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TERMINOLOGIA DIAGNOSTICA Y DESCRIPTIVA

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Terminología diagnóstica 
y descriptiva
Objetivos dentales: 
• Reconocer, defi nir y usar términos diagnósticos que describen:
a. Lesiones coloreadas o texturizadas que pueden presentarse en la piel y mucosa bucal.
b. Lesiones que denudan epitelio.
c. Lesiones asociadas con reacciones infl amatorias.
d. Hendiduras y cavidades en la piel y mucosa bucal.
e. Lesiones elevadas sólidas en la piel y mucosa bucal.
f. Lesiones llenas de líquido en la piel y mucosa bucal.
• Reconocer características clínicas de la piel y mucosa asociadas con enfermedades infecciosas
e infl amatorias.
• Reconocer características clínicas de enfermedades benignas y malignas.
Objetivos de higiene dental:
• Defi nir la terminología descriptiva presentada en esta sección.
• Uso de terminología descriptiva de esta sección para describir y documentar con precisión los
datos bucales y extrabucales en una situación clínica.
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Mácula (figuras 8-1 y 8-2). Una mácula es una pequeña área 
confi nada de epidermis o mucosa, se diferencia del color 
de su entorno. Por defi nición mide < 1 cm de diámetro. La 
mácula puede aparecer aislada o en grupos, como una tinción 
o mancha roja, azul, parda o negra que no está elevada ni
deprimida. Una mácula puede representar una situación
normal, una variante de lo normal, o una enfermedad local
o sistémica. El término mácula es usado para describir
desde el punto de vista clínico los siguientes trastornos:
mácula melanótica bucal, efélides, tatuajes por amalgama,
tatuajes con tinta china o lápiz y argirosis focal. El color y
forma de la mácula ayudan en el diagnóstico. Los trastor-
nos que aparecen como máculas se exponen en detalle
bajo “lesiones pigmentadas” (fi guras 66-1 a 66-8).
Mancha (figuras 8-3 y 8-4). Una mancha es un área circuns-
crita, que es más grande que una mácula, y es diferen-
ciada de la epidermis circundante por color o textura, o ambas 
cosas. Como la mácula, la mancha no es elevada ni depri-
mida. La argirosis focal, liquen plano, mancha mucosa de la 
sífi lis secundaria y la mancha del inhalador de rapé, repre-
sentan lesiones similares a manchas que pueden verse de 
forma intrabucal. Los trastornos que aparecen como manchas 
se exponen en detalle bajo “lesiones blancas” (fi guras 
57-1 a 59-8), “lesiones pigmentadas” (fi guras 66-1 a 68-8), y 
“trastornos de transmisión sexual” (fi guras 80-1 a 82-8).
Erosión (figuras 8-5 y 8-6). Erosión es un término clínico que 
describe una lesión de tejido blando, en la cual la piel o 
mucosa se denudan (es decir, el epitelio se desgasta o des-
truye). Las erosiones son húmedas y levemente deprimi-
das, y con frecuencia son el resultado de la rotura de una 
vesícula, rotura epitelial o traumatismo. En el área erosio-
nada, el epitelio situado por encima de la capa de células 
basales (capa por encima del tejido conectivo o dermis) 
está perdido. La reparación rara vez da como resultado 
cicatrización, porque la capa basal del epitelio permanece 
intacta. El pénfi go, liquen plano erosivo (gingivitis desca-
mativa) y el eritema multiforme, son enfermedades que 
producen erosiones mucocutáneas. Los trastornos que apare-
cen como erosiones se exponen en detalle bajo “lesiones 
vesiculobulosas” (fi guras 72-1 a 76-8).
Úlcera (figuras 8-7 y 8-8). Una úlcera es una lesión como un 
cráter de la piel o mucosa bucal. Es el término usado para 
describir una herida descubierta de tejido cutáneo o 
mucoso, que exhibe destrucción gradual de tejido, y necrosis. 
Con frecuencia el reborde de la úlcera mucosa es redon-
deado, pero puede ser irregular. Las úlceras se extienden 
más profundamente que las erosiones, desde más allá de 
la capa basal del epitelio hasta el interior de la dermis 
(tejido conectivo). La curación de una úlcera puede ser 
seguida cicatrización. Las úlceras pueden ser el resultado 
de traumatismos; estomatitis aftosa; infecciones por virus, 
como el herpes simple, viruela, varicela-zóster (viruela 
loca); cáncer; o enfermedades granulomatosas. Las úlce-
ras suelen ser dolorosas, y de manera habitual requieren 
tratamiento medicamentoso, tópico o sistémico. Los tras-
tornos que aparecen como úlceras se exponen en detalle 
bajo “lesiones vesicobulosas” (fi guras 72-1 a 76-8) y 
“lesiones ulcerosas (fi guras 77-1 a 79-8).
TERMINOLOGÍA DIAGNÓSTICA Y DESCRIPTIVA
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TERMINOLOGÍA DIAGNÓSTICA Y DESCRIPTIVA
Roncha (figuras 9-1 y 9-2). Una roncha es un área elevada, 
de tejido hinchado (edema) localizado. Esta pápula o 
placa de superfi cie lisa, es el resultado de la extravasación 
aguda de suero a la dermis superfi cial. Por lo general, las 
ronchas son de color rojo pálido, pruriginoso y de corta 
duración. Por defi nición están sólo levemente elevadas y 
varían en tamaño; ocurren con más frecuencia en personas 
con alergias. La roncha se desarrolla como resultado de la 
liberación de histamina de células cebadas o activación de 
la cascada del complemento. Las ronchas son un signo de una 
reacción alérgica, que se desarrolla poco tiempo después 
de piquetes de insectos, consumir un alimento particular 
o una irritación mecánica (como la que ocurre en los pacien-
tes con dermatografía). Las ronchas por lo general son 
muy pruriginosas. Los trastornos que aparecen como ron-
chas se exponen en detalle bajo “reacciones alérgicas” y 
“lesiones vesiculobulosas” (fi guras 74-1 a 78-8).
Cicatriz (figuras 9-3 y 9-4). Una cicatriz es una marca o cicatri-
zación que permanece después de que una herida se repara. 
Estas lesiones son signos visibles de reparación de una 
herida, e indican una rotura previa de la integridad de la 
epidermis y dermis, y curación del epitelio con tejido fi broso 
(colágeno conectivo). Las cicatrices se encuentran con 
poca frecuencia en la cavidad bucal, porque el tejido de la 
boca es elástico y tiene menor tendencia a formación de 
cicatrices que la piel; cuando ocurren, pueden ser de cual-
quier forma o tamaño y no son idénticas al tejido que las 
rodea. Desde el punto de vista histológico son más densas 
que el epitelio adyacente, carecen de glándulas sudorípa-
ras (o salivales) y tienen menos vasos sanguíneos. La 
cirugía bucal, quemaduras o traumatismos intrabucales, 
pueden producir una cicatriz. Las cicatrices se exponen 
en detalle bajo “lesiones blancas” (fi guras 58-3 a 58-6).
Fisura (figuras 9-5 y 9-6). Una fi sura es una hendidura o surco 
lineal, normal o anormal, en la epidermis (piel o mucosa), 
que afecta la lengua, labios y tejidos peribucales. La presen-
cia de una fi sura puede indicar una situación que representa 
una variante de lo normal o una enfermedad. Las fi suras 
asociadas con enfermedades, se producen cuando orga-
nismos patógenos infectan la fi sura causando dolor, ulce-
ración e infl amación. La lengua fi surada es un ejemplo de 
una variación de lo normal, que se asocia con resequedad 
de la boca y deshidratación. La queilitis angular y la quei-
litis exfoliativa, son ejemplos de fi suras asociadas con 
enfermedad, en específi co infección por Candida albicans.
Seno (figuras 9-7 y 9-8). El término seno tiene dos signifi ca-
dos. Un signifi cado común de seno es un hueco o cavi-
dad, como los senos frontal y maxilar. El término también 
se usa para describir un tracto, conducto o fístula anormal 
dilatados, que conducen desde una cavidad supurada, 
quiste o absceso a la superfi cie de la epidermis. Un diente 
con absceso, de manera habitual produce un trayecto 
si nusal que se extiende, desde el ápice del diente infec-
tado hasta un párulis desde el punto de vista clínico evi-
dente, que es el extremo terminal del tracto. En esta 
situación clínica pueden colocarse a profundidad puntas 
de gutapercha en el trayecto y tomarse radiografías. El 
diente no vital se identifi ca, localizando la punta de la 
gutapercha en punto adyacente al ápice de la raíz no vital. 
La actinomicosis es un padecimiento caracterizado desde 
el punto de vista clínico por varios tractos amarillos que 
salen a la mucosa o superfi cie de la piel.
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TERMINOLOGÍA DIAGNÓSTICAY DESCRIPTIVA
Pápula (figuras 10-1 y 10-2). Una pápula es una lesión o 
estructura sólida pequeña, elevada, superfi cial, con diá-
metro < 1 cm. Las pápulas pueden ser de cualquier color, 
y pueden estar fi jas por un tallo o con una base fi rme. A 
menudo representan una lesión benigna o de crecimiento 
lento, que es causada por infección, infl amación, hiper-
plasia o neoplasia. Ejemplos comunes de lesiones benignas 
que se presentan como pápulas, incluyen al condiloma acu-
minado, párulis y papiloma escamoso. El carcinoma de 
células basales, un cáncer de piel de crecimiento lento, tam-
bién puede presentarse como una pápula. Los trastornos 
que aparecen como pápulas se exponen en la sección 
“papulonódulos” (fi guras 71-1 a 71-8).
Placa (figuras 10-3 y 10-4). Una placa es un área plana, sólida, 
elevada, de la piel o mucosa, > 1 cm de diámetro. Aunque 
son en esencia superfi ciales, las placas pueden extenderse 
con más profundidad que las pápulas. Los bordes pueden 
ser inclinados, y a veces prolifera queratina sobre la superfi -
cie (trastorno llamado liquenifi cación). El liquen plano, 
leucoplasia o melanoma, pueden aparecer al inicio como 
una placa. El liquen plano se expone como “lesiones rojas 
y rojo-blancas” (fi guras 63-1 a 63.8). Como sucede con 
muchas palabras médico-dentales, el término placa tiene 
más de una defi nición. En odontología placa dental es la 
biopelícula de bacterias que se forma sobre los dientes.
Nódulo (figuras 10-5 y 10-6). Un nódulo es un bulto o masa 
de tejido, sólido y elevado, que tiene la dimensión de pro-
fundidad. Como las pápulas, estas lesiones son < 1 cm de 
diámetro; sin embargo, los nódulos se extienden con más 
profundidad en la dermis. El nódulo puede detectarse por 
palpación. La epidermis que lo cubre suele no estar fi ja, 
y puede moverse con facilidad sobre la lesión. Los nódu-
los pueden ser asintomáticos o dolorosos y suelen ser de 
crecimiento lento. Algunos tumores mesenquimatosos benig-
nos, como el fi broma, lipoma, lipofi broma y neuroma, se 
presentan con frecuencia como nódulos bucales. Otros 
ejemplos de nódulos se exponen como “nódulos” (fi guras 
69-1 a 70-8).
Tumor (figuras 10-7 y 10-8). Tumor es un término usado para 
indicar una masa de tejido sólido > 1 cm de diámetro, 
que tiene la dimensión de profundidad. El término tam-
bién es usado para representar una neoplasia –un creci-
miento nuevo, independiente de tejido con multiplicación 
de células incontrolada y progresiva, que no tiene uso fi sioló-
gico. Los tumores pueden ser de cualquier color y estar 
situados en cualquier tejido blando o duro, intrabucal o 
extrabucal; se clasifi can como benignos o malignos. Los 
tumores benignos crecen con más lentitud y son menos 
agresivos que los tumores malignos. Los tumores benignos 
se presentan generalmente como lesiones redondeadas, 
elevadas, con márgenes bien defi nidos (desde el punto de 
vista clínico y radiográfi co); no metastatizan. Los tumores 
malignos están constituidos por abundantes células neoplási-
cas que tienen núcleos crecidos teñidos oscuros (hipercro-
máticos). Las células de los tumores malignos invaden tejidos 
adyacentes y se propagan con rapidez. Desde el punto de 
vista clínico y radiográfi co, con frecuencia tienen márge-
nes mal defi nidos. Los tumores persistentes pueden ser 
umbilicados o estar ulcerados en el centro. El término tumor 
se usa a menudo para describir una masa de tejido benigna, 
como un neurofi broma, tumor de células granulosas o 
tumor del embarazo. El término carcinoma se reserva 
para los cánceres malignos de tejido epitelial (fi guras 79-3 
y 79-4), mientras el término sarcoma está reservado para 
las neoplasias malignas originadas del tejido conectivo 
embrionario, como el osteosarcoma, una neoplasia maligna 
del hueso. Las malignidades destruyen tejido por invasión 
y extensión directa, y pueden propagarse a sitios distantes 
por metástasis, a través de la sangre, linfa o superfi cies 
serosas. 
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 TERMINOLOGÍA DIAGNÓSTICA Y DESCRIPTIVA
Vesícula (figuras 11-1 y 11-2). Una vesícula es una elevación 
pequeña en la epidermis (piel o mucosa), llena de líquido, 
con < 1 cm de diámetro. El líquido de una vesícula por lo 
general consiste en linfa o suero, aunque puede contener 
sangre y agentes infecciosos. El recubrimiento epitelial de 
la vesícula es delgado y por último se romperá, causando una 
úlcera y escara (superfi cie esfacelada). Las vesículas son 
un resultado común de la infl amación causada por infec-
ciones virales, como herpes simple, herpes zóster, varicela 
y viruela. En las infecciones virales la vesícula está cargada 
de virus y es altamente infecciosa. Los trastornos caracte-
rizados por vesículas se exponen como “lesiones vesicu-
lobulosas” (fi guras 72-1 a 72-8).
Pústula (figuras 11-3 y 11-4). Una pústula es una elevación 
circunscrita llena de pus – un exudado purulento consis-
tente en una mezcla de células infl amatorias y líquido –
como resultado de una infección. Las pústulas miden < 1 cm 
de diámetro, y pueden ser precedidas por una vesícula o 
una pápula; son de color blanco cremoso o amarillento, y 
por lo general se asocian con un poro epidérmico (o sea, 
un barro) o glándula sudorípara. En el plazo de un mes una 
pústula es representada por un absceso apuntador o un 
párulis. El herpes zóster también produce pústulas que 
por último se ulceran y causan un dolor intenso. Véase 
más información como “lesiones gingivales localizadas” 
(fi guras 41-1 y 41-2), “progresión de las caries” (fi gura 
30-8) y “lesiones vesiculobulosas” (fi guras 73-1 a 73-8).
Bula (figuras 11-5 y 11-6). Una bula es una ampolla llena de 
líquido de tamaño > 1 cm. Este trastorno se desarrolla por la 
acumulación de líquido en la unión epidermis-dermis o 
una rotura en la epidermis. Por tanto, la superfi cie es lisa 
y en forma de domo, y se rompe con facilidad con el trau-
matismo más leve. Por su tamaño, las bulas representan 
una enfermedad más grave que los trastornos asociados 
con vesículas. Las bulas se ven por lo común en el pén-
fi go, penfi goide, quemaduras, traumatismo por fricción y 
epidermólisis bulosa. Estos trastornos se exponen como 
“lesiones vesiculobulosas” (fi guras 76-1 a 76-8).
Quiste (figuras 11-7 y 11-8). Un quiste es un saco cerrado 
recubierto por epitelio (conocido como cápsula) situado 
en la dermis, tejido subcutáneo o hueso. Los quistes son 
el resultado del atrapamiento de epitelio o restos de epite-
lio, que crece produciendo una cavidad (la porción de la 
cavidad se conoce como luz). Los quistes varían de tamaño, 
desde pocos milímetros hasta varios centímetros. La aspi-
ración puede, o no, producir líquido luminal, dependiendo 
de la naturaleza del quiste. Los quistes que contienen líquido 
claro aparecen rosados a azules, mientras que los quistes 
llenos de queratina se presentan de manera habitual de color 
amarillo o blanco cremoso. Algunos de los múltiples quistes 
bucales son quistes dermoides, quistes de erupción, quis-
tes de implantación, quistes de conducto incisivo, quistes 
linfoepiteliales, quistes de retención de moco, quistes nasoal-
veolares, quistes radiculares, queratoquiste odontógeno, 
quiste dentígero y el quiste periodontal lateral. La fi gura 
11-8 muestra un quiste gingival, que es una variante peri-
férica del quiste periodontal lateral. Los quistes de hueso 
se revisan como “lesiones radiolúcidas de los maxilares: 
“quistes” y “tumores” (fi guras 31-1 a 31-8).
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 TERMINOLOGÍA DIAGNÓSTICA Y DESCRIPTIVA
Normal (fi guras 12-1 y 12-2). Normal signifi ca que un tejido, o 
parte de un tejido, no tiene una desviación signifi cativa del 
promedio. Dicho en otra forma, normal concuerda con las 
características regulares establecidas de aspecto y función. 
El aspecto incluye color, forma, tamaño, topografía o arqui-
tectura, consistencia y temperatura; desde el punto de vista 
histológico, también incluye características vistas en mues-
tras de tejido teñidas. La función normal implica que las 
células, tejidosu órganos, están funcionando como deben 
hacerlo. Por ejemplo, la mucosa bucal normal es de color 
rosado ligero, por lo común es húmeda por la presencia de 
saliva, y puede soportar las diversas funciones normales 
de la boca, sin lesión u otros cambios anormales.
Hipotrofia y atrofia (figuras 12-3 y 12-4). La hipotrofi a es la 
degeneración progresiva de un órgano o tejido causada 
por pérdida en el tamaño celular. El trastorno se produce 
cuando hay un crecimiento incompleto o mantenimiento 
insufi ciente de la nutrición a un órgano o tejido. La hipo-
trofi a causa una disminución en el tamaño de un tejido, 
órgano o parte del cuerpo. La atrofi a es similar en signifi cado 
a la hipotrofi a, pero a menudo se reserva para el evento fi nal 
de los trastornos persistentes que conducen a la hipotro-
fi a. La atrofi a también se conoce como “desgaste”, o dis-
minución de tamaño de un órgano o tejido del cuerpo, que se 
debe a enfermedad, falta de nutrición, lesión o falta de uso; 
a continuación siguen ejemplos de atrofi a. La mucosa bucal 
puede adelgazarse cuando se desarrolla candidiasis atró-
fi ca, músculos como la lengua o los músculos de la mas-
ticación (maseteros, temporales, pterigoideos internos y 
externos) pueden volverse atrófi cos, como resultado de la 
falta de uso (atrofi a por desuso), la que puede ocurrir 
luego de una pérdida de la inervación motora por causa 
de un traumatismo o una enfermedad cerebrovascular. 
Después de la extracción de uno, varios o todos los dien-
tes, el hueso alveolar de la mandíbula maxilar, o ambos, 
por lo común se atrofi ará (disminución de tamaño), dando 
menos soporte para prótesis o sufi ciente hueso para 
implante. La atrofi a continuada del hueso alveolar da 
lugar al deterioro de estructuras vitales, como el nervio 
mentoniano o el seno maxilar. 
Hipertrofia (figuras 12-5 y 12-6). Hipertrofi a implica aumento 
de tamaño o crecimiento excesivo de una célula, tejido, 
órgano o parte del cuerpo, debido a un aumento en 
tamaño de sus constituyentes o células, sin división celu-
lar. La hipertrofi a puede ser un proceso reactivo que se 
debe a un incremento de la función, o es inducido desde 
el punto de vista genético. La hipertrofi a muscular se 
observa de manera típica en el ejercicio corporal, aunque 
también puede ocurrir en los músculos de la masticación, 
en personas que aprietan o rechinan de forma crónica los 
dientes (bruxismo). También se ve en el cóndilo mandibu-
lar, que puede aumentar de tamaño como resultado de 
cambios artríticos hipertrófi cos o del desarrollo. La hiper-
trofi a reactiva se ve en la glándula salival contralateral 
después de la resección de la glándula salival opuesta. 
Pueden observarse cambios genéticos predeterminados 
de la apófi sis coronoides en pacientes susceptibles. Otro 
ejemplo se advierte en la hipertrofi a hemifacial, como se 
describe en este texto. 
Hipoplasia (figuras 12-7 y 12-8). Hipoplasia se refi ere a un 
tejido u órgano subdesarrollado que ha disminuido en 
número de células o en la cantidad de sustancia que pro-
duce o secreta. El término se usa cuando hay subdesarro-
llo de un órgano o tejido, que falla en alcanzar su tamaño 
adulto completo. Un ejemplo dental es la hipoplasia del 
esmalte. Este trastorno se asocia con cantidad insufi ciente 
de esmalte, o con calcifi cación dentro del esmalte. La amelo-
génesis imperfecta es un trastorno asociado con diversas 
variaciones hipoplásicas, que determinan la presencia de 
muy poco esmalte, el cual puede ser liso y moteado. Otro 
ejemplo es la hipoplasia dérmica focal (síndrome de Goltz-
Gorlin). En este síndrome, la piel de la cara aparece depri-
mida en algunos sitios por hipoplasia de la dermis, que es 
la capa de tejido situada inmediatamente debajo de la 
piel. La hipoplasia condilar es un tercer ejemplo. En este 
caso, el cóndilo de la articulación temporomandibular es 
pequeño, y de manera habitual deformado como resul-
tado de un traumatismo o defectos congénitos, que afec-
tan el centro cartilaginoso de crecimiento.
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 TERMINOLOGÍA DIAGNÓSTICA Y DESCRIPTIVA
Hiperplasia (figuras 13-1 y 13-2). Hiperplasia es un aumento 
en el número de células normales en un tejido u órgano que 
da por resultado un acrecentamiento en el volumen o tamaño 
del tejido u órgano. El término implica que hay una mul-
tiplicación anormal de las células, las cuales son normales 
en aspecto, arreglo y arquitectura. La hiperplasia suele ser 
un proceso reactivo secundario a algunos estímulos o fac-
tores de crecimiento. La pubertad es un estímulo fi sioló-
gico que afecta el tamaño de la mama y el tejido gonadal. 
En la cavidad bucal, la hiperplasia papilar infl amatoria es 
un crecimiento tisular reactivo que se desarrolla por debajo 
de una prótesis dental. Desde el punto de vista clínico se 
observan múltiples crecimientos papilares que represen-
tan epitelio escamoso aumentado de tamaño. La pulpitis 
hiperplásica crónica (un pólipo pulpar, fi gura 30-2) es otro 
ejemplo de este trastorno.
Metaplasia (figuras 13-3 y 13-4). Metaplasia es el reemplazo 
de un tipo celular adulto por el de otro tipo celular adulto 
no normal para ese tejido. Se produce de manera habitual 
como una forma de adaptación a un ambiente estresante. 
Uno de los ejemplos más comunes es el cambio metaplá-
sico del epitelio cilíndrico respiratorio a epitelio escamoso, 
como respuesta a irritación crónica (fumar cigarrillos). En 
otro ejemplo, en la sialometaplasia necrosante, hay meta-
plasia escamosa (epitelial) de las células que recubren los 
conductos de las glándulas salivales accesorias, por lo 
general en los paladares duro y blando. Lo que quiere decir 
que la luz central normal desaparece y es reemplazada por 
células que ahora se observan como pequeños agrupamien-
tos de epitelio dentro del tejido conectivo circundante. Otro 
tipo de metaplasia se ve en el tejido cicatricial, que comienza 
como tejido conectivo denso, pero sufre un cambio meta-
plásico para volverse calcifi cado. La placa aterosclerótica, 
o los coágulos de sangre (trombos) dentro de los vasos san-
guíneos, pueden sufrir cambios metaplásicos y calcifi carse.
Displasia (figuras 13-5 y 13-6). Displasia signifi ca crecimiento 
desordenado y pérdida de la maduración normal de las 
células. Implica una alteración en el tamaño, forma y 
organización arquitectural de las células adultas en el 
tejido (mucosa bucal). De manera habitual estos cambios 
se consideran premalignos; sin embargo, la displasia no 
necesariamente progresa a cáncer. Los cambios celulares 
específi cos que se observan en la displasia epitelial incluyen 
lo siguiente: nucléolos prominentes, polimorfi smo nuclear, 
núcleos hipercromáticos que son grandes de manera anor-
mal para el tamaño de la célula, mitosis aumentadas y 
anormales, y multinucleación. Desde el punto de vista clí-
nico, los cambios displásicos se presentan a menudo como 
lesiones rojas, blancas, pigmentadas y ulcerosas, afectando 
la mucosa bucal. El trastorno puede también manifestarse 
como una anomalía del desarrollo en personas suscepti-
bles. Algunos ejemplos incluyen displasia ectodérmica 
anhidrótica, displasia cleidocraneal y displasia de den-
tina. La displasia fi brosa es otro trastorno del desarrollo, 
en el cual hueso normal es reemplazado por tejido conec-
tivo fi broso causando debilitamiento del hueso y una dis-
torsión de su forma y tamaño. Estos pacientes pueden 
tener problemas de las glándulas endocrinas y en la piel 
manchas pardas de color café con leche.
Carcinoma (figuras 13-7 y 13-8). El carcinoma es una neopla-
sia maligna formada por células epiteliales (piel o mucosa) 
que pueden infi ltrar los tejidos circundantes y originar 
metástasis (lesiones distantes). Las alteraciones malignas 
que se observan incluyen aumento del número de células, 
tamaño y formas celulares variables, y arquitectura celu-
lar anormal. Los carcinomas son la forma más común de 
cáncer bucal, y pueden aparecer desde el punto de vista 
clínico como lesiones rojas, blancas, pigmentadaso ulce-
rosas. El pronóstico (probabilidades de supervivencia) se 
vuelve peor, mientras más atrás de la boca esté localizado 
el carcinoma; otros tipos incluyen el carcinoma verru-
coso, visto de manera habitual en la encía; el carcinoma 
mucoepidermoide, que ocurre en las glándulas salivales 
principales y accesorias; y los adenocarcinomas, como se 
observan en el recubrimiento mucoso de los senos maxi-
lares. Los carcinomas de células basales se desarrollan en 
la piel de la cara (regiones expuestas al sol) y son destruc-
tivos localmente, aunque no metastatizan. La metástasis 
es un proceso mediante el cual los carcinomas se propa-
gan a sitios distantes, por lo general a través de los linfá-
ticos, y a veces por el torrente circulatorio. Las células 
metastásicas se establecen en sitios distantes –como el 
hígado, pulmones, encéfalo, riñones y huesos mandibula-
res– y reemplazan esos tejidos, causando por último falla 
funcional. En la actualidad, aun las metástasis distantes 
pueden tratarse por métodos, como la quimioterapia con 
curación y supervivencia a largo plazo. Carcinoma in situ 
es un término usado para describir tejido canceroso limi-
tado al epitelio, que no se ha propagado más allá de la 
unión entre el epitelio y el tejido conectivo subyacente. En 
los carcinomas, el reconocimiento temprano y la biopsia, 
seguidos por la iniciación del tratamiento, pueden salvar 
vidas.
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CASO 3. (Figura 13-9). Mujer de 53 años de edad 
acudió a la clínica dental debido a encías ardientes, 
dolorosas, de varios meses de duración. Se practicó 
una biopsia incisional, y durante la incisión inicial la 
encía comenzó a esfacelarse.
1. Describa los datos clínicos.
2. ¿Qué describe mejor esta lesión?
A. Fisura
B. Vesícula
C. Bula
D. Erosión
3. ¿Es éste un dato normal o enfemedad?
4. ¿Cómo se diferencia este trastorno de una úlcera?
5. ¿Espera que este trastorno sea sintomático?
6. Enliste los trastornos que debe considerar e identifi que cuál es más probable para el diagnóstico correcto.
7. Una vez que se controla este trastorno, ¿qué precauciones deben tomarse durante los procedimientos del desbri-
damiento periodontal?
CASO 4. (Figura 13-10). Mujer que se presenta a 
su consultorio dental con una lesión dolorosa en la 
lengua. Manifi esta que la lesión apareció hace tres 
años. Ha tenido lesiones de aspecto similar bajo la 
lengua en el pasado, pero ésta es la más grande que 
ha tenido. Está tomando anticonceptivos, y ningún 
otro medicamento de prescripción. Su historia clínica 
no tiene datos de otras enfermedades sistémicas.
1. Describa los datos clínicos. Incluya la mención del 
tamaño, forma, color, superfi cie, bordes y localización.
2. ¿Cómo puede determinar el tamaño de la lesión por 
los datos presentados?
3. ¿Qué término diagnóstico y descriptivo explica mejor la lesión?
4. ¿Espera que esta lesión sea sintomática? ¿Por qué?
5. ¿Es éste un dato normal, una variante normal o enfermedad?
6. Verdadero o falso. Este trastorno puede ser causado por cálculo gingival.
7. Enliste los trastornos que debe considerar e identifi que cuál es más probable para el diagnóstico correcto.
8. ¿Cuáles son las características clínicas que ayudan a distinguir los trastornos enlistados en el diagnóstico diferencial?
9. ¿Cuál de las afi rmaciones siguientes debe considerarse con respecto al tratamiento de mantenimiento periodontal?
A. Es correcto cepillar los dientes, mientras se discuten las medidas de higiene bucal y evitar alimentos
B. Es correcto cepillar los dientes, simplemente tenga cuidado con el lado contralateral.
C. Debe proporcionarse tratamiento en el cuadrante afectado porque es quizás un fenómeno de causa y efecto.
D. Debe retrasarse el tratamiento hasta que se produzca la reparación y la paciente esté más cómoda.
ESTUDIO DE CASOS

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