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Estudo da Vida e da Morte

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TEMA: TANATOLOGIA
NOMBRE: MENDOZA PEREZ JORGE LUIS 
Desde tiempos memorables se estudió la vida y la muerte, ha formado gran parte de estos sucesos entre la filosofía estudiado y analizado por grandes filósofos dentro de la historia, estas personas trataron de explicar a través del tiempo y desde diferentes enfoques cuáles eran las etapas de la vida? Y ¿Quién era Dios? ¿Cómo influye y lo que abarca en sí misma?. Se empezó a enfocar de una forma u otra casi todo pensamiento sobre la vida, Empezando por Tales que decía que el agua era el elemento húmedo que permitía que vivieran todos los seres animados del planeta y que existía una sustancia llamada arge que era la esencia misma de las cosas, solo por poner un ejemplo, y se preguntaran porque estoy llevándolos a pensar y reflexionar sobre la vida, para entender una parte de la muerte es necesario tener bien identificado lo que es su contraparte, en este caso la vida, y la gran pregunta que se hacen todos sobre el significado que tiene la vida una definición que leí sobre ella la define como una estructura en la cual se inicia desde mucho antes del conocimiento del ser, dicha estructura está  formada por cosas reales, objetos ideales y valores, valores mismos que son los que hacen que la vida sea de una u otra forma; por eso, todo lo que hay o hubo es vida porque si no hubiera, no lo sería todo, es la vida la totalidad de las cosas que existen. Entendiendo un poco sobre la vida podremos adentrarnos a lo que es la muerte, se entiende por muerte a  todo proceso terminal que consiste en la extinción del proceso homeostático de un ser vivo y, por ende, concluye con el fin de la vida. El proceso del fallecimiento -aunque está totalmente definido en algunas de sus fases desde un punto de vista neurofisiológico, bioquímico y médico, la muerte aún no está del todo comprendido en su totalidad desde todos los diferentes puntos de vista termodinámico y neurológico. Existen discrepancias científicas al respecto. Adicionalmente no se ha definido científicamente en qué parte del proceso está el umbral en que se pasa de la vida a la muerte. Como no se ha definido lo que es la muerte existe la tanatología que es una disciplina integral que estudia el fenómeno de la muerte en los seres humanos, y en otros animales (tanatología forense veterinaria) aplicando el método científico o técnicas forenses, tratando de resolver y enfrentar las situaciones conflictivas que suceden en torno a ella, desde distintos ámbitos del saber, como son la medicina, la psicología, la antropología física, la religión y el derecho. Se define etimológicamente derivado del lenguaje griego. En la mitología griega, Thanatos (θάνατος: "muerte"), logos (definición o tratado). Es la personificación de la muerte. Desde la perspectiva psicológica está enfocada a establecer entre el enfermo en tránsito de muerte, su familia y el personal médico que lo atiende, un lazo de confianza, seguridad y bienestar, además de propiciar en el enfermo terminal los cuidados necesarios que le aseguren una muerte digna y en paz
 Esta disciplina ha tomado gran importancia en el entorno social ya que desde ahí se define a la persona o población como parte de ella, se define el tipo de rituales que hacen, se empieza definir el medio en el que se desarrolla y el impacto que se tiene de ella, para algunas culturas la muerte es tomada como algo bueno, como lo son los sacrificios, muchas religiones toman a la muerte como el inicio hacia la vida eterna y espiritual, otros como el fin del camino, otros como tributos ofrecidos a sus dioses o deidades en forma de paga hacia lo que ellos necesitan, todo un estudio se ha desarrollado desde la historia. En nuestra cultura se toma como un ritual por el cual todos pasaremos en donde fallece la persona y es enterrada con la idea de que en algún momento estaremos con ellos como parte de ella sus etapas, aunque es inevitable el dolor que se siente al perder a un ser querido, se percibe de muchas formas distintas, recordemos que el duelo de un infante no es el mismo que el de una persona que está en la pubertad, o en la adolescencia o ya en una persona madura o de senectud. Para ello tenemos que adentrarnos a entender la personalidad del humano en sus etapas, sus valores, sus creencias y su definición sobre lo que es para ellos la vida y la muerte, recordemos que el ser humano es un ser complejo por lo que nunca se repite una creencia, un pensamiento o un patrón al momento de analizarlo, pero si se tiene una generalidad de ello, todos comparten similitudes y diferencias por las cuales somos capaces de tener y desarrollar talentos únicos los cuales determinaran lo que seremos en el futuro, o nos darán una definición de lo que somos o seremos. Es de suma importancia conocer a la persona o guiarla en estos momentos para poder dar una intervención de forma profesional, un tanatólogo tiene que poseer características como la empatía hacia los demás, debe tener serenidad y paz en su ser para no contaminar el proceso de intervención, debe saber diferenciar lo que son sus sentimientos y experiencias de los de la otra persona, debe ser un persona fuerte y a la vez tierna y determinada, no es una disciplina en la que solo con el corazón se guía, debe de armarse de las fortalezas y debilidades de las personas, como lo son sus creencias y como estas interactúan para que funcione el sistema en el cual están desarrolladas. Recuerden que ahora pasaran a formar parte de un instrumento de cambios en el entorno social de la persona, deberán estar capacitados para ayudar a la persona a pasar por la etapa del duelo tanto para el paciente que está viviendo el duelo como las personas que lo están sufriendo como lo es la familia, amigos y cercanos. La familia puede llegar a ayudar o a retrasar los procesos por los cuales el tanatólogo utiliza, es importante saber identificar los tipos de familia que existen como lo son las Familias disfuncionales y las Familias funcionales. También es importante el caso que se presente como lo es la muerte de una pareja, un hijo, un hermano, una mascota o un amigo. Si se trata de una muerte o de un suicidio y sus tipos. Conocer lo que es la depresión y sus tipos desde un punto de vista científico y los duelos por los que pasan las personas, el reconocer cuando una persona necesita atención urgente, el tipo de apoyo que puedes ofrecer, en quienes te puedes apoyar para llevar más efectivamente el proceso de intervención y por último y no menos importante el conocer las metas de un tanatólogo a un nivel personal y profesional para asesoramientos y evaluaciones. Actualmente, en nuestra sociedad se ha producido un considerable avance en lo referente a la atención al paciente moribundo, desarrollo que se ha realizado por un lado en lo que hace a la terapia del dolor y más específicamente a la farmacología en sí. Pero también, el movimiento de los cuidados paliativos desarrollado a mediados del siglo pasado por C. Saunders en Inglaterra y que da cuenta de la necesidad de brindar una atención compasiva tendiente no sólo a disminuir el sufrimiento físico del paciente sino también a optimizar su calidad de vida, a través del control de los síntomas físicos, emocionales, mentales, sociales. Pero como supiera decir el sabio maestro budista, Padmasambhava: Quienes creen que disponen de mucho tiempo, sólo se preparan en el momento de la muerte. Entonces los desgarra el arrepentimiento. Pero, ¿no es ya demasiado tarde?. En este sentido creo que la pregunta que todos y cada uno de nosotros nos debemos hacer aquí y ahora a nosotros mismos y con total sinceridad es: ¿Qué sé sobre la muerte?. En primer lugar debemos ser conscientes de que la muerte es un absoluto misterio, pues nadie ha regresado del "más allá" para referirnoslo. Todo lo que contamos es con lo que se denomina "experiencias cercanas a la muerte".
Pero debemos ser con nosotros mismos tan íntegros como lo fue el célebre filósofogriego Sócrates, cuando afirma: "El temor a la muerte, señores, no es otra cosa que considerarse sabio sin serlo, ya que es creer saber sobre aquello que no se sabe. Quizá la muerte sea la mayor bendición del ser humano, nadie lo sabe, y sin embargo todo el mundo le teme como si supiera con absoluta certeza que es el peor de los males". Aunque si contamos con dos certezas irrefutables. Sabemos que es absolutamente cierto que habremos de morir y también que es absolutamente incierto cuándo y cómo. Angustiosas interrogantes existenciales ambas si las hay. En el conocimiento silencioso" de Carlos Castaneda, don Juan, el gran brujo yaqui dice: "Sin una visión clara de la muerte, no hay orden, no hay sobriedad, no hay belleza. Los brujos se esfuerzan sin medida por tener su muerte en cuenta, con el fin de saber, al nivel más profundo, que no tienen ninguna otra certeza sino la de morir. Ese conocimiento da a los brujos el valor de tener paciencia sin dejar de actuar; les da, asimismo, el valor de acceder, el valor de aceptar todo sin caer en la estupidez y, sobre todo, les otorga el valor para no tener compasión ni entregarse a la importancia personal. En otro momento expresa: "Los brujos dicen que la muerte es nuestro único adversario que vale la pena. La muerte es quien nos reta y nosotros nacemos para aceptar ese reto, seamos hombres comunes y corrientes o brujos. La diferencia es que los brujos lo saben y los hombres comunes y corrientes no. Este concepto de la muerte como el gran adversario que nos infunde de valor y paciencia para actuar sin entregarnos a la importancia personal o ego-centrismo nos hace ver a la muerte como un maestro que nos saca de nuestro in-consciente escondite y nos abre a la verdad de la vida y del universo.Reflexionemos sobre ello. A poco que pensemos, hemos de llegar a darnos cuenta de que en realidad ignoramos quienes somos, es decir, cuándo nos preguntan sobre nuestra identidad respondemos con una diversa variedad de elementos que hemos coleccionado con el fin de definirnos a nosotros mismos (por ejemplo, soy uruguayo, psicólogo,hombre, etc.). Pero cuando todas esas cosas se nos quitan, ¿tenemos idea de quienes somos en realidad sin y detrás de todos esos agregados?. Además, nos identificamos con nuestro cuerpo y con nuestra muerte, pero que sucederá cuando ya no estén presentes, ¿son estos dos elementos sostenes seguros y confiables de nuestro ser y de nuestra identidad. Para no hacer frente a estas interrogantes, buscamos y exigimos vivir según un plan pre-establecido, por ejemplo, estudiar, trabajar, formar una familia, etc., etc., de manera de vivir de forma acelerada, ocupando el tiempo con responsabilidades y con cosas materiales.
En una palabra, si deseamos dejar de una vez por todas que la vida nos viva a nosotros y en cambio vivir nosotros la vida (valga la perogrullada), debemos empezar por aceptar la muerte como una gran maestra que continuamente nos susurra al oído: "Carpe diem", es decir, vive la vida en el aquí y ahora, sin dejar situaciones inconclusas, pues no sabemos que llegará primero, si la muerte o el próximo día.
El ser humano es una entidad biopsicosocial y cultural y siendo así está
marcado por una serie de creencias, tabúes, costumbres, hábitos que
constituyen gran parte de la influencia del inconciente colectivo en el que se
encuentra inmerso.
“El costumbre”, legado cultural ligado al folklore de cada zona geográfica,
marca la pauta de las costumbres de los ciclos vitales, entre ellos el nacimiento
y la muerte. 
En las sociedades rurales trascienden los rituales ancestrales alternos con un
cristianismo complaciente dando por resultado una amalgama nueva, una
liturgia prehispánica de una mística pagano-religiosa en un claroscuro entre lo
“legal y lo prohibido”. Pero donde las emociones se mezclan en forma paciente
y visceral, en medio del bullicio, del color, del atuendo, del verdor, de la música
de viento, del lento acompañamiento donde el personaje central, digno de
honor: es el muerto.
El ser humano es una entidad biopsicosocial y cultural y siendo así está
marcado por una serie de creencias, tabúes, costumbres, hábitos que
constituyen gran parte de la influencia del inconciente colectivo en el que se
encuentra inmerso.
“El costumbre”, legado cultural ligado al folklore de cada zona geográfica,
marca la pauta de las costumbres de los ciclos vitales, entre ellos el nacimiento
y la muerte. 
En las sociedades rurales trascienden los rituales ancestrales alternos con un
cristianismo complaciente dando por resultado una amalgama nueva, una
liturgia prehispánica de una mística pagano-religiosa en un claroscuro entre lo
“legal y lo prohibido”. Pero donde las emociones se mezclan en forma paciente
y visceral, en medio del bullicio, del color, del atuendo, del verdor, de la música
de viento, del lento acompañamiento donde el personaje central, digno de
honor: es el muerto.
Existe la necesidad en las personas enfermas de consuelo, atención y afecto cuando su salud se ha deteriorado, especialmente la atención en el alma. Y eso fue lo que proporcionó Giuseppe (José). La película está basada en la vida real de este gran médico napolitano, y ahora que la he visto con más detenimiento, la he disfrutado enormemente. Es la historia de la vida y obra de Giuseppe Moscati, que en los comienzos del siglo XX estudió medicina, se graduó, aplicó con honores y excelencia su examen recepcional, ejerció en el “Hospital de los incurables” ganando el concurso para ser el primer ayudante del hospital. Dedicándose a la investigación científica, se preparaba día a día, y atendía con dedicación y esmero todos los días a sus pacientes con esa sencillez, amor y servicio que lo caracterizaba. Adquirió fama, pero no esa clase de fama para vanagloriarse y que da poder económico y reconocimiento público, eso no buscaba Moscati, sino sólo servir y ayudar a los demás al punto de llegar a vender sus bienes materiales para comprarles medicinas, darles alimento y apoyarles un poco en su situación precaria. Por esa clase de fama personal y profesional fue una persona muy querida para todos aquellos que menos tienen: los pobres, los más desprotegidos. Mantuvo un equilibrio entre la ciencia y la fe. En las crisis sacó lo mejor de él. Tuvo muchas pérdidas. Sin embargo, su alma y su espíritu estaba conectado con Dios lo que hizo que viese las circunstancias con otra perspectiva. Vivió las enseñanzas de su fe. Piedad con el que sufre. Misericordia. Humanismo. Sensibilidad. Conexión. Empatía. Servicio. Poseía una disponibilidad posible, real y total. Fue más allá del deber. Rescato muchas enseñanzas y me gustaría transcribir algunas frases sin caridad, el deber y la justicia están vacías. No sirven de mucho. No debemos considerar el dolor como una condición crítica. Decía que, la energía divina pasa por nosotros para ponerla al servicio de lo demás, con creatividad e inteligencia. La atención de los enfermos es como un libro aún no leído, la cubierta son las camas del hospital y los enfermos el contenido. Todas las cosas y circunstancias que vivió se dieron de manera sincronizada. La vocación natural teratológica se muestra con claridad en la película, su gran sensibilidad, la manera en que él ayudaba en la transición de la vida a la muerte a las personas cercanas a él, consiguiendo que se sintieran en calma, preparados y se fueran con serenidad y en paz: a Danielo, su pequeño amigo que le dio Tétanos; a Cloe, la mujer que amó su mejor amigo Giorgio; a su Profr. Julio Monteforte, que antes de dejar este mundo estaba dando clases, lo que más le apasionaba, y veo como en su alma Giuseppe sintió el llamado para acudir a donde se encontraba su querido profesor moribundo y acompañarle. El Profr. Monteforte le pregunta a Giuseppe: -¿Quién te ha avisado? Y él le responde: -¿Quién cree usted? A lo que responde:-“Dicen que a punto de morir quien creía perder la fe en el último aliento, el que no cree se convierte.” Y luego le dice a Moscati que tiene mucho miedo y que haga una oración por él. Moscati comienza a orar, tiene al profesor tomado entre sus brazos, éste al escucharle se tranquiliza y se va en paz. Giuseppe continúa orando.
Vivió muchas pérdidas. Perdió al amor de su vida, a Elena. Eligiendo el amor y servicio a los demás a través de la entrega en su profesión. Paradójicamente perdió también a su amigo, sin embargo, en el fondo de su corazón sabía Giuseppe que no era así. Con amor y entendimiento, comprendía las tormentas del corazón de su amigo. Sus miedos. Le hablaba con verdad. Lo confrontaba. Me maravillo cada vez más, cómo Dios en su infinita sabiduría y misericordia entreteje la vida. Cuando casi al finalizar la película, Giorgio se da cuenta que el niño Antonio que adoptaron él y su esposa Elena es su propio hijo. Lo supo a través de quien fue su verdadero amigo, ese amigo que lo amaba mucho.
Pienso que Giuseppe Moscati fue marcado para bien por los decesos de sus familiares, primero la muerte de su hermano Alberto, lo que determinó su vocación. Después fallecieron sus padres, y sólo quedaron él y su hermana Nina. Quien aprendió de la bondad que emanaba de su propio hermano, aprendió a aceptar y a querer a los demás por el sólo hecho de ser personas humanas que merecían todo el respeto, sin importar su condición social.

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