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17 Terminología diagnóstica y descriptiva Objetivos dentales: • Reconocer, defi nir y usar términos diagnósticos que describen: a. Lesiones coloreadas o texturizadas que pueden presentarse en la piel y mucosa bucal. b. Lesiones que denudan epitelio. c. Lesiones asociadas con reacciones infl amatorias. d. Hendiduras y cavidades en la piel y mucosa bucal. e. Lesiones elevadas sólidas en la piel y mucosa bucal. f. Lesiones llenas de líquido en la piel y mucosa bucal. • Reconocer características clínicas de la piel y mucosa asociadas con enfermedades infecciosas e infl amatorias. • Reconocer características clínicas de enfermedades benignas y malignas. Objetivos de higiene dental: • Defi nir la terminología descriptiva presentada en esta sección. • Uso de terminología descriptiva de esta sección para describir y documentar con precisión los datos bucales y extrabucales en una situación clínica. 18 Mácula (figuras 8-1 y 8-2). Una mácula es una pequeña área confi nada de epidermis o mucosa, se diferencia del color de su entorno. Por defi nición mide < 1 cm de diámetro. La mácula puede aparecer aislada o en grupos, como una tinción o mancha roja, azul, parda o negra que no está elevada ni deprimida. Una mácula puede representar una situación normal, una variante de lo normal, o una enfermedad local o sistémica. El término mácula es usado para describir desde el punto de vista clínico los siguientes trastornos: mácula melanótica bucal, efélides, tatuajes por amalgama, tatuajes con tinta china o lápiz y argirosis focal. El color y forma de la mácula ayudan en el diagnóstico. Los trastor- nos que aparecen como máculas se exponen en detalle bajo “lesiones pigmentadas” (fi guras 66-1 a 66-8). Mancha (figuras 8-3 y 8-4). Una mancha es un área circuns- crita, que es más grande que una mácula, y es diferen- ciada de la epidermis circundante por color o textura, o ambas cosas. Como la mácula, la mancha no es elevada ni depri- mida. La argirosis focal, liquen plano, mancha mucosa de la sífi lis secundaria y la mancha del inhalador de rapé, repre- sentan lesiones similares a manchas que pueden verse de forma intrabucal. Los trastornos que aparecen como manchas se exponen en detalle bajo “lesiones blancas” (fi guras 57-1 a 59-8), “lesiones pigmentadas” (fi guras 66-1 a 68-8), y “trastornos de transmisión sexual” (fi guras 80-1 a 82-8). Erosión (figuras 8-5 y 8-6). Erosión es un término clínico que describe una lesión de tejido blando, en la cual la piel o mucosa se denudan (es decir, el epitelio se desgasta o des- truye). Las erosiones son húmedas y levemente deprimi- das, y con frecuencia son el resultado de la rotura de una vesícula, rotura epitelial o traumatismo. En el área erosio- nada, el epitelio situado por encima de la capa de células basales (capa por encima del tejido conectivo o dermis) está perdido. La reparación rara vez da como resultado cicatrización, porque la capa basal del epitelio permanece intacta. El pénfi go, liquen plano erosivo (gingivitis desca- mativa) y el eritema multiforme, son enfermedades que producen erosiones mucocutáneas. Los trastornos que apare- cen como erosiones se exponen en detalle bajo “lesiones vesiculobulosas” (fi guras 72-1 a 76-8). Úlcera (figuras 8-7 y 8-8). Una úlcera es una lesión como un cráter de la piel o mucosa bucal. Es el término usado para describir una herida descubierta de tejido cutáneo o mucoso, que exhibe destrucción gradual de tejido, y necrosis. Con frecuencia el reborde de la úlcera mucosa es redon- deado, pero puede ser irregular. Las úlceras se extienden más profundamente que las erosiones, desde más allá de la capa basal del epitelio hasta el interior de la dermis (tejido conectivo). La curación de una úlcera puede ser seguida cicatrización. Las úlceras pueden ser el resultado de traumatismos; estomatitis aftosa; infecciones por virus, como el herpes simple, viruela, varicela-zóster (viruela loca); cáncer; o enfermedades granulomatosas. Las úlce- ras suelen ser dolorosas, y de manera habitual requieren tratamiento medicamentoso, tópico o sistémico. Los tras- tornos que aparecen como úlceras se exponen en detalle bajo “lesiones vesicobulosas” (fi guras 72-1 a 76-8) y “lesiones ulcerosas (fi guras 77-1 a 79-8). TERMINOLOGÍA DIAGNÓSTICA Y DESCRIPTIVA 20 TERMINOLOGÍA DIAGNÓSTICA Y DESCRIPTIVA Roncha (figuras 9-1 y 9-2). Una roncha es un área elevada, de tejido hinchado (edema) localizado. Esta pápula o placa de superfi cie lisa, es el resultado de la extravasación aguda de suero a la dermis superfi cial. Por lo general, las ronchas son de color rojo pálido, pruriginoso y de corta duración. Por defi nición están sólo levemente elevadas y varían en tamaño; ocurren con más frecuencia en personas con alergias. La roncha se desarrolla como resultado de la liberación de histamina de células cebadas o activación de la cascada del complemento. Las ronchas son un signo de una reacción alérgica, que se desarrolla poco tiempo después de piquetes de insectos, consumir un alimento particular o una irritación mecánica (como la que ocurre en los pacien- tes con dermatografía). Las ronchas por lo general son muy pruriginosas. Los trastornos que aparecen como ron- chas se exponen en detalle bajo “reacciones alérgicas” y “lesiones vesiculobulosas” (fi guras 74-1 a 78-8). Cicatriz (figuras 9-3 y 9-4). Una cicatriz es una marca o cicatri- zación que permanece después de que una herida se repara. Estas lesiones son signos visibles de reparación de una herida, e indican una rotura previa de la integridad de la epidermis y dermis, y curación del epitelio con tejido fi broso (colágeno conectivo). Las cicatrices se encuentran con poca frecuencia en la cavidad bucal, porque el tejido de la boca es elástico y tiene menor tendencia a formación de cicatrices que la piel; cuando ocurren, pueden ser de cual- quier forma o tamaño y no son idénticas al tejido que las rodea. Desde el punto de vista histológico son más densas que el epitelio adyacente, carecen de glándulas sudorípa- ras (o salivales) y tienen menos vasos sanguíneos. La cirugía bucal, quemaduras o traumatismos intrabucales, pueden producir una cicatriz. Las cicatrices se exponen en detalle bajo “lesiones blancas” (fi guras 58-3 a 58-6). Fisura (figuras 9-5 y 9-6). Una fi sura es una hendidura o surco lineal, normal o anormal, en la epidermis (piel o mucosa), que afecta la lengua, labios y tejidos peribucales. La presen- cia de una fi sura puede indicar una situación que representa una variante de lo normal o una enfermedad. Las fi suras asociadas con enfermedades, se producen cuando orga- nismos patógenos infectan la fi sura causando dolor, ulce- ración e infl amación. La lengua fi surada es un ejemplo de una variación de lo normal, que se asocia con resequedad de la boca y deshidratación. La queilitis angular y la quei- litis exfoliativa, son ejemplos de fi suras asociadas con enfermedad, en específi co infección por Candida albicans. Seno (figuras 9-7 y 9-8). El término seno tiene dos signifi ca- dos. Un signifi cado común de seno es un hueco o cavi- dad, como los senos frontal y maxilar. El término también se usa para describir un tracto, conducto o fístula anormal dilatados, que conducen desde una cavidad supurada, quiste o absceso a la superfi cie de la epidermis. Un diente con absceso, de manera habitual produce un trayecto si nusal que se extiende, desde el ápice del diente infec- tado hasta un párulis desde el punto de vista clínico evi- dente, que es el extremo terminal del tracto. En esta situación clínica pueden colocarse a profundidad puntas de gutapercha en el trayecto y tomarse radiografías. El diente no vital se identifi ca, localizando la punta de la gutapercha en punto adyacente al ápice de la raíz no vital. La actinomicosis es un padecimiento caracterizado desde el punto de vista clínico por varios tractos amarillos que salen a la mucosa o superfi cie de la piel. 22 TERMINOLOGÍA DIAGNÓSTICAY DESCRIPTIVA Pápula (figuras 10-1 y 10-2). Una pápula es una lesión o estructura sólida pequeña, elevada, superfi cial, con diá- metro < 1 cm. Las pápulas pueden ser de cualquier color, y pueden estar fi jas por un tallo o con una base fi rme. A menudo representan una lesión benigna o de crecimiento lento, que es causada por infección, infl amación, hiper- plasia o neoplasia. Ejemplos comunes de lesiones benignas que se presentan como pápulas, incluyen al condiloma acu- minado, párulis y papiloma escamoso. El carcinoma de células basales, un cáncer de piel de crecimiento lento, tam- bién puede presentarse como una pápula. Los trastornos que aparecen como pápulas se exponen en la sección “papulonódulos” (fi guras 71-1 a 71-8). Placa (figuras 10-3 y 10-4). Una placa es un área plana, sólida, elevada, de la piel o mucosa, > 1 cm de diámetro. Aunque son en esencia superfi ciales, las placas pueden extenderse con más profundidad que las pápulas. Los bordes pueden ser inclinados, y a veces prolifera queratina sobre la superfi - cie (trastorno llamado liquenifi cación). El liquen plano, leucoplasia o melanoma, pueden aparecer al inicio como una placa. El liquen plano se expone como “lesiones rojas y rojo-blancas” (fi guras 63-1 a 63.8). Como sucede con muchas palabras médico-dentales, el término placa tiene más de una defi nición. En odontología placa dental es la biopelícula de bacterias que se forma sobre los dientes. Nódulo (figuras 10-5 y 10-6). Un nódulo es un bulto o masa de tejido, sólido y elevado, que tiene la dimensión de pro- fundidad. Como las pápulas, estas lesiones son < 1 cm de diámetro; sin embargo, los nódulos se extienden con más profundidad en la dermis. El nódulo puede detectarse por palpación. La epidermis que lo cubre suele no estar fi ja, y puede moverse con facilidad sobre la lesión. Los nódu- los pueden ser asintomáticos o dolorosos y suelen ser de crecimiento lento. Algunos tumores mesenquimatosos benig- nos, como el fi broma, lipoma, lipofi broma y neuroma, se presentan con frecuencia como nódulos bucales. Otros ejemplos de nódulos se exponen como “nódulos” (fi guras 69-1 a 70-8). Tumor (figuras 10-7 y 10-8). Tumor es un término usado para indicar una masa de tejido sólido > 1 cm de diámetro, que tiene la dimensión de profundidad. El término tam- bién es usado para representar una neoplasia –un creci- miento nuevo, independiente de tejido con multiplicación de células incontrolada y progresiva, que no tiene uso fi sioló- gico. Los tumores pueden ser de cualquier color y estar situados en cualquier tejido blando o duro, intrabucal o extrabucal; se clasifi can como benignos o malignos. Los tumores benignos crecen con más lentitud y son menos agresivos que los tumores malignos. Los tumores benignos se presentan generalmente como lesiones redondeadas, elevadas, con márgenes bien defi nidos (desde el punto de vista clínico y radiográfi co); no metastatizan. Los tumores malignos están constituidos por abundantes células neoplási- cas que tienen núcleos crecidos teñidos oscuros (hipercro- máticos). Las células de los tumores malignos invaden tejidos adyacentes y se propagan con rapidez. Desde el punto de vista clínico y radiográfi co, con frecuencia tienen márge- nes mal defi nidos. Los tumores persistentes pueden ser umbilicados o estar ulcerados en el centro. El término tumor se usa a menudo para describir una masa de tejido benigna, como un neurofi broma, tumor de células granulosas o tumor del embarazo. El término carcinoma se reserva para los cánceres malignos de tejido epitelial (fi guras 79-3 y 79-4), mientras el término sarcoma está reservado para las neoplasias malignas originadas del tejido conectivo embrionario, como el osteosarcoma, una neoplasia maligna del hueso. Las malignidades destruyen tejido por invasión y extensión directa, y pueden propagarse a sitios distantes por metástasis, a través de la sangre, linfa o superfi cies serosas. 24 TERMINOLOGÍA DIAGNÓSTICA Y DESCRIPTIVA Vesícula (figuras 11-1 y 11-2). Una vesícula es una elevación pequeña en la epidermis (piel o mucosa), llena de líquido, con < 1 cm de diámetro. El líquido de una vesícula por lo general consiste en linfa o suero, aunque puede contener sangre y agentes infecciosos. El recubrimiento epitelial de la vesícula es delgado y por último se romperá, causando una úlcera y escara (superfi cie esfacelada). Las vesículas son un resultado común de la infl amación causada por infec- ciones virales, como herpes simple, herpes zóster, varicela y viruela. En las infecciones virales la vesícula está cargada de virus y es altamente infecciosa. Los trastornos caracte- rizados por vesículas se exponen como “lesiones vesicu- lobulosas” (fi guras 72-1 a 72-8). Pústula (figuras 11-3 y 11-4). Una pústula es una elevación circunscrita llena de pus – un exudado purulento consis- tente en una mezcla de células infl amatorias y líquido – como resultado de una infección. Las pústulas miden < 1 cm de diámetro, y pueden ser precedidas por una vesícula o una pápula; son de color blanco cremoso o amarillento, y por lo general se asocian con un poro epidérmico (o sea, un barro) o glándula sudorípara. En el plazo de un mes una pústula es representada por un absceso apuntador o un párulis. El herpes zóster también produce pústulas que por último se ulceran y causan un dolor intenso. Véase más información como “lesiones gingivales localizadas” (fi guras 41-1 y 41-2), “progresión de las caries” (fi gura 30-8) y “lesiones vesiculobulosas” (fi guras 73-1 a 73-8). Bula (figuras 11-5 y 11-6). Una bula es una ampolla llena de líquido de tamaño > 1 cm. Este trastorno se desarrolla por la acumulación de líquido en la unión epidermis-dermis o una rotura en la epidermis. Por tanto, la superfi cie es lisa y en forma de domo, y se rompe con facilidad con el trau- matismo más leve. Por su tamaño, las bulas representan una enfermedad más grave que los trastornos asociados con vesículas. Las bulas se ven por lo común en el pén- fi go, penfi goide, quemaduras, traumatismo por fricción y epidermólisis bulosa. Estos trastornos se exponen como “lesiones vesiculobulosas” (fi guras 76-1 a 76-8). Quiste (figuras 11-7 y 11-8). Un quiste es un saco cerrado recubierto por epitelio (conocido como cápsula) situado en la dermis, tejido subcutáneo o hueso. Los quistes son el resultado del atrapamiento de epitelio o restos de epite- lio, que crece produciendo una cavidad (la porción de la cavidad se conoce como luz). Los quistes varían de tamaño, desde pocos milímetros hasta varios centímetros. La aspi- ración puede, o no, producir líquido luminal, dependiendo de la naturaleza del quiste. Los quistes que contienen líquido claro aparecen rosados a azules, mientras que los quistes llenos de queratina se presentan de manera habitual de color amarillo o blanco cremoso. Algunos de los múltiples quistes bucales son quistes dermoides, quistes de erupción, quis- tes de implantación, quistes de conducto incisivo, quistes linfoepiteliales, quistes de retención de moco, quistes nasoal- veolares, quistes radiculares, queratoquiste odontógeno, quiste dentígero y el quiste periodontal lateral. La fi gura 11-8 muestra un quiste gingival, que es una variante peri- férica del quiste periodontal lateral. Los quistes de hueso se revisan como “lesiones radiolúcidas de los maxilares: “quistes” y “tumores” (fi guras 31-1 a 31-8). 26 TERMINOLOGÍA DIAGNÓSTICA Y DESCRIPTIVA Normal (fi guras 12-1 y 12-2). Normal signifi ca que un tejido, o parte de un tejido, no tiene una desviación signifi cativa del promedio. Dicho en otra forma, normal concuerda con las características regulares establecidas de aspecto y función. El aspecto incluye color, forma, tamaño, topografía o arqui- tectura, consistencia y temperatura; desde el punto de vista histológico, también incluye características vistas en mues- tras de tejido teñidas. La función normal implica que las células, tejidosu órganos, están funcionando como deben hacerlo. Por ejemplo, la mucosa bucal normal es de color rosado ligero, por lo común es húmeda por la presencia de saliva, y puede soportar las diversas funciones normales de la boca, sin lesión u otros cambios anormales. Hipotrofia y atrofia (figuras 12-3 y 12-4). La hipotrofi a es la degeneración progresiva de un órgano o tejido causada por pérdida en el tamaño celular. El trastorno se produce cuando hay un crecimiento incompleto o mantenimiento insufi ciente de la nutrición a un órgano o tejido. La hipo- trofi a causa una disminución en el tamaño de un tejido, órgano o parte del cuerpo. La atrofi a es similar en signifi cado a la hipotrofi a, pero a menudo se reserva para el evento fi nal de los trastornos persistentes que conducen a la hipotro- fi a. La atrofi a también se conoce como “desgaste”, o dis- minución de tamaño de un órgano o tejido del cuerpo, que se debe a enfermedad, falta de nutrición, lesión o falta de uso; a continuación siguen ejemplos de atrofi a. La mucosa bucal puede adelgazarse cuando se desarrolla candidiasis atró- fi ca, músculos como la lengua o los músculos de la mas- ticación (maseteros, temporales, pterigoideos internos y externos) pueden volverse atrófi cos, como resultado de la falta de uso (atrofi a por desuso), la que puede ocurrir luego de una pérdida de la inervación motora por causa de un traumatismo o una enfermedad cerebrovascular. Después de la extracción de uno, varios o todos los dien- tes, el hueso alveolar de la mandíbula maxilar, o ambos, por lo común se atrofi ará (disminución de tamaño), dando menos soporte para prótesis o sufi ciente hueso para implante. La atrofi a continuada del hueso alveolar da lugar al deterioro de estructuras vitales, como el nervio mentoniano o el seno maxilar. Hipertrofia (figuras 12-5 y 12-6). Hipertrofi a implica aumento de tamaño o crecimiento excesivo de una célula, tejido, órgano o parte del cuerpo, debido a un aumento en tamaño de sus constituyentes o células, sin división celu- lar. La hipertrofi a puede ser un proceso reactivo que se debe a un incremento de la función, o es inducido desde el punto de vista genético. La hipertrofi a muscular se observa de manera típica en el ejercicio corporal, aunque también puede ocurrir en los músculos de la masticación, en personas que aprietan o rechinan de forma crónica los dientes (bruxismo). También se ve en el cóndilo mandibu- lar, que puede aumentar de tamaño como resultado de cambios artríticos hipertrófi cos o del desarrollo. La hiper- trofi a reactiva se ve en la glándula salival contralateral después de la resección de la glándula salival opuesta. Pueden observarse cambios genéticos predeterminados de la apófi sis coronoides en pacientes susceptibles. Otro ejemplo se advierte en la hipertrofi a hemifacial, como se describe en este texto. Hipoplasia (figuras 12-7 y 12-8). Hipoplasia se refi ere a un tejido u órgano subdesarrollado que ha disminuido en número de células o en la cantidad de sustancia que pro- duce o secreta. El término se usa cuando hay subdesarro- llo de un órgano o tejido, que falla en alcanzar su tamaño adulto completo. Un ejemplo dental es la hipoplasia del esmalte. Este trastorno se asocia con cantidad insufi ciente de esmalte, o con calcifi cación dentro del esmalte. La amelo- génesis imperfecta es un trastorno asociado con diversas variaciones hipoplásicas, que determinan la presencia de muy poco esmalte, el cual puede ser liso y moteado. Otro ejemplo es la hipoplasia dérmica focal (síndrome de Goltz- Gorlin). En este síndrome, la piel de la cara aparece depri- mida en algunos sitios por hipoplasia de la dermis, que es la capa de tejido situada inmediatamente debajo de la piel. La hipoplasia condilar es un tercer ejemplo. En este caso, el cóndilo de la articulación temporomandibular es pequeño, y de manera habitual deformado como resul- tado de un traumatismo o defectos congénitos, que afec- tan el centro cartilaginoso de crecimiento. 28 TERMINOLOGÍA DIAGNÓSTICA Y DESCRIPTIVA Hiperplasia (figuras 13-1 y 13-2). Hiperplasia es un aumento en el número de células normales en un tejido u órgano que da por resultado un acrecentamiento en el volumen o tamaño del tejido u órgano. El término implica que hay una mul- tiplicación anormal de las células, las cuales son normales en aspecto, arreglo y arquitectura. La hiperplasia suele ser un proceso reactivo secundario a algunos estímulos o fac- tores de crecimiento. La pubertad es un estímulo fi sioló- gico que afecta el tamaño de la mama y el tejido gonadal. En la cavidad bucal, la hiperplasia papilar infl amatoria es un crecimiento tisular reactivo que se desarrolla por debajo de una prótesis dental. Desde el punto de vista clínico se observan múltiples crecimientos papilares que represen- tan epitelio escamoso aumentado de tamaño. La pulpitis hiperplásica crónica (un pólipo pulpar, fi gura 30-2) es otro ejemplo de este trastorno. Metaplasia (figuras 13-3 y 13-4). Metaplasia es el reemplazo de un tipo celular adulto por el de otro tipo celular adulto no normal para ese tejido. Se produce de manera habitual como una forma de adaptación a un ambiente estresante. Uno de los ejemplos más comunes es el cambio metaplá- sico del epitelio cilíndrico respiratorio a epitelio escamoso, como respuesta a irritación crónica (fumar cigarrillos). En otro ejemplo, en la sialometaplasia necrosante, hay meta- plasia escamosa (epitelial) de las células que recubren los conductos de las glándulas salivales accesorias, por lo general en los paladares duro y blando. Lo que quiere decir que la luz central normal desaparece y es reemplazada por células que ahora se observan como pequeños agrupamien- tos de epitelio dentro del tejido conectivo circundante. Otro tipo de metaplasia se ve en el tejido cicatricial, que comienza como tejido conectivo denso, pero sufre un cambio meta- plásico para volverse calcifi cado. La placa aterosclerótica, o los coágulos de sangre (trombos) dentro de los vasos san- guíneos, pueden sufrir cambios metaplásicos y calcifi carse. Displasia (figuras 13-5 y 13-6). Displasia signifi ca crecimiento desordenado y pérdida de la maduración normal de las células. Implica una alteración en el tamaño, forma y organización arquitectural de las células adultas en el tejido (mucosa bucal). De manera habitual estos cambios se consideran premalignos; sin embargo, la displasia no necesariamente progresa a cáncer. Los cambios celulares específi cos que se observan en la displasia epitelial incluyen lo siguiente: nucléolos prominentes, polimorfi smo nuclear, núcleos hipercromáticos que son grandes de manera anor- mal para el tamaño de la célula, mitosis aumentadas y anormales, y multinucleación. Desde el punto de vista clí- nico, los cambios displásicos se presentan a menudo como lesiones rojas, blancas, pigmentadas y ulcerosas, afectando la mucosa bucal. El trastorno puede también manifestarse como una anomalía del desarrollo en personas suscepti- bles. Algunos ejemplos incluyen displasia ectodérmica anhidrótica, displasia cleidocraneal y displasia de den- tina. La displasia fi brosa es otro trastorno del desarrollo, en el cual hueso normal es reemplazado por tejido conec- tivo fi broso causando debilitamiento del hueso y una dis- torsión de su forma y tamaño. Estos pacientes pueden tener problemas de las glándulas endocrinas y en la piel manchas pardas de color café con leche. Carcinoma (figuras 13-7 y 13-8). El carcinoma es una neopla- sia maligna formada por células epiteliales (piel o mucosa) que pueden infi ltrar los tejidos circundantes y originar metástasis (lesiones distantes). Las alteraciones malignas que se observan incluyen aumento del número de células, tamaño y formas celulares variables, y arquitectura celu- lar anormal. Los carcinomas son la forma más común de cáncer bucal, y pueden aparecer desde el punto de vista clínico como lesiones rojas, blancas, pigmentadaso ulce- rosas. El pronóstico (probabilidades de supervivencia) se vuelve peor, mientras más atrás de la boca esté localizado el carcinoma; otros tipos incluyen el carcinoma verru- coso, visto de manera habitual en la encía; el carcinoma mucoepidermoide, que ocurre en las glándulas salivales principales y accesorias; y los adenocarcinomas, como se observan en el recubrimiento mucoso de los senos maxi- lares. Los carcinomas de células basales se desarrollan en la piel de la cara (regiones expuestas al sol) y son destruc- tivos localmente, aunque no metastatizan. La metástasis es un proceso mediante el cual los carcinomas se propa- gan a sitios distantes, por lo general a través de los linfá- ticos, y a veces por el torrente circulatorio. Las células metastásicas se establecen en sitios distantes –como el hígado, pulmones, encéfalo, riñones y huesos mandibula- res– y reemplazan esos tejidos, causando por último falla funcional. En la actualidad, aun las metástasis distantes pueden tratarse por métodos, como la quimioterapia con curación y supervivencia a largo plazo. Carcinoma in situ es un término usado para describir tejido canceroso limi- tado al epitelio, que no se ha propagado más allá de la unión entre el epitelio y el tejido conectivo subyacente. En los carcinomas, el reconocimiento temprano y la biopsia, seguidos por la iniciación del tratamiento, pueden salvar vidas. 30 CASO 3. (Figura 13-9). Mujer de 53 años de edad acudió a la clínica dental debido a encías ardientes, dolorosas, de varios meses de duración. Se practicó una biopsia incisional, y durante la incisión inicial la encía comenzó a esfacelarse. 1. Describa los datos clínicos. 2. ¿Qué describe mejor esta lesión? A. Fisura B. Vesícula C. Bula D. Erosión 3. ¿Es éste un dato normal o enfemedad? 4. ¿Cómo se diferencia este trastorno de una úlcera? 5. ¿Espera que este trastorno sea sintomático? 6. Enliste los trastornos que debe considerar e identifi que cuál es más probable para el diagnóstico correcto. 7. Una vez que se controla este trastorno, ¿qué precauciones deben tomarse durante los procedimientos del desbri- damiento periodontal? CASO 4. (Figura 13-10). Mujer que se presenta a su consultorio dental con una lesión dolorosa en la lengua. Manifi esta que la lesión apareció hace tres años. Ha tenido lesiones de aspecto similar bajo la lengua en el pasado, pero ésta es la más grande que ha tenido. Está tomando anticonceptivos, y ningún otro medicamento de prescripción. Su historia clínica no tiene datos de otras enfermedades sistémicas. 1. Describa los datos clínicos. Incluya la mención del tamaño, forma, color, superfi cie, bordes y localización. 2. ¿Cómo puede determinar el tamaño de la lesión por los datos presentados? 3. ¿Qué término diagnóstico y descriptivo explica mejor la lesión? 4. ¿Espera que esta lesión sea sintomática? ¿Por qué? 5. ¿Es éste un dato normal, una variante normal o enfermedad? 6. Verdadero o falso. Este trastorno puede ser causado por cálculo gingival. 7. Enliste los trastornos que debe considerar e identifi que cuál es más probable para el diagnóstico correcto. 8. ¿Cuáles son las características clínicas que ayudan a distinguir los trastornos enlistados en el diagnóstico diferencial? 9. ¿Cuál de las afi rmaciones siguientes debe considerarse con respecto al tratamiento de mantenimiento periodontal? A. Es correcto cepillar los dientes, mientras se discuten las medidas de higiene bucal y evitar alimentos B. Es correcto cepillar los dientes, simplemente tenga cuidado con el lado contralateral. C. Debe proporcionarse tratamiento en el cuadrante afectado porque es quizás un fenómeno de causa y efecto. D. Debe retrasarse el tratamiento hasta que se produzca la reparación y la paciente esté más cómoda. ESTUDIO DE CASOS
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