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Equilibrar de las estructuras cognitivas

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1. PLANTEAMIENTO DE LOS PROBLEMAS
E HIPOTESIS EXPLICATIVAS
El objetivo de esta obra es tratar de explicar el desarrollo 
e incluso la formación de los conocimientos recurriendo a 
un proceso central de equilibración. Por esto entendemos 
no la aplicación a todas las situaciones y a todos los niveles 
de una misma estructura general de equilibrio, dada de una 
vez por todas, como es la de la Gestalt (inspirada en las leyes 
de «campo») para la psicología de la forma, sino un proceso 
(de ahí el término de «equilibración») que conduce de cier­
tos estados de equilibrio aproximado a otros, cualitativa­
mente diferentes, pasando por múltiples desequilibrios y 
reequilibraciones. Por lo tanto, los problemas que hay que 
resolver son los de las diferentes formas de equilibrio, de la 
razón de los desequilibrios y sobre todo del mecanismo cau­
sal de las equilibraciones y reequilibraciones. En particular 
conviene insistir desde un principio en el hecho de que las 
reequilibraciones sólo en ciertos casos constituyen regresos 
al equilibrio anterior: por el contrario, las que son más fun­
damentales para el desarrollo consisten en formaciones no 
solamente de un nuc:o equilibrio, sino también de un equi­
librio mejor en general, lo cual hará que hablemos de «equi­
libraciones maximizadoras» y suscitará la cuestión de la 
autoorganización. Este primer capítulo estará dedicado a 
precisar nuestras hipótesis sobre estos diferentes temas. 
§ l. EL EQUILIBRIO DE LOS SISTEMAS COGNITIVOS.-Excepto
en lo que respecta a la existencia de trabajos virtuales, los
equilibrios cognitivos son muy diferentes a n equilibrio
mecánico, el cual se conserva sin modificacior,os o, en caso
de «desplazamiento•, sólo da lugar a una cm, .:,,ración» de
la perturbación y no a una compensación completa. Son aún
6 lean Piaget 
más diferentes de un equilibrio termodinámico (con la ex­
cepción de la reversibilidad), que es un estado de reposo 
tras la destrucción de las estructuras. Por el contrario, se 
acercan más a esos estados estacionarios, pero dinámicos, 
de los que habla Prigogine 1, con intercambios capaces de 
«construir y mantener un orden funcional y estructural en 
un sistema abierto•, y sobre todo están más próximos a los 
equilibrios biológicos, estáticos (homeostasis) o dinámicos 
(homeorresis ). 
En efecto, igual que los organismos, los sistemas cogniti­
vos están a la vez abiertos en un sentido (el de los intercam­
bios con el entorno) y cerrados en otro, en cuanto «ciclos». 
Llamemos A, B, C, etc., a las partes constitutivas de un ciclo 
de esta clase y A', B', C', etc., a los elementos del entorno que 
son necesarios para su alimentación; estamos entonces en 
presencia de una estructura, cuya forma esquemática es: 
(A X A') ➔ B; (B X B') ➔ C; ... ; (Z X Z') ➔ A, etc. 2• 
Además, conviene añadir a esto una diferenciación del 
sistema total en subsistemas jerarquizados, cuyas estructu­
ras son análogas, que están unidos unos a otros mediante 
conexiones igualmente cíclicas 1• Se advierte entonces la ori­
ginalidad de tales formas de equilibrio, ya que éste se basa 
en las acciones conservadoras que los elementos o los sub­
sistemas ejercen unos sobre otros, por oposición a las fuer­
zas de sentido contrario que se encuentran como contrapeso 
en un equilibrio mecánico (observemos que, en un sistema 
lógico, incluso las afirmaciones y las negaciones se implican 
o se conservan mutuamente). En particular una acción con­
servadora de esta clase se aplica al sistema total mediante
los subsistemas o sus elementos, y viceversa, lo que equivale
a afirmar que el equilibrio se basa entre otras cosas en una
solidaridad de la diferenciación y de la integración. El resul­
tado de esto es que, en caso de una perturbación exterior,
equivalente, por ejemplo, a una sustitución de B' por B", o
1 Glansdorf y Prigogine, Structure, stabiliti et fluctuations, París, Mas­
son. 1971, p. 271. 
2 Naturalmente con la posibilidad de cortocircuitos variados, o de inter­
secciones, etc. 
1 Por ejemplo tendríamos dos subsistemas AM y NZ o KZ formando
cada uno un ciclo, pero coordinados entre sí con o sin interacción, y sub­
ordinados al ciclo total.

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