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Figura 34.1. Clonorchis sinensis adulto. 19 mm x 3,5 mm. Clonorchis sinensis (Looss 1907) Opisthorchis viverrini Opisthorchis felineus Introducción Existen tres tremátodos importantes del hígado transmitidos por peces y que son de importancia para la salud humana; Clonor- chis sinensis, Opisthorchis viverrini y Opis- thorchis felineus.1 El Clonorchis sinensis es endémico principalmente en China y Corea (Norte y Sur), pero se encuentra en otras partes del sudeste asiático y se adquiere comiendo peces de agua dulce crudos o poco coci- dos.2 El Opisthorchis viverrini es endémico al norte de Tailandia, Vietnam, Camboya y Laos, donde también es una de las especies principales del tremátodo del hígado, O. fel- ineus, se puede encontrar en Siberia, pero recientemente se ha dado un nuevo foco en Italia.1,3,6 La biología, la patogénesis y las enfermedades clínicas de las tres especies son similares, por lo que en la mayor parte de este capítulo C. sinensis se presentará como el organismo modelo para los tremátodos hep- áticos transmitidas por los peces que afectan a los seres humanos y en ocasiones las únicas diferencias entre Opisthorchis viverrini y O. felineus serán mencionados. C. sinensis tiene numerosos huéspedes de reservorio, incluyendo perros y gatos. Más de 25 millones de personas en el Lejano Oriente están infectadas con estas infecciones hepáti- cas transmitidas por peces, y algunos estiman que hasta un cuarto de los inmigrantes chinos a los Estados Unidos albergan estos tremáto- dos.2,7 Aproximadamente 10 millones de per- sonas en el norte de Tailandia están infectadas Con O. viverini y 16 millones en la ex Unión Soviética con O. felineus.8,9 Se ha identificado que estos tremátodos hepáticos son potentes inductores de la carcinogénesis y las princi- pales causas del cáncer de las vías biliares (colangiocarcinoma).10,11 Información histórica En 1875, James McConnell describió un tremátodo adulto en un paciente que murió en un hospital en Calcuta, India, y Arthur Looss lo bautizó C. sinensis en 1907.7,12 En 1887, Isao Ijima demostró que C. sinensis infecta animales, estableciendo el concepto de los huéspedes del reservorio para este parásito.13 En 1910, Haraujiro Kobayashi identificó a los peces de agua dulce como los huéspedes ver- Parasitic Diseases 6th Ed. Parasites Without Borders wwww.parasiteswithoutborders.com Figura 34.4. Huevos de C. sinensis. 30 mm x 15 mm. tebrados intermedios.14 En 1918, Masatomo Muto amplió estos estudios en Japón iden- tificando a los caracoles del género Buli- mus como el primer huésped intermedio. Se sabe que el género del caracol responsable de albergar las etapas intermedias de estos tremátodos varía de región a región, con al menos ocho especies diferentes ya descritas para C. sinensis.16 Ciclo de vida La infección comienza cuando el huésped definitivo ingesta un pez o crustáceo crudo, en escabeche, salado, ahumado, congelado o poco cocido albergando la metacercaria (Fig. 34.2).17,18 Existen múltiples especies de peces de agua dulce que pueden albergar este parásito y, a estos como tremátodos hep- áticos transmitidas por peces, se ha descubi- erto que los crustáceos de agua dulce, como el camarón, también pueden actuar como un huésped intermedio.17 La fase larvaria ingerida se desenquista en el intestino del- gado y se transforma en un tremátodos inmad- uro- Los tremátodos entran entonces en el sistema biliar a través de la ampolla de Vater, migran hacia arriba del conducto biliar (Fig. 34.3), permaneciendo allí, creciendo hasta la edad adulta durante de varias semanas.19 El método de viajar por los conductos biliares para alcanzar los sitios intrahepáticos en la vía biliar se contrasta con la migración del Fasciola hepatica, que penetra en la cápsula de Glisson y luego migra a través del parén- quima hepático antes de terminar en los con- ductos biliares extrahepáticos.19 El parásito maduro (Fig. 34.1) mide 20 mm por 3.5 mm y vive en el lumen del conducto biliar, ali- mentándose del epitelio. Cada parásito puede vivir hasta 26 años en el sistema biliar.20 Dado que cada gusano tiene órganos reproductores tanto masculinos como femeninos, la autofer- tilización es la norma. Los gusanos por sí mismos son capaces de producir huevos sin necesidad de encontrar un compañero. La producción de huevos sigue a la autofecun- dación. Los huevos embrionados (Fig. 34.4) pasan del conducto biliar común al intestino delgado y se excretan con las heces. Estos huevos deben llegar al agua dulce para con- tinuar el ciclo de vida. En las infecciones experimentales, los gusanos adultos produ- Figura 34.2. Metacercaria de C. sinensis, in situ, bajo las escamas de una carpa herbívora. 165 mm. Figura 34.3. Sección histológica de C. sinensis adultos en el conducto biliar. cen 1.000-4.000 huevos al día, y en la infec- ción humana la producción de huevos es de unos 4.000 huevos por día por gusano.21 Los huevos son comidos por el caracol huésped intermedio, (en la mayor parte de Asia, Parafossarulus spp.), Estimulando el eclosión de la miracidium. Las miracidia luego penetran en la pared intestinal. Los tremátodos sufren un proceso de maduración asexual con el desarrollo del esporocisto, luego la fase redia, y después cercarias. Las cercarias emergen del caracol aproximada- mente 95 días después.18 La etapa cercarial es altamente motil, y cuando se encuentra con un huésped apropiado tal como un pez cyprinid, enquista bajo las escamas, transformandose en metacercaria. El proceso de enquistarse también puede ocurrir bajo el exoesqueleto de varios crustáceos de agua dulce (por ejem- plo, cangrejos, cangrejos de río y camarones), completando el ciclo de vida.17 Patogenia Celular y Molecular Los gusanos adultos inducen reacciones inflamatorias e osinofílicas d espués d e q ue se adhieren al conducto biliar y comienzan a alimentarse.22,23 En la infección aguda, estos cambios pueden conducir a la pérdida de des- escamación del epitelio biliar, formación de criptas y metaplasia.24,25 C. sinensis provoca la producción de anticuerpos IgE específicos en el suero y la bilis.26 Las infecciones cróni- cas por clonorchis e opisthorchis provocan reacciones que resultan en la obstrucción intermitente del árbol biliar, así como la intro- ducción de bacterias piógenas en los sitios de infección.27 A través de este proceso, la infec- ción crónica del tremátodo del hígado puede resultar en recurrente colangitis ascendente y pancreatitis.16,28,31 Con el tiempo, la pres- encia de estos trématodos transportados por los peces en el árbol biliar puede dar lugar a cambios metaplásticos escamosos que con- ducen al colangiocarcinoma.32 Esto es par- ticularmente cierto en las infecciones por O. viverini en Tailandia, que se puede asociar con un aumento de 15 veces en el riesgo de desarrollar esta forma inusual de cáncer. Un porcentaje mucho mayor de pacientes que murieron de colangiocarcinoma tenía una opistoquiasis coexistente que quienes muri- eron por otras causas.25 La base molecular de la carcinogénesis inducida por helmintos ha sido revisada.33 Enfermedad Clínica Los síntomas observados en pacientes, tanto aguda como crónicamente infecta- dos por estos tremátodos transportados por los peces se determinan principalmente por la inoculación de metacercarias y la carga de gusanos. En las infecciones agudas con pocas metacercarias, los pacientes suelen ser asintomáticos, mientras que los pacien- tes infectados con gran número de metacer- carias pueden presentar dolor y sensibilidad abdominal en el cuadrante superior derecho, náuseas, diarrea y dolor de cabeza.34 Las infecciones crónicas pesadas pueden dar lugar a hepatomegalia, dolores y eosinofilia.16 Las infecciones graves pueden facilitar la captura de bacterias piógenas detrás de áreas de estrechamiento biliar intrahepático, cau- sando colangitis ascendente recurrente y pan- creatitis.16,28,31 Las infeccionesmuy intensas pueden conducir a anorexia, caquexia y pér- dida de peso con fosfatasa alcalina elevada pero con niveles normales de transamina- sas hepáticas. Parece haber una preferencia anatómica para el lóbulo izquierdo del hígado que se ha explicado por pequeñas diferencias en la anatomía que causan que estos parásitos favorezcan esta porción del hígado.7 El colan- giocarcinoma (carcinoma de conducto biliar) es una secuela de larga data debido a fibrosis crónica e infección. Tiene una alta mortalidad en Asia. Diagnóstico Cuatro semanas después de la infección inicial, los óvulos de estos trématodos trans- portados por los peces comienzan a liberarse en las heces humanas, por lo que el examen microscópico de una muestra concentrada de heces es la prueba maestra definitiva.7 En infecciones ligeras los huevos pueden ser detectables en muestras concentradas. Durante los períodos de obstrucción biliar, cuando los pacientes pueden presentarse para el cuidado, pueden ser que los huevos no sean detectados en las heces.35 Los tremáto- dos pueden ser detectados por colangiopan- creatografía retrógrada endoscópica (CPRE). También se puede observar la presencia de tremátodos en el tracto biliar mediante ultra- sonido, TC, RM y colangiografía.36,40 Existen diversas pruebas serológicas, incluyendo Western blot y ELISA, pero no se puede distinguir entre infección actual y pasada, y pueden hacerse reacciones cruzadas con otras infecciones parasitarias.41,42 Se han desar- rollado pruebas de amplificación de ácidos nucleicos (NAAT) tales como las pruebas de reacción en cadena de la polimerasa (PCR) y la amplificación isotérmica mediada por bucle (LAMP) para mejorar la sensibilidad de la detección de huevos en las heces, pero no se utilizan rutinariamente en las clínicas donde se observa la mayoría de estos casos.43,46 Tratamiento El praziquantel es el fármaco de elección para el tratamiento de Clonorchis sinen- sis, Opisthorchis viverini y O. felineus.47 El albendazol también es eficaz para Clonorchis sinensis, pero sólo muestra una eficacia mod- esta para el tratamiento de Opisthorchis viv- erini y O. felineus.48,49 Prevención y control La ingestión de pescado o crustáceos de agua dulce contaminados crudos, mal coci- nados, en escabeche, congelados, salados, ahumados o secos es la fuente de infección con Clonorchis sinensis y sus parientes cerca- nos. En muchas partes de Asia es una práctica común triturar pescado que contiene metacer- cariae en una pasta junto con especias y con- dimentos para producir un plato aproximada- mente equivalente al ceviche. Este brebaje es una fuente principal de infección de la enfer- medad del hígado. Cocinar a fondo los peces y crustáceos contaminados es la manera más eficaz de eliminar el parásito de manera indi- vidual.16 Al menos una forma de carcinoma biliar puede prevenirse por cambios en los hábitos alimenticios. Las preferencias culi- narias centenarias en la mayoría de las áreas endémicas no permiten esta posibilidad y en algunas áreas la ingestión de pescado crudo tiene papeles importantes en la tradición cul- tural, y los contextos religiosos.7 También existe un antiguo mito que las especias cali- entes y el consumo de alcohol junto con el pescado crudo es protector, pero no hay evi- dencia que apoye esta creencia. El advenimiento de la acuicultura a gran escala de la carpa herbívora y los peces rela- cionados en áreas donde la contaminación fecal de los estanques de los huéspedes infectados se produce de forma regular, da lugar al establecimiento de la infección en la población de peces.16,31 El control de estos parásitos en los reservorios animales es difícil en el mejor de los casos. El sulfato de amonio mata los huevos de clonorchis, por lo que se recomienda como tratamiento cuando las heces humanas se destinan para usarse como fertilizantes. Los molusquicidas, por sí solos, no han sido utilizados con éxito para erradicar los caracoles como huéspedes intermedios, y hay preocupaciones sobre el impacto de su uso en el medio ambiente.50 En combinación con el drenaje regular de estanques, han sido moder- adamente eficaces para controlar la infección en peces. Mientras se están probando y estu- References 1. Petney, T. N.; Andrews, R. 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Annals of tropical medicine and parasitology 1992, 86 (3), 263-9. diando las vacunas humanas, también se está estudiando y probando una estrategia de vac- unación dirigida a los peces de agua dulce.51 Theobald Smith, MD (1859-1934) Smith y Fredrick L. Kilbourne co-descubrieron la causa de la fiebre del ganado de Texas, Babesia bigemina, un parásito protozoario relacionado con la malaria. También demostraron que la garrapata de la Estrella Solitaria (Amblyoma americanum) se transmitía de vaca a vaca. Esto marcó la primera vez que un artrópodo fue identificado como un vector para una enfermedad infecciosa. Este fecundo hallazgo abrió la puerta a una avalancha de descubrimientos similares sobre el papel que juegan los artrópodos en la propagación de enfermedades infecciosas. 49. Pungpark, S.; Bunnag, D.; Harinasuta, T., Albendazole in the treatment of opisthorchiasis and concomitant intestinal helminthic infections. Southeast Asian J Trop Med Public Health 1984, 15 (1), 44-50. 50. 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