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FIGURA 4-4 Niveles de compactación de la cromatina; A) fibra de 2 nm molécula de DNA, B) fibra de 10 nm: nucleosoma (esfera roja), C) fibra de 30 nm: solenoide o zigzag, D) fibra de 80 a 300 nm: primer dominio de asas o cromonema, E) fibra de 700 nm: cromátida, F) cromosoma metafásico de 1 400 nm. Nucleosoma. El primer nivel de condensación o nucleosoma está formado por una partícula corazón (por core particle en inglés) que se forma por un segmento de DNA de 146pb que rodea un octámero de histonas, también incluye un segmento de DNA de unión (DNA linker en inglés) de aproximadamente 60pb y una proteína H1 que se encuentra entre el octámero y el DNA de unión. La partícula core consta de un disco formado por un octámero de histonas, organizado en cuatro heterodímeros, dos de H2A-H2B y un tetrámero (H3-H4)2, la dimerización está mediada por sus dominios C-terminal, mientras que los N-terminal de cada histona forman una cola larga y flexible, susceptible de ser modificada para fines de regulación funcional. Las histonas son proteínas básicas ricas en arginina y lisina y positivamente cargadas, de manera que atraen al DNA cargado negativamente, el cual se enrolla sobre el disco proteico haciendo contacto por el surco menor, le dá 1.7 vueltas y continúa hacia el octámero siguiente; el resultado es una fibra de alrededor de 10 nm de diámetro, parecida a un rosario en donde el DNA que queda entre un nucleosoma y otro se denomina DNA de unión, su longitud varía de un tejido a otro y de una región cromosómica a otra de manera que el nucleosoma completo varía de 186 a 200 pb. Este DNA de unión interactúa con una quinta proteína histona, llamada H1, que interviene en el siguiente nivel de compactación, la fibra de 30 nm de diámetro. La modificación covalente de las colas N-terminal de los nucleosomas es muy importante en la regulación de la función del DNA, pero existen otras modificaciones del nucleosoma también relacionadas con su actividad. Las variantes de las histonas H2A y H3 que se encuentran en casi todas las células se han relacionado con funciones específicas, la variante H2AX, se encuentra sustituyendo a H2A en puntos específicos a lo largo de toda la cromatina, es una especie de sensor que cuando existe rotura del DNA se fosforila, se le llama entonces γ H2AX y sirve como señal para que la maquinaria de reparación del DNA se ubique en el sitio dañado; otras variantes de H2A están relacionadas con la actividad transcripcional del sitio en donde están localizadas, la H2AZ se encuentra en eucromatina y la macroH2A en heterocromatina facultativa sobre el cromosoma X inactivo. Entre las variantes de H3, una de ellas, la H3.3 está también relacionada con actividad transcripcional positiva y la otra tiene una función muy importante en la formación del cinetocoro sobre los cromosomas condensados y se le conoce como CENP-A. En general se puede decir que la asociación del DNA con histonas no tiene sólo una función estructural, sino que confiere a la cromatina la habilidad de regular la expresión génica y de señalizar y permitir la asociación con otros componentes celulares. El nucleosoma empaca la fibra de DNA en una razón de 7:1. Fibra de 30 nm. Aunque existe controversia sobre la presencia de la fibra de 30 nm en el cromosoma metafásico humano, esta configuración es la que prevalece en los núcleos en interfase y es altamente dinámica, puede transitar hacia la fibra de 10 nm cuando se encuentra de forma transcripcional activa. Existen dos modelos estructurales para este nivel de compactación de la cromatina, el modelo del solenoide y el del zigzag. La fibra de 30 nm de diámetro se forma a partir de la fibra de nucleosomas de 10 nm, por interacciones proteína-proteína de las histonas H1, que tienen la propiedad de formar agregados proteicos que acercan a los nucleosomas uno con otro para hacer una configuración de 6 a 8 unidades, que puede ser en espiral en el modelo del solenoide en donde el DNA de unión se curva o bien en zigzag en donde el DNA de unión está recto. La fibra de 30 nm se mantiene no sólo por la interacción entre proteínas H1, también se ha observado que es necesaria la interacción entre la cola de H4 de un nucleosoma y el dímero H2A-H2B del octámero contiguo. A este nivel, el DNA está empacado en una razón de 40:1. Dominios de asa. El siguiente nivel de compactación son los dominios de asa, el primero son las fibras de 80 a 100 nm o cromonemas, que pueden todavía encontrarse en cromatina de forma transcripcional activa, cada una de estas asas se forma porque la fibra de 30 nm, se ancla a un esqueleto de no histonas, que está formado en especial por dos proteínas: ScI y ScII (por Scaffold I y II), la primera de éstas se ha identificado como topoisomerasa II, a ellas se adhieren las fibras de 30 nm mediante regiones de DNA distribuidas de manera regular a lo largo del cromosoma y que se les conoce como regiones MAR o SAR (del inglés matrix attachment region o scaffold attached region) y con la participación del complejo proteico llamado condensina. Se propone que la topoisomerasa II actúa no sólo como proteína estructural, sino que puede desenrollar moléculas de DNA y regular su grado de superenrollamiento en las asas por lo que también puede intervenir en la regulación de las regiones de DNA que se transcriben. Nishino en 2012 sugiere que el cromosoma metafásico humano consiste de fibras de nucleosomas de 10 nm arreglados a manera de fractales, dejando en el centro a las condensinas; esto elimina a la fibra de 30 nm y a las estructuras de asas como parte del cromosoma metafásico humano, sin embargo debido a que si se han encontrado en otras especies y en otros estadios del ciclo celular, no se puede concluir que en humano no existan estas configuraciones en la condensación de la cromatina. Posterior a esta compactación cuando la célula entra en mitosis, la fibra de cromonemas se vuelve a condensar dejando en el centro el esqueleto de proteínas no histonas, para formar el cromosoma mitótico, en donde cada cromátida tiene alrededor de 1 µm de diámetro y empaqueta al DNA en una proporción de 10 000:1. Por último, con algunos métodos de tinción, se pueden encontrar a lo largo de cada cromosoma, dominios de cromatina que comparten características estructurales y funcionales, y constituyen segmentos cromosómicos suficientemente largos como para ser visualizados bajo el microscopio óptico como bandas cromosómicas. Eucromatina, heterocromatina e inactivación del X En 1928, Heitz notó que en el núcleo en interfase, después de la división celular, había algunos segmentos por lo general situados en la periferia nuclear, que permanecían muy condensados y presentaban una intensa tinción, diferente al resto de la cromatina; a estas regiones les llamó heterocromatina; al resto de la cromatina le denominó eucromatina. En la actualidad se sabe que la eucromatina se encuentra empaquetada laxamente por lo que en las micrografías fotónicas y electrónicas aparece como clara; el marcaje positivo con uridina tritiada indica que es muy activa en transcripción y se replica de forma temprana durante la fase S del ciclo celular. En la eucromatina se encuentran por lo general genes activos que se relacionan con las funciones celulares basales y propias de la especialización de la célula que se estudie. La heterocromatina tiene como principal característica que no transcribe y se encuentra altamente condensada; cuando se heterocromatiniza una región se tiene que condensar, para realizar la condensación se requiere de la transcripción de pequeños segmentos de las dos hebras del DNA que generan sRNA no codificantes o, ncRNA, como se transcriben las dos hebras, estos ncRNA son complementarios y forman RNA de doble hebra o dsRNA, el cual es procesado por la enzima Dicer que por una parte forma RNA de una sola cadena o ssRNA que interfiere con RNA mensajero naciente y por otra, recluta a la enzima SUV39H1, una metiltransferasa de histonas que metila la lisina 9 de la histona H3, esta enzima actúa sobreun segmento de cromatina laxa, genera H3K9met y en este segmento se recluta la proteína HP1, que compacta la cromatina y la vuelve heterocromatina. Existen dos tipos de heterocromatina: la constitutiva, que se encuentra como tal durante toda la vida de un organismo y la heterocromatina facultativa, que en un momento dado puede ser o haber sido eucromatina de acuerdo al estado de desarrollo ontogénico. Ambos tipos de heterocromatina comparten el tener una cromatina muy compacta, el tener una extremadamente baja tasa de transcripción y el replicar de forma tardía durante la fase S del ciclo celular. La heterocromatina constitutiva en humano tiene las siguientes características: a) nivel reducido de recombinación meiótica, b) baja densidad génica, c) inactivación de genes eucromáticos por efecto de posición, d) replicación tardía en fase S, e) extremadamente baja actividad transcripcional, es activa cuando se generan los ncRNAs que forman y mantienen la heterocromatina, f) enriquecimiento de secuencias de DNA satélites altamente repetitivos y remanentes de elementos transponibles. Se localiza en especial en los telómeros, en todas las regiones centroméricas y pericentroméricas de los cromosomas 1, 9,16 y en la región distal del cromosoma Y. Está formada por secuencias simples y altamente repetidas, llamadas satélites, que pueden ser α, β, I, II y III (figura 4-5A); su composición de bases siempre es rica en A-T, aunque las secuencias que componen los diversos bloques pueden diferir de un cromosoma a otro; de hecho los sitios heterocromáticos principales contienen DNA satélites específicos y reconocibles tanto química como citológicamente y en general no transcribe, razón por la cual puede existir una amplia variación en el tamaño de estas regiones, sin que afecte el fenotipo (figura 4-5B). FIGURA 4-5 Heterocromatina. A. Componentes de la heterocromatina constitutiva: a) en amarillo se marca la heterocromatina centromérica, b) en azul se marcan regiones pericentroméricas sobretodo de los cromosomas 1,9,16 y Y, ricos en DNA satélites I,II y III. B. Heterocromatina constitutiva revelada por bandas C, se observan polimorfismos de los bloques oscuros heterocromáticos entre cromosomas homólogos 1 y 9, C. Heterocromatina facultativa, el segundo cromosoma X de una mujer normal se observa como corpúsculo de Barr (flecha) adosado a la envoltura nuclear de una célula de descamación de mucosa bucal. Si se encontrara un gen en una de estas regiones, para activarse debe abandonar la heterocromatina y por el contrario cuando un gen activo se mueve -por lo general por translocación- a un sitio de heterocromatina, se inactiva; a este fenómeno se le llama efecto de posición y la heterocromatinización de la región eucromática termina hasta donde se encuentra un elemento barrera. A la heterocromatina constitutiva se le han adjudicado funciones de protección a regiones importantes dentro del cromosoma, como los centrómeros y telómeros. La heterocromatina facultativa, difiere de la constitutiva en que tiene secuencias similares al DNA activo y bajo condiciones celulares diferentes, los genes que contiene pueden estar activos o inactivos. Uno de los mejores ejemplos de heterocromatina facultativa es la que resulta de la inactivación de uno de los dos cromosomas X en las hembras de los mamíferos y tiene como función la compensación de dosis génica entre los dos géneros. En humanos, los cromosomas sexuales son heteromórficos, el cromosoma Y es muy pequeño y contiene muy pocos genes en especial para la diferenciación de los testículos y espermatogénesis, mientras que el cromosoma X es grande (5% del genoma haploide) y contiene cerca de dos mil genes; este desbalance en dosis génica entre varones y mujeres se ha resuelto silenciando de forma transcripcional mediante heterocromatinización a uno de los dos X. En las mujeres, un cromosoma X de cada célula se inactiva al azar, siguiendo la hipótesis de Lyon, que propone: 1. Durante la vida intrauterina de las mujeres, en etapa de blastocisto uno de los dos cromosomas X se inactiva. 2. La inactivación actúa al azar sobre cualquiera de los dos X: paterno o materno. Una vez que en una célula se inactivó alguno de los dos X, la inactivación es estable y heredable, de manera que éste continuará inactivo en todas las células que se deriven de ella. 3. El cromosoma X inactivo se reactiva durante la meiosis en las células germinales, por lo que ambos cromosomas X están activos en la ovogénesis y todos los gametos reciben un cromosoma X activo. El X inactivo se convierte en heterocromático, de manera que se condensa en interfase y forma el llamado corpúsculo de Barr (figura 4-5C), no transcribe y replica de manera tardía durante la fase S del ciclo celular. El cromosoma X no se inactiva por completo y algunos genes permanecen activos: a) genes de la región seudoautosómica, que tienen sus correspondientes alelos en el cromosoma Y y recombinan, b) genes localizados fuera de la región seudoautosómica tanto en Xp como en Xq, con alelos relacionados sobre el cromosoma X; estas dos clases de genes tienen dos copias activas tanto en varones como en mujeres, c) genes localizados sólo en el cromosoma X sin el alelo correspondiente en el Y, como el gen de la sulfatasa esteroidea, cuya deficiencia causa una forma de ictiosis ligada al X. La inactivación se lleva a cabo por un “switch” llamado centro de inactivación del X o Xic, que se encarga de mantener un cromosoma X activo por cada dos sets haploides. Se sabe que esta inactivación se acompaña de una falta de acetilación en la histona H4, trimetilación en lisina 27 de H3 (H3 K27me3), monoubiquitinación en lisina 119 de H2A (H2A K119ub1), así como por una metilación en las islas CpG, las cuales normalmente permanecen sin metilación en las regiones activas. Dentro de Xic, localizado en Xq13, se ha mapeado un gen llamado XIST, que se mantiene activo en el X inactivo y viceversa, por lo cual se piensa que este es el gen que dirige la inactivación. El RNA que transcribe tiene 17 kb, es poliadenilado, pero tiene varios codones de paro, lo que hace suponer que no codifica para una proteína, sino que realiza su función como RNA per se, ya que se expresa sólo en líneas que contienen más de un X, en células cromosómicamente normales es femenino- específico. El proceso de inactivación implica la interacción física de los Xic de ambos cromosomas X y después se identifican tres pasos: Primero: iniciación. En la iniciación varios sitios del locus Xic actúan: al inicio opera un mecanismo de conteo de cromosomas X, que asegura que sólo un X por set diploide se inactivará; participa una región de aproximadamente 20 pb que se encuentra hacia 3’ dentro de Xic. Una segunda función de la región Xic es la selección mecanismo que determina al azar cual cromosoma X que se inactivará (o se mantendrá activo), la selección se ha localizado en varios puntos dispersos dentro de Xic, en especial una región llamada Xce (por X choice element), y los loci TSIX (transcrito de la hebra complementaria de XIST), DXPas34 y XITE que participan en el proceso de selección. Segundo: dispersión. La señal de inactivación se dispersa en cis desde el centro de inactivación, hacia ambos lados y a lo largo de todo el cromosoma X, interviene el transcrito de XIST, pero no se ha detectado una secuencia blanco de este RNA, aunque se ha involucrado como punto de reconocimiento a las secuencias LINES, muy abundantes en el cromosoma X. Tercero: mantenimiento. El estado inactivo se mantiene en el X a través de la vida de esa célula y de sus descendientes. Para el mantenimiento se requieren otros factores que actúan en trans, es decir que provienen de fuera del cromosoma, entre otros las metilasas de DNA que metilan los promotores génicos, SAF-A (nuclear scaffold attachment factor A) que provee de una estructura proteica que estabiliza el silenciamiento y el grupo polycomb (PcG) que forman (H3 K27me3), (H2A K119ub1) y contribuyen al silenciamiento de genes HOX comoINK4. XIST está implicado en el proceso de iniciación, ya que su transcripción precede el inicio de la inactivación; también se piensa esté involucrado en la dispersión en cis de la inactivación a través del cromosoma X, pero debido a que la dispersión no es inmediata, se propone que no es el único factor involucrado. Por último, se sabe que este gen no se requiere para la etapa de mantenimiento de la inactivación, sin embargo, la región 5’ de XIST repetido A es importante para el silenciamiento génico, quizá por permitir la interacción de enzimas que metilan el DNA y que hacen un silenciamiento a largo plazo. Se piensa que todavía existen muchos factores no conocidos que colaboran con Xic para realizar la compensación de dosis génica entre sujetos XX y XY. Morfología y estructura de los cromosomas humanos Los cromosomas son la versión condensada de la cromatina nuclear; se observan durante la metafase y debido a que ya están duplicados constan de dos cromátidas, cada una de las cuales es una molécula compactada de DNA, tienen además un centrómero que las mantiene unidas y cada una tiene en los extremos un telómero (figura 4-6). FIGURA 4-6 A. Estructura de un cromosoma humano se observan: el centrómero con el cinetocoro tripartita que comprende la placa interna y externa en azul y la interzona clara, se observan también la corona fibrosa a la que se asocian proteínas como Ncd80 y cinesinas que ayudan al movimiento por microtúbulos; el telómero tiene en el extremo 3’ la secuencia TTAGGG monohebra que se internaliza para formar triple hélice y así proteger el extremo cromosómico. B. El cromosoma metafásico presenta normalmente dos cromátidas hermanas idénticas, unidas por el centrómero, hay tres diferentes tipos de cromosomas humanos mitóticos: a) metacéntrico; b) submetacéntrico; c) acrocéntrico. Note que el cromosoma acrocéntrico en sus brazos cortos presenta tallos (en donde se localizan las NOR) y satélites. Centrómero. El centrómero o constricción primaria es el sitio que mantiene unidas las cromátidas hermanas, es un sitio de vital importancia, ya que media la interacción entre el huso mitótico y el cromosoma durante la división celular. Dentro de la cromatina centromérica se encuentran secuencias de DNA de alrededor de 171 pares de bases arregladas en tándem y que se repiten entre 1 700 y 29 000 veces para conformar un centrómero, estas secuencias forman el DNA satélite, que en humano es primordialmente del tipo alfoide y se asocia con proteínas específicas del centrómero llamadas CENP. Dentro del monómero de 171pb, existe una caja de 17 pb que es el sitio de unión específico para la proteína CENP-B, que es una proteína estructural de la región del centrómero llamada cinetocoro, que es el sitio exacto en donde se unen los microtúbulos del huso; otra proteína centromérica CENP-C se asocia sólo a centrómeros activos. Una muy importante proteína del centrómero es una modificación de H3 llamada CENP-A, que es un tipo de histona exclusiva del centrómero. El cinetocoro es la región del centrómero que une microtúbulos, aparece bajo el microscopio electrónico en la superficie exterior de las cromátidas como un disco tripartita que comprende las placas interna y externa separadas por una interzona (figura 4-6A) y se asocia con múltiples proteínas que hacen que la segregación cromosómica sea precisa. Está compuesto por DNA centromérico y por diversas proteínas que pueden ser constitutivas o permanentes y facultativas y pasajeras (cuadro 4-1). CUADRO 4–1. Localización y función de las proteínas componentes del centrómero y cinetocoro Tipo de proteína Nombre Localización Función Constitutivas o permanentes* CENP-A CENP-B CENP-C CENP-D y G CCAN Cromatina centromérica Heterocromatina CEN Placa interna Placa interna Placa interna Determinación epigenética del centrómero Unión a DNA a-satélite y heterocromatinización Determinación epigenética del centrómero Estabilización del cinetocoro Determinación epigenética del centrómero Facultativas o pasajeras relacionadas con actividades motoras CENP-E y Complejo KMN Dineina/dinactina CLIP-170 MCAK INCENP Placa externa/ Corona fibrosa Corona fibrosa Corona fibrosa Heterocromatina CEN Placa interna Captura de microtúbulos (mt), congregación cromosómica Captura de mt, congregación cromosómica Captura de mt Captura de mt, progresión de anafase Segregación cromosómica y citocinesis Componente CPC. Alineación cromosómica, regulación de la segregación cromosómica y puntos de chequeo Facultativas o pasajeras relacionadas con puntos de chequeo Familias Mad/Bub HZW10 3F3/2 CENP-F Survivina Borealina Cinetocoros sin orientación bipolar Corona fibrosa Interzona Corona fibrosa Placa interna Placa interna Puntos de chequeo Puntos de chequeo Transición de metafase a anafase Puntos de chequeo Componente CPC. Alineación cromosómica, regulación de la segregación cromosómica y puntos de chequeo Componente CPC. Alineación cromosómica, regulación de la segregación cromosómica y puntos de chequeo Facultativas o pasajeras relacionadas con modificación de la cromatina Topoisomerasa II HP-1 SU(VAR) PARP-1 HMG-1 Aurora-B Matriz cromosómica Matriz cromosómica Matriz cromosómica Matriz cromosómica Matriz cromosómica Placa interna Modificación de cromatina Modificación de cromatina Modificación de cromatina Modificación de cromatina Modificación de cromatina Componente CPC. Condensación cromosómica, alineación cromosómica, regulación de la segregación cromosómica y puntos de chequeo * Las proteínas constitutivas forman parte del centrómero y se encuentran tanto en interfase como en mitosis, mientras que las proteínas facultativas en general forman parte del cinetocoro que se ensambla sólo durante la división celular o bien son proteínas reguladoras de la función apropiada del cinetocoro. CCAN comprende prácticamente todas las CENP- H-W. En la placa interna se encuentra CENP-A, que es la proteína que determina el centrómero y de hecho en ocasiones extraordinarias tiene la capacidad de formar neocentrómeros, independiente de las secuencias de DNA centroméricas canónicas. El DNA centromérico tiene asociación con otras proteínas CENP que van de la A-W y se les llama CCAN (constitutive centromere associated network), forman el centrómero que junto con HP1 se encuentra durante toda la vida celular y su función principal es el ensamblaje del cinetocoro el cual se encuentra sólo durante la división celular. En el cinetocoro las proteínas constitutivas forman la placa interna, CENP-A se encuentra de cara al cinetocoro y hacia el interior de la placa interna, de cara a la cromatina los nucleosomas tienen H3 canónica. En la placa externa y corona se encuentran además múltiples proteínas como el complejo KMN que consta de NDC80, hMis12 y Spc105, este complejo se asocia a CCAN y forma fibrillas que se unen directamente a los microtúbulos y a proteínas como BUB1 Y BUB1R, MAD1 Y 2, CENP-E, CENP-F, cinecina, dineína, CLIP-170, APC entre otras, que regulan la unión de los microtúbulos y su dinámica, así como la señalización del punto de chequeo de la adecuada unión del cromosoma al huso acromático. Algunas proteínas del centrómero se mueven, de la parte interna del centrómero metafásico a la zona media del huso y posteriormente a la corteza ecuatorial de la célula, en donde se forma el surco de división; estas proteínas son cuatro: INCENP, survivina, borealina y la enzima Aurora cinasa, ellas forman el complejo CPC (chromosomal passenger complex) y regulan procesos mitóticos clave, como la alineación de los cromosomas en la placa metafásica y su adecuada segregación. Telómero. Los telómeros son el final físico de los cromosomas, consisten de una secuencia básica TTAGGG repetida varios miles de veces, hasta hacer un segmento de aproximadamente 10 000 pb, que en el extremo 3’ de todos los cromosomas aparece como una monohebra (sin hebra complementaria), que se intercala en la última sección de la doble hélice para formar triple hélice y en algunoscasos hélice cuádruple (figura 4-6A). Estas terminales tienen la función de prevenir la fusión de las puntas de cromosomas entre ellas, ya que sin telómeros, los cromosomas se vuelven pegajosos; también sirven para proteger a los cromosomas de las nucleasas normalmente localizadas dentro de las células. Los telómeros como la última parte del cromosoma, presentan un reto a la replicacion debido a que esta se lleva a cabo en dirección 5’-3’ y requiere de un extremo OH-3’, no disponible en las hebras finales del cromosoma, de manera que los telómeros se conservan gracias a una enzima llamada telomerasa, que es una reverso-transcriptasa que agrega nuevas unidades de repetición al extremo 3’ de la hebra rica en G, utilizando como templete un RNA que es componente de la enzima. Los telómeros se van acortando gradualmente con el proceso de envejecimiento celular, se ha propuesto que la inestabilidad del telómero contribuye al proceso de envejecimiento. Así los cromosomas humanos contienen los elementos antes mencionados y pueden ser de tres tipos (figura 4-6B): metacéntricos, cuando presentan el centrómero en el centro, submetacéntricos, cuando está desplazado hacia un lado y tienen entonces brazos cortos (p) y brazos largos (q) y por último, los cromosomas acrocéntricos, que tienen el centrómero hacia un extremo, aunque no al final de las cromátidas, por lo que aún conservan brazos cortos, aunque muy pequeños. Los cromosomas acrocéntricos además se caracterizan porque en los brazos cortos presentan una constricción secundaria, que es un adelgazamiento de las cromátidas, formando una región llamada tallo y terminan con una pequeñísima región más gruesa llamada satélite. El tallo es el lugar en donde se localizan los genes del RNA ribosomal, durante la interfase se reúnen estos tallos para formar el nucléolo, por esta razón se les llama también regiones NOR (nucleolar organization region). Clasificación de los cromosomas humanos: cariotipo (figura 4-7) FIGURA 4-7 Cromosomas humanos con bandeo GTG, a nivel de resolución de 500 bandas. Los cromosomas se ordenan en grupos de la A a la G: A 1-3, B 4-5, C 6-12, D 13-15, E 16-18, G 21-22, X y Y. Para poder diferenciar cada uno de los pares cromosómicos se requiere de las técnicas de bandeo cromosómico, de las cuales la más utilizada es la de bandas G. Las técnicas de bandeo son sumamente útiles ya que han permitido identificar cada uno de los pares cromosómicos, y también detectar alteraciones cromosómicas. La especie humana en condiciones normales, cuenta con 46 cromosomas en cada una de sus células, éstos se ordenan de acuerdo a su tamaño y posición del centrómero en un cariotipo. Los cromosomas humanos se han clasificado en siete grupos en orden descendente de tamaño, del A al G (figura 4-7): grupo A. Consta de tres pares cromosómicos, 1, 2 y 3 y son los de mayor tamaño. Los pares 1 y 3 son metacéntricos, mientras que el 2 es submetacéntrico. Grupo B. Son los pares 4 y 5, ambos submetacéntricos. Grupo C. Es el grupo más numeroso, en él se encuentran los pares del 6 al 12, todos son submetacéntricos de tamaño medio. Grupo D. Consta de cromosomas acrocéntricos de tamaño mediano, son los pares 13, 14 y 15. Grupo E. Son los pares 16, 17 y 18. El par 16 es metacéntrico y los pares 17 y 18 son los submetacéntricos más pequeños de la especie humana. Grupo F. Consta de los pares 19 y 20, son metacéntricos muy pequeños. Grupo G. Pares 21 y 22, que son acrocéntricos y los más pequeños del complemento cromosómico humano. Todos los cromosomas anteriores se denominan autosomas y los del último par son los sexocromosomas, XX para la mujer y XY para el varón. No se consideran dentro de ninguno de los grupos A-G. Ver: http://www.pathology.washington.edu/ galleries/Cytogallery/. Página que muestra cariotipos humanos con diversas metodologías de bandeo. ALTERACIONES CROMOSÓMICAS Las alteraciones o aberraciones en el cariotipo humano son observadas en 0.6% de los recién nacidos vivos y pueden condicionar cuadros con repercusión clínica muy importante, que por lo general incluyen retraso mental y del crecimiento, así como diversos defectos congénitos. En etapa prenatal son una de las causas más frecuentes de pérdidas gestacionales; prácticamente la mitad de los productos de aborto espontáneo de primer trimestre tendrán una alteración cromosómica detectable por cariotipo. Las alteraciones cromosómicas se clasifican en trastornos en el número y alteraciones en la estructura. Alteraciones cromosómicas numéricas Poliploidías. El número haploide de cromosomas en el humano es de 23, representado como “n”. Las euploidias corresponden a las variaciones en el número normal de cromosomas (2n), pero que son múltiplos del número haploide, es decir triploidía (3n), tretraploidía (4n), pentaploidía (5n), entre otros y se denominan en general poliploidías. La triploidía es la poliploidía más frecuente observada y se identifica después de una pérdida gestacional, ya que 7.5% de todos los abortos espontáneos tienen cariotipo 69, XXX, 69, XXY o 69 XYY. Rara vez un producto triploide llega al tercer trimestre de la gestación y cuando sucede es muy probable que se obite o muera en etapa neonatal. Los casos que llegan a término o sobreviven posnatalmente, de manera habitual son mosaicos celulares con una línea diploide normal. Los mecanismos citogenéticos que llevan a la triploidía son los fenómenos de diginia y diandria. La diginia ocurre cuando un espermatozoide haploide normal fertiliza un óvulo con doble contribución genética debido a que incorpora su segundo cuerpo polar al núcleo (figura 4-8). Aunque los productos triploides por diginia tienen más probabilidades de sobrevivir que los triploides por diandria, tienen consecuencias graves como retraso grave en el crecimiento intrauterino con macrocefalia relativa, placenta muy pequeña y oligohidramnios. La diandria ocurre cuando un óvulo haploide es fertilizado de forma simultánea por dos espermatozoides (o rara vez por uno diploide), esta triploidía produce con frecuencia molas hidatiformes incompletas, lo que tiene consecuencias clínicas también para la madre, produciendo incremento de hormona gonadotropina coriónica humana en suero, riesgo de preeclampsia y de coriocarcinoma (0.5%). El feto presenta crecimiento muy restringido, además de múltiples malformaciones y oligohidramnios. FIGURA 4-8 A. Fertilización normal, durante la cual se elimina el segundo corpúsculo polar. B. Diginia; el complemento cromosómico del corpúsculo polar se incorpora al óvulo fecundado obteniendo un cigoto triploide. C. Diandria por dispermia; dos espermatozoides fecundan un óvulo, más raro es el fenómeno de fertilización por un esperma diploide. Como se mencionó, los productos con una línea celular diploide (mosaicismo 3n/2n) tienen mayor sobrevivencia, aunque su fenotipo también es anormal e incluye sindactilia parcial en manos y pies, pie equino varo, asimetría corporal, alteraciones pigmentarias en piel y retraso psicomotor. Individuos 69,XXY/46,XX pueden presentar ambigüedad genital. Se debe destacar que habitualmente sólo es posible evidenciar la línea triploide mediante cariotipo en piel, ya que el cariotipo en sangre suele ser normal. Los mecanismos por los que se puede generar este mosaicismo son errores durante las primeras divisiones del cigoto, conocidos como diginia o diandria retardada o tardía, durante las cuales el cuerpo polar o un segundo pronúcleo espermático son incorporados de manera tardía en una de las blastómeras. Por otro lado, también se ha evidenciado el quimerismo como causa de productos con ambas líneas celulares. La tretraploidía (4n) es aún más rara que la triploidía, ésta se origina por el fenómeno de endorreduplicación, cuando después de la mitosis no se completa la división citoplásmica, quedando la célula con el doble de material genético. Esta explicación es apoyada por el hecho de que los cariotipos tetraploides son 92, XXXX y 92, XXYY. Aneuploidías. En éstas, el desbalance consiste por logeneral en la ganancia o pérdida de cromosomas individuales. Estas aberraciones cromosómicas son más frecuentes que las euploidías y con mayor significado clínico, ocurren en 3 a 4% de todos los embarazos reconocidos. Se denomina trisomía a la ganancia de un cromosoma y monosomía a su pérdida, la tetrasomía ocurre cuando se ganan dos cromosomas de un mismo par. Las monosomías tienen consecuencias muy graves y la mayoría son letales, la excepción a la regla la constituye la monosomía X (Síndrome de Turner). Por otro lado la trisomía del cromosoma 16 es de las más frecuentes relacionada a abortos espontáneos de primer trimestre. Las pérdidas o ganancias que no son de cromosomas completos se denominan monosomías o trisomías parciales, estas forman parte de las aberraciones estructurales. La aneuploidía de cromosomas completos se originan en especial por la no disyunción meiótica, que se refiere a la falta de separación de los cromosomas bivalentes homólogos durante la anafase en meiosis I, o de las cromátidas hermanas durante meiosis II. Si la no disyunción ocurre en meiosis I, se pueden generar dos gametos disómicos y dos gametos nulisómicos (figura 4-9), por otro lado si la no disyunción ocurre en meiosis II se pueden generar dos gametos normales (monosómicos), un gameto disómico y un gameto nulisómico (figura 4-10). Después de la fertilización, un gameto nulisómico dará origen a un producto con monosomía y un gameto disómico a un producto con trisomía. Se conoce que la no disyunción materna en meiosis I es el origen más común de las aneuploidías en el humano, y que el riesgo de no disyunción se relaciona significativamente con la edad materna, con un incremento leve en madres muy jóvenes y un gran incremento a partir de los 35 años. Existe evidencia de que la ausencia de recombinación durante meiosis I entre cromosomas homólogos (meiosis aquiasmática) o la recombinación muy distal o telomérica predispone a la no disyunción, y que este tipo de recombinaciones pueden suceder de manera azarosa e independiente de la edad (figura 4-11). Sin embargo la capacidad de reconocer estas configuraciones quiasmáticas anormales e impedir la mala segregación cromosómica si parece afectarse con el paso del tiempo. Por otro lado, la recombinación muy cercana al centrómero favorece la no disyunción tanto en meiosis I como en meiosis II, la cual también se asocia a envejecimiento (figura 4-11). Se ha postulado que estos quiasmas proximales pueden causar la separación prematura de las cromátidas hermanas, en el contexto de proteínas del complejo de cohesión centromérica degradadas por edad. Sin embargo, parejas jóvenes que han tenido un producto aneuploide, tienen un riesgo de recurrencia más elevado que el esperado para un fenómeno accidental, y el riesgo se incrementa no sólo para la misma trisomía (situación que pudiera explicarse en parte por mosaicismo gonadal en alguno de los padres), por lo que deben existir otros factores independientes de la edad, que condicionen riesgo para no disyunción. Aunque este campo aún se encuentra en investigación, como factores genéticos predisponentes, se han evidenciado algunos polimorfismos en el gen de la metilentetrahidrofolato reductasa, asociados con riesgo para pérdidas gestacionales aneuploides. Con respecto a posibles factores ambientales, estos deben existir pero se encuentran aun menos clarificados. FIGURA 4-9 Fenómeno de no disyunción durante meiosis I en gametogénesis masculina, se obtendrían dos gametos nulisómicos y dos gametos disómicos para un cro-mosoma determinado. FIGURA 4- 10 No disyunción en meiosis II masculina, dos gametos resultantes son normales, uno nulisómico y uno disómico. FIGURA 4-11 Se ilustra cómo la posición de los quiasmas puede predisponer a una mala segregación durante la meiosis de cromosomas acrocéntricos. A. Recom-binación y meiosis I normal. B. Meiosis I aquiasmática. C. Recombinación telomérica que disminuye la cohesión entre los bivalentes originando una separación prematura y mala segregación. D. Quiasma muy cercano al centrómero que puede predisponer a una falla en la separación de los homólogos en meiosis I (izquierda), o la división prematura de centrómeros con mala segregación en meiosis II (derecha). La trisomía 21 es la condición aneuploide más frecuente y la más caracterizada a nivel citogenético; de los casos de trisomía 21 regular (aquellos con tres cromosomas 21 libres) 95% se deben a no disyunción materna y de éstos 80% suceden durante meiosis I. La relación entre edad materna avanzada y riesgo para síndrome de Down está bien establecida, y parejas jóvenes con un producto previo afectado tienen 1% de riesgo de recurrencia en contraste al 0.14% de la población general. La no disyunción puede suceder también durante las primeras divisiones mitóticas del cigoto, lo que da origen a mosaicos celulares. Si ocurre en la primera división se producen dos líneas, una con monosomía (45 cromosomas) y la otra con trisomía (47 cromosomas). Si el error es posterior, se producen tres líneas; monosómica, trisómica y la línea original disómica (figura 4-12). Se debe aclarar que la condición monosómica por lo general es incompatible con la supervivencia celular normal, por lo tanto, en el cariotipo de pacientes con mosaicismo pudiera detectarse sólo la línea normal y la trisómica. Una excepción a esta regla son los mosaicos de cromosomas sexuales. FIGURA 4-12 No disyunción poscigótica. A. Si ocurre en la primera división mitótica se generan dos líneas celulares anormales. B. Cuando ocurre en divisiones posteriores, además de las líneas trisómica y monosómica, se mantiene la línea normal. Otro error caracterizado en las primeras divisiones mitóticas es el rezago anafásico, en el cual uno de los cromosomas se pierde como partícula, originando una célula hija con monosomía y la otra célula con un complemento cromosómico normal. El rezago anafásico también puede “rescatar” un cigoto trisómico cuando, debido a este error, una de las células hijas recupera el complemento normal. Por tanto, el rezago anafásico también es causa de mosaicismo (y de disomía uniparental, como se verá adelante). Cabe destacar que algunas aneuploidías autosómicas sólo son compatibles con la vida postnatal en este estado. Ejemplos bien conocidos son la trisomía 8 y la trisomía 9 en mosaico. La aneuploidías originadas por no disyunción o rezago anafásico en etapas muy tempranas se consideran constitucionales, ya que conforman el material genético propio del individuo, pero también se pueden adquirir a lo largo de la vida, en tejidos con una tasa elevada de recambio celular. Estas aneuploidías somáticas pueden ser muy variadas y son observadas en la mayoría de los tipos de cáncer, dada la inestabilidad genómica de las células con esta condición. El estudio de las aneuploidías, por lo tanto, no se restringe a los síndromes cromosómicos malformativos y a las pérdidas gestacionales. Aberraciones cromosómicas estructurales Las alteraciones estructurales pueden ser balanceadas o desbalanceadas (con ganancia o pérdida de material cromosómico) con respecto a la cantidad de material genético. Por lo general se forman por rotura de doble hebra del DNA en diferentes puntos del genoma y su posterior reunión, la cual se lleva a cabo en una posición diferente a la original incluso dentro del mismo cromosoma. La pérdida de material tiene efectos más devastadores en el producto comparado con la ganancia de material cromosómico, pero casi invariablemente los desbalances cromosómicos causan abortos, aunque algunos pueden ser compatibles con viabilidad intrauterina y otros con un producto a término con diferentes anormalidades. Dentro de las principales alteraciones estructurales se encuentran (figura 4-13). FIGURA 4-13 Se muestran esquemas de las diferentes alteraciones cromosómicas tipo estructural. Deleciones. Existe pérdida de material cromosómico y se distinguen en: a) Terminales, pérdida de un extremo de uno de los brazos cromosómicosy la subsecuente regeneración telomérica; b) intersticiales, pérdida de un segmento dentro de uno de los brazos de un cromosoma (se genera por dos roturas en un brazo) y reunión de extremos. Duplicaciones. Representan ganancia de material cromosómico, cuando la ganancia se encuentra contigua al segmento de origen se le conoce como duplicación en tándem y pueden distinguirse en tándem directa o inversa, si conserva la dirección de la información original o si cambia (invierte) el sentido de la misma. Las deleciones y duplicaciones pueden generarse por una recombinación desigual que condiciona monosomías y trisomías parciales. Anillos. Son cromosomas circulares que se originan por la pérdida de los extremos terminales de ambos brazos y la subsecuente reunión de los segmentos rotos, céntrico cuando contiene centrómero y acéntrico cuando carece de él (en estos casos se perdería en la siguiente división celular). Sin embargo, los anillos pueden formarse con la fusión de los telómeros sin pérdida de regiones subteloméricas y por consiguiente sin anormalidades clínicas. Se han reportado anillos en todos los cromosomas pero los más involucrados son: 13 y 18, las consecuencias dependen de las deleciones implicadas, o en otros casos, como trisomía parcial cuando se presentan como supernumerarios; sin embargo son inestables en mitosis debido a los errores que pueden ocurrir en la separación de las cromátidas y como consecuencia pueden variar en número y tamaño lo que provoca un mosaico celular dinámico, compuesto por células con anillo, sin él, con dos anillos entrelazados o incluso con un anillo doble, con frecuencia esto se observa en casos de mosaicismo pigmentario. Cromosomas marcadores. Son pequeños cromosomas cuya identificación se complica debido a su tamaño y morfología, por lo general contienen una pequeña porción de material alrededor del centrómero en algunas ocasiones tienen genes funcionales y se presentan de manera supernumeraria. Isocromosoma. Se refiere a un cromosoma que muestra una imagen en espejo de dos brazos cromosómicos iguales a ambos lados del centrómero. Este cromosoma puede ser supernumerario provocando una tetrasomía del brazo cromosómico involucrado, o bien, puede formar parte de los 46 cromosomas, lo cual provocaría una trisomía parcial y la monosomía respectiva o estar presente en un cariotipo de 45 cromosomas lo cual genera nulisomía de brazo faltante. El mecanismo por el cual se originan estos cromosomas es rotura y fusión de las cromátidas hermanas de un cromosoma duplicado, involucrando el centrómero, también se propone la división horizontal del centrómero conocida como fisión centromérica, ambos mecanismos provocan que el brazo p o q de un cromosoma formen el cromosoma en espejo y dan lugar a un i(p) o un i(q); esta alteración puede ser meiótica o poscigótica. Un isocromosoma puede ser isodicéntrico, el cual posee dos centrómeros, por lo general sólo un centrómero estará activo, en este caso si el origen fue por rotura y reunión de cromátidas hermanas, ambos puntos de rotura se ubican en el brazo p o q inmediatamente después del centrómero, a diferencia del monocéntrico en el cual las roturas estarían una antes y otra después del centrómero. Es importante también mencionar que algunos isocromosomas del 21q se han identificado como translocaciones entre cromosomas homólogos y no entre cromátidas hermanas. Inserción. Cuando un fragmento de un cromosoma se integra en otro; requiere por lo menos de tres puntos de rotura, los primeros dos crearán el fragmento que después se insertará en donde se realice el tercer punto de rotura en el cromosoma receptor. Esta serie de eventos se puede llevar a cabo entre dos diferentes cromosomas (intercromosómica) en donde hay un cromosoma donador y un cromosoma receptor o bien en una región diferente dentro del mismo cromosoma (intracromosómica). El fragmento puede ser insertado con la misma orientación con respecto al centrómero, se le llama inserción directa (ins dir) o bien en posición invertida conocido como inserción invertida (ins inv). Como en estos eventos no hay un fragmento recíproco del otro cromosoma involucrado, por lo general el desbalance origina trisomías o monosomías puras. Para que un cromosoma con inserción se aparee durante la meiosis, se forma un asa con el segmento insertado de manera que los homólogos pueden aparearse casi sin problema; sin embargo, al llevarse acabo la segregación de las tétradas de éstos cromosomas existen cuatro posibilidades de producción de gametos: a) gametos con cromosomas normales; b) con cromosomas genéticamente balanceados, pero con la inserción en un homólogo y la deleción en el otro; c) cromosomas desbalanceados con la inserción en uno de ellos (duplicación de la región involucrada) lo cual generará un embrión con trisomía parcial luego de la fecundación; y d) cromosomas con la deleción del segmento fragmentado en uno de ellos, lo cual dará lugar a un producto con una monosomía parcial. Inversiones. Rearreglos estructurales intracromosómicos que requieren de dos puntos de rotura dentro del mismo cromosoma para generar un segmento que gira 180°. Cuando el segmento invertido involucra al centrómero se le conoce como inversión pericéntrica, esto da lugar a modificaciones en la dirección del patrón de bandas y en la morfología del cromosoma con respecto al centrómero. Las inversiones cuyos puntos de rotura no involucran la región del centrómero se conocen como paracéntricas, estas últimas cambiarán el patrón de bandas (en cuanto a la dirección original de la información) pero no la morfología del cromosoma respecto a la posición centromérica. Por lo general las inversiones son simples, es decir sin ningún otro evento asociado; sin embargo, puede encontrarse otro rearreglo dentro del mismo cromosoma y se le denomina inversión compleja. Las inversiones cromosómicas no generan desbalance genómico, pero si alguno de los puntos de rotura ocurre al interior de un gen, esta alteración balanceada puede generar un fenotipo anormal. Se estima que las inversiones pericéntricas se encuentran con una frecuencia de entre 0.12 y 0.7% de la población; mientras las paracéntricas con 0.1 a 0.5% de los individuos. Las inversiones cuyos puntos de rotura se encuentren dentro de las regiones heterocromáticas de los cromosomas 1, 9, 16 y Y, se consideran como polimorfismos normales del cariotipo. Los portadores de las inversiones producen gametos desbalanceados como consecuencia de la recombinación entre homólogos durante la meiosis. Para que se lleve a cabo el entrecruzamiento con un homólogo invertido es necesario que se forme una estructura de lazo en donde el bivalente se alinea por homologías y cuando hay recombinación dentro del lazo, se generan dos nuevos cromosomas recombinantes: si se trata de una inversión pericéntrica (figura 4-14A) un cromosoma tendrá una duplicación de la región distal del brazo corto, con la respectiva deleción en el brazo largo y el otro tendrá duplicación del brazo largo y deleción del brazo corto, si existe fecundación esto dará lugar a cigotos con trisomías y monosomías parciales. Si la inversión es paracéntrica, las consecuencias son aún más deletéreas puesto que se generan un cromosoma dicéntrico y un acéntrico, (figura 4-14B), éste último no es viable debido a que no posee el punto de anclaje para el huso mitótico; mientras que los cromosomas dicéntricos durante la meiosis pueden seguir tres caminos: el primero es que el cromosoma dicéntrico se dirija hacia una célula hija; el segundo es que al unirse ambos centrómeros al huso mitótico, éste jale en direcciones opuestas y haga que el cromosoma se rompa; y el tercero es que las fuerzas sean tales que no se logre ir hacia uno u otro polo de la célula y quede suspendido y excluido de los núcleos de las células hijas; todo lo anterior puede producir un cigoto con duplicaciones y deleciones parciales del cromosoma. FIGURA 4-14 Apareamiento en paquiteno de una inversión. A. Pericéntrica. B. Paracéntrica y los posiblesgametos que se originan cuando existe recombinación entre cromátidas normales e invertidas. Las inversiones pericéntricas en los cromosomas sexuales tienen diversas implicaciones. Cuando estos rearreglos ocurren en el cromosoma X los puntos de rotura pueden localizarse en regiones críticas las cuales generen un fenotipo anormal en los portadores (varones o mujeres); aunque en el caso de las mujeres se pueden disminuir los riesgos al inactivar selectivamente el cromosoma X invertido, las regiones que escapan a esta inactivación pueden ser las causantes de un fenotipo alterado. La inversión pericéntrica del cromosoma Y, es muy poco común y por lo general no tiene efectos adversos, incluso la meiosis ocurre de manera habitual. Translocaciones. Involucran el intercambio de dos segmentos cromosómicos entre dos o más cromosomas. Las translocaciones recíprocas se presentan con una frecuencia de 1/673-1/1000, se generan por roturas en dos diferentes cromosomas, seguidas por un intercambio de material entre los dos cromosomas involucrados, por lo general no homólogos. Los cromosomas originados por el rearreglo reciben el nombre de derivativos y se identifican según el centrómero que poseen. Cuando una alteración balanceada como las inversiones o las translocaciones recíprocas se asocian con un fenotipo anormal, puede deberse a alguna de estas causas: a) los puntos de rotura se localizan dentro de un gen y esto altera la secuencia natural del mismo y por lo tanto su expresión; b) formación de genes quiméricos; c) el gen puede estar intacto pero al modificar su posición dentro del cromosoma puede cambiar su expresión por efecto de posición, ya sea por estar cercano a una región heterocromática que lo pueda silenciar o d) por depender de otros promotores, factores reguladores o ambos que no sean los propios. Los portadores de anomalías cromosómicas balanceadas se detectan en etapa reproductiva, por lo regular al presentar abortos recurrentes, infertilidad o debido a la presencia de un producto malformado. La razón de que este tipo de alteraciones se detecten en etapa reproductiva, se debe a que en meiosis los dos pares cromosómicos deben aparearse y llevar a cabo la recombinación, la manera en la que los dos pares cromosómicos (un par de cromosomas normales y un par de cromosomas derivativos) se aparean es formando una cruz en paquiteno (cuadrivalente), en la cual los cromosomas involucrados aparean segmentos homólogos y es posible continuar con el proceso meiótico. La distribución de los cromosomas homólogos depende de la unión de los microtúbulos del huso mitótico al cuadrivalente y dependiendo del número de cromosomas que se distribuyen entre las células hijas, resultan tres tipos de segregaciones: a) segregación 2:2, cuando se distribuyen dos cromosomas a cada una de las células hijas; b) segregación 3:1, tres cromosomas a una célula y sólo uno a la célula hermana; y c) segregación 4:0, los cuatro cromosomas involucrados en la translocación a una célula y ningún cromosoma a la célula hermana. Tipos de segregación 2:2. 1) Alterna. Cromosomas normales a una célula y cromosomas derivativos a otra. 2) Adyacente 1. Se distribuyen los cromosomas adyacentes en la cruz con centrómeros no homólogos a cada una de las células. 3) Adyacente 2, segregación de cromosomas adyacentes en la cruz de paquiteno con centrómeros homólogos. Segregación 3:1. 1) Terciaria, segregación de los cromosomas normales y un derivativo a una célula; y el otro derivativo a la célula hermana. 2) Intercambio, en una célula se distribuyen los cromosomas derivativos y un normal; y en la célula hermana se segrega sólo el otro cromosoma normal. Como se observa en la figura 4-15, los gametos que se producen en meiosis en portadores de una translocación tienen diferentes desbalances, trisomías y monosomías parciales, mientras que en el caso de una segregación 3:1 tipo intercambio pueden originar productos con trisomías completas (figura 4-15).
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