Descarga la aplicación para disfrutar aún más
Vista previa del material en texto
51 del apego y del egocentrismo, toda la doctrina budista exhorta al entrenamiento en el desapego, que solo puede ser obtenido por medio de la visión hiperclara. Para ello los budistas se adiestran en la moral pura el desenvolvimiento mental y la conquista de la sabiduría para el verdadero budista, la Muerte no debe resultar un hecho traumático, aunque admite que la separación de los seres queridos es una de las grandes fuentes de dolor, sobre todo si persiste el apego. No es nada sencillo, ni aun para los seres espiritualmente más avanzados. Buda murió, con conciencia y bendita calma, el siempre había insistido todo aquello que nace, esta sometido a la decadencia y debe morir para el que realiza esta verdad de forma existencial y no como mero concepto intelectivo, la muerte es tomada con una actitud muy diferente a través de un enfoque muy distinto. “No os he dicho ya muchas veces que todo lo que es compuesto tiende a descomponerse” Buda Judaísmo.- Para los judíos la muerte la da Dios, como la vida y debe ser tornada con resignación, creyendo en la justicia y sabiduría del Ser Divino. El alma es transcendente e inmortal, pues ha sido creada por el Altísimo Dios. El eje de esta religión fue ese hombre notable llamado Moisés, esta religión se asienta e inspira en el Pentateuco, los primeros cinco libros del Antiguo Testamento, donde se recogen los diez Mandamientos y las Leyes y ceremonias, se espera la llegada del Mesías, en el Génesis se explica la creación, Dios creó el mundo y las criaturas y también al hombre a su semejanza. Dios creó un hombre finito al que antes o después ha de alcanzar la muerte. No hay ritos específicos con los moribundos, se aconseja que amigos y familiares le den comprensión, compañía y animo, cuando el enfermo no ha perdido la conciencia, debe hacer una profesión de fe y recitar versículos de la Biblia, no se requiere que haya un rabino cuando se este produciendo la muerte aunque puede ser solicitado, cuando el judío muere el difunto es aseado y su cadáver se coloca en el suelo, envuelto en una sabana, se enciende una lámpara de aceite junto a su cabeza y se procede a la lectura de salmos, que insisten sobre la transitoriedad de la vida y en el hecho de que la muerte alcanza a todos, los más sabios y los más necios, teniendo todo que dejar deudas, tierras y bienes. El cuerpo es depositado en un féretro ordinario y tiene lugar la inhumación, los judíos como los árabes entierran a sus muertos, el cortejo fúnebre se lleva a cabo con gran seriedad, cualquier día de la semana puede ser el entierro, excepto el sábado o en las fiestas, después de bajado el ataúd a la fosa sigue la proclamación de la santidad de nombre Dios y de vuelta al hogar, tiene lugar el
Compartir