. 42-5). En muchos casos, la res- puesta medular suprarrenal, que se media principalmen- te por adrenalina, se coordina con la actividad nerviosa simpática, que viene condicionada por la liberación de noradrenalina en las neuronas simpáticas posgangliona- res. Sin embargo, algunos estímulos (como la hipogluce- mia) inducen una respuesta medular suprarrenal más intensa que la respuesta nerviosa, y al contrario. Muchos órganos y tejidos se afectan por la respuesta simpática suprarrenal (tabla 42-2). Un ejemplo informati- vo de los importantes papeles fisiológicos de las cateco- laminas es la respuesta simpaticosuprarrenal frente al ejercicio. El ejercicio se parece a la respuesta de «lucha o huida», pero sin el elemento subjetivo del miedo y con un mayor grado de participación de la respuesta medu- lar suprarrenal (es decir, función endocrina de la adrena- lina) frente a la respuesta nerviosa simpática (es decir, papel de la noradrenalina como neurotransmisor). El ob- jetivo global de la respuesta simpático-suprarrenal du- rante el ejercicio es satisfacer el aumento de las necesi- dades de energía del músculo esquelético y cardíaco, al tiempo que se mantiene un aporte adecuado de oxígeno y glucosa para el encéfalo. La respuesta frente al ejerci- cio incluye las siguientes acciones fisiológicas funda- mentales de la adrenalina (fig. 42-6): 1. Aumento del flujo sanguíneo a los músculos, que se consigue mediante la acción integrada de la noradre- nalina y la adrenalina sobre el corazón, las venas y los linfáticos, y los lechos arteriolares no musculares (es- plácnicos) y musculares. 2. La adrenalina induce la glucogenólisis en el músculo. El músculo en activo puede utilizar también los áci- 42-738-757kpen.indd 741 24/2/09 10:55:58 http://booksmedicos.org 742 Berne y Levy. Fisiología HO Moduladores Pasos de síntesis Localización Estimulación simpática Tirosina hidroxilasa Citoplasma Estimulación simpática Dopamina β -hidroxilasa Gránulos Gránulos Captación Estimulación por cortisol Feniletanolamina-N- metiltransferasa Citoplasma Tirosina NH2 CH2CHCOOH HO HO Aminoácido decarboxilasa Citoplasma Dihidroxifenilalanina (XDOPA) NH2 CH2CHCOOH HO HO Dopamina CH2CH2NH2 HO HO NoradrenalinaOH CHCH2NH2 HO HO Adrenalina OH CHCH2NHCH3 Acetilcolina Acetilcolina Noradrenalina Adrenalina Actúa sobre células diana lejanas Actúa sobre las células diana en el punto de liberación Médula Ganglio simpático Dolor Traumatismos Hipovolemia Hipoglucemia Hipotermia Hipotálamo Bulbo raquídeo Protuberancia Ansiedad Glándula suprarrenal Nervio simpático Nervio simpático Médula espinal ● Figura 42-4. pasos en la síntesis de catecolaminas. ● Figura 42-5. Estímulos que potencian la secreción de catecolaminas. dos grasos libres (AGL), y la adrenalina y la noradre- nalina inducen la lipólisis del tejido adiposo. Las acciones descritas aumentan las concentraciones circulantes de lactato y glicerol, que pueden ser em- pleados por el hígado como sustratos para la gluco- neogénesis y aumentar la glucosa. La adrenalina aumenta la glucemia al aumentar la glucogenólisis y la gluconeogénesis hepáticas. La inducción de la li- pólisis en el tejido adiposo también se coordina con un aumento inducido por la adrenalina de la cetogé- nesis hepática. Por último, los efectos de las cateco- laminas sobre el metabolismo se refuerzan porque estimulan la secreción de glucagón (receptores β2) e inhiben la secreción de insulina (receptores α2). La producción eficiente de ATP durante el ejercicio nor- mal (p. ej., de una hora de trabajo) también necesita un intercambio eficiente de gases, con un aporte ade- cuado de oxígeno al músculo en activo. Las catecola- minas inducen este fenómeno al relajar el músculo liso de los bronquiolos. 3. Las catecolaminas reducen las demandas de energía en el músculo liso visceral. En general, la respuesta simpaticosuprarrenal reduce la motilidad global del músculo liso digestivo y urinario, lo que conserva la energía cuando no se necesita. Metabolismo de las catecolaminas Dos enzimas fundamentales participan en la degrada- ción de las catecolaminas: la monoaminooxidasa (MAO) y la catecol-O-metiltransferasa (COMT) (fig. 42- 7). El neurotransmisor noradrenalina se degrada por MAO y COMT tras ser captado en la terminación presi- náptica. Este mecanismo está implicado también en el catabolismo de las catecolaminas suprarrenales circu- lantes. Sin embargo, el principal destino de las cateco- laminas suprarrenales es la metilación por COMT en los tejidos no neuronales, como el hígado y el riñón. En ocasiones, se emplean las concentraciones en ori- na de ácido vanililmandélico (AVM) y metanefrina para medir la producción de catecolaminas en un pa- ciente. Gran parte del AVM y la metanefrina urinarias son de origen neuronal en lugar de proceder de las ca- tecolaminas suprarrenales. CORTEZA SUPRARRENAL Zona fascicular La zona fascicular produce el glucocorticoide denomi- nado cortisol. Esta zona es un tejido esteroidogénico activo constituido por cordones rectos de células gran- des, que tienen un citoplasma «espumoso», porque es- tán llenas de gotículas de lípidos que son ésteres de co- lesterol almacenados. Estas células elaboran algo de colesterol de novo, pero también lo importan de la san- gre en forma de lipoproteínas de baja densidad (LDL) y de alta densidad (HDL). El colesterol libre se esterifica 42-738-757kpen.indd 742 24/2/09 10:56:01 http://booksmedicos.org Capítulo 42 La glándula suprarrenal 743 © E LS E V IE R . Fo to co p ia r si n au to riz ac ió n es u n d el ito . Dilatación de los bronquiolos (β2) ↑ Intercambio de O2 y CO2 ↑ Gasto cardíaco ↑ Retorno venoso ↓ Motilidad de los tractos digestivo y urinario (β2) ↓ Uso de energía Adiposo (β2, β3) ↑ Lipólisis ↓ Captación de glucosa Hígado (β2) ↑ Glucogenólisis ↑ Gluconeogénesis ↑ Cetogénesis Refuerzo hormonal Músculo esquelético (β2) ↑ Glucogenólisis ↓ Captación de glucosa Células β (α2) ↓ Secreción de insulina Células α (β2) ↑ Secreción de glucagón ↑ Cociente glucagón/insulina en sangre ↑ Aporte de nutrientes al músculo y aporte adecuado de oxígeno y glucosa al encéfalo ↑ Flujo sanguíneo al músculo esquelético Vasoconstricción de arteriolas esplácnicas (α) Vasodilatación de arteriolas del músculo esquelético (β2) Vasoconstricción de venas y linfáticos (α) Corazón (β1) Inotropo positivo Cronotropo positivo Lusotropo positivo ↓ Flujo al tubo digestivo ↑ Glucemia ↑ Cetonas en sangre ↑ AGL en sangre ↑ Lactato en sangre ↑ Glicerol en sangre HO HO HO HO Noradrenalina OH CHCH2NH2 Adrenalina OH CHCH2NHCH3 HO CH3O CH3O CH3O HO Normetanefrina OH CHCH2NH2 Metanefrina OH CHCH2NHCH3 HO HO MAO + AO MAO + AO MAO + AO COMT COMT COMT Ácido dihidroximandélico OH CHCOOH HO Ácido vanililmandélico (AVM) OH CHCOOH CH3O HO 3-metoxi-4-hidroxifenilglicol OH CHCH2OH ● Figura 42-6. Algunas de las acciones individuales de las catecolaminas que contribuyen a la respuesta simpaticosuprarrenal integrada frente al ejercicio. (Modificado de porterfield Sp, White BA: Endocrine physio- logy, 3.ª ed., Filadelfia, Mosby, 2007.) ● Figura 42-7. Metabolismo degradativo de las catecolaminas. MAO estimula la desaminación. COMT estimula la metilación. 42-738-757kpen.indd 743 24/2/09 10:56:05 http://booksmedicos.org 744 Berne y Levy. Fisiología LDL Gotícula de lípidos Citoplasma HDL HDLR (SR-BI)LDLR ACAT EC Hidrolasa de ésteres de colesterol ? Proteínas transportadoras ? EC CL CL Pregnenolona CYP 11A1 StAR MMI MMe ● Figura 42-8. Acontecimientos implicados en la primera reacción de la vía esteroidogénica (conversión del coles- terol en pregnenolona) en las células de la zona fascicular. ACAT: astil; CoA: coles- terol aciltransferasa; EC: ésteres de co- lesterol; CL: colesterol libre; HDLR: recep- tor de las lipoproteínas de alta densidad (denominado también receptor barredor BU [SR-BI]); MMI: membrana mitocon- drial interna; LDLR: receptor de las lipo- proteínas de baja densidad; MME: mem- brana mitocondrial externa; StAR: proteína reguladora aguda esteroidogénica. (Modi- ficado de porterfield Sp, White BA: Endo- crine physiology, 3.ª ed., Filadelfia, Mos- by, 2007.) ● Tabla 42-3. Potencia relativa de los glucocorticoides y mineralocorticoides naturales y algunos análogos sintéticos de uso clínico* Glucocorticoide Mineralocorticoide Corticosterona 0,5 1,5 Prednisona (1,2 enlaces dobles) 4 < 0,1 6α-metilprednisolona 5 < 0,1 9α-fluoro-16α- hidroxiprednisolona (triamcinolona) 5 < 0,1 9α-fluoro-16α- metilprednisolona (dexametasona) 30 < 0,1 Aldosterona 0,25 500 Desoxicorticosterona 0,01 30 9α-fluorocortisol 10 500 * Todos los valores son relativos a las potenciales como glucocorticoide y mineralocorticoide del cortisol, que se han marcado de forma arbitraria como valor 1. El cortisol en realidad sólo tiene una potencia 1/500 de la del mineralocorticoide natural aldosterona. y almacena en gotículas de lípidos (fig. 42-8). El coleste- rol almacenado se convierte de forma continua en co- lesterol libre por acción de la hidrolasa de los ésteres de colesterol, un proceso que aumenta como respuesta al estímulo de síntesis de colesterol (p. ej., hormona adrenocorticotropa [ACTH]; v. más adelante). En la zona fascicular, el colesterol se convierte de forma se- cuencial en pregnenolona, progesterona, 17-hidroxipro- gesterona, 11-desoxicortisol y cortisol (figs. 42-9 y 42-10). Una vía paralela dentro de la zona fascicular consis- te en la conversión de progesterona a 11-desoxicorti- costerona (DOC) y, posteriormente, a corticosterona (fig. 42-10, C). Esta vía tiene poca importancia en los seres humanos, pero cuando no existe CYP11B1 (actividad 11-hidroxilasa), la producción de DOC es importante. Dado que la DOC actúa como un mineralocorticoide dé- bil (tabla 42-3), el aumento de su concentración puede ser origen de hipertensión. Transporte y metabolismo del cortisol El cortisol se transporta en la sangre principalmente uni- do a la globulina transportadora de corticoides (CBG) (denominada también transcortina), que se une al 90% de lahormona circulante, y también a la albúmina, que se liga al 5-7% de la misma. El hígado es el principal lugar de inactivación del esteroide. Allí se inactiva el cortisol y se conjugan los esteroides activos e inactivos con glucu- rónido o sulfato, de forma que se pueden excretar con mayor facilidad a nivel renal. La semivida circulante del cortisol es de unos 70 minutos. El cortisol se inactiva de forma reversible mediante la conversión a cortisona. Esta acción se cataliza por la enzima 11β-hidroxiesteroide deshidrogenasa de tipo 2 AplicAción clínicA El feocromocitoma es un tumor del tejido cromafín que produce cantidades excesivas de catecolaminas. Se trata de tumores frecuentes en la médula suprarrenal, pero pueden aparecer en cualquier otra célula cromafín del sistema nervioso autónomo. Aunque los feocromocito- mas no son frecuentes, son la causa más habitual de hi- perfunción medular suprarrenal. La catecolamina que con mayor frecuencia está elevada en el feocromocitoma es la noradrenalina. por motivos que se ignora, los síntomas de la secreción excesiva de catecolaminas a menudo son es- porádicos en lugar de continuos. Los síntomas incluyen hipertensión, cefaleas (por la hipertensión), sudoración, ansiedad, palpitaciones y dolor torácico. Además, los pa- cientes pueden presentar hipotensión ortostática (a pesar de su tendencia a la hipertensión). Esto se explica porque la secreción excesiva de catecolaminas puede reducir la respuesta postsináptica frente a la noradrenalina como consecuencia de la regulación a la baja de los receptores (v. capítulo 3). En consecuencia, se amortigua la respuesta de los barorreceptores frente a los desplazamientos de la sangre durante la bipedestación. 42-738-757kpen.indd 744 24/2/09 10:56:07 http://booksmedicos.org Capítulo 42 La glándula suprarrenal 745 © E LS E V IE R . Fo to co p ia r si n au to riz ac ió n es u n d el ito . Zona glomerular Colesterol Eliminación de la cadena lateral por CYP11A1 Mitocondrias Conversión de 3β-HSD a ∆5 y ∆4 esteroides Conversión de 3β-HSD a ∆5 y ∆4 esteroides REL CYP21A2 21-hidroxilasa REL Conversión de 3β-HSD a ∆5 y ∆4 esteroides REL Eliminación de la cadena lateral por CYP11A1 Mitocondrias CYP17 17-hidroxilasa REL Eliminación de la cadena lateral por CYP11A1 Mitocondrias CYP17 17-hidroxilasa REL CYP17 17,20-liasa REL CYP11B2 11-hidroxilasa Mitocondrias CYP21A2 21-hidroxilasa REL SULT2A1 sulfo- transferasa REL CYP11B2 18-hidroxilasa Mitocondrias CYP11B2 18-oxidasa Mitocondrias CYP11B1 11-hidroxilasa Mitocondrias REL Pregnenolona Progesterona 11-desoxicorticosterona DOC Corticosterona 18 (OH) Corticosterona Aldosterona Zona fascicular Colesterol Pregnenolona Progesterona 17(OH) progesterona 11-desoxicortisol Cortisol Zona reticular Colesterol Pregnenolona 17(OH) pregnenolona DHEA DHEAS DHEA Androstenodiona (producto menor) ● Figura 42-9. Resumen de las vías esteroidogénicas para cada una de las tres zonas de la corteza suprarre- nal. Las reacciones enzimáticas se codifican en color en las distintas zonas. REL: retículo endoplásmico liso. (Mo- dificado de porterfield Sp, White BA: Endocrine physiology, 3.ª ed., Filadelfia, Mosby, 2007.) A NIVEL CELULAR El colesterol libre se modifica mediante cinco reacciones dentro de la vía esteroidogénica que da lugar al cortisol (v. fig. 42-8). Sin embargo, el colesterol se almacena en el citoplasma, y la primera enzima de la vía, CYp11A1, se localiza en la membrana mitocondrial interna (v. fig. 42-9). por tanto, la reacción que limita la velocidad en la este- roidogénesis es la transferencia de colesterol desde la membrana mitocondrial externa a la interna. Aunque pa- rece que participan varias proteínas, una de ellas, la pro- teína reguladora aguda esteroidogénica (proteína StAR), resulta indispensable en el proceso de transporte del colesterol hacia la membrana mitocondrial interna (v. fig. 42-8). La proteína StAR dura poco tiempo y se activa con rapidez tras su traducción (fosforilación) y transcripción por las hormonas trópicas hipofisarias. En los pacientes con mutaciones inactivadoras de la proteína StAR, las células de la zona fascicular se cargan con un exceso de lípidos («lipoideas»), porque el colesterol no consigue acceder a CYp11A1 en la mitocondria y ser usa- do para la síntesis de cortisol. Además, estos individuos no pueden sintetizar hormonas esteroideas sexuales. La placenta no expresa StAR, de forma que estos individuos producen esteroides placentarios con normalidad dentro del útero. 42-738-757kpen.indd 745 24/2/09 10:56:10 http://booksmedicos.org 746 Berne y Levy. Fisiología HO Colesterol (27 carbonos) A CPY11A1 «Cadena lateral» de 6 carbonos CH3 CH3 C C C C C CH3 CH3 HO Pregnenolona (21 carbonos) CH3 CH3 C O CH3 CH3 CH3 CH3 CH3 HO OH C O 19 18 21 20 1 4 2 9 6 10 12 13 14 16 17 15 11 3 5 7 8 CH3 CH3 CH3 HO Pregnenolona (P5) Reacción 2a Reacción 3b Vía ∆5 Vía ∆4 3β-HSD 3β-HSD Reacción 2b CYP17 (función de 17-hidroxilasa) 17(OH) Pregnenolona C O CH3 CH3 CH3 O O OH C O CH3 CH3 CH3 Progesterona (P4) Reacción 3a CYP17 (función 17-hidroxilasa) 17(OH) Progesterona C O B A NIVEL CELULAR Las enzimas esteroidogénicas pertenecen a dos superfami- lias. La mayoría son de la familia del gen de la monooxi- dasa del citocromo P-450 y se denominan CYP. Estas enzi- mas se localizan en la matriz mitocondrial interna, donde utilizan oxígeno molecular y una flavoproteína donante de electrones, o en el retículo endoplásmico liso, donde utilizan una flavoproteína distinta para la transferencia de electrones. Las distintas enzimas CYp se comportan como hidroxilasas, liasas (desmolasas), oxidasas y aromatasas. Dos de estas enzi- mas realizan funciones múltiples. La CYp17 tiene una función 17-hidroxilasa y una función 17,20-liasa (desmolasa). La CYp11B2, denominada también aldosterona sintasa, realiza tres funciones: 11-hidroxilasa, 18-hidroxilasa y 18-oxidasa. Las otras enzimas implicadas en la esteroidogénesis per- tenecen a las tres familias de hidroxiesteroides deshidro- genasas (HSD). Las 3β-HSD tienen dos isoformas que con- vierten el grupo hidroxilo del carbono 3 del anillo de colesterol en una cetona y desplazan el doble enlace desde la posición 5-6 (∆5) a la 4-5 (∆4). Todas las hormonas este- roideas activas se deben convertir en estructuras ∆4 por la 3β-HSD. Las 17β-HSD tienen por lo menos cinco miembros, y pueden actuar como reductasas u oxidasas. Las 17β-HSD principalmente actúan sobre los esteroides sexuales, y pue- den ser activadoras o desactivadoras. por último, las 11β-HSD tienen dos isoformas, que catalizan el intercam- bio entre el cortisol (activo) y la cortisona (inactiva). ● Figura 42-10. A, Reacción 1, catalizada por CYp11A1 en la síntesis de cortisol. B, Reacciones 2a/b y 3a/b con participación de CYp17 (función de la 17-hidroxilasa) y 3β-hidroxiesteroides deshidro- genasa (3b-HSD) en la producción de cortisol. En esta figura se muestran las vías ∆5 frente a ∆4. C, Reacciones 4 y 5, en las que participan CYp21B y CYp11B1, en las que se realizan los dos últimos pasos de la síntesis de cortisol. Se muestra también la vía menor que culmina con la síntesis de corticos- terona en la zona fascicular. (Modificado de porter- field Sp, White BA: Endocrine physiology, 3.ª ed., Filadelfia, Mosby, 2007.) 42-738-757kpen.indd 746 24/2/09 10:56:13 http://booksmedicos.org Capítulo 42 La glándula suprarrenal 747 © E LS E V IE R . Fo to co p ia r si n au to riz ac ió n es u n d el ito . OH CH311 21 CH3 CH3 O Reacción 3a CYP17 Progesterona 17(OH) Progesterona 11-desoxicorticosterona (DOC) 11-desoxicortisol Reacción 4 CYP21B CYP21B Reacción 5 CYP11B1 CYP11B1 C O CH311 21 CH3 CH3 O C O OH CH3 CH3 CH2OH O C O CH3 CH3 CH2OH O C O Corticosterona Cortisol OH CH3 CH3 CH2OH O C HO HO C O CH3 CH3 CH2OHO C O ● Figura 42-10. Continuación. (11β-HSD2). La inactivación del cortisol por 11β-HSD2 es reversible, porque otra enzima, la 11β-HSD1, con- vierte de nuevo la cortisona en cortisol. Esta conver- sión tiene lugar en tejidos que expresan el receptor de glucocorticoides (RG), entre otros el hígado, el tejido adiposo y el SNC, además de la piel (motivo por el cual se pueden aplicar cremas de cortisona sobre la piel para detener la inflamación). Mecanismo de acción del cortisol El cortisol actúa principalmente mediante el receptor para glucocorticoides, que regula la transcripción de los genes (v. capítulo 3). Cuando no existe la hormona, el RG se localiza dentro del citoplasma en forma de un comple- jo estable con varias chaperonas moleculares, entre las que se incluyen las proteínas del shock térmico y las ci- clofilinas. La unión del RG y el cortisol induce la separa- ción de estas proteínas chaperonas, tras la cual: 1. Se produce una rápida traslocación del complejo RG-cortisol al interior del núcleo. 2. Tiene lugar la dimerización y unión a los elementos de respuesta a los glucocorticoides (GRE) cerca de los promotores basales de los genes regulados por el cor- tisol. 3. Se produce el reclutamiento de las proteínas coacti- vadoras y el ensamblado de los factores de transcrip- ción generales que permiten una mayor transcripción de los genes diana. Los glucocorticoides también pueden reprimir la transcripción de los genes. En algunos casos, el RG inte- racciona con otros factores de transcripción, como el factor de transcripción proinflamatorio NF-κB, e interfie- re con la capacidad de activar la expresión génica. Los RG se ligan a GRE negativos en otros casos, y reclutan entonces a las proteínas correpresoras. 42-738-757kpen.indd 747 24/2/09 10:56:14 http://booksmedicos.org 748 Berne y Levy. Fisiología Estrés durante el período interdigestivo (anciano que resbala en el hielo y se produce una luxación de cadera) ↑ Cortisol ↓ Cociente insulina/ glucagón ↑ Adrenalina y noradrenalina de origen simpaticosuprarrenal Hígado ↑ Glucogenólisis ↑ Gluconeogénesis Músculo esquelético ↑ Proteólisis ↓ Síntesis de proteínas ↑ Glucogenólisis ↓ Captación de glucosa mediada por Glut-4 Tejido adiposo ↑ Lipólisis ↓ Lipogénesis ↓ Captación de glucosa mediada por Glut-4 Incremento crónico de las concentraciones de cortisol en una persona bien alimentada (p. ej., enfermedad de Cushing) ↑ Cortisol ↑ Cociente insulina/ glucagón ↓ Adrenalina y noradrenalina de origen simpaticosuprarrenal CNS ↑ Apetito Hígado ↑ Síntesis hepática de glucógeno Músculo esquelético ↑ Proteólisis ↓ Captación de glucosa mediada por Glut-4 Tejido adiposo ↓ Lipólisis ↑ Síntesis de triglicéridos ↑ Diferenciación de preadipocitos a adipocitos ↓ Captación de glucosa mediada por Glut-4 Las respuestas metabólicas frente al estrés aseguran una cantidad de energía suficiente para cubrir el aumento de las demandas corporales, y mantienen las concentraciones de glucemia necesarias para las acciones conscientes y deliberadas del individuo. Las respuestas metabólicas se apoyan en las respuestas cardiovasculares, primero las inducidas por el estímulo simpaticosuprarrenal (v. fig. 42-6), pero también por el cortisol, que optimiza la función de los receptores adrenérgicos. El cortisol también aporta energía para la respuesta inflamatoria e inmunitaria incipientes ante el estrés, pero también protege al individuo de las posibles lesiones derivadas de una inflamación no regulada Las respuestas metabólicas ante un incremento crónico de cortisol en los pacientes con enfermedad de Cushing, sin otra enfermedad, tienden a fomentar la obesidad localizada (cara, cuello y abdomen), con adelgazamiento y debilidad muscular, sobre todo en las extremidades. Obsérvese que el incremento de cortisol en este caso suele producirse en el contexto de un aumento del cociente insulina/ glucagón. El aumento de cortisol estimula el apetito, lo que incrementa el cociente insulina/glucagón. Las concentraciones altas de cortisol antagonizan el efecto de la insulina sobre la captación de glucosa mediada por Glut-4 en el músculo esquelético y el tejido adiposo, de forma que la intolerancia a la glucosa es un síntoma frecuente de la enfermedad de Cushing. Esto contribuye todavía más a la hiperglucemia e hiperinsulinemia. El cortisol y la insulina inducen la diferenciación de los preadipocitos a adipocitos y la lipogénesis ● Figura 42-11. Acciones metabólicas del cortisol (integradas con las catecolaminas y el glucagón) como respuesta al estrés (imagen superior) y comparadas con las acciones de una elevación crónica de cortisol (integrada con insulina) en un individuo sano (imagen inferior). (Modificado de porterfield Sp, White BA: Endocrine physiology, 3.ª ed., Filadelfia, Mosby, 2007.) Acciones fisiológicas del cortisol El cortisol realiza múltiples acciones y, a menudo, se cla- sifica como «hormona de estrés». En general, el cortisol mantiene la glucemia, la función del SNC y la función car- diovascular durante el ayuno, y aumenta la glucemia du- rante el estrés a expensas de las proteínas musculares. El cortisol protege al organismo de los efectos autolesi- vos de las respuestas inflamatorias e inmunitarias des- controladas. El cortisol también reparte la energía para afrontar el estrés, inhibiendo la función reproductora. Como se comenta más adelante, el cortisol tiene varios efectos más a nivel óseo, cutáneo, del tejido conjuntivo, digestivo y en el feto en desarrollo, independientes de sus efectos relacionados con el estrés. Acciones metabólicas. Como implica el término gluco- corticoide, el cortisol es una hormona esteroidea originada en la corteza suprarrenal y que regula la glucemia. Aumen- ta la glucemia mediante la estimulación de la gluconeo- génesis (fig. 42-11). El cortisol induce la expresión de los genes de las enzimas gluconeogénicas hepáticas fosfoenol- piruvato carboxicinasa (PEPCK), fructosa 1,6-bifosfatasa y glucosa-6-fosfatasa (G6Pasa). El cortisol también reduce la captación de glucosa mediada por Glut4 en el músculo esquelético y el tejido adiposo. Durante la fase interdigesti- va (cociente insulina-glucagón bajo), el cortisol induce el ahorro de la glucosa al potenciar los efectos de las cateco- laminas sobre la lipólisis, lo que permite disponer de los AGL como fuentes de energía. El cortisol inhibe la síntesis de proteínas y aumenta la proteólisis, sobre todo en el mús- culo esquelético, lo que aporta una rica fuente de carbonos para la gluconeogénesis hepática. La figura 42-11 compara el papel normal del corti- sol como respuesta al estrés con los efectos de un cortisol elevado de forma crónica como consecuencia de algunas situaciones patológicas. Como se comenta más adelante, existen importantes diferencias en los efectos metabóli- cos globales del cortisol entre estas dos situaciones, so- bre todo en relación con el metabolismo de los lípidos. Durante el estrés, el cortisol actúa de forma sinérgica con las catecolaminas y el glucagón induciendo una respuesta metabólica lipolítica, gluconeogénica, cetogénica y gluco- 42-738-757kpen.indd 748 24/2/09 10:56:17 http://booksmedicos.org Capítulo 42 La glándula suprarrenal 749 © E LS E V IE R . Fo to co p ia r si n au to riz ac ió n es u n d el ito . genolítica, al tiempo que también actúa en sinergia con las catecolaminas para conseguir una respuesta cardiovascu- lar adecuada. Cuando el cortisol aumenta de forma cróni- ca por una hiperproducción patológica, actúa de forma sinérgica con la insulina en presencia de hiperglucemia (por aumento del apetito) e hiperinsulinemia (por la hi- perglucemia y la intolerancia a la glucosa), y fomenta la lipogénesis y la obesidad truncal (abdominal, visceral). Acciones cardiovasculares. El cortisol refuerza sus efectos sobre la glucemia por su acción positiva sobre el aparato cardiovascular. Además,ejerce una acción per- misiva sobre las catecolaminas y contribuye de este modo al gasto cardíaco y la presión arterial. El cortisol estimula la síntesis de eritropoyetina, y aumenta así la producción de hematíes. Se produce anemia cuando el cortisol es deficiente, y policitemia cuando su concen- tración es excesiva. Acciones antiinflamatorias e inmunosupresoras. Las respuestas inflamatorias e inmunitarias forman parte, en general, de la respuesta ante el estrés. Sin embargo, la inflamación y la respuesta inmunitaria pueden causar daños importantes e incluso la muerte si no se mantie- nen en equilibrio homeostásico. Como hormona de es- trés, el cortisol desempeña un papel importante en man- tener la homeostasia inmunitaria. El cortisol, junto con la adrenalina y noradrenalina, reprime la producción de citocinas proinflamatorias y estimula la producción de las citocinas antiinflamatorias. La respuesta inflamatoria ante una lesión incluye la di- latación de los capilares locales con aumento de su per- meabilidad, que determina edema local y acumulación de leucocitos. Estos pasos vienen mediados por las prosta- glandinas, los tromboxanos y los leucotrienos. El cortisol inhibe la fosfolipasa A2, una enzima clave en la síntesis de prostaglandinas, leucotrienos y tromboxano. El cortisol estabiliza también las membranas de los lisosomas, lo que reduce la liberación de las enzimas proteolíticas que aumentan el edema local. Como respuesta a una agresión, se produce una emigración normal de los leucocitos hacia el lugar de la lesión, con salida del sistema vascular. Estos efectos son inhibidos por el cortisol, igual que la actividad fagocítica de los neutrófilos, aunque se estimula la libera- ción medular de los neutrófilos. Los análogos de los gluco- corticoides se emplean con frecuencia en farmacología por sus propiedades antiinflamatorias. El cortisol inhibe las respuestas inmunitarias y, por este motivo, se han empleado los análogos de glucocor- ticoides como inmunosupresores en los trasplantes de órganos. Las concentraciones altas de cortisol reducen el número de linfocitos T circulantes (sobre todo, linfoci- tos T colaboradores) y su capacidad de emigrar hacia el lugar de estimulación antigénica. Los glucocorticoides inducen atrofia del timo y de otros tejidos linfoides. Aun- que los corticoides pueden inhibir la inmunidad del me- canismo celular, la producción de anticuerpos por los linfocitos B no sufre alteraciones. Efectos del cortisol sobre los aparatos reproducto- res. La reproducción exige un elevado coste anabólico al organismo. En los humanos la conducta y la función re- productora se amortiguan como respuesta al estrés. El cortisol reduce la función del eje reproductor a nivel hi- potalámico, hipofisario y gonadal. Efectos óseos del cortisol. Los glucocorticoides aumen- tan la reabsorción ósea. Realizan múltiples acciones que modifican el metabolismo óseo. Los glucocorticoides reducen la absorción intestinal de Ca++ y la reabsorción renal del mismo. Ambos mecanismos contribuyen a re- ducir la [Ca++] sérica. Cuando esta [Ca++] disminuye, la secreción de la hormona paratiroidea (PTH) aumenta y la PTH moviliza el Ca++ de los huesos mediante la esti- mulación de su reabsorción. Además de esta acción, los glucocorticoides inhiben de forma directa la función for- madora de hueso de los osteoblastos (v. capítulo 39). Aunque los glucocorticoides son útiles para tratar la in- flamación asociada con la artritis, un uso excesivo pro- duce pérdida ósea (osteoporosis). Acciones del cortisol sobre el tejido conjuntivo. El cortisol inhibe la proliferación de los fibroblastos y la formación de colágeno. Cuando existe una cantidad ex- cesiva de cortisol, la piel se adelgaza y lesiona con ma- yor facilidad. El soporte de tejido conjuntivo de los capi- lares se altera, y aumentan las lesiones capilares o la formación de hematomas. Acciones del cortisol a nivel renal. El cortisol inhibe la secreción y acción de la hormona antidiurética (ADH), y se considera un antagonista de la misma. Cuando no existe cortisol, se potencia la acción de la ADH, lo que dificulta aumentar la eliminación de agua libre como res- puesta a una sobrecarga de agua y aumenta el riesgo de intoxicación por agua. Aunque el cortisol se une a los receptores de mineralocorticoides con gran afinidad, esta acción suele bloquearse por la inactivación del cor- tisol a cortisona por la enzima 11β-HSD2. Sin embargo, la actividad mineralocorticoide (es decir, la retención de agua y Na+ a nivel renal, la excreción de H+ y K+) del cor- tisol depende de la cantidad relativa de cortisol (o de glucocorticoides sintéticos) y la actividad de 11β-HSD2. Algunos compuestos (como los existentes en el regaliz negro) inhiben la enzima 11β-HSD2 y aumentan así la actividad mineralocorticoide del cortisol. El cortisol au- menta el filtrado glomerular al incrementar el gasto car- díaco y por acción directa a nivel renal. Acciones del cortisol sobre el músculo. Cuando las concentraciones de cortisol son excesivas, se produce debilidad muscular y dolor. La debilidad tiene orígenes múltiples. En parte, se debe a una proteólisis excesiva por el cortisol. Las concentraciones elevadas de cortisol pueden causar una hipopotasemia (por acciones de mi- neralocorticoides), que pueden ocasionar debilidad muscular, porque hiperpolarizan y estabiliza la membra- na celular muscular y dificultan la estimulación. Acciones del cortisol sobre el tubo digestivo. El cor- tisol realiza un efecto trófico sobre la mucosa digestiva. Cuando no existe cortisol, la motilidad digestiva se reduce, la mucosa digestiva se degenera, y disminuye la produc- ción de ácido y enzimas digestivos. Dado que el cortisol induce el apetito, el hipercortisolismo suele asociarse con un aumento del peso. La estimulación mediada por cortisol de la secreción de ácido gástrico y pepsina aumenta el riesgo de desarrollar úlceras. Efectos fisiológicos del cortisol Los trastornos psiquiátricos se asocian con un nivel ex- cesivo o deficiente de corticoides. Un exceso puede pro- 42-738-757kpen.indd 749 24/2/09 10:56:18 http://booksmedicos.org 750 Berne y Levy. Fisiología Citoplasma AMPc ↑ Colesterol esterasa ↓ Sintasa de los ésteres de colesterol ↑ Transporte de colesterol a las mitocondrias ↑ Unión del colesterol a P-450SCC ↑ Producción de pregnenolona ↑ Proteína StAR ↑ Transcripción de los genes de P-450SCC P-450C17 P-450C11 Adrenoxina Receptor LDL Receptor HDL ↑ Tamaño y complejidad funcional de las organelas ↑ Tamaño y número de células Inmediatos Subsecuente A largo plazo Membrana plasmática Receptor ACTH MC2R ● Figura 42-12. Resumen de las acciones de la ACTH sobre las células dianas de la corteza suprarrenal. Obsér- vese que el principal segundo mensaje- ro, AMpc, activa mediadores proteicos inmediatos, e induce también la produc- ción de mediadores proteicos tardíos. HDL: lipoproteína de alta densidad; LDL: lipoproteína de baja densidad. ducir inicialmente sensación de bienestar, pero cuando se mantiene la exposición se observa, al final, labilidad emocional con depresión. Es posible una psicosis franca cuando existe defecto o un exceso de esta hormona. El cortisol aumenta la tendencia al insomnio y reduce el sueño de movimientos oculares rápidos (REM). Las per- sonas con deficiencia de corticoides suelen estar depri- midas, apáticas e irritables. Efectos del cortisol durante el desarrollo fetal El cortisol es necesario para el desarrollo normal del SNC, la retina, la piel, el tubo digestivo y los pulmones. El siste- ma mejor estudiado son los pulmones, en los que el corti- sol induce la diferenciación y maduración de las células alveolares de tipo II. Al final de la gestación, estas célu- las producen surfactante, que reduce la tensión superficial a nivel pulmonar y permite que el feto respire al nacer. Regulación de la producción de cortisol La producción de cortisolen la zona fascicular está regula- da por un eje hipotálamo-hipófisis-suprarrenal convencio- nal en el que participa la hormona liberadora de cortico- tropina (CRH), la ACTH y el cortisol (v. capítulo 40). El hipotálamo y la hipófisis inducen la producción de cortisol, y éste se retroalimenta de forma negativa sobre el hipotála- mo y la hipófisis para mantener un punto determinado. Las formas de estrés neurogénico (p. ej., el miedo) y sistémico (p. ej., la hipoglucemia, hemorragia, citocinas) estimulan la liberación de CRH. La CRH se encuentra también sometida a una regulación diurna importante que se relaciona con el núcleo supraquiasmático, de forma que se producen picos de cortisol durante las primeras horas de la mañana antes del amanecer, y después un descenso continuo durante el día y la tarde. La CRH estimula de forma aguda la libera- ción de ACTH, y aumenta de forma crónica la expresión del gen de la proopiomelanocortina (POMC) e induce una hi- pertrofia con proliferación de las células corticotropas. Al- gunas neuronas parvicelulares coexpresan CRH y ADH, que potencian las acciones de la CRH. La ACTH se liga al receptor de melanocortina 2 (MC2R) localizado en las células de la zona fascicular (fig. 42-12). Los efectos de la ACTH se pueden subdividir en tres fases: 1. Los efectos agudos de la ACTH se observan en minu- tos. El colesterol se moviliza con rapidez desde las gotículas de lípidos mediante la activación tras la tra- ducción de la hidrolasa de los ésteres de colesterol, y se transporta a la membrana mitocondrial externa. La ACTH aumenta con rapidez la expresión del gen de la proteína reguladora aguda esteroidogénica (StAR), y activa la proteína StAR por fosforilación dependiente de la proteína cinasa A (PKA). En conjunto, estas ac- ciones agudas de ACTH incrementan las concentracio- nes de pregnenolona. 2. Los efectos crónicos de la ACTH se observan en varias horas. Incluyen un aumento de la transcripción de los genes que codifican las enzimas esteroidogénicas y sus coenzimas. La ACTH aumenta también la expre- sión del receptor de LDL y del receptor barredor BI (ST-BI; el receptor para HDL). 3. Las acciones tróficas de la ACTH sobre la zona fascicu- lar y reticular se producen en semanas y meses. Un ejemplo de estas acciones es la atrofia de la zona fas- cicular en los pacientes que reciben concentraciones terapéuticas (es decir, suprafisiológicas) de análogos de glucocorticoides durante por lo menos 3 semanas. En estas condiciones, los corticoides exógenos repri- men por completo la producción de CRH y ACTH, lo que determina la atrofia de la zona fascicular y una disminución de la producción endógena de cortisol (fig. 42-13). Al final del tratamiento, estos pacientes deben ir reduciendo lentamente la dosis de glucocor- ticoides exógenos para que el eje hipotálamo-hipó- fisis-suprarrenal se recupere, y la zona fascicular au- mente de tamaño y produzca cantidades adecuadas de cortisol. 42-738-757kpen.indd 750 24/2/09 10:56:20 http://booksmedicos.org Capítulo 42 La glándula suprarrenal 751 © E LS E V IE R . Fo to co p ia r si n au to riz ac ió n es u n d el ito . Eje HHS normal Hipotálamo CRH ACTH Hipófisis Zona fascicular Zona fascicular atrófica Cortisol Corticoides exógenos (concentraciones suprafisiológicas) Acciones biológicas Acciones biológicas y terapéuticas (p. ej., antiinflamatorias e inmunosupresoras) Hipófisis Hipotálamo Eje HHS quiescente en un paciente sometido a tratamiento prolongado (> 3 semanas) con un glucocorticoide (–) (–) (–) (–) ● Figura 42-13. Comparación del eje hipotálamo-hipófisis- suprarrenal (HHS) normal con un eje HHS quiescente en un indi- viduo que recibe tratamiento con glucocorticoides exógenos. Este tratamiento produce la atrofia de la zona fascicular en 3 semanas, lo que obliga a un régimen de retirada cuidadoso, que permite recuperar el tejido suprarrenal antes de interrumpir por completo la administración de corticoides exógenos. (Modificado de porterfield Sp, White BA: Endocrine physiology, 3.ª ed., Filadel- fia, Mosby, 2007.) El cortisol inhibe la expresión del gen de POMC en las corticotropas y la expresión del gen pro-CRH en el hipo- tálamo. Sin embargo, el estrés intenso puede superar es- tos efectos de retroalimentación negativa del cortisol sobre el hipotálamo y reajustar el «punto de ajuste» en un nivel más alto. Zona reticular La zona más interna, la zona reticular, empieza a apare- cer tras el nacimiento hacia los 5 años de edad. Los an- drógenos suprarrenales, sobre todo DHEAS, el principal producto de la zona reticular, empiezan a poderse detec- tar en la circulación hacia los 6 años de vida. La produc- ción de andrógenos suprarrenales se denomina adrenar- quia, y contribuye a la aparición del vello púbico y axilar hacia los 8 años. Las concentraciones de DHEAS siguen aumentando, alcanzan el máximo a mediados de la terce- ra década de la vida y posteriormente disminuyen de forma progresiva con la edad. Síntesis de andrógenos en la zona reticular La zona reticular se distingue de la fascicular en varios aspectos importantes relacionados con la actividad de las enzimas esteroidogénicas (fig. 42-9). En primer lugar, la 3β-HSD se expresa en mucha menor cantidad en la zona reticular que en la fascicular, de forma que en esta zo- na predomina la «vía 5∆». En segundo lugar, la zona reticular expresa cofactores o condiciones que inducen la función 17,20-liasa de CYP17, lo que genera la molécula precurso- ra de andrógenos de 19 carbonos deshidroepiandrostero- na (DHEA) a partir de la 17-hidroxipregnenolona. Ade- más, la zona reticular expresa DHEA sulfotransferasa (gen SULT2A1), que convierte DHEA en DHEAS (fig. 42-14). En la zona reticular se elabora también una cantidad limitada del andrógeno ∆4 androstenodiona. Aunque en la corteza su- prarrenal humana sana se producen pequeñas cantidades de andrógenos potentes (p. ej., testosterona) o estróge- nos de 18 carbonos, la mayoría de los esteroides sexuales activos se producen mediante la conversión periférica de DHEAS y androstenodiona. Metabolismo y destino de DHEAS y DHEA DHEAS se puede convertir en DHEA por las sulfatasas periféricas, y DHEA y androstenodiona se pueden con- vertir en andrógenos activos (testosterona, dihidrotes- tosterona) a nivel periférico en ambos sexos. DHEA se liga a la albúmina y a otras globulinas de la sangre con baja afinidad, lo que permite una eficiente excreción re- nal. La semivida de DHEA es de 15-30 minutos. Por el contrario, DHEAS se liga a la albúmina con una afinidad muy elevada y su semivida es de 7-10 horas. Acciones fisiológicas de los andrógenos suprarrenales En los hombres, la contribución de los andrógenos su- prarrenales a los andrógenos activos se considera des- preciable. Sin embargo, en las mujeres la suprarrenal aporta el 50% de los andrógenos circulantes activos, que son necesarios para el crecimiento del vello púbico y axi- lar, y para la libido. Además de aportar los precursores de los andróge- nos, no está claro si la zona reticular desempeña alguna otra misión en los adultos. La DHEAS es la hormona cir- culante más abundante en los adultos jóvenes. Aumenta de forma progresiva hasta mediados de la tercera déca- da, cuando llega al máximo, para posteriormente dismi- nuir de forma progresiva. Por tanto, se ha generado mu- cho interés por un posible papel de la DHEAS en el envejecimiento. Sin embargo, la función de este abun- dante esteroide en los adultos jóvenes y la posible im- portancia de su desaparición gradual con el envejeci- miento no se conocen bien. Hay que destacar que la AplicAción clínicA Cuando se produce un exceso de andrógenos suprarrena- les (p. ej., tumor suprarrenal, síndrome de Cushing o hi- perplasia suprarrenal congénita), se puede observar la masculinización de la mujer. Este proceso incluye una masculinización de los genitales externos (es decir, hiper- trofia del clítoris) dentrodel útero y un exceso de vello facial y corporal (denominado hirsutismo) y acné en las mujeres adultas. El exceso de andrógenos suprarrenales también parece influir en la alteración de la ovulación a nivel ovárico (síndrome del ovario poliquístico). 42-738-757kpen.indd 751 24/2/09 10:56:22 http://booksmedicos.org 752 Berne y Levy. Fisiología OH CH3 CH3 CH3 HO Pregnenolona CYP17 C O CH3 CH3 CH3 HO 17(OH) pregnenolona CYP17 3β-HSD C O CH3 CH3 HO DHEA O SULT2A1 CH3 CH3 OO O–O DHEAS O CH3 CH3 Androstenodiona O S O ● Figura 42-14. Vías esteroidogénicas de la zona reticular. La primera reacción común en la vía, que es la conversión de colesterol a pregnenolona por la CYp11A1, no se muestra. La expresión de la 3β-hidroxiesteroide deshi- drogenasa (3β-HSD) es relativamente baja en la zona reticular, de forma que la androstenodiona es un producto relativamente menor en comparación con DHEA y DHEAS. La zona reticular también produce una cantidad relativamen- te menor de testosterona y estrógenos (no se muestra). (Modificado de porter- field Sp, White BA: Endocrine physiology, 3.ª ed., Filadelfia, Mosby, 2007.) 42-738-757kpen.indd 752 24/2/09 10:56:23 http://booksmedicos.org Capítulo 42 La glándula suprarrenal 753 © E LS E V IE R . Fo to co p ia r si n au to riz ac ió n es u n d el ito . (–) Zona fascicular + + MC2R ACTH Hipotálamo e hipófisis Ausencia de retroalimentación sobre CRH y ACTH Retroalimentación negativa Zona reticular Cortisol Andrógenos Efectos biológicos Efectos biológicos MC2R ● Figura 42-15. El «asa ciega» en el eje hipotálamo-hipófisis-supra- rrenal. La ACTH estimula la produc- ción de cortisol y andrógenos su- prarrenales, pero sólo cortisol ejerce retroalimentación negativa sobre ACTH y CRH. por tanto, cuando se bloquea la producción de cortisol (p. ej., defi- ciencia de CYp11B1), aumentan las concentraciones de ACTH, además de andrógenos suprarrenales. (Modifica- do de porterfield Sp, White BA: Endo- crine physiology, 3.ª ed., Filadelfia, Mosby, 2007.) A NIVEL CELULAR CYp11B1 y CYp11B2 se localizan en el cromosoma 8 en los seres humanos, muestran una similitud del 95% y se separan sólo unas 50 kilobases una de la otra. Esto aumenta la posibilidad de un entrecruzamiento desigual du- rante la gametogénesis, con formación de genes híbridos. En un caso, la región promotora y el extremo 5’ del gen CYp11B1 se fusionan con el extremo 3’ del gen CYp11B2. Esta disposición determina que se exprese la aldosterona sintasa en la zona fascicular y reticular bajo control de la ACTH. Como la aldosterona ya no se encuentra sometida al control mediante retroalimentación del sistema renina- angiotensina (v. capítulo 34), las concentraciones de al- dosterona serán altas y se producirá hipertensión. Esta forma de hiperaldosteronismo primario se denomina al- dosteronismo corregible con glucocorticoides, y se hereda de forma autosómica dominante. Se puede confirmar el diagnóstico con la reacción en cadena de la polimerasa y midiendo las concentraciones de 18-hidroxicortisol y 18-oxicortisol en orina de 24 horas. La enfermedad se trata administrando glucocorticoides, que suprimen la ACTH y la expresión del gen híbrido. reducción relacionada con la edad de DHEA y DHEAS ha llevado a popularizar el consumo de estos esteroides como complementos dietéticos, aunque los estudios re- cientes indican que no producen efectos beneficiosos. Regulación de la función de la zona reticular La ACTH es el principal regulador de la zona reticular. Tanto la DHEA como la androstenodiona muestran el mismo ritmo diurno que el cortisol (pero no la DHEAS, porque su semivida circulante es larga). Además, la zona reticular muestra los mismos cambios atróficos que la zona fascicular en los trastornos caracterizados por es- casa o nula ACTH. Sin embargo, otros factores deben re- gular la función de los andrógenos suprarrenales. La adrenarquia se produce cuando las concentraciones de ACTH y cortisol son constantes, y el aumento y reduc- ción de DHEAS no se asocian con un patrón similar de la producción de cortisol o de ACTH. Sin embargo, estos otros factores, que pueden ser suprarrenales o no, si- guen siendo poco conocidos. Zona glomerular La zona delgada más externa de la suprarrenal, la zona glo- merular, produce el mineralocorticoide aldosterona, que regula la homeostasia de la sal y el volumen (v. capítulo 34). La zona glomerular está poco influida por la ACTH, y se re- gula más bien por el sistema renina-angiotensina, la [K+] sérica y el péptido natriurético auricular (ANP). Una característica importante de la capacidad este- roidogénica de la zona glomerular es que no expresa CYP17. Por tanto, las células de esta zona nunca elaboran cortisol, ni tampoco ningún tipo de andrógenos suprarre- nales. La pregnenolona se convierte en progesterona y DOC por la 3β-HSD y CYP21, respectivamente (fig. 42-16). Un rasgo completamente propio de la zona glomerular dentro de las glándulas esteroideas es la expresión de CYP11B2, que se regula por distintas vías de transmisión de señales. Además, la enzima codificada por CYP11B2, AplicAción clínicA Un aspecto fundamental de la regulación de la zona reti- cular es que ni los andrógenos suprarrenales ni sus meta- bolitos más potentes (es decir, testosterona, dihidrotes- tosterona, estradiol-17β) ejercen una retroalimentación negativa sobre ACTH o CRH (fig. 42-15). Esto quiere decir que un defecto enzimático asociado con la síntesis de cortisol (p. ej., deficiencia de CYp21B) se asocia con un aumento muy importante de la ACTH (no se produce re- troalimentación negativa por el cortisol) y de los andróge- nos suprarrenales (por aumento de ACTH). Esta «asa cie- ga» del eje hipotálamo-hipófisis-suprarrenal es responsable de la hiperplasia suprarrenal congénita. 42-738-757kpen.indd 753 24/2/09 10:56:24 http://booksmedicos.org 754 Berne y Levy. Fisiología CH3 CH3 CH3 HO Pregnenolona C O 3β-HSD CH3 CH3 CH3 Progesterona C O CYP21B HO O CH3 CH3 CH2OH 11-desoxicorticosterona (DOC) C O CYP11B2 O CH3 CH3 CH2OH Corticosterona C O CYP11B2 O HO HO CH3 CH3 CH2OH 18(OH) corticosterona C O CYP11B2 O HO CH3 CH2OH Aldosterona C O O O CH ● Figura 42-16. Vías esteroidogénicas en la zona glomerular. La primera reacción común de esta vía, la conversión de colesterol en pregnenolona por CYpA11A1, no se muestra. Obsérvese que las tres últimas reacciones están catali- zadas por CYp11B2. (Modificado de porterfield Sp, White BA: Endocrine physiology, 3.ª ed., Filadelfia, Mosby, 2007.) 42-738-757kpen.indd 754 24/2/09 10:56:26 http://booksmedicos.org Capítulo 42 La glándula suprarrenal 755 © E LS E V IE R . Fo to co p ia r si n au to riz ac ió n es u n d el ito . Aldosterona Aldosterona 11β-HSD2 Complejo RM-chaperona Chaperonas disociadas Chaperonas disociadas Complejo RM-aldosterona Respuesta biológica específica a los mineralocorticoides Respuesta biológica específica a los glucocorticoides Célula diana de los mineralocorticoides 11β-HSD1 Célula diana de los glucocorticoides • Dimerización • Transporte nuclear • Unión a MRE • Reclutamiento de proteínas y GTF coactivadores • Alteraciones de la transcripción de los genes regulados por la aldosterona • Dimerización • Transporte nuclear • Unión a GRE • Reclutamiento de proteínas y GTF coactivadores • Alteraciones de la transcripción de los genes regulados por el cortisol Cortisol Cortisol Cortisol Complejo RG-chaperonas Complejo RG-cortisol Cortisona Cortisona Cortisona Sangre ● Figura 42-17. El receptor de los mineralocorticoides (RM) está protegido de la activación por el cortisol gracias a la enzima 11β-hidroxiesteroides deshidrogenasa de tipo 2 (11β-HSD2), que convierte el cortisol en cortisona inactiva. La cortisona se puede convertir de nuevo en cortisol en las células diana de los glucocorticoidespor la enzima 11β-HSD de tipo 1. GTF: factores de transcripción generales; MRE: elemento de respuesta a los mineralocorticoides; GRE: elemento de respuesta a los glucocorticoi- des. (Modificado de porterfield Sp, White BA: Endocrine physiology, 3.ª ed., Filadelfia, Mosby, 2007.) denominada aldosterona sintasa, cataliza las tres últi- mas reacciones desde DOC a aldosterona dentro de la zona glomerular. Estas reacciones incluyen la 11-hidro- xilación de DOC para formar corticosterona, la 18-hi- droxilación para formar 18-hidroxicorticosterona y la 18-oxidación para formar aldosterona (figs. 42-9 y 42-16). Transporte y metabolismo de la aldosterona La aldosterona se une a la albúmina y a la proteína trans- portadora de glucocorticoides en la sangre con baja afi- nidad, y muestra una semivida biológica de unos 20 mi- nutos. Casi toda la aldosterona se inactiva tras el primer paso hepático, conjugada con un grupo glucurónido y eliminada por el riñón. Mecanismo de acción de la aldosterona La aldosterona actúa igual que el cortisol (y otras hor- monas esteroideas) en el sentido de que su mecanismo de acción primario está mediado por la unión a un recep- tor intracelular específico (el receptor de mineralocor- ticoides [RM]). Tras disociarse de las proteínas chapero- nas, traslocarse al interior del núcleo, dimerizarse y unirse a los elementos de respuesta a los mineralocorti- coides (MRE), el complejo RM-aldosterona regula la ex- presión de genes específicos (v. capítulo 3). El cortisol se une al RM y activa los mismos genes que la aldosterona. Sin embargo, algunas células que expresan el RM tam- bién expresan 11β-HSD2, que convierte el cortisol en el esteroide inactivo cortisona (fig. 42-17). La cortisona puede convertirse de nuevo en cortisol por la 11β-HSD1, que se expresa en varios tejidos que responden a gluco- corticoides, incluidos el hígado y la piel. Acciones fisiológicas de la aldosterona Las acciones y la regulación de la aldosterona se comen- tan en el capítulo 34. AplicAción clínicA Los estudios clínicos en seres humanos han demostrado un efecto pernicioso de la aldosterona sobre la función cardiovascular, independiente de sus efectos sobre la re- absorción renal de sodio y agua. La aldosterona tiene un efecto proinflamatorio profibrótico en el sistema car- diovascular, y produce hipertrofia con remodelación del ventrículo izquierdo. Este efecto de la aldosterona se aso- cia a con aumento de la morbilidad y mortalidad en pa- cientes con hipertensión esencial. 42-738-757kpen.indd 755 24/2/09 10:56:27 http://booksmedicos.org 756 Berne y Levy. Fisiología AplicAción clínicA La enfermedad de Addison, que es una insuficiencia suprarrenal primaria, determina la deficiencia de minera- locorticoides y glucocorticoides. La causa más prevalente de esta enfermedad en Estados Unidos y Europa es la destrucción autoinmunitaria de la corteza suprarrenal. Como se produce una deficiencia de cortisol, aumenta la secreción de ACTH. La elevación de las concentraciones de ACTH determina una competición por MC1R en los melanocitos, y esto incrementa la pigmentación cutánea, sobre todo en los pliegues, las cicatrices y las encías (v. fig. 40-14). La pérdida de mineralocorticoides determi- na una contracción del volumen extracelular, que determi- na hipovolemia circulatoria y una reducción de la presión arterial. Como la pérdida de cortisol reduce la respuesta vasopresora frente a las catecolaminas, la resistencia vas- cular periférica disminuye, lo que facilita la aparición de hipotensión. Los pacientes con enfermedad de Addison muestran también tendencia a la hipoglucemia en situa- ciones de estrés o ayuno, y pueden sufrir una intoxica- ción por agua si consumen demasiada. Como el cortisol es importante para la función muscular, en la deficiencia de cortisol se encuentra también debilidad muscular. La pérdida de cortisol provoca anemia, reducción de la mo- tilidad y secreción digestiva, y menor absorción de hierro y vitamina B12. Disminuye el apetito, y esta reducción, asociada con la disfunción digestiva, es la causa de que estos pacientes pierdan peso. Estos enfermos suelen pre- sentar alteraciones del estado de ánimo y la conducta, con tendencia a la depresión. El exceso de hormonas adrenocorticales se denomina síndrome de Cushing. La administración farmacológica de corticoides exógenos se ha convertido en la causa más frecuente de este síndrome, seguida de los tumores secre- tores de ACTH. La forma de síndrome de Cushing produ- cida por un adenoma hipofisario funcionante se conoce como enfermedad de Cushing. La cuarta causa más fre- cuente de síndrome de Cushing es el hipercortisolismo primario secundario a un tumor suprarrenal funcionante. Si el trastorno es primario o se debe a un tratamiento con corticoides, la secreción de ACTH se suprime y no se ob- serva pigmentación excesiva de la piel. Sin embargo, cuan- do la hipersecreción de la glándula suprarrenal es conse- cuencia de un tumor no hipofisario secretor de ACTH, las concentraciones de ACTH llegan a ser tan altas que produ- cen pigmentación de la piel. El aumento de la secreción de cortisol condiciona el aumento de peso, con una distribución centrípeta carac- terística de la grasa y una «joroba de búfalo». La cara es redonda (depósito de grasa) y las mejillas pueden estar enrojecidas, en parte por la policitemia. Los miembros son delgados por el adelgazamiento del músculo esque- lético (secundario a la proteólisis) y es evidente la debili- dad muscular (por proteólisis muscular e hipopotasemia). Es aparente la debilidad muscular proximal, que determi- na que el paciente encuentre dificultades para subir esca- leras o levantarse desde la posición de sentado. La acu- mulación de grasa abdominal unida a la atrofia de los músculos abdominales y el adelgazamiento de la piel, determinan un abdomen ancho y protruyente. Se reco- nocen estrías abdominales purpúricas como consecuen- cia de las lesiones cutáneas secundarias a la proteólisis prolongada, el aumento de grasa abdominal o la pérdida del tono muscular en la pared abdominal. Se observa fragilidad capilar como consecuencia de las lesiones del tejido conjuntivo que da soporte a los capilares. Es posi- ble que estos pacientes sufran signos de osteoporosis, con mala cicatrización de las heridas. Muestran alteracio- nes metabólicas, incluidas intolerancia a la glucosa, hi- perglucemia y resistencia frente a la insulina (v. fig. 42-11). El hipercortisolismo prolongado puede causar clínica de diabetes mellitus. Dada la supresión del sistema in- munitario por los glucocorticoides, los pacientes son más susceptibles a las infecciones. Las actividades mine- ralocorticoides de los glucocorticoides y el posible au- mento de la secreción de aldosterona provocan reten- ción de sal con la consiguiente retención de agua, que determina hipertensión. La secreción excesiva de andró- genos puede producir hirsutismo, calvicie de patrón masculino e hipertrofia del clítoris (síndrome adrenoge- nital) en las mujeres. AplicAción clínicA Cualquier bloqueo enzimático que reduce la síntesis de cortisol determina un aumento de la secreción de ACTH con hiperplasia suprarrenal. La forma más frecuente de hiperplasia suprarrenal congénita es consecuencia de la deficiencia de la enzima 21-hidroxilasa (CYP21). Estos individuos no pueden producir cantidades normales de cortisol, desoxicortisol, DOC, corticosterona o aldostero- na (v. figs. 42-8 y 42-10, C). Como se altera la producción de cortisol y aumentan las concentraciones de ACTH, la esteroidogénesis se estimula, lo que aumenta los produc- tos de síntesis «proximales» a la enzima que falta, y tam- bién los productos de la zona reticular. Como entre estos últimos se encuentran los andrógenos suprarrenales, los fetos femeninos sufrirán masculinización. Dado que son incapaces de producir los mineralocorticoides aldosterona, DOC y corticosterona, los pacientes afectados por este trastornotienen dificultades para retener sal y mantener el volumen extracelular. En consecuencia, pueden desarrollar hipotensión. Si el bloqueo se produce en el siguiente paso, la 11-β-hidroxilasa (CYp11B1), se producirá DOC y las concentraciones de DOC se acumularán (v. figs. 42-8 y 42-10, C). Como DOC tiene una importante actividad mine- ralocorticoide y sus concentraciones aumentan, estos indivi- duos tienden a retener sal y agua, y sufren hipertensión. 42-738-757kpen.indd 756 24/2/09 10:56:28 http://booksmedicos.org Botón1:
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