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Absorción de calcio, fósforo y vitamina D - 176 - 5.2 Nutrición a) Requerimientos de calcio y vitamina D Los bajos niveles de ingesta de calcio llevan a una menor MO y DMO y favorecen la aparición de os- teoporosis a edades más tempranas (2). Matkovic demostró que había una correlación positiva entre la ingesta y la retención de calcio entre los 2 y 30 años de edad, demostrando que las ingestas bajas se asocian con menores retenciones mientras que ingestas elevadas estaban asociadas con mayores ci- fras de retención de calcio a nivel del esqueleto (7). Los lactantes alcanzan altos niveles de absorción neta de calcio (40%) y tienen bajas excreciones uri- narias (37 mg/día). Los requerimientos de calcio del lactante son cubiertos por la alimentación con leche materna o con fórmulas, pero necesitan recibir un suplemento de vitamina D. Entre los 2 y 8 años la absorción neta de calcio disminuye (27%) y la excre- ción urinaria aumenta, por lo que la retención neta disminuye. Aún con ingestas bajas de calcio (438 mg/día) muchos niños logran obtener un balance positivo mientras que cuando la ingesta es de 1.600 mg/día, el balance logrado aumenta 5 a 6 veces y, si bien las pérdidas urinarias aumentan, no lo hacen en igual magnitud, por lo que se consigue una ma- yor retención. En estudios en escolares chilenos de 10 a 14 años de edad, se observó que el promedio de ingesta de cal- cio medido mediante tres encuestas de recordatorio de 24 horas era de 735 mg/día en los varones y 684 mg/día en las mujeres. En el 40% de los menores de 11 años y el 64% de los mayores de 11 años la ingesta de calcio estaba por debajo de la recomen- dación del Food and Nutrition Board, indicando que los bajos niveles de ingesta de calcio de escolares se acentúan en la adolescencia (22). En los adolescentes, la absorción neta de calcio au- menta al 30% y si reciben ingestas de calcio muy ba- jas (inferiores a 500 mg/día), alcanzan un balance menos positivo que el de los niños menores. En el adulto joven la absorción de calcio disminuye y la excreción de calcio aumenta, por lo que la retención de calcio es menor. El balance de calcio se vuelve negativo cuando la ingesta es inferior a 700 mg/día y por el contrario se hace positivo cuando sobrepasa 1.000 mg/día (5). b) Ingesta de calcio y mineralización ósea En un estudio se determinó la DMO mediante den- sitometría bifotónica en escolares de 7 a 14 años y su relación con la ingesta fue determinada mediante encuesta de recordatorio de 24 horas. Los escolares cuyos niveles de ingesta estaban por sobre la reco- mendación de la RDA, tenían mayor MO y DMO en mediciones en cuerpo entero que aquellos cuyos ni- veles de ingesta eran inferiores al 60% de la RDA y que los de aquellos cuyos niveles estaban entre 60 y 100%, lo que se mantuvo aunque como tendencia no significativa en columna y cadera (23). c) Recomendaciones de ingesta de calcio En gemelos idénticos, Johnston y cols. (24) demos- traron que al administrar suplementos de calcio a uno de ellos por encima de los niveles recomen- dados por las RDA por 2 años, la densidad mineral ósea alcanzada en cadera y cuerpo entero era sig- nificativamente mayor que la del gemelo no suple- mentado, lo que subrayaba la necesidad de elevar la ingesta de calcio por encima de los niveles recomen- dados por las RDA. En la reunión de consenso en los National Institutes of Health de los Estados Unidos, se definió que la ingesta óptima de calcio para los di- ferentes grupos etários estaba en valores más altos que los definidos por las RDA, en especial para los adolescentes y adultos mayores (7). 5.3 Actividad física En escolares de ambos sexos de 7 a 14 años de edad, se evaluó el efecto del nivel de actividad física y del tipo de deporte realizado antes y durante la puber- tad sobre la MO. Los resultados permitieron concluir que en los varones la mayor actividad física favorece el establecimiento de una mejor MO, independien- temente del estadio de desarrollo puberal alcanza- do (25).
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