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Los Estados Depresivos| Problemas del campo de la salud Mental Los Estados Depresivos Dra. Lía Ricon INTRODUCCION Las pérdidas, inevitablemente unidas al crecimiento y desarrollo de las personas, provocan como reacción natural y pertinente un estado de displacer que tiene a veces sólo diferencias de grado con los estados depresivos que vamos a describir como problemas humanos. La alegría ante los logros y la tristeza por las pérdidas, es la reacción lógica y saludable que las pautas de nuestra cultura avalan. La aspiración estoica a mantenerse imperturbable frente a los males ocurridos no sería en nuestro tiempo tenida por virtud. Una primera dificultad aparece cuando tenemos que poner un limite entre una reacción pertinente que implique flexibilidad y equilibrio y otra tenida por patológica. Lamentablemente, podemos tener mayor certeza en los casos extremos de la serie; en toda la gama de las situaciones intermedias, el peso de los factores intervinientes hace a veces muy difícil la evaluación. El consenso social, las características de personalidad de quien está siendo estudiado, las condiciones de su vida y su historia, el monto de estrés soportado el último año (tal como se plantea en el eje IV de la DSM-III- R) deben tenerse particularmente en cuenta, y puede así ocurrir que un estado que para un individuo sea innegablemente patológico, para otro deba ser tenido por pertinente y adecuado. Queremos también alertar con respecto a otro problema para quienes se inician en el estudio de este tema. Las distintas corrientes dentro de la especialidad suelen dar denominaciones confusionantes que pueden desconcertar si no se conoce el contexto en el que están dadas. Me refiero a que si un psicoanalista habla de melancolía está hablando de un estado estructural del psiquismo tal como el que se describe en el trabajo de Freud "Duelo y melancolía". Este estado puede encontrarse en cualquier tipo de depresión que ha llegado a cierto nivel de profundidad. Un psiquiatra, en cambio, llamará melancolía a la fase depresiva de la psicosis maniaco depresiva o a la forma depresiva de las psicosis de involución. Se trata de dos posturas, de dos escuelas: una, la dinámica freudiana, centrada en el concepto de estructura; otra, la clínica psiquiátrica con el acento puesto en lo aparencial. Vamos a considerar el tema en los siguientes ítems: 1) síndrome depresivo; 2) clasificación de la clínica psiquiátrica; 3) clasificación según el nivel de depresiones (estructural dinámica); 4) cuadro de integración de las dos esquemas; 5) generalidades del tratamiento. 1- SINDROME DEPRESIVO Las pacientes pueden consultar por si mismos o ser traídos por sus familiares o allegados. Su aspecto puede darnos algún elemento útil para el diagnostico, pero muchas veces no podremos estar seguros de nuestra evaluación si no conocemos cual es la modalidad habitual de comportamiento del paciente. De todos modos, se puede mencionar la expresión de tristeza, los hombros caídos, la lentitud de los movimientos, el seño fruncido, con la llamada omega melancólica en el entrecejo, la vestimenta poco cuidada, el paso lento, el tono bajo de la voz, las quejas, las lágrimas. En los estados neuróticos, la mayoría de estos signos puede disimularse, y en los cuadros agitados de cualquier tipo de depresión, la inhibición psicomotriz que hace más lento todos los movimientos no está presente. Los pacientes se muestran entonces agitados, pero su actividad es desordenada y con fines poco claros. Veamos ahora cómo se comportan las distintas funciones. Atención: Está particularmente dirigida a los temas relacionados con el estado depresivo. Puede ser difícil de mantener si se pretende concentración en otros asuntos. Sensopercepción. La percepción del paso del tiempo reviste particular importancia, presente y futuro, esto es, logros y fracasos, situación actual y posibilidades futuras. En los estados depresivos, la percepción del tiempo se hace puntual; solo se registra un presente cargado de ansiedad, culpa, tristeza, ineptitud, fracaso. Los logros del pasado no cuentan y las posibilidades del futuro no existen. La queja hipocondriaca están siempre presentes y no será fácil en muchos casos saber si se trata de reales modificaciones del cuerpo anatomofisiologico que pueden no ser detectados por nuestros métodos actuales o a exaltaciones de sensaciones normales, o bien a percepciones alucinatorias referidas a aspectos del psiquismo proyectado sobre el propio cuerpo. Los Estados Depresivos| Problemas del campo de la salud Mental Otro aspecto que podemos registrar en nosotros mismos cuando estamos tristes es la mayor propensión a captar los preceptos que son más acordes con el estado afectivo de pena; por ejemplo, en un cuadro los colores poco vivos o los árboles secos, mucho más que lo que sea expresión de alegría o vida en expansión. Con respecto a los hechos del mundo interno, también es evidente que se registra preferentemente todo lo que implique perdida, culpa o ineptitud en algún sentido. Memoria. No hay alteraciones groseras. Como en la función anterior, una observación más prolija muestra que mientras dura la depresión se hace más difícil retener información, especialmente si no está conectada con las vivencias penosas o que están vinculadas con el estado depresivo. Esta dificultad para concentrarse en estímulos no implicados en el ánimo depresivo produce fallas en la fijación y, como consecuencia, también en la conservación y evocación posterior de los hechos ocurridos durante el período de enfermedad. Conciencia. No hay alteraciones groseras, si bien el desinterés que puede ser muy intenso en los casos graves, puede hacer suponer cierto grado de obnubilación de la conciencia, leve y fácilmente descartable si se exige la atención del investigado. Orientación. No hay alteraciones, también por desinterés puede observarse error en la fecha. Pensamiento. Las perturbaciones en el curso muestran lentificación en la mayoría de los casos. Sin embargo, en algunas depresiones reactivas, los contenidos a los que está vinculado el cuadro pueden circular con abrumadora rapidez, creando por sí mismo un estado de inhibición para poder concentrarse en otros aspectos. Los contenidos pueden caracterizarse como pesimistas, de ruina, desesperanzados, generadores de culpa. En los casos más profundos, las ideas de suicidio y las maneras de efectivizarlo adquieren relevancia e inundan todo el campo. Se exacerba todo lo que pueda contribuir a la desvalorización. Todo contenido que pueda vincularse con vivencias placenteras es descalificado y tenido por superficial o basado en irrealidades. La exploración de fantasía puede ser de gran ayuda para determinar el tipo de depresión. En los cuadros neuróticos, reactivos, pueden superponerse situaciones pasadas o futuras que tendrían como consecuencia una mejoría del estado que se padece. En las profundas depresiones de nivel melancolía, no hay nada que pueda suponerse como provocador de algún tipo de mejoría. Afectividad. Es en esta función que se objetivan los síntomas y signos más importantes del síndrome depresivo. Las características que descubrimos en el aspecto de estos pacientes, hacen suponer la existencia de sentimientos penosos, que el relato que nos hacen confirma ampliamente. Sufren, se sienten culpables, en algunos casos, los de depresión reactiva, por acciones reales que son distorsionadas por el sentido de cargarlos de culpa; otros se abruman con supuestas responsabilidades en situaciones que no podrían ser consideradas de este modo ni por el observador ni por los familiares. La vivencia de fracaso y de imposibilidad de salida de la situación en la que se encuentran les hace considerar la vida sin sentido, ya que no vislumbran ninguna posibilidad de cambio. El paciente se culpa más allá de lo quepuede comprenderse y se ataca con total falta de pudor, “como si hablara de otro”. Esto puede entenderse si aceptamos la hipótesis que muestra a estos pacientes atacando en sí mismo al otro con quien se han identificado y que será también a quien mataran en el suicidio. Este atormentador interno es quien no aprueba las acciones de las personas depresivas y que las hace aparecer permanentemente como disconformes con todo lo que realizan. Algunos pacientes refieren particularmente un sentimiento de soledad y abandono, una vivencia de desasimiento de las conexiones con personas o situaciones que puedan ser vividas como de aseguramiento y contención. La ansiedad y el desconcierto provocan frecuentemente una sensación de desamparo y una búsqueda de apoyo, ayuda, estima, afecto que hacen a veces muy difícil reparadora del entrevistador, que se siente agotado, desangrado, exprimido. Esto puede entenderse teniendo en cuenta que el depresivo está haciendo una demanda de la persona total del otro y que no se conformaría con Los Estados Depresivos| Problemas del campo de la salud Mental ninguna oferta parcial. Lo que termino de decir se observa particularmente en el nivel más grave de las depresiones, más frecuentemente endógenas. Actividad. Lo que se observa con mayor frecuencia es la inhibición motora expresada ya sea a través de una lentificación de los movimientos en los estados más leves, hasta la inmovilidad y permanencia en la cama en los casos más graves. Puede observarse también una disociación ente las áreas afectivas y motoras. Mecanismos de defensa. Idealización, identificación con los aspectos negativos del objeto perdido, defensas maniacas (negación, omnipotencia, depresión, triunfo). 2. CLASIFICASIÓN SEGÚN LA CLÍNICA PSIQUIATRICA Esta clasificación se basa en la observación de los síntomas y signos, en las hipótesis etiológicas, en la evolución y en las respuestas terapéuticas. Tiene en cuenta especialmente los aspectos fenoménicos, aparenciales. Sobre la base de la descripción general del síndrome daré algunas características que permitan definir cada uno de los cuadros: 1) depresión endógena; 2)depresión sintomática; 3) depresión involutiva; 4) depresión secundaria; 5) depresión neurótica. Depresión endógena Esta denominación corresponde a la fase depresiva de la psicosis maniaco depresiva. Descrita por los clínicos franceses y alemanes del siglo XIX, se caracteriza por aparecer sin que pueda detectarse una causa en el relato que hace el paciente. No es una reacción emocional a una pérdida. Evoluciona por episodios o fases, a veces de remisión espontanea. El primero aparece alrededor de los 20 años, a veces pasa casi inadvertido para la familia. Puede presentarse el síndrome completo o sólo algunos pocos síntomas o signos. Merece especial mención, particularmente cuando aparece como único síntoma, la inhibición psicomotriz, que puede ser sentida por el paciente como cansancio o desgano. Algunos autores describen este cuadro como depresión enmascarada. Es importante porque el diagnóstico adecuado permite el tratamiento precoz y evita sufrimiento al paciente y la cronificación del cuadro. Se encuentran frecuentemente antecedentes de problemas similares en la familia y también de la otra psicosis endógena, la esquizofrenia. Se trata con antidepresivos. La psicoterapia es útil en los períodos de interface. Permite que los pacientes tengan más clara conciencia del comienzo de sus estados y consulten. Soluciona también los aspectos neuróticos que muchas veces agravan el cuadro. Puede tener cualquiera de los niveles que veremos en la clasificación dinámica estructural. En general, en los comienzos puede presentarse como duelo normal. Aun aquí debemos dar psicofármacos antidepresivos. Depresión sintomática Los clínicos son quienes conocen mejor este tipo de depresiones que son un síntoma más de algunas patologías prevalentemente orgánicas, como la hepatitis la brucelosis, la gripe, la intoxicación por plomo, etc. El tratamiento que puede efectuar el especialista estará particularmente en relación con el nivel de depresión. Este estará más vinculado con el monto de rasgos depresivos que con la enfermedad orgánica causante. No actúan los antidepresivos. Puede tener cualquiera de los niveles dina micos, dependiendo, como se termina de decir, de la estructura de personalidad. Depresión involutiva Este cuadro se presenta en un período particular de la vida que llamamos involución y que no implica ningún tipo de deterioro. Es este el tiempo en el que desaparecen las menstruaciones en la mujer y disminuye la potencia en el hombre. En la esfera afectiva, los cambios en la familia y en el trabajo inciden muy especialmente en el área de las emociones. Los hijos son adolescentes o se independizan o se van del hogar paterno. Los vínculos con estos hijos y también con los padres y con la pareja, que se fantasearon como estabilizados, sufren nuevos cambios sustanciales, que son más difíciles de tolerar porque, de todos modos, el futuro se achica y los logros que no se consiguieron resultan más difíciles de alcanzar. Los hijos son nuevos interlocutores válidos y los propios padres Los Estados Depresivos| Problemas del campo de la salud Mental empiezan a dejar de serlo para transformarse muchas veces en nuevos hijos, dependientes y no deseados como tales. Determinadas personalidades con rasgos fóbico-obsesivos, por una parte, y sensitivo-paranoides, por otra muestran en este periodo una especial intolerancia a situaciones de pérdida, ya se trate de una situación claramente identificable, como puede ser la pérdida de un trabajo o el casamiento de un hijo preferido con una pareja no deseada o, con mucha frecuencia, por pequeños cambios que podrían ser tolerados adecuadamente por una personalidad bien estructurada. En estos casos suele ser difícil detectar estas pequeñas perdidas, porque solo pueden entenderse como pérdidas si se esclarece de entrada la especial significación que tienen para el paciente, ya que se trata de situaciones que pueden incluirse dentro de la evolución normal de una familia o de una persona. El diagnóstico se hace teniendo en cuenta el tipo de personalidad, la edad de aparición, el tipo de perdidas y la gran ansiedad que, en general, acompaña a estos cuadros. Pueden tener cualquiera de los tres niveles dinámicos que vamos a mencionar más adelante (duelo normal, duelo patológico o melancolía). Deben tratarse con psicofármacos y psicoterapia. Ambos tratamientos son indispensables para conseguir éxito. Depresión secundaria Incluimos en esta categoría las depresiones de muy distinto nivel de gravedad que se presentan como consecuencia de, o como reacción a problemas que afectan particularmente el área de lo psicológico. Me refiero, por ejemplo, al estado depresivo que se observa en algunos casos de neuróticos obsesivos graves que se ven inutilizados por los síntomas. También están presentes estas depresiones en los estados posteriores a problemas vasculares (demencias arteroscleróticas de comienzo) en los que el paciente asiste a su deterioro. Esta discriminación es útil para implementar adecuadamente las estrategias terapéuticas que deben tener en cuenta la causa determinante y no el estado depresivo. Depresión reactiva: (Véase depresión neurótica) Es necesario insistir sobre la importancia de la psicoterapia y la contraindicación de los psicofármacos antidepresivos que descalifican el valor terapéutico de la palabra y hacen suponer al paciente que la solución puede venir de afuera hacia adentro en forma de una pastilla que se ingiere. 3. CLASIFICACION SEGUN EL NIVEL DE DEPRESION (Estructural-dinámica): Discriminaremos: 1) duelo normal; 2) duelo patológico; 3)melancolía. Esta clasificación se basa en los conceptos planteados por Freud ("Duelo y melancolía") y Klein ("Algunas conclusiones teóricas sobre la vida emocional del lactante", "El duelo y su relación con los estados maníaco-depresivos" y "Una contribución a la psicogénesis de los estados maníaco- depresivos"). Duelo normal Quien ha sufrido una pérdida y se encuentra padeciendo el proceso normal de duelo, está objetiva y subjetivamente desinteresado por el mundo externo. A medida que pasa el tiempo, se vuelven a valorar (recatectizado) los objetos de este mundo externo. Hay un sentimiento de pena por la pérdida sufrida, el mundo externo se ve vacío y distinto, la pérdida es consciente. La recuperación es paulatina a través de la revalorización de los objetos externos y de una reestructuración de la realidad interna y externa; se acepta la pérdida como una situación tangible y objetiva. Ha triunfado el principio de realidad y la elaboración del duelo ha enriquecido a quien lo padeció. El doliente ha encontrado sin duda nuevos y desconocidos aspectos de sí mismo, y ha medido y comprobado su fuerza y capacidad para resistir la pérdida y el dolor consiguiente. Puede eventualmente registrarse algún sentimiento de culpa, que de todos modos categorizaríamos como culpa depresiva, en la que está vigente el proceso secundario con discriminación temporal y preocupación por el objeto y por el yo, pena, nostalgia y responsabilidad. De todos modos este sentimiento de culpa es más característico del duelo patológico. Los Estados Depresivos| Problemas del campo de la salud Mental Un exceso de preocupación familiar puede llevar a la consulta a personas que estén pasando por este período de duelo normal. Debe hacerse un prolijo diagnóstico situacional para evaluar el tipo de ayuda que puede o debe prestarse. Puede aun ser posible que el esfuerzo que implique una psicoterapia no se justifique por razones diversas que pueden incluir el nivel económico, la distancia a la que vive quien consulta, las resistencias familiares a los tratamientos psicoterapéuticos, etc. Klein define el duelo normal como un proceso a través del cual la persona amada y perdida se establece dentro del yo. No sólo se retira o invisten las catexias (cargas afectivas) relativas al objeto amado y perdido, sino que el objeto se establece en el mundo interno superando la situación de ambivalencia de la posición depresiva y es reconocido con sus características reales. Ante la situación de pérdida que debe elaborarse en el duelo normal, todos los objetos internos peligran y deben ser restaurados y recuperados. En la medida en que se van recatectizando los objetos del mundo externo, tal como ya se dijo al definir el duelo normal según Freud, Klein agrega que éste implica la reconstrucción del mundo interno. La posibilidad de superar normalmente una situación de pérdida depende, para Klein, del modo como se superó la posición depresiva primitiva, que se establece como modelo de las elaboraciones posteriores. Duelo patológico En las situaciones que pueden catalogarse como duelo patológico, al ya mencionado desinterés por el mundo externo, ya ha perdido significación, se agrega un sentimiento de culpa por la muerte del otro o por la pérdida sufrida que no tiene justificaciones en la realidad. Se intenta, por otra parte, negar la pérdida y pueden aparecer aspectos de las defensas maníacas. Cuando se trata de la muerte de un prójimo significativo se puede observar la penosa vivencia de sentirse influido por la situación de muerte o bien tener síntomas hipocondríacos de las enfermedades padecidas por el muerto. El objeto perdido no es visto en su dimensión de realidad, sus aspectos positivos y negativos se exaltan y es notoria la ambivalencia que obviamente hace muy confusos los sentimientos experimentados. Esto incrementa La culpa por falta adecuada de separación entre sentimientos hostiles y de amor. De todos modos, es prevalentemente culpa depresiva como ya la describimos en duelo normal. Melancolía En este nivel de depresión, el desinterés por el mundo exterior es más intenso que en el duelo normal y patológico. Se agrega la penosa vivencia de un mundo interno vacío, carente de significación, falto de posibilidades de amor. La inhibición de todas las funciones es muy intensa. Los pacientes se quejan de abulia astenia. La pérdida, a pesar de poder ser a veces ubicada en el mundo externo, es sentida fundamentalmente como una pérdida en el propio yo. Freud menciona la aparición en el aparato psíquico de una instancia crítica que enjuicia a una parte del yo. Esta conciencia moral, precursora del superyó, del que Freud no había hablado todavía en "Duelo y melancolía", es la responsable de los reproches hechos contra el propio yo. Desde el punto de vista económico, hay una retracción de la libido objetal. Se remplaza una carga de objeto por una identificación, y así la libido se retrae a un objeto de elección narcisística situado dentro del yo. Freud lo expresa sintéticamente con la conocida frase "la sombra del objeto cae sobre el yo". Esto explica el carácter especial de los autorreproches del melancólico, hechos sin ningún pudor, como si se tratara de ataques a un tercero. Se trata en realidad de un tercero muy particular que está incluido dentro del sí mismo a través de un proceso de identificación con una parte del yo. Este nivel de depresión se encuentra preferentemente en el período de estado de la psicosis maniaco-depresiva, aunque también puede verse en una depresión reactiva, dependiendo especialmente del tipo de pérdida y de la personalidad. El sentimiento de culpa, siempre presente, puede categorizarse como culpa persecutoria con vigencia del proceso primario, atemporalidad, resentimiento, dolor, desesperación, temor, autorreproches y despreocupación por el otro. 4. GENERALIDADES DEL TRATAMIENTO Los Estados Depresivos| Problemas del campo de la salud Mental Teniendo en cuenta que este es un texto dedicado a personal de salud en general, no parece pertinente ni útil entrar en precisiones sobre los tratamientos de estos pacientes que necesitan estrategias desarrolladas por especialistas que manejan tanto los aspectos biológicos como los dinámicos. Volviendo al cuadro general de clasificación, diremos que en las depresiones endógenas y en las involutivas los psicofármacos antidepresivos están definidamente indicados. En los casos de depresión sintomática, secundaria o reactiva, los efectos que pueden esperarse de este tipo de medicación son muy escasos o nulos, con el peligro de descalificar, como ya se dijo, el valor terapéutico de la palabra. Las psicoterapias están indicadas en todos los casos, teniendo presente que las expectativas de respuesta son distintas. También es importante saber que hay particularidades en el manejo de este recurso. En las depresiones endógenas, la psicoterapia será efectiva en el periodo interface para resolver los problemas neuróticos y permitir que los pacientes tengan una mejor percepción del comienzo de sus fases depresivas. En los cuadros involutivos, la psicoterapia es más efectiva que en las depresiones endógenas, ya que los conflictos que no se han podido superar tienen una parte de responsabilidad en la instalación del cuadro. En las depresiones sintomáticas y secundarias, la psicoterapia será un coadyuvante pero no tendrá el lugar de tratamiento etiológico, éste será el que ataque la enfermedad causal. En las depresiones reactivas, sí podemos decir que el tratamiento etiológico es la psicoterapia del tipo que sea posible, teniendo en cuenta las características generales de quien consulta. NO se benefician con psicofármacos antidepresivos. Con respecto a la utilización de tranquilizantesmayores o menores, no hay contraindicación. En algunas depresiones reactivas pueden tener un efecto opuesto al buscado, porque los pacientes quieren estar alertas y los tranquilizantes actúan en sentido contrario. Es importante tener en cuenta que muchas veces se hace imposible trabajar psicoterápicamente con pacientes en los que la angustia tiene niveles que van más allá de lo tolerable, así como no se puede trabajar con los psicópatas porque carecen totalmente de este sentimiento. Cuadro general de clasificación: Este cuadro permite, de modo muy esquemático, entender que todo paciente en el que detectamos algunos síntomas o signos del síndrome depresivo, debe poder ser ubicado en algún lugar del mismo. En cada ubicación convergen dos tipo de clasificación, la de la clínica psiquiátrica, esencialmente descriptiva, apariencial, evolutiva, fundamental para decidir la estrategia terapéutica, y la otra, tomada de las escuelas dinámicas, que se refiere a la estructura y nos da un conocimiento del nivel de depresión y de la estructura de personalidad del paciente. Es conjetural. Por ejemplo J. Arceti tiene una depresión endógena que comienza; debe ser medicado con antidepresivos, la psicoterapia no es esencial y modificará sólo los aspectos neuróticos o caracterológicos. María Lin tiene una depresión sintomática seria. Además de ocuparnos de su enfermedad causal, debemos indicar psicoterapia parque probablemente tenga una estructura depresiva de personalidad. La Sra. Puel tiene una depresión involutiva grave. Es indispensable indicarle psicoterapia, psicofármacos y terapia de familia. Margharita T. está deprimida hace mucho tiempo por sus síntomas obsesivos; solamente para mejorar su situación con psicoterapia. J. M. Olivarte tiene una depresión reactiva muy grave. Aunque per alguna razón se le indiquen antidepresivos o los esté tomando y sea difícil que prescinda de ellos, su tratamiento esencial en la psicoterapia tan profunda como sea posible. DEPRESION ENDOGENA J. ARCETI DEPRESION SINTOMATICA MARIA LIN DEPRESION INVOLUTIVA Sra. PUEL DEPRESION SECUNDARIA MARGARITA T. DEPRESION REACTIVA J. M. OLIVARTE DUELO NORMAL DUELO PATOLOGICO MELANCOLIA Los Estados Depresivos| Problemas del campo de la salud Mental Bibliografía Baranger, Willy: Posición y objeto en la obra de M. Klein, Kargieman, Buenos Aires, 1971. Freud, S.:(1917(1915))"Duelo y melancolía", Obras completas, Vol. XIV, Amorrortu, Buenos Aires, 1979. Grinberg, León: Culpa y depresión, Paidós, Buenos Aires, 1963. Klein, M.: "Algunas conclusiones teóricas sobre la vida emocional del lactante", Obras completas, Vol. III, Paidós, Buenos Aires, 1975. -"El duelo y su relación con los estados maníaco-depresivos". Obras completas, Vol. II, Paidós, Buenos Aires, 1975. -"Una contribución a la psicogénesis de los estados maníaco-depresivos". "Obras completas, Vol. II, Paidós, Buenos Aires, 1975. Pereyra Carlos, R.: Semiología y psicopatología de los procesos de la esfera intelectual, El Ateneo, Buenos Aires, 1951. Ricón, Lía: "Los estados depresivos", Revista de Psicoanálisis, XXXIV, 4 (APA), 1977.
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