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Secreción Cerca de 20 millones de norteamericanos desa rrollan úlcera al menos una vez en sus vidas. Las úl ceras afectan cerca de 4 millones de personas cada año, más de 40.000 se someten a cirugía por presen tar síntomas persistentes y discapacitantes y cerca de 6.000 personas mueren por año por complicacio nes relacionadas con esta enfermedad. Las úlceras se desarrollan a cualquier edad, pero son más raras en los jóvenes y afectan sobre todo a la población laboralmente activa, entre los 30 y 50 años. En este capítulo se describe la fisiología de la se creción ácida gástrica, con algunos detalles sobre las bases cronobiológicas de la amplia terapéutica disponible para su inhibición, así como las bases de la secreción salival y biliopancreática. SECRECIÓN SALIVAL Las glándulas productÓras de saliva en el hombre son en mayor medida 3: l . Parótida 2. Submaxilares 3. Sublinguales Esas glándulas producen entre 1 y 1,5 litros de saliva por día; durante el reposo digestivo la mayor parte de la saliva la forma las glándulas submaxila res, y durante las comidas las parotídeas. Las glándulas salivales están constituidas por acinos, cuyos productos se vuelcan a la luz de estas estructuras y drenan a través de conductos interca lares. Éstos confluyen para formar conductos de mayor calibre hasta desembocar en uno solo de ma yor tamaño que drena todo el material de la glándu la (fig. 32-1 ). La secreción primaria es un líquido isotónico con el plasma, y es probable que la hipotonicidad del producto final sea consecuencia de la imper meabilidad al agua de las células de los conductos, a través de los cuales se producen movimientos de solutos. Las glándulas submaxilares y sublinguales pro ducen gran cantidad de mucinas que sirven sobre todo para la lubricación del alimento para facilitar su deglución. La saliva contiene varias enzimas, Fig. 32-1. Estructura del salivón. 160 Saliva Plasma 160 Fig. 32-2. Composición Na+ de la saliva parotídea. 140 140 -- 120 iZ" 100 .s 120 -L.J cr ---- 100 Na+ .s e: 80 'º ·¡:¡ � 80 e: 'º ·¡; � e 60 HC03 60 e o ü 40 20 o 1,0 2,0 3,0 Flujo de saliva (ml min-1) c1- 4,0 entre ellas la arrúlasa salival (similar a la pancreáti ca) que se encarga de reducir el almidón a molécu las de oligosacáridos. Si bien la amilasa actúa pre ferentemente a un pH de 7, la mayor parte del tiem po interactúa con un microambiente caracterizado por pH variables entre 4,5 y 11. Sólo cuando llega al estómago y el pH es menor que 4, la arrúlasa de ja de actuar. Las glándulas salivales poseen un elevado flujo sanguíneo que se encuentra en relación directa con la capacidad de secreción de saliva, que en el hom bre es de 1 mLJg de tejido por minuto. La composi ción final de la saliva es hipotónica con respecto al plasma, ya que las concentraciones de cloro y sodio son inferiores. La tonicidad de la saliva varía con la velocidad de secreción; es mayor cuanto más veloz se realice la secreción de saliva. Los conductos de drenaje de los diferentes acinos son responsables de la mayor parte de la secreción de K+ y bicarbonato, y responden a los agonistas colinérgicos y adrenér gicos (fig. 32-2). Las células acinares poseen gránulos de zimógeno que contiene amilasa salival La estimulación parasimpática aumenta la secre ción de ami lasa salival y de mucinas; esto activa los mecanismos de transporte del epitelio ductal y au menta el flujo sanguíneo hacia las glándulas saliva les. La estimulación simpática estimula la secreción de saliva rica en amilasa, K+ y bicarbonato, contrae e: 40 o ü 20 o los vasos sanguíneos y reduce el aporte de sangre a la glándula. ESTÓMAGO El estómago no es necesario para mantener la vida, sin embargo, tiene un número importante de funciones En primer lugar, sirve como reservorio transito rio después de la ingestión de alimentos. Su función de almacenamiento en el hombre es muy pequeña comparada con el estómago de los rumiantes, que poseen un sistema multicameral, donde los alimen tos luego de ingeridos se almacenan en forma tran sitoria en la panza, luego se regurgitan a la cavidad oral (rrúentras se encuentran pastando) y luego se mastican, pasando de manera sucesiva por la rede cilla, el libro y el cuajar. La musculatura del estó mago proximal en el hombre tiene la capacidad de relajarse con la llegada del primer alimento, lo que denominamos relajación receptiva refleja que está mediada por los nervios vagos. Esto hace que los alimentos penetren en la cámara gástrica con un au mento mínimo de la presión intralurrúnal. Esta ca pacidad para relajarse permite la ingestión de gran cantidad de comida en lapsos más o menos breves, seguidos por el aporte de nutrientes hacia el intesti no delgado en las horas siguientes. En los seres hu manos los sólidos son triturados por la parte distal Píloro Esfínter pilórico Esófago Escotadura angular Fig. 32-3. Anatomía del estómago. del estómago en fragmentos menores de 2 mm para atravesar el píloro e ingresar en el duodeno. El estómago se divide en cardias, fundus (que es una zona situada a la izqui�rda del cardias como un abultamiento en forma de cúpula), cuerpo y píloro. Los gastroenterólogos denominan región fúndica la zona comprendida·por el fundus y el cuerpo. Tiene dos bordes, el izquierdo convexo llamado curvatura mayor, y el borde derecho, cóncavo, llamado curva tura menor (figura 32-3). El epitelio plano estratificado protector del esófa go se transforma con rapidez en un epitelio cilíndri co alto en el nivel del cardias. La porción apical del epitelio está ocupada por mucígeno, que es el pre cursor intracelular del moco, que desempeña un pa pel importante en la lubricación del epitelio y en la formación de una barrera que lo protege de la agre sión de sustancias ingeridas y del ácido y las enzi mas de las secreciones gástricas. En el nivel del cardias hay glándulas denomi nadas cardíacas, formadas por células mucosas y algunas células endocrinas que liberan gastrina. En el fundus y el cuerpo gástricos se encuentran las denominadas glándulas gástricas u oxínticas (del griego oxys, ácido) formadas por 4 tipos ce lulares: 1. células mucosas 2. células principales o zimogénicas 3. células parietales u oxínticas 4. células endocrinas Las células mucosas ubicadas entre las parietales segregan moco. Presentan microvellosidades cortas que tienen un glucocálix peludo. Las células parietales (fig. 32-4) son el tipo ce lular más distintivo de la mucosa gástrica. Son cé lulas piramidales de alrededor de 25 µm de diáme- Complejo de Golgi A Membrana- basal Complejo de Golgi Membrana- basal B Fig. 32-4. Célula parietal. A. Inactiva B. Activa. tro, tienen base ancha y un citoplasma que se tiñe con firmeza con, eosina. Su característica más so bresaliente es la invaginación canalicular tortuosa de Ia superficie apical que puede llegar a rodear el núcleo y extenderse hasta cerca de la lámina ba sal. Pero no se trata de un canal intracelular sino de un canal secretor. La presencia de ácido clor hídrico se detecta por primera vez en el estómago fetal a medida que las células parietales aparecen y se diferencian. La célula parietal también segre ga el factor intrínseco, una sustancia necesaria para la absorción de la vitamina B 12 en el nivel del íleon. Las células principales se encuentran en mayor medida en el cuerpo gástrico, y son responsables de la secreción de pepsinógeno, luego activado para formar pepsina, una enzima digestiva. Las células endocrinas (antes llamadas por sus tinciones células argentafines o enterocromafines, por ser similares a las de la médula suprarrenal), se gregan serotonina (células EC), histamina (células ECL) y gastrina (células G). Tienen citoplasma granular y, aunque la presencia de esas células la comunicó por primera vez Heidenhain en 1870, elhonor de su descubrimiento se le suele asignar a Kulchitski, de ahí que con frecuencia se denominen células de Kulchitski (fig. 32-5). Secreción de ácido clorhídrico La secree-ión de ácido clorhídrico es uno de los procesos secretores más i�portantes en la fisiología humana. Diversos ligandos interactúan con recepto res específicos de la superficie de la célula parietal e inician un influjo de información que llega hasta procesos relacionados con vías de transducción dentro del núcleo de estas células. Como en la mayoría de los procesos biológicos hay patrones rítmicos biológicos asociados con la secreción ácida gástrica, que hacen que la secreción ácida máxima, el dolor por enfermedad ulcerosa y la _perforación de las úlceras gástricas y duodenales sean más comunes durante la noche ( entre las 18 h y la 1 h),.razón por la cual la mayoría de los fárma cos que inhiben la secreción ácida deben emplearse antes del reposo nocturno. La concentración de H+ en el jugo gástrico es de algo más de 1.000 millones de veces superior con respecto a la registrada en Jas células y en la san gre. Se indicó que la secreción de 1 rnM/hora de HCl, requiere la actividad conjunta de 50 millones de células parietales y el consumo de 1.580 calorías por litro de secreción. Esta energía se genera por medio del metabolismo aerobio de la misma célula parietal, e involucra la formación de uniones de al- Fig. 32-5. Célula enteroendocrina. Complejo de unión Desmosoma ta energía, con la función de la ATPasa, Na-K y de una ATPasa K• que no se encuentra en otras células. La regulación de la secreción ácida refleja un equilibrio de quimiotransmisores liberados desde la mucosa gástrica por varias vías que median meca nismos inhibidores y estimuladores. A la vez hay determinados mecanismos que contribuyen con la defensa de la mucosa gástrica contra la lesión de la actividad del jugo ácido y de reparación cuando se produce esa lesión. La estimulación fisiológica de la secreción ácida se divide en tres fases: l. Fase cefálica, activada por olfato, gusto, pensa miento de la comida. Es mediada por mecanis mos colinérgicos-vagales. Se pudo determinar en individuos sanos que esta fase cefálica produ ce un pico ácido que corresponde a un 50% de la capacidad secretora gástrica máxima. El pico plasmático de gastrina es pequeño con una res puesta menor que el 50% de la obtenida median te la ingestión de una comida proteica. La acidi ficación del contenido gástrico a un pH 1,5 ( con bloqueo de la secreción de gastrina) reduce en alrededor de un 50% la respuesta a la "comida ficticia". 2. Fase gástrica, debido a efectos químicos del ali mento y a la distensión del estómago. La gastri- na parece ser el mediador principal. Las únicas sustancias químicas presentes en la alimentación, capacitadas para estimular la secreción ácida son los aminoácidos y los péptidos. Los aminoácidos mejor considerados son triptófano, fenilalanina, cisteína, leucina y aspartato. El mecanismo prin cipal por el que actúan estos aminoácidos sería por estimulación química de la liberación de gas trina, que actúa sobre receptores de las microve llosidades de las células G del antro y sobre las fuentes de gastrina bulboduodenales. Ciertos aminoácidos estimulan la secreción ácida sin ele var la gastrinemia; esto indica que otros mecanis mos serían corresponsables. 3. Fase intestinal, responsable de una pequeña pro porción de la.carga ácida en respuesta al alimen to. La infusión de peptona en el duodeno del ser humano origina un aumento de la secreción áci da correspondiente a un 30% de la secreción má xima esperada, que se acompaña de un pequeño incremento de la gastrina plasmática. La gastrina (G-34) y el péptido liberador de gastrina serían los responsables de esta participación intestinal en la secreción ácida gástrica estimulada por los alimentos. En estado de reposo, las células parietales se en cuentran llenas de vesículas secretoras que coales- Célula parietal 2 H20 ! Anhidrasa OH + C02 carbónica .. HCo3- H3o+ K+ Conductancia K+,c1- cen con la estimulación para formar canales que drenan por último la luz apical. Tanto el H+ como el c1- se transportan en forma activa al interior del estómago por bombas separa das de c1- e H+ acopladas. El H+ es producto de la disociación del agua. El ácido carbónico se forma por la hidratación del CO 2 , una reacción facilitada por la gran cantidad de anhidrasa carbónica presen te en estas células. El ácido carbónico se disocia y el bicarbonato resultante se excreta hacia la sangre. Así, por cada H+ segregado, una molécula de CO 2 derivada del metabolismo o de la sangre se convier te en bicarbonato. La alcalosis metabólica produci da por esta reacción se conoce como "marea alca lina". El proceso de salida del c1- desde el ápice de la célula, por mecanismo electrogénico, se acompa ña de un movimiento paracelular de Na+ (fig. 32-6). La membrana secretora contiene la bomba de H K ATPasa, siempre activa, pero que necesita el transporte de K+ de la superficie luminal para inter cambiar con el H+ . Con el estímulo necesario esta bomba de cotrans porte de K+ /CI" se torna activa y se produce el inter cambio H-K. La finalización de la secreción ácida por parte de las células parietales se relaciona con la reinternalización de la bomba H-K ATPasa. Este proceso se encuentra mediado por la porción cito- CI CI Sangre Membrana basolateral Membrana apical Fig. 32-6. Mecanismo intracelular de la se creción de ácido clor hídrico. plasmática de la subunidad beta de la bomba. La mutación de este sitio produce la expresión y la se creción activa indefinida de ácido, ya que mantiene la expresión de la bomba en la superficie celular (fig. 32-7). Se observó que la estimulación de la secreción ácida, provoca una relajación de filamentos de ac tina, lo que determina el desarrollo de las microve llosidades en los canalículos expandidos descritos antes. Allí hay un proceso de intercambio de H+ por K+, dependiente de ATPasa, y la activación de esta enzima requiere ATP y K+ en la superficie lu minal. La gastrina es el regulador endocrino principal de la mayoría de las respuestas secretoras. Se libera desde las células G localizadas en el antro. La gas trina incrementa la secreción ácida desde las células parietales en las personas normales por dos meca nismos: • la acción trófica sobre las células parietales • las células similares a enterocromafina que libe ran histamina Estimula a las células parietales por medio de la vía de liberación de la histamina. Este proceso es controlado por una segunda hormona, la somatosta- Fig. 32-7. Estímulos pa ra la secreción de ácido clorhídrico. Nervio vago Acetilcohna ca++ Acetilcolina --O-!;� Intermediarios ♦ Receptor 1 \ intracelulares . de gastrlna Ca++ G,s<aa, ==o+r� ,,.O,aM �,Q Hco- o:f- t· Tran$J)Olle aclivO w ,¡. 3 H2 rH,O i Aeceplor � carbónica H. t . H2 � • _.. ATPasas (Na• y K• )+ ! Hº _ 1 Luz gástrica 1 IS amina GMPc Prostaglandinas �� � Prostanglandinas tAnhidrasa· cai• carbónica AMPc t H20 Metabolismo � , ) Proteoncinasas Hormonas�� gastrointestinales � Transpor1e activo Dlfus70n tina, que es un inhibidor potente de la síntesis y la li beración de gastrina, así como de la secreción ácida gástrica. La gastrina es el mejor regulador trófico identificado sobre la masa de células parietales del estómago. Esta relación se pone en evidencia por la presencia de hipe1trofia gástrica en pacientes con gastrinomas (tumores que liberan gastrina), debido a la exposición crónica a niveles elevados de gastrina y atrofia de las células parietales con la antrectorrúa, que disminuye los niveles de gastrina (fig. 32-8). La acetilcolina, un neurotransmisor vaga], tiene acción múltiple reconocida sobre la secreción ácida, y provoca estimulación directa sobre la célulaparie tal para activar la secreción de HCl; asimismo sen- • Según la teoría de Pavlov y Hollander, las cé lulas parietales se encargarían de la secreción de HCI puro mientras que las células no parie tales serían las responsables de la secreción de los otros electrólitos, con excepción del K+, también liberado por la célula parietal. La se creción parietal es responsable de la carga má xima de ácido gástrico, y las variaciones del grado de acidez gástrica dependen de la propor- sibiliza esta célula para la acción de la gastrina, no obstante pequeñas dosis de atropina elevan los valo res de gastrina inducida por la comida, por la hipo glucemia insulínica y que la gastrinemia basal se eleva luego de cualquier tipo de vagotorrúa, esto apoya el concepto de que el vago además de poseer fibras estimuladoras de la secreción de gastrina, es portador de fibras inhibidoras de la secreción ácida. Inhibición de la secreción ácida Los mecanismos que inician la inhibición de la secreción ácida son la presencia del propio HCI en ción de secreción parietal y no parietal en un momento dado. La teoría de Teorell sostiene que la secerción parietal es una mezcla de H+ y ClK, pero difiere de la anterior teoría en que el Na+ se originaría por un intercambio de difu sión de H+ y c1- hacia la luz. Es importante recalcar que en el jugo gástri co hay bajas concentraciones de calcio, magne sio y fosfatos, quizá de origen no parietal. Nervios muscarínicos colinérgicos posganglionares Nervio vago Cama de capilares Gastrina CCK Célula "D" somatostatina Nervios muscarínicos colinérgicos posganglionares . Nervio GRP + Ach ........... · .. .. . . . . .. Nervios muscarínicos colinérgicos posganglionares Fig. 32-8. Regulación de la secreción de ácido clorhídrico. Ach: acetilcolina; ECL: célula tipo enterocromafma; GRP: péptido relacionado con la gastrina; CCK: colecistocinina. estómago y duodeno, la presencia de grasas y so luciones hipertónicas de glucosa en el duodeno y la hiperglucemia. El baño ácido presente en la mucosa del antro inhibe la liberación de gastrina. La disminución del pH gástrico de 5,5 a 2,5 supri me la liberación de gastrina en respuesta a una co mida proteica y la producción ácida disminuye en gran medida. La somatostatina, una hormona cu ya liberación se ve facilitada por la secreción áci da, bloquea en el nivel local la secreción de gas trina por las células G y la secreción ácida por las células oxínticas del fundus. La presencia de gra sas en el duodeno y su acidificación provocan li beración de secretina y GIP que estimula la secre- La bomba de H+-K+ ATPasa de las células pa rietales está constituida por 2 subunidades, una grande catalítica llamada alfa, que contiene los dominios de fosforilación y de unión del ATP, y una pequeña, llamada beta, muy glucosilada. Las mutaciones puntuales sobre diferentes sitios ción de somatostatina, que termina por completar el ciclo inhibitorio tipo enterogastrona. Pepsina Las células principales se encargan de Ja síntesis y Ja liberación de pepsinógenos, una serie de enzi mas proteolíticas que circulan en estado inactivo. Hay dos tipos de pepsinógenos, llamados I y II. El pepsinógeno tipo I tiene un PM de 42.500 y se acti va con un pH menor que 3,5, lo que origina la pep sina, de 35.000 D de PM, una endopeptidasa que posee un pH óptimo para sus acciones de 2. Provo ca la ruptura de las uniones peptídicas y origina peptonas y algunos polipéptidos y aminoácidos, co- Cuando se administra B 12 marcada con un radiotrazador en fonfla oral y una gran carga de ella se suministra por vía intravenosa a los pa cientes con déficit de factor intrínseco, muy bajas concentraciones de cobalamina radiacti va se encuentran en la recolección de orina de 24 horas. Si el FI se administra en forma oral a los pacientes con déficit de FI junto con vita mina B 1 , radiactiva, la excreción urinaria de B l2 se incrementa. Ésta es la denominada prue ba de Schilling. El déficit de B 12 puede ser consecuencia tam bién de hipoclorhidria o aclorhidria, donde hay un déficit de pepsina para el clivaje y la separa ción de la B 12 del resto del contenido proteico de estas subunidades ocasionan no sólo desregu lación de la secreción ácida en más o en menos, sino también refractariedad de determinados fármacos, como omeprazol (un inhibidor de la bomba), que precisa el residuo de cisteína en la posición 822. mo la tirosina, que pueden utilizarse para cuantifi car la actividad de la pepsina gás.trica. Las pepsinas tienen la capacidad de digerir hasta el 20% del con tenido proteico de una comida normal. Factor intrínseco Se trata de una glucoproteína secretada por las cé lulas parietales necesaria para la absorción normal de la vitamina B 12 en el nivel del íleon terminal. Todos los estímulos y las inhibiciones que actúan sobre la secreción de ácido clorhídrico, también lo hacen so bre la secreción de factor intrínseco (FI), con la sola diferencia, que es que la respuesta a los diferentes es tímulos del factor intrínseco es de más corta duración. del alimento, por sobrecrecimiento bacteriano, por insuficiencia pancreática (por el déficit de tripsina que en condiciones normales cliva la unión R/B 12) o por enfermedad o resección ileal. . En la mayoría de los pacientes con hipoclor hidria, la secreción continua de FI a bajas cargas es suficiente para prevenir el déficit de B 12 y la anemia perniciosa. Los agentes que bloquean la H+-K+ ATP asa (como el omeprazol), no reducen la secreción de FI por las células parietales, aun que pueden disminuir con la liberación péptica de la cobalamina del alimento. Hay anticuerpos circulantes contra las células parietales y el FI en los pacientes con anemia perniciosa y gastri tis crónica atrófica. 12 La vitamina B 12 se ingiere junto con un complejo proteico de la comida. La vitamina B L2 se libera des de la dieta en el estómago ácido por la acción de la pepsina. Hay dos proteínas capaces de ligar la vitami na B 12 , el FI y la proteína R. La segunda tiene la ca pacidad de unir la vit. B 12 con más eficiencia que el FI en el pH ácido del estómago; así, la mayoría de la B 12 al inicio se encuentra unida a la proteína R. En el intestino delgado superior el complejo RIB 12 es clivado por la tripsina pancreática, y _así la B libre se une al FI. Este complejo FI/B 12 es resis tente a la proteólisis pancreática, y se une a un re ceptor de superficie de la mucosa ileal. La vitamina B 12 es transportada a la sangre venosa portal del hí gado y otros tejidos por una proteína transportadora de B 12 , llamada transcobalamina II. ÚLCERA GÁSTRICA Y DUODENAL Durante la digestión normal, la comida se movi liza desde la boca hacia el estómago, donde se pone en contacto con la secreción ácida y con una enzi ma llamada pepsina, para la degradación del ali mento. Luego el bolo pasa al intestino delgado don de continúa el proceso de digestión y absorción. Una úlcera es la ruptura de la mucosa que sobre pasa la muscular de la mucosa. La úlcera gastroduo denal es una enfermedad crónica y recidivante con episodios agudos que pueden poner en peligro la vi da de un paciente. Las úlceras pueden hallarse en el duodeno o en el estómago, y en conjunto se deno minan enfermedad ulceropéptica. Las úlceras esofá gicas son más raras. Se presentan con más frecuen cia entre los 30 y los 50 años en el caso de las pro ducidas en el estómago, mientras que las úlceras duodenales son más frecuentes en mujeres y perso nas mayores de 60 años. Las complicaciones más temidas de las úlceras son hemorragia, perforación y obstrucción, así como factores cancerígenos aso ciados a uno de sus agentes etiológicos, Helicobac ter pylori. La frase "no hay úlcera sin ácido" permanece vi gente, si bien la patogenia de esta enfermedad depende de la relación entre factores agresivos y de fensivos de la mucosa. Interv1enen numerosos fac tores, genéticos, ambientales, infecciosos y distin tos procesos que condicionan una hipersecreción ácida. Durante más de un siglo la mayoría de los médi cos creía que el estrés y la dieta eran los causales más importantes para el desarrollo de la úlcera. En el presente y sin dejar de lado estos dos factores co nocemos más de la patogenia de esta enfermedad. El desequilibrio entre los diferentes líquidos co mo el ácido clorhídrico y la pepsina, así como la capacidad del estómago para defenderse de la agresión ácida terminan por provocar la formación de la úlcera. En la actualidad sabemos que una bacteria, Helicobacter pylori, desempeña un papel en el desarrollo de la úlcera y se considera una causa primaria. Cigarrillo, alcohol, antiinflamatorios no esteroi des usados con frecuencia (aspirina, ibuprofeno, etc.), estrés, cafeína, ciel'tas comidas, estimulan la secreción ácida y agravan los síntomas, pero se sa be que la carga de ácido secretada luego de la in gestión de café descafeinado es igual que para el café regular, así que la estimulación ácida no pue de atribuirse sólo a algunas comidas como factores aislados. En cuanto al estrés, nos referimos no sólo a con diciones agobiantes de trabajo, sino a alteraciones psicopersonales, pacientes con enfermedad grave, quemados, personas sometidas a grandes cirugías, etc., que necesitan protección gástrica farmacoló gica para evitar la complicación de la úlcera pre formada. En la génesis de ]a úlcera duodenal pre.dominan los factores agresivos sobre la mucosa duodenal (carga ácida y pepsina) frente a los defensivos (mo co, bicarbonato, prostaglandinas y flujo sanguíneo mucoso). Los pacientes que tienen una úlcera duo denal presentan una masa de células parietales del doble re�pecto de los individuos sanos, tienen una tasa de se¡:;reción de ácido basal mayor y alteración de los mecanismos que en condiciones normales llevan a la inhibición de la secreción ácida. La úlce ra gástrica se relaciona con disminución de los me carlismos de defensa de la mucosa ante el consumo de sal y alcohol, los antiinflamatorios y las altera ciones de la motilidad, asimismo se asocia con pre disposición anatómica, menor flujo sanguíneo de la curvatura ante episodios traumáticos mínimos. Helicobacter -pylori En 1982 dos australianos llamados Marshall y Warren descubrieron una bacteria espiralada en el estómago, con ulterioridad llamada Helicobacter pylori. H. pylori es una bacteria gramnegativa que se en cuentra en el estómago y actúa como iniciadora y perpetuante del daño inflamatorio de la mucosas. Produce la enzima ureasa, que genera sustancias que neutralizan el ácido gástrico, lo que permite la supervivencia de la bacteria. Puede penetrar la mu cosa y hacerla más susceptible al daño por diferen tes sustancias, como ácido y pepsina. Por razones no del todo comprendidas H pylori puede estimular la producción de más ácido en el estómago. En al gunas personas la inflamación es consecue!)cia de una producción de células similares a las gástricas, lo que origina la llamada metaplasia gastroduode nal. El uso de antibióticos para la eliminación de H. pylori disminuyó la recurrencia áe la úlcera en cerca del 90% de los casos. En el tratamiento de la úlcera gastroduodenal se utilizan diferentes fármacos que bloquean los recep tores fisiológicos de las células parietales, como re ceptores H2 bloqueados por ranitidina, inhibición de la bomba de protones (ATPasa H+-K+) por fárma cos como omeprazol, pantoprazol, etc.; otros fárma cos como sucralfato, se depositan sobre el nicho ul ceroso y favorecen la secreción de moco y bicarbo nato, así como la epitelización. HÍGADOYVESÍCULA BILIAR Vesícula biliar La vesícula biliar es un reservorio de almacena miento que permüe que los ácidos biliares se apor ten en una concentración elevada de manera contro lada al duodeno para la sohibilización de los lípidos de la dieta. Está ubicada en una fosa en la cara infe rior del hígado, tiene forma de pera de 3 cm de an cho y 7 cm de longitud en el adulto con una capaci dad de 30 a 50 mL. La superficie de absorción de la vesícula bitjar está incrementada por la presencia de numerosos pliegues. Se divide en fondo, cuerpo, in fundíbulo y cuello. La superficie inferior del infun díbulo posee una protuberancia denominada bolsa de Hartmann. La vesícula se encuentra conectada al colédoco por medio de su conducto llamado cístico, que mide unos 4 cm de longitud. La mayoría de las veces la irrigación corresponde a la arteria cística que proviene en general de la arteria hepática dere cha. La vesícula concentra la bilis vertida en ella, por absorción de bicarbonato, cloro y agua, de for ma que los ácidos biliares se concentran unas 5 a 20 veces en ese órgano. El vaciamiento de la vesícula en el duodeno comienza alrededor de 5 a 1 O minu tos después del comienzo de una comida. Durante las fases cefálica y gástrica de la digestión, la ve sícula se contrae de manera intermitente, lo que permite que la bilis atraviese en parte el esfínter de Oddi. Durante la fase intestinal se produce el mayor vaciamiento de la vesícula, generado por la colecis tocinina, que alcanza la vesícula biliar por medio de la circulación y produce fuertes contracciones en ella y la relajación del esfínter de Oddi. Las sus tancias que simulan la acción de la CCK, como la gastrina, se denominan colecistagogos, y en este caso en particular, se debe a la similitud de los 5 aminoácidos del extremo C terminal de la gastrina y la CCK. Hígado y secreción biliar El hígado del hombre es un órgano formado por dos lóbulos y pesa alrededor de 1,5 kg, y constituye la víscera maciza más importante del organismo. Tiene dos vasos aferentes, la vena porta y la arteria hepática, que aportan el 75% y el 25%, respectiva mente, del flujo sanguíneo, pero transportan el oxí geno en una proporción del 50% cada una. El hígado del ser humano se forma a partir de dos primordios: el divertículo hepático y el septum transversum. El primero proviene de la prolifera ción de células endodérmicas en Ja unión cefaloven tral del saco vitelino con el intestino anterior y cre ce hacia el septum transversum en una dirección ce faloventral. Estos cambios se producen el día 18 de la gestación (cuando el embrión mide sólo 2,5 cm). El septum transversum es una proliferación de célu las mesenquimáticas con vasos capilares de las dos venas vitelinas. Con ulterioridad esta estructura uni ficada se diferencia en dos porciones, una cefálica, que.dará origen al hígado, y una caudal, que gene rará la vesícula biliar, el colédoco y el cístico en un proceso de elongación y recanalización. La secre ción de bilis comienza hacia el cuarto mes de gesta ción; a partir de allí, el sistema biliar contendrá siempre bilis que se secretará hacia el intestino e impartirá un color verde oscuro al contenido intes tinal (meconio). La organización fundamental de] hígado es. el lo bulillo, que es un sistema de hileras de hepatocitos dispuestas alrededor de la arteriola y la vena porta terminales. Desde la arteriola y la vena porta terrni- Matsumoto y Kawakami Rappaport Fig. 32-9. Estructura de la tríada portal. � �---,��� (@ Región nodal ..------· Zona periporta Zona intermedia --110---+ Zona pericentral---11---+-----'I.- l Conducto portal preterminal Vénula porta central Vénula central Vénula hepática terminal Vénula terminal porta nales, entre las placas de hepatocitos fluye sangre si nusoidal hacia la vena hepática terminal (fig. 32-9). El aparato biliar comienza en los canalículos, que conforman una red de espacios entre los hepatoci tos. El extremo ciego del canalículo comienza en la región central del lobulillo hepático, en la región de la vena hepática, y su luz se extiende hacia la tríada portal. No tieneepitelio, ya que su luz se encuentra revestida por una región especializada de la mem brana del hepatocito, llamada membrana canalicu lar que, debido a su composición enzimática y fun ción, también se denomina membrana apical. Los canalículos se separan del espacio de Disse por uniones paracelulares entre los hepatocitos; la bilis fluye desde su extremo ciego central hacia la tríada portal, en dirección opuesta al flujo sanguíneo en los sinusoides, es decir, a contracorriente. Por últi mo los canalículos se conectan con los conductos o canales de Hering que los comunican con los dúc tulos, que se unen para formar conductos biliares. La disposición final arborescente da origen al nom bre de "árbol biliar". Los dúctulos biliares están ro deados por un plexo capilar periductular que se ori gina en ramas de la arteria hepática y drena en el si nusoide en su extremo portal. Así, las sustancias producidas o absorbidas por las células ductulares biliares entran de inmediato en la sangre sinusoidal y no en la circulación sistémica. Los conductos he páticos derecho e izquierdo se unen para formar el hepático común y éste se une con un conducto que drena el material de la vesícula biliar, denominado cístico para formar el colédoco, que desemboca en la segunda porción del duodeno en forma solitaria o unido al conducto principal pancreático en la ampo lla de Vater. Ahora, luego de efectuar este repaso de la estruc- tura, veamos cuáles son las funciones del hígado: 1. almacenamiento 2. metabólicas 3. destoxificación (p. ej., la transformación de amoníaco en urea) 4. inmunidad 5. secreción biliar Almacenamiento El hígado es el sitio principal de almacenamiento de numerosas sustancias, como hierro, cobre, üpidos, grasas, hidratos de carbono y diferentes vitaminas. El hígado almacena cerca del 35% del hierro corporal total dentro de las células macrofágic.as de Kupffer, bajo la forma de ferritina (marcador de los depósitos corporales de hierro) y en forma secun daria como hemosiderina, que son agregados de fe. rritina. En condiciones fisiológicas predomina la ferritina. El 60-90% del cobre ingerido se deposita en el hígado al cabo de unas 4-6 horas. Se encuentra uni do a diferentes proteínas citosólicas, como hepato cupreína. Su transporte plasmático depende de la En 1997 un grupo francés comunicó un nue vo síndrome clinicopatológico de sobrecarga primaria de hierro hepática (hio), en el que la saturación de transferrina era normal, a dife rencia de lo que ocurre con la hemocromatosis hereditaria (una enfermedad por depósito de hierro). El 72% de los pacientes estudiados te nía un índice de masa corporal (BMI) mayor que 25 kg/m, el 65% era dislipidémico, el 43% tenía intolerancia a la glucosa y entre ellos ha bía una frecuencia de características comunes al llamado síndrome de resistencia a la insuli na (SRI) cercana al 95%. ceruloplasmina, cuyo déficit o alteración provoca una enfermedad con depósito de cobre en diferentes tejidos, incluidos el hígado y el sistema nervioso central, llamada enfermedad de Wilson (que es una de las causas que el médico clínico debe considerar ante el hallazgo de cirrosis hepática en adolescentes y adultos jóvenes). Metabolismo de los hidratos de carbono La glucosa es un componente central de las vías metabólicas debido a su capacidad para convertirse en aminoácidos, ácidos grasos o glucógeno. La glucosa entra en el hígado por un transporta dor independiente de las condiciones metabólicas, que es diferente de otros transportadores de la glu cosa (que son regulados por insulina). El transpor tador hepático facilita la difusión de la glucosa hi drofílica a través de la membrana sinusoidal. La homeostasia de la glucosa se mantiene dentro del hepatocito por diferentes vías metabólicas inter dependientes. La conversión rápida de glucosa a glucosa 6 fos fato reduce con rapidez la concentración de glucosa dentro del hepatocito, lo que promueve su mayor captación en esa célula. La glucosa 6 fosfato deriva de tres vías metabó licas: 1. Síntesis de glucógeno, que puede movilizarse con rapidez en el ayuno. En el SRI, la acumulación de grasa central deteriora el metabolismo de la glucosa. y de los lípidos e incrementa la presión arterial y la hi perinsulinemia sería la responsable directa de la acumulación de hierro hepático. Los pacien tes con este nuevo síndrome poseen un riesgo mayor que la población general de padecer epi sodios cardiovasculares, fibrosis hepática, y hay estudios experimentales epidemiológicos y clínicos que sugieren un papel del aumento de los depósitos de hierro en la carcinogénesis humana. 2. Glucólisis anaerobia, por medio de la vía de Embden-Meyerhof, en la que el piruvato genera do o el lactato son sustratos del ciclo tricarboxí lico de Krebs en la mitocondria. 3. El shunt pentosa-fosfato, que se genera al reducir equivalentes necesarios para la glucólisis anaero bia y para la síntesis de ácidos grasos. El glucógeno hepático es la forma principal de almacenamiento de la glucosa, y se utiliza para los diferentes órganos dependientes de ella, como eri trocitos, retina, médula renal y cerebro. Por medio de la gluconeogénesis el hígado es capaz de produ cir hasta 240 mg de glucosa por día, que es alrede dor de dos veces la necesidad metabólica de la reti na, los eritrocitos y el cerebro. El hígado puede en tonces abastecer de glucosa por dos días al resto del organismo a partir del glucógeno almacenado, antes de que la gluconeogénesis se produzca usando la glucosa en sí o su precursor, el lactato. Este último es el producto final de 3 carbonos del metabolismo anaerobio de la glucosa. La alanina es otro de los precursores de la glucosa y se genera por el catabolismo de las proteínas musculares. Metabolismo de los lipidos Los ácidos grasos cumplen un papel energético importante para el hígado y otros órganos. La oxi dación de los ácidos grasos a C0 2 y agua genera la más alta producción de ATP y es el almacén de energía más eficiente en el largo plazo. La produc ción y el metabolismo de ácidos grasos se encuen tran regulados por varios factores, entre ellos el ayuno; durante su transcurso aumenta la concentra ción plasmática de ácidos grasos libres y se intensi fica su transporte al hígado; la oxidación de los áci dos grasos a acetil CoA estimula la gluconeogéne sis y disminuye la síntesis hepática de áCÍdos gra sos. Después de una ingestión se reduce la-cantidad de ácidos grasos transportados al hígado (por re�uc ción de la oferta, ya que la lipólisis en tejido adipo so en este momento es mínima), lo cual reactiva la lipogénesis hepática. Los triglicéridos se forman en el hígado por es terificación de ácidos grasos libres provenientes de tejidos periféricos o a partir de ácidos grasos que sintetiza el hepatocito. Estos triglicéridos pasan al plasma junto con colesterol y fosfolípidos bajo la forma de lipoproteínas de muy baja densidad (VLDL). La síntesis hepática de otra sustancia lipídi.ca, el colesterol, está regulada por el aporte calórico de la dieta, la absorción intestinal de colesterol, las cate colaminas y los estrógenos, entre otros factores. Metabolismo de las proteínas El hígado es el órgano principal en la síntesis proteica, en la que se destaca la síntesis de albúmina y factores de fa coagulación La albúmina plasmática es la proteína más im portante y predomjnante de la sangre. Se utiliza de rutina para evaluar la función de la síntesis hepáti ca. Tiene una vida media plasmática de 21 días, por lo que su valor para la medición del deterioro de la función del hígado no es alto sino hasta pasadas tres semanas a partir de que se desencadena la falla he pática. Los valores absolutos de albúmina no sólo reflejan la s(ntesis hepática, sino también el volu men de distribución, la disponibilidad de los ami noácidos precursores y las pérdidas dentro del peri toneo, por la orina,en cavidad pleural, o a través de la piel y del tubo digestivo. La síntesis hepática de albúmina está regulada por la presión oncótica del plasma (en experiencias efectuadas con hepatocitos aislados el incremento de la presión oncótica de los tejidos de cultivo pro duce una disminución selectiva de 1a transcripción de los genes de la albúmina). Los pacientes que tie nen niveles elevados de inmunoglobulinas también presentan niveles bajos de albúmina, quizá por un mecanismo compensador debido al incremento de presión oncótica generado por el exceso de inmuno globulinas. En presencia de ascitis (líquido en la ca vidad peritoneal), el incremento del volumen de dis tribución puede contribuir con niveles séricos bajos a pesar de un aumento de la síntesis de la albúmina. La albúmina funciona no sólo como una proteína que posibilita mantener la presión oncótica opuesta a la hidrostática, y así sostener el equilibrio hídrico intravascular, sino también como un transportador no específico de numerosas sustancias endógenas y exógenas, como ácidos grasos, ácidos biliares, hor monas, ciertos fármacos, etc. Formación de bilis El producto de la secreción hepática se denomi na bilis, formada por un 80% de agua y un 20% de sustancias disueltas: proteínas, electrólitos, ácidos biliares, colesterol, lecitina y pigmentos biliares. La bilis canalicular presenta solutos primarios -<J.Ue in ducen la formación de bilis- y secundarios, que in gresan en la luz canalicular en respuesta al efecto osmótico de los solutos primarios. La secreción pri maria es una solución isotónica y contiene Na+ , K+ y c1- en concentraciones similares a las del plasma. Esta secreción primaria es estimulada por la CCK. Cuando actúa la secretina, ésta estimula la secre ción de los conductos biliares, lo que promueve una secreción acuosa y con mayor contenido de bicar bonato. Los solutos secundarios principales son electrólitos, monosacáridos, aminoácidos y ácidos orgánicos. En otras palabras, hay una secreción bi liar dependiente del gradiente osmótico generado por; las sales biliares en la región peri portal del lo bulillo, de poco volumen (ya que las sales biliares son poco activas en términos osmóticos) en compa ración con la secreción independiente de las sales biliares, generada a partir del gradiente osm©tico que producen otros iones en el nivel de los conduc tos biliares (con intervención de la bomba de Na+ K+ ATPasa y sin intercambio activo de bicarbonato por iones cloruro). La alteración del fÍujo normal de bilis se denomi na colestasis, caracterizada por un pasaje de com ponentes biliares hacia la sangre, entre los que se destacan ácidos biliares y bilirrubina; un marcador práctico de colestasis es una enzima de membrana, la fosfatasa alcalina (presente en varios tejidos pe ro con predominio plasmático de su fracción hepá tica), cuyo valor suele elevarse en etapa temprana en diversas patologías biliares. Entre las comidas la bilis se deriva a la vesícula biliar. El epitelio de la vesícula extrae las sales y el agua de la bilis alma cenada, con lo que la concentración de ácidos bilia res se multiplica entre 5 y 20 veces. Una vez que el individuo comió, la vesícula se contrae y vacía el contenido de la bilis en el duodeno. El estímulo más potente para la contracción de la VB es la CCK.-Ca da día se vierten al duodeno entre 250 y 1.500 mL de bilis. Los ácidos biliares emulsionan los lípidos, y la su perficie de acción de las diferentes enzimas lipolíti cas aumenta. Los ácidos biliares forman así micelas con los productos de degradación lipídica de la diges tión, lo que incrementa el transporte hacia la superfi cie del ribete en cepillo y favorece la absorción de los lípidos por las células epiteliales. Los á�idos biliares se absorben en forma activa en el íleon y una peque ña fracción se excreta. Los ácidos biliares son capta dos por el hígado para volver a excretarlos durante la digestión. Así el pool de ácidos biliares recircula 2 veces en una digestión normal; esta recirculación bi liar se denomina circulación enterohepática, proce so con gasto energético para ingresar en los enteroci tos ileales y transferirlos a sangre portal, y para ser captados por el polo sinusoidal del hepatocito y se gregados en los canalículos. Acidos biliares La cantidad total de ácidos biliares del organismo se calcula entre 2 y 5 gratnos; alrededor de 0,5 gra mos diarios se pierden en las heces, cantidad que es reemplazada por síntesis hepática nueva. Los ácidos biliares primarios son el ácido cólico y el quenodesoxicólico, producidos en una relación 2: 1; el ácido biliar secundario más importante es el desoxicólico, que origina del ácido cólico. Hay otro ácido biliar secundario llamado litocólico que se origina del ácido quenodesoxicólico. Estos ácidos biliares se conjugan en el hígado con glicina y tau rina, para formar sales biliares: g.lucocolato, gluco quenodesoxicolato, taurocolato, tauroquenodesoxi colato, glucodesoxicolato y taurodesoxicolato. En el adulto predominan los glucoconjugados sobre los tauroconjugados, con una relación 3: l . / Ácido biliar 80 Agua 60 Lecitina 40 20 Fig. 32-10. Sistema de coordenadas triangulares para in dicar los límües de la solubilidad del colesterol. La línea indica el límite de la zona nticelar. Las muestras ubicadas fuera de esta zona están sobresaturadas con mayor ten dencia a la precipitación del colesterol. El área sombrea da indica la posición vesicular promedio en adultos sa nos. Fosfolípidos y colesterol La mayor parte de los fosfolípidos de la bilis es tá constituida por la lecitina, que contribuye con la solubilidad del colesterol. Tanto la secreción biliar de fosfolípidos como de colesterol dependen de la secreción de ácidos biliares. Las concentraciones de estos lípidos en la bilis exceden la solubilidad en el agua y tienden a formar micelas. El desequilibrio en las proporciones de sales bi liares, lecitina y colesterol, con una sobresaturación de este último, es el primer paso en la formación de cálculos biliares; esto explica la mayor frecuencia de litiasis biliar en obesos y pacientes que reciben ciert.os hipolipemiantes (en ambos casos aumenta la concentración biliar de colesterol), ,o en quienes el pool (volumen total) de ácidos biliares está dis minuido, como ocurre en enfermedades del íleon (p. ej., enfermedad de Crohn), en grandes reseccio nes intestinales y en los que reciben quelantes de sa les biliares (como la colestiramina) que se unen a ellas e impiden su absorción (fig. 32-l 0). Por consiguiente: ¿cómo puede restablecerse el equilibrio micelar? Es de esperar que el aumento en la cantidad de ácidos biliares lo logre, y es por eso Formación de bilirrubina Plasma Hepatocito Bilis Hemo .. . B . B B . .. --- --1-+ B . t=70% no conjugada � conjugada No conjugada No conjugada (directa) (indirecta) ! t t Hemoglobina - 1l :Albúmina \ 1 t ! \ 1 1=30% Mono- . Mono- .. d \Monoglucuroni o I - glucurónido 1 de B 1 glucurónido de B y Diglucurónido / 1 1 Otras 1 hemoproteí nas ti .. D�lu-(hígado) B conjugada- Diglucurónido cur nido albuminada de B de B _ (directa) (directa) , L-1 Filtrado Monoglucurónido Riñón y Diglucurónido Orina _J Glomerular (directa) B: Bilirrubina 1 Fig. 32-11. Formación y metabolismo de la billirubina. que puede utilizarse un ácido biliar sintético, el ur sodesoxicólico, en ciertos pacientes con barro biliar o microlitiasis vesicular, para su disolución. Pigmentos biliares El color amarillo de la bilis se debe en mayor me dida a un pigmento llamado bilirrubina (Bb). Al destruirse los glóbulos rojos se liberan hierro, globi na y hemo. Este último, por transformaciones, pro duce la protoporfirina IX, de la que deriva la biliver dina y, por último -por un mecanismo de reduc ción- la bilirrubina. El 80-85% de la Bb tiene este origen. Un 15-20% se origina de eritrocitosintra medulares que no alcanzan aún la circulación gene ral y que se destruyen de manera prematura. Esta úl tima se llama Bb rápida o de shunt. Hay una llama da ultrarrápida formada en 24 horas por biotransfor mación de sustancias hemínicas no eritrocíticas, co mo los citocromos contenidos en el retículo sarco plasmático liso. La Bb formada se transporta casi por completo por la albúmina. Una pequeña cantidad se fijaría a las globulinas alfa y beta, y una cantidad menor cir cula libre. La Bb que alcanza el hepatocito es cap tada por un mecanismo no del todo conocido. Den- tro del hepatocito la reciben las proteínas "y" y "z", con las que se moviliza hasta alcanzar el retículo sarcoplasmático liso. Allí se conjuga con ácido glu curónico, derivado del metabolismo hidrocarbona do, en proporción lBb + 2 mol ác. glucurónico = diglucurónido de bilirrubina. Una menor cantidad se conjuga como sulfato de bilirrubina. Una vez conjugada se convierte en hidrosoluble, llega al polo biliar, donde se produ ce su excreción por un mecanismo activo contra gradiente. La bilis recorre los canales biliares y llega al intestino, donde la Bb directa o conjugada es desconjugada por una beta glucuronidasa. La bilirrubina desconjugada se reabsorbe en parte; lu�go le sigue una nueva captación hepática y un ciclo enterohepático completo; otra parte se trans forma en el intestino en urobilinógeno, que se reabsorbe y es recaptado por el hepatocito en for ma parcial; así se produce el ciclo enterohepático del urobilinógeno; la porción que no fue captada por el hepatocito se elimina por el riñón. Otra pe queña porción que no se absorbe se elimina junto a la materia fecal (urobilinógeno fecal o esterco bilinógeno) (fig. 32� 11 ). La Bb indirecta o no conjugada es liposoluble, por lo tanto, no se elimina por el riñón; en cambio cuando refluye a la sangre una cantidad de Bb di- La concentración normal de Bb por lo ge neral es menor que 1,2 mg/dL en el plasma, la mayor parte circula en forma no conjugada. La ictericia, que es la coloración amarillenta de la piel y las mucosas (piel, esclerótica, mu cosas, íntima de las arterias y endocardio por su mayor contenido en elastina) se origina cuando la Bb sobrepasa los 2 mg/dL (índice o umbral ictérico). recta o conjugada filtra y se reabsorbe en parte por los túbulos y se elimina en cierta cantidad por la orina. En condiciones normales se producen 300 mg de Bb por día, de los cuales se eliminan en forma de urobilinógeno entre 150 y 200 mg dia rios. La eliminación urinaria de urobilinógeno es de sólo unos pocos mg. Urobilina y estercobilina son iguales desde el punto de vista químico; la di ferencia en el nombre se debe a la vía por la que se excretan. Las modificaciones postraslacionales del ácido glutámico son mediadas por una serie de enzimas que requieren vitamina K como cofac tor, junto con oxígeno, CO 2 y NADP (H). Este proceso involucra dos reacciones enzimáticas en las que el residuq de glutamato primero es carboxilado por una carboxilasa dependiente de la vitamina K; durante su transcurso la vitami na K se transforma a 2-3 epoxi vitamina K. El segundo paso involucra la reducción del 2-3 epoxi vitamina K. La acción de los anticoagu lantes orales, como la warfarina y el acenocu marol, es mediada por la inhibición de la reduc ción de la vitamina K. Las anormalidades de la coagulación encon tradas durante la insuficiencia hepática se deben a numerosos factores, como déficit de la síntesis de los factores, disminución de la depuración de factores fibrinolíticos, y el número y la función de las plaquetas. La deficiencia de vitamina K Hígado y coagulación El hígado sintetiza diferentes factores de la coagulación, incluidos los factores II (protrombi na), VII, IX y X (que forma parte de la vía final común de la coagulación), así como la proteínas C y S (que actúan en conjunto para inactivar las formas activas del factor VIII y del complejo del factor V). La síntesis y la actividad normal de lo factores II, VII, IX y X dependen de la presencia de vitamina K, vitamina liposoluble abundante en plantas y aceites vegetales, pero también sinteti zada por la flora bacteriana intestinal normal: su capacidad de almacenamiento en el hígado es li mitada, por lo que sus depósitos pueden agotarse con rapidez. Todas estas proteínas tienen en común la gamma carboxilación de residuos de ácido glutámico ami noterminal, lo que les da capacidad para unir catio nes divalentes, como calcio, y en forma subsecuen te fosfolípidos de membrana, proceso requerido pa ra su activación final. Estas proteínas se secretan co mo proenzimas en la circulación general y son acti vadas para formar serinoprotea as que intervienen en la cascada de la coagulación. también puede desarrollarse en pacientes con colestasis, que son incapaces de absorber vita minas liposolubles (A-D-E y K). Estos paciente responden al suplemento de vitamina K. Duran te las hepatitis agudas y la cirrosis crónica hay formas circulantes de factores de coagulación dependientes de K no carboxilados. El trata miento con vitamina K es incapaz de corregir este defecto, debido a que se trata de alteracio nes postraslacionales y no de la ausencia de la vitamina K. En el hepatocarcinoma hay niveles elevados de factores de la coagulación, como protrombina no gamma-carboxilada, y esto se atribuye a la incapacidad del tumor para ade cuarse a este proceso enzimático. Esta proteína des-gamma-carboxilada, puede convertirse en un factor de detección del hepatocarcinoma (como la alfafetoproteína) y la resección del tu mor se asocia a disminución de los niveles de esta proteína. Regeneración hepática El hígado posee una capacidad de regeneración única y extraordinaria, puesta en evidencia durante la lesión aguda por toxinas o durante la hepatitis de origen viral, o luego del trasplante hepático, en el que el tamaño del hígado se expande o disminuye con el tiempo segun las propiedades y necesidades del paciente. Durante la regeneración aguda en los pacientes hepatectomizados de manera parcial, cerca del 35-50% de los hepatocitos remanentes comienza la división celular. Se produce una activación bien detallada y secuencial de genes que llevan a la síntesis de diferentes proteínas, incluidos recepto res de membrana, factores de transcripción y en zimas metabólicas. La regeneración también requiere la restaura ción de la matriz extracelular necesaria para la orientación de los hepatocitos. Los factores iden tificados más importantes para la regeneración del hígado son el de crecimiento epidérmico y el de crecimiento hepatocitario. El mRNA se genera desde las primeras 8-12 horas posteriores a la he patectomía. PÁNCREAS Fig. 32-12. Anatomía del árbol biliopancreá tico. El páncreas del ser humano es un órgano que pesa entre 70 y 100 g, y secreta a diario alrededor de l a 1,5 litros de jugo pancreático; tiene una longitud ro medio de 12 a 15 cm. Desde el punto de vista anató mico se divide en cabeza, cuello y cola pancreática, ubicados en forma oblicua en el abdomen posterior. Se encuentra irrigado por ramos de la arteria ce líaca y de la mesentérica superior. Se trata de una glándula mixta, exocrina (80%) y endocrina (20%). La porción endocrina presenta is lotes de Langerhans, de forma esférica, constituidos por numerosas células, entre ellas las responsables de la secreción de insulina y glucagón. La porción exocrina está compuesta por numerosos acinos que desembocan en conductos que drenan por último en el conducto principal del páncreas o conducto de Wirsung, y en algunos casos (70%) en el conducto accesorio de Santorini. Las células acinares cam bian en su morfología en respuesta a la comida. El páncreas se encuentra estratégicamente localizado cercano a diferentes estructuras abdominales, como intestino delgado, hígado y vesícula biliar, y estó mago (fig. 32-12). PéptidoMonitor Aminoácidos Ácidos grasos Péptidos CCK-RP Aferente vagal evo: Complejo vagal dorsal Fig. 32-13. Regulación de la secreción pancreática. GRP: péptido liberador de gastrina; VIP: polipéptido intestinal va soactivo; Ach: acetilcolina; CCK-RP: polipéptido liberador de colecistocinina; CCK: colecistocinina. El conducto de Wirsung comienza cerca de la cola y está formado por las anastomosis de los di ferentes conductos que drenan los lóbulos de la glándula. Termina en la ampolla de Vater en la se gunda porción del duodeno, asociado con el colé doco o no. Los componentes inorgánicos principales de la secreción exocrina del páncreas son agua, sodio, potasio, cloro y bicarbonato. La secreción acuosa y electrolítica pancreática tiene como finalidad liberar las diferentes enzimas digestivas 'hacia la luz intes tinal y ayudar a neutralizar la acidez gástrica vacia da en el duodeno. El jugo pancreático secretado du rante la estimulación con secretina es claro, alcali no e isotónico con respecto al plasma. Su flujo es de 0,2 a 0,3 mUmin en el reposo digestivo de 4 mLJmin durante la estimulación. El volumen total de secre ción puede alcanzar los 2,5 L en 24 horas. Si bien la osmolalidad del jugo pancreático parece ser inde pendiente de su flujo de secreción, ante una estimu lación por la secretina las concentraciones de cloro y bicarbonato cambian, ya que la secretina estimula sobre todo la secreción ductular, rica en estos iones (fig. 32-13). La secretina estimula la secreción de los conduc tos pancreáticos por medio de la activación de la adenilato ciclasa y la formación de AMPc. El AMPc aumenta la secreción del bicarbonato por activación del canal de cloro de la membrana luminal. El incre mento del cloro en el nivel luminal está acoplado con el antiporte Ct-/HCO 3 , lo que provoca un cam bio de cloro por bicarbonato en la luz. Sobre la su perficie basolateral de las células de los conductos hay una Na•/H• antiporte, una ATPasa Na•�•. una ATPasa H• y un canal de K•. El AMPc regula tanto los canales del K• basolaterales como el canal api cal del cloro. Durante la estimulación, el canal api cal de cloro y el basolateral del K• conducen a la se creción, y el antiporte apical c1-Hco 3 - ayuda en la formación de bicarbonato sérico y el mantenimien to del pH intracelular. Además, el páncreas tiene la capacidad de secretar vari.as proteínas con actividad enzimática digestiva. Muchas de estas enzimas po drían degradar al páncreas en sí si no se liberaran en los conductos pancreáticos en forma de precursores inactivos y liberados en la luz duodenal. Como ejemplo de esto podemos citar al tripsinógeno, que una vez activado como tripsina cataliza la activa- - Cuadro 32-1. Enzimas pancreáticas - - � _, ._. 11 1 P': '"i ·.:.;_ · Tripsinógeno Quimiotripsinógeno Proelastasa Procarboxipeptidasa A Procarboxipeptidasa B a-Amilasa Lipasa Profosfolipasa A2 Carboxilesterasa lipasa Desoxirribonucleasa (DNAasa) Ribonucleasa (RNAasa) Procolipasa ción de otras enzimas digestivas. La célula acinar li bera también un inhibidor de la tripsina, un péptido de 56 aminoácidos que forma un complejo relativa mente estable con la enzima por unión con su sitio catalítico (cuadro 32-1). La regulación de la secreción pancreática puede dividirse en tres fases • fase cefálica, producida por la estimulación sen sorial del alimento ( olor, visión) que lleva a una La fibrosis quística o mucoviscidosis es una afección frecuente y severa que afecta a uno ca da 2.000 nacimientos; es menor en negros y orientales. Se trata de un trastorno de las glándu las exocrinas que afecta tanto las glándulas se cretoras de moco como las sudoríparas ecrinas de todo el organismo. El gen de la FQ se en cuentra en el cromososma 7. En las glándulas sudoríparas de los pacientes con FQ las células superficiales son relativa mente impermeables al cloro, por lo que deja de producirse su reabsorción a medida que el sudor se traslada a la superficie de las glándulas, lo liberación de gastrina por las células G, hormona que estimula la liberación de pequeñas cargas de jugo pancreático. • fase gástrica, donde tanto la gastrina, como la distensión alimentaria del fundus gástrico y algu nos componentes de la alimentación en contacto con la mucosa gástrica liberan mayor cantidad de jugo pancreático. • fase intestinal, donde participan dos hormonas importantes, la secretina y la colecistocinina o CCK. Mientras que la secretina es el regulador princi pal de la secreción iónica y acuosa de los conductos pancreáticos en respuesta a la carga ácida gástrica cuando llega el quimo al duodeno, la colecistocini na es responsable de la secreción enzimática acinar ante los productos lipídicos y proteicos degradados en la luz intestinal. SECRECIÓN INTESTINAL La tasa diaria de secreción del intestino del gado se estima en alrededor de un litro en condiciones normales, aunque puede llegar a volúmenes marcadamente superiores en diversas patologías, como en el caso de la infección por el vibrión colérico Se mencionan 3 mecanismos secretorios en el in testino delgado: que también ongma un aumento de su ion acompañante, el sodio. A través de estas glándu las los pacientes con FQ excretan una cantidad anormalmente elevada de cloruro de sodio, lo que se transforma en una prueba diagnóstica (prueba del sudor). A diferencia de esto, en el páncreas de los pacientes con FQ se produce una disminución del contenido de bicarbonato y agua (ya que en el páncreas el anión principal excretado es el bicarbonato y no el cloro). Esto lleva a la formación de una secreción espesa de moco con dilatación de los conductos pequeños, con atrofia de la glándula y fibrosis secundaria. 1. Secreción por gradiente osmótico: dado que los complejos de unión entre las células epiteliales intestinales son más perm�ables si se los compa ra con el epitelio gástrico o colónico, el agua tiende a difundirse con facilidad desde el plasma hacia la luz intestinal si en .ella se presenta una solución hipertónica. Este mecanismo secretor explica el aumento del volumen acuoso intesti nal al administrar algunos laxantes salinos y en los individuos que presentan intolerancia a la lactosa. 2. Secreción por aumento de presión hidrostátiea en plasma y tejidos: aún se desconoce si este meca nismo de secreción intestinal es destacable en el hombre. 3. Secreción activa: se basa en la presencia de un cotransportador neutro de NaCl en la membra na basal lateral de la célula intestinal, que per mite la entrada de cloro contra un gradiente electroquímico, arrastrando al sodio; el sodio sale de nuevo por acción de una Na•-K• ATPa sa ubicada en la pared basal lateral, en inter cambio por potasio, mientras que el cloro se se creta a través de un canal específico situado en la membrana apical siguiendo un gradiente electroquímico. El AMP cíclico, el GMP cícli co y el calcio son mediadores intracelulares de la secreción, y la estimulan; algunas sustancias, como la toxina colérica y las prostaglandinas, aumentan la secreción intestinal por activación de esos mediadores. FALLA HEPÁTICA FULMINANTE . "Nuestro conocimiento está constituido por el pensa- miento y la experiencia acumulados de innumerables mentes." Emerson Los objetivos de este apartado son: • Definir el cuadro y conocer sus etiologías princi- pales • Comprender la fisiopatología • Identificar la clínica y su evolución • Reconocer sus complicaciones • Planificar estrategias terapéuticas Caso clfnico: Darío, hijo de Matilde Sastre es un niño de 4 años antes sano, que comenzó hace 20 días con náuseas, vómitos y diarrea. En la evolución se agregaron icte ricia, acolia y coluria. Consultó con su pediatra, quien, con diagnóstico de hepatitis, indicó tratamien to sintomático, reposo y dieta. El niño se mantuvo es tacionario con vómitos y decaimiento ocasionales.Hace 24 h se agregaron somnolencia, se intensifica ron los vómitos y comenzó con sangrado por nariz y boca. Concurrió al hospital, donde luego del examen físico le encontraron: sensorio deprimido, respuesta confusa y desorientada, sangrado gastrointestinal, petequias, ictericia generalizada, hipotensión arterial, ventilación espontánea aunque superficial. Le extra jeron sangre para diversos análisis y le realizaron una prueba rápida para glucemia (Dextrostix), cuyo re sultado fue < 20 (hipoglucemia severa). Los médicos hablaron con la madre y le comuni caron que el niño será internado en la unidad de cui dados intensivos pediátricos y que está grave. Preguntas: • ¿Porqué cree usted que el niño necesita ser inter nado en una terapia intensiva? • ¿ Cuáles son para usted los signos que agravan el cuadro de hepatitis? • ¿Cómo explica la hipoglucemia? • ¿ Qué le diría a la mamá, si éste fuera su pacien te, con respecto a la evolución del cuadro? ¿Está en peligro su vida? ¿Por qué? Una vez más, comenzaremos por el principio. Luego de leer el capítulo podemos intentar respon der de nuevo las preguntas y casi le asegurarnos que lo conseguirá. Definiciones En la edad pediátrica la falla hepática fulminante (FHF) es un trastorno multisistémico caracterizado por un daño severo en la función hepática asociado con necrosis hepatocelular en un paciente sin enfer medad hepática crónica conocida. En ausencia de encefalopatía ( que se desarrolla en menos de 8 se manas luego del comienzo de la enfeñnedad), la se veridad del daño hepático estará reflejada por la gravedad de la coagulopatía (cuadro 32-2). Cuadro 32-2. Características del fallo hepático fulminante en adultos y niños :'{ecrosis hepática masiva Sin patología hepática crónica Encefalopatía 8 semanas desde el inicio Etiologías Enfermedad multisistérnica con daño hepático severo y necrosis hepatocelular Sin enfermedad hepática crónica conocida Con encefalopatía o sin ella * Historia de transfusiones * Fármacos recibidos Sólo mencionaremos algunos ejemplos de cada una. Ud. puede encontrar muchos otros. Sólo quie ro despertar su curiosidad por el tema (fig. 32-14). * Anestesia reciente * Tóxicos * Antecedentes familiares Ante esta gama variada de etiologías, ¿qué pre guntas podemos hacer para acercarnos a alguna de ellas y descartar otras? ¿Qué exámenes de laborato rio nos ayudarían? En verdad es una labor detecti vesca ... * Coincidencia con la introducción de galactosa o fructosa. * Antecedente de IC (insuficiencia cardíaca) o CCV (cirugía cardiovascular) recientes o ambas. Exámenes complementarios 1 nterrogatorio Piense cuál sería el resultado para cada etiología. Piense con qué etiología relacionaría cada uno de estos ítem: • Serología para hepatitis: A; B; C; D; E; EBV (vi rus de Epstein-Barr), CMV (citomegalovirus), ADV (adenovirus), HSV (herpesvirus). * Contacto con hepatitis o personas ictéricas Infecciosas Hepatitis A, B, e, E, NANAB EBV CMV ADV HSV SEPSIS • Cultivos de sangre, orina, materia fecal. Tóxicas Acetaminofeno Valproato Halotano Carbamazepina Amanita phalloides Fenobarbital Enf. metabólicas Wilson Galactosemia Fructosemia Tirosinemia Déficit alfa 1 antitripsina Nieman Pick 11 R � � ------::usa adiac,ón .. --- � ___ ,.. indeterminada .------- + ---------.. �--------� �--------� Autoinmunes LKM1 ASMA Hep. de células gigantes lnflltrativas Sme. hemofagocítico Leucemia Hemangioendotelioma Fig. 32-14. Etiología de la falla hepática fulminante. lsquémicas Budd-Chiari Shock IC/CCV Fig. 32-15. Funciones del hígado. • Determinación de acetaminofeno, fenobarbital, etc. • Determinación de autoanticuerpos: LKM, AS- MA, FAN, etc. • Estudio del metabolismo del cobre. • Determinación de alfa J antitripsina. • Ecografía, tomografía computarizada, biopsia. Fisiopatología Síntesis, transporte, metabolismo y excreción de solutos endógenos y exógenos son las funciones re gulatorias principales del hígado. Éste es un hepato cito y las siguientes son funciones que debe cumplir (fig. 32-15). Estos esquemas muestran más en detalle el meta bolismo de los carbohidratos y lípidos en el hígado. Quizá los recuerden de química, pero nunca está de más repasarlos (figs. 32-16 y 32-17). Ahora bien, ¿qué ocurre cuando "falla" y no pue de hacer frente a todas las demandas? ¿Cómo lo demuestra clínicamente el paciente? ¿Hay algún dato de laboratorio que nos pueda seña lar qué y cuánto falla? Metabolismo lipídico: oxidación de ácidos grasos formación de lipoproteínas fosfoli pidos Eliminación: �monio Acídos grasos de cadena corta GABA Octopamlna B1otransformac1ón: oxidación reduroon coagulac,on h1drólis1s Síntesis protetca albúmina transfernna factores de la coagulacion fibnnógeno complemento ceruloplasmina Metabolismo de la glucosa: reserva de glucógeno conversión de galactosa y levulosa en glucosa neoglucogénesis Sistemas enzimáticos: NADPH P-450 citocromo reductasa Clínica y laboratorio (típicos) ANTECEDENTES: niño antes sano. COMIENZO: náuseas, vómitos, diarrea, mialgias. Consulta por ictericia. Se diagnosticó hepatitis, se solicitaron exámenes de laboratorio y serologías, y se indicó reposo, dieta y tratamiento sintomático. EVOLUCIÓN: en los días y semanas siguientes el niño no mejoró o incluso empeoró, al presentar letargia o sangrado. Ante nuevas consullas en esta etapa o ya con encefalopatía se interna al niño. Se presenta muy ictérico, desde somnoliento, confuso e irritable, hasta solamente responder aJ dolor o sin respuesta neurológica. El hígado puede estar agran dado, normal o pequeño. Puede haber sangrado en sitios de punción, nariz o tracto gastrointestinal. LABORATORIO: hay pruebas que demuestran le sión celular: aumento de transaminasas (transamina sa glutámico oxalacética [TGO], también llamada as partato aminotransferasa [AST], y transaminasa glu támico pirúvica [TGP], también llamada alamino aminotransferasa f ALTl), y láctico deshidrogenasa (LDH); otras para detectar colestasis: aumento de Glucógeno Sangre t• Glucosa 1-P Fig. 32-16. Metabolismo de carbohidratos por el hígado. Glucosa 6-P ._,. Fructosa 6-P ..,_.. Fructosa 1, 6-P Glucosa oºº & o t• Glucosa Glucosa gamma glutamil transpeptidasa (rCT), fosfatasa al calina (FAL) y bilirrubina total y directa (Bi T y D), y pruebas para evaluar síntesis: disminución de albúmi na (ALB), factores de coagulación (FACT.COAG), glucemia (GLU), colesterol (COL), fibrinógeno (FIB), aumento de amonio (NH 4 ) (fig. 32-18). Complicaciones Encefalopatía Hay falla en la producción de cantidades apropia das de sustancias neurorreguladoras y en la elimina ción de toxinas, como amonio, falsos neurotransrni- Glucólisis sores, ácidos grasos, serotonina, glutamato, aspartato y sustancias que interactúan con el receptor GABA. Esto produce disfunción cerebral reversible luego de la resolución del trastorno hepático. Hay distintos grados que van desde cambios de conducta, irritabi lidad, alteraciones del patrón del sueño (grado 1), le targia, ataxia, disartria, apraxia, asterixis (grado II), somnolencia profunda, desorientación y confusión (grado IIl), hasta flacidez y descerebración (grado IV). Todos estos estadios van acompañados de cam bios en el electroencefalograma. Entre las medidas terapéuticas a tomar se encuentran las siguientes: 1) Dieta con restricción proteica, para disminuir la producción de amonio. Triglicéridos + fosfolípidos t ♦ Colesterol --+ Lipoproteínas (LP) --..( ..-, --+• LP Apoproteinas Ácidos grasos (AG) ◄•--------------- AG + � • Cuerpos cetónicos (CC) .J..--+• ce Acetil co.f=+ Colestero l t Piruvato ---+ Fructosa 1 6-P Lactato t Sangre Lactato Fig. 32-17. Metabolismo de li pidos por el hígado. Fig. 32-18. Marcadores de laboratorio en la in suficiencia hepática. Lesión celular Transaminasa GlutámicoOxalacética (TGO) Transaminasa Glutámico Pirúvica (TGP) Lactático Deshidrogenasa (LDH) 2) Antibióticos entéricos y catárticos como lactulo sa, para disminuir la absorción de amonio. 3) Evitar el sangrado gastrointestinal, para no au mentar la producción de amonio. 4) Asistencia respiratoria mecánica con encefalopa tía fl-lII. 5) Evitar el uso de sedantes. Edema cerebral Es una entidad separada de la anterior que se ve en pacientes en coma prÓlongado (por 2-3 días) y que se produce por un aumento en la permeabilidad de la barrera hematoencefálica por la acumulación de toxinas circulantes. Esta alteración en la integridad vascular permite un aumento en la entrada de agua y solutos al cerebro, que hace que fallen los mecanis mos homeostáticos responsables de mantener el vo lumen intracelular. Clínicamente se manifiesta con alteración en la respuesta pupilar, postura de desce rebración, pérdida de reflejos troncales, presión in tracraneana elevada. El mejor tratamiento es su pre vención. El monitoreo de la presión intracraneana (véase cap. 43) para mantener una presión de perfu sión cerebral adecuada, el uso de manito!, la hiper ventilación moderada y los barbitúricos pueden ser Colestasis i -yGT, Fosfatasa Alcalina Bilirrubina total y directa - f Síntesis alterada .J.Albúmina .J, Factores de la coagulación .J, Glucemia .J, Colesterol .J, Fibrinógeno ÍNH4 - de utilidad una vez establecido el cuadro, aunque la muerte cerebral asociada con edema cerebral es una de las causas más frecuentes de muerte en el fallo hepático fulminante. Coagulopatía Hay alteraciones profundas en la hemostasia provocadas por: falla en la síntesis de factores de coagulación y sus inhibidores (antitrombina, pro teína C), aumento en la fibrinólisis y disfibrinoge nemia, alteración en el número y la función de las plaquetas (agregación disminuida y adhesión au mentada) y coagulación intravascular diseminada (CIQ). Entre los factores sintetizados en el hígado se incluyen I (fibrinógeno), II (protrombina), V, VU, IX y X; esto genera la prolongación del tiem po de protrombina y del tiempo parcial de trombo plastina (véase cap. 24). La recuperación del pri mero es un factor de buen pronóstico. El factor VII es el que disminuye más temprano y en mayor gra do. La reducción del número de plaquetas contribu- . ye con la tendencia al sangrado en estos pacientes. Los sitios de sangrado más frecuentes son: los si tios de venopunturas, el tracto gastointestinal y el sangrado intracraneano. La CID es consecuencia de la activación patoló gica de la coagulación con formación excesiva de trombina y fibrina que precipitan en la microcircu lación y el consumo de plaquetas y factores de la coagulación. Asimismo, el sistema fibrinolítico se activa y lleva a la degradación de fibrinógeno y fi brina (véase cap. 24). Entre las medidas a tomar se encuentran: 1) evitar corregir la coagulación si el paciente no sangra, 2) administrar vitamina K y 3) transfundir con plaquetas si su número es inferior a 50.000/mm3 (véase cap. 22). Inestabilidad hemodinámica La caída de la resistencia vascular sistémica, provocada, entre otros factores, por la liberación de sustancias desde un hígado necrótico sumada a la deshidratación provocada por los vómitos llevan a la hipovolemia. A esto sigue hipotensión refrac taria a la administración de volumen y, a menudo, a fármacos vasopresores, lo que provoca deterioro en la perfusón tisular. También hay trastornos en la microcirculación con obstrucción de capilares (quizás iniciada por la activación del endotelio vascular por citocioas y radicales libres) y shuot de sangre fuera de los tejidos del aparato respiratorio, lo que reduce la entrega de oxígeno. La activación de plaquetas y leucocitos provoca lesión endoteliaJ y formación de microtrombos dentro de los peque ños vasos. Como consecuencia de esto la sangre se redirige fuera del lecho capilar para pasar a través de canales arteriovenosos no nutricios o shunts (véase fig. 3-1). Así se desarrolla hipoxia tisular y las células pasan a tener metabolismo anaerobio con acumulación de ácidó láctico, esto da lugar a acidosis metabólica. Maximizar la entrega y la ta sa de extracción de oxígeno es la clave en el ma nejo de la falla hepática fulminante. Se debe: J) restaurar el volumen intravascular; 2) mantener la euvolemia, 3) administrar vasopresores para au mentar la resistencia vascular sistémica y 4) otras alternativas, como N-acetilcisteína, para optimi zar la entrega de oxígeno y plasmaféresis para re mover sustancias tóxicas. Falla respiratoria La hiperventilación acompaña los estadios U-ID de la encefalopatía hepática y provoca alcalosis res- piratoria. Los pacientes en estadio IV desarrollan liipoveotilación, hipoxia e hipercapnia, con acidosis mixta. La producción de sbunts intrapulmonares gene ran un desequilibrio entre la ventilación y la per fusión, y una oxigenación escasa a pesar de una ventilación mecánica adecuada. Asimismo, como consecuencia de la vasodilatacióo y la pérdida de integridad vascular se desarrolla edema pulmonar. Otro factor que puede complicar aun más la situa ción son las infecciones pulmonares. La intuba ción y asistencia ventilatoria mecánica deben es tablecerse ante signos de claudicación respiratoria inminentes o encefalopatfa grado III, con hiper ventilación moderada para el control del edema cerebral. Alteraciones del medio interno Una de la alteraciones características del FHF es la hipoglucemia provocada por: falla en la síntesis y la liberación de la glucosa, hiperinsulinemia (debi do a la falla en la degradación hepática), aumento de la utilización de la glucosa (debido al metabolis mo anaerobio) y en forma secundaria infección. De be vigilarse de cerca la glucemia y mantenerla en valores normales. Hay alteraciones en la homeostasis del sodio y se puede observar hiponatremia o hipematremia. La hiponatremia es más frecuente y puede pre sentarse, entre otros factores, por la disminución de excreción de agua por los riñones relacionada con la hormona antidiurética, e hiperaldosteronismo se cundario. La hipematremia es menos habitual y a menudo iatrogénica, relacionada con la administra ción de líquidos intravenosos o lactulosa. A menu do hay hipopotasemia en relación con: hiperaldos teronismo secundario, disminución de la ingestión, vómitos y uso de diuréticos. Un amplio espectro de alteraciones del equilibrio ácido-base se asocian con FHF. En estadios tempra nos de encefalopatía encontrarnos hiperventilación con la consiguiente alcalosis respiratoria. Por la acumulación de ácidos orgánicos, incluidos lactato y ácidos grasos libres, se produce acidosis metabó lica, empeorada luego por la alteración en la perfu sión tisular y metaboUsmo anaerobio. Por último en grados profundos de coma se produce falla respira toria con acidosis respiratoria si el paciente no reci be ventilación mecánica. Fig. 32-19. Estrategias de tratamiento del fallo hepático fulminante. Síndrome hepatorrenal Estrategias terapéuticas 1 Objetivos Diagnóstico etiológico Minimizar factores agravantes y complicaciones La insuficiencia renal complica el curso de mu chos niños con FHF. El comienzo se caracteriza por oliguria y ascenso rápido de la creatinina plas máticá, y sigue con retención de sodio (sodio uri nario disminuido) con sedimento urinario normal. Se trata de una insuficiencia renal funcional, ya que la histología renal es normal, pero puede progresar a necrosis tubular aguda. Para disminuir el flujo sanguíneo renal se combinan mecanismos comple jos, entre los que se encuentran: la baja resistencia vascular sistémica y la hipotensión arterial que po ne en juego el mecanismo de autorregulación vas cular. La elevación de renina, aldosterona, noradre nalina y vasopresina
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