Descarga la aplicación para disfrutar aún más
Vista previa del material en texto
BIOLOGÍA CELULAR336 Activación de una enzima ligada a la membrana plasmática Activación de la adenilato ciclasa La unión del ligando al receptor comporta la unión de la proteína G a ambos y la fosforilación a GTP del GDP unido a ésta. La unidad α de la proteína G (Gα) se diso- cia de las otras dos subunidades (Gβ y Gγ) y se une al efector (la adenilato ciclasa), activándolo. La activación de esta enzima, que sintetiza cAMP a partir del ATP, in- crementa la concentración del cAMP que actúa como segundo mensajero. Más raramente, la Gα inhibe la ade- nilato ciclasa, causando una disminución del cAMP. La vuelta a la normalidad se produce porque la Gα hidroli- za su GTP a GDP, con lo que se reconstruye la estructura primitiva de la proteína G no activada (Fig. 7.40.A). El aumento de los niveles de cAMP estimula una pro- teína quinasa dependiente del cAMP (quinasa A), que fosforila específicamente determinadas proteínas diana en residuos de serina o treonina, desencadenando una serie de señales intracelulares. El efecto es reversible. Entre las señales intracelulares mediadas por la quinasa A están la activación de proteínas transportadoras de membrana y la de enzimas implicadas en el desensam- blaje o ensamblaje de microtúbulos, la degradación de lípidos (lipasa de triglicéridos), la síntesis (glucógeno sintetasa) o hidrólisis (fosforilasa) del glucógeno, la re- plicación y transcripción nuclear, y la síntesis proteica en el retículo endoplasmático rugoso. La alta concentración de cAMP sólo persiste mien- tras el ligando está presente. El cAMP producido es rá- pida y continuamente degradado por su hidrólisis a adenosina-5’-monofosfato (5’-AMP) mediante la fosfo- diesterasa de cAMP. Activación de la fosfolipasa C La unión del ligando al receptor comporta la unión de la proteína G a ambos y la fosforilación de esta proteína, cuya unidad α se une al efector que, en este caso, es la fosfolipasa C. La activación de esta enzima por la Gα ac- túa sobre un fosfatidil inositol de la hemimembrana in- terna de la membrana plasmática generando dos men- sajeros diferentes: el azúcar inositol trifosfato (IP3) y la cola lipídica diacilglicerol (Fig. 7.40.B). El IP3 se difunde por el citosol y activa los canales de Ca2+ de las membranas del retículo endoplasmático liso, donde se encuentra almacenado este ion unido a la pro- teína calsecuestrina. Los iones Ca2+ pasan al citosol y actúan como mensajero intracelular en una amplia ga- ma de respuestas celulares, como la secreción y prolife- ración celular. El diacilglicerol permanece insertado en la membrana plasmática, donde activa una proteína quinasa llamada quinasa C, la cual fosforila diversas proteínas intracelula- res. Un grupo de estas quinasas C (las quinasas CaM) no son activadas directamente por el Ca2+ sino que necesi- tan que actúe como intermediaria la proteína calmoduli- na. El complejo Ca2+ + calmodulina + quinasa CaM fosfo- rila serinas o treoninas de algunas proteínas, como la quinasa de la cadena ligera de miosina (que induce la con- tracción del músculo liso) o la quinasa de la fosforilasa (que provoca la degradación del glucógeno en glucosa). Un grupo de estas quinasas, las quinasas CaM II, presen- tes en las neuronas, fosforilan quinasas de tirosinas, in- terviniendo directamente en la formación de neurotrans- misores catecolaminérgicos (derivados de la tirosina). Los iones Ca2+ pueden provenir también de fuera de la célula o de las mitocondrias. Al cerrarse los canales que permitían el flujo de Ca2+, estos iones son bombea- dos a su primitivo lugar de origen o amortiguados por el enlace a moléculas que se unen al Ca2+. Activación de la fosfodiesterasa de cGMP Los bastones retinianos son receptores que actúan prin- cipalmente en condiciones de baja intensidad de luz, mientras que los conos, que detectan el color y los finos detalles, lo hacen en luz intensa. En los bastones retinia- nos, el cGMP mantiene abiertos los canales de entrada de Na+ en la oscuridad, y la despolarización de la mem- brana plasmática mantiene la actividad de estos recepto- res. Con la luz, las moléculas de rodopsina de los basto- nes se escinden en opsina y 11-cis-retinal. La opsina activa una proteína G (conocida como transducina) cuya Gα activa una fosfodiesterasa de cGMP que hidroliza el cGMP en GMP. Esta hidrólisis cierra los canales de Na+ y se produce la hiperpolarización de los bastones, que de- jan de funcionar. Al mismo tiempo, disminuye también el Ca2+ pues los canales de Na+ son también permeables al Ca2+. La normalidad se recupera cuando el descenso del Ca2+ activa la enzima recoverina; ésta, a su vez, activa la gua- nilato ciclasa, la cual convierte el GMP en cGMP, que abre de nuevo los canales de Na+. Activación de un canal iónico de membrana Algunas proteínas G activan directamente canales ióni- cos de la membrana plasmática. Por ejemplo, en el músculo cardíaco (pero no en el esquelético) la unión de la acetilcolina a su receptor activa una proteína G, que se disocia. En este caso, el complejo activo es el Gβγ. Este complejo se une a un canal de K+ de la membrana y lo abre, permitiendo la salida de K+ de la célula, lo que hiperpolariza la célula y disminuye la frecuencia de su contracción. Cuando la subunidad Gα se inactiva, la acción del complejo Gβγ finaliza y el canal se cierra de nuevo (Fig. 7.40.C). Receptores catalíticos (ligados a enzimas) Entre estos receptores se encuentran los receptores de insulina y los de varios factores de crecimiento como el epitelial (EGF), el derivado de las plaquetas (PDGF) y el de crecimiento nervioso (NGF). Todos estos ligandos son mediadores locales que actúan en concentraciones muy bajas (entre 10–9 y 10–11 M) y ejercen su actividad fi- nal en el ámbito génico estimulando la división de mu- chos tipos celulares. Diversos receptores asociados a enzimas también están implicados en la mediación de efectos directos y rápidos sobre el citoesqueleto. 07 PANIAGUA BIOLOGIA 3 07 29/11/06 13:43 Página 336
Compartir