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1 Teoría de las Relaciones Internacionales. Programa 2019 Ficha de Cátedra Unidad I Traducción abreviada del libro “International Relations Theory” (2017) editado por Stephen McGlinchey, Rosie Walters y Christian Scheinflug. Bristol, England: E- International Relations Publishing. (Secciones incluidas: Introducción, Escuela Inglesa y Marxismo): pp. 1-35 y 42-47 María Elena Lorenzini Introducción Esta Ficha de Cátedra fue preparada con el objetivo de mejorar y actualizar la bibliografía correspondiente a la Unidad I de Teoría de las Relaciones Internacionales. En pos de ello, la Cátedra decidió realizar una traducción abreviada y adaptada de la Sección Introducción del libro “International Relations Theory” (2017) editado por Stephen McGlinchey, Rosie Walters y Christian Scheinflug. Es importante tener en cuenta que es abreviada –porque hay segmentos del texto original que no encontrarán en esta Ficha- y que es adaptada –porque encontrarán en el texto aclaraciones realizadas por los docentes de la cátedra-. Luego de los contenidos correspondientes a la traducción de la ‘Introducción’, encontrarán dos secciones más: Escuela Inglesa y Marxismo. Estas últimas procuran cubrir los contenidos correspondientes a las dos corrientes antes mencionadas, incluidos en el punto del Programa relativo a: Tendencias teóricas “establecidas”/instaladas (mainstream) con sus ideas ejes, de la Unidad I (2019). “Preparándonos para comenzar con las Teorías de las Relaciones Internacionales” (Stephen McGlinchey, Rosie Walters & Dana Gold) La obra “International Relations Theory” está diseñada como un punto de entrada hacia las diversas escuelas, paradigmas y perspectivas de las Teorías de las Relaciones Internacionales. Como una guía de inicio, está estructurada para condensar la información más importante en la menor cantidad de espacio posible con el objetivo de introducirnos en el área de estudio de un modo gradual, pues las teorías constituyen una de sus piezas más complejas. Las teorías nos permiten comprender y tratar de encontrarle sentido al mundo que nos rodea a través de varias lentes, donde cada una de ellas representa una perspectiva 2 teórica diferente. No obstante, existen formas de simplificar el complejo mundo en el que vivimos. Una analogía que nos puede resultar familiar consiste en pensar a las teorías como “mapas”. Cada mapa es elaborado con propósitos determinados y lo que cada uno de ellos incluye está basado en lo que se considera indispensable para cada usuario mientras que muchos otros detalles son dejados de lado para evitar confusiones y presentar una imagen clara. Según sostienen los editores de este trabajo una imagen vale más que mil palabras y nos proponen ir a Google y tipear Singapur MRT y luego clickear sobre las imágenes. Una vez cumplidos los pasos, podrán ver el mapa del Transporte Público Rápido de Singapur, verán las líneas de transporte, las estaciones y alguna otra información esencial. Sin embargo, no verán los toilettes públicos, ni las calles, ni los bancos, ni las tiendas pues toda esa información no es considerada esencial para el sistema de transporte público rápido. Con las teorías pasa algo similar. Cada teoría de las RRII coloca cosas diferentes sobre ese mapa y lo hacen basadas en lo que los teóricos consideran importante. Algunas variables para trazar en el mapa de las RRII podrían ser los Estados, las organizaciones, las personas, cuestiones económicas, historia, ideas, clase, género, etc. Luego, los teóricos utilizan las variables elegidas para construir una visión, más o menos simplificada, del mundo que pueda ser usada para analizar los sucesos mundiales –y, en algunos casos para tener algún grado de capacidad predictiva-. En un sentido práctico, la mejor manera de ver las TRRII es como sets de herramientas que proveen múltiples métodos que los estudiantes pueden utilizar para responder interrogantes. Algunos estudiantes adoran estudiar TRRII porque éstas les permiten hacerse preguntas interesantes sobre el mundo en el que viven y les permiten comprender la naturaleza humana dentro de lo que nos es posible conocer. Otros, sin embargo, están ansiosos por ir directamente a estudiar casos y hechos concretos que suceden en el ‘mundo real’- llamado empírico-. Estos últimos prefieren estudiar las RRII en primer lugar ya que las TRRII les resultan una distracción. Aun así, es crucial resaltar que embarcarse en el estudio de las RRII sin comprender la teoría es como emprender un viaje sin un mapa. Es decir, el estudiante/viajero puede llegar al lugar de destino pero no tendrá idea de dónde se encuentra ni de qué manera llegó allí. Tampoco podrá responder, si se le preguntara, cuál era la mejor ruta o la más rápida para llegar a ese destino. Las teorías nos brindan claridad y una orientación, nos ayudan a defender mejor nuestros argumentos y a comprender los argumentos de los demás. Este libro presenta una variedad amplia de teorías divididas en dos secciones. La primera sección abarca las ‘teorías establecidas’ y que conforman el pensamiento más extendido en los cursos de los programas de estudios de grado. Entre ellas se cuentan: Realismo, Liberalismo, Escuela Inglesa, Constructivismo, Marxismo, Teoría Crítica, Posestructuralismo, Feminismo y Poscolonialismo. La segunda sección se extiende hasta el presente para abarcar los enfoques emergentes y ofrece una perspectiva más amplia de las TRRII. Entre ellas se encuentran: Green Theory, Justicia Global, Queer Theory, Teorías de Seguridad, Geografía Crítica, Perspectivas Asiáticas, Perspectivas Globales del Sur, Perspectivas Indígenas y Perspectivas contemporáneas del Realismo. 3 Los editores del libro le han dado el mismo espacio a ambas secciones e incentivan a los lectores a apreciar esa diversidad. Cada capítulo del libro persigue un conjunto de objetivos simples. El primero, es sintetizar y simplificar los puntos básicos de cada teoría. A pesar de que, como señalamos, las teorías son complejas el propósito de los editores es brindar un punto de partida accesible que sirva como trampolín para futuros estudios más profundos. Si retornarámos a la analogía del mapa, la meta de los editores es ofrecer, en cada capítulo, los puntos de partida básicos para nuestro viaje –y ustedes tendrán que leer en profundidad y ampliamente para ser capaces de apreciar la complejidad de cada teoría-. Como en un buen mapa, los capítulos de este libro dan indicaciones sobre dónde pueden encontrar la bibliografía necesaria. Segundo, y para ayudar a continuar nuestro viaje por las TRRII, cada capítulo también presenta un caso de estudio sobre un evento o tema del mundo real –pueden consultarlo en la versión original-. Esto les permite observar a cada teoría ‘en acción’ como herramienta de análisis y comprender los contenidos que cada TRRII lleva aparejados. El capítulo final de cada sección rompe ese formato en pos de ofrecer perspectivas innovadoras de las TRRII –actualizando las visiones y reflexionando sobre la disciplina en la mitad y al final del camino-. Para estar completamente listos, sólo hay una cosa más por destacar. Como ustedes podrán notar, ‘los nombres o las etiquetas’ con las que son introducidas algunas teorías le resultarán familiares porque también las llaman de esa manera en otras disciplinas. En algunos casos los nombres de las teorías en las distintas disciplinas tienen alguna relación y, en otros, no. En estos últimos casos, se trata de una mera coincidencia, situación que puede dar lugar a confusiones –por ejemplo, el realismo en RRII no es lo mismo que el realismo en el arte-. En la misma dirección, ‘liberal’ es usado para describir las visiones individuales pero en RRII ‘liberalismo’ tiene un significado diferente. Para evitar cualquier confusión, esta aclaración funciona como una advertencia de que en este libro nos referimos a las teorías, tal como se desarrollaron dentro de ladisciplina de las RRII. Cuando se presenten excepciones a esta regla, serán aclaradas explícitamente. Una breve introducción a la Teoría de las Relaciones Internacionales A medida que las RRII se volvieron más complejas, las ‘familias’ de teorías de las RRII crecieron en número presentando un desafío para los ‘principiantes’ en el campo disciplinar. Para dar inicio, esta sección presentará las TRRII a través de tres grandes vías: las teorías tradicionales, las teorías de alcance medio y las teorías críticas. A medida que lean más a fondo, deben esperar que esta simple imagen de tres partes se disuelva, pero seguirá siendo un dispositivo útil al que pueden recurrir en momentos de confusión-. Las teorías están surgiendo y compitiendo constantemente unas con otras y, esa situación puede generar algún grado de desconcierto. Tan pronto como crean que han comprendido una aproximación teórica, otras nuevas surgen. Esta sección, es una advertencia de la complejidad que nos espera a medida que avancemos por las distintas 4 teorías. Por lo tanto, el estudio de las TRRII requerirá mucha atención, esperando turbulencias a lo largo de este viaje. Thomas Kuhn en su obra “La estructura de las revoluciones científicas” (1962) estableció las etapas para entender cómo y porqué ciertas teorías son legitimadas y ampliamente aceptadas por la comunidad científica. Él también identificó la dirección que toman las teorías cuando su relevancia es efímera y son reemplazadas por otras nuevas. Por ejemplo, los seres humanos estaban convencidos que la tierra era plana pero con el avance de la ciencia y la tecnología, se hizo un descubrimiento relevante que motivó el cambio de esa creencia. Cuando se produce un descubrimiento de magnitud, se produce un cambio de paradigma que reemplaza a la anterior forma de pensamiento por una nueva. Si bien, los cambios en las TRRII no son tan dramáticos como en el ejemplo anterior, la disciplina experimentó una evolución significativa. Es importante tener esta idea en mente cuando consideremos qué rol desempeñan las TRRII para explicar el mundo y cómo, una teoría puede explicar mejor que otras los problemas internacionales basándose en diferentes períodos de tiempo y en contextos específicos. Tradicionalmente hubo dos teorías centrales en las RRII: liberalismo y realismo. A pesar de que ambas han sido desafiadas por otras teorías, continúan siendo centrales para la disciplina. En algunas ocasiones, el liberalismo es llamado ‘utopismo’ y, en alguna medida, es reconocido por esa denominación hasta nuestros días. Sus representantes asumen que los seres humanos son ‘naturalmente’ buenos y creen que la paz y la armonía entre las naciones, no sólo son deseables sino que también son posibles. En la última parte del SXVIII, Immanuel Kant desarrolló la idea que los Estados que comparten valores liberales no tienen razones para hacerse la guerra entre sí. Desde la perspectiva de Kant, los Estados más liberales del mundo, se vuelven los más pacíficos ya que esos Estados están regulados por sus ciudadanos y los ciudadanos suelen ser poco proclives a la guerra. Esto contrasta con la regla de que los reyes y los gobiernos no electos son quienes tienen deseos más egoístas sin tomar en consideración los de sus ciudadanos. Sus ideas se mantienen vigentes y fueron desarrolladas por los ‘liberales modernos’ donde se destaca ‘la teoría de la paz democrática’ que afirma que las democracias no se hacen la guerra entre sí. Además, los liberales creen en la idea de que un cese permanente de la guerra es un objetivo susceptible de ser alcanzado. El Presidente Woodrow Wilson puso en práctica las ideas liberales en su ‘Discurso de los 14 Puntos’ frente al Congreso de Estados Unidos en junio de 1918 durante los años finales de la I Guerra Mundial. El último de esos puntos –ideas para reconstruir el mundo más allá de la guerra- fue la propuesta de conformar una asociación general de naciones que se plasmó en la Sociedad de Naciones. Si nos remontamos a 1920, la Sociedad de Naciones fue creada con el ambicioso propósito de supervisar los asuntos entre los Estados, implementar y mantener la paz internacional. Sin embargo, cuando Sociedad de Naciones colapsó con el estallido de la II Guerra Mundial en 1939, los liberales tuvieron dificultades para comprender las razones de su fracaso así como los hechos que contradecían sus teorías. Luego de esta etapa, el liberalismo no pudo mantenerse como una teoría fuerte y 5 emergió una teoría nueva para explicar la continuidad de la guerra como posibilidad en las RRII. Esta teoría es el: Realismo. El Realismo tuvo su momento de gloria durante la II Guerra Mundial, cuando sus argumentos resultaron convincentes para dar cuenta de cómo y por qué la más grande y cruel guerra conocida en la historia fue seguida por un período de relativa paz y optimismo. Aunque los orígenes de la teoría realista se dieron en el SXX, varios teóricos se remontaron en el tiempo para encontrar sus antecedentes. Por cierto, los realistas se remontaron hasta el mundo antiguo, donde identificaron patrones de comportamiento humano similares a los de su época. Tal como el nombre de la teoría lo sugiere, sus representantes afirman que el realismo refleja la realidad ‘tal como es’ y por eso es capaz de explicar mejor la política internacional. Maquiavelo con su obra El Príncipe es mencionado como uno de los precursores filosóficos de esta teoría. En esa obra, sostenía que el gobernante debía tener la “virtú” de conjugar la fuerza del León y la astucia del Zorro. También Thomas Hobbes es mencionado en las discusiones del realismo por su descripción de la brutalidad de la vida durante la Guerra Civil Inglesa de 1642-1651. Hobbes describió a los seres humanos viviendo en un desordenado estado de naturaleza que él percibió como ‘la guerra de todos contra todos’. Para remediar esa situación, Hobbes propuso un contrato social entre los gobernantes y el pueblo del Estado para establecer cierto grado de orden. Si bien esta situación puede no ser la ‘ideal’ es mejor que el ‘estado de naturaleza’. Como no existe contrato internacional y no hay ningún ‘soberano a cargo del mundo’, el desorden y el miedo regulan las RRII. Para los realistas, nosotros vivimos en un sistema internacional anárquico donde la guerra es más común que la paz. De hecho, los realistas dicen que la guerra es inevitable. Es importante entender que, a pesar de la disposición de los capítulos que este libro sugiere, no hay una única variante para cada teoría. Los académicos rara vez están de acuerdo entre ellos, incluso disienten quienes comparten la misma aproximación teórica. Cada académico tiene una visión particular del mundo que incluye sus ideas de paz, de guerra y del rol de los Estados en las relaciones con sus pares. Aun así, estas perspectivas pueden ser agrupadas en ‘familias de teorías’ –o tradiciones- y esa es la manera en la que los editores organizaron el libro pues esperan que, por ahora, los estudiantes comprendan los supuestos centrales de los abordajes teóricos. Por ejemplo, si pensáramos en el contraste simple entre optimismo y pesimismo, podríamos identificar las ‘familias’ de relaciones en todas las variantes del realismo y del liberalismo. Los liberales comparten una visión optimista de las RRRII, creen que el orden internacional puede ser mejorado con la paz y el progreso gradual en reemplazo de la guerra. Los liberales pueden no estar de acuerdo en los detalles, pero su visión optimista los mantiene, generalmente, unidos. Por el contrario, los realistas tienden a menospreciar el optimismo como una forma inapropiada del idealismo y, en su lugar, ellos convergen en torno a una visión más pesimista. Esto es así porque colocan el foco en la centralidad del Estado y en su necesidad de seguridad y supervivencia en un sistema internacional anárquico donde sólo se puede confiar, realmente, en uno mismo. 6Como resultado, los realistas describen las RRII como un sistema en el cual la guerra y el conflicto son habituales y donde los períodos de paz son como ‘un breve respiro’ en el que los Estados continúan preparándose para un conflicto futuro. El pensamiento de la Escuela Inglesa es visualizado, frecuentemente, como un ‘middle ground’, una ‘vía intermedia’ entre las teorías liberales y las realistas. Las teorías de la Escuela Inglesa involucran el concepto de una ‘sociedad de Estados’ en el nivel internacional. Hedley Bull, una de las figuras centrales de la Escuela Inglesa, está de acuerdo con las teorías tradicionales en que el sistema internacional es anárquico. Sin embargo, Bull insiste en que la anarquía no significa ausencia de normas –entendidas como comportamientos esperables- motivo por el cual sostiene que existe un ‘aspecto societal’ en la política internacional. En esa dirección, los Estados forman una ‘Sociedad Anárquica’ (Bull, 1977) en la que existe un cierto tipo de orden, basado en normas y comportamientos compartidos. El constructivismo es otra teoría comúnmente ubicada como ‘middle ground’ pero en esta ocasión entre el maistream –corriente principal- y las teorías críticas – poscolonialismo, feminismo, posmodernismos, posestructuralismo, Teoría Crítica, entre otras-. También tiene algunos ‘lazos de familia’ con la Escuela Inglesa. A diferencia de los académicos de otras perspectivas, los constructivistas subrayan la importancia de los valores y de los intereses compartidos entre los individuos que interactúan en el escenario internacional. Alexander Wendt, un prominente constructivista, describe la relación entre agentes –individuos- y estructuras –como los Estados- como un vínculo en el cual las estructuras no sólo constriñen a los agentes sino que también construyen sus identidades e intereses. Su frase ‘la anarquía es lo que los Estados hacen de ella’ (Wendt, 1992) resume muy bien su pensamiento. Otra vía para explicar esto, y para explicar el núcleo del constructivismo, es que la esencia de las RRII existe en las interacciones entre los sujetos. Esto significa que los Estados no interactúan; quienes interactúan son los agentes de los Estados, como los políticos y los diplomáticos. Así a partir de que aquellos sujetos interactúan en el escenario mundial se asume que han aceptado la anarquía internacional como su principio ordenador y que han convertido a la anarquía en parte de nuestra realidad. Entonces, si la anarquía es lo que los Estados hacen de ella, los Estados pueden percibir la anarquía de diferentes maneras – hobbesiana, lockeana, kantiana- y sus cualidades/propiedades pueden cambiar todo el tiempo. La anarquía internacional puede, incluso, ser reemplazada por un sistema diferente si los grupos lograran influir sobre los individuos –y sobre la red de Estados que ellos representan-. Comprender el constructivismo es comprender las ideas, o las ‘normas’ como algunos constructivistas suelen llamarlas, pues ambas tienen poder. Por definición, los constructivistas procuran estudiar el proceso a través del cual las ‘normas’ son desafiadas y potencialmente reemplazadas por nuevas ‘normas’ que son socialmente construidas. Los abordajes Críticos abarcan un amplio espectro de teorías que se establecieron como repuesta a los enfoques del mainstream en el campo, principalmente al liberalismo y al realismo. En síntesis, los teóricos críticos comparten una característica peculiar: ellos, 7 generalmente, se oponen a las afirmaciones sostenidas en el campo de las RRII desde su configuración como disciplina. Los representantes de las teorías críticas claman por nuevos abordajes que sean más ajustados para comprender, tanto como para cuestionar, el mundo en el que estamos inmersos. Las Teorías Críticas son valoradas porque identifican posiciones que han sido ignoradas o pasadas por alto dentro de las RRII. Ellos también le dan voz a grupos de personas que, frecuentemente, han estado marginados, particularmente las mujeres y aquellas voces que provienen del ‘Sur Global’. La segunda parte de este libro, trabaja con estas teorías ubicadas en esta ‘amplia’ categoría. El Marxismo es un buen lugar para comenzar con las teorías críticas. Este abordaje está basado en las ideas de Karl Marx, quien vivió en el siglo XIX en la época de la Revolución Industrial. El término ‘marxismo’ se usa para referirse a las personas que han adoptado la visión y la creencia de Marx acerca de que una sociedad industrializada está dividida en dos clases sociales: propietarios o burguesía y trabajadores o proletarios. El proletariado está a merced de la burguesía quien controla sus salarios y, luego, sus estándares de vida. Marx deseaba la superación de la burguesía por el proletariado y, eventualmente, el fin de una sociedad de clases. Los teóricos críticos que toman el punto de vista de Marx, frecuentemente, argumentan que la organización de la política internacional alrededor del Estado ha hecho que las personas comunes del mundo queden alienadas y divididas, en lugar de reconocer lo que tienen en común – potencialmente- como un proletariado global. Para que esto cambie, la legitimidad del Estado debe ser cuestionada y, en última instancia, disuelta. En ese sentido, la emancipación del Estado forma parte de la amplia agenda crítica. El Poscolonialismo se diferencia del Marxismo porque coloca su foco en la desigualdad existente entre naciones o regiones antes que en la oposición de clases. Los efectos del colonialismo aún se sienten en la mayoría de las regiones del mundo ya que las poblaciones locales continúan lidiando con los desafíos creados y dejados por las ex potencias coloniales como el Reino Unido y Francia. Los orígenes del poscolonialismo pueden rastrearse desde el período de la Guerra Fría cuando buena parte de la actividad en las RRII giró alrededor de los procesos de descolonización que procuraban deshacerse de los legados del imperialismo europeo. Este enfoque reconoce que el estudio de RRII se ha centrado históricamente en las perspectivas y experiencias occidentales, excluyendo las voces de otras regiones del mundo. Fundamentalmente, los académicos poscoloniales han argumentado que los análisis basados en las perspectivas teóricas occidentales, o que no toman en cuenta las perspectivas de las antiguas colonias, pueden llevar a las instituciones internacionales y a los líderes mundiales a tomar acciones que favorecen injustamente a Occidente. Los poscolonialistas han creado una comprensión más profunda de la manera en que las operaciones de la economía global, los procesos de toma de decisiones de las instituciones internacionales y las acciones de las grandes potencias podrían constituir nuevas formas de colonialismo. Edward Said’s (1978) en su obra Orientalism describe cómo las sociedades de Medio Oriente y Asia estuvieron, regularmente, mal representadas en la 8 literatura occidental y los escritos académicos de modo tal que las posicionaban en un nivel inferior al de occidente. Los académicos poscoloniales contribuyen de manera importante en el campo ampliando ‘la mentalidad tradicionalmente occidental’. Otra teoría que expone la desigualdad inherente a las RRII es el feminismo. El feminismo ingresó al campo en la década de 1980 como una parte del movimiento crítico que estaba surgiendo. Su foco consiste en explicar por qué tan pocas mujeres ocupan posiciones de poder y examinan las implicancias de esto sobre el modo en el que se estructuran las políticas globales. Sólo basta con darle una mirada a cualquier encuentro de líderes mundiales para observar que parece un mundo sólo de hombres. Tomando estas cuestiones como punto de partida, el feminismo introduce la categoría ‘genero’ en las lecturas de las RRII, situando las cuestiones de ‘género’ como un objeto primario de nuestro mapa. Si este es un mundo de hombres, ¿qué significa eso? ¿De qué manera ciertas características tradicionalmenteasociadas con lo masculino –como la agresión, el desprecio de lo emocional y la fuerza- pueden ser vistas como cualidades esenciales de un líder mundial? ¿Cuáles son las cualidades y características que esto excluye –podría ser la empatía y la cooperación por ejemplo- y qué clase de acciones tales exclusiones dan como resultado? Reconocer que el ‘género’ –los roles que las sociedades construyen para los hombres y para las mujeres- atraviesa transversalmente la realidad es uno de los desafíos planteados por los enfoques feministas. No se trata simplemente de contar cuerpos masculinos y femeninos. Por el contrario, los feminismos se cuestionan cómo el ‘género’ estructura el poder y esa estructuración dificulta el acceso, tanto a los hombres como a las mujeres, que intentan ocupar niveles más altos de poder. Con todo lo que se ha hablado de la construcción de los roles y los ‘géneros’, deberíamos empezar a ver los puntos compartidos –con el constructivismo por ejemplo-. Tal vez la teoría crítica más controvertida sea el posestructuralismo. Este enfoque cuestiona intensamente todas y cada una de las creencias que nosotros tenemos acerca de cómo conocemos y sentimos lo ‘real’. El posestructuralismo cuestiona las narrativas dominantes que han sido ampliamente aceptadas por las teorías del mainstream. Por ejemplo, los liberales y los realistas, aceptan la idea de que el Estado en su mayor parte es tomado como ‘dado’. Estos presupuestos son verdades fundacionales sobre las que descansan las teorías tradicionales –convirtiéndose en estructuras que ellos construyen sobre la realidad que los circunda-. Entonces, esas dos perspectivas teóricas pueden diferir sobre algunas cuestiones pero comparten una comprensión general en sus visiones del mundo. Ninguna de las dos teorías –liberalismo y realismo- busca desafiar la salida del Estado: simplemente la consideran como parte de su realidad, no solo al Estado, sino también a la naturaleza del poder. La contribución de Michel Foucault al posestructuralismo fue la identificación de los nexos del binomio saber-poder. Esto significa que las personas en una posición de poder, incluyendo a los políticos, periodistas y académicos, tienen la habilidad de moldear nuestra comprensión sobre una cuestión determinada. En esa dirección, Foucault propone pensar que hay ciertas cuestiones que están arraigadas y nos hace tomar conciencia de que lo que puede 9 parecer sentido común acarrea dificultades para pensar por fuera de los parámetros establecidos, dejando espacio sólo para cierta clase de acciones. Según Foucault el poder es saber y el saber es poder. A través del análisis del modo a través del cual ciertos conocimientos se vuelven dominantes, es que los posestructuralistas pretenden exponer a la luz pública los presupuestos escondidos en sus bases. Ellos también aspiran a abrir otras formas posibles de estar, pensar y hacer las políticas internacionales. Como se ha mostrado en esta breve introducción a las TRRII, cada teoría tiene legitimidad, aunque sus visiones del mundo sean diferentes. En el libro sus editores aclaran que las teorías que se presentan y caracterizan no son exhaustivas y que existen otras que podrían examinarse. Sin embargo, ellos consideran que han proporcionado un buen punto de partida para lograr una comprensión general del campo y de donde se ubican los enfoques y perspectivas más comunes y novedosas. Según el criterio de los editores del libro, no es necesario, y probablemente no sea deseable adoptar una teoría única en los estudios. Para ellos, es más importante entender las diversas teorías como herramientas de análisis o lentes analíticas para ser aplicadas en sus investigaciones. Las teorías, simplemente, ofrecen herramientas para intentar comprender un mundo complejo. Pensando como un estudiante: Tips que los ayudarán a organizar su estudio, a reconocer la tarea a desarrollar y las fuentes que se recomiendan utilizar Los autores del libro coinciden en señalar –y esta Cátedra de Teoría de las Relaciones Internacionales acuerda en ello- que la lectura con propósitos académicos es diferente de la lectura por placer. Además, la lectura de los materiales sobre Teorías de las RRII requiere tener en cuenta algunos puntos clave: *Estudiar las Teorías de las RRII no significa leer para memorizar. Requiere leer para comprender y adquirir precisión al momento de expresar las ideas así como también para desarrollar los conceptos que cada una de ellas ofrece. También demanda cierta destreza para poder identificar los matices que se presentan entre los autores aún dentro de una misma ‘familia de teorías’ *Una forma de llevar a cabo la tarea de estudiar las Teorías de las RRII consiste en identificar los puntos/conceptos claves en el texto. De esa manera, ustedes van armando su propia hoja ruta en los textos que se convierten en una guía muy útil al momento de prepararse para las instancias evaluativas. Claro que ese trabajo tiene más sentido y resulta más útil cuando el trabajo de lectura y marcación ha sido realizado por ustedes mismos. Si ustedes usaran su tiempo en la búsqueda de atajos –materiales web resumidos, recursos digitales de dudosa procedencia, etc.- no reemplazarán la lectura. El trabajo de lectura de la bibliografía es insustituible. *En aquellos casos en los que necesiten realizar búsquedas de información deben saber que el recurso utilizado tiene que estar correctamente identificado. Para ello, se sugiere que constaten que el material tiene un autor con nombre y apellido, que el trabajo debe tener una fecha de publicación y que la ‘fuente’ –plataforma web de la cual es extraído- 10 sea legítima –sitios de revistas especializadas y/o reconocidas, journals, artículos de diarios, investigaciones periodísticas, instituciones educativas legítimas, etc.-. Actualmente existen miles de millones de fuentes y recursos, sin embargo, cuando éstos no tienen un autor experto y reconocido o cuando la editorial es sospechosa, tengan por seguro que ese material no es confiable para fines académicos. *Al momento de hacer sus presentaciones –exámenes escritos u orales, realizar un trabajo práctico, escribir sus tesinas de graduación o trabajos de investigación- tomen como eje rector ‘la calidad y fortaleza de los argumentos’ que van a presentar y piensen que su tarea consiste en convencer a sus evaluadores de que su grado de comprensión del tema es suficiente, que disponen de elementos razonables para sostener sus argumentos con fuentes serias –que cuenten con una buena reputación dentro de la comunidad académica- y demostrar cierto grado de conocimiento experto. Además, la exposición de sus ideas ‘siempre’ debe ser clara, precisa, estar bien organizada y basada en evidencia empírica demostrable. Los autores del libro afirman que internet es como ‘el salvaje oeste’ pues hay mucha información en la web pero buena parte de ella es sólo basura. Wikipedia, por ejemplo, es un gran recurso pero muchas veces la información que allí está es incorrecta, imprecisa y/o falsa ya que quienes editan los sitios son personas comunes que no cuentan, necesariamente, con el conocimiento experto. Por eso “la regla de oro en Internet” es tratar de corroborar todo lo que encuentren en, al menos, dos buenos sitios web y de, al menos, dos autores acreditados/reconocidos en su campo de estudio. De esa manera, serán capaces de utilizar internet de un modo confiable y de disfrutar de sus beneficios, resguardándose de sus inconvenientes. Ahora bien, recuerden que al momento de prepararse para las evaluaciones internet es sólo un recurso secundario ya que para obtener resultados satisfactorios deberán disponer de fuentes más robustas que encontrarán en artículos de revistas reconocidas, capítulos de libros y libros *Otra cuestión importante del proceso de aprendizaje y de estudio refiere al uso del lenguaje. Cada disciplina tiene su propio lenguaje que comprendeun conjunto específico de términos/conceptos que han sido desarrollados para describir con precisión los objetos de estudio. Es decir, cada disciplina tiene su ‘propia jerga’ y ustedes deben conocerla, utilizarla adecuadamente y con destreza. La jerga de cada disciplina funciona como la llave de entrada a la bibliografía. De ahí se deriva la importancia del uso de un lenguaje preciso y claro en las RRII en general y, en la Teoría de las RRII, en particular. Contenidos para abordar el punto: Tendencias teóricas “establecidas”/instaladas (mainstream) con sus ideas ejes, de la Unidad I (2019) Escuela Inglesa (Yannis Stivachtis) 11 La Escuela Inglesa ofrece las bases para el estudio de la historia internacional y mundial en términos de estructuras sociales que configuran el orden internacional. A diferencia de muchas otras teorías, la Escuela Inglesa tiene una aproximación holística al objeto de estudio intentando captar el mundo como una ‘totalidad’. Las teorías de la Escuela Inglesa se construyen a partir de la identificación y diferenciación de 3 conceptos claves: sistema internacional, sociedad internacional y sociedad mundial. De esta manera, abre un espacio o ‘middle ground’ entre el idealismo y el realismo. Los fundamentos de la Escuela Inglesa Como se señaló, la Escuela Inglesa se construye sobre 3 conceptos claves: sistema internacional, sociedad internacional y sociedad mundial. Hedley Bull (1977: 9-10) sostiene que hay sistema internacional “cuando dos o más estados tienen un grado de contacto tal que las decisiones que uno de ellos tome, impacta sobre el comportamiento de los demás y eso los hace comportarse como partes de un todo”. De acuerdo con esta definición, el sistema internacional se trata, principalmente, de políticas de poder entre Estados cuyas acciones están condicionadas por una estructura internacional anárquica. Por su parte, la sociedad internacional existe cuando un grupo de estados “se piensan ligados por un conjunto de reglas en sus relaciones entre sí y, comparten una forma de trabajar de manera común en las instituciones” (Bull, 1977: 13). Es decir que, la sociedad internacional se trata de la creación y el mantenimiento de las normas, reglas e instituciones compartidas. Por último, la sociedad mundial es más fundamental que la sociedad internacional porque abarca a “la gran humanidad en su conjunto cuyos destinatarios son los seres humanos y no, los Estados” (Bull, 1977: 21). Es importante subrayar que la Escuela Inglesa concibe a las ‘instituciones’ como algo diferente de las ‘organizaciones’. Para la Escuela Inglesa, las ‘instituciones’ son prácticas de largo plazo entre los Estados –como la diplomacia, el derecho y la guerra- que pueden ser establecidas entre ellos para facilitar sus interacciones antes que estructuras burocráticas –organizaciones-. La diferenciación entre los conceptos de sistema internacional y sociedad internacional ayuda a distinguir el patrón y el carácter de las relaciones entre ciertos Estados y grupos de Estados. Por ejemplo, históricamente hubo una diferencia esencial de las relaciones entre los Estados europeos y el tipo de relaciones que ellos mantenían con el Imperio Otomano. Las relaciones entre los Estados europeos reflejaron la existencia de una sociedad internacional europea mientras que las relaciones entre los Estados europeos y el Imperio Otomano reflejaron solamente la existencia de sistema internacional. De la misma manera, las relaciones entre los Estados miembros de la Unión Europea muestran la existencia de sociedad internacional mientras que los vínculos entre la Unión Europea y Turquía –un Estado no miembro de la Unión Europea- describen interacciones dentro un sistema internacional más amplio. A pesar de su utilidad, la distinción entre sistema internacional y sociedad internacional generó numerosas críticas basadas en el argumento de que aún en un sistema internacional era posible observar la existencia de algunas reglas e instituciones. Este debate tuvo como resultado 12 la aceptación de la premisa que el sistema constituye una ‘débil’ o ‘delgada’ forma de sociedad internacional. Durante los siglos XVII y XVIII, la sociedad internacional fue considerada como una asociación privilegiada entre Estados europeos y Estados ‘civilizados’ que se visualizaba en la existencia de algunas instituciones tales como el derecho internacional, la diplomacia y el balance de poder. Existía la percepción que los lazos entre los poderes europeos tenían un código de conducta para resolver los problemas entre ellos pero que ese código no aplicaba para resolver las cuestiones con otras sociedades internacionales. Una nueva sociedad internacional surgió después de la I Guerra Mundial (1914-1918), caracterizada por la creación de la Sociedad de Naciones. El diseño de esta nueva sociedad internacional global incluyó casi todas las reglas y prácticas que habían sido desarrolladas por la sociedad internacional europea –el derecho internacional, la diplomacia, la soberanía, la igualdad jurídica entre los Estados, el reconocimiento de la independencia de los Estados-. El impulso para la creación de la Sociedad de Naciones provino del presidente de Estados Unidos, Woodrow Wilson –y significó un cambio en la naturaleza del orden internacional-. El estallido de la II Guerra Mundial interrumpió el funcionamiento de la Sociedad de Naciones y destruyó una forma particular de sociedad internacional. El establecimiento de Naciones Unidas (1945) constituye un nuevo intento de crear una sociedad internacional. De hecho, Naciones Unidas adoptó la mayoría de los principios y la estructura institucional de la Sociedad de Naciones. Dentro de la Escuela Inglesa tuvo lugar un debate clave: pluralismo vs solidarismo. El pluralismo refiere a sociedades internacionales con un grado relativamente bajo de normas, reglas e instituciones compartidas. El solidarismo refiere a tipos de sociedades internacionales con un grado relativamente alto de normas, reglas e instituciones compartidas. El debate gira en torno al modo en el que las sociedades internacionales se relacionan con la sociedad mundial y la cuestión principal ha sido de qué manera reducir la tensión entre las necesidades y los imperativos de los Estados y las necesidades e imperativos de la humanidad. Las necesidades de los Estados y de la humanidad están en conflicto tanto desde una perspectiva teórica como práctica –es decir, en el mundo real-. La mayoría de los académicos de la Escuela Inglesa trabajó dentro de ese debate, abordando como tema principal la tensión entre la primacía del orden y la justicia. Una de las cuestiones importantes del debate pluralismo-solidarismo gira en torno a la pregunta: en qué medida el derecho internacional debería incluir al derecho natural o derecho positivo. El derecho natural es una filosofía que reivindica la existencia de ciertos valores y derechos inherentes a la naturaleza y, en consecuencia, son considerados universales. Es decir, que el derecho natural hace referencia a la existencia de un conjunto de principios morales constantes considerados elementales para todos los seres humanos. El derecho positivo, considera que las leyes son hechas por los hombres para expresar un sentido de comunidad, de sociedad o de Estado. El debate 13 pone de manifiesto la tensión entre Estados que reclaman soberanía –a través del pluralismo- y la idea de derechos universales arraigados en la naturaleza humana –vía solidarismo-. Pluralismo y solidarismo, entendidos como posiciones opuestas, enmarcan el debate sobre los límites y las posibilidades de la sociedad internacional. Dicho debate ha buscado desentrañar el mejor modo de reconciliar los deseos y necesidades tanto de las personas como de los Estados. Y es, en ese sentido, una herramienta fundamental dentro de las TRRII que trabaja para encontrar modos de balancear poder, intereses, standaresde justicia y responsabilidades para hacer que una sociedad internacional funcione. Marxismo (Maïa Pal) El marxismo es un abordaje crítico que siempre cuestiona las políticas diseñadas por las recomendaciones del mainstream en la TRRII y, al mismo tiempo, es un abordaje clásico a partir de la tradición filosófica y sociológica inaugurada por Karl Marx (1818- 1883). De hecho, el marxismo es la única perspectiva teórica de las RRII que toma su nombre a partir de una persona en particular, a pesar que dentro del rango de grandes pensadores Marx no fue el más internacionalista de todos –ni sus trabajos ni los de Engels se ocuparon de la formación de los Estados ni de las relaciones entre ellos-. Lo que vinculó a Marx con las RRII fue la Revolución Industrial, como un evento del que Marx fue testigo y trató de entender. Él y Engels, desarrollaron un abordaje revolucionario y subrayaron conceptos que trascendieron las diferencias nacionales al mismo tiempo que proveyeron consejos prácticos acerca de cómo armar un movimiento de personas de carácter transnacional. Los trabajadores desde las fábricas alrededor del mundo –el proletariado- tuvieron que organizarse en un movimiento político revolucionario para contrarrestar los efectos desiguales y la explotación capitalista –que se aceleraron con la Revolución Industrial-. La existencia de vínculos potenciales entre la humanidad como un proletariado global es el modo a través del cual el marxismo ingresa en las RRII con un punto de vista diferente de las otras teorías. Los fundamentos del marxismo Todos los conceptos marxistas están conectados por un objetivo común: el incremento del bienestar de la humanidad y su entorno. Para entender el marxismo, es necesario comprender los elementos básicos de las innovaciones de Marx con respecto a los orígenes y el funcionamiento del capitalismo, los cuales pueden ocurrir en el plano doméstico e internacional de manera simultánea. Así, la contribución más importante del marxismo a las RRII es que ni el modo de producción capitalista ni el moderno sistema de Estados –que surgieron al mismo tiempo- son eventos estructurales o inevitables. Ambos son el resultado de condiciones históricas y de relaciones sociales particulares. El trabajo de los marxistas consiste en hacer un mapa y volver a trazar aquellas condiciones y relaciones sociales para averiguar cómo surgieron el modo de producción capitalista y el sistema de Estados –como dos caras de una misma moneda, como monedas diferentes o como diferentes tipos de cambio-. Los debates sobre el 14 grado de relación existente entre los dos mayores fenómenos históricos siguen vigentes y el logro del marxismo para las RRII ha sido hacer que dejemos de pensarlos por separado. El marxismo también nos advierte que ambos conceptos no sólo pueden ayudarnos a entender el mundo sino que nos ayuda a cambiarlo. Para explicar el marxismo en RRII, necesitamos comenzar con la teoría del desarrollo del capitalismo: el materialismo histórico. El materialismo histórico afirma que los seres humanos –incluidas las relaciones existentes entre ellos y el ambiente- están determinados por las condiciones materiales en las cuales éstos pueden sobrevivir y reproducirse. También sostiene que las condiciones materiales pueden ser cambiadas por las acciones de los hombres así como por eventos –pensar en el cambio climático por ejemplo- que dependen tanto de fenómenos físicos como de las acciones de los hombres. Es decir que, las condiciones materiales son históricas y pueden cambiar en función del tiempo y del lugar. Por eso, tales condiciones son dependientes de los procesos y de las ideas que las preceden –cómo el pasado pesa sobre el presente-. Un marxista podría sostener que las RRII no se tratan sólo de las Políticas Exteriores de los Estados o del comportamiento de los políticos sino de sobrevivir –o más genéricamente vivir-, y reproducir tecnología y trabajo. Si este razonamiento fuese correcto, encontraríamos que las separaciones entre política y economía, público y privado, son peligrosas porque esas categorías esconden los modos en los que los Estados y sus políticas exteriores se encuentran determinados por relaciones sociales y estructuradas por la economía global –como por ejemplo, las corporaciones multinacionales o las instituciones financieras internacionales-. En pocas palabras, el marxismo se pregunta qué es ‘lo internacional’ en las RRII y tiene una mirada crítica sobre las categorías de anarquía –del realismo y del liberalismo- y de la sociedad internacional –de la Escuela Inglesa- pues sostiene que todas ellas generan ilusiones o mitos sobre el mundo. Por ejemplo: para los marxistas la anarquía genera la ilusión de que existe una miríada de Estados que son agentes autónomos y que tienen un comportamiento racional y predecible. Esta visión ignora la importancia de las desigualdades regionales y los lazos estructurales e históricos entre los Estados, la violencia y el rol de los actores de la economía política global. La primera aplicación de las ideas marxistas para explicar los procesos internacionales la hicieron los comunistas como Rosa Luxemburgo, Rudolf Helferding y Vladimir Lenin en los inicios del SXX. Estos autores desarrollaron lo que nosotros conocemos como teorías ‘clásicas del imperialismo’ para entender el modo en el que el capitalismo se expandió y se adaptó a la rivalidad inter-imperial de la I Guerra Mundial y la lenta desintegración de los imperios europeos. En 1974, Immanuel Wallerstein desarrolló la ‘teoría del sistema mundo’ para incorporar los cambios que ocurrieron en las últimas décadas del SXX, poniendo en cuestión el modo tradicional de entender el imperialismo como un proceso conducido por el Estado. El planteo de Wallerstein utilizó unidades de análisis diferentes y adoptó una visión de largo plazo en la historia de los Estados y sus interacciones. El distinguió 3 grupos de Estados: el centro, la semi-periferia y la periferia. Su objetivo consistía en 15 entender cómo los Estados se habían desarrollado desde el SXVI en sus relaciones con entre ellos, creando relaciones de dependencia entre diferentes grupos de Estados en función de tipos específicos de sus economías y de su especialización industrial. Por lo tanto, estas relaciones de dependencia requerían que entendiéramos el mundo a través de unidades más amplias que los Estados. Esas unidades son los ‘sistemas mundos’ que le permiten abordar el dilema de por qué los Estados son todos capitalistas, aunque de maneras muy desiguales y diferentes. Dentro del sistema mundo, Wallerstein identifica tres grupos de Estados: centro, semi-periferia y periferia. Otra actualización influyente de las teorías clásicas del imperialismo es la vertiente neo gramcsiana del marxismo. Algunos piensan que el concepto de hegemonía de Antonio Gramsci es más útil hoy que el concepto de imperialismo, destacando dos cuestiones. Primero, que la dominación de algunos grupos de individuos –o grupo de Estados- sobre otros grupos también depende de factores ideológicos. En otras palabras, el capitalismo fue experimentado históricamente de diferentes maneras en el mundo y por eso las personas lo han entendido así –y han acordado resistirlo- por distintas vías. Segundo, las relaciones de dependencia y las unidades utilizadas para entenderlas son más variadas y fluidas que en la teoría del sistema mundo. Así, el capitalismo domina las relaciones sociales porque se reproduce a través de medios coercitivos y consensuales. El concepto de dominación fue utilizado para explicar por qué las personas educadas y los trabajadores organizados de la Europa Occidental no se unieron para romper sus cadenas tal como Marx y Engels lo habían pronosticado. El concepto neogramsciano de hegemonía centra su atención en el ‘consenso’ existente entre las clases transnacionales, las organizaciones internacionales y el derecho internacionalpara reproducir el capitalismo y sus desigualdades. La clase capitalista transnacional – dominada por las grandes potencias- forma una sociedad civil global que universaliza los ideales liberales en lugar de imponerlos a través de un proceso coercitivo – dominación- como sucedía en el imperialismo clásico y en el proceso de colonización. En suma, el marxismo se caracteriza por las interrelaciones pues es un pensamiento dialéctico. Para el marxismo, todos los conceptos reflejan relaciones sociales, pero las categorías adquieren una vida propia y con frecuencia ocultan esas relaciones sociales. Para no abusar de los conceptos es crucial comprender el mundo como un todo, en lugar de hacerlo solo sus partes individuales. La autora de esta sección afirma que la dialéctica es una forma de pensar que pone de relieve toda la gama de cambios e interacciones que ocurren en el mundo. Sin embargo, la Cátedra de Teoría de las Relaciones Internacionales subraya que la dialéctica pone de relieve, la contradicción inherente al tipo de relaciones que se reproducen en las relaciones sociales y, por ende, a nivel internacional. En consecuencia, no es la ‘variedad’ la característica distintiva de lo dialéctico –ya que son muchas las teorías que como la interdependencia y la de la complejidad desatacan la diversidad de interacciones- sino las contradicciones. Es decir que, lo que el marxismo propone es tomar las contradicciones y analizarlas dialécticamente –por ejemplo cuando señala que para haya ricos debe haber, 16 necesariamente, pobres o cuando los teóricos dependentistas afirman que países desarrollados y periféricos son dos caras de la misma moneda, entre muchas otras-.
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