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Agronomia Colombiana, 1991. Volumen 8, No.1: 139-151 Capitulo IX. LA ESCOBA DE BRUJADEL CACAO [Crinipellis perniciosa (Stahel) Singer] EN LA REGION DEL PIEDEMONTE LLANERO DE COLOMBIA: ESTUDIO DE LA FRUCTIFICACION DEL HONGO. German Tovar', y Mario Ottir'. I Protesoc Tituler i.s lngenieroAgr6nomo. Eu..'u!wddeAgronomf:J. Untverstcnd Nscionsl oe Cotombte. AI\. 14490. Santa Fe de Bogota,nc RESUMEN La produccion de basidiocarpos de C.pemiciose fue evaluada sabre esco-bas suspendidas y escobas en el sue- 10,en condiciones de un culrivo comerctal de cacao. La fructificaci6n del hongo guardo Lilla estrecha relacion can 13preci- pitacion y la curva anual sigui6 el patron de las lluvias con Lin primer maximo en mayo y un segundo pica en agosto. La fruc- tificacion en el piedemonte Ilanero colorn- biano uende a ser optima y tiene una alta correlacion (P< 0,01) con la precipitacion mensual can un maximo de basidiocarpos entre 200 y 300 mm de precipitacion. La fructificaci6n fue mas alta entre 12 y 14 dias de lIuvia por mes, condicion que es co- rriente en la zona del piedemo!1ce en! re marza y naviembre. La fructificaci6n ell las escobas suspencliclas lllosu-6 que no toclas las escobas producen basidiocarpos en to- das las sernanas. Las escobas de coji n floral ruvieron un indice de basidiocarpos signi- ficarivamcmc mayor que el de las escobas de yema vcgeranva y, adernas, la produc- ci6n de escobas de cojin a partir del sep- tirno 3[10 fue muy superior a la de yernas. La producci6n de basidiocarpos sobre es- cobas suspendidas fue, aproximadamente, un 60% mayor que en las escobas en el suelo. EI patron de produccion de basidio- carpos sigue una distribucion anual de tipo normal can un maximo entre mayo y [unio. Las escobas sabre el suelo se meoteorizan rapidamente y raramente sobrepasan los 6 meses en comparacion can las escobas sus- pendidas que resisten entre 18 y 24 meses. EI riesgo de infeccion de fruros en el tronco y ramas primarias can el in6cula ariginacla sabre las escob3;S en el suelo es minima, " pes"r de que el promedio de basidiocar- 139 pas par escoba fue de 5,0 en los meses de mayor valor (mayo - agosto) y de que Ia cantidad de escobas en el suelo fue 10 veces mayor a la de una plantacion severamenre afectada (2000 escobas). Par consiguienre, las escobas removidas pueden permanecer en el suelo dentro de la plantacion. EI riesgo de infecciones porenciales se dismi- nuye aun mas cuando la rernocion de esco- bas se realiza en conjunto con la poda de manrcntnuenro de los arboles. INTRODUCCION La fructificacion de Crinipellis perniciose tiene lugar, despues de vartas seman as de secamiento de las escobas, sobre frutos se- cos l' hojas de las escobas. EI tam ano de la escoba, el estado de la necrosis, la precipi- tacion y la humedad relativa son los facto res mas importantes que influyen en la produc- cion de basidiocarpos (Baker y Crowdy, 1943). Las escobas suspendidas presentan variaciones en la fructificacion, a sea que la producci6n de ba.'iidiocarpos es imermi- tente y esta relacionada can la actividad del grupo de escobas (Baker y Crowdl', 1943); sobre esta base se hicieron intercorrelacio- nes entre todos los posibles pares de esco- bas, clasificandolas en cinco grupos segun su fructificaci6n semanal, no hubo semana en que todos los grupos fueran inactivos y la duraci6n de la activielad yarra consielera- blemente entre grupos (Rudgard, 1986). Para expresar eI valor de la fructificaci6n se propuso el termino indice de basidiocar- pas par escoba par unidad de llempo, ele esta manera en Trinidad se obtuvo un ma- ximo ele 302 basiellocarpos par escoba l' por anD; muy pocas escobas sobreviven en el arbol par mas de dos anos (Baker l' Crow- dy, 1943). Las mazorcas momificadas rara vez producen basidiocarpos y contribuyen poco a las reinfecciones en el mismo arbol (Rudgard, ] 987); el 50% ele los baslellocar- pos se forma sobre las hojas de las escobas muertas (sobre las venas) l' las escobas COil 140 hojas producen mas basidiocarpos que las escobas sill hojas (Rudgard, 1986). Las escobas en el suelo producer: una cantidad de basiocarpos significativamente menor que las escobas suspenelidas (Evans y Solorzano, 1981; Mejia, Mayorga y ROIl- don, 1984; Rudgard, 1986). Los basidiocar- pos sabre escobas suspenclielas per-mane- cieron por mas dias (3,1) en cornparacion can los del suelo (2,1); las escobas en el suelo se saturan con el agua de JIuvia inhi- biendo 1aesporulaci6n y los follajes densos evitan que se sequen por varios elias, por esta razon es irnportanrc no dejar espacios en el cultivo (Rudgard, ] 986, 1987). La precipitacion es el factor que mas in- fluye en la fructificacion del hongo y en las epocas lluviosas hay mayor concentracion de inoculo, el indice de basidiocarpos tarn- bien disrninuye con el aumento de la Iluvia que hUllleciece excesivamente las escobas (229 mnLisemana a 356 mm/semana en el transcurSQ de tres semanas) (Baker y Crow- ell', 1943). Un mAximo ele proeluccl6n de basicliocarpos se ha obteniclo con precipi- t3ciones entre 200 y 300 Jllm/mes, tempera- tUfas entre 24° y 27° C y humedad relmiva entre 80 y 90%; can precipitaciones meno- res a 100 mm y mayores a 300 mm se reduce la producci6n de basidiocarpos. En Ouro Preto y Manaos la fructificaci6n se correla- ciono positivamente con el nlllnero de elias con I1uvia y con la evaporaci6n cuando rue menor a 2 mm en e[ mismo mes (AJmeida l' Allelebrhall, 1981a y ]981b). En los perfoelos de fonnaci6n de basiclio- carpas se han observado temperaturas en- tre 20° y 30° C; sin embargo, el intervalo 6ptimo parece estar entre 20° y 25'-' C; con temperaturas cerGlnas a los 30° C a las 14 h no se observ6 fructificacion. Los basiclio- calVos no se observan en semanas sin pre- cipiraci6n y 12 horas de hUlTleclaci pOI' ella en 135 escobas parece :;er Optimo para la fructificacion. Para que el follaje se hume- dezca total mente se requiere de 1 mm de lluvia, aunque la cantidad de agua depende del angulo de incidencia EI promedio de basidiocarpos par dia sabre escobas sus- pendidas se disrninuye paulatinamente con periodos de lluvia seguidos par un dia seco (57 ± 1,4), hasta perioelos de lluvia segui- dos de mas de dos elias secos (24 ± 1,6) (Rudgard, 1986) La producci6n de basidiocarpos sabre escobas secas en carnaras en el laboratorio esra relacionada can los carnbios en el con- tenido de la humedad de [as escobas. En las primeras pruebas se logro producir ba- sidiocarpos en carnaras cerradas asperjan- dolas con agua dos veces par dfa durante media hera, abriendo las puerras entre cacla riego para facilitar el secado (Baker y Crow- dy, 1943); posterionneme, para trabajos de taxonorn!a y de patogenicidad se obtuvie- ron basidiocarpos sabre escobas secas co- locadas en banclejas clemro de camaras pro- vistas can riego (Dale, 1946; Evans, 1978); en pruebas con varios regimenes cliarios se observ6 que la producci6n de basidio- carpos era 6ptima en condiciones comrola- clas can 8 h de humedad y 16 h de seque- dad, a Ulla temperatura emre 20° y 25 c (Su'lrez-Capello, 1977; Rocha y Wheeler, 1982, 1985). EI contenido del agua de la escoba vari6 de 50% durante el periodo hLlmedo a ] 5% durante el periodo seeD, (ructificando el 92% de las escobas des- plies de 40 seman as; adem as I ia mayor pro- dllcci6n de primOl"dias y de basicliocarpos mac!lll"aS fue mayor sabre escobas ilumina- das a 100 que a 10", Em" sol (Rocha.yWhee- ler, 1985) Lacamiclad y el ramallo de los basidioear- pos proc!llcidos sobre eseobas puede variaI' c1epenc!iendo del material. EI nLlIllero de basidiocarpos mac!llros sobre escobas del clan SCA-6 (ue de 2] y para eIICS-I de 5,3. Los basidiocarpos ell SCA-6 fueron signifi- cativamente mas grandes que los formados sabre otros clones (Rocha y Wheeler, 1985) La producci6n de basidiocarpos fuera de la escoba seca se ha obtenido sobre seccio- nes de escobas y ramas tiernas de cacao esterilizadas en el autoclave y colocadas en erJenmeyers con inoculacion de micelio. La forrnacion de basidiocarpos tarda bas- tantetiempo y es escasa (Merchan, 1979; Purdy, 1983; Pickering y Hedger, 1987). Tambien se ha probado la produccion de basidiocarpos sabre colchones a felpudos miceliales de nylon y madera, colocados en camaras humedas, sin embargo, la produc- ei6n es impredecible, toma mucho tiernpo y puede variar arnpliarnente de un aisla- miento a otro (Purdy, Trese y Aragundi, 1983; Wheeler y Mespsted, 1984; Dickstein, Purdy y Frias, 1987). EI prop6sito de esta investigacion fue de- terminar la dimimica de la producci6n de in6culo en escobas suspendidas y sabre escobas en el suelo, a traves del ana, con el fin de complementar el modelo de ma- nejo de la enfermedad. MATERIALES Y METODOS Localizaci6n de las pruebas Los trabajos sobre la fructificacion se rea- lizaron en los municipios de Guamal (Finca Sama Ines) y Granada (Finca La Cabana). Fructificacion sobre escobas suspendidas L1S epocas, camidad y duraci6n de la es- porulaci6n fueron registradas sobre las es- cobas removidas de la parcela experimen- tal, las euales eran colocadas sllspendidas en cuerdas dentro de la misma parcela. Ademas, se determin6 la longirud de las escobas, el grosor y el l111mero de ramifica- ciones. Se compar6 la producci6n de basi- 141 diocarpos sobre escobas de coj in y yema vegetativa. Fructificaci6n de escobas en al suelo y su relaci6n con la infecci6n de frutos L1. prueba se realize en una parcela de nueve arboles can tres tratarnienros: 1) Re- mocion continua de escobas y Fuentes de in6culo (escobas) colocadas sobre el suelo en dos transectos perpendiculares, justa- mente debajo de la copa de los arboles; 2) remoci6n continua de escobas y escobas colocadas en el suelo protegidas con mallas para evitar el dep6sito de material vegetal, y 3) arboles sin remoci6n y sin escobas en el suelo. La cantidad de escobas colocadas en el suelo foe de 2.000 en 4 compartimen- tos/arbol. Las escobas estaban secas y rnu- chas presenraban fructificacion. La cantidad de basidiocarpos se registro sabre una rnuestra de 72 escobas/arbol, la cual foe caracterizada, previarnenre, en cuanto a su longitud, grosor y numero de rarnificacio- nes. Can el fin de mantener una continua y alta cantidad de frutos- patio en el tronco y en la rama primaria, especialmente en estados de desarrollo I y lJ, se efectuaron polinizaciones artificiales cada mes, las cua- les se adicionaron al cuajamiento natural. Registro de variables climaticas Las variables climaticas fueron registra- das dentro de la parcel a experimental, a saber: temperatura, humedad relativa y pre- cipitaci6n. La caseta meteorol6gica se co- loc6 a 2,5 m de altura sobre el nivel del suelo, con un higroterm6grafo Thies® y la precipiraci6n fue registrada en un pluvio- grafo colocado sobre una base a nivel del suelo. 142 RESULTADOS Fructificaci6n sabre escobas suspendidas en funci6n de la precipitaci6n La Figura 1 registra eI comportarnfenro de la esporulaci6n en Guamal (1982) y Gra- nada (1984 y 1985). En 1982 la precipitaci6n caida fue elevada (3.752 mm) y la precipi- tacion mensual entre marzo y noviembre siempre estuvo por encima de los 100 mm. Si se observan los datos de lluvia por serna- na, todas las sernanas presentaron un nivel de lluvia al menos de 20 111m y la mayoria un nivel superior a 50 mrn (Fig. 2). EI indice de basidiocarpos flueru6 entre un minima de 0,25 y 5,66 basidiocarpos/escobaisema- na, 10 cual indica que el fen6meno es prac- ticamente continuo. La curva par meses muestra que los dos rnaximos se presentan en abril (11 basidiocarpos/escoba) y agosto (9,8 basidiocarpos/escoba), con un minimo de 1,5 basidiocarpos/escoba/mes, para un total de 50 basidiocarpos/escoba/ano. En 1984 hubo un adelanto atipico de llu- vias (Fig. 1b) con indices de basidiocarpos por escoba de 3,1 y 7,3 durante enero y febrero (precipitaci6n prornedia de 260 mm). EI Indice se incremento paralela- mente can la precipitacion (promedio de 315 mm) alcanzando un primer maximo en el mes de junio (12,7 basidiocarpos/es- coba). En ocwbre se observ6 el segundo maximo del ailo (7,3), coincidiendo can un pico de precipitaci6n de 418 mm. EI indice para el aito fue de 64,7 basidiocarpos pOl' escoba. Las cimas de fructificacion en 1984 corresponden con los valles en la curva de 1982, y viceversa. En 1985 los lIu- vias vuelven a recuperar SlI patron normal y la fructificaci6n entre enero y marzo fue practicarnent.e llula, como en 1982 (precipi~ taci6n promedia de 'J"l !TIm). EI primer m{l- ximo ocurri6 en mayo (20,3 basicliocarpos/ escobas) y el segundo en elmes de agosto con 12,9 basidiocarpos/escoba/ (188 mm). E E 300 z o U "!: 200 c, U '"0:e, D 12 '"0c. 9 ..-«g is in "6 <D W 0 w 3 u 0 '" 0 12 '"0 9 c,.. "u0 is in 6 "<D W 0 3 '"u is z 0 20 '"0c,.. 15 ~ Q 0 iii "10 <D W 0 w 5 u 0 ~ 0 Fig 1. Comporcamienro de fa frucrificaci6n de Crinipellis pemiciose ( ~ ) y discribuci6n mensual de In precipiraci6n ( c:::J ). (a) Guetnel (Finca Santa lnes), 1982, (b) Granada (FinG1 La Cab,,,ja), J984 y 1985 OI ..... +-',/'-,-'r'-----'r'- ........---'r.-....y.-',L---Y-¥--'lL--',L-',-'- EFMAMJJASOND 1984 400 (c) A ~ r-r- '- . ~r- f-'.-l LJ r-\.. - f- ,J:;:;"f l) l~n- 100 o A S o NF M A M J J 1985 E 143 r- ~ -f-- f- -rlf II nilrf I-l-I r r- - f- f- - f-w- f-rf It- ---fl-r- f- l, I~ .'R'L I' 11.'0 25 J"*IO I' JllLIO IS "IO.TO H UPTIEOUIR[ ., OCTY'R( ., 1982 If> 6 o c, '"«o o 4 is Vi al ~ 2 "'o is ;0; E E _200 Zo (3 ~ a::: 100 (3 "'g: Fig. 2. Indice de basidiocarpos por semana y prcctptmcton semanaJ regisrradas en la parceJa experimental en Guamal (Finca Santa tnes), 1982. La fructificacion para el ana fue de 56,7 basidiocarpos/escoba, Relaci6n entre fructificaci6n, precipita- cion y nurnero de dias con lluvia. La correlacion entre la fructificacion (anos 84 y 85) Yla precipitaci6n del misrno mes (prornedio de 13 arios) fue altamente significativa (r ~ 0,74; 1'< O,DJ), ajustandose a la ecuaci6n Y = e(·o,sO+O,08'x) (Fig Sa). La mayor camidad de basidiocarpos se ob tuvo entre 200 y 300 mrn/mes. Par encima de 300 mrn la fructificacion tiende a redu- cirse. Segun la ecuaci6n un basidiocarpo/ escoba se obtendria con 58,8 mm/mes. La fructificaci6n, tambien se correlaciono sig- nificativameme con el numero de elias con lIuvia mes (r ~ 0,74; P< 0,01), ajustandose a 13 ecuaci6n y = 0,50 + 0,028X" ESlO quiere clecir que, para la zona de eSlUclio, Ia eual presema una buena distribucion de 144 la precipitaci6n, entre 12 y 18 dias de lluvia por rnes, son suficientes para estirnular sig- nificativarnente la produccion de basidio- carpos (Fig. 3b). Relacion entre la fructificacion y las carac- teristicas de la escoba Se encontraron correlaciones altarnerue significarivas (1'< O,DJ) entre la cantidad de basidiocarpos y los valores acumulados de longuud (r ~ 0,82), grosor (r = 0,80) Y nurnero de r arnificaciones (I' = 0,82) de la escoba. De esra manera las escobas de cojf n presentaron una mayor fructificaci6n que las escobas de Vema veger;:l[iv3. Fructificaci6n de las escobas ell el slIdo Las escobas utjJizadas en la prueba pre- sentaron las siguientes caracterislicas: lon- 16 (a) Ibl (-050' 0.0085 X) y=e r = 0.82-- (f)o 0- Ct:« 012o Ci (f) « ID 8 Wo W S! 4o ~ 1 -- -- c. , y=_0,50'0,OZ8X.. r = 0.77 58.82 100 200 PRECIPITACION '00 4 8 12 16 N2 de dias 01 mes con lluvio Fig 3. (a) Re1aci6nemre mdicede bzsidiocsipos y 1aprecipitscion del mismo mes; (b) ReJaci6n entre e1 indicc de basidiocarpos y el numero de diss de JIuviapor meso gitud, 28 em; diarnetro, 0,7 em, y 4,4 rami- ficaciones, en promedio, para una muestra de 72 escobas. Las escobas seleccionadas fueron gran des, tanto por su longrtud como por el grosor, con el fin de que tuvieran una mayor persistencia a 10 largo del expe- rimento. El porcentaje de escobas que fructiflca- ron fue, en promedio, de 45%, Y no se encontraron diferencias significativas entre el tratarniento con malla y sin malla: sin embargo, las escobas protegidas con mal la presemaron una mayor produccion de basidiocarpos (1,99 basidiocarpos/escobal mes)en cornparacion can las que se deja- ron a libre deposito de material vegetal (1,61 basidiocarpos/escoba/mes). EI com- portamiento de la fructificacion a rraves del tiernpo (Fig. 4) indica que esta es nula entre enero y febrero. El porcentaje de escobas esporulantes aumema rapidameme a partir de marzo, presemando L1na cimJ prolon- gada entre abrll y agosto de 93,7% de esco- bas esporulantes, Luego, el proceso declina hasta ser nulo en el mes de diciembre. Comparaci6n entre la fructificaci6n de es- cobas suspcndidas y escobas en el suelo Las diferencias encontradas fueron am- plias (Tabla L). AJ agrupar la produccion de basidiocarpos bimensualmente se en- centro un comportamienro unimodal, cuasi-sirnctrico (Fig.S), siendo el bimcstre de mayo-junto el de mayor producci6n de basidiocarpos, can un indice promedio de 4,9, para escobas en el suelo sin malla, de 6,2 para escobas con malla y de 13,5 para escobas suspendidas, por consiguieme, es- ras ultimas superaron, en promedio, en un 59% a las del suelo, en una relaci6n de 2,5: 1. Las escobas suspendidas pueden perrna- necer fructificando entre 18 y 24 meses, mientras que las del suelo 10 !lacen, apro- ximadamente, durante 6 - 7 meses, debido a su rapida degradaci6n en el suelo. 145 146 0/0 ESCOBAS ESPORULANTES o No (Do oo U> Ql UI c.. o z o ...o --- --- --- --- --- --- ........ "~ " " '"o "~~ ~ 10 o C in•~ .-. s _0 .- 0 ." I.... Fig 5. Numero de basidiocarpos par cscobe y por mes sabre escobas suspendidas ( 0 ),sabre escobns en el suclo proregidas con malJas ( [j )y sabre escobas en el sueto sin prorecci6n (iii ), en el rranscurso de 1985. Tabla 1. Indices de basidocarpos por escobas para escobas en el suelo y es- cobas suspendidas Iodice Escobas basidiocarpos en el suelo por escoba con maUa sin malla promedlo Escobas suspendidas Media 1,99 Maximo 5,89 1,61 5,50 1,8 5,7 4,4 20,3 Total 27,83 61,422,53 25,2 Frucuficacion de escobas en el suelo y su relaci6n con la infcccion de frutos EI mayor porcentaje de frutos necrosa- dos a causa de la escoba de biui», tanto en el rronco como en 1a rama primaria, fue el del trararniento sin remocion de escobas y sin escobas en el suelo (19%). Los trata- mientos con fuemes de inocula en el suelo y remoci6n de escobas presentaron un va- lor prornedio de perdida de frutos de 3,8% (Tabla 2). DISCUSION Las curvas de producci6n de in6culo en el tiempo en con junto can los aspectos fe- nologicos del cacao puede permitir la ela- boracion de modelos de pron6stico de la enfermedad. La fructiftcacion guarda una estrecha relacion con la precipiracion, par consiguiente, la curva anual sigue, en gene- ral, el patron de lIuvias. Para el ano de lIu- vias normales (1982 y 1985) la producci6n asciende paulatinamente hasta alcanzar un primer maximo en abril - mayo; luego des- ciende en la estaci6n seca secundaria y vuelve a incremcntarse en agosto con el aurnento de la precipiracion, alcanzandose el segundo pico del ano. A partir de este puma el indice decrece paulatinarnente hasta el mes de diciembre (estaci6n seca principal). Sin embargo, en algunos anos las lluvias aparecen temprano, desplazan- dose a enero y febrero (1984),10 que hace que la fructificaci6n tam bien se desplace y que los picas de fructificacion se presemen de acuerdo con la interrnirencia de las llu- vias. De esta manera, en 1984, se obtuvo 147 Tabla 2. Porcentaje de frutos formados y necrosados por Crinipeflis perniciosa a nivel del tronco y Ia rama primaria, para la prueba con fuentes de in6culo en el sucto. TRATAMIENTOS FRUTOS (%) T-I T·2 T-3 TRONCO KAMA I. TOTAL TRONCO KAMA I. TOTAL TRONCO KAMA I. TOTAL Formados 44,6 55,4 100,0 23,4 76,6 100,0 22,3 77,7 100,0 Necrosados 1,9 4,5 3,3 3,1 4,8 4,4 42,9 12,3 19,2 Distribucion de porcenta]e defrutos necrasadas 25,0 75,0 100,0 16,7 83,3 100,0 50,0 50,0 100,0 T - 1: Fuentes de inoculo en e1 suelo, sin remocicn; proteccion malla. T - 2: Fuentes de in6cula en el suelo; sin remocion; sin proteccion T . 3: Sin fuentes y sin remaci6n un primer pico en marzo, el segundo en junio y el ultimo en octubre. EI indice de basidiocarpos/escoba varia de un ano a otro, habiendo sido de 50 en 1982, de 64,7 en 1984 y de 56,7 en 1985 En el estudio de la dinamica de produc- cion de escobas (cap. VIII) se observ6 que en 1984 la rasa de escobas par mes fue baja (b ~ 12), en comparaci6n con la de 1985 (b = 23), debido, posiblernente, al desfase entre la fructificacion y los patios de infec- ci6n y no a la cantidad total de in6culo producido, La fructificaci6n en la zona del piede- monte llanero tiende a ser optima, debido a la alta correlaci6n (P< 0,01) encontrada entre esta y 1a cantidad de precipitacion par mes (200 - 300 0101), la cual fue obser- vada en orras investigaciones (Baker y Crowdy, 1943; Almeida y Andebrhan, 1981a y 1981b). Adernas, la precipitacion bien dis- tribuida a nivel mensual favorece amplia- mente la fructificacion, encontrandose que esta es alla entre 12 y 18 dias de lluvias par 148 mes, situacion que es cornun para la zona de estudio entre marzo y noviembre excep- tuando el veranillo de julio. EI analisis de la precipitacion semanal indica que todas las semanas entre marzo y novicmbre tuvie- ron lluvias, y la mayor parte de elias pre- sent6 una precipitacion superior a los 50 mm. Esta condicion climarica determin6 que la fructificaci6n fuera un proceso prac- ticamente continuo, con fluctuaciones im- portantes del indice de basidiocarpos par escoba/semana. La disrribucion diana de la precipitacion tie ne una frecuencia alta de las precipitacioncs nocrurnas, 10 cual pro- pore ion a los per iodos alternos de hume- dad y sequedad adecuados para la fructifi- caci6n del hongo, habiendo sido encon- trado que periodos de humedad de 12 ho- ras son optirnos (Rudgard, 1986). Para ecosistemas menos lluviosos y can una interrnitencia mayor entre los dias con lIuvia y sin ella parece que la fructificacion se reduce considerablemente. De esta ma- nera se ha enconrrado que para periodos de lIuvias seguidos de un dia seco el pro- media de basidiocarpos par dia sabre esco- bas suspendidas fue de 57 ± 1,4, mientras que aquellos seguidos de dos dlas secos, la reduccion en la fructificacion fue mayor del 50% (24 ± 1,6 basidiocarpos/dia). En Colombia existen zonas cacaoteras impor- tames, como la de la zona marginal baja cafetera del Antiguo Caldas (800 1.200 m.s.n.m.), donde el problema de escoba de bruja es poco severo. Posiblemente sus causas se encuentren en la cantidad y la distrrbucion de las lluvias y en el numero de perfodos de humedad, teniendo en cuenta que la temperatura no es el factor limitante de la fructificacion, presentan- dose en un intervale muy amplio de 20° C a 30° C La fructificacion sabre escobas suspendi- das muestra que no todas las escabas pro- ducen basidiocarpos en todas las semanas, 10 cual es una observacion antigua (Baker y Crowdy, 1943), estudiada detalladamente en investigaciones recientes (Rud- gard,1986), don de el fen6meno se asocia can una actividad enzimatica de los agarica- Ies, relacionada con fases de degradaci6n de la Iignina durante Ia formaci6n de pri- mordios. Sin embargo, desde el punto de vista de la epidemiologia cuantitativa 10mas importame son los valores de fructificaci6n, medidos sabre una muestra 10 suficieme- mente grande que involucre todos los gru- pos de fructificaci6n y permita avalar un orden de magnitud de Ia producci6n de basidiocarpos como realmenre ocurre en el campo; par esta raz6n es utH y adecuado trabajar con un indice promedio de basi- diocarpos/escoba. Las escobas de coj! n flo- ral presentan un indice de basidiocarpos significarivamente mayor que las escobas de yema vegetativa. En las plantaciones de cacao en el piedemonte llanero de Colom- bia, Ia producci6n de escobas de cojfn a panir del septima ano es superior a la de las yemas (Cap. VIII), 10 cual es importante desde el punta de vista de la cantidad y concentraci6n del inoculo disponible para las infecciones, fundamentalrnenre, a nivel de los frutos. Las diferenciasentre las fructificaciones de escobas suspendidas y escobas en el suelo son marcadas, aproximadamente un 60% mayor en las primeras que en las se- gundas. Es importante destacar que el pa- rron de producci6n de basidiocarpos en el uempo es similar (Fig. 5) can una distribu- cion anual de tipo normal, y un maximo entre mayo y junio. Como se registr6 en el capitulo VI sabre la producci6n de frutos, las curvas son similares, coincidiendo la mayor cantidad de basidiocarpos con la for- macron de frutos en los dos primeros esta- dos de desarrollo. Las escobas en el suelo fructifican menos debido a una mayor saturacion con agua y, en general, a unas condiciones mas limitan- tes para Ia alternancia de perfodos de hu- medad y sequedad, Ademas, las escobas en el suelo deben presentar una mayor concu- rrencia de hongos saprofitos, La meteoriza- cion de las escobas en el suelo es mas ra- pida (6 meses, aproximadamente) que en escobas suspendidas, las cuales conserva- ron su capacidad de fructificacion entre 18 y 24 meses. EI aspecto epidemioI6gico mas desta- cado de Ia frucrificaci6n de las escobas en el suelo es Ia potencialidad del in6culo, particularmente para los feutos. Las podas fitosanitarias se recomendaron, en un prin- cipio, acompaii.adas de la destrucci6n de escobas fuera de Ia plant.ci6n. Este metOdo duplica el valor de los costas (Almeida y Andebrhan, 1987). L, prueba de infecci6n sabre frutos en el tronco y en la rama pri- maria con una fuerte cantidad de escobas en el suelo (2.000), 10 veces superior a Ia de una plantaci6n severamenre afectada (200 escobas/arbol), mostr6 que el trata- mienro sin Fuentes en e1 suelo y sin remo- 149 cion de escobas en el arbol present6 un 19% de frutos infcctados y necrosados, rnienrras que los tratamientos can escobas debajo del arbol y sin escobas en el follaje presentaron en promedio 3,8% de frutos perdidos. L1 fructificaci6n de escobas en el suelo en los meses de mayor valor (mayo - agosto), la cual coincide con el estado de desarrollo 1 y 2 de los frutos, fue de 5,0 basidiocarpos/escoba, en promedio. Si esre in6culo fuera verdaderarnente funcional la destruccion de frutos hubiera debido ser muy alta. En el tratarnicnto sin escobas en el suelo la perdida de frutos fue aproxima- damente cinco veces mayor, indican do, es- pecialmente, la irnportancia de las escobas suspendidas al interior de un mismo arbol, sin descartar las infecciones a partir de los arboles vecinos, no ponderada en esta prueba. Ahora bien, la cantidad de 3,8% de frutos perdidos en los arboles con escobas en el suelo, sobre todo los de las ramas primaria, no se puede afirmar que se infec- taran can el in6cula procedenre del suelo, par cuanto el inoculo lateral opera necesa- riamente. De orra parte, las podas fitosanitarias mas importames deben realizarse durante las estaciones secas y, generalmeme; acompa- nadas de podas de mantenimiento del arbol que aponan una gran cantidad de material vegetal. A nivel de escoba individual los basidiocarpos presentan un georropismo negativo, dirigiendo su descarga hacia el suelo. La liberaci6n se hace en las horas nacturnas, principalmente, cuando la tur- bulencia en las capas de aire cerca del suelo es nula y las velocidades del viento son bajas (<I m/s); ademas, la descarga es un proceso rapido y masivo, que forma una especie de pelicula adhesiva que se fija fa- cilmente al primer objeto que interfiera. Todas estas circunstancias, en conjuma, ha- cen que las escobas puedan permanecer, sin altos riesgos, al interior de la plantaci6n 150 hacienda mas factible econ6micamente Ia practica del control cultural. BIBLIOGRAFIA Almeida. LC e Andebrhan, T. 1981a, Comissao Exe- cutiva do plano da Lavoura Cacaueira- CEPLAC. Epi- demiologia de Vassoura - de - bruxa. Informe tee- nico. Centro de pesquises do cacao. CEPEe Bahia (Brasil) PI'. 306-316 Almeida. L.c. e Andebrhan, T. 1981b. Comissao Exe- cuuva do plano da Lavoura Cacaueira- CEPlAe. Epi- demiologia de vassoura - de - bruxa. tntomve sec- nico. Centro de pesquisss do cacau CEPEe. Bahia (Brasil), pp. 314-329. 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