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Lesiones del tobillo y del pieMANUAL DE PROTOCOLOS Y ACTUACIÓN EN URGENCIAS Capítulo 137 | 1305 INTRODUCCIÓN • El tobillo es una articulación altamente congruente conformada por la mortaja tibio-pero- neo-astragalina que se mantiene fuertemente unida gracias a sus complejos ligamentosos (CL). El CL lateral, compuesto por el ligamento peroneo-astragalino anterior (LPAA), el posterior (LPAP) y el peroneo-calcáneo. El CL medial (ligamento deltoideo superficial y profundo) y la sindesmosis tibioperonea (membrana interósea, ligamentos tibio-peroneo anterior y posterior). En conjunto, forman un anillo osteoligamentoso cuya integridad asegura la estabilidad de la articulación. • El pie consta de 26 huesos divididos en retropié, mediopie y antepie, fuertemente ad- heridos entre ellos mediante ligamentos y tendones que permiten distintos grados de movilidad para adaptar el pie al terreno (Figuras 137.1 y 137.2). ESGUINCES DE TOBILLO • El esguince de tobillo es una lesión muy frecuente en los Servicios de Urgencias (5-12 % generales y 50-60 % traumatológicas). Se produce por un mecanismo forzado de inversión (lesión de complejo ligamentoso externo, en concreto el LPAA), de eversión MANUAL DE PROTOCOLOS Y ACTUACIÓN EN URGENCIAS LESIONES DEL TOBILLO Y DEL PIE Figura 137.1. Retropie, mediopie y antepie. Metatarsianos 1º a 5º Cuñas 1ª a 3ª Distal Falanges Medial Proximal Astrágalo Art. de Chopart Art. de Lisfranc Escafoides o Navicular Calcáneo Cuboides MANUAL DE PROTOCOLOS Y ACTUACIÓN EN URGENCIAS 1306 | Capítulo 137 (lesión de ligamento deltoideo) o de la sindesmosis tibioperonea por flexión dor- sal más rotación externa forzada, siendo mucho más habitual el primer escenario (Figura 137.2). • Clínicamente, el paciente puede pre- sentar impotencia funcional, equímo- sis, dolor difuso y tumefacción peri- maleolar en grado variable, en función del grado de la lesión. Típicamente, el paciente describe un dolor intenso in- mediatamente tras el traumatismo, una recuperación posterior que le permite la deambulación y posteriormente un aumento evidente del dolor y la infla- mación, impidiendo la carga de la ex- tremidad en escasas horas. En los casos muy graves es normal que el paciente sea incapaz de caminar desde el primer momento. Se pueden distinguir 3 grados: • Grado 1 o leve: elongación sin rotura, dolor leve, no inestabilidad. • Grado 2 o moderado: rotura parcial, pérdida de movilidad, dolor intenso, hematoma y edema con cierta inestabilidad. • Grado 3 o grave: rotura completa, impotencia funcional importante, inestabilidad. En la exploración es importante tanto palpar puntos óseos y ligamentosos del tobillo, como explorar la estabilidad del tobillo. No hay que olvidar palpar la base del quinto metatarsiano (MTT), ya que se suele asociar la fractura de la base del quinto MTT por avulsión del tendón peroneo corto y fascia plantar (fractura de Jones). En casos de lesión de ligamento deltoideo, se debe explorar el tercio proximal del peroné para descartar una fractura de Maisonneuve. A veces, el dolor es más alto a nivel de la unión tibioperonea y se debe sospechar lesión de la sindesmosis. Las reglas de Ottawa permiten descartar la necesidad de realizar pruebas complementarias en el contexto de un traumatismo de tobillo (Figura 137.3 y Tabla 137.1). Pruebas complementarias Si sospechamos que pudiera presentar una fractura asociada se solicitará una radiografía en proyección anteroposterior de tobillo y lateral del mismo, y si presenta dolor en la cola del quinto MTT se añadirá una radiografía anteroposterior y oblicua del pie. Puede completarse el estudio con la proyección de mortaja (anteroposterior en 15° de rotación interna) si sospe- chamos una lesión de la sindesmosis. Tratamiento en el Servicio de Urgencias y destino del paciente 1. Si el paciente tiene una articulación estable y puede sostener peso, entonces se utiliza protección (con una banda elástica o una tobillera), reposo, hielo, compresión y elevación Figura 137.2. Uniones ligamentosas. Ligamento peroneo- astragalino Sindesmosis tibioperonea Peroné Tibia Astrágalo Ligamento deltoideo Lesiones del tobillo y del pieMANUAL DE PROTOCOLOS Y ACTUACIÓN EN URGENCIAS Capítulo 137 | 1307 (protocolo RICE) hasta durante 72 horas. Se prescriben analgésicos y se añade movimien- to y ejercicios de fuerza al cabo de 48 a 72 horas. Seguimiento en Atención Primaria. 2. Una persona con una articulación estable que no puede sostener peso seguirá recomen- daciones anteriores pero el seguimiento se realizará por Traumatología. 3. Si hay una articulación inestable o se sospecha lesión de la sindesmosis, se necesita una férula suropédica posterior y referencia a traumatólogo para tratamiento definitivo. FRACTURAS DE TOBILLO Las fracturas de tobillo se producen por un mecanismo indirecto de inversión, eversión, flexión o rotación brusca, siendo el más frecuente SER (supinación/rotación externa). Pueden ser unimaleolares, bimaleolares o trimaleolares (asocian fractura del maleolo tibial posterior). Se diferencian clásicamente mediante la clasificación de Danis-Weber, según el trazo de fractura en peroné en relación a la sindesmosis (Figura 137.4): a) Infrasindesmal: estable por definición. b) Transindesmal: puede asociar lesión de sindesmosis. c) Suprasindesmal: inestable con lesión de sindesmosis por definición, ya que se asume que la fuerza deformante sale por el lado medial rompiendo el maleolo o el ligamento deltoideo. • La clínica es similar a la del esguince de tobillo grado III con un antecedente traumático claro, tras el cual se presenta dolor importante, impotencia funcional y dificultad para la movilización activa y el apoyo o la deambulación. • Se deben realizar radiografías anteroposterior, lateral y en rotación interna (proyección de mortaja) de tobillo para valorar la congruencia articular. En las lesiones mediales es nece- sario realizar radiografías anteroposterior y lateral de rodilla para descartar una fractura Figura 137.3. Reglas de Ottawa. Reglas de Ottawa. Tabla 137.1. RADIOGRAFÍA DE TOBILLO ANTEROPOSTERIOR Y LATERAL SI: - Dolor en A - Dolor en B - Inestabilidad para caminar 4 pasos RADIOGRAFÍA DE PIE ANTEROPOSTERIOR Y OBLICUA SI: - Dolor en C - Dolor en D - Inestabilidad para caminar 4 pasos A B D C MANUAL DE PROTOCOLOS Y ACTUACIÓN EN URGENCIAS 1308 | Capítulo 137 de Maisonneuve (fractura espiroidea proximal de peroné asociada a fractura de maléolo medial o lesión de ligamento deltoideo). • En caso de luxación asociada (Figura 137.5), no es infrecuente objetivar sufrimiento cu- táneo o presencia de heridas (fractura abierta), habitualmente en el lado medial, y altera- ciones neurovasculares distales, situaciones que requerirán una reducción lo más precoz posible asociada a lavado suave abundante, antibioterapia intravenosa, profilaxis antitetá- nica y estabilización provisional previa a intervención quirúrgica de urgencia. La maniobra habitual de reducción consiste en tracción axial, dorsiflexión entre neutro y 10o y rotación interna de aproximadamente 5o. Este procedimiento se puede realizar bajo anestesia local y analgesia (opioides intravenosos de preferencia) o con un bloqueo regional, según dis- ponibilidad. • La estabilización inicial de la fractura se realiza mediante férula suropédica posterior, ya que son fracturas que suponen gran inflamación y un aumento del diámetro de la pier- na en un yeso cerrado podría provocar un síndrome compartimental. Si el tratamiento definitivo es ortopédico (infrasindesmal, no desplazada, en pacientes con importantes comorbilidades, etc), se cambia a yeso cerrado tras una semana de evolución. La gran mayoría tienen un tratamiento quirúrgico. FRACTURAS DE CALCÁNEO Y ASTRÁGALO • Fractura de calcáneo. Es la más fre- cuente del tarso. Ocurre como conse- cuencia de una caída de altura sobre el talón, siendo habitualla fractura bilate- ral (ambos calcáneos) y la asociación con otras fracturas debido a la precipitación (vertebral, de tobillo, de pelvis, etc.) que se deben sospechar y descartar. Clíni- camente, hay hematoma y edema de Figura 137.4. Fractura A (infrasindesmal), B (transindesmal), C (suprasindesmal). A CB Figura 137.5. Fractura-luxación de tobillo. Lesiones del tobillo y del pieMANUAL DE PROTOCOLOS Y ACTUACIÓN EN URGENCIAS Capítulo 137 | 1309 aparición tardía, dolor a punta de dedo en calcáneo, hundimiento de la bóveda plantar e incapacidad para la marcha. Se deben realizar radiografías anteroposterior, lateral de tobillo y axial de calcáneo para completar el estudio. La realización de una TC suele ser necesaria posteriormente para la indicación y planificación quirúrgica. El tratamiento ortopédico se basa en férula suropédica posterior con un buen almohadi- llado a nivel del talón para evitar lesiones cutáneas debidas a la inflamación. El tratamien- to quirúrgico se reserva para las fracturas inestables, con desplazamiento articular, con hundimiento a nivel de la articulación subastragalina o aplanamiento de calcáneo. • Fractura de astrágalo. El astrágalo tiene la peculiaridad de ser un hueso sin insercio- nes ligamentosas y muy escasamente vascularizado, por lo que toda lesión de astrágalo supone un riesgo de necrosis avascular. Su fractura es infrecuente y se produce por una dorsiflexión forzada del pie (habitualmente accidentes de tráfico o caídas de altura). Aso- cia tumefacción y dolor intensos, además de imposibilidad para el apoyo. Las radiografías simples lateral y anteroposterior de tobillo en ocasiones son insuficientes para visualizar la fractura y se precisa de TC para estudiar el trazo de fractura y decidir el tratamiento definitivo. Se dividen en fracturas de cabeza (10 %), de cuello (50 %), de cuerpo (40 %) o lesiones osteocondrales. El tratamiento es ortopédico con bota de yeso durante un mínimo de seis u ocho semanas, excepto en caso de desplazamiento o luxación asociada, donde el tratamiento es eminentemente quirúrgico. FRACTURA-LUXACIÓN DE LISFRANC Y DE CHOPART • Lesión de la articulación tarsometatarsiana de Lisfranc (Figura 137.1): se debe a un mecanismo indirecto de torsión de mediopie asociado a una compresión axial de antepie o hiperflexión plantar y suele ocurrir en el contexto de accidentes de tráfico, bicicletas o de equitación, al quedarse el pie atrapado en el estribo. • Fractura-luxación de Chopart: afecta a la interlínea mediotarsiana (Figura 137.1) y es muy rara. El mecanismo de producción es una torsión asociada a una carga axial en el contexto de un accidente de motocicleta o una caída de altura. La sospecha inicial es importante, ya que si pasan desapercibidas pueden provocar clínica de dolor e inestabilidad crónica a largo plazo, por lo que no se debe escatimar en pruebas de imagen en caso de duda. El pie se presenta con tumefacción difusa en mediopié y un hema- toma plantar característico en el caso de la fractura-luxación de Lisfranc. En las radiografías simples (Figura 137.6) se debe valorar la alineación de las corticales me- diales de segunda cuña y segundo metatarsiano, tercera cuña y tercer metatarsiano y cu- boides y cuarto metatarsiano. Frecuentemente, asocian arrancamientos óseos a distintos niveles en función de los ligamentos lesionados. Suelen ser lesiones inestables que precisan de tratamiento quirúrgico en el momento agudo, basado en reducción e inmovilización durante al menos seis semanas. FRACTURAS DE METATARSIANOS Y FALANGES • Fracturas de metatarsianos: se producen por traumatismos directos, aplastamientos, estrés o mecanismo de inversión forzada en el caso de la fractura de la base del quinto metatarsiano asociada a esguince de tobillo (Fractura de Jones). Clínicamente, hay tume- facción localizada, hematoma y dolor con el apoyo, y se visualizan fácilmente en radio- MANUAL DE PROTOCOLOS Y ACTUACIÓN EN URGENCIAS 1310 | Capítulo 137 grafías anteroposterior y oblicua de pie. El tratamiento es habitualmente conservador con zapato plano ortopédico de descarga durante cuatro a seis semanas. • Fracturas de falanges: son frecuentes en el contexto de traumatismo directo del an- tepie. Excepto en caso de fracturas abiertas, grandes desplazamientos o inestabilidad, el tratamiento se basa en la colocación de una sindactilia durante tres a cuatro semanas y la utilización de un calzado amplio y cómodo con suela plana para evitar la extensión de los dedos. LUXACIONES METATARSOFALÁNGICAS E INTERFALÁNGICAS Las luxaciones metatarsofalángicas e interfalángicas son lesiones frecuentes y relacionadas con el deporte. La clínica lleva fácilmente al diagnóstico: deformidad evidente, dolor e im- potencia funcional de la articulación afecta. En casos dudosos, la radiografía muestra una incongruencia articular sin fractura. La reducción cerrada mediante tracción, empeoramiento de la deformidad y traslación en el sentido contrario a la luxación suele ser efectiva. Poste- riormente, se inmoviliza la articulación con una sindactilia por tres o cuatro semanas. LESIONES TENDINOSAS • Rotura del tendón de Aquiles. Es una lesión que se produce al realizar una dorsiflexión brusca, habitualmente en el gesto de despegue en una carrera o al subir escalones. Suele ocurrir en pacientes con obesidad o tratamiento crónico de corticoides. El paciente des- cribe un dolor súbito, progresivo, con chasquido audible y dificultad para levantar el pie al caminar. A la exploración se objetiva déficit de flexión plantar, aumento de volumen, equimosis, signo del hachazo (depresión visible y palpable en el lugar de la lesión) y prueba de Simmonds-Thompson positiva (ausencia de flexión plantar con la compresión de gemelo). Se deben descartar lesiones óseas asociadas mediante radiografías simples. Figura 137.6. (A) En la radiografía AP normal, el borde medial del 2º metatarsiano y la cuña medial están alineados. Se altera en la luxación. (B) En la radiografía oblicua, el borde medial del 4º metatarsiano coincide con el borde medial del cuboides. Se interrumpe en la luxación. A B Lesiones del tobillo y del pieMANUAL DE PROTOCOLOS Y ACTUACIÓN EN URGENCIAS Capítulo 137 | 1311 El tratamiento es quirúrgico en lesiones agudas y pacientes jóvenes, pudiendo realizar tratamiento ortopédico en pacientes añosos o lesiones crónicas mediante inmovilización en equino durante seis a ocho semanas. • Tendinitis del tibial posterior y peroneos. Es una enfermedad frecuente en corredores y ciclistas que cursa de forma progresiva y se asocia a alteraciones del arco plantar. Habi- tualmente aparece dolor en la zona retromaleolar del tobillo, y este va empeorando con la actividad física hasta impedir la práctica deportiva e incluso permanecer en reposo. A la exploración se evidencia inflamación y dolor retromaleolar con dificultad para ponerse de puntillas. El tratamiento es conservador: protocolo RICE, plantillas con soporte de arco interno y fisioterapia. En ocasiones es posible visualizar la luxación de los tendones pero- neos por el borde lateral del maléolo lateral. BIBLIOGRAFÍA Doherty C, Bleakley C, Delahunt E, Holden S. Treatment and prevention of acute and recurrent ankle sprain: an overview of systematic reviews with meta-analysis. British Journal of Sports Medicine. 2016. 51(2):113-25. Jonckheer P, Willems T, De Ridder R, Paulus D, Holdt Henningsen K, San Miguel L, et al. Evaluating fracture risk in acute ankle sprains: Any news since the Ottawa Ankle Rules? A systematic review. Eur j Gen Pract. 2015;22(1):31-41. Moracia-Ochagavía I, Rodríguez-Merchán EC. Lisfranc fracture-dislocations: current management. EFORT Open Reviews. 2019; 4(7):430–44.
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