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Autores: Paul Krugman Robin Wells Mercados y estrategia competitiva Extraído del libro Microeconomía 2 Curso: Microeconomía y Macroeconomía Fuente: Krugman, P. ; Wells, R. Microeconomía (3a. ed.). ed. Barcelona: Editorial Reverté, 2015. 676 p. Disponible en: https://elibro.net/es/ereader/utpbiblio/172048 Ley sobre el Derecho de Autor, Decreto Legislativo N° 822 a. La reproducción por medio reprográfico, digital u otro similar para la enseñanza o la realización de exámenes en instituciones educativas, siempre que no haya fines de lucro y en la medida justificada por el objetivo perseguido, de artículos, discursos, frases origi- nales, poemas unitarios, o de breves extractos de obras o del íntegro de obras aisladas de carácter plástico y fotográfico, lícitamente publicadas y a condición de que tal utilización se haga conforme a los usos honrados (cita obligatoria del autor) y que la misma no sea objeto de venta u otra transacción a título oneroso, ni tenga directa o indirectamente fines de lucro. 3 Curso: Microeconomía y Macroeconomía Fuente: Krugman, P. ; Wells, R. Microeconomía (3a. ed.). ed. Barcelona: Editorial Reverté, 2015. 676 p. Disponible en: https://elibro.net/es/ereader/utpbiblio/172048 Competencia perfecta y curva de oferta Los consumidores de Estados Unidos tienen una gran preocupación por los temas de salud alimentaria. La demanda de alimentos y bebidas ecológicas, tales como el agua mineral y el cultivo de frutas y verduras biológicas, se incrementaron rápidamente durante las últimas dos décadas, a una tasa media del 20% al año. El pequeño grupo de agricultores pionero en las técnicas agrícolas ecológicas prosperó gracias a unos precios de sus productos más altos. Pero todos sabían que los altos precios de los productos biológicos no persistirían, aunque la nueva y fuerte demanda de alimentos producidos de forma natural continuara: la oferta de alimentos ecológicos, aunque relativamente inelástica respecto al precio en el corto pla- zo, era ciertamente elástica en el largo plazo. Las explotaciones que ya producían alimen- tos biológicos incrementaron su capacidad y las explotaciones convencionales empezaron a entrar en el negocio de productos ecológicos. Así, el incremento en la cantidad ofertada en respuesta al aumento en el precio fue mucho mayor en el largo plazo que en el corto plazo. ¿Cómo se obtiene la curva de oferta? ¿Por qué son distintas las curvas de oferta a corto y a largo plazo? En este capítulo utilizaremos lo aprendido en el capítulo 11 sobre los costes, como base para el análisis de la curva de oferta. Como veremos, ello requerirá que conoz- camos el comportamiento de las empresas individuales y el de una industria en su conjunto, integrada por muchas empresas individuales. El análisis que desarrollaremos en este capítulo supone que la industria en cuestión opera en competencia perfecta. Empezaremos explicando el concepto de competencia perfecta, proporcionando una breve introducción a las condiciones que deben darse para que una industria opere en un entorno perfectamente competitivo. Entonces mostraremos cómo un productor decide cuánto producir en competencia perfecta. Por último, utilizaremos las cur- vas de costes de los productores individuales para obtener la curva de oferta de la industria en competencia perfecta. Analizando el modo en que se desarrolla una industria a lo largo del tiempo, entenderemos la distinción entre los efectos a corto y a largo plazo de cambios en la demanda de una industria competitiva —por ejemplo, el efecto de las nuevas preferen- cias en Estados Unidos por los alimentos biológicos producidos por la industria agrícola eco- lógica. concluiremos con una exposición de las condiciones necesarias para la competencia perfecta. 4 Curso: Microeconomía y Macroeconomía Fuente: Krugman, P. ; Wells, R. Microeconomía (3a. ed.). ed. Barcelona: Editorial Reverté, 2015. 676 p. Disponible en: https://elibro.net/es/ereader/utpbiblio/172048 La competencia perfecta Supongamos que Yves y Zoe son agricultores del mismo pueblo y que ambos cultivan to- mates ecológicos. Ambos venden su producto en la misma cadena de tiendas de productos ecológicos; por tanto, en un sentido real, Yves y Zoe compiten entre sí. ¿Esto significa que Yves debería intentar expulsar del mercado de tomates ecológicos a Zoe o significa que Yves y Zoe deberían ponerse de acuerdo para producir menos con el fin de que los precios se mantuvieran altos? La respuesta seguramente es no: existen cientos o miles de agricultores que producen tomates ecológicos, de modo que Yves y Zoe compiten con todos ellos, no sólo compiten entre sí. Debido a la cantidad de vendedores de tomates ecológicos, si cualquiera de ellos produjera más o menos, ello no tendría un efecto significa- tivo sobre los precios de mercado. Cuando la gente habla de competencia entre empresas, la imagen que probablemente tienen en mente es una situación en la cual dos o tres empresas rivales están luchando por obtener ventajas sobre las otras. Pero los economistas saben que cuando una empresa rivaliza con muy pocos competidores, ello es un signo de que la competencia es bastante limitada. Como sugiere el ejemplo de los tomates ecológicos, cuando existe suficiente competencia carece de sentido identificar a las empresas rivales: existen tantos competidores que una empresa no puede señalar como rival a ninguna de ellas. Dicho de otra forma: Yves y Zoe son productores precio-aceptantes. Un productor es pre- cio-aceptante cuando sus acciones no pueden afectar al precio de mercado del bien o servi- cio que vende. Como resultado, un productor precio-aceptante considera el precio de mer- cado como dado. Cuando existe suficiente competencia —esto es cuando ocurre lo que los economistas llaman competencia “perfecta”— entonces cada productor es precio-aceptan- te. Y hay una definición similar para los consumidores: un consumidor precio-aceptante es un consumidor que no puede influir en el precio de mercado del bien con sus acciones. Es decir, el precio de mercado no se ve afectado por lo mucho o lo poco que un consumidor compre. Definición de competencia perfecta En un mercado perfectamente competitivo, todos los participantes del mercado, tanto con- 5 Curso: Microeconomía y Macroeconomía Fuente: Krugman, P. ; Wells, R. Microeconomía (3a. ed.). ed. Barcelona: Editorial Reverté, 2015. 676 p. Disponible en: https://elibro.net/es/ereader/utpbiblio/172048 sumidores como productores, son precio-aceptantes. Es decir, ni las decisiones de consumo realizadas por los consumidores individuales ni las decisiones de producción realizadas por los productores individuales afectan al precio de mercado del bien. El modelo de oferta y demanda, presentado en el capítulo 3 y utilizado repetidamente desde entonces, es un modelo de mercado perfectamente competitivo. Este modelo depende del supuesto de que ningún comprador o vendedor individual de un bien, como granos de café o tomates ecológicos, puede afectar al precio al que compra o vende ese bien. Como regla general, los consumidores son precio-aceptantes. Ejemplos en los que el consu- midor pueda afectar a los precios que paga son raros. Sin embargo, es bastante común que los productores tengan alguna capacidad significativa para afectar a los precios que cobran, fenómeno que será estudiado en el capítulo 13. Así, el modelo de competencia perfecta es apropiado para algunos mercados, no para todos. Una industria en la cual los producto- res son precio-aceptantes es denominada industria perfectamente competitiva. Algunas in- dustrias claramente no son perfectamente competitivas; en los próximos capítulos veremos cómo analizar las industrias que no se ajustan al modelo perfectamente competitivo. ¿Bajo qué circunstancias todos los productores son precio-aceptantes? En la siguiente sec- ción veremos que hay dos condiciones necesarias para que unaindustria sea perfectamente competitiva y que también suele darse una tercera condición. Dos condiciones necesarias para la competencia perfecta Los mercados de los principales cereales, como el trigo y el maíz, son perfectamente compe- titivos: las explotaciones agrícolas de trigo o de maíz, así como los compradores de trigo o maíz, toman los precios como dados. En contraste, los mercados de algunos alimentos elabo- rados a partir de estos cereales —en particular, los cereales para el desayuno— no suelen ser perfectamente competitivos. Existe una intensa competencia entre las marcas de cereales, pero no existe competencia perfecta. Para entender la diferencia entre el mercado de trigo y el mercado de trigo preparado para el desayuno debe conocerse la importancia de dos con- diciones necesarias de la competencia perfecta. En primer lugar, para que una industria sea perfectamente competitiva, debe contener mu- chos productores, y ninguno de ellos puede tener una gran cuota de mercado. La cuota de 6 Curso: Microeconomía y Macroeconomía Fuente: Krugman, P. ; Wells, R. Microeconomía (3a. ed.). ed. Barcelona: Editorial Reverté, 2015. 676 p. Disponible en: https://elibro.net/es/ereader/utpbiblio/172048 mercado de un productor es la proporción de output producido por ese productor sobre el output total de la industria. La distribución de la cuota de mercado constituye una importan- te diferencia entre la industria del cereal y la industria de cereal preparado para el desayuno. Hay miles de explotaciones agrícolas productoras de trigo y ninguna de ellas cuenta con más de una pequeña fracción de las ventas totales de trigo. Sin embargo, la industria de cereales para el desayuno está dominada por cuatro empresas: Kellogg’s, General Mills, Post Foods y Quaker Oats Company. Sólo la empresa Kellogg’s pro- duce la tercera parte de toda la producción de cereales para el desayuno. Los ejecutivos de Kellogg’s saben que si venden más cornflakes (copos de maíz), probablemente forzarán a que el precio de los copos de maíz para el desayuno caiga. Es decir, saben que sus acciones afectan a los precios de mercado, simplemente porque, al representar una gran parte del mercado, cualquier cambio en su producción afectará significativamente a la cantidad total ofertada. Por tanto, tiene sentido suponer que los productores son precio-aceptantes sólo cuando una industria no contiene grandes productores como Kellogg’s. Libre entrada y salida Todas las industrias perfectamente competitivas tienen muchos productores con cuotas de mercado pequeñas, que producen un producto homogéneo. La mayoría de las industrias competitivas también se caracterizan por un rasgo adicional: es fácil que nuevas empresas entren en la industria o que empresas que operan actualmente en la industria la abandonen. Es decir, no existen obstáculos en forma de regulaciones del gobierno o accesos limitados a recursos clave que impidan la entrada al mercado de nuevos productores. Tampoco existen costes adicionales relacionados con el cierre de una empresa y la salida de la industria. Los economistas denominan entrada a la llegada de nuevas empresas a la industria; y denominan salida al abandono de empresas de la industria. Cuando no hay obstáculos a la entrada o salida en una industria, decimos que la industria tiene libre entrada y salida. La libre entrada y salida no es estrictamente necesaria para la existencia de competencia perfecta. En el capítulo 5 describimos el caso de la pesca de almejas de Nueva Jersey, donde las regulaciones tienen el efecto de limitar el número de barcos pesqueros. A pesar de esta regulación, hay suficientes barcos operando, por lo que los pescadores son precio-aceptan- tes. Pero la libre entrada y salida es un factor clave en la mayoría de las industrias competiti- vas. Ello asegura que el número de productores en una industria puede ajustarse a los cam- 7 Curso: Microeconomía y Macroeconomía Fuente: Krugman, P. ; Wells, R. Microeconomía (3a. ed.). ed. Barcelona: Editorial Reverté, 2015. 676 p. Disponible en: https://elibro.net/es/ereader/utpbiblio/172048 bios en las condiciones de mercado. Y, sobre todo, asegura que los productores que operan en una industria no pueden impedir la entrada de otras empresas. El monopolio Hace unos pocos años, la empresa De Beers, el mayor oferente del mundo de diamantes, pu- blicó un anuncio en el que animaba a los hombres a comprar diamantes a sus esposas. ‘ella se casó con usted en la riqueza, en la pobreza’, decía el anuncio. ‘Déjele que sepa cómo le va’. ¿Grosero? sí. ¿efectivo? sin lugar a dudas. Durante generaciones los diamantes han sido un símbolo del lujo, valorados no sólo por su apariencia sino también por su rareza. Pero los gemólogos podrían contarnos que los diamantes no son tan raros. De hecho, según Dow Jones-Irwin Guide to Fine Gems and Jewelry (Guía Dow Jones- Irwin de Gemas precio- sas y Joyería), los diamantes son ‘más comunes que cualquier otra piedra coloreada con calidad de gema. simplemente parecen ser más raros...’. Hasta ahora nos hemos centrado exclusivamente en los mercados perfectamente competi- tivos —mercados en los que los productores son competidores perfectos. Pero De Beers no es como el productor que hemos estudiado hasta el momento: es un monopolista, el único (o casi único) productor de un bien. Los monopolistas se comportan de forma diferente a los productores de las industrias perfectamente competitivas: mientras los competidores per- fectos toman como dado el precio al que pueden vender su producto, los monopolistas sa- ben que sus acciones afectan a los precios de mercado y tienen ese efecto en cuenta cuando deciden cuánto deben producir. Antes de comenzar nuestro análisis, demos un paso atrás y miremos al monopolio y a la competencia perfecta como partes de un sistema más amplio de clasificación de los mercados. La competencia perfecta y el monopolio son tipos particulares de estructuras de mercado. Son categorías concretas de un sistema que los economistas utilizamos para clasificar los mercados y las industrias de acuerdo con dos dimensiones fundamentales. Este capítulo em- pieza con una breve revisión de los tipos de estructuras de mercado. Ello nos ayudará tanto en éste como en los siguientes capítulos para entender mejor por qué los mercados difieren y por qué los productores de esos mercados se comportan de forma bastante diferente. 8 Curso: Microeconomía y Macroeconomía Fuente: Krugman, P. ; Wells, R. Microeconomía (3a. ed.). ed. Barcelona: Editorial Reverté, 2015. 676 p. Disponible en: https://elibro.net/es/ereader/utpbiblio/172048 Tipos de estructuras de mercado En el mundo real, existe una amplia variedad de mercados diferentes. Observamos patrones de comportamiento muy diferentes en los productores de distintos mercados: en algunos mercados los productores compiten intensamente entre sí; en otros, parecen coordinar de algún modo sus acciones para evitar competir con los demás; y, tal y como acabamos de des- cribir, algunos mercados son monopolios en los que no hay competencia en absoluto. Para desarrollar principios y hacer predicciones sobre los mercados y cómo los productores se comportan en dichos mercados, los economistas han desarrollado cuatro modelos básicos de estructura de mercado: competencia perfecta, monopolio, oligopolio, y competencia mo- nopolística. Este sistema de estructuras de mercado está basado en dos dimensiones: • El número de productores que hay en el mercado (uno, pocos o muchos) • Si los bienes ofrecidos son idénticos o diferenciados Bienes diferenciados son bienes diferentes pero considerados como sustitutivos de algún modo por los consumidores (pensemos por ejemplo en Coca-Cola frente a Pepsi). La figura 13-1 muestra un sencillo resumen de los tipos de estructura de mercado clasifica- dos de acuerdo con estas dos dimensiones. En el monopolio, un único productorvende un único bien no diferenciado. En el oligopolio, unos pocos productores —más de uno, pero no muchos— venden productos que pueden ser idénticos o diferenciados. En la competencia monopolística, hay muchos productores y cada uno vende un producto diferenciado (pense- 9 Curso: Microeconomía y Macroeconomía Fuente: Krugman, P. ; Wells, R. Microeconomía (3a. ed.). ed. Barcelona: Editorial Reverté, 2015. 676 p. Disponible en: https://elibro.net/es/ereader/utpbiblio/172048 mos en los productores de libros de texto de Economía). Y finalmente, como ya sabemos, en la competencia perfecta muchos productores venden un producto idéntico. Podemos preguntarnos qué determina el número de empresas que hay en un mercado: si hay una (monopolio), unas pocas (oligopolio), o muchas (competencia perfecta y competencia monopolística). No contestaremos todavía a esta pregunta; abordaremos está cuestión más adelante en este capítulo y en los capítulos 15 y 16, que analizan el oligopolio y la competen- cia monopolística, respectivamente. Sólo señalaremos brevemente que en el largo plazo ello depende de la existencia de ciertas condiciones que dificultan la entrada de nuevas empre- sas en el mercado, tales como regulaciones gubernamentales que desincentivan la entrada, economías de escala en la producción, superioridad tecnológica, o control de los recursos necesarios para la producción. Cuando se dan estas condiciones, las industrias tienden a ser monopolios u oligopolios; sin ellas, las industrias tienden a ser perfectamente competitivas o monopolísticamente competitivas. El monopolio: nuestro primer alejamiento de la competencia per- fecta Como vimos en el capítulo 12 en la sección ‘Definición de competencia perfecta’, el modelo de oferta y demanda de un mercado no es universalmente válido. Al contrario, un modelo de competencia perfecta es sólo uno de los distintos tipos de estructura de mercado que exis- ten. En el capítulo 12 aprendimos que un mercado es perfectamente competitivo sólo si hay muchos productores, que producen el mismo bien. El monopolio es la situación extrema más alejada de la competencia perfecta. Los monopolios, no obstante, juegan un papel importante en algunos sectores de la eco- nomía, por ejemplo, en la industria farmacéutica. Además, nuestro análisis del monopolio proporcionará una base para el estudio posterior de otras estructuras de mercado alejadas también de la competencia perfecta, como el oligopolio y la competencia monopolística. 10 Curso: Microeconomía y Macroeconomía Fuente: Krugman, P. ; Wells, R. Microeconomía (3a. ed.). ed. Barcelona: Editorial Reverté, 2015. 676 p. Disponible en: https://elibro.net/es/ereader/utpbiblio/172048 ¿Por qué existen monopolios? Un monopolista que obtiene beneficios no pasará desapercibido a otros productores. (Re- cordemos que el “beneficio económico” es el ingreso obtenido teniendo en cuenta el coste de oportunidad de los recursos de una empresa). Pero ¿por qué otras empresas no se cuelan en la fiesta, cogen una parte de la actividad y reducen los precios y los beneficios a largo plazo? Para que un monopolio que obtiene beneficios perviva, debe haber algo que evite que otros productores entren en el mismo mercado; ese ‘algo’ son las llamadas barreras de entrada. Hay cinco tipos fundamentales de barreras de entrada: control de recursos o de factores productivos escasos, existencia de rendimientos crecientes o economías de escala, superioridad tecnológica, externalidades de red y barreras creadas por el gobierno. 1. Control de un recurso o de un factor productivo escaso. Un monopolista que controla un recurso o un factor productivo esencial para una industria puede evitar que otras empre- sas entren en el mercado. Cecil Rhodes creó el monopolio De Beers estableciendo el control sobre las minas que producen la gran mayoría de los diamantes del mundo. 2. Economías de escala. Muchos estadounidenses tienen instalaciones de gas natural en 11 Curso: Microeconomía y Macroeconomía Fuente: Krugman, P. ; Wells, R. Microeconomía (3a. ed.). ed. Barcelona: Editorial Reverté, 2015. 676 p. Disponible en: https://elibro.net/es/ereader/utpbiblio/172048 sus casas, para cocinar y para la calefacción. Invariablemente, la compañía que suministra el gas local es un monopolista. Pero, ¿por qué no compiten otras compañías rivales para sumi- nistrar el gas? En los primeros años del siglo xix, cuando la industria del gas estaba empezando, las com- pañías sí competían por los clientes locales. Pero esta competencia no duró mucho; pronto, la oferta de gas local se convirtió en un monopolio en casi todas las ciudades debido a los elevados costes fijos que conllevan las instalaciones de gas para el suministro en una ciudad. Debido a que el coste de instalar las tuberías del gas no dependía de cuánto gas vendiera la empresa, las compañías con un mayor volumen de ventas contaban con una ventaja de costes: como tenían la posibilidad de distribuir los costes fijos entre un mayor volumen de ventas, contaban con un menor coste total medio que las empresas de menor dimensión. La oferta local de gas es una industria en la que el coste total medio siempre cae conforme aumenta el volumen de producción. Como aprendimos en el capítulo 11, este fenómeno se denomina economías de escala. Allí aprendimos que cuando el coste total medio cae al au- mentar la producción, las empresas tienden a adquirir una mayor dimensión. En una indus- tria caracterizada por la existencia de economías de escala, las empresas de mayor tamaño obtienen beneficios más altos y pueden expulsar del mercado a las empresas más pequeñas. Por el mismo motivo, las compañías ya establecidas tienen una ventaja de coste sobre los entrantes potenciales —una potente barrera de entrada. Por ello, las economías de escala 12 Curso: Microeconomía y Macroeconomía Fuente: Krugman, P. ; Wells, R. Microeconomía (3a. ed.). ed. Barcelona: Editorial Reverté, 2015. 676 p. Disponible en: https://elibro.net/es/ereader/utpbiblio/172048 pueden tanto dar origen a los monopolios como mantenerlos en el tiempo. 3. Superioridad tecnológica. Una empresa que mantiene una ventaja tecnológica sostenida sobre sus competidores potenciales puede establecerse como un monopolio. Deberíamos destacar, no obstante, que, en ciertas industrias de alta tecnología, la superio- ridad tecnológica no es garantía de éxito frente los competidores como consecuencia de las externalidades de red. 4. Externalidades de red. Si Vd. fuera la única persona en el mundo con conexión a inter- net, ¿de qué le serviría la conexión? La respuesta es, por supuesto, para nada. La conexión a Internet tiene un valor porque otras personas también están conectadas. Y, por lo general, cuantas más personas están conectadas, mayor es el valor de la conexión. El fenómeno, se- gún el cual el valor de un bien o servicio para un individuo aumenta cuando otros muchos utilizan el mismo bien o servicio, se denomina externalidad de red —el valor se obtiene al permitir que sus usuarios participen en una red de otros usuarios. Cuando se da una externalidad de red, la empresa que cuenta con una red de clientes ma- yor usando sus productos, disfruta de una ventaja al atraer a nuevos consumidores, lo que puede permitirle convertirse en monopolista. Como mínimo, la empresa dominante puede cobrar un precio superior y, con ello, obtener mayores beneficios que los competidores. Por otra parte, la externalidad de red puede proporcionar una ventaja a la empresa con mayores recursos. Las empresas con mayores recursos financieros pueden vender con pérdidas con la expectativa de que hacerlo les va a proporcionar una mayor cartera de clientes. 5. Barreras creadas por el gobierno. En 1998, la compañía farmacéutica Merck introdujo Propecia, un medicamento eficaz contra la alopecia. A pesar de que este medicamento per- mitía obtener cuantiosos beneficios y que otrasempresas farmacéuticas disponían del cono- cimiento técnico de cómo producirlo, ninguna otra empresa desafió el monopolio de Merck. Ello se debió a que el gobierno estadounidense había dado a Merck una autorización legal exclusiva para comercializar el medicamento en Estados Unidos. Propecia es un ejemplo de monopolio protegido por barreras creadas por el gobierno. Los monopolios de origen legal más importantes en la actualidad surgen a través de las pa- tentes y los copyrights. Una patente proporciona a un inventor el derecho en exclusiva de 13 Curso: Microeconomía y Macroeconomía Fuente: Krugman, P. ; Wells, R. Microeconomía (3a. ed.). ed. Barcelona: Editorial Reverté, 2015. 676 p. Disponible en: https://elibro.net/es/ereader/utpbiblio/172048 producir, utilizar o vender el invento durante un periodo que en la mayor parte de los países oscila entre 16 y 20 años. Las patentes son otorgadas a los inventores de nuevos productos, como los medicamentos o las máquinas; de forma similar, un copyright proporciona al autor de una obra literaria o artística el derecho en exclusiva de los beneficios obtenidos por la obra, habitualmente por un periodo equivalente a la vida del autor más 70 años. Monopolio versus competencia perfecta Cuando Cecil Rhodes agrupó a muchos productores de diamantes indepen- dientes dando lugar a De Beers, transformó una industria competitiva en un monopolio. Podemos utilizar nuestro análisis para observar los efectos de dicha agrupación. Volvamos a la figura 13-6 y preguntémonos cómo funcionaría este mismo mercado si la in- dustria, en lugar de ser un monopolio, fuera perfectamente competitiva. Continuamos supo- niendo que no hay costes fijos y que el coste marginal es constante, por lo que el coste total medio y el coste marginal son iguales. 14 Curso: Microeconomía y Macroeconomía Fuente: Krugman, P. ; Wells, R. Microeconomía (3a. ed.). ed. Barcelona: Editorial Reverté, 2015. 676 p. Disponible en: https://elibro.net/es/ereader/utpbiblio/172048 Si la industria de diamantes está formada por muchas empresas perfectamente competiti- vas, entonces todas ellas toman el precio de mercado como dado. Es decir, cada productor actúa como si su ingreso marginal fuera igual al precio de mercado. Por tanto, en esta indus- tria, cada empresa utiliza la regla de la producción óptima de la empresa precio aceptante: (13-2) P = CMg para la cantidad de producción que maximiza el beneficio de la empresa per- fectamente competitiva En la figura 13-6, correspondería con la producción asociada al punto C, donde el precio de cada diamante, PC, es 200 €, e igual al coste marginal. Por tanto, en competencia perfecta, la producción que maximiza los beneficios de la industria, Qc, es 16 diamantes. Pero, ¿la industria perfectamente competitiva obtiene beneficios en el punto C? No: el pre- cio, 200 €, es igual al coste total medio por diamante. Por tanto, esta industria no obtiene beneficios económicos cuando produce el nivel de producción correspondiente a la compe- tencia perfecta. Acabamos de ver que cuando la industria se convierte en un monopolio, el resultado es muy diferente. El monopolista cuando calcula su ingreso marginal toma en consideración el efec- to precio, por lo que el ingreso marginal es inferior al precio. Esto es, (13-3) P > IMg = CM para la cantidad de producción que maximiza el beneficio del monopo- lista Como acabamos de mostrar, el monopolista produce menos que la industria competitiva —8 diamantes en lugar de 16. Con monopolio el precio es 600 €, mientras que bajo competencia perfecta tan sólo es 200 €. El monopolista obtiene un beneficio positivo, a diferencia de lo que ocurre con la industria competitiva. En consecuencia, tal y como sugerimos previamente vemos que, comparado con una indus- tria competitiva, un monopolista: • Produce menos cantidad de bien: QM < QC • Cobra un precio mayor: PM > PC 15 Curso: Microeconomía y Macroeconomía Fuente: Krugman, P. ; Wells, R. Microeconomía (3a. ed.). ed. Barcelona: Editorial Reverté, 2015. 676 p. Disponible en: https://elibro.net/es/ereader/utpbiblio/172048 • Obtiene beneficios El oligopolio La frecuencia del oligopolio Cuando se produjo la citada reunión, ninguna empresa controlaba la industria de lisina a nivel mundial, aunque únicamente había unos pocos grandes productores. Una industria en la que existen sólo unos cuantos vendedores se denomina oligopolio; una empresa que par- ticipa en esta industria es un oligopolista. Los oligopolistas obviamente compiten entre ellos por las ventas. Sin embargo, ni ADM ni Ajino moto se comportaban como empresas de una industria perfectamente competitiva, que toman como dado el precio al que pueden vender su producto. Cada una de ellas sabía que su decisión acerca de cuánto producir influiría en el precio de mercado. Es decir, al igual que los monopolistas, cada una de las empresas tenía algún poder de mercado. Por tanto, la competencia en esta industria no era “perfecta”. Los economistas denominan competencia imperfecta a aquella situación en la cual, aunque las empresas compiten, también poseen cierto poder de mercado —lo cual les permite influir en los precios de mercado. Como vimos en el capítulo 13, hoy en día existen dos importantes formas de competencia imperfecta: el oligopolio y la competencia monopolística. De las dos, el oligopolio es probablemente la más importante en la práctica. Es importante tener en cuenta que un oligopolio no está formado necesariamente por empre- sas grandes. Lo importante no es el tamaño per se, sino el número de competidores que hay. Si en una pequeña ciudad hay sólo dos tiendas de ultramarinos, este negocio es un oligopolio análogo a las líneas aéreas que realizan el puente aéreo entre Nueva York y Washington. ¿Por qué son tan frecuentes los oligopolios? En esencia, el oligopolio es el resultado de los mismos factores que a veces dan lugar a un monopolio, aunque en una versión débil. Pro- bablemente la principal causa de oligopolio sea la existencia de economías de escala, pues proporciona a los grandes productores una ventaja en costes sobre los pequeños producto- res. Cuando estos efectos son muy fuertes surgen los monopolios; cuando no son tan impor- 16 Curso: Microeconomía y Macroeconomía Fuente: Krugman, P. ; Wells, R. Microeconomía (3a. ed.). ed. Barcelona: Editorial Reverté, 2015. 676 p. Disponible en: https://elibro.net/es/ereader/utpbiblio/172048 tantes dan lugar a que un número pequeño de empresas compitan entre sí. Por ejemplo, las grandes tiendas de ultramarinos tienen habitualmente unos costes inferiores a las tiendas de ultramarinos de pequeño tamaño. Sin embargo, las ventajas derivadas de producir a ma- yor escala van disminuyendo conforme la empresa crece, razón por la cual en las ciudades pequeñas a menudo sobreviven dos o tres tiendas. Libre entrada y salida a largo plazo En las industrias que operan en competencia monopolística, los nuevos productores, con sus propios productos diferenciados, pueden entrar libremente en la industria a largo plazo. Por ejemplo, otros vendedores de comida rápida abren nuevos establecimientos en el centro comercial si piensan que les va a resultar rentable hacerlo. Además, las empresas salen de la industria si no cubren a largo plazo sus costes. La competencia monopolística, por tanto, se diferencia de las tres estructuras de mercado que hemos estudiado hasta ahora. No es igual que la competencia perfecta: las empresas tienen algún poder para fijar los precios. No es un monopolio puro: las empresas se enfrentan a alguna competencia. Y no es igual que el oligopolio: como hay muchas empresas y existe libertad de entrada, no es posible la colusión, aspecto éste muy importante en el oligopolio. Enseguida veremos cómo se determinan los precios, la producción y el número de productos disponibles en las industrias que operan en competencia monopolística. Sin embargo,estu- diemos antes más detenidamente lo que significa tener productos diferenciados. Diferenciación de producto En el capítulo 14 señalamos que la diferenciación de producto juega a menudo un papel im- portante en las industrias oligopolísticas. En tales industrias, la diferenciación de producto reduce la intensidad de la competencia entre empresas cuando no se alcanza ningún acuer- do tácito de colusión. La diferenciación de producto juega un papel incluso más relevante en las industrias que operan bajo competencia monopolística. Debido a que la colusión tácita es imposible cuando hay muchos productores, la diferenciación de producto es la única for- ma que tienen las empresas que compiten monopolísticamente para lograr algún poder de mercado. 17 Curso: Microeconomía y Macroeconomía Fuente: Krugman, P. ; Wells, R. Microeconomía (3a. ed.). ed. Barcelona: Editorial Reverté, 2015. 676 p. Disponible en: https://elibro.net/es/ereader/utpbiblio/172048 ¿Cómo pueden las empresas de una misma industria —tales como establecimien- tos de co- mida rápida, gasolineras o empresas chocolateras— diferenciar sus produc- tos? A veces la diferencia está fundamentalmente en la mente de los consumidores más que en los produc- tos mismos. Al final del capítulo discutiremos el papel de la publicidad y la importancia de las marcas comerciales para lograr este tipo de diferenciación de producto. Sin embargo, lo habitual es que las empresas diferencien sus productos (¡sorpresa!) haciéndolos realmente diferentes. La clave de la diferenciación de producto es que los distintos consumidores tienen preferen- cias distintas y están dispuestos a pagar algo más para satisfacerlas. Cada productor puede apropiarse de un nicho del mercado produciendo aquello que satisface las preferencias con- cretas de un grupo de consumidores mejor que los productos de otras empresas. Se puede diferenciar un producto de tres formas: diferenciación por estilo o tipo, diferenciación por localización y diferenciación por calidad. 18
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