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792 Parte 5. Glándulas salivales y cuello bargo, previamente conviene considerar los tipos de vascularización. En general, la circulación arterial periférica hu- mana se puede clasificar del siguiente modo: 1. Arterias segmentarias, anastomóticas y axiales. Son arterias profundas en continuidad con la aor- ta que discurren bajo los músculos, a los que pro- porcionan ramas perforantes. Ejemplos de las mismas son las arterias mamaria interna, intercos- tales, cubital, radial, femoral y poplítea. 2. Arterias perforantes. Las arterias perforantes se originan en los vasos segmentarios, anastomóti- cos y axiales, irrigando los músculos que atravie- san, antes de distribuirse por la piel. Ejemplos de las mismas son las arterias toracoacromial, tora- codorsal y cervical transversa. 3. Arterias cutáneas. El aporte sanguíneo de la piel se realiza por medio de dos tipos de arterias: las mus- culocutáneas y las cutáneas directas, de las que las más numerosas, con gran diferencia, son las prime- ras, que se originan de las arterias perforantes del músculo subyacente, penetrando perpendicular- mente en la piel. Cada una de esas arterias irriga un segmento pequeño de piel, anastomosándose con las arterias adyacentes. Las arterias cutáneas direc- tas son poco numerosas, y también se originan de las arterias perforantes, pero discurren paralelas a la piel por encima de la fascia muscular, irrigando un área cutánea importante. Ejemplos de arterias directas son la temporal superficial, la occipital y las perforantes de la mamaria interna. Los colgajos locales y regionales pueden clasificar- se según su vascularización (colgajos tipo «random» y colgajos arteriales) o según su localización (locales y regionales). Los colgajos tipo «random» están irriga- dos por las ramas perforantes terminales de las arterias musculocutáneas, sin que incluyan arterias cutáneas di- rectas en el pedículo. La longitud viable de estos colga- jos es pequeña, y depende de la anchura de su base. Los colgajos axiales o arteriales incluyen una o más arterias cutáneas directas en su eje longitudi- nal, que proceden también de arterias perforantes, pero que al entrar por la base del colgajo cursan de forma paralela a la piel durante una larga distancia, emitiendo colaterales para la misma. Por ello, la lon- gitud viable del colgajo es mucho mayor, en relación con la longitud de la arteria. COLGAJOS LOCALES Los colgajos locales son los que reparan la pérdida tisular con tejido próximo, adyacente a la lesión. Pue- den ser de rotación, transposición, deslizamiento, en bisagra, zetaplastia, etc. (fig. 64-1). Los colgajos de ro- tación son curvilíneos y tienen casi siempre una vascu- larización tipo «random». Se utilizan con frecuencia en la reconstrucción de los defectos triangulares en la porción medial de la mejilla, parte lateral del labio y región mentoniana. La aplicación de este colgajo es más sencilla en las localizaciones en las que la piel es muy laxa. Generalmente, suelen llevar un triángulo compensador en la base del pivote rotador. Los colgajos de transposición tienen casi siempre una vascularización tipo «random» y presentan un eje rectilíneo, girando alrededor de un punto de pivotaje, a la vez que uno de los bordes del colgajo suele ser tam- bién uno de los bordes del defecto. Este tipo de colgajo local es el que se utiliza con mayor frecuencia en la cara, y se recomienda que su longitud no exceda en más de tres veces la anchura de la base. Los colgajos de transposición pueden ser rectangulares o bilobulados. En los bilobulados, con uno de los lóbulos se cubre el defecto a reparar y con el otro el área donante. El col- gajo de transposición rectangular también se utiliza en las reconstrucciones del tercio medial de la mejilla y, si es necesario, del párpado inferior. Para ello, se traza una línea desde el ángulo superoexterno del defecto hasta alcanzar el inicio del lóbulo de la oreja y, desde ahí, hasta la línea media nucal, pasando bajo el punto de implantación del cabello. Este colgajo se avanza ha- cia delante cubriendo el defecto de la mejilla. Los colgajos de deslizamiento tienen una configu- ración lineal, y se introducen mediante estiramiento en el defecto a reparar. Pueden ser unipediculados o bipediculados, o bien en V-Y, y es posible diseñar un pedículo en isla sobre el tejido celular subcutáneo. Los colgajos en bisagra pueden tener una forma lineal o curvilínea, con el pedículo basado en uno de los bordes del defecto. El colgajo se diseca en un pla- no subcutáneo y se gira sobre el defecto como la pá- gina de un libro. La superficie epitelial provee reves- timiento interno en los defectos de la mejilla que requieren reconstruir las superficies interna y exter- na, recubriéndose ésta con otro colgajo. Este tipo de colgajo tiene el inconveniente de una vascularización relativamente deficiente, y se utiliza sobre todo en defectos nasales mixtos cutáneos y mucosos. COLGAJOS REGIONALES Hay dos tipos de colgajo regional en función del tejido transferido: los fasciocutáneos y los musculocu- táneos. Algunos permiten también transferir hueso. COLGAJOS FASCIOCUTÁNEOS Presentan una vascularización axial, con una o más arterias cutáneas directas que permiten diseñar