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Motilidad colónica, defecación y sus alteraciones - 199 - una capa continua; de esta manera el colon humano se asemeja más al de los herbívoros que al de al- gunos animales carnívoros, que han sido utilizados como modelos experimentales (4). La motilidad colónica En el intestino delgado, segmento del tubo diges- tivo relativamente accesible al registro de la acti- vidad motora y eléctrica, se observa una perfecta correlación entre los eventos eléctricos generados por las células de Cajal, (que delimitan la frecuen- cia máxima y la propagación de ésta) y la asociación casi invariable del potencial de espiga, estimulado principalmente por acetilcolina, y la contracción. Es- tos fenómenos han sido confirmados por estudios recientes in vitro que relacionan los transientes de Ca++ en las células de Cajal con la depolarización de las mismas y de las fibras musculares (5). Al com- parar estos fenómenos con los que ocurren a nivel del colon, nos encontramos con un panorama mu- cho más complejo, derivado no sólo de la relativa dificultad para acceder a los niveles proximales de esta víscera, sino tambien del hecho que la actividad eléctrica y motora es mucho más compleja en sí mis- ma; por ejemplo, no sólo existen ondas contráctiles propagadas o estacionarias, sino que con frecuencia se observan ondas retrógradas, mientras que otros fenómenos motores ocurren pocas veces en las 24 horas y se requieren registros muy prolongados para su detección. En los últimos años han surgido nuevas tecnolo- gías que han permitido la fabricación de catéteres multilumen de pequeño diámetro o transductores especiales de estado sólido, los que son introduci- dos al colon por vía naso-colónica y son impulsados por la propia actividad motora, o por vía rectal con un colonoscopio (6-10). Además, se ha asociado la manometría con la cintigrafía, lo que ha permitido analizar parcialmente el efecto de los diferentes tipos de actividad motora sobre el contenido (acti- vidad propulsiva, retrógrada, estacionaria) (11, 12). En estudios recientes se han utilizado cápsulas tele- métricas (13, 14). Estas técnicas han permitido realizar estudios de manometría de 24 horas en adultos e inclusive en niños (15). Estos estudios en general han arrojado resultados reproducibles y consistentes al compa- rar las diferentes metodologías y series, por lo que constituyen los pilares del conocimiento actual. Los diferentes estudios realizados coinciden en demos- trar que la actividad motora predominante está constituida por un patrón de contracciones extre- madamente variable y cambiante. No existe una clasificación aceptada universalmente de esta actividad motora. Existe cierto consenso en distinguir tres tipos básicos de actividad motora en el colon: a) las contracciones fásicas, b) las contrac- ciones de gran amplitud o “gigantes” y propagadas, conocidas en la literatura como HAPCs (high ampli- tude propagated contractions), c) las contracciones tónicas (Figura 3). Las contracciones fásicas, caracterizadas por un au- mento de la presión y su rápido retorno a la presión basal, constituyen la actividad motora registrada más frecuentemente en el colon, las que presentan Figura 3. Representación esquemática de los principales tipos de contracciones colónicas y su organización témporoespacial. La di- rección de la flecha indica el carácter estacionario y propagación anterógrada o retrógrada. ONDAS FÁSICAS HAPCS ONDAS PERIÓDICAS ONDAS PERIÓDICAS RECTALES
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