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pares de bases, que sirve para codificar varios miles de pro- teínas diferentes (alrededor de 4000 genes, con un tamaño medio de 1 kb). La cantidad de ADN en las células euca- rióticas es considerablemente mayor, siendo, por ejemplo, de 1.3 · 107 pares de bases en las levaduras y de alrededor a 3 · 109 en una célula humana haploide (Fig. 18-3). Sin embargo, el número de genes diferentes estimado en los seres humanos es alrededor de 32 000, aunque el número de proteínas sería muy superior a éste. De acuerdo con estas cifras, mientras que en las bacterias la mayor parte del ADN se puede considerar ADN codificador, en el ser humano menos del 2% del total del ADN parece tener fun- ción codificadora de las proteínas. El ADN no codificador está formado fundamentalmente por regiones reguladoras que flanquean las regiones codifi- cadoras, por secuencias intercaladas (intrones) que interrum- pen las regiones codificadoras y por largas regiones intergé- nicas. Existen también regiones de secuencias parecidas a determinados genes, pero que no son funcionales (pseudoge- nes), así como un gran número de secuencias no codificado- ras repetidas (desde unas pocas copias hasta millones de ellas), que se clasifican, según el número de copias, en esca- sa, moderada y altamente repetidas, y cuya función es poco conocida. El ADN celular humano, al igual que el de otros organis- mos eucarióticos, se encuentra repartido en una serie de moléculas diferentes de ADN de gran tamaño, localizadas en el núcleo celular, denominadas cromosomas. En la especie humana, la mayor parte de las células tiene 46 cromosomas, repartidos en 22 pares de cromosomas denominados autoso- mas y una pareja de cromosomas sexuales (XX o XY). El tamaño de cada cromosoma es variable, y sólo son visibles como estructuras individuales durante la mitosis. Aparte de por el tamaño y por la forma, los cromosomas se pueden distinguir por el patrón de bandas que producen cuando los cromosomas metafásicos son teñidos con colo- rantes específicos (giemsa: bandas G; quinacrina: bandas Q, etc.). Al conjunto de cromosomas se le denomina cariotipo. Durante la interfase, ciertas regiones de la cromatina (véase el Cap. 8) se tiñen con determinados colorantes, y se piensa que corresponden a regiones de cromatina muy empaqueta- da o heterocromatina, en contraste con otras regiones de cro- matina menos empaquetada o eucromatina, que parece corresponden a los genes que están siendo transcritos. Los cromosomas metafásicos visibles en el microscopio óptico están formados en realidad por dos moléculas lineales de ADN idénticas (cromátidas hermanas), que acaban de replicarse durante la fase S y que permanecen unidas todavía por el centrómero. Éste divide al cromosoma en dos brazos: corto (p) y largo (q), y en cuyos extremos se encuentran los telómeros (Fig. 18-4). El centrómero es indispensable para la separación de las dos cromátidas y su reparto equitativo entre La organización del material genét ico | 321 Figura 18-3. Esquema comparativo del genoma de diferentes organismos en la escala filogenética. La barra representa el rango de variación entre los diferentes miembros de cada grupo y la marca azul corresponde al tamaño de la especie indicada. EUCARIOTAS E. coli Haba (Vicia faba) Mosca (Drosophila melanogaster) Pez cebra (Danio rerio) Ser humano (Homo sapiens) Virus Bacterias Levaduras Plantas Insectos Moluscos Peces Anfibios Reptiles Aves Mamíferos 10-3 10-2 10-1 100 101 102 103 104 105 106 Tamaño del genoma haploide (millones de p.b.) Pollo(Gallus gallus) Sapo (Xenopus laevis) Levadura de cerveza (Saccharomyces cerevisiae) 18 Capitulo 18 8/4/05 11:19 Página 321
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